-Dime amado mío, como te sientes-preguntaba de vez en cuando iba a la
en la que él me tenía cautivo
Tocaba mi vientre bastante hinchado ya que el embarazo era ya muy avanzado, se calculaba en unos días el nacimiento de esta pequeña criatura producto de una violación, bueno hace días que ya no lo veía así al fin y al cabo era un pedacito de mi al que poco a poco empecé a querer, no iba da dejar que ras se quedara con él, no, no lo iba a permitir
-Por lo grande que esta es un indicio de que posiblemente sea un alfa, pero claro que tiene que ser un alfa, hijo de un omega bastante fuerte y del alfa más fuerte del mundo, es seguro que lo será, será un gran líder-decía el siempre que me veía
Para mí era repugnante que él me tocara y más que tocara mi vientre, pero como él es el padre de esta pequeña criatura, ella lo siente y hace que yo me sienta tan quilo
El dolor de parto es lo peor sentía que me partían a la mitad, habría las piernas tanto como podía intentaba pujar, pero dolía como el jodido infierno, quería que naciera mientras ras no estaba, me había enterado de que no estaba por que las damas de compañía habían avisado a los guardias que estaba en labor y ellos dijeron que ras no estaba pero que avisarían de inmediato
Por favor pequeño o pequeña, copera conmigo y sal ya, esos eran mis pensamientos
entre más pasaba el intento de que saliera más rápido más dolía y se dormían mis piernas del mismo
cuando apenas iba saliendo su cabeza el llego, iba en ropas de viaje, con algunas partes manchadas de sangre
dios ¿no pudo haber tardado más? Si lograba nacer el pequeño ser antes de que el llegara o estuviera lo suficiente cerca, hubiera podido huir con él en mis brazos
-solo pues un poco más, solo un poco más-dijo el medico
No, no me iba a rendir iba a salir de aquí como pudiera con todo y mi pequeño
Puje de nuevo soltando un grito de dolor el único que emití y entonces unos gritos llenaron la sala
-es un varón- dijo el médico- en hora buena señor ras
Gritaba a todo pulmón mi pequeño, el sobreviviría a todo, ese llanto me dio más esperanzas y me empecé a enderezar poco a poco mientras el médico le daba a ras el pequeño para que lo cargara, era ahora o nunca, me lance hacia el bebé para tomarlo y Salí corriendo el pasillo y salir por donde una vez vi que ras entraba, toda la liga me seguía, dios la vista se me nublaba, pero no me dará por vencido pero necesitaba ser más rápido, ser una sombra y ser silencioso, pero me dolían las caderas y el pequeño no dejaba de llorar
-creíste que sería así de fácil salir de aquí ¿verdad? Creí que eras listo, pero me equivoque detective-me acorralo y me atrapo- no dejare que te vallas, amenos no con mi primogénito en los brazos
Me asuste abrase a ese pequeño en mi pecho tan fuerte como pude, pero sin lastimarlo
-nunca-
-tú ya elegiste irte-dijo mientras me cargaba y me llevaba a no sé dónde- todo estaba oscuro
Sentí un frio atroz me tiro en la nieve así que después de todo si había manera de salir, pero para quien no supiera de supervivencia no sobreviviría
Arrebato a el pequeño de mis brazos y me pateo
-te daré un último gusto amado, escoge el nombre de este guerrero, vamos dime como debería llamarse-me grito y me volvió a patear- habla-grito
No había pensado en un nombre durante este tiempo, solo pensaba en como huir con él en mis brazos entonces cruzo por mi mente en ese nombre, esto no se quedaría así no, yo regresaría por mi pequeño, me haría más fuerte para poder salvarlo de sus garras de ras, pero mientras ese pequeño tendría que ser muy fuerte, tendría ser como…
-Damián-dije, intente llena mis pulmones de aire, pero era difícil porque era helado, pero logre llenar mis pulmones para gritar-DAMIAN
-Damián- repitió para sí ras- tienes razón Damián dijo mientras contemplaba al pequeño- puedes llevártelo
De la nada alguien salió detrás de mí y me noqueo
Desperté en la cama de un hospital, Alfred estaba ahí, también estaba Dick
Me levante desesperadamente, Alfred tubo que sedarme otra vez, una y otra vez se repetía eso el me tenía que sedar.
-DAMIAN-gritaba-NO LO PUEDO DEJAR
En sueños veía esos hermosos ojos color jade y esos delicados cabellos negros
Me dediqué a buscarlo mucho tiempo, jamás lo encontré, no encontré la sede, cada vez me hacía más fuerte pero cada vez que me acercaba, o era una pista falsa o se suicidaban para no decir nada, Dick se quedaba hasta tarde conmigo hacia su distancia, pero hay estaba con Alfred, entonces apareció Tim ese pequeño tan listo de cabellos negros y ojos azul turquesa, luego ambos fueron creciendo y entonces de entre los muertos regreso Jasón como todo un guerrero.
Pasaba el tiempo y cada vez perdía poco a poco la esperanza de encontrar a Damián, mi pequeño
Lloraba, nadie lo sabía, la liga de la justicia creía que no era humano por no mostrar alguna expresión
Y entonces…
-hola bruce- esa voz, Talía, la mano derecha de ras
-que quieres aquí-dije amenazadoramente, estábamos en el tejado de un edificio bastante alto
-darte esto- y detrás de ella salió un niño con la vestimenta de los guerreros de la liga de las sombras
Me hacer cautelosamente a él, su aroma era el de un omega peor era imposible, uno muestra casta alrededor de los trece y era tan pequeño, pero con un porte bastante firme, le retiré la capucha y vi esos ojos jade que solo en mis sueños veía y eso cabello negro tan sedoso, el niño memoraba con bastante molestia, percibí su aroma
-vas a dejar de mirarme-dijo el con voz irritada
-Damián-dije con un hilo de voz
-Ras ya no le necesita con él, es un omega y no es lo que él quería, el quiera un alfa, así que me pidió que te lo trajera, es todo tuyo tu hijo detective- eso dijo Talía y se fue como la sombra que era
-nos vamos a quedar aquí toda la noche o nos vamos a ir-dijo molesto Damián
-vamos- dije mientras me dirigía a las escaleras
-sabes que puedo usar las cuerdas y los ganchos ¿no? Fui entrenado para ser el mejor desde muy joven-dijo aún más irritado
Mi niño, me lo regresaron, porque para ellos era defectuoso, para mí era hermoso, pero no era lo que ellos querían, que duro que su propio padre lo echara por ser un omega y fuera desechado para después tráelo conmigo, seguramente cree que lo abandone, no puedo verlo a la cara, no pude hacer nada por él, nada, no merezco su perdón o su cariño
O mi pequeño Damián