Sus piernas le fallaban, no podía moverse, era la tercera vez en el día en el que se cambiaba la ropa interior y los pants deportivos. Sudaba y temblaba, la maldita erección no le dejaba caminar y la tina de hielo no era suficiente para calmarlo.
La pornografía empeoraba todo al igual que los juguetes, ni sus dedos, nada, nada funcionaba para satisfacerlo, necesitaba a un alfa pero estaba solo y tenía que lidiar con él.
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Aparco su carro frente a la misión, al fin después de casi un par de meses estaba encendida. Parecía un ladrón, trataba de estar incognito, aunque fuera una zona de mansiones y vigilancia estaba vacía la calle.
Llevaba unos jeans apretados, camisa blanca y una chaqueta de cuero y una gorra de color negro, botas. La casa estaba protegida de pi a pa pero sin sus habilidades no sería lo que era hoy. Se las ingenió para saltarse la seguridad y llegar hasta la entrada principal, esquivó cámaras, láseres, sensores, alambres, trampas a lo largo del jardín frontal.
Toco el timbre y sabía que tardarían en contestar, escucho un golpe sordo y de repente las luces de la planta baja se encendieron. Abrieron la puerta y se quedó sin habla.
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Tony trataba de ver una película mientras se retorcía en el sofá, de repente llamaron a su puerta...al timbre... ¿qué demonios? ¿Cómo habían burlado toda la seguridad? ¿Cómo habían burlado a Jarvis? El único que tenía sus claves y sus comandos era Daniel pero él seguía fuera.
-¿Quién es Jarvis? – el IA tardó en reaccionar así que Tony se dirigió a la puerta, después lo revisaría, tomo un bat que estaba sobre la mesa de la lámpara en el pasillo y camino hasta la entada, vio una silueta y solo abrió un poco la puerta cuando miro Jarvis habló.
-El general Rogers, señor- Tony parecía que había visto un fantasma.
-Lo sé, lo estoy viendo con mis propios ojos. No te dejaré pasar, vete ¿Qué quieres? ¿Cómo demonios pasaste toda mi seguridad?-
-Buenas noches, Tony, igual me da gusto verte- sonrió.
- A mí no. Deberías de irte, no es seguro que te quedes aquí, agenda una cita y después hablaremos-
- Lo sé, sé que estás en celo. Déjame pasar, tengo cosas que hablar y aclarar contigo-
-¡LOS HAS DICHO! ¿ESTAS DEMENTE O QUE?-
-Por eso mismo, sería de la única manera en la que te podía encontrar. Confía en mí, tenemos entrenamiento para aguantar a un omega en celo, no me sobrepasare y si es así puedes tener un arma a la mano- Tony dudo pero era cierto.
-No confió en ti-
-Vamos, por favor. Y es mejor ahora que Daniel no está, es un obstáculo para que me deje aclarar todo contigo-
-Es mi pareja...tiene- un golpe en la puerta lo asusto.
-¡Maldición! Deja me aclarar todo, dame el beneficio de la duda- Tony estaba asustado y en su estado no se podía defender de cuerpo a cuerpo y mucho menos pensar pero era Steve y aunque le pareciera loco se sentía un poco más seguro con su presencia además...su instinto hablaba por él, lo quería cerca.
-Está bien pero deja de golpear mi maldita puerta- cerró la puerta y la abrió para dejarlo pasar, Tony llevaba una manta encima de él para ocultar su erección.
Steve quedo casi noqueado por el olor tan maravilloso que salió de la casa de Tony cuando este le abrió la puerta, su alfa rugió y gruño pero tuvo que contenerse, tranquilizarse y pensar en su entrenamiento. Si no fuera por eso ya tendría contra el piso a su amigo, jodiéndolo y marcándolo.
-Gracias, me quedaré aquí en la puerta y si quieres tu mantén una cierta distancia de mi- Tony alzo la ceja.
-Y ahora me das órdenes-
-Como quieras Stark, maldición, déjame hablar- masajeo el puente de su nariz.
-Sí, hazlo, rápido- Steve se recargo en la puerta y se cruzó de brazos.
-Lo siento, siento todo esto. Siento si te herí...siento si tuviste que refugiarte en los brazos de alguien más a quien no amas por mi culpa- dentro del remolino de emociones Stark vio rojo, si no fuera por sus piernas y el jodido aroma de Steve se hubiera levantado y lo hubiera golpeado- pero todo es mi culpa. Te mentí, a todos les mentí. Yo, no estoy comprometido con Sharon y mucho menos es mi omega ni mi pareja destina. Así lo hice porque, no supe que más hacer, ella accedió a ayudarme así no me hostigaría la prensa ni la gente. Yo...yo quería ponerme a tu altura, desde que te conocí me enamore de ti pero tu estabas tan lejos de mí, fuera de mi alcance a pesar de que mi familia tiene dinero yo no quería que me reconocieran por mi apellido yo quería que me vieran por mis esfuerzos y méritos. Quería alcanzarte aunque me costará hacerlo desde abajo por que...si algún día pasaba algo entre nosotros quería darte todo, quería poner el mundo a tus pies...lo hice, lo logré pero todo se complicó y esa noche no pasó nada, Sharon está en una relación con otro soldado y las fotos. Me fui de misión...fui herido pero pensé que seguías enojado conmigo así que no te busque...el día que llegaste al cuarto del hospital viste la propuesta de matrimonio a distancia de Sharon...su prometido está activo en combate...y luego desapareces y llegas con Daniel, besándose, en una relación a las instalaciones y....¡Oliendo a él! ¡Maldición!- gruño y apretó sus puños.
Tony se quedó en silencio, había escuchado todo pero estaba procesando cada parte de la historia de Steve, lo amaba...
-¿A mi nivel?-
-Sé que suena estúpido pero eres hijo de Edward Stark...tienes peso mundial...aunque mi familia lo fuera en el ámbito militar me sentía nada a tu lado...-
-¿Qué? ¿yo? Ese era tu complejo...no el mío, no tengo la culpa de eso- Steve se acercó a él pero Tony retrocedió- no te acerques...- el rubio se detuvo.
-Tony por favor, lo siento, no sé qué sucedió...todo salió mal...- Tony agacho la mirada, no sabía que sentir, coraje, tristeza, felicidad.
-¿Me amas?- Steve se ruborizo
-Tanto que duele- sonrió de lado pero con poca vida.
-Déjame ser feliz con Daniel, toda acción tiene una reacción Steve y no sé si estoy en condiciones de darte una respuesta o perdonarte-
- ¿Y tú me amas?- pregunto con miedo en su voz, tenía miedo de haber perdido a Tony para siempre- ¿sigues con él?...tú y él...mierda-
-No lo sé, Steve. Sí, seguimos siendo pareja y si, si te refieres a nuestra vida sexual nuestra relación es como la de cualquier otra pareja, para tu salvación no me ha marcado...sigo siendo un omega sin marcar- era poco pero Steve concentro su olfato y pudo distinguir el olor casi nulo de Daniel mezclado con el de Tony- así como yo pensé que la tenías con Sharon, que ya la habías reclamado, hasta pensé que...estaba embarazada....y- las lágrimas invadieron a Tony quien se desplomo de rodillas al piso y cubrió su rostro- tanto que duele- susurró
-Tony-
-¡No! Vete, sal de mi casa- Steve apretó sus puños y se acercó a la puerta, la abrió y antes de salir le dijo:
-Te amo, Tony, espero que no sea muy tarde para decirlo- cerró la puerta detrás de él y se quedó ahí un rato hasta que pudo mitigar sus lágrimas.
Como pudo reunió la fuerza que necesitaba para ponerse de pie y asegurarse de cerrar bien la puerta pero no pudo, la decepción y la ira lo abrumó, la golpeo un par de veces y se deshizo en lágrimas. Steve seguí ahí afuera pero por el frenesí del llanto y de todo lo que había pasado en menos de diez minutos no lo pudo oler.
Unos golpes desesperados casi tumban la puerta, era Steve.
-Por favor, abre, abre la puerta Tony, podemos salvar lo nuestro...te lo suplico. Anthony- Tony reacciono ante la voz de Steve se puso de pie y miro la perilla y de repente giro, atónito ante él y cuando alzo la vista lo vio ahí, con los ojos rojos e hinchados.
Tony inhalo lentamente como si no quisiera que se diera cuenta, los dos se miraron por unos segundos que parecieron eternos, el tiempo se detuvo y Steve dio un paso quedando a uno centímetros de Tony, lo beso. Fue un beso como de prueba, un beso muy fugaz pero que encendió la chispa de la tensión del momento. Tony movió sus ojos rápidos analizando la situación pero de repente otro paso más y Steve lo tomo de la cintura, Tony dejo caer la sabana y se abrazaron en un beso desesperado, Steve lo empujo contra la puerta y lo beso, lo beso como si no hubiera un mañana. Tony por el celo comenzó a jadear, se separó de él y lo miro y con eso lo dijo todo.
-Te amo...-Steve lo volvió a besar. Al fin reclamaba esos labios que siempre le habían pertenecido, que estaban destinados para él y solo para él, ahora se encargaría de borrar todo rastro de Daniel, tendría tres días para hacerle el amor a Tony, decirte cuanto lo amaba y suplicarle de rodillas que lo perdonara.
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Daniel estaba titiritando de frío, en medio de la trunda, en medio de una tormenta de nieve. Refugiado en una cueva con sus hombres. Saco de nuevo el sobre y analizo la carta, era real, todo era real, estaban a unos días de llegar a la primera misión pero un tratado de blancas lo habían retrasado a él y a sus hombres. Ahora descansaban después de una noche de acción. Saco todo el contenido del sobre y leyó cada parte y de pronto una nota cayó entre sus pies.
"Gracias, qué te este yendo bien en los fríos Andes"- Daniel rio, sarcástico y con enojado. Arrugo la nota después de leer el atentamente Steve Rogers.
-Maldito- y miró a la tormenta de nieve que se extendía hasta el horizonte.