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UN NUEVO Y CONOCIDO MUNDO por LILITH_HIWATARI

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Capítulo 18: El lugar donde pertenezco.

 

 

“Un buen mentiroso sabe que la mentira más efectiva es siempre una verdad a la que se le ha  sustraído una pieza clave” – Carlos Riuz Zafón.

 

 

 

-          Chicas necesito su –Cameron irrumpió dentro de la habitación de las chicas dese hace tiempo había aprendido una cosa, si no estaba cerrada con llave cualquiera de ellos podían entrar en el momento que quisiera lo aprendió a la mala cuando en su habitación tenía un momento de amor propio y Mal había entrado a interrumpir en el momento más vergonzoso de su corta vida - ¡diablos lo siento mucho! – el segundo momento ya que ahora estaba en medio de dos chicas semi desnudas que obviamente se manoseaban, resistió el impulso de señalar acusatoriamente al descubrir que tenía razón sobre la extraña relación de esas dos.

-          ¿Qué quieres Carlos? – Mal de mala gana se dio la vuelta para encararle Carlos tuvo que girar de inmediato su rostro cuando se dio cuenta que seguía mirándoles y tras cerrar la puerta volvió a mirar.

-          Pueden ponerse algo de ropa – cerro los ojos mortificados porque Mal se limitaba a cruzarse de brazos en sostén sin ningún movimiento de querer vestirse.

-          ¿Te incomoda? No es como si no hubieras visto desnuda a Evie antes – respondió acusatoriamente y no, Cameron no había visto desnuda a Evie antes hasta ahora bueno solo en bra pero definitivamente Carlos parecía hacerlo - se de las pijamadas – y eso sonaba como una total amenaza de muerte, él iba a morir ahí a manos de Mal  mientras esta estaba sin blusa, joder tal vez si fuera en otras circunstancias, nope cualquier circunstancia que involucre a Mal era de miedo no importa la ropa o falta de ella en la chica.

-          De hecho Carlos nunca me vio desnuda, me gusta usar camisones – Evie de inmediato salió a su rescate por lo que Cameron volvió a abrir los ojos para mirarle agradecido solo que nuevamente vio como está aún seguía sin cubrirse y el carmín volvió a manchar su rostro.

-          ¿Van a vestirse o qué? – sonó realmente desesperado deseando que la tortura acabara porque si Evie era muy hermosa.

-          ¿Qué diablos quieres C? – Mal ni siquiera le hizo caso se limitó a acercarse más a él  obligándole a levantar el rostro.

-          O si me encontré con Uriel y Melody besándose  lo cual es extraño porque hasta donde yo recuerdo él la odiaba de muerte – y empezó a relatar olvidando por un segundo  la apariencia de las chicas hasta que nuevamente miro a Mal o mejor dicho su pecho y mejor se giró - así que me preguntaba ¿tienes algo que ver en eso? -  ya dándoles la espalda era mucho más fácil para el hablar sí señor.

-          No es de tu incumbencia – y aquello fue totalmente la respuesta que esperaba de Mal, nunca debió poner todas sus esperanzas en algo diferente.

-          El hada madrina estaba ahí y se limitó a señalar su extraño comportamiento y luego me miro raro y hablo de raro acusatoriamente y yo solo – frunció la nariz al recordar  como  el hada madrina había tosido para separar a ambos jóvenes y luego preguntarle si de casualidad no veía eso extraño, obviamente la mujer sabía que algo muy raro pasaba y  sospechaba de ellos o de Mal que era prácticamente lo mismo - ¡Hay santa virgen! – jadeo ya que había girado para mirar acusatoriamente a Mal y obligarle a hablar pero estas aún estaban sin playera de hecho Mal se había quitado el sostén completamente - ¿porque estas sin ropa ahora? – termino en un jadeo ahogado.

-          ¿Crees que mis pechos sean más pequeños que los de Evie? – ella pregunto en su lugar sosteniendo cada uno de sus pechos en sus manos y mirándole fijamente, aquello realmente no se lo esperaba.

-          Definitivamente lo son – Evie quien ya se había puesto su blusa gracias a dios se acercó detrás de Mal y simplemente coloco sus manos sobre las de la chica que sostenía sus pechos desnudos.

-          Hola estoy aquí – llamo la atención solo para  recordarles que estaba en la habitación y definitivamente era un chico.

-          No es como si te gustaran las niñas – así que eso era había escuchado chistes de eso de Sofía y Dove cuando iban de compras y el parecía tan entusiasmado por la idea, pero al parecer  aquí era totalmente cierto era el amigo gay de las chicas, joder lo que era su suerte.

-          Disculpa eh tenido sexo antes con chicas – respondió totalmente ofendido por que si era un dolor para su orgullo y hombría- eh visto a muchas chicas desnudas también.

-          ¿Y lo sabe Jay? - Evie levanto la mirada burlona en su dirección sin alejarse de Mal.

-          No  te dijo a ti cuando te jodio – y si tal vez se había pasado de la raya pero Evie empezaba a frustrarle y sabía que algo así le acarraría problemas con Mal solo esperaba que Jay no le odiara por eso.

-          Carlos – la chica de inmediato se tensó soltándole el miedo en sus ojos le hizo arrepentirse - está mintiendo.

-          Evie cállate lo sé – pero Mal lo desestimo, tomo el rostro de la chica y la obligo a mírale.

-          Yo puedo explicarlo – susurro ella   arrepentida - ¿Cómo lo sabes?

-          ¿Crees que no me daría cuenta? –  los ojos Mal brillaron verde por un instante algo que helo la sangre de Cameron -  nadie toca mis cosas Evie.

-          Yo mejor me voy – esa era su señal para salir, no quería estar en medio de lo que fuera que pasaba en ese instante pues la tensión en la habitación era fuerte.

-          Quieto – justo antes de tomar el pomo de la puerta la voz autoritaria de Mal le detuvo - ahora ven aquí –Mal no necesitaba un hechizo no como Evie, Cameron sabia por experiencia personal que era mejor obedecerla al instante así que lo hizo -  ahora serás el nuevo modelo de Evie, bien me voy Ben me espera -  y sin decir nada más aquella chica se volvió a colocar la ropa tan rápidamente que apenas si lo registro.

-          Pero C no tiene pechos – Cameron realmente miro confundido a Evie de toda la tensión del momento eso era lo único que le preocupaba ¿su falta de pecho?

-          Conoces mis medidas ya pensaras en algo – Mal ni siquiera le hizo el caso suficiente salió por la puerta y no miro detrás.

-          ¿Ropa? – y entonces todo hizo clic la ropa tirada por el cuarto, telas y pedazos de listones también así como la cinta métrica sobre la cama, todo se trataba de ropa.

-          ¿Pues qué rayos crees que hacíamos? – Evie levanto una ceja en su dirección causando que las mejillas de Cameron se pusieran rojas al recordar aquellos pensamientos - ¿enserio Carlos? –ahora ella le miraba ofendida -  a diferencia de ti y Jay  nuestra relación es muy diferente.

-          Si claro, de dueño y objeto – murmuro molesto y solo porque le había causado un incómodo momento, él no sabía que las chicas gustaban de comparar sus pechos.

-          Enserio cállate y ponte ese vestido – Evie solo rodo los ojos y señalo un vestido tirado en algún lugar de la habitación.

-           No puedo tengo tarea de- y cada vez empezaba a acercarse más a la puerta, a la libertad a…

-          Si te vas le contare a Mal de la vez que nos quedamos en tu  cuarto – ella lo amenazo  destruyendo  su escape, no sabía que paso en esa habitación, no tenía idea a lo que se refería pero si Evie había mirado con tanto miedo a Mal cuando menciono lo de ella y Jay sabía que nada bueno saldría de que esa chica se enterara de lo sucedido.

-          Bien- murmuro mientras empezaba a desvestirse totalmente de mal humor deseando nunca a ver ido a advertirle al hada sobre la hada madrina, él no sabía  que Evie había mentido pues nada había pasado entre Carlos y ella, pero este otro Carlos no lo sabía y Evie realmente necesitaba un modelo, los disfraces de Halloween no se iba a hacer solos.

 

Desde ese momento Evie ya está mucho más a gusto con este nuevo Carlos que nada, Mal ya lo había aceptado dentro de su extraña familia y Cameron, bueno el solo seguía preguntándose que más extrañas cosas viviría en ese mundo.

 

Nunca imagino de meses después estaría lamentándose por volver.

 

********************

 

Cameron no había sido muy inteligente, dos semanas después de su regreso a su mundo Carlos descubrió porque de repente tenia tanto tiempo libre, porque aquél chico simplemente renuncio al Tourney y club de robótica, el muy idiota había entrado a la clase de danza, se enteró cuando fue regañado, cuando aquella profesora le llamo a la dirección y le pidió la razón por la que había abandonado la clase, no supo que decir, tratar de inventar una excusa no era conveniente por lo que simplemente dijo lo que se le vino a la cabeza.

 

Extrañaba a su madre, debió parecer muy patético y totalmente indefenso porque aquellas mujeres le miraron con lastima y comprensión, aun cuando ellas no entendía lo cruel que su madre podía ser el hada madrina   pensó que estaba deprimido, la profesora de danza parecía menos enojada y tras unas palabras de consuelo le dejaron ir, no sin antes advertirle que tenía que regresar a clases o a Tourney lo que funcionara para el niño, el hada no quería que ninguno de los chicos de la isla estuviera fuera de las actividades extracurricular.

 

Carlos había aceptado, regreso a danza porque simplemente  pensó que sería mucho más fácil que entrar a Tourney sobre todo ahora que Jay le miraba con cautela, que su “novio” le ignoraba todo el tiempo y ni le tocaba, posiblemente alguna chica había llamado su atención o mejor aún  se empezaba aburrir de él, solo esperaba que no notara su brusco cambio o estaría en problemas.

 

Así es como se encontró caminando de regreso de la clase la cual por cierto no era nada fácil, su cuerpo podía soportarlo pero Carlos el cual no había recibido realmente ninguna lección no sabía ninguno de los pasos que la profesora le ordenaba hacer, con un dolor de cabeza y músculos   el apenas si tomo su bolso y camino a su dormitorio con Dude siguiéndole de cerca, fue ahí donde un  brazo extraño rodeo sus hombros.

 

Un chico moreno totalmente apuesto, muy apuesto le sonreía de oreja a oreja, aquel joven de rasgos árabe parecía iniciar una conversación casual como si fueran amigos de toda la vida, hablaba de lo mucho que lo extraño en las practicas, que no había estado ahí para animarle y de lo poco que lo veía en clase pero sobre todo le  hablo sobre su “cita” perdida, Carlos no tenía ni idea de lo que este chico hablaba, hasta que recordó que ese otro chico había definitivamente tomado varias decisiones en su vida, este debía ser otro amante y decía otro porque al parecer un montón de personas si personas le saludaban con verdadero interés, algunos de ellos se ofrecían ayudarle en sus estudios y ahora esto lo cual solo podía significar una cosa, Cameron ese estúpido chico había buscado amantes a espaldas de Jay, esto no iba a gustarle y mucho menos Mal, esa debía ser la razón por la que el árabe lo ignoraba, joder él estaba muerto.

 

Ben noto a Cameron caminado dese lo lejos, desde hace unas semanas no lo había visto como siempre, sonriendo y riendo, incluso durante los desayunos parecía algo distraído y totalmente ajeno totalmente ignorante de Jay quien por cierto no paraba de vivírsela en el dormitorio de las chicas para su mala suerte, cuando al fin le vio caminar desde su clase de danza Azis corrió entusiasmado a saludar a un viejo amigo mucho antes de que Ben pudiera decir algo este ya lo tenía abrazado y hablando hasta por los codos, entonces lo vio, el pánico en los ojos de Cameron, sus músculos tensos al sentir a Azis pero sobre todo el terror puro cuando Jay levanto la mirada al verlos y simplemente se marchó sin hablarles.

 

Algo definitivamente no estaba bien, el rey marcho entonces hasta aquéllos dos chicos quito el brazo de Azis con un evidente manotazo que Azis confundió con un juego y acaricio con suavidad la mejilla del niño, este se estremeció mirándole con sorpresa, con nueva confusión y pánico, Ben se dio cuenta entonces, este no era Cameron, este era Carlos de Vil, ahora todo tenía sentido.

 

Carlos se sintió aliviado cuando la mano de aquél joven fue empujada lejos de su cuerpo algo que solo duro un segundo pues al siguiente Ben acunaba su mejilla, la mirada de Jay regreso a su memoria, estaba seguro que estaba muerto, Jay no le perdonaría algo así, Jay podía salir con quien quisiera pero ese ladrón era muy posesivo, seguramente lo molería a golpes antes de tomarle, le haría sangrar hasta mostrarle quien era su dueño, Carlos se estremeció ante esa visión se alejó de inmediata del rey y aun cuando escucho al otro joven decir su nombre el huyo, su fiel amigo no paraba de preguntarle porque estaba tan asustado.

 

Corrió tan rápido que no noto como aquella mano le detuvo, un fuerte brazo le empujo contra una pared y al segundo siguiente su perro era lanzado lejos, Gastón Segundo se cernía contra el totalmente fuera de sí, su corazón latió de prisa su terror era palpable, cuando aquella áspera mano se posó en su mejilla resistió el impulso de gritar, entonces estaba puesto de rodillas frente a la entrepierna del mayor y todo el pánico regreso.

 

El otro él solo había empeorado las cosas al dejarse tomar por tantas personas pues ahora ni siquiera estaba a salvo de los gemelos Gastón.   

********************

Había empezado con un disfraz, Ben aun mantuvo los planes de ir con todos los chicos a conseguir golosinas y lo que era más sensato organizar una fiesta donde todos podían lucir sus disfraces, Carlos no quería ir, no tenía ganas de socializar con nadie, aun buscaba la manera de ir por su madre, nunca lograría romperla barrera otra vez, no ahora que la habían reforzado, entonces Ben anuncio que dicha fiesta se daría en el castillo y el acepto, por que recordaba la forma que llegaron ahí, la limosina y sobre todo el botón que abría la barrera de la isla, si estaba cerca del castillo él podía obtenerla, hacerse con ella e ir por su madre esa misma noche, nadie lo notaria mientras todos celebraran  esa estúpida fiesta.

 

Así que ahí estaba en la habitación de las chicas cambiándose aquel atuendo, sus short mucho más cortos y completamente rojos, aquel molesto corsé que abrazada y esterilizaba su figura, esas horrorosas medias hasta arriba de la rodilla justo donde terminaban los short con aquellas botas y la aburrida capa roja, él se negó  efectivamente a llevar la canasta llena de flores que Evie casi le quería obligar a usar.

 

Cuando Jay le vio casi se atraganta, pues por un instante aquel niño batió sus largas pestañas en su dirección  haciendo aquel adorable puchero recordándole tanto a Cameron, el corazón del árabe se estrujo tan fuerte al darse cuenta que nunca más volvería a verlo, que no tendría lo que alguna vez tendría con él, pues Jay no quería a Carlos, por eso le había estado ignorado, él no quería solo algún chico para joder no él quería eso mismo que tenía Ben y Mal, él quería amor, así como ridículo que sonaba envidia  incluso a Evie y Doug, pero ahora, con Cameron de vuelta a su hogar Jay no tenía nada, solo esta él ese chico que nunca podría amarle, Jay quiso negarse a continuar un minuto más junto a Carlos pero Evie le había obligado, su disfraz a juego solo funcionaria si estaba los dos y Mal creía que una fiesta era lo que necesitaban para relajarse, así que se puso sus pantalones negros totalmente pegados al cuerpo, aquella camisa de cuero también oscura que dejaba a la vista sus brazos y aquellas estúpidas orejas de lobo las cuales junto con la cola tenían un hechizo para reflejar todas las emociones de Jay haciéndolo más realista.

 

Al menos se divirtió cuando vio a Mal  enfundada en lo que era un traje de la princesa  Aurora, si Evie había disfrazado a Mal como la mujer a la que su madre hechizo simplemente hilarante y lo fue a un más cuando Ben entro por la puerta como una versión masculina de Maléfica, ver al joven rey en un traje totalmente pegado al cuerpo de cuero y en colores oscuros junto con su larga capa fue sensacional, pero verlo con aquellos cuernos fue la cereza del pastel lo cual mejoro aún más cuando Audrey entro disfrazada de príncipe quien sorprendida miro a Mal y a Ben.

 

-          Dijiste que Ben seria mi madre – gruño ella mirando  Evie que solo la ignoro, al parecer había engañado a la princesa y esta se había disfrazado como su padre solo para ir a la par de Ben simplemente hilarante.

 

La fiesta no fue en  el castillo ni los chicos llegaron a pedir dulces, no fue que Ben no quisiera, él les había empujado fuera de la limosina y explicado como caminarían por la calle mezclándose con los demás para pedir dulces, ellos simplemente se negaron, de hecho Mal se negó rotundamente a que algún adulto la mirara así y Jay le hizo segunda cuando noto que todos aquellos que pedían dulces no eran más que niños pequeños y definidamente ellos ya no lo eran.

 

Ben  lo vio, logro descifrar aquel porte osco de Jay, la mirada agresiva de Mal y la fría pero estoico rostro de Evie, así como el nerviosismo evidente de Carlos, esos chicos no se   sentían cómodos, Ben pudo observar entonces otra más de las consecuencias de crecer en la isla, porque aquellos niños realmente estaban avergonzados, temerosos, tristes, porque aquí podían ver la gran diferencia de su mundo y el de Auradon.

 

Ellos nunca tuvieron esa clase de cosas, esa seguridad de poder divertirse con tanta alegría, aquellos jóvenes habían sido empujados desde pequeños a crecer, a convertirse en adultos para sobrevivir, pues solo el más apto podía pasar más allá de la niñez, muchos de los niños nacidos en la isla no lo lograban, ellos sucumbían ante aquel peligroso y toxico ambiente, muchos eran asesinados o simplemente morían de hambre, incluso Carlos el cual parecía todo un milagro por sobrevivir era lo suficientemente fuerte para llegar hasta la pubertad.

 

El rey de Auradon por primera vez desde que había traído a esos niños sintió verdadera lástima por ellos, por que al principio solo eran un fin, una forma de traer a el objeto de su  deseo, por que hablarles era solo una obligación social, por que definitivamente solo les mantenía alrededor por Mal y para obtener información, pero ahora, tras  descifrar aquellas mascaras en sus rostros Ben pudo ver todo el dolor que alguna vez sufrieron, por primera vez en la vida Ben quiso ayudar realmente a los inocentes niños de la isla que aún seguían viviendo ahí.

 

Ellos viajaron en limosina, dieron varias vueltas por la ciudad entre gritos, escandalizando las calles mientras devoraban los dulces que esta obviamente tenia para gastar el tiempo antes de la fiesta, la cual resulta no sería en el castillo, sus padres decidieron negarse cuando descubrieron que no era una simple  reunión sino más bien una fiesta donde toda la escuela y más estaban invitados.

 

La fiesta resulto ser en la escuela donde a nadie pareció importarle, nadie que no fuera Carlos de vil, aquel pecosos estaba enojado, su oportunidad de sacar a su madre fue simplemente robada, porque en cuanto la limosina se paró y ellos bajaron esta se alejó para no volver.

 

No cabe decir que estuvo de malas todo el tiempo ignorando a todos y todo  tanto así que cuando vio a Azis, el príncipe atractivo que siempre quería tocarle ante cualquier oportunidad rehuyó a su mirada y escapo. Carlos no sabe por qué lo hizo, estaba tal vez asustado, su madre le mataría por romper su promesa pues ya había quedado con ella para escapar esa noche, tal vez fue la ansiedad de saber lo que le esperaba o simplemente la costumbre a ser usado de tal forma que simplemente lo busco.

 

Cuando un chico le tomo por detrás de las caderas y susurro lo  sexy que lucía Carlos cerró los ojos y se dejó llevar, ni siquiera vio su rostro, no abrió sus ojos en ningún momento, no cuando ese tipo le empujaba contra una pared para besarle, no cuando le levanto de los muslos y se froto contra él, no cuando susurro lo buen chico que era, Carlos solo se aferró a ese toque, a ese amor falso efímero que  sentía al ser usado.

 

Jay lo vio, Azis le estaba molesta por perder a su caperucita por lo que el árabe de mala gana lo busco entre gruñidos molestos se aseguraría de mantenerlo vigilado aún era familia, o algo parecido, cuando lo vio, cuando vio a otro chico aferrarse al pequeño niño, cuando escucho los jadeos de Carlos, cuando miro aquella escena que tanto dolor debió causarle simplemente se rompió.

 

Pero luego nada.

 

Jay sintió la traición,  había dolor en sus ojos por aquello pero él no sentía nada, lo hubo por un segundo al imaginar a Cameron pero desapareció al recordar  que era Carlos, porque Jay ya no sentía nada para el niño, no había deseo, no había lujuria, ni siquiera las enormes ganas de mantenerlo a salvo que alguna vez sintió, mucho menos amor.

 

Aquel chico simplemente dio media vuelta y se alejo iba a terminar con esa estúpida relación de una vez por todas,  no quería un remplazo, no una ilusión o una  relación falsa, no, Jay quería algo real, era posible que nunca podría volver a ver a Cameron  que jamás encontraría a alguien que amara con tanta pasión como a él, pero Jay quería tener algo lo más parecido al amor, no esto, así que lo conseguiría, dejaría a Carlos para buscar  al menos alguna felicidad para sí mismo aun cuando tuviera que enfrentarse a Mal y rogarle por dejarle ser libre.

 

El simplemente no podía seguir con esa farsa, no después de  Cameron.

 

****************************

 

Días  después Carlos al fin se sentía con la verdadera confianza para enfrentar a su madre, sabía que era una estupidez ignorarla por tanto tiempo pero  bueno se había acostado con un desconocido justo en una fiesta en las narices de Jay y este no se había enterado, al menos el chico con el que se acostó estaba tan ebrio que no recordaba su rostro lo cual era bueno porque eso significaba que Jay nunca se enteraría y el jamás sería asesinado.

Así que tres días después aún seguía con miedo de enfrentar a su madre por lo que debía buscar la manera de hacerla feliz, fue ahí cuando lo vio, o mejor dicho la escucho un ladrido, era suave y tranquilo totalmente feliz, un hermosos dálmata no más grande que Dude ladraba felizmente junto a Nita, él lo conocía, también al cachorro esta había intentado hacerse su amiga poco después de la coronación pero Carlos simplemente la alejo por miedo.

 

Ahora sin embargo sus ojos se iluminaron al ver a tan hermosos cachorro, había crecido lo suficiente y su madre siempre tuvo una debilidad por los dálmatas, a su lado leyendo sus pensamientos Dude simplemente gruño, ladro en desaprobación y definitivamente le dijo que lo que pensaba era una locura.

 

Al día siguiente manchas el dálmata de Anita desapareció, lo mejor fue que nadie dudo de él.

 

Jay había hablado con Mal, el literalmente se plantó enfrente de la chica y le pidió, no, suplico dejarle libre, le pidió mirándose totalmente vulnerable librarlo de su carga y dejarle buscar lo que ella tenía, “Solo quiero un poco de felicidad Mal, algo de lo que tú tienes con Ben” había pedido mirando al hada, dispuesto a aceptar toda su ira por simplemente  querer destruir a su familia, pero Mal le había sorprendido, ella solo suspiro miro el anillo en su mano aquel que Ben le había dado y mientras jugueteaba con el asistió.

 

En cuanto aquellas palabras salieron de su boca Mal dudo, aquélla chica simplemente miro a Jay a los ojos, frente a ella estaba el, aquel niño que se levantó para protegerla cuando apenas era  un chiquillo  justo después de gruñirle que no era su sirviente, vio al chico cuya sonrisa siempre parecía esconder segundas intenciones para los demás, vio al joven con el que creció y llego a confiar su vida, ella vio a Jay el chico que rompió su propia muñeca sin dudarlo al caer solo para detenerse y protegerla con su cuerpo del impacto, Mal vio frente a si al joven que se negó a tomar su virginidad, vio a aquel cuerpo que se tensó al rozar las cicatrices en su espalda con los dedos, ella vio  al verdadero Jay en aquel momento.

 

Cuando aquellas últimas palabras salieron de sus labios Mal asintió sin dudarlo, aquel “por favor” sonaba tan desesperado, tan anhelante, ella vio al primer chico importante en su vida y simplemente no pudo negárselo, porque ella sabía que Jay aceptaría su palabra como ley, que ante su negativa volvería a brazos de Carlos y le llevaría, que fingiría toda una vida de felicidad al lado de ese niño solo si ella se lo ordenaba, porque Jay siempre hizo lo que fuera por ella, por eso asintió, le dejo ir y en cuanto ella accedió pudo ver como algo nuevamente brillaba en los ojos del árabe.

 

Mal jugueteo aún más con su anillo aquel que Ben le había dado ya hace tiempo, espero hasta que los pasos de Jay se perdieron en la lejanía y miro hacia la venta, en completo silencio observo, las parejas que ahí afuera sonreían, vio pasar a los estudiantes, a los chicos que convivían con los niños villanos, a caras conocidas y desconocidas, vio todo y nada a la vez, ella soltó un suspiro al fin tomando una decisión.

 

-          Traigamos a Cameron de vuelta – y aquello no fue una propuesta, fue un total hecho, Evie que se mantuvo al margen de todo simplemente sonrió verdaderamente emocionada.

-          Creí que nunca lo dirías – su rostro se ilumino con verdadera felicidad, mientras corría a buscar aquel libro, el que usaron para despertar a  Carlos la primera vez, el que contenía magia oscura.

 

Puede que aquellas chicas vivieran en Auradon, que ambas tuvieran a su lado a una persona totalmente buena y que simplemente no se dedicaran a hacer el mal, pero eso no significaba que  fueran santas, Evie era egoísta, educada desde pequeña a cumplir sus caprichos como una princesa no dudo en asentir a traer a Cameron al chico que realmente había llegado a estimar, por su parte Mal era demasiado arrogante, deseosa de controlarlo todo y siempre hacer su voluntad se dijo que daría felicidad a Jay, ella traería aquella sonrisa, aquel brillo en sus ojos que solo había conseguido con Cameron, porque este chico simplemente les hizo mejores, porque él pudo ver dentro de cada uno de ellos y ayudarles a quitar aquél enorme peso de encima, porque sin él Evie jamás hubiera encontrado la confianza, Mal nunca se había permitido amar y Jay, aquel pobre chico nunca hubiera llenado el vacio en su interior que inútilmente intentaba llenar con baratijas inútiles.

 

Ella sabía que no era justo para Carlos, que simplemente era hacerlo a un lado, pero eran egoístas y en ese momento todo lo que querían eran a su familia reunida, lamentablemente Cameron ahora  tenía el lugar de Carlos.

 

Mal le había dado libre vía para terminar con Carlos, para rasgar posiblemente la familia a la cual se habían aferrado desde el principio y poder curarse, Jay casi la besa en ese momento, por eso estaba buscándole desesperadamente, buscando al niño que simplemente no amaba para terminar aquella absurda relación, aun se aseguraría de mantenerlo a salvo, aun lo vería como su familia y por supuesto que aun cuidarían que no muriera, lo cual dudaban ya que no parecía pasar nada de eso.

 

Por más que busco no lo encontró en los lugares donde debería de hecho le encontró en el bosque, aquel lugar apartado donde Carlos solía probar todos sus experimentos con riesgo a explotar, temeroso a las represalias del hada madrina, hace meses que no había estado ahí, no desde Cameron y sin embargo pudo encontrar el lugar completamente aun cuando estaba algo oculto y apartado de todos, ahí fue donde lo vio aun que realmente primero lo escucho.  

 

-          Cállate Dude – Jay escucho el murmullo suave en medio del bosque, aquel de Carlos totalmente asustado -  tu no lo entiendes hago esto para salvarnos, si hago esto por mamá ella tal vez nos perdone – y aquello  realmente le alarmo, escucho como Dude parecía lloriquear cada vez más al pequeño niño como intentando convencerlo de algo - ¡¡¡CALLATE!!! – y un fuerte golpe se escuchó, Jay alcanzo a escuchar el chillido de un pequeño perro -  no, lo siento – y la voz del niño parecía culpable, Jay había visto como Carlos había golpeado al  perro para que este callara, aun dándole de espaldas - vuelve aquí – pidió  Carlos pero aquél perrito simplemente se alejó asustado corriendo en dirección a la escuela sin siquiera prestar atención a Jay -  lo siento tanto –susurro el niño mirando el sendero por donde la pequeña criatura desapareció, cuando los dedos ensangrentados del niño dejaron caer aquella daga Jay se congelo en su lugar temiendo lo peor.

-          ¿Carlos? – salió entonces desde la espesura del bosque - ¿qué diablos estás haciendo? – miro con horror aquella escena, un dálmata completamente inerte yacía a sus pies totalmente abierto del estómago hasta la cola listo para arrancarle la piel.

-          Suéltame Jay- aquel árabe no dudo, detuvo al chico de seguir cortando  la piel, le detuvo de seguir cometiendo esa locura -   tu no lo entiende ninguno lo hace – el niño lloraba jadeante golpeando su pecho con las manos ensangrentadas.

-          Mierda – gruño Jay al descubrir el propósito de eso, Carlos intentaba hacerse con la piel del cachorro, la locura de Cruella le había alcanzado finalmente, el niño sollozante seguía gritando, llamando a su madre, diciéndole que lo sentía, pidiéndole a Jay que le devolviera su chuchillo para hacer las orejeras que le darían el amor de aquella madre, el no soltó dicha arma sin embargo se alejó de Carlos totalmente horrorizado, le empujo para que este se detuviera en sus propios pies suplicante, Jay pensó totalmente en buscar a Mal, más cuando iba a darse vuelta Carlos soltó un jadeo de dolor  y se desvaneció.

 

Jay apenas si logro atraparle, aquel niño totalmente inconsciente en sus brazos aún tenían sangre en las manos, sin pensarlo dos veces lo llevo a la enfermería, invento una historia  a la enfermera para que esta le atendiera e ignorara la sangre que el insista venia de la nariz del pequeño antes de desmayarse.

 

No tardo en llamar a Mal, en hacerle saber que era necesario ir a buscarle a la enfermería, ella llego de inmediato, la enfermera simplemente les saco de la habitación para evitar hacer demasiado ruido.

 

-          ¿Qué le ha pasado? – Mal pregunto totalmente tranquila pues el pánico en los ojos era evidente en Jay.

-          Él lo mato Mal – la voz de Jay vacilo - a manchas – susurro sacando de entre sus ropas el cuchillo con el que el niño había sacrificado al animal - Carlos mato a un perro – Jay miro a la hada completamente desesperado, asustado por las consecuencias de esto.

-          Mierda – Evie murmuro ante sus palabras mirando la sangre en el cuchillo no queriendo creerlo.

-          Traigamos a Cameron ahora –en su lugar Mal miro a la puerta de la habitación donde Carlos dormía  por dos segundo antes de volver a mirar  Jay y simplemente aceptar lo inevitable.

-          Hay que despertarlo entonces – Evie saco el hechizo que ya habían memorizado pero aun así lo empujo al pecho de Mal para que esta trajera de vuelta a Cameron.

-          No – el hada descarto la idea de inmediato – esta vez no funcionara, no así – y ella simplemente cerró los ojos, dejo que su magia reconociera a Carlos y verifico sus sospechas – Carlos está muriendo si traemos a Cameron a su cuerpo entonces morirá.

-          ¿Mal? – Jay le miro dudosos no queriendo tener esperanzas.

-          Le traeremos por completo, en su cuerpo – sentencio el hada.

-          Necesitamos más tiempo, buscar un hechizo Mal no podemos simplemente – Evie de inmediato descarto la idea.

-          Si esperamos más enviaran a Carlos a la isla – Y Jay enfrento a Evie cruzándose de brazos sabiendo bien que entonces perderían su oportunidad.

-          Bien –Mal asintió y sin escuchar a la enfermera entro para tomar un par de cabellos del niño en la cama – traigamos a nuestro Cameron – sentencio para salir en busca de una solución.

 

Mal regreso al lugar del incidente, donde el cuerpo de inerte de aquél cachorro ya empezaba a oler pésimo, donde la muerte parecía presagiar algo horrendo, ella solo suspiro sabiendo que traer a Cameron al cuerpo de Carlos no era una opción, ella realmente no sabía que tan malo estaba ese niño, si  la muerte era posible ante el estado tan débil de Carlos pero al ver aquello, al saber que la locura de Cruella ya era parte del pecoso no quiso arriesgarse, no cuando podía afectar de forma negativa la mente de Cameron.

 

Así que no tomarían su  cuerpo, no tratarían de regresar el alma de Cameron, no si hacían eso corrían el riesgo de que Carlos regresara, ese niño encontraría la manera de volver solo para estar con su sicótica madre, por lo que tendrían que traer a Cameron por completo, tendrían que ir a ese mundo y convencer al chico de abandonarlo todo, tendrían que…

 

-          Esto definitivamente se va a notar – la voz de Ben a sus espaldas le saco de sus pensamientos, aquél perrito, Dude ladraba a su lado pues había logrado dar con el rey y hacerse entender para ser llevado hasta ahí, él no pensaba encontrar nada grave y sin embargo el cadáver de un dálmata y su novia frente a este realmente era algo – Nita va a estar desconsolable.

-          Ben- Mal sintió un poco de pánico por primera vez, pero aquel rey solo suspiro tomo al perro en sus brazos para que este dejara de temblar al ver a un hermano canino muerto – Carlos no…

-          Solo dime que has pensado como parar esto – la detuvo antes de que siguiera hablando.

-          Traeremos a Cameron- fue su única respuesta y el rey asintió entrego entonces el perro a la chica que sorprendida por las reacciones de su novio accedió sin renegar- Ben- intento nuevamente.

-          Encárgate de Dude o podría delatarle – en cuanto aquellas palabras salieron de boca del joven aquel perro se empezó a preocupar intentando zafarse del agarre de la hada – y Mal, la muerte de dos perros sería demasiado entiendes- continuo mientras se doblaba las mangas de su traje para evitar ensuciarse – voy a encargarme de esto vete – y el hada asintió, se alejó de ahí con el perrito que gruñía intentando alejarse con temor de salir lastimado.

 

Dude no recibió daño alguno, Mal borro de su memoria todo el incidente, para el pequeño perro  paseaba con  Carlos por el bosque cuando este se desmayó y fue a buscar a Ben, no había   nada más en su pequeña memoria, Ben se encargó de desaparecer el cuerpo de manchas, de borrar cualquier huella y evidencia así como rastro de la sangre del perro y cuando  vio a Nita llorando des consolablemente por la pérdida de su amigo él se limitó a acercarse y asegurarle que lo encontrarían pronto.

 

Ben siempre fue un magnifico actor tanto así que había engañado hasta a su novia todo ese tiempo, aquello solo pareció agradarle más al hada que feliz acepto aquél lado de su novio, el facilito todo para que esta estuviera feliz, consiguió los ingredientes, encontró los amuletos, se aseguró de mantener a Carlos dormido durante el tiempo necesario.

 

Fueron días tortuosos, días en los que Jay pasaba al lado de la cama de Carlos simplemente susurrándole, pidiéndole a Cameron volver, Mal insistía en que entre ellos había una conexión y de alguna manera Carlos logro usarla para regresar  con ellos, ella no entendía bien que fue el intenso deseo de Carlos por ver a Cruella lo que le envió de regreso y como Cameron al fin había estado tan relajado en presencia de Jay simplemente no pudo pelear de vuelta.

 

Así que Jay solía pasar las tardes aferrándose a su mano y llamando a Cameron mientras Carlos dormía, le pedía volver a él, Evie simplemente susurraba palabras de consuelo, le contaba lo mal que lo pasaban y cuanto lo extrañaban, las pocas veces que Mal lo visitaba simplemente le exigía dejar de ser un cobarde y volver y Ben aquél rey simplemente le pedía un último favor, hacer feliz a su novia con su presencia.

 

Tardaron mucho, demasiado en encontrar el hechizo correcto, magia negra muy poderosa con demasiados riesgos, la primera vez que la usaron Evie y mal quedaron transportadas en un mundo completamente diferente, solo duro unos minutos pero aquellas dos chicas pronto se vieron alrededor de  un montón de personas llevando luces y cables.

 

Evie lo reconoció de inmediato un set de filmación, ella había investigado sobre actuación cuando Jay le había contado sobre Cameron ser uno y ella podía decir que fácilmente eso era un simple set, notaron como uno de los asistentes simplemente les sonrió y otro más les llamo por nombres extraños sobre saltándolas, cuando una mujer les pidió ir  cambiarse para la próxima escena ellas simplemente asintieron y se alejaron.

 

-          Sofía, Dove las eh estado buscando – una voz completamente familiar las desconcertó giraron con brusquedad para ver al otro yo de Jay, ellas sabían sobre él, sobre todos en aquél extraño mundo y sin embargo todo era simplemente abrumador, porque ese chico obviamente no era su Jay, en primera la altura estaba mal, así como la cabellera totalmente abundante en su cabeza y la falta de percin en su ceja, Mal dudaba que aquel chico tuviera aquel tatuaje en su espalda, pero lo que más les sorprendió fue que su brillante sonrisa era cálida y totalmente libre de aquello que hacía temblar a cualquiera que mirara a Jay- wow se cambiaron muy rápido – dijo confundido el chico- podía jurar que… en fin – desestimo – escuche que hay rosquillas por allá  vamos antes de que se terminen – señalo en una dirección pero aquellas chicas solo se tensaron más al escucharle Evie entonces se aferró a la mano de Mal cuando detrás de él falso Jay  Doug o menor dicho no-Doug caminaba como si nada- ¿estás bien Sofía ? – y aquel chico  toco la mejilla de la joven quien de inmediato fue jalada de su alcance por la hada-estas helada-dijo totalmente sorprendido porque si el clima era algo fresco pero las chicas siempre estaban tibias esto era simplemente extraño.

-          Las rosquillas – le recordó el hada entre dientes y entonces la brillante sonrisa de aquel falso Jay regreso para encaminarse lejos de ahí.

 

Suspirando aliviadas caminaron un par de pasos más cuando lo vieron a Carlos o mejor dicho Cameron vestía un atuendo idéntico a Carlos y sin embargo podían reconocerlo aquel era su Cameron, mas antes de que pudieran buscarle Evie fue empujada por Mal a los mismos arbustos por donde había llegado, el hechizo no duraba lo suficiente, ellas tenían que regresar o corrían el riesgo que quedar atrapadas en un mundo sin magia.

 

Había sido un éxito, lograron encontrar a Cameron y sobretodo saber que podían tocarle y así traerle de vuelta, con nuevos ánimos Jay volvió a pedirle a un inerte Carlos que por favor regresara con él, suplico a través de ese niño para que Cameron volviera, sin saberlo, en su mundo aquel chico  era consumido por la locura.

***********************

 

-          ¿Por qué no puedo ir con ustedes? – luego de  semanas en lograr perfeccionar el hechizo y de asegurarse de que este durara lo suficiente para darles el tiempo que necesitaban, aquel rey  quiso intervenir.

-          Te necesito aquí Ben – Mal intento calmarle, tranquilizar a su novio mientras movían a Carlos de la enfermería, pues al llevar tantos días  inconsciente estaban  pensando en llevarlo al hospital por lo que Ben se había convertido en la niñera oficial de su cuerpo - Evie lo encontrara con ayuda de su espejo que al parecer funciona allá y Jay  debe ir, podíamos necesitarlo – continuo acercándose nuevamente a Carlos y cortando un mechón de sus cabellos – si algo sale mal tu eres el único que podría traernos de vuelta – señalo para terminar de convencerlo.

-          Será mejor que nada salga mal entonces- dijo entre molesto y resignado asintiendo a su novia que simplemente le sonreía.

-          Claro Benny boo – termino ella besándole suavemente en sus labios y salir de la habitación, dejando a un Rey con un niño inconsciente en su cama.

 

En medio del bosque alejados lo más posible de la escuela pero sin estarlo al mismo tiempo aquellos tres chicos  se preparaban para lo inevitable, traer de vuelta a un miembro de su familia.

 

-          Tal vez esto es un error – Jay susurro mientras Mal repasaba nuevamente el hechizo preparándose mentalmente.

-          ¿Jay? – Evie alejo la mirada de su espejo mágico para ver a Jay quien parecía totalmente dudar de la decisión.

-          ¿Y si él no quiere regresar? – soltó al fin sus inseguridades- es muy egoísta de nuestra parte- continuo alejándose de aquel circulo que entre los tres formaban, rompiendo aquélla formación -  él tenía amigos, una vida – repitió recordando cada una de las conversaciones en donde Cameron simplemente comenzaría a parlotear sobre su mundo, sobre cosas que su otro yo hacía, sobre los ensayos y su vida en cámaras -  su madre no era Cruella- sobre su madre sobre toda su familia - tal vez no deberíamos – termino en un susurro, porque realmente era muy egoísta, demasiado cruel arrancarle de su vida pacifica para traerle aquí, Cameron era feliz en su mundo  toda su vida, todo lo que conocía estaba ahí en ese mundo donde no había tenido que vivir ninguna de esas horribles experiencias, él no tenía la necesidad de ser arrastrado  lejos de los seres que amaba, Cameron no tenía ninguna necesidad de regresar para Jay, no  a un chico demasiado roto que jamás le merecería, aquel joven era como una brillante luz y Jay solo era la peste negra.

-          Iremos por él – Mal gruño leyendo todas y cada una de las inseguridades Jay, de aquel joven tan importante para ella, y simplemente no iba a dejarlo así, no cuando ese niño significaba la felicidad para el árabe.

-          ¡¡¡No!!! – grito Jay retrocediendo más pasos - le prometí que no lo obligaría a nada, que nunca le haría daño – gruño ahora el mirando a Mal con sus ojos hechos rendijas -  no voy a traerle – siseo enseñando si lengua bifurcada en una advertencia- no le  alejare de su familia – se cruzó de brazos totalmente amenazante  enfrentándose a Mal por primera vez en la vida, rehusándose a seguirle  ciegamente  como siempre, a su vez los ojos brillantes de Mal resplandecieron en ira, furia pura por verse retada por aquel joven.

-          Que él  nos diga eso entonces – pero Evie logro romper toda aquella tensión, aquélla chica simplemente volvió a guardar su espejo en su bolso y arreglando su cabello hablo.

-          ¿Evie?- Mal gruño a ella, ante lo que parecía ser un intento fallido de convencer a Jay.

-          Jay tiene razón no podemos obligarle – explico la chica ganándose el favor de Jay que parecía relajarse un poco ante sus palabras - él tiene toda una vida en su mundo obligarle a abandonarla por nuestro egoísmo no es bueno – continuo mirando a Mal que simplemente se cruzó de brazos molesta -  no vamos  a hacer lo mismo que con Carlos.

-          Él no es Carlos – de inmediato Jay  gruño otra vez, pues el simple hecho de que Evie hablara de su niño hermoso como un reemplazo de Carlos no le gusto tantito.

-          No dije que lo fuera pero – sin hacer caso al amenazante chico que parecía querer lanzarse contra ella hablo con suavidad -  será una despedida, nunca pudiste hacerlo verdad, decirle adiós- le miro con aquella tranquilidad y suave sonrisa sabiendo muy bien que una vez que Jay viera al niño su egoísmo le impediría dejarle, abandonarle y que apresar de todo lo tendrían de vuelta  -  bien, iremos y pondremos la decisión para él – regreso la mirada a Mal que realmente parecía pensarlo -  si aun así quiere quedarse respetaremos eso, pero al menos…

-          Diremos adiós – termino Mal por ella  asintiendo, Jay tardo un segundo tal vez dos en pensar aquello y suspirando entro nuevamente a aquél circulo para realizar aquel viaje.

 

Mal asintió cuando ellos estaban en posición tomo el mechón de cabello de Carlos y los lanzo al aire, murmuro entonces un hechizo bajo lo suficiente para hacer su ojos brillar y dejo que la magia le envolviera, bruma verdosa les cubrió entonces, Jay no pudo evitarlo pero contuvo el aliento cuando esta se hizo cada vez más densa y de pronto un frio intenso le calo los huesos entonces el piso a sus pies se desvaneció.

 

Uno a uno cayeron al suelo, Jay fue el primero en aterrizar  apenas si sin caerse lo cual hubiera sido más efectivo si  Mal no hubiera caído en su espalda seguida de Evie quien gritaba sin poder evitarlo, aquello fue muy doloroso pues dos cuerpos  cayeron contra su Columna sin darle tiempo a reaccionar y su cabeza sintiendo como todo  su cuerpo quedo contra la tierra debajo de él.

 

-          ¿Qué diablos Mal? – gruño escupiendo la tierra que había entrado a su boca mientras esperaba a que las chicas se dignaran a bajarse de su espalda.

-          El portal está ahí arriba no es mi culpa – señalo Mal quien empujo a Evie con cero delicadeza porque su codo se estaba incrustando en su abdomen.

-          ¿Cómo regresaremos por él? – Evie reprimió un quejido al ser aventada al suelo pero de igual manera regresando su vista al mismo tiempo de Jay donde en lo alto de aquel árbol un pequeño vórtice purpura se formaba.

-          Saltaremos desde el techo – señalo aquel edificio  Mal sacudiéndose el polvo cuando al fin se levantó y pateando suavemente a Jay para que este se levantara, Jay no tardo en levantarse entre gruñidos inconformes espantando la mano de Evie quien preocupada se acercaba para dar su ayuda, pero el chico solo gruño a ella y se cruzó de brazos observando el edificio enorme nada de lo que esas chicas dijeron que había visto la última vez pues definitivamente eso no parecía nada a la escuela.

-          Esto es – frunció su nariz cuando al fin pudo ver aquella placa en los costados de la entrada.

-          Hospital psiquiátrico – Murmuro Evie totalmente horrorizada -  es una prisión definitivamente vamos a sacarle de aquí – sentencio olvidando su plan sobre “dejarle”  elegir, pues de ningún modo iba a dejar a ahí a Cameron, no cuando sabía que ese lugar solo mataría su alma lentamente, este lugar definitivamente lo volvería como Cruella.

-           Jay – Mal de inmediato  detuvo al chico que ya buscaba la manera de abrir la puerta para entrar – ven aquí – ordeno a aquel que simplemente rodo los ojos pero se acercó de todas formas, entonces Mal murmuro nuevamente un hechizo golpeando su nariz con sus dedos para después hacer lo mismo con Evie y ella.

-          ¿Qué diablos fue es eso? – gruño confundido siendo ignorado por Evie quien ya buscaba en su espejo mágico a Cameron.

-          Un hechizo  - dijo como si no hubiera sido obvio - no queremos ser vistos – señalo entonces una de las cámaras que les apuntaban – o ser confundidos con nuestros dobles – abrió la puerta entonces con otro nuevo hechizo – sería demasiado problema.

 

Y Jay se limitó a rodar los ojos mientras sostenía la puerta abierta tras aprender su lección sobre no patearlas cuando Mal las puede abrir para que aquellas dos chicas entraran cómodamente, no les resulto extraño que los pasillos estuvieran casi vacios pues parecía ser un horario alto tarde, si algún guardia se enfrentaba en su camino estos simplemente no les vieron, Mal hechizo a  uno de ellos para que este les abriera las puertas en los diferentes niveles  cuando al fin dieron con Cameron él fue el único que si podía verles pues aquel hechizo era selectivo, en las cámaras de seguridad solo se veía a Cameron hablando con el viento.

 

Cuando aquel chico salto en brazos de Jay, Mal se aseguró de usar una ilusión para el cuerpo de aquel niño, al menos hasta que enviaran uno real.

 

********************

 

-          ¿Qué aremos con él? – el rey Ben  pregunto cuando al fin  su novia se reunió con él.

-          Enviarlo al único lugar al que se me ocurre – ella no perdió el tiempo entrando de inmediato a la habitación empujo a Ben para ver al niño en la cama.

-          ¿Mal? – Ben se acercó temeroso sin entender bien  la situación.

-          Ellos necesitaran un cuerpo, nosotros tenemos uno de sobra – explico sonriendo a su novio que parecía medio entenderle.

-          Ellos ni siquiera se parecen – continuo Ben pues Mal le había hablado  de Cameron luego de su viaje de prueba  y realmente notarían ciertas diferencias, como los afilados dientes, o el cabello.

-          Lo harán – sonrió sacando de entre su bolsillo un par de cabellos negros – adiós Carlos – y tras decir esto dejo caer ambos cabellos al pequeño cuerpo tendido en la cama murmurando algún viejo hechizo, cuando termino simplemente pintó los símbolos necesarios y volvió a murmurar palabras indescifrables para Ben, el cuerpo simplemente desaprecio después de eso.

 

No muy lejos de ahí en otra habitación Cameron volvía a vestir las ropas de Carlos mientras Jay asistía sonriente acercándose por detrás para acariciar sus cabellos.

 

-          Realmente son suaves – murmuro el árabe – tenía razón eres precioso Babe y tu piel – continuo acariciando su mejilla con suavidad – quisiera que pudieras quedarte así.

-          Yo también pero es necesario el disfraz – sonrió Cameron tomando su mano y llevándole a la puerta – vamos,  vayamos a que Mal me convierta en Carlos de Vil.

 

Y  aquellos dos chicos salieron entre risas para llegar al cuarto de Ben donde Mal simplemente murmuro más palabras sobre Cameron y ante sus ojos todo en el cambio, su piel se hizo más pálida, sus dientes se afilaron y sus cabellos emblanquecieron, otra vez era Carlos, cuando Jay lo miro asintió feliz.

 

-          Perfecto – murmuro Jay ante la mirada de todos que solo asentían – simplemente perfecto. 

 

 

 

 

 

                                                                          

Notas finales:

 

Creo que fue un capitulo muy largo, en un mundo perfecto como el de la peli Carlos y Cameron se quedarían como “hermanos” en el mundo de descendientes y hubieran sido felices, en un mundo a un más perfecto Carlos  hubiera llegado al mundo real y se hubiera enamorado de Boo boo y ser feliz con él mientras Cameron lo era con Jay,  pero mis fics nunca son mundos perfectos, perdónenme realmente por lo que viene.

 

Bien como notaran la primera parte está situada justo después de que todos admiten que Cameron no es Carlos pero siguen fingiendo que lo es, obviamente antes de Halloween, no sé si todas las chicas comparen sus senos desnudos siempre leía en los fic que los chicos comparar sus penes y me pareció curioso no sé si es verdad, Uriel es obviamente el hijo de Úrsula, él tiene un odio enorme hacia Melodí por culpa de su madre y su tía morgana por eso Cameron lo menciona tal más adelante diré como estuvo la cosa, sé que Úrsula ya tiene una hija oficial pero como este fic estaba pensado mucho antes de que se hiciera oficial pues simplemente me vale y aquí tiene un hijo carajo para que se junte con Melodi. 

 

Carlos regresa a su mundo y encuentra todo cambiado, el cree que Cameron empezó  a acostarse con todo el mundo simplemente por protección o por cosas, hay que entender que la mente de este niño no funciona como lo haría una persona normal, él está completamente roto,  carente de amor propio pero sobre todo una total dependencia  para las figuras de poder, como su madre, como Jay, él se somete ante cualquiera es algo que necesita  y busca, así que cuando la gente empieza a ser amable con él obviamente piensa que buscan algo de él lo que por lo regular es sexo y cree que Cameron lo hizo también.

 

Carlos y su amor enfermizo por su madre, intentando sacarla, buscando sexo solo para sentirse amado, matando a un perro, diablos realmente hice de lo peor a Carlos, sé que aún puede ser peor pero con esto me conformo, por otro lado Ben y más de su lado malo, es tan genial cuando limpia el desastre de los chicos y oculta evidencia awwwww.

 

Jay deseando un final de cuentos de hadas, envidiando a Evie y Doug  yo creo que él debe ser feliz, más explicaciones que espero tengan sentido sobre todo yey!!! Cameron regreso y Carlos está completamente muerto muajajajaj.

 

Una galleta???

Un Chocolate??

Algo den señales de vida joder!!!!!

No me los voy a comer!!!!

 


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