Me quedé mirando la puerta por la que hace unos segundos Levi salió. No entendí que le pasaba.
Apoyé las manos en el suelo para levantarme, hice un esfuerzo y me caí, tenía el cuerpo destrozado, y una zona demasiado desgarrada la cual no voy a nombrar. Hice una mueca de dolor y me quedé sentado de nuevo. Quería ir tras el imbécil de Levi pero no podía ¿por qué se ha ido de esa manera?
-¡CAPITÁN! solicit...- Hanji abrió la puerta inesperadamente y de inmediato se la cortaron viendome desnudo con las manos tapando mis partes. La cara me empezó a arder al igual que a la cuatro ojos, quisé llevarme las manos a la cara para taparme el rostro de vergüenza, pero ya me estaba tapando otra cosa...
-C...creo que n-no me hace falta ni preguntar el que haces aq-aquí d...desnudo.- dijo tapandose la boca para disimular una carcajada y se giró para salir de allí.
-¡Hanji espera!- grité para que me ayudara. -
¿Qué?- preguntó aún volteada.
-A...ayudame... por...porfavor.- pedí avergonzado
-¿A qué?- de nuevo se giró y preguntó curiosa.
-¿Me pasas la ropa?
-¿Por qué no vas tu a por ella?
-P...porque no p...puedo.- titubeé tímido.
-¿Esque tan duro te dió?
-¡HANJI! ¡DE QUE ESTÁS HABLANDO!- grité tratando de disimular.
-Sabes mejor que yo de que hablo.- se rió como una loca.-¿Donde está tu ropa?
-Debajo del escitorio.
-¿Y todas estas cosas que hay tiradas en el suelo? Vaya... si que son salvajes...- dijo riendose con cara de pervertida cogiendo mi ropa.
-No se de que me hablas.- dije cerrando mis ojos pareciendo indignado y mirando a otro lado.
-De que te metió e...
-¡HANJI!- la interrumpí -¡CALLATE!- la grité y me tiró la ropa para despues voltearse.
-Entonces si lo hicieron.
-No se de que me hablas.- mentí, y por cierto, muy mal.
-Ya, ya... Ten cuidado, o te va a destrozar algún día.- Hecho miles de carcajadas fuertes por la boca.
-Por cierto, en cinco minutos empieza el entrenamiento especial que os dará hoy... Levi.- dijo picaramente. -date prisa.- terminó por decir y se marchó.
Costosamente me fuí vistiendo aún sentado, me volví a apoyar contra la pared y descansé por unos minutos. Al fin me levanté con mucho esfuerzo y di cortos y dolorosos pasos hasta la puerta.
Veinte minutos más tarde llegué al campo de entrenamiento, todos enfilaban frente al capitán, que cuando me uní a una de las filas ni me dirigió la mirada, ni me regañó por llegar tarde, ni siquiera me pegó.
Mis ojos contemplaban extrañado los suyos, que ni siquiera le dirigían la mirada. Sentí una sensación de vacío completa. Tragué saliva y traté de olvidar esa imagen. ¿Qué me pasaba? ¿Y a mi qué mierda me importaba el capitán? Si en verdad, le tengo asco...
-Entonces vais a dar 100 vueltas corriendo rodeando todo el castillo y 50 corriendo hacia atras, después luchareis entre vosotros de dos en dos, luego os pondréis el equipo de maniobras 3d y entrenareis matando titanes falsos...- oí como Levi nos explicaba lo que tendríamos que hacer.
Maldije internamente de todo lo que tendría que hacer con este dolor a cuestas. Corrí junto mis compañeros, que enseguida se adelantaron y yo quede muy atras, el último. Todos pasaron una de las esquinas del castillo y yo aún no me llegaba ni a la mitad. Sufrí con cada pisada que dí.
Giré mi cabeza mientras para ver a Levi y ni si quiera me estaba mirando, le daba igual lo lento que fuese.
-¿Qué mierda le pasa?- pregunté en un tono severo antes de girar la esquina. Cuando terminamos de correr, que me quede mucho más tiempo qué los demás y terminé, fuí donde todos estabamos luchando, pero yo no tenía pareja.
-¡CAPITÁN! No tengo pareja.- le dije en el tono al que me tenía que dirigir a el como mi capitán y me puse firme. Me enrojecí por lo que acababa de decir, entendí el doble sentido. -¡n...no tengo pareja para luchar!- dije enseguida nervioso poniendome más firme. Se separó unos metros de mi y puso sus puños en posición, no reaccioné y de una llave me tumbó de inmediato en el suelo.
Mi respiración se agitó y lo miré levantando mi cuerpo con las manos levemente, el solo miraba perdido hacia otro lado. Los ojos se me humedecieron y me levanté poco a poco.
Le intenté dar todo tipo de puñetazos y patadas veloces pero todas las esquivaba, disminuí el ritmo, hasta que paré quede cabizbajo y con los brazos colgando, con el pelo tapando mis tristes ojos, a los que ya ese odio capitán no miraba. A cambio recibí una patada y un puñetazo que me dejo tirdo en el suelo arenoso, con sangre en la nariz.
-¡SUFICIENTE, PASEN A LO SIGUIENTE!- gritó el capitán alejandose. Lagrimas amenazaron por salir. No es que sintiera nada por el capitán, es solo que... puff... si tengo un sentimiento hacia el es odio, si justo eso.
-Imbécil.- pronunciaron lentamente mis labios al compás con mi lengua en un tono suave, mientras una salada lágrima nacida en mi ojo murió en la comisura de mis labios.
Él entrenamiento acabó muy tarde y me fui a duchar. Fuí a la ducha donde Levi me reventó por primera vez. No pude evitar el dejar escapar una leve sonrisa mientras tocaba esa pared a la vez que los gélidos chorros del agua acariciaban mi cuerpo. Sin perder la sonrisa mis lágrimas caían.
Parecería una tontería, pero era mi tontería, ni yo se porque lloraba. Ido de rabia, golpeé la pared una y otra vez sin parar de maldecirle en mi mente.
Dicen que nunca tienes que abandonar una ambición por muy grande que sea el enemigo, pero esque mi enemigo se ha convertido en mi ambición...
Salí de la ducha y mi mente tornaba por y para el capitán.
Hasta que no se hizo bien de noche no decidí ir a buscar a Levi para hablar muy seriamente sobre que le pasaba. Lo busque por todas y cada una de las salas del castillo, y ni rastro de el. Finalmente salí al patio trasero y me lo encontré sentado, con las manos apoyadas en el suelo y la cabeza hacia arriba, como contemplando la luna.
-Levi.- dije en un hilo de voz. No recibí ni una palabra a cambio.
-¿Puedes decirme que le pasa?- también ignoró la pregunta
-¡QUÉ ME CONTESTE, JODER!- grité furioso. El se giró, me miró durante unos segundos inexpresivo como siempre, y volvió a su posición.
Sentí una gran alegría al recibir por fin una mirada de su parte. Me acerqué a el, me senté detrás suya y lo abracé por detras.
-Usted, hombre de pocas palabras.- Dije aliviado por la mirada que me hechó en un suspiro. Noté como sacudió los hombros, pero aún así no le solté. Sin ambos decir nada le acariciaba la espalda lentamente con una de mis manos mientras otras seguía abrazada a el. Poco a poco mi mano fue bajando, y siguió acariciando lo más cercano a su cinturón acompañado por seguidos besitos tiernos en su nuca.
Transcurrió tiempo, hasta que porfin me lancé y mi mano se metió dentro de su ropa interior y uno de mis dedo llegó hasta su entrada. Él me quitó las manos de su cuerpo. -Para.- me dijo más seco que nunca.
-¿Se puede saber que le pasa, Levi?- le pregunté muy enfadado mientras me levantaba.
-Nada.
-¡NO ME VENGA CON QUE NO LE PASA NADA!
-Tsss callaté, vas a despertar a todos.
-¡NO QUIERO CALLARME!- grité en un sollozó. Se levantó y me miró apenado.
-¿¡PERO QUE HOSTIAS TE PASA!?- dije mientras lágrimas caían dejando de hablarle bien.
-Cuando crezcas, lo entenderás.
-¡¿CUANDO CREZCA?! ¡NO ME VENGAS CON ESAS!
-No podrás entenderlo.
-¡SE SUPONE QUE YA SOY LO SUFICIENTE MAYOR PARA ENTENDERLO! ¿¡QUÉ HAY DE LO QUE HICIMOS AYER POR LA NOCHE!? ¿¡LO HAS OLVIDADO!? ¡SI YA ESTOY CRECIDITO PARA ESO LO ESTOY PARA TODO! - le chillé histérico con el llanto descontrolado mientras empecé a golpearle.
Terminó por darme un fuerte puñetazo en la cara. Yo me llevé la mano a esta y le miré con desprecio.
-Tienes que olvid....-
-Cállate.- le interrumpí. -Te odio, cabrón.- saqué mi pecho con ira para coger todo el aire posible, le escupí en la cara y me fuí.
Le odio, le odio, le odio, le odio con todo mi espíritu.
Un día esta conmigo, y otro pasa de mi.
Va a enterarse de quién es Eren Jaeger.