3 Siguiendo un nuevo sendero
Después de mucho caminar el enfado que Hiroki tenía se le pues pasando, no del todo porque no olvidaría que ese rubio le había declarado la guerra y por supuesto que se la daría, aunque este tuviera razón y no estuviera todavía al nivel del médico ojiazul, pero sin duda se esforzaría más en sus estudios, ya estaba en el último año de literatura, su sueño era poder llegar a ser docente de su carrera, por eso era que se esforzaba al máximo, a pesar de tener un trabajo a medio tiempo para mantener su casa y a Misaki, sin duda lo lograría.
-es cierto!! –se detiene abruptamente- hoy perdí todas mis clases!!! –se alarma colocando sus manos en su cabeza- así como se supone que podré alcanzar a Nowaki san, ya no puedo hacer nada; tendré que llamar a Shinoda para que me preste sus apuntes de hoy y me diga si hay algún trabajo –vuelve a caminar- debe ser como medio día, aún tengo un par de horas antes de entrar en mi trabajo… Misaki… se habrá dado cuenta que no pasé la noche en casa, bueno quizás no porque no me ha llama… do –rebuscando en sus bolsillos su celular- demonios!, claro, dejé mi celular tirado en mi cama, Misaki va a matarme, solo rugo por que no se haya dado cuenta –acelera su paso para llegar a su departamento-
…
-tranquilo Misaki, poniéndote así no lograrás nada, además las malas noticias son las primeras en llegar –Akihiko iba tras un ojiesmeralda que caminaba de un lado para el otro-
-pero Hiroki siempre me dice a donde va o si tardará en regresar, además no llevó su celular ni alguna identificación –decía con los nervios en punta y sollozando quedito- y si le pasó algo Usagi san?, tal vez no nos dicen nada porque ni saben su identidad
-solo debemos ser pacientes
-paciencia es lo último que quiero que me pidas!!, ha, ha, ha –respira entrecortadamente mientras llora- me muero si algo le pasó Usagi san, yo no puedo sin mi hermano –lora profusamente mientras es abrazado por su novio-
-no digas eso Misaki, que yo sin ti si me muero, por favor calma –sobando la espalda del menor- está bien, ve a cambiarte y saldremos a buscarlo por todos los lugares que frecuenta –el menos asiente y va a su habitación a cambiarse de ropa- ahhhh –suspira- dónde te metiste Hiroki, solo espero que estés bien… -se dirige a la puerta y la abre- Hiroki… -menciona sorprendido-
-ah! Hola Akihiko, estaba por tocar la puerta, perdí mi llave y no me quedaba de otra, gracias pro abrirme, pero qué haces aquí? –pregunta extrañado-
-cómo que, qué hago aquí?, desapareciste desde ayer y no tuvimos ninguna noticia de ti y vienes a preguntar tan campante, el qué hago aquí? –le grita furioso-
-yo… lo siento –se disculpa cabizbajo-
-Misaki está que no puede con la preocupación, por qué no piensas en él?
-es que yo… -no quería decir lo que había ocurrido, sería mucho decir lo que pensaba hacer, por eso pensó que lo mejor es que solo pensaran que es un irresponsable- bueno yo –levanta la vista, la cual choca con la de su hermano, quien tenía los ojos rojos y lágrimas bajaban de ellos- Misaki… -dice casi en susurro-
-… -Misaki que había escuchado los gritos de su novio salió a ver que sucedía, encontrándose con su hermano, al verlo bien se tranquilizó un poco, pero de pronto una gran rabia lo embargo y se dirigió a paso fuerte a Hiroki y con toda la furia que tenía le plantó una cachetada a su hermano- plaff!! Eres un idiota Hiroki!!!, por qué, por qué desapareces así sin dejar algún recado, no llevas tu celular y ni si quiera se te ocurre llamar en todo el día, -dándole golpes, no tan fuertes, en el pecho de su hermano mayor- no sabes lo preocupado que estaba, dónde estuviste toda la noche!
-lo siento Misaki, no quería preocuparte, en serio no fue… mi intención desaparecer así todo el día –mentía, no le quedaba otra, jamás le diría a su querido hermanito que tenía intenciones de suicidarse por que sufría que él y Akihiko se amaran, eso nunca lo diría, pero debía al menos decir algo de lo que pasó-
-no me interesa tu disculpa, solo dime por qué nos dejaste así? –le miraba con súplica-
-entremos y les contaré lo que me sucedió… -así ingresaron al departamento, Hiroki llevó a Misaki hasta el sofá y se sentó a lado de él, mientras que Akihiko los miraba de frente sin sentarse- ayer me dieron ganas de dar un paseo y salí a caminar, pero me distraje y terminé muy lejos de aquí, la lluvia me pescó y terminé empapado, luego cuando quise volver –desviando la mirada, no podía ver a los ojos de su hermanito si mentía- me sentí mal y me desmayé, cuando desperté estaba en la habitación de un hospital, me dieron de alta y vine de inmediato
-te desmayaste?, un hospital?... –mira preocupado a su hermano- porque no me lo dijiste desde un principio?, ay Hiroki perdóname, no debía golpearte hasta escuchar tu versión –le decía apenado-
-descuida Misaki, me lo merezco por salir sin avisar, bueno será mejor que preparemos algo para comer, en menos de dos horas entro a trabajar por lo que…
-de eso nada! – interrumpiendo la perorata del castaño mayor- acabas de salir del hospital, tienes que descansar, no te desmayaste por nada, hoy no irás a trabajar y si es posible ni mañana a clases
-pero que dices Misaki, ya te dije que estoy bien, además
-Misaki tiene razón Hiroki, un desmayo no es cosa de todos los días, debes descansar más, en tu trabajo entenderán tu situación y bueno si estás mucho mejor irás mañana a tus clases, pero eso si yo mismo te llevaré
-ahhh –suspira rendido- está bien
-te quiero mucho Hiroki –se lanza a los brazos del mencionado- por favor no vuelvas a desaparecer así –el peliplata solo contemplaba la enternecedora escena con una sonrisa de alivio, al saber que su amigo estaba bien y que su amado ya se había calmado-
El resto de la tarde Hiroki terminó enclaustrado en su cuarto del cual Misaki no lo dejaba casi ni salir para ir al baño, incluso llamó al trabajo de su hermano para reportarlo enfermo, por lo que no tuvieron problema y le dieron permiso, ya que cuando se trataba de su hermano Misaki era terriblemente protector, no dejaría que se volviera a sentir mal si estaba en sus manos; Hiroki adoraba a su hermanito y gustoso recibía todas sus atenciones, lo malo era que no lo dejó hacer nada, por más que le dijera que ya estaba mejor, ni si quiera le dejó que llamará a Shinoda para preguntarle sobre los apuntes, diciéndole, que de todos modos no lo haría porque debía descansar, así que se resignó esperar a pedirle su ayuda al día siguiente.
Ya desde muy temprano en la mañana, Hiroki fue el primero en despertar, llamó a Shinoda para pedirle que llevara sus apuntes del día anterior, posteriormente luego se apresuró en preparar el desayuno y dejar listo el almuerzo para su hermanito y para él, aunque también preparó un bento muy especial para su ángel, ya que tenía planeado visitarlo y rogaba que estuviera de turno y también que ese demonio rubio no estuviera rondando por el hospital. Ese hábito se le había hecho tan común que le sorprendió ver a Misaki despierto tan temprano y con una cara de disgusto.
-no lo puedo creer Hiroki!!!, se supone que deberías estar descansado, además te dije que no irás a tus clases –se acerca furioso a su hermano-
-pero Misaki ya estoy totalmente recuperado, además no puedo faltarme un día más, no si quiero terminar siendo docente de Mitsuhashi, ya me falté ayer y necesito ponerme al corriente –empieza a colocar las cajas de bento en su mochila-
-eres imposible, lo sabías Hiroki? – el otro asiente sonriente- fufhh –suspira- ya que , pero eso si, quiero que me prometas que si te empiezas a sentir mal volverás de inmediato, de acuerdo?
-esta bien, lo prometo… ya terminé aquí, por favor sírvete el desayuno Misaki, el almuerzo también ya está preparado, solo lo calientas en cuanto regreses de clases, hoy no podré almorzar contigo –se termina de arreglar apresuradamente- nos vemos en la noche Misaki –sale corriendo de su departamento-
Luego de una carrera sin paradas llegó agotado, pero a tiempo a sus clases, estás estuvieron un tanto aburridas y pareciera que transcurrieron muy lentamente, al terminarlas salió en busca de su amigo, ya que la última clase no la pasaban juntos, después de esperarlo unos minutos al fin pudo dar con él.
-hola Hiroki, llevas mucho tiempo esperándome?
-hola Shinoda, no descuida, además eres tú el que me hará el favor
-claro, bueno y como piensas pagarme ese favor, eh? –le dice suspicaz, sacando el cuaderno de su mochila-
-ya Shinoda!, no seas convenenciero, además yo te ayudé muchas veces –trata de quitarle el cuaderno al rubio, pero este solo lo levanta más alto- Shinoda!!
-quiero una recompensa, que tal si me pagas con tu hermoso cuerpo? –jugando sique con Hiroki que saltaba de un lado a otro tratando de arrebatarle su cuaderno-
-deja de bromear y ya dame tu cuaderno
-quien dice que estoy bromeando –le dice serio mientras que de un solo movimiento lo acorrala contra la pared- hablo totalmente en serio –y con un movimiento rápido sujeta el mentón del castaño, para luego robarle un beso el cual a los pocos segundos intensificó, logrando invadir la boca del menor con su legua, haciendo que solo los separara la falta de aire- ok, me conformo con eso –sonríe triunfante mientras le acerca el cuaderno al ojimiel-
-ha, ha, ha –respirando con dificultad- eres un idiota! –le arrebata el cuaderno con rudeza- más te vale que no lo vuelvas a hacer, porque si no no vivirás para contarlo –indignado se trata de marchar-
-así que tú y Akihiko terminaron su relación de amigos con derechos?
-ahhh, tú como lo sabes?!!!
-vamos, soy muy amigo de Akihiko, él me cuenta todo y detalladamente –mirando lascivamente al castaño-
-… -el menor queda mudo y con un semblante triste-
-sabes?... creo que debiste haberle dicho a Akihiko lo que sentías
-no lo creo, lo mejor fue dejar las cosas así
-apuesto que Akihiko lo hubiera pensado mejor, además…
-no, Akihiko está enamorado de Misaki y nada hubiera cambiado eso, además yo estoy muy feliz de que ellos se amen, los amo a los dos y me duele mucho su relación, pero creo que soy más feliz si ellos son felices, algún día lo terminaré superando
-bueno si tú lo dices está bien, además mejor para mí, así yo puedo avanzar –vuelve a acorralar a Hiroki contra la pared- sabes muy bien que me encantas Hiroki y como ya decidiste olvidar a Akihiko, eso me da paso libre a…
-te lo advertí!! –le da un rodillazo, a lo que el otro se aleja quejándose- ni creas que voy a satisfacer tus instintos animales, no caeré tan bajo sabes? –lo mira furioso-
-cof, cof, -tose mientras se soba el estómago- que rudo, vamos Hiroki, no tienes nada que perder, además soy un muy buen amante, ya verás que muy pronto olvidaras lo que sientes por Akihiko
-fufhh –suspira con cansancio- eres imposible… -se quita la mochila para meter el cuaderno en esta-
-ohhh pero que hay aquí?!! –Shinoda le arrebata la mochila a Hiroki- este es un gran bento para que sea solo tuyo –sacándolo fuera- no me digas que me invitarás a comer tu deliciosa comida?
-nada de eso!! –le arrebata sus pertenencias al mayor- esto no tiene nada que ver contigo, -mete todo en su mochila- ya me voy, se me hiso tarde…
-ja, ja, ja ok
-gracias por los apuntes –le dice quedito-
-de nada –le sonríe- pero para en otra, ya saber como cobro mis favores –le guiña el ojo, a lo que el menor solo se va furioso- ay Hiroki en serio me encantaría que me vieras a mi como siempre miraste a Akihiko… será que es para él ese bento?... que suerte tienes Akihiko, tienes a los dos hermanos loquitos por ti… -tras perder de vista al castaño da media vuelta y se marcha-
…
-ese tonto de Shinoda me hiso perder mucho tiempo! –va en carrera hacia el hospital- espero que Nowaki san no haya salido todavía a la hora de su almuerzo –pensando en eso y en como le haría para invitar a su ángel lo que había preparado, llegó casi exhausto al hospital- ha, ha, ha, espero haber llegado a tiempo- se acerca a recepción- buena tarde, disculpe señorita, estoy buscando al doctor Kusama, sabe dónde lo puedo encontrar?
-mmhhh creo que acaba de salir hacia el patio trasero, ya está en su hora de almuerzo, pero puedes alcanzarlo
-muchas gracias! –sale apresurado al lugar indicado- woow el patio trasero del hospital es enorme –mira asombrado el lugar, buscando a su ángel- ah! Ahí esta –divisándolo a lo lejos- que bueno que lo encontré- saca el bento de su mochila- ojalá le guste mucho lo que le preparé, se pondrá feliz? –se preguntaba en voz baja, para luego dirigirse hasta donde estaba el ojiazul, cuando de pronto siente un fuerte empujón- ahh –cae de costado soltando las cajas de bento- pero qué?
-creí haberte dicho que no volvieras aquí!! –le espeta Tsumori con una cara de pocos amigos- que parte de la conversación que tuvimos no entendiste?
-y yo le dije que no me importa lo que piense, yo haré lo que me dé la gana
-no sabes con quién te estás metiendo, no dejaré que un muchachito como tú si quiera se acerque a Nowaki –ve las cajas de bento- así que pensabas invitarlo a comer esta basura? –pisa con saña la comida-
-no!!! Eres un maldito!! –se pone muy triste-
-esto no es nada, de lo que en realidad puedo llegar a hacer si te sigues entrometiendo conmigo –pateando las cajas hacia Hiroki, haciendo que este se haga daño y se ensuciara con el contenido que se había esparcido- Nowaki es mío y una rata como tú nunca podrá quitármelo! –mirando con burla el cómo había quedado el menor, para luego marcharse triunfante-
Hiroki impotente solo derrama unas cuantas lágrimas, estaba tan feliz y de pronto ese demonio rubio nuevamente se había interpuesto, con rabia limpia sus lágrimas y se incorpora para luego levantar sus cosas.
-ni creas que con esto me daré por vencido, ahora más que nunca sé que Nowaki san no merece una persona como tú, nunca me ganarás!