Capítulo 20: La ilusión de la realidad.
"La Realidad es aquello que, incluso aunque dejes de creer en ello, sigue existiendo y no desaparece."
Quisiera llegar pronto (1980) (I Hope I Shall Arrive Soon)
Angela Duncan había empezado muy joven en el mundo de la danza había nacido en Arendelle hija de un padre ausente y de una familia rota a diferencia de muchos en Auradon ella conocía lo difícil que era abandonar la niñez para ayudar a su madre, abandonando la escuela para traer dinero a casa Angela se hizo del tiempo para hacer lo que más amaba, danzar, fue difícil, trabajo mucho, batallo a un más por que en aquel tiempo no había todas las oportunidades que ahora, no en su reino de origen, Angela había sufrido una vida dura pero fue recompensada cuando se convirtió en la mejor bailarina de todo Arendelle reconocida en el mundo entero la fama le alcanzo.
Cuando la en aquel entonces reina Elsa consumió su nació en el hielo eterno ella estaba en Francia, su madre ni su hermana pudieron hacerlo fueron unas de las contadas victimas del frio abrazador de las cuales nunca se hablan, de las que se tiene registro solo en la memoria pues la eterna gloria de la familia real debe seguir pulcra y libre de manchas por lo que oficialmente no hubo decesos.
Ella no regreso a su país de origen, se dedicó a bailar a consumir su dolor entre saltos y giros siempre cuestionándolo todo, siempre dándole su propio toque, ocasionando la crítica pero al mismo alabanzas por la originalidad, aquella mujer cuyo talento era vanagloriado un día simplemente desapareció, durante tres años no se supo nada de ella, rumores de alguna lesión se hicieron presentes, de algún amor perdido que le rompió aún más el alma, pero la verdad fue que ella estaba cansada, bailar ya no era algo que amaba, ya no sentía la chispa ya no había aquello que la animaba.
Hasta que lo encontró enseñar a otros a buscarlo, a descubrió a aquella pasión, Angela consiguió un nuevo propósito una nueva inspiración al ver aquellas mentes jóvenes, aquellos cuerpos inexpertos crecer a la grandeza, así fue como llego a Auradon a su preparatoria, donde los príncipes de todo el reino asistían, donde los chicos morían por aprender el arte de la danza de aquella estricta mujer.
La clase había empezado con cientos, a las pocas semanas solo quedaron la mitad, para el final del mes solo había un puñado, aquellos que se convertirían en sus estudiantes estrellas, como era tradición en Auradon su clase desde que había sido fundada la escuela daba ciertos recitales, cada año sin falta había un recital donde la realeza en persona asistiría, la fecha que se acercaba era el 23 de diciembre la obra como tradicionalmente se hacia el cascanueces, años tras años los estudiantes de danza de Auradon prep daban aquella presentación, su primer año en la escuela la monto, se encargó de dirigir a sus a estudiantes para cumplir con las normas que le habían pedido.
El segundo año cambio las cosas, aquel varonil cascanueces se convirtió en una chica y Clara era un varón, fue algo extraño que ver, sorprendió definitivamente pues Angela se encargó de mantener todo en secreto de que sus estudiantes no dijeran una sola palabra, pues el rey de los ratones sería una reina, fue así como el cascanueces se presentó con hermosos y delicados movimientos, con tutu y corona de diamantes para terminar como una hermosa princesa y Clara un chico curioso, en movimientos varoniles, totalmente sin salir de su personaje, valeroso y sobre todo decidido, la reina de los ratones fue la maravilla y para el final de la obra los reyes de Auradon estaban tan complacidos que felicitaron a la ex-bailarina, la llamaron innovadora, maravillosa una pionera revolucionaria, apagando las criticas tradicionalistas que no aceptaban el cambio de género de ciertos personajes.
Este año, su tercero decido hacer algo completamente diferente, algo nuevo donde cada uno de sus estudiantes pudiera lucirse, donde fueran tanto los protagonistas como los chicos de apoyo, ese año la clase de danza no haría un recital, no verían el cascanueces o alguna otra hermosa danza, ese año verían varias de ellas, bailes grupales, duetos, tríos y solos para sus estudiantes, todos podrían lucirse en el escenario pues quienes tuvieran duetos o solos estarían al fondo en los grupales todos tendrían la oportunidad de brillar pero también la de equivocarse, pues no sería solo un estilo que aprenderían, cada uno de los programas tan diferente al anterior, algo simplemente difícil para jóvenes que aprendían.
Angela tenía cuatro estudiantes varones, el primero de ellos Adán era el típico chico que solo estaba en la clase para ver a sus compañeras en leotardo, para impresionar chicas y ser un total idiota fuera de la clase pero era tan bueno, sus movimientos todo era simplemente un bailarín nato que la profesora no podía simplemente sacarlo, el chico tenia tanto potencial que lo conservaría, el segundo Louis hijo de bailarines profesionales de Auradon sus padres le habían empujado prácticamente al mundo de la danza mucho antes de que aprendiera a caminar, el niño era preciso, sus movimientos calculados todo en él era perfecto pero carecía de la chispa, de aquel amor que ella esperaba poder inspirar algún día, el tercero era Dennis era más tranquilo, el chico cuyo sueño era ser un profesional, cuyos ídolos eran aquellos grandes maestros de la danza, aquel que soñaba para representar el lago de los cisnes como un profesional, algo torpe pero con mucha pasión se convirtió en el preferido de la profesora aquel a quien presionaba para hacerlo mejor.
El cuarto estudiante fue una sorpresa, Carlos de Vil, el hijo de un villano, aquel niño escuálido que había rogado un día luego de renunciar al Tourney para dejarlo entrar en su clase, Angela dudo, no porque fuera el hijo de un villano, no porque ese niño luciera enfermo, dudo porque por un segundo se vio a si misma aquella chiquilla cuyo sueño fue opacado por el des fortunio, lo acepto sin realmente quererlo porque sabía que solo sería decepcionado por que para ella le fue muy difícil llegar a donde estaba, un niño con la cruz en su espalda como ser hijo de un villano sería mucho más, ninguna compañía reconocida querría tenerlo no sin ser el mejor y al ver lo tan débil, enfermizo lo dudo.
Pero Carlos demostró ser demasiado bueno, la pasión por convertirse en profesional le sorprendió y vio en él la misma chispa que ella alguna vez tuvo, Angela no quiso admitirlo pero aquel niño le devolvió aquello que perdió, aquel deseo por crecer, ella termino creando las mejores coreografías para sus niños gracias a esa inspiración, entonces su niño musa se derrumbó, Carlos se alejó del baile, regreso a su antigua actitud y cuando le confronto lo vio asistir sin ganas, el recuerdo de su madre le había hecho derrumbarse, ella lo entendió pero no podía esperarle, nadie lo esperaría a que dejara de llorar, un día simplemente se desmayó y ella sabía que eso era peligroso.
Cuando Carlos se presentó nuevamente en su estudio había perdido ya semanas de prácticas, pero el niño se paró frente a ella y le suplico una nueva oportunidad prometió no dejarlo y no renunciar como la última vez, le aseguro que su madre ya no sería un distractor, acepto, ella lo hizo porque aquel chico lucia diferente, no solo estaba más alto, su cuerpo parecía trabajo y su técnica era mejor, ella sabía que estuvo en coma casi tres semanas y sin embargo se movía como si nada le hubiera pasado, el día de la asignación de las coreografías los reunió a todos para una sorprendente noticia.
Asigno los grupos y tríos donde Carlos participo solo en grupales, ningún trió o dúo para él, sus demás compañeros los tuvieron y cuando iba a anunciar el único solo para varones Adán presumido sonrió mirando a sus demás compañeros, pero fue a Carlos quien lo obtuvo para sorpresa de todos, solo tres semanas para aprenderlo, solo un corto de tiempo para que ese niño recuperara el tiempo perdido.
Ella dio el único solo varonil a Carlos por que este había sido hecho especialmente para él, porque fue su dolor, su pasión, su valentía que la inspiro para crearlo, una pieza que solo funcionaria para el chico de la isla, ella esperaba no equivocarse.
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- De nuevo – su profesora detuvo la practica al mitad del sol – otra vez – repitió aun cuando apenas si paso un minuto – no lo estas intentando los suficiente.
- Lo siento – suspiro Cameron totalmente agotado por la practica había caído sobre su muslo derecho ya tres veces por equivocarse y sabía que pronto un enorme moretón se marcaria, algo que odiaba de su piel.
- ¿Has escuchado la canción? – ignorando su disculpa aquella mujer se paró frente al chico - ¿la has sentido Carlos? – enfatizo porque a pesar de estar a unos días de la afamada presentación Carlos no parecía entenderlo.
- Si – respondió confuso pues llevaban más de dos semanas practicando obviamente había escuchado la canción.
- No parece así, escucha oyes eso – señalo el justo momento en que la canción volvía a empezar - es dolor, Carlos, el dolor por un amante, por algo prohibido – explico nuevamente como había hecho antes, dándole miles de opciones por escoger, por tomar un sentimiento y centrarse en el - escucha la música encuentra tu iglesia y podrás bailarlo – termino cruzándose de brazos haciendo un ademan para que alguien apagara la música - hasta entonces no me hagas perder el tiempo
- Lo estoy intentando – replico levantándose del suelo, reprimiendo una mueca de dolor por su muslo.
- No lo suficiente, sé que puedes hacerlo Carlos – ella suspiro cambiando el tono de su voz por uno más suave - lo veo en tus ojos pero aún no lo tienes.
Y no Cameron no entendía, porque su vida no era la Carlos, para que el no entendía aquel dolor, porque aun cuando su madre siempre hubiera sido algo mandona no era una dictadora, no como Cruella. A la profesora no le importo ella lo echo de la clase igual, advirtiéndole nuevamente no regresar hasta que lo tuviera, así que Cameron salió con su mochila al hombro y aun sin cambiarse simplemente se fue, la sudadera de Jay le cubría el aire frio de Auradon le exigieron colocársela, el invierno que amenazaba con congelarle, el árabe simplemente le había empujado dicha prenda a su pecho alegando que hasta que Evie no terminara de ajustar todas sus chaquetas se limitara a usar la de él.
Era algo dulce pero totalmente estúpido pensó Cameron pues Jay aún seguía quejándose del frio aun cuando Mal volvió a tirar el hechizo sobre él para mantenerlo caliente, aun así Jay había despojándose del calor para mantenerlo abrigado Cameron sonrió nuevamente cuando la canción volvió a empezar en su teléfono, el llego a una pared y se dejó caer totalmente frustrado, ignorando el ir y venir de los estudiantes, incluso Jay entendería el sentimiento en esa canción, todos esos niños que seguían sacrificándolo todo, que aun con gran dolor entendían lo que era entregarse a esa pasión.
Cameron no lo entendía, simplemente no podía hacer y eso le frustraba, cuando la canción empezó por tercera vez Cameron se levantó decidido, con la mochila aun al hombro empezó a dar pasos tentativos, los pasillos estaban algo desiertos, muy pocos chicos venían e iba, la mayoría estaban en el interior resguardados del frio, Cameron cerró los ojos y dio una respiración profunda, cuando los abrió el empezó a bailar, se deslizo entre los pasillos con pasos tentativos, pasos al azar simplemente para mantener en movimiento, todos aquellos estudiantes que le vieron simplemente se apartaron de su camino, no era nada extraño que los estudiantes de la profesora Angela bailaran en cualquier lugar y a todas horas con lo cercano a su recital, lo hacían cada año, cada presentación.
Sin darse cuenta Cameron había llegado hasta un enorme ventanal, había bailado su camino por todo el castillo subiendo escalera en saltos pequeños pasando por los pasillos entre giros lentos para terminar ahí, aquello le sorprendió bajo lentamente sus brazos pues había terminado un pequeño giro cuando lo noto, era esa ventana aquella por la que todo se derrumbó en su mundo.
Frente a él estaba esa vista, los arboles ya habían perdidos la mayoría de sus hojas, el frio invierno amenazaba con cubrirlo todo de nieve y al igual que en su mundo le hizo sentir esa nostalgia, ese deseo por ir a casa, la última vez Boo boo había llegado justo a tiempo antes de que el saltara por la ventana, logro alcanzarle de la cintura dejándose caer hacia atrás sobre su espalda, el personal de inmediato le gritaba cosas y él, su mejor amigo simplemente preguntaba el por qué, en aquel entonces el estar separado de Jay dolía tanto que solo quería morir, caer en coma para nuevamente soñarlo, Cameron puso una mano sobre el marco de aquélla ventaba, empujo el cristal con cuidado con la otra estremeciéndose al sentir el frio en su rostro y sin darse cuenta un pie ya estaba al borde listo para dar un paso.
Para dejarse caer, solo que esta vez no había nadie que detenerlo, solo que esta vez no había motivo para saltar.
- Hey ¿vas a saltar a mis brazos princesa? – aquella voz le saco de sus pensamientos obligándole a mirar debajo.
- ¿Azis?- Cameron reconoció entonces al príncipe que agitaba ambos brazos como atrapándole.
- Espera – ordeno desapareciendo en el interior del edifico - ¿qué haces aquí? linda vista – Azis apareció de pronto a su lado demasiado rápido sonriendo ante la vista tan hermosa.
- Estoy buscando mi iglesia – murmuro en un suspiro recargándose en el marco del gran ventanal.
- ¿Qué? – le miro confundido el príncipe, ante lo cual se limitó a quitarse un audífono y pasarlo al chico quien escuchó con atención la canción - o entiendo… creo – dijo luego de unos minutos regresando el audífono a su dueño - tu madre – dijo regresando la mirada a la ventana - ¿qué diría ella? De todo esto, de Jay – continúo sin mirarle solo viendo a la nada - solo piénsalo, no sé cómo fue su infancia Carlos pero no debió ser fácil con Cruella no, ¿crees que ella aceptaría lo tuyo con Jay? – y al fin le miro, busco los ojos del pecoso que solo pasaban de la total confusión ante la mención de su madre al entendimiento cuando se refirió a Cruella.
- No – suspiro Cameron por qué no su madre su verdadera madre nunca lo aprobaría, por que recordaba la mueca en su rosto ante la broma de sus primos, veía la mirada fría que le daba a Nils cada que venía por él – no lo creo – y Cruella sería peor, porque esa mujer era una locura, porque podía ver todos y cada uno de los recuerdos dolorosos de Carlos, porque podía sentir aquel dolor del rechazo de la mujer que debía amarle.
- Ahí lo tienes entonces – sonrió el príncipe contento de ayudarle pues parecía que Carlos al fin lo había entendido – estoy seguro que lo harás genial por cierto mis padres irán a verte – termino casual.
- ¿Qué? – y aquello definitivamente le sorprendió.
- Dicen que quieren ver a mi mejor amigo, ver al chico del que no paro de hablar – desestimo como si nada sonriendo - incluso Jordán quien odia el ballet ira, amigo te estaremos apoyando.
- Gracias por poner más presión- rodo los ojos.
- ¿Quieres un beso de buena suerte? – movió las cejas sugerente juntando los labios para besarle.
- ¿Quieres un puñetazo en la cara? – sonrió inocente batiendo sus largas pestañas en su dirección.
- Descuida Jay no se enterara – giño su ojo intentando parecer coqueto.
- No hablaba de él – levanto su puño amenazador solo para suspirar largamente – deja de jugar con eso expandirás rumores – porque realmente lo último que quería era que dijeran que engañaba a Jay o algo por el estilo.
- De hecho Jordán cree que mantengo un romance secreto contigo – Azis llevo una mano a su barbilla recordando los muchos comentarios de su novia.
- Genial este muerto cuando Jay se entere – rodo los ojos levantándose de donde se recargaba dispuesto a cerrar la ventana.
- Tu igual ella es muy posesiva - añadió el príncipe ayudándole a cerrar el gran ventanal.
- Luego se mataran entre sí – le miro dando la espalda a la ventana y ajustando su mochila para irse.
- O se enamoraran – empezaron a caminar cuando Azis tuvo esa brillante revelación - diablos no Jordán y Jay ¿te imaginas eso? – y Cameron realmente podía ver la preocupación en sus ojos.
- Tal vez en otro universo amigo – palmeo su hombro, sonrió recordando como en su mundo en donde grababan esa película era exactamente lo que sucedía.
Más tarde luego de su último ensayo en su habitación Jay le pidió parar y meterse a la cama con él porque hacía demasiado frio, había descubierto todo el calor que Cameron a diferencia de Carlos podía ofrecer, el chico acepto se dejó envolver en los brazos de su novio, de la razón por la que eligió ese mundo para caer rendido, él entendía lo que debía sentir solo que simplemente no podía, no aun, no cuando Jay le hacía tan feliz.
Al día siguiente todos fueron al teatro donde se llevaría a cabo la presentación para el ensayo general, la profesora ni siquiera miro su número y al finalizar las chicas le convencieron de ir al centro comercial, por una bebida le invitaron y todo, Cameron solo quería llegar a su habitación y abrazarse en Jay pero esas chicas eran muy insistentes y lo siguiente que supo es que ya estaba en medio del centro con un frappe en sus manos.
- Todo mundo sabe que la profesora solo te dio el solo por el rey Ben – Adán que al parecer también había asistido está ahí, que novedad para hacer sentir mal a Cameron o mejor dicho para desquitarse por no ganar el solo.
- ¿Disculpa? – Cameron levanto una ceja en su dirección cuando le escucho decir aquello levantándose del banco y apretando solo un poco más su vaso de café.
- Eres de su comitiva – explico el chico entre dientes - todos hacen lo que sea por ustedes – continuo como si fuera bastante obvio - los profesores más que nada para tener el favor del rey, no eres especial Carlos eres patético – sonrió al ver como los hombros del chico se tensaba ante aquellas palabras.
- Lo realmente patético es que tengas que decir eso para justificarte – soltó de igualmente sonriente, bebiendo de su vaso totalmente tranquilo luego de la evidente tensión.
- ¿Qué insinúas De Vil? – aquel rostro de superioridad se descompuso entonces, apretando los puños a sus costados aquel miro enojado a el que creía Carlos.
- Soy mucho mejor bailarín que tu Adán - rodo los ojos alejándose de él para darse media vuelta - cualquiera puede verlo – termino en una burla dejando caer el vaso ya vacio en un cesto y tomando su mochila para marcharse solo.
- Hablas demasiado villano pero ¿puedes demostrarlo? – Adán se cruzó de brazos de inmediato con una enorme sonrisa al verlo listo para marcharse.
Cameron iba a ignorarlo desde hace tiempo se dijo que no entraría en provocaciones hacia Carlos, porque no era él y por qué no iba a dar un espectáculo que solo le trajera problemas, pero en aquel momento Adán no estaba retando a Carlos, no se burlaba del pequeño de la isla, no su compañero le retaba a él, el bailarín por lo que no podía dejarle pasar, no era como llegarían a los golpes verdad.
Así que se giró dejo caer su mochila nuevamente hacia la banca y sonriendo se levantó en puntas dando dos giros aun en sus botas, porque aún no conseguía sus amados tenis, tres giros más para entonces caminar hasta el de puntitas, el otro chico simplemente sonrió trono los dedos y de inmediato alguno de los otros chicos le empujaron sus zapatillas de danza, para Cameron fue igual las chicas ya habían revisado su bolsa y sus propias zapatillas fueron dadas a él, ninguno de ellos perdió el tiempo, Adán fue el primero en empezar en iniciar un baila con la música que otro joven puso desde su teléfono y sus pequeñas bocinas, aquello fue un gran espectáculo en medio del centro comercial algo que en un mundo tan acostumbrado a la libre expresión no pareció molestar a nadie, es más llamo espectadores.
Al terminar aquél joven solo se limitó a sonreír totalmente engreído pues los aplausos de la gente que se había reunido lo alababan, Cameron solo rodo los ojos y se separó un par de pasos, la canción cambio aquello no era un ensayo, Adán no había hecho ninguno de los movimientos que practicaban para su recital, todo era totalmente improvisado, cada movimiento salido de la nada en una danza completamente nueva, Cameron cerró los ojos, suspiro un segundo para entender la música, para recordarse por que bailaba, porque simplemente no podía dejar que ese otro chico se burlara de él.
Y el baile fue hermoso, Cameron bailo como nunca en medio de aquel enorme centro comercial, pronto la gente se amontono, miradas le rodearon pero las ignoro por seguir haciendo aquellos giros por dejar en vergüenza a aquel chico que solo hablaba por hablar, sin notarlo todo aquel duelo, aquella guerra fue grabada, camerón termino dando un triple giro deteniéndose justo al frente de aquél otro chico y mientras su respiración se regulaba sonrió altanero, porque había ganado, le había demostrado a ese niño que era el mejor ,que simplemente no era el débil que todos que creían.
Aquel video fue subido, se hizo viral y pronto los grandes maestros vieron al joven bailarín que impresiono al centro comercial aquélla mañana, toda una promoción para su recital, la profesora casi lo regaña, casi por que la Hada Madrina emocionada alabo a Carlos por mostrar tal espíritu por hacer aquella gran demostración de lo que sería su presentación.
El día antes de la presentación, Angela no había visto el baile de Carlos y sin embargo lo incluyo en el programa, ella no sabía cómo lo desarrollaría, porque si lo había visto bailar en ese video, demostrado aquella pasión, pero esos era vitalidad, emoción, amor, alegría pura, el solo que había preparado era todo lo contrario temerosa de que algo saliera mal ella se limitó a hablarle una última vez.
- ¿Quieres saber por qué te di ese número Carlos? – miro al chico que lucía el atuendo brillante justo antes de empezar su número - porque fue pensado para ti, tú fuiste la inspiración, tu vida, solo tú puedes hacerlo, sal ahí y demuestra esa pasión que vi el día en que me pediste quedarte en mi clase.
- Creo que voy a vomitar – murmuro deteniéndose de la silla del camerino cuando aquella profesora salió de el – me siento mareado.
- ¿Nervios De Vil? – Adam llego a su lado sosteniéndole al ver que sus piernas flaqueaban - no seas un bebé llorón y sal demostrar lo que vales – le ayudo a recomponerse y palmeo su hombro con suavidad.
- ¿Me estás dando ánimos Adam? – enarco una ceja no creyendo lo que oía pues hace unos días lo había retado con odio.
- Eres bueno, jodidamente bueno siempre lo eh sabido así que no lo arruines – admito cruzándose de brazos con una enorme sonrisa y Cameron lo supo que este chico solo le empujo para ser mejor, para ayudarle a buscar lo que necesitaba, joder era realmente un ciudadano de Auradon con sus buenas razones y todo.
- Espera – le tomo del brazo cuando le vio alejarse – yo – suspiro cerrando los ojos un momento- necesito un favor – continuo mirándole a los ojos lamiendo sus labios en nerviosismo - ¿traes tus medias color piel? – Adam asintió confuso yendo a su bolsa para buscarlas - lo siento te comprare unas nuevas – se disculpó de inmediato pues tras cambiarse de ropa y borrar todo el brillo en su cuerpo al intentar jalarla hasta su rodilla esta se rasgó.
- Olvídalo ¿estás seguro de esto? – desestimo mirando al chico fijamente pues todo su elegancia abasia sido destruida - Tu traje era muy lindo y no es por nada pero Evie tu amiga realmente da miedo – la expresión en su rostro realmente le hubiera hecho reír si no sintiera como si fuera a vomitar en cualquier segundo.
- Lo estoy – cerro los ojos recordándose la razón de aquello – gracias – termino en una sonrisa dirigiéndose a la salida, dispuesto a dar lo mejor de sí.
Porque al fin lo había entendido, comprendido lo que debía sentir, él iba a ser el mejor.
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- Sales en tres minutos… ¿Te encuentras bien? – el asistente le miro preocupado mientras lo veía a la orilla del escenario.
- Solo un poco nervioso – susurro cerrando los ojos para concentrarse, las luces entonces se apagaron mientras aquel hombre recibía indicaciones por su diadema y le indicaba salir al escenario.
Las luces volvieron a encenderse en medio del escenario Cameron se encontraba de rodillas de perfil al público.
- ¿Qué diablos está usando? – murmuro con horror Evie al notar como su amigo no llevaba el atuendo colorido y brillante que con tanto esfuerzo e ilusión había hecho para esa ocasión tan importante, en su lugar su pecho estaba completamente descubierto y unos mallas cortas hasta el muslo color piel algo viejos con zapatillas de igual color le vestían, incluso este estaba rasgado de un lado todo con su palidez y aquellos moretones que adornaban su piel salpicada en pecas solo incrementaban aquélla apariencia frágil y desalineada que parecía rondar a su nombre.
- Evie tranquila – de inmediato Jay trato de calmar la ira de la princesa - tal vez ensucio el traje o algo – trato de restarle importancia pues notando aquéllos moretones, aquella vista dan demacrada del niño se preocupó, era como ver a Carlos nuevamente.
My lover's got humour
She's the giggle at a funeral
Knows everybody's disapproval
I should've worshiped her sooner
Cameron se balanceaba con la cabeza agachada al inicio de las primeras notas musicales, echando la cabeza para atrás haciendo volar aquél flequillo largo que había dejado crecer desde su regreso al otro universo, sus movimientos parecían cansados como si aquellas simples acciones le costaran toda la vida y su rostro al ver el cielo denotando resignación, apoyando una mano en el suelo y extendiendo la otra como su cuerpo buscando auxilio al cielo, una que no llegaría dejándose así caer nuevamente en un golpe al suelo.
If the Heavens ever did speak
She is the last true mouthpiece
Every Sunday's getting more bleak
A fresh poison each week
Levanto el cuerpo, solo el torso con ayuda de las puntas de sus pies y volvió a darse vuelta al vientre un nuevo salto extendido al aire dio, rodo entonces por el suelo extendido en pequeñas convulsiones de desesperación, aquel rostro que parecía buscar algo nuevamente al cielo aquel que fue ignorado, Cameron se levantó al fin su pecho subía y bajaba sus hombros cayeron entonces en derrota, resignación pura.
'We were born sick,' you heard them say it
My church offers no absolution
She tells me, 'Worship in the bedroom'
The only heaven I'll be sent to
Is when I'm alone with you
I was born sick,
But I love it
Command me to be well
Uno, dos, tres pasos derrotado dio con la cabeza agachada, arrastrando los pies para dar inicio a la danza, se giró entonces y dando un gran salto en el aire y nuevos giros sorprendió a todos.
Amen. Amen. Amen
Le fue muy difícil entenderlo, comprender el sentimiento que debía transmitiré en esa danza.
Take me to church
Porque él no era Carlos, no era ese niño que fue abusado y sin embargo se las arreglo meditando durante mucho tiempo recordando aquellas memorias que pudo deslumbrar, aferrándose al dolor ajeno tomándolo como suyo propio porque había podido sentirlo a tras del alma de Carlos como si fuera su propia piel.
I'll worship like a dog at the shrine of your lies
I'll tell you my sins and you can sharpen your knife
Offer me that deathless death
Good God, let me give you my life
Y bailo dando saltos entregándose a ese dolor a aquellas pasión que el alma desgarrada de Carlos podía ofrecer.
Y sus giros y cada paso dados eran por aquel, para ese chico un homenaje para el joven que fue consumido por la locura de su madre, cuyo dolor era tal que lo llevo a la muerte una muerte tan dolorosa, solitaria.
If I'm a pagan of the good times
My lover's the sunlight
To keep the Goddess on my side
She demands a sacrifice
Y cada vez que caía al suelo que su rostro denotaba aquel dolor, aquella carga pesada en su corazón hizo sobresaltar al público, porque ellos podían verlo, sentirlo, ver la agonía por la que ese chico en el escenario pasaban, ver la desesperación que emanaba de sus poros.
La desesperación por querer ser libre, el anhelo en su baile por dejar de estar bajo las garras de aquella mujer, Jay no podía dejar de mirar, ningún de ellos pues en aquel momento camerón contaba una historia, la que aquel chico cuya madre nunca amo, la de aquel que no pudo salvar.
To drain the whole sea
Get something shiny
Something meaty for the main course
That's a fine looking high horse
What you got in the stable?
We've a lot of starving faithful
Y ahí estaba nuevamente todo plasmado en aquel baile, los momentos en los que Cruella martirizaba al pobre niño, en los que les empujaban a los hombres extraños si así conseguía lo que deseaba, el cómo hundía su cigarro en su piel solo para divertirse, Cameron podía ver todos aquéllos fragmentos de la vida de aquél chico rompiéndose en pedazos.
That looks tasty
That looks plenty
This is hungry work
Cayo de su último salto agarrando su cabeza, caminando de espaldas como si el dolor fuera demasiado como si a desesperación al fin le hubiera alcanzado, podía ver a Jay, a Mal, a Evie a todos aquellos que trataron de brindarle un poca de luz, aquellos cuya ayudad no fue suficiente, porque esos niños igualmente rotos no pudieron hacer más.
Su mano tomo su hombro sacudiéndose con brusquedad se jalo a sí mismo al suelo, se tiro como miles de veces fue humillado, Cameron se retorció en el suelo entre recuerdos vacios llenos de dolor, de aquél niño en su pequeño colchón de bultos de aquel armario donde debía cuidar lo más valiosos para su madre mientras anhelaba por una luz, por una mirada de amor de aquella, por una salida, por incluso la muerte misma.
Take me to church
I'll worship like a dog at the shrine of your lies
I'll tell you my sins so you can sharpen your knife
Offer me my deathless death
Good God, let me give you my life
Se levando en sus rodillas en otra plegaria al cielo, el final de su dolor y cayó nuevamente cabizbajo sobre sus piernas en resignación como si al final no hubiera escapatoria, como si nada pudiera salvarle.
Angela miro el escenario, ahí donde Carlos bailaba de la forma más hermosa posible, en un movimiento se acercó a ella, a la orilla de los telones extendiendo una mano suplicante, ella se rompió, vio el dolor su en su rostro, toda la agonía por la que estaba pasando, y se sentido culpable, porque ella lo había empujado, porque fue ella quien realizo aquel solo con dolor, quien le obligo a revivir su tormento, porque todo ese baile gritaba el sufrimiento que un pobre niño había vivido, el martirio y suplicio de una pequeña vida, Angela lloro mientras su estudiante usaba todo ese dolor para ser el mejor, para darle vida a aquél solo, ella lloro en silencio asegurándose de disculparse adecuadamente.
No masters or kings
When the ritual begins
There is no sweeter innocence than our gentle sin
In the madness and soil of that sad earthly scene
Evie bajo la mirada, ella no pudo seguir mirando, no cuando era testigo de todo el dolor y estragos en la vida del niño que abandonaron, en aquel con el que no se esforzaron lo suficiente, Mal solo desvió la mirada un segundo en un par de ocasiones al darse cuenta que pudieron hacer algo, que si bien todos sufrían en aquella prisión ellos pudieron salvarle, ayudarle y no dejarle consumirse lentamente, ellos eran tan culpables como Cruella, por que ofrecieron algo que nunca dieron, por que prometieron dejare ser parte de su familia y le dieron la espalda cuando encontraron algo mejor, ellos habían dejado morir a su hermano, en el palco, donde los reyes observaban maravillados el baile, Ben se sintió aún más culpable, sintió todo ese dolor comprendió lo cruel que era la isla y por primera vez en la vida se juró que les ayudaría realmente y de todo corazón, se dijo que no permitiría que otros niños más pasaran por el mismo dolor que Carlos.
Only then I am human
Only then I am clean
Amen. Amen. Amen
El antiguo rey y reina solo miraron estupefactos, sintiendo el dolor, por primera vez en la vida, el gran rey Adam se sintió nuevamente como aquél príncipe estúpido que fue hechizado, porque con su grandiosa idea de mantener a todos los villanos en la isla solo había permitido que ellos se desquitaran con lo primero que encontraron, con los niños inocentes, con sus propios hijos donde al parecer había sacado sus frustraciones, incluso los otros miembros de la realeza se sintieron mal al apoyar aquélla idea, el hada madrina derramo lágrimas, Aladdin abraso a su esposa y Azis simplemente se sintió una vil basura por recordar su primer pensamiento al conocer a Carlos, todos en Auradon se sintieron enfermos por oponerse y rechazar a los niños que habían sido abusados por años por aquellos que debieron protegerles, sin saberlo Cameron con su danza hizo finalmente logro romper aquella brecha, derrumbo aquel muro que impedía que los ciudadanos de Auradon aceptaran a los niños de la isla, el dolor de Carlos había servido para algo después de todo.
Take me to church
I'll worship like a dog at the shrine of your lies
I'll tell you my sins so you can sharpen your knife
Pero se levantó, su cabeza en lo alto y volvió a girarse a un dar salto con renovadas energías, porque podía, porque ahora era aquél chico que tenía algo más que simplemente sobrevivir, porque no iba a dejar caer la memoria de Carlos, Cameron se levantó orgullosos dando giros y saltos, entre caídas negándose a dejarse vencer, negándose a volver a dejar y volvió a caer otra vez en derrota la de aquél chico que murió por simplemente rendirse en aquél baile Carlos se rendía volvió a caer con la cabeza agachada de rodillas aceptando el destino, aquella muerte cruel sin oponer resistencia.
Offer me my deathless death
Good God, let me give you my life.
Cuando la música se acabó, el silencio inundo la sala solo un momento, un segundo antes de estallar en aplausos, Cameron se levantó entonces el dolor aun palpable en su rostro y sin embargo sonrió, una triste y vacía sonrisa pues aquellos años de abuso habían sido demasiado incluso para él.
Fue el mejor número de la noche, el más gloriosos y sentimental si aquello hubiera sido una competencia no hay duda de que hubiese sido el ganador, pero ahora mientras corría al camerino, que su frente caía contra la pared lloro, sollozo en nombre de Carlos de todo ese dolor que sintió su corazón, porque ahí estaba la herida fresca como en el primer momento tomo lo que quedaba de su alma, el llamado de su nombre, del nombre de Carlos le hizo sobresaltarse.
Adán se acercó a él sin decir palabra, y palmeo su hombro dándole un minuto para acostumbrarse entonces le hablo, mención el tener que salir al escenario para agradecer los aplausos con toda la clase y menciono sus ojos llorosos.
Cameron asintió se acercó al espejo y limpio con un pañuelo los rastros de aquel dolor antes de ir a despedirse, porque Carlos se había rendido, ese niño se dejó consumir por el dolor por la agonía pero él no era Carlos, él iba a ser mejor, él iba a tomar aquella vida y darle un significado no solo por sí mismo sino por ese niño, por ese otro el que no tuvo la fortaleza para decir ya basta.
Salió de ahí para pararse en el escenario y recibir tordas las adulaciones con sus compañeros sonriendo más abiertamente, porque no iba a dejarse caer, no iba a rendirse, el tenia a Jay, a Mal, a Evie, incuso a Ben, pero sobre todo se aferró a su mismo a cumplir su objetivo, Cameron se encargaría de darle sentido a ese vida, que era tanto suya como de Carlos de vil.
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Cuando el telón al fin había descendido luego de la ovación que publico realizo todos los bailarines corrieron a cambiarse, Angela felicito a todos y cada uno de ellos por hacerlo perfecto a Cameron se limitó a abrazarlo y decirlo lo orgullosa que estaba de él, lo valiente que era pero sobre todo lo maravilloso que fue, Cameron sonrió gustoso aceptando aquel gesto, dejándose envolver por el calor de aquella mujer que simplemente le empujo para bien.
Azis por su parte salió corriendo nada más las luces del teatro habían sido encendidas, en sus manos un enorme ramo de rosas una costumbre ya llevaba, detrás de el su novia quien aún algo conmovida ni siquiera se enojó por ser ignorada en pos del chico.
- Carlos - llamo el príncipe en cuanto estuvo cerca del joven quien despidiéndose de Adán se acercó a él - rosas para la mejor bailarina – continuo entregando el enorme ramo de flores aquel que Cameron recibió rodando los ojos ante el tono de su voz - te presento a mis padres – y antes de que alguna respuesta sarcástica llegara del chico aquél príncipe se apresuró a señalar a sus padres aquellos que ya estaban detrás de Cameron - el sultán de Agrabah y la reina Jazmín.
- Tienes mucho talento – Aladdin coloco su mano en su hombro felicitándole con aquélla enorme sonrisa y bien Cameron pudo observar de donde había sacado Azis aquel aspecto porque si todos en Auradon parecían modelos de pasarela pero los reyes y reinas siempre estaban en la cúspide, incluso él, Aladdin el ex ladrón convertido en sultán y si Azis se iba a ver así cuando fuera mayor joder no podía esperar para que Jay creciera, después de todo Jafar era de Agrabah ¿no?
- Lo más hermoso que eh visto - la bella y hermosa reina Jazmín le sonreía, sus ojos aun parecían llorosos y con algo de miedo estiro su mano, aquella suave palma se posó en su mejilla acariciándole, ella había llorado, esa mujer había sentido el dolor de Carlos y ahora estaba ahí en un intento de reconfortarle.
- Gracias – respondió tomando aquella mano para tranquilizare, sonriendo de la manera más tranquila no queriendo poner más preocupación en aquella buena mujer.
- De Vil tienes suerte que fuera impresionante o te haría pagar por hacerme perder mi tiempo- por suerte para todos y para Cameron Jordán cansada de ser ignorada intervino rompiendo aquella tensión.
- Me alegra cumplir con tus expectativas – rio cambiando de mano las rosas porque enserio eran muy pesadas, Azis siempre exageraba solo para fastidiarle – no creí que vinieras realmente.
- No iba a perdérmelo tengo que ver a quien le regala rosas mi novio – y aquella chica dio un codazo demasiado fuerte a Azis que simplemente fingió gran dolor causando una gran risa entre los presentes.
- Descuida lo nuestro es carnal tú tienes su corazón – respondió sarcásticamente causando que Azis riera más fuerte pues realmente no esperaba que contestara de esa manera frente a sus padres - ahora si me disculpas iré a ver a mi novio que parece me trajo un ramo de rosas también con su permiso sus majestades – termino dando una inclinación con su cabeza a aquellos reyes que solo intentaban no reír al ver a su hijo ser sacudido por su novia por aquella broma.
Jay había tardado un poco más en salir de sus asientos, sobre todo porque Evie se había aferrado a su brazo aun sollozante culpable por lo que hicieron por Carlos, Mal trato de hacerla sentir mejor y Doug simplemente no sabía lo que estaba mal, poco tiempo después y luego que Ben se acercara a ellos con sus padres Evie ya estaba tranquila, Mal lista del brazo de su novio emprendió la búsqueda del chico entre el mar de gente que abrazaba y felicitaba a todos los bailarines, fue ella quien vio a Cameron hablando con Azis y sus padres por lo que de inmediato llamo a Jay y le empujo para ir a traer a su novio.
Un pequeño ramo de rosas en sus manos era todo lo que llevaba Jay, Cameron lo había hecho prometer que no llevaría ninguna, sabía bien que estaban en invierno y las rosas estaban carísimas, además desde que Azis solía darle rosas siempre llamándole “la mejor bailarina” se sentía como una burla, por lo que no quería rosas porque sabía que Azis le llevaría unas y estaba seguro de golpearle con el ramo a dicho príncipe, lo que hubiera hecho si no fuera por sus padres, en lugar de eso se aferró al ramo y lo guardaría para el día siguiente aventárselo en su cabeza por ser tan idiota, así que Jay no debía llevar rosas, no cuando eran muy caras y no cuando solo quería que lo fuera a ver, pero Jay era un buen novio, uno que recuperaba al amor de su vida desde otro universo y si tenía que gastar mucho dinero un jodidas rosas lo haría por que podía y quería hacerlo.
Así que ahí estaba viéndolo alejarse de Azis y compañía para acercarse a él, aquel chico le sonrió entonces camino un par de pasos, tal vez fueron dos o tres no recuerda muy bien pues en un segundo la brillante sonrisa de Cameron se desvaneció, solo escucho un grito, a Azis llamando el nombre de Carlos resonando entre la multitud, todo dejo de tener sentido, las voces se apagaron entonces, el pequeño ramo en sus manos cayó al suelo al mismo instante que Cameron.
- ¡¡¡Carlos!!!! – Azis aún estaba siendo zarandeado por su novia cuando lo vio, a espaldas de sus padres Carlos parecía tropezar entonces las rosas en sus manos cayeron y el niño se desmayó, Aladdin apenas si logro voltear y sostenerlo, evitar que golpeara al suelo, al minuto siguiente alguien más grito y aquel enorme ramo quedo pisoteado por todos aquellos que corrieron en dirección al chico.
- No – susurro bajito Jay luego de que Mal empujara su hombro para pasarlo y llegar a Cameron - no, no – y esta vez reacciono corriendo hasta donde Aladdin sostenía al niño desmayado – Carlos – llamo casi arrebatándoselo de brazos, el hombre mayor noto aquella preocupación y cuando su hijo asintió le dejo tomar a pecoso de sus manos - Cam – llamo sosteniéndole de los hombros, inclinándose para presionar sus mejillas juntas - Cameron no me hagas esto por favor no – volvió susurrar importándole poco que alguien le escuchara, ignorando los murmullos a su alrededor simplemente suplicando que aquella pesadilla no empezara otra vez - ¿Mal? – levanto la mirada para ver a esa chica buscando una respuesta algo que le dijera que no era lo que temía, pero aquella chica solo le miro impotente para después desviar la mirada - no otra vez, por favor no – suplico pues aquello era precisamente lo que pasaba, la maldición de Carlos, aquello que le había empujado a la muerte ahora iba por Cameron.
Jay no sabía si podía repetir aquella pesadilla una vez más.
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- Gracias a dios, tus padres no van a despedirme – una voz masculina en un acento totalmente texano le trajo de vuelta, la luz brillante pronto lastimo sus ojos.
- ¿Qué paso? – murmuro sintiéndose completamente mareado al intentar levantarse, pero algo no estaba bien, su voz era mucho más dulce de lo que esperaba.
- Zurich te empujo de las escaleras –aquella voz respondió enojada fue entonces cuando todo era claro, un chico pelirrojo miraba enojado a un pequeño niño de piel chocolatosa.
- Jess eso es mentira – frunció la nariz el niño en sus hombros una capa roja descansaba - Luka se desmayo estaba ahí parada y de repente cayo por las escaleras – explico señalando acusatoriamente en su dirección.
- Zurich fuiste demasiado lejos – y ahora otro chico completamente rubio dijo sin dejar de mirar su teléfono – arruinaste un vestido en perfectas condiciones.
Cameron se miró entonces sus piernas estaban descubiertas los pliegues arrugados de un vestido, pero cuando su mano intento tomar su cabeza donde el dolor era mayor se sorprendió de sentir unos mechones mucho más largos, regreso entonces la vista nuevamente a las personas del lugar, a los alrededores y con horror vio que no reconocía nada, bueno si pero no debería, pues frente a él estaba aquel departamento donde paso mucho tiempo, horas de trabajo y ese joven pelirrojo, el chico rubio, el niño de rizos negros en capa de súper héroe y una niña induh mirándole con preocupación, lo que le hizo reaccionar al fin fue ver como una enorme mujer dejaba una bandeja con vasos frente a la mesa para mirarle con fastidio fingido.
- Hurra ella está bien – dijo con sarcasmo y luego salió de escena.
Solo pudo pensar una cosa, Dorothi no estaba en Kansas.