Después de aquella declaración Harry no pudo dejar de pensar en Draco Malfoy. En cómo le brillaban los ojos mientras hablaba de viajar y de irse lejos. Pero había algo que no le gustaba. La idea de que Draco Malfoy no estuviese más en Hogwarts, no le agradaba del todo. No después de haberle escuchado. No era algo que lo llenaba del completo. Si Draco quería irse pues que se fuera. No era asunto de Harry detenerlo, no era su deber. Pero se sentía inquieto al respecto. Como si algo no fuese a salir bien.
Decidió que tenía que hablar con él. Por lo menos para asegurarse de que estaba seguro de que quería irse. Se vistió y salió con prisa al Gran Comedor. Cuando llegó lo vio rodeado de sus amigos. Reía y se burlaba de los más pequeños como de costumbre. En ese momento solo Harry podía ver la falsa máscara de Draco Malfoy. Por un fugaz instante Draco miro a Harry a los ojos, quien se hallaba en la entrada mirando al rubio fijamente. Harry pudo jurar que lo vio guiñarle el ojo, mientras se levantaba para dirigirse a donde el con un falso aire de altanería. Detrás le seguían Crabbe, Goyle, Pansy y Blaise.
- ¿Qué me miras Potter? ¿Te gusta lo que ves? – si no fuese porque sabía que aquello era solo un acto más, estuviese cabreado. Se fijó en lo alto que era, no demasiado, pero lo bastante como para que Harry tuviese que alzar ligeramente la mirada. Notó que muchos los miraban, los Gryffindor esperando la respuesta de Harry y los Slytherin con cara de burla. Deseando con la mirada que Harry no contestase para así clamar “victoria”.
-Ahora mismo, no. No me gusta lo que veo. Pero cuando estamos los dos solos, si- Dijo burlón. Sabiendo lo que todos entenderían con eso excepto Draco quien sabia a lo que se refería. Y Aunque no le gusto el chistecito doble sentido de Harry se sintió alagado al saber que a Harry le agradaba quien era en realidad. Sabia también que su reputación se iría al carajo si no contraatacaba con algo.
-Si, por eso te arrastras para verme a solas. ¿O no Potter? - Harry se puso rojo, no de furia si no de vergüenza. Todos sus amigos escucharon aquello. ¿Qué le dirán ahora? – suplicar verme, buscarme a tientas cuando necesitas compañía. Pero por más que te aleje me sigues más. Dios eres tan patético. - Harry se quedó con la boca abierta. Lo había humillado con verdades y mentiras a la vez frente a toda la escuela y facultad escolar, dejándolo ver como un desesperado. No supo cómo responder. Y al Draco ver que no obtendría una respuesta se fue triunfante. Y algo divertido.
Harry por otro lado, se sentó solo en la mesa, no tenía el valor de mirar a sus amigos. Ron lo miraba anonadado y Hermione alarmada. El silencio de Harry, no ayudaba a la situación. Esperaban que negara todo, pero no lo hizo.
- ¿Es… ¿Es cierto? - Le preguntó Ron suplicándole a Merlín que todo fuese mentira.
-Sí, y no- Contestó Harry. - si porque una vez lo busque para preguntarle algo y no porque no soy gay y no me interesa Draco Malfoy. Solo me sorprendí que mintiese con la verdad es todo. ¡No soy un desesperado por Merlín! - Eso alivio la curiosidad de todos los que hablaban y lo miraban a su alrededor. Ron dio un sonoro suspiro aliviado. Y no pregunto más nada. Hermione no dijo nada, confiaba en lo que decía Harry.
Draco tenía clavada la mirada de Harry en la mente. Fue la única vez en la que humillarlo así le había divertido. Tenía que admitir que Harry Potter estaba lleno de sorpresas. Primero, cree que quería matarse. Y segundo trata de humillarlo frente toda la escuela después de estar mirándolo fijamente. Con una mirada llena de... ¿angustia? Como si quisiese hablar con él. Pero no lo permitiría. Tenía el presentimiento de que se ataría de alguna manera a Harry, que este lo convencería de quedarse. No podía permitirlo. Pero tampoco sabía cómo se iría.
El profesor Lupin, trajo a la clase de Defensa Contra Las Artes Oscuras un Boggart. Les mostró el hechizo ‘Riddikulus’ de contraataque. Draco no quería enfrentarse al Boggart. No sería capaz de aguantar lo que vería.
-Señor Malfoy- Lo llamo el profesor. - Venga al frente. Participe. - Dijo, con las mejores de las intenciones. Y con sus amigos animándole y todos los ojos observándole no podía decir que no. No quería parecer cobarde. Se aproximó al frente de la fila ya que ni siquiera era parte de ella. Estaba frente a Harry quien fue el único en notar el ligero temblequeo de Draco por lo cerca que estaba a él. El profesor le incitó cordialmente que diese un paso al frente. El Boggart miró a Draco y en un instante se transformó en su padre. Lucius Malfoy. Draco se enderezo al instante, corrigiendo su postura.
-Draco…- Miró a Draco con una mirada tan fría, vacía. Una que solo Draco conocía. - ¿Crees que puedes irte? - la voz del falso Lucius comenzó a alzarse. - Yo soy tu padre. Harás lo que yo diga. Como y cuando lo diga. - Se acercó a él, alzando la mano como si fuese a golpearle- No vas a escapar. No vas a irte. Eres nada, nada sin mí. - Draco se aguantó la cabeza, agachándose esperando el impacto de su padre. Sintió que alguien le abrazaba protectivamente. Y a pesar de que quería evitar llorar no pudo evitar que las lágrimas salieran de su rostro mientras miraba fijamente al suelo. Veía sus lágrimas caer y mojar sus zapatos. Alzó ligeramente viendo que Harry era el que le abrazaba. Vió que el profesor se encargó del Boggart. No se atrevió a mirar detrás de él, no se atrevió a mirar las caras de sus compañeros. No se atrevió a mirar la expresión de Harry. Quien lo miraba angustiado. Entendiendo la mayor parte de las razones por las cuales Draco quería escapar.
Solo con ver el más profundo miedo de Draco. Pudo entender lo que significaba más allá del abuso. No quería ser como su padre. Tenía miedo de quedarse estancado en la misma vida monótona de su padre. Harry entendió, por primera vez, que Draco solo aspiraba por ser el. Por tener una vida libre, sin tener que preocuparse de guardar la imagen de la familia Malfoy.
Enderezó al chico, quien evitó su mirada a toda costa, cerrando los ojos. Harry lo abrazó. Sin importarle que miraran. Quería dejarle saber con aquel abrazo que le entendía. Draco claro, captó el mensaje. Pero no podía permitirse llorar. Se deshizo del abrazo y sin mirar absolutamente a nadie salió del aula, en dirección a los baños para lavarse el rostro. Para despejarse.
Después de aquella clase, todo lo que los alumnos hacían era hablar de Draco, quien evitó a todo el mundo incluyendo a sus amigos. Quienes tampoco le dirigían la palabra, no por mal si no por respeto. Draco en lo particular no quería que nadie se le acercara. No quería tener que ver con absolutamente nadie. Más, aun así, podía ver todos los esfuerzos de Harry por acercársele. Hizo lo posible por evitarlo por varias semanas, hasta que este básicamente lo acorraló en un pasillo sin salida.
-Malfoy, ¿Podrías por una vez no huir? - Draco agachó su mirada. Evitando los ojos esmeraldas del chico.
-No tenemos nada de qué hablar…
-Vámonos, te ayudaré a escapar. - Draco quien no creía sus oídos miró al chico incrédulo.
- ¿Y porque razones tú, sobre todas las personas quiere ayudarme a mí? ¿Y qué te hace creer que yo voy a querer ir a ningún lugar contigo Potter? – Harry se le acercó un poco.
-Porque de todas las personas en este maldito lugar soy la única que al parecer te entiende y se preocupa lo suficiente para ofrecerte una mano y cumplir eso que tanto anhelas. Haber visto ese brillo en tus ojos al imaginar viajar y cumplir tus sueños, me lleno aquí…- Poso su mano señalando su pecho- de una manera que no puedo comprender. Me devastó ver la manera en la que te agachaste con el Boggart. Y al parecer soy el único que entendió la razón por la que quieres irte, la razón por la que el Boggart es tu padre. Todo dentro de lo que me cabe como persona grita porque te ayude, no sé porque y no sé cuándo empezó a ser así. Pero no voy a dejar que te quedes atascado aquí.
-H…Harry
-Es irónico…- Continuó- como el mundo que a mí me ha dejado ser libre es tu cárcel. Y que lo que una vez fue la mía es tu libertad. Pero creo que eres más infeliz que yo de lo que yo he sido fuera de aquí.
-No me parece justo… Que niegues tu felicidad por darme a mí la mía. Haciendo algo que lo más probable nos lastime a los dos. Sin mencionar que mi padre hará lo imposible por hacernos daño si se nos ocurre escaparnos y mucho más si se entera que ha sido contigo. Y aunque me proveas y cien por cien garantices que podremos irnos a salvo, no creo ser capaz de quitarte a ti tu vida. No quiero hacer que alguien quien hace poco me odiaba estar a mi lado en tal osadía.
-Pero es tu sueño ser libre…
-Y el tuyo ser auror…- Harry se le quedo mirando. - Si lo sé. Y la manera para tu conseguir tu sueño es estudiar aquí. Así que no sacrifiques tu futuro por el mío el cual puede que termine rápidamente.
- ¿¡Acaso no entiendes!? ¡que estoy dispuesto a sacrificar tal cosa por ti!
- ¿¡Acaso me amas o algo como para hacer tal estupidez!?- Harry, con los ojos de par en par se le quedó mirando, analizando unos segundos todo lo dicho. Draco, sorprendido, no podía creer que Harry no le respondiera en tal situación. – No puede ser… acaso…. Acaso tu…- Harry agacho la cabeza aun tratando de analizar correctamente sus sentimientos.
-Yo… no lo se
-Así que es posible…- Draco no podía creer aquello. Era irreal.
-tampoco he dicho que si sabes.
-detente.
-Vámonos Draco…- Dijo una vez más. - Vámonos de aquí. En la siguiente salida de Hogsmeade. - le aguantó las manos a Draco, como suplicándole que aceptara. El corazón de Draco comenzó a palpitar, sintiendo el calor de las manos de Harry sobre las suyas. - te enseñare sobre el mundo…- Draco lo miró a los ojos, y sin batallarle más asintió levemente.
El colegio estalló en murmullos, quejas y comentarios de angustia al no encontrar dos de los estudiantes por ninguna parte del castillo o territorios. Harry Potter y Draco Malfoy, quienes alegadamente incluso se llevaron algunas de sus cosas, El profesor Dumbledore, calmadamente hizo que todo el Gran Comedor hiciera silencio. Y se levantó de su asiento.
-alumnos y profesores, me entristece informarles que la búsqueda de estos dos alumnos no ha sido fructífera. Me lamente informar que será difícil hallar a estos dos alumnos ya que incluso han dejado atrás sus varitas y la mayoría de sus artefactos mágicos que nos hubiesen sido útiles para hallarlos. Sé que muchos pueden pensar que han sido atacados, pero en mi opinión, concluyo que esto ha sido una huida voluntaria. Si vuelven serán bienvenidos, pero si no, creo que preferirían no ser hallados por el momento y sugiero que así sea. - Una vez el director termino de hablar, el comedor se llenó de quejas, bullas y comentarios. Nadie podría creer que Harry Potter y Draco Malfoy huyesen, y mucho menos juntos. Todos excepto Hermione Granger. Quien se quedó calmada, pues esperaba algo como eso venir.
-No me lo creo- decía Ron exasperado por todo aquello. - ¿Cómo puedes estar tan tranquila Hermione? Nuestro amigo acaba de desaparecer y tú te quedas ahí como si ya supieses todo.
-Por alguna razón Ron, no me sorprende esta situación. Mucho menos después de ver como Harry Buscaba tanto a Draco. Creo que fue decisión de ambos irse Ron. Creo que, por el momento, solo por ahora no debemos intervenir. Tengo el presentimiento de que deben ser dejados por ahora.
Llegaron a Londres donde se instalaron en un pequeño apartamento de un cuarto, en lo que encontraban algo mejor. Harry desempaco las pocas cosas que habían traído, Draco se sento en el sofá, sin aun creer que estaban allí, lejos de Hogwarts en un cuarto tan vacío de magia. Con periódicos y revistas donde las fotos no se movían. Una sonrisa se posó en su rostro, acompañada de lágrimas. Por alguna razón tanta simpleza le hacía feliz.
- ¿Estas bien? - Draco asintió un poco, limpiando sus lágrimas. - ¿Quieres salir a comer algo?
- ¿Es seguro?
-No lo pienses y vamos. - le aguantó la mano y comenzó a caminar, pero Draco lo detuvo por un momento, y ambos miraron el gesto. - Lo siento…- le soltó la mano suavemente- Vámonos…
Se fueron a cenar, y una vez terminaron, pagaron todo y caminaron por la ciudad, Harry enseñándole cosas que Draco jamás había visto, como un televisor. Dulces muggle, un parque temático. Y cosas cotidianas que, aunque eran parecidas a las del mundo mágico, no necesitaban magia. Compraron cosas para cocinar en el apartamento, que, aunque no era tan grande al menos tenia cocina. Y como a Draco, siempre le atendían no sabía nada de cocinar. Y por una vez en su vida Harry se sintió agradecido de haber cocinado tantas veces para los Dursleys.
-Te enseñare a cocinar. - Harry le sonrió. - creo que no te verías mal cocinando.
- ¿Acaso insinúas que soy afeminado?
-Hay muchos chefs famosos que son masculinos sabes, no digo que seas afeminado en lo absoluto- dijo riéndose un poco. – Solo digo que siendo como eres no te quedaría mal, va contigo. En buen sentido claro.
-hmm… Vale, enséñame. Ya me intrigaste.
-Perfecto, mañana empezamos. - al llegar al apartamento, guardaron todo en su lugar, y se fueron a la habitación. Dándose cuenta de que solo había una cama, un poco pequeña.
-Umm… ¿los dos vamos a dormir aquí? - Pregunto Draco.
-Bueno… una vez me quedé en casa de Ron y compartimos la cama así que no vi el problema… Si te incomoda puedo dormir en el piso o algo…
- ¡No! Digo…- aclaro su garganta. - No tienes que dormir en el piso, no me molesta… compartir la cama. Me voy a duchar- Dijo lo último de repente, y sin más se fue a duchar. Harry por otro lado se quitó la ropa y se cambió ya que se había bañado antes de salir a cenar. Se acostó en la cama, una vez más analizando detenidamente sus acciones. Se encontraba fuera de Hogwarts con Draco Malfoy. Si le hubiesen dicho a principio de año que esto iba a suceder hubiese dado por loco o loca a quien se lo hubiese dicho. Se puso a pensar en la pregunta que Draco le hizo antes de que se fueran, si le gustaba. ¿Gustarle Draco Malfoy? Quería negarse rotundamente, pero por alguna razón, había algo dentro de él que estaba confundido. Sacudió su cabeza, tratando de sacarse tales pensamientos de la cabeza.
Cuando Draco salió de ducharse, encontró a Harry ya dormido en la cama. Y pensándolo dos veces se acostó a su lado nervioso. Al alzar la sabana para arroparse noto que Harry no llevaba camisa, dejando ver su torso ciertamente musculoso por el quiddich, Lo cual por alguna razón hizo que Draco se sonrojara bastante. Trato de ignorar la situación y se acostó dándole la espalda a Harry. Cuando el sueño al fin le ataco sintió como Harry le pasaba el brazo por la cintura y lo abrazaba dormido. A Draco de le fue el sueño. Sentía el cuerpo completo de Harry justo detrás suyo, y temía moverse, temía sentir aquella parte contra él. Sintió la cálida respiración de Harry haciéndole cosquillas en el cuello. Sabía que iba a pasar. Y por no detenerlo a tiempo ahora se encontraba en una situación que había previsto. Pero no tenía ganas de hacer que Harry lo dejara de abrazar, se sentía ligeramente protegido. Cálido. Le agradaba esa sensación.
Harry de repente se acomodó, acercando completamente a Draco contra él. Y Draco no pudo evitar sentir por encima de la fina tela de ambas ropas el miembro de Harry contra su trasero. Para evitarlo, hizo lo posible hasta girarse y quedar boca arriba. Lo cual mejoró bastante la situación. Encontró todo aquello bastante gracioso. Estar en tal situación con alguien quien jamás pensó que compartiría tal aventura. Se quedó dormido con un brazo de Harry abrazándole.
En la mañana Draco fue el primero en abrir los ojos, inmediatamente notando que el rostro de Harry se hallaba escondido entre su cuello y clavícula. Dándole escalofríos por todo el cuerpo el respirar cálido de este contra su piel. Medito un segundo en si despertarlo o quedarse así. Optó por despertarlo. Movió ligeramente el hombro de Harry mientras llamaba su nombre suavemente.
-Harry… oye…- Harry dio un gruñido, y se incorporó un poco, al darse cuenta de cómo estaba abrazando a Draco dio un respingo y tratando de acomodarse se cayó de la cama, haciendo que Draco empezara a reírse divertido. – Al parecer soy la almohada de Harry Potter, pero que gran honor. - dijo un poco burlón. Dime, ¿así es como dormiste con Ronald Weasley?
-no…- Dijo con la cara rojísima de la vergüenza. - No pensé que te acostarías del mismo lado que yo…
- ¿A Que te refieres?
-P…pues que yo dormiría de un lado y tu del otro en la cama, así como hicimos Ron y yo aquella vez… Es lo común.
-Oh, Bueno jamás he compartido mi cama así que no sabía.
- ¡Lo siento mucho! - Draco continuó carcajeando.
-Fue divertido. Lo único que hice fue acostarme dándote la espalda y te abalanzaste a abrazarme como un esposo haría. Tuve que hasta dormir derecho para evitar…. olvídalo…
- ¿Evitar que?
-Sentir tu…. Bueno… ya sabes, contra mi trasero. - Harry se quedó boquiabierto y de la vergüenza se tapó la cara. No podía creer lo que había acabado de escuchar. – Esto, yo… no te preocupes sí. No fue para tanto.
-Sentiste mi…. Mi… oh Merlín. Debiste haberte sentido tan incómodo.
-No, no fue incómodo. - Se detuvo. Eso se escuchaba mal, y Harry se le quedo mirando, aun mas sorprendido.
- ¿así que fue agradable?
- ¡NO! No quise decir eso, yo… yo…- Harry se levantó acercándose a él. Quien se le quedo mirando sonrojado.
- ¿Entonces porque el sonrojo? - Se vengaría por hacerlo parecer un desesperado frente a todos en el Gran Comedor. - te gustó, no mientas. - Mientras más se acercaba, más se recostaba Draco tratando de alejarse, hasta quedar acostado y Harry casi encima de él. Miro a Harry de arriba abajo, nervioso. - Si hago algo, ¿prometes no molestarte conmigo?
- ¿Qué vas a hacer?
-primero quería vengarme por lo del otro dia, pero, últimamente he estado pensando en algunas cosas… y aunque al burlarme no iba a llegar a mas, ahora necesito confirmar algo. Prométeme no molestarte.
-o… ok? Vale…- dijo aun sonrojado, y mucho más nervioso que antes. Harry, quien lo miraba fijamente a los ojos se le acercó lentamente hasta posar sus labios contra los de Draco. Quien aún muy sorprendido, cerró los ojos. Y aquel beso que solo planeo ser simple se tornó en uno un poco más fogoso. Puso una de sus manos en el rostro de Draco y la otra en su espalda, acercándolo un poco, haciéndolo arquear la espalda. Draco quien aún no se lo creía, puso sus manos en el cabello de Harry. Después de un rato se separaron sus labios. Y Harry se sento en el borde de la cama, avergonzado.
- H… Harry
-Perdón, no volverá a pasar. - Se levantó de repente- Voy a hacer el desayuno, en el almuerzo te enseñare a cocinar. - le sonrió como si nada hubiese pasado y se retiró de la habitación. Draco se tocó los labios con la yema de los dedos, pensando en el beso que acababan de tener. En como Harry estaba encima suyo. Como le miraba fijamente a los ojos. Le gusto ese beso. Le gusto que Harry Potter lo besara.
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