Cogí mi cinturón y salí sigilosamente de mi habitación.
Recorrí los pasillos hasta que llegué al comedor donde Levi estaba durmiendo. Acaricié el pomo sintiendo el frío tacto del hierro.
Me relamí los labios solo de pensarlo...
Lentamente abrí la puerta sin hacer ruido y la cerré detras de mi. Tenía frente a mi una tentadora y a la vez tierna imagen de mi capitán.
Estaba sentado en aquella gran silla, con la pierna aun cruzada y los brazos colgando, con la cabeza hacia atras, dejando expuesto el largo recorrido de su suello, marcando su nuez, y con su boca entreabierta y un hilillo de saliva proveniente de sus labios. Rápida y silenciosamente fui a la parte de atras de la silla, puse sus manos en su espalda, rodeé con mi cinturon su cintura y tambien haté sus manos con este fuertemente, tanto que por los intentos de Levi no se lobraba deshatar.
-Mmmnnn.- gruñó -¿Quien osa inte...- me puse frente a el y posé mi dedo en su boca.
-Quita ese dedo de ahí, a saber donde ha estado esa sucia mano antes.- dijo secamente
-Capitán... la verdad yo tampoco se donde a estado pero ahora...- me reí levemente y cogí aire. -ahora se donde va a estar.- dije y le di un cálido y apasionado beso juntando nuestras lenguas. Mis manos recorrian su magnífico torso y poco a poco le desabroché los botones de la camisa dejando al descubierso sus trabajado abdomen.
Le di besos y supcione sutilmente su cuello a la par que mis manos desabrochaban su pantalón y se deshacian de el de un tirón. Me senté en su entrepierna haciendo que nuestras entrepiernas rozasen y solté un suspiro.
Miré a Levi y se estaba mordiendo el labio, tan fuerte que se hizo sangre. Puse mis manos en sus mejillas y recorrí sutilmente la punta de mi lengua en sus labios, dejando el mínimo rastro de sangre, y a posta moví las caderas lentamente para que nuestros miembros rozasen más. Pude eschuchar por fin un suspiro producido por sus labios.
-Mmm, ¿que fue eso, enano?- susurré en su oido y seguidamente mordí el lobulo de su oreja. Una de mis traviesas manos acariciaba su abdomen bajo y poco a poco se fue metiendo en su ropa interior.
Me levanté levemente por un momento de sus muslos para deshacerme de su ahora molesta ropa interior y comencé a masturbarlo tortuosamente lento.
-Ngh... maldito.- gimió -¿Qué pasa Levi, quieres algo?- pregunte excitante y desafiantemente.
-Ah...- suspiró Tras esto apreté mas su miembro y lo masturbaba cada vez más lento.
-¡AH JODER!- gritó Levi en un gemido. -¡MIERDA, MÁS RÁPIDO MOCOSO!- dijo. Su cara estaba levemente sonrojada y con la mandibula apretada. Lo masturbé muy rápido y pude oir sus leves gemidos. Tras un rato así paré en seco y me arrodillé en el suelo frente a el. Puse mis manos en sus muslos y empecé a besar la punta de su erecto miembro. De la nada, metí su miembro en mi boca, hechando hacia alante y detras mi cabeza, apretando mis labios y haciendo un recorrido con mi lengua.
Esta vez, audibles gemidos se eschuchaban en la sala. Abrí mis ojos para mirarle picaramente, tenia los ojos cerrados y la boca abierta de par en par, estaba despeinado y aún sonrojado, me excitaba. Mis manos acariciaban mientras sus testículos. Saqué poco a poco el miembro de mi boca y sutilmente le di un beso en la punta.
Tras esto, puse mis rodillas en la silla a los lados de sus piernas, puse mis manos en su nuca y le di un lento beso dandole a probar su sabor. Mientras haciamos una guerra de lenguas, me quité la camisa, paré el beso y quité mis pantalones.
-Quitamelo, ahora, con la boca, es una orden.- dije secamente, imitando su forma de ser, refiriendome a la ropa interior.
-Si crees que mis dientes van a toc...- le pusé la mano en la boca y apreté fuertemente su entrepierna.
-Es una orden, me da igual si quieres o no.- susurré. Con su ceño fruncido, mordió mi mano para que le quitara y encorvó su espalda para llegar a la altura de mi entrepierna. Mordió la goma de mi ropa interior haciendome sentir todo tipo de sensaciones y estiré suavemente mis piernas para que se deslizara, haciendo que quedase desnudo. Sin quererlo, un sonrojo invadió mi mejillas al ser consciente de que volvia a estar desnudo frente a el.
-Estúpido mocoso, no sabes ser duro.- dijo curvando un poco sus labios, mostrando una pequeña sonrisa satisfactoria por mi sonrojo. Indignado al oir esto le pegué una bofetada. Levi quedó con la cabeza girada por el golpe y pude ver que tras esto se mordia el labio. Es que, acaso ¿le habia excitado?
Sin pensarlo dos veces levanté sus piernas con mis manos mientras me sentaba en la silla, al lado contrario del que el lo estaba, haciendo que por un momento nuestras nalgas chocasen. Dejé caer sus piernas sobre mis muslos y coloqué mi erecta entrepierna en su entrada. Un escalofrio recorrió mi cuerpo al sentir su humedad en la punta de mi miebro.
Mis labios depositavan suaves y largos besos en su clavicula y mis manos recorrían su torso. Al estar un rato así, Levi rodeo sus piernas en mi cintura y empujaba mis caderas desesperado. Estaba claro que quería más, esto y sus pequeños gemidos me lo hacian saber.
-¿Qué pasa capitán? Si quieres algo... pidelo, eh.- dije ronco y desafiante. Honestamente, me avergonzaba llegar a eso, yo era inexperto en eso, tenía algo de miedo por hacerlo, pero a estas alturas no me iba a hechar para atras
-Ayy... mocoso de... ahhh...- gimió.
-¿Qué?- susurré En uno de los empujes de Levi la silla cayó para atras y Levi quedó tumbado con la espalda contra la silla y las piernas levantadas debajo de mi, y yo con las rodillas a los lados de su cintura y las manos a los lados de sus brazos. Un grito mezclado de dolor y placer surgió de los labios de mi capitán y un audible gemido por mi parte.
Por la caida, inevitablemente metí un poco mi miembro en su interior. Su estrechez se sentía jodidamente bien, sus gemidos eran música para mis oidos.
-Mmmm, sig...gue im....imbécil...- gimió Levi en mi oido. Poco a poco metí mi miembro por completo, y lo saque. Fui dando lentas estocadas, besaba a Levi y ambos ahogabamos los gemidos en nuestras respectivas bocas.
-M...más.- susurró Levi entre un beso. Aumente el ritmo y la dureza de estas, y contemplaba la cara de mi victima, alumbrada con la suave y frágil luz de la luna, sus mejillas calientes y sus labios hinchados.
-Cu..cuando me de...deshate v...vas a ar...arepentirte.- gimió y tras esto me corrí en su interior, y el también, manchandome el pecho. Ambos llegamos al orgasmo. Poco a poco fui sacando mi miembro de su interior y salió algo de semen de el. Tras salir le dí un largo beso. Le corte y volví a ponerme serio
-Lim...limpialo, con t...tu lengua, y...ya...- dije exhauto y puse mi pecho a la altura de su boca
-N...no qui...quiero...- dijo entrecortado por lo ocurrido. Transcurridos varios "hazlo" y "no, que asco" al final cedió y recorrio su lengua por mi pecho provocando calor en mi interior.
Cuando terminó me levante y me vestí. Mientras abrochaba los botones de mi camisa, giré mi cabeza para observar como amanecia a traves de la ventana.
Dicen que la venganza es dulce y con razón, había sentido todo tipo de cosas, el placer, el calor, al odioso de mi capitán.
-¿Piensas dejarme así, mocoso novato?- preguntó secamente en la misma posición en la que lo había dejado.
-Novato, eh...- dije abrochando el ultimo botón de mi camisa y me empecé a reir. A carcajadas. Le lancé un beso, le guiñé un ojo y salí de la habitación.
-¡ESTÚPIDO MOCOSO, TE VAS A ARREPENTIR DE HABER NACIDO JAEGER, TE ODIO!- pude oir como gritaba el capitán dentro. Apoyé mi espalda en la pared, suspiré y esbocé una gran sonrisa. Esta sin duda había sido una buena venganza, que me costaría claro... Pero mereció la pena.
-Yo también te odio, enano.- susurré sonriente.