Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

UN NUEVO Y CONOCIDO MUNDO por LILITH_HIWATARI

[Reviews - 65]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Notas: Aprovecho este espacio para hacerme publicidad a mí misma e invitarlos a leer mis otros fics, oneshot que igualmente público, gracias. 

Capítulo 22: La promesa del ayer.   

 

“La única anormalidad es la incapacidad de amar”-  Anais Nin

 

-          Ellos debieron sufrir mucho – en cuanto se sentaron en sus respectivas sillas para su merecido descanso de esa escena Cameron no perdió el tiempo de subir su pierna en la silla de su mejor amigo solo para molestar claro está.

-          ¿Quiénes? – ante aquella declaración Boo boo apenas si noto el pie intruso en su espacio - ¿de qué estamos hablando?- le miro confundido.

-          De Jay, Carlos, Evie y Mal, ¿de quién más idiota? – levanto las manos con dramatismo como si fuera bastante obvio.

-          Perdón estoy confundido – miro nuevamente a su amigo notando ahora si el intruso – hey quítate me ensucias – gruño empujando dicha  bota.

-          Piénsalo crecieron en una prisión, sus padres les empujaron a ser malvados tal vez de una forma no muy agradable – continuo hablando sin molestarse por ser bruscamente empujado -  ellos estaba tan hambrientos de amor que cuando alguien se los muestra cambiaron de bando- suspiro recordando a aquellos que solo vivieron en su mente durante su coma -  Ben les dio una oportunidad, una mejor vida y ellos le dieron la espalda a todo lo que eran.

-          Es solo un libro amigo – rodo los ojos aceptando el agua de la asisten que amablemente les entregaba una a ellos – gracias – sonrió a la chica para regresar la atención a Cameron que entrecerraba los ojos en su dirección.

-          ¿Y si fuera real?, si ellos – insistió agitando su botella en el aire -  acaso no sientes algo de pena por Jay, por Carlos unas  pieles viejas era más importante para su madre que él.

-          No – respondió quitado de la pena bebiendo su agua apenas si mirándole - me has oído no siento nada de pena por ellos – insistió cuando vio la réplica en el rostro de su amigo - ellos no eligieron el bien por bondad de su corazón lo hicieron para estar a salvo por razones totalmente egoístas – explico su razonamiento algo que parecía no convencer a Cameron -  Mal es una manipuladora, Evie demasiada llena de sí misma, Carlos demasiado pasivo soportando a su abusiva madre y Jay él es el peor de todos es un ladrón eso lo convierte en un mentiroso nada de fiar, si ellos existieran viviendo rodeados de  criminales debieron hacer cosas terribles para sobrevivir, aún deben seguir haciéndolo, ellos no eligieron el bien Cameron, se adaptaron y sobrevivieron, están conquistando el reino no para sus padres si no para ellos – continuo ante la mirada sorprendida del menor -  egoístamente buscando su final feliz.

-          Yo no lo creo – dijo dudoso -  Jay no es un mentiroso – apretó con más fuerza su botella.

-          Lo es – le miro haciendo girar la botella en sus manos – es de las personas que obtienen lo que quieren cuando lo quieren – se inclinó para estar más cerca del joven -  sin importar el costo.

-          Te odio – murmuro hundiéndose más en su silla comprendiendo su punto.

-          Me amas no lo niegues – sonrió socarrón causando solo que el pecoso le empujada con su pierna desde su silla.

 

Ellos pronto cambiaron de tema Cameron no quiso seguir preguntando, porque él había conocido un Jay diferente, porque su cerebro creo aun chico necesitado de ayuda, no porque él solo había creído lo que quería negándose a ver lo que realmente seria de ese joven en la vida real, ahora tras escuchar  aquella conversación, tras ver la poca reacción de Jay a su distanciamiento empezó a creer.

 

Todos ellos crecieron en un mundo donde las mentiras eran comprensibles para obtener lo deseado, eran ladrones, mentirosos, incluso asesinos, después de todo cuando Carlos se volvió inservible simplemente lo sustituyeron.

 

Booboo tenía razón ellos no eran de fiar.

 

****************************

 

Jay entro de mala gana  a la habitación  creía que Mal estaría en la biblioteca, en la sección reservada de donde no había salido desde que llegaron a la escuela, aquella chica estaba completamente determinada a descubrir por qué diablos Cameron empezaba a desmayarse como Carlos y lo más importante porque el  hechizo traía a otras versiones de este sin poder controlarlo, en fin cuando Cameron despertó luego de horas de frustración, porque el hechizo no funcionaba y al parecer debían dejar pasar unas horas para que  la vida o energía robada se estrechara y pudiera ser tomada.

 

Así que habían pasado la navidad  tranquilos, Mal aseguro que al haber absorbido tanta energía Cameron no se desmayaría en al menos unos meses, así como con Carlos sabían que tardaría un poco en volver a caer, por eso dejaron pasar la navidad sin pensar en lo que fuera que estuviera pasando, pero nada más regresaron a la escuela Mal corrió a la biblioteca, cada minuto libre esta chica a veces con Evie se la pasaban investigando que clase de maldición era esa, aquella que seguía drenando energía vital aun ante la muerte del portador.

 

-          Más vale que sea importante porque interrumpiste – entonces Jay estaba molesto, estaba a punto de anotar con su novio luego de semanas, casi meses  sin sexo estaba un poco estresado - ¿qué hace él  aquí? – su mal humor aumento cuando vio como Ben estaba cómodamente acomodado en una silla leyendo uno de los libros de hechizos de Mal, como si el perteneciera ahí.

-          Bueno Jay ya que se trata de mi reino  - levanto la vista cerrando el libro de golpe, él tampoco estaba muy feliz, no cuando el último problema que parecía solucionada empezaba a repetirse - creo que debería estar al tanto de cuándo y para que usan magia negra.

-          Mal – gruño Jay apretando las manos en un puño mirando con los ojos hechos rendijas a Ben, si Jay fuera una cobra completamente estaría preparándose para morderle el cuello y enterrar su veneno.

-          Cállate Jay, Ben tiene razón – la chica reprimió las ganas de a ventar su libro a la cara del joven que amenazaba a su novio, no quería admitirlo pero Ben necesitaba estar ahí.

-          Me agradabas más cuando eras “bueno”- rodo los ojos cruzándose de brazos y recargándose en la pared pues recordaba que Ben después de todo callo cuando decidieron quedarse con Cameron.

-          Aun lo soy, pero no soy estúpido eh estado intentando cubrir este desastre – ahora fue el rey quien rodo los ojos.

-          No has hecho nada – replico Jay.

-          He estado cubriendo a Camero cuando empezó con su extraño comportamiento – Ben molesto se levantó de la silla, estaba harto de Jay no lo soportaba atacándole cuando estaba ayudando desde el principio -  a Carlos con la desaparición de Manchas, ¿crees que el seguiría  aquí por eso?

-          ¿Es una amenaza? –Jay nuevamente se paró frente a Ben toda la tensión se reunió frente a esos dos jóvenes que buscaban superar al otro.

-          Más bien una advertencia Jay – Ben sonrió ganador - este es MI REINO – enfatizo la palabra - yo soy quien decide quien  viene, quien se queda y por supuesto quien se va – termino en un tono que dejaba claro que era una amenaza tal vez no tanto para Cameron sino más bien para Jay.

-          Creí que era Mal – sonrió de igual manera el árabe recordándole todos los rumores sobre ser la marioneta del hada.

-          No creo que realmente quieras que Cameron vaya a la isla  con Cruella – y Ben se cruzó de brazos totalmente creído.

-          El no hizo nada.

-          Pero Carlos si y alguien tiene que pagar por ello – sentencio a lo que Jay solo apretó los puños y la mandíbula recordando que si, efectivamente Ben podía mandar a Cameron son un simple ademán a la isla, enviar a un inocente solo porque quisiera -  otra cosa deja de robar se está volviendo muy obvio   - termino mucho más engreído al ver como Jay realmente retrocedía, al saberse ganador de ese encuentro y dejarle claro que era él quien mandaba en ese lugar.

-          Bueno niñas van a  dejar de jalar sus coletas tenemos algo más importante – Mal se cansó de ver a esos chicos pelear, de hecho solo dejo que continuaran curiosa de saber cómo irían las cosas.

-          ¿Dime que tienes buenas noticias Mal? – Jay dejo de mirar a Ben para centrarse en Mal que solo revisaba su propio libro de hechizos.

-          No – gruño frustrada - no sé cómo lo logro mi madre pero – soltó un suspiro - la maldición de Carlos está afectándole, es por eso que se desvaneció y despertó en otro universo.

-          ¿No jodas enserio? – ese fue Jay con sarcasmo.

-          Dijiste que terminaba con Carlos – Evie ignoro el mal genio de Jay hablando entonces.

-          Maléfica dreno toda su energía pero ahora va por Cam – explico.

-          ¿Por qué?

-          Él ha tomado el lugar de Carlos, su vida, su nombre, lo último de su esencia, Cameron es solo el reemplazó de Carlos en este mundo – sentencio Mal con total tranquilidad.

-          ¿No hay nada que podamos hacer? – ese fue Ben preocupado.

-          Yo no dije eso, eh estado replicando el hechizo para despertarlo la última vez, pero seguirá  viajando a otros mundos – continuo – es cuando otro tomara su lugar  y….

-          Cameron será reemplazado por otro como  fue Carlos, así de simple – Evie gruño frustrada por que ahora tenía que perder a su nuevo amigo, todo por culpa de Maléfica.

-          Si, a menos que vuelva a traerlo de vuelta, la energía, la nueva vida que el hechizo busca debe  enlazarse al cuerpo de Cam – continuo explicando – horas, días, lo necesario entonces tengo que traerlo otra vez.

-          Entonces hazlo – Jay sentencio confundido no viendo el problema a eso.

-          No es tan fácil – gruño Mal en su dirección -  seguirá desvaneciéndose y yo no sé si podre traerlo de vuelta siempre – cerro los ojos llena de frustración – no sé cómo serán los otros mundos, podían ser inofensivos o mucho más peligrosos que la isla, si Cam muere en uno de ellos entonces no regresara – miro fijamente a Jay – es demasiado riesgoso.

-          Que pasara si no lo haces, si dejamos de intentarlo – Ben pregunto no le veía el problema, Cameron ya tenía energía nueva, lo que tal vez le había costado la vida a la chica de ese otro universo pero bueno eso no le importaba ahora.

-          Su energía seguirá drenándose  y entonces – miro a su novio - Camero va a morir – termino causando que un gran pesado silencio callera en la habitación.

 

Jay no podía creerlo él iba a perder a Cameron, a la única persona que realmente empezaba a valorar, Mal lo noto, sintió su malestar tentada a tocar a su mejor amigo.

 

-          No dejaremos que eso pase- fue Ben quien hablo rompiendo el silencio – Cameron es nuestra familia ahora –miro fijamente a los chicos – si esto vuelve a pasar lo traeremos de vuelta otra vez.

-          ¿Ben? – Mal le miro confundida al ver como su novio aun sabiendo lo que eso significaba, las vidas que tomarían no dejarían a Cam.

-          Las veces que sean necesario – asintió Jay agradeciendo a Ben con una mirada.

Y ya más tranquilos todos formaron un plan de contingencia, cuándo Cameron se desmayara, cuando necesitara energía de nuevo lo dejarían dormir, traerían a esa otra alma manteniéndola inconsciente hasta que pudieran tomar su vida y darla a Cameron, mucho más tranquilo Jay regreso a su habitación donde esperaba poder continuar con lo que dejo pendiente.

 

El solo quería que todo siguiera igual, ellos, su familia y Cameron.

 

Estaba siendo egoísta, todos lo eran, esa era su naturaleza.

 

***************************

Las cosas siguieron igual desde que escucho aquella conversación de hecho se sorprendió que Jay no intentara meterle mano luego de ser interrumpidos, más aun cuando él fue quien inicio todo, los chicos aún seguían llamándole C o Babe en el caso de Jay y solo tal vez solo iba a  olvidar esa conversación cuando aquello paso, de nuevo aquellas palabras no eran para él, pero parecía como si de alguna forma el universo se había confabulado para hacerle miserable, el karma por abandonar a su familia por un chico tal vez.

 

Fue ese nombre nuevamente, Jay empujo a un chico detrás de un edificio justo antes de que él pudiera girar para evitarle, era uno de los gemelos Gastón tal vez, no le veía bien desde donde estaba, lo que sí pudo escuchar fueron esas palabras, Jay le amenazaba, gruñía frente al joven que lo dejara de acosar, Cameron ni siquiera sabía que estaba siendo acosado cuando aquel calor se extendió por su pecho, cuando la ilusión de que Jay se preocupaba nuevamente por él se iluminaba, entonces todo tenía que arruinarse.

 

“Carlos es mío, me pertenece Segundo, así que aléjate de él”

 

Fueron las palabras exactas de Jay, las ultimas con las que termino para golpear el estómago del joven que se deslizo por el muro dolido, fue el nombre lo que precisamente le hizo recordad todo una vez más, Jay se refería siempre como su novio, ante cada persona nueva él lo llamaba su novio, o C, el jamás usaba Carlos, nunca, jamás, o al menos eso creía, el árabe le había prometido que no veía al pecoso en él y sin embargo en ese momento Cameron sintió un nudo en la garganta, porque Jay se había referido a Carlos y no a su novio, no a él.

 

Porque   era solo una posesión, porque al igual que Carlos lo fue solo era un  objeto perteneciente a Jay, debió saberlo, entenderlo la primera vez que Jay lo empujo contra una pared y amenazarlo al creerse engañado con Azis, solo era eso, no una persona, no su novio, para Jay y todos los de la isla, para aquellos que al igual que él habían crecido en el mismo nefasto lugar solo era un posesión.

 

Era estúpido se suponía que para todos él era Carlos de Vil y sin embargo el verse nuevamente con el disfraz, sus rizos decolorados, sus dientes afilados, el estúpido estilo que incluso abrazo, todo para cubrir su fachada de ser alguien más y sin embargo en ese momento solo podía sentir como todo eso fue para beneficio de ellos, de Jay, de los chicos que estaban bien con cualquiera que pudiera remplazar a De Vil.

 

 

-          Deja de jugar con tu comida y come C – Evie le llamo la atención desde el otro lado de la mesa donde parecía tan  feliz con Doug.

-          No tengo mucha hambre – suspiro Cameron empujando la comida dentro de su plato, había perdido el apetito las palabras, las voces en su cabeza no dejaban de recordarle esa sensación.

-          Creí ya haber pasado por esto – gruño Mal empujando la bandeja que el chico alejo – come – le miró fijamente  – ¡AHORA! – ordeno tan amenazante que hasta Doug sintió miedo.

-          Estoy bien – rodo los ojos, claro que Mal y todos pensarían que seguía preocupado por su peso, eso ya era historia pasada – solo no tengo hambre – dejo caer sus hombros pensando en levantarse.

-          ¡Solo comete la comida maldita sea o voy a empujarla por tu garganta!- aquel grito sorprendió a todos en la mesa Evie dejo caer su mano con fuerza para hacer su punto mirando fijamente a Cameron, sus ojos sangrando en rojo  llenos de ira molesta por su comportamiento.

-          ¡Vete a la mierda! – Eso fue aún más sorprendente Cameron aventó la bandeja tirando toda la comida para después salir de ahí siendo más rápido que Jay al intentar detenerlo.

-          Iré por unas servilletas – de inmediato Doug corrió a buscar con que limpiar pues aquél desastre había caído justo frente a la princesa que parecía asesina.

-          ¿Qué rayos Evie? – Mal la miro fijamente frunciendo la nariz reprimiéndola por su absurdo comportamiento – ¿eso era necesario?

-          No – suspiro la princesa bajando sus hombros – no puedo pasar por esto otra vez Mal – susurro todo indicio de ira se había evaporado, Mal comprendió entonces  la razón por el estallido de Evie- no podemos perderlo – apretó con fuerza sus manos.

-          Él no es Carlos – Mal volvió a hablo – no dejare que eso pase – tomo entonces su mano entre lazando sus dedos para darle confort todo ante la mirada de Ben, Jay había corrido detrás de Cameron sin resultado alguno, Doug regreso con las servilletas y en silencio comieron su almuerzo.

 

Cameron no dijo nada ese día, perdió a Jay entre los pasillos ocultándose y llego hasta aquel ventanal para pensar, cuando llego a la habitación se mantuvo en silencio dejo que Jay le abrazara como todas las noches, se dejó envolver por aquella mentira  queriendo creerle, dejo que sus miedos le carcomieran la razón.

 

-           Jay – se animó a hablar aquella tarde -  ¿qué es lo que soy? – susurro con miedo a la respuesta - ¿que soy para ti? – termino con mucha más fuerza a él joven que minutos antes estaba listo para salir a correr pero fue detenido por el pronóstico de la nevada.

-          No entiendo tu pregunta – Jay le miro levantando una ceja en su dirección.

-          Soy su remplazo –pidió ansioso de una respuesta -  soy eso, otro al que puedas usar hasta quebrarlo, una posesión.

-          Cameron no se dé donde sacaste esa tontería – Jay se limitó a rodar los ojos volviendo su atención a su teléfono restándole importancia estaba mucho más concentrado en el hecho de que no podría salir a correr como era su costumbre debido a la jodida nevada.

-          Lo escuche, decir que solo era su reemplazo – los puños de Cameron se apretaron con fuerza a sus costados al ver la poca atención de Jay -  alguien que   tomo su lugar en este mundo, en sus vidas, que cualquier otro podía tomar mi lugar como yo hice con él – soltó alzando demasiado la voz ganando toda su atención del otro chico de inmediato.

-          Cam- llamo con suavidad mirándole entre confundido y sorprendió porque él jamás debía enterarse de eso - eso no fue lo que quisimos decir, escucha tú no eres el, ok siempre serás…

-          ¿Un buen chico?  - le interrumpió las memorias de aquéllos recuerdos aun frescas ante sus ojos - Eso es lo que ibas a decir, ¿es lo mismo que le decías él?

-          No – negó de inmediato acercándose al joven tirando su teléfono.

-          Te vi – se apartó para evitar que Jay le tomara -  vi todos sus jodidos recuerdos, le hiciste creer que lo querías y solo lo usaste  para tu retorcido beneficio – soltó levantando la mirada ni siquiera recordaba haberla bajado -  todos siempre lo usaron – escupió las palabras con rabia -  Carlos sufría,  pidió ayuda y nadie nunca le miro – volvió a alejarse cuando vio nuevamente que Jay se acercaba -  ni tú, ni Mal, ni Evie, ¡ustedes solo quieren un jodido reemplazo! – estallo agitando las manos sobre su cabeza.

-          Eso no es verdad te necesitamos a ti a Cameron – el volvió a acercase deteniéndose al notar cómo era nuevamente esquivado rompiéndole el corazón -    lo intentamos, salvarlo hacerlo libre pero el simplemente…

-          No intentaron lo suficiente  - Cameron le miro con reproche y por un momento Jay casi podía ver a Carlos atreves de él culpándole - y ahora tratan de remendar su error conmigo.

-          Tú no eres su reemplazo – dijo con firmeza mirándole fijamente.

-          ¿Entonces porque me siento como uno? – volvió a pedir suplicante.

 

Mas  aquello dejo a Jay sin palabras, porque en parte tenía razón, él había empezado como un remplazo, cuando Jay descubrió que este no era Carlos solo era algo con que divertirse, una distracción inofensiva, algo nuevo y emocionante que le retaba, un ser al que someter, una mejora al sumiso de Carlos, todos ellos le habían dejado quedarse, lo mantuvieron porque era conveniente, en otras palabras un sustituto de Carlos.

 

Cameron estaba esperando una negativa, algo, lo que fuera para seguir aferrándose a la esperanza de que realmente estaba siendo amado y no solo era algo conveniente, una pieza en el mundo perfecto de esos niños para mantener su burbuja de felicidad, pero al solo obtener silencio no pudo sopórtalo más, no cuando ya había obtenido su respuesta.

 

-          Te amo – Jay finalmente hablo recordando como si, eso había empezado como una simple casualidad, algo conveniente pero había evolucionado al amor, uno real.

-          No – Pero para ese chico ya era muy tarde - no sé si pueda creerte,  no ahora, no después de esto.

-          Debes hacerlo porque es la verdad jamás eh amado tanto a nadie en mi vida como a ti – insistió.

-          Es difícil de creer – Cameron cerró los ojos suspirando con suavidad - considerando que  no sabes amar – término de la manera más fría posible – ninguno de ustedes pueden.

-          Cameron –Llamo nuevamente con la voz destrozada, aquello había dolió se sintió como un golpe directo contra su pecho.

-          No – volvió a detener cualquier palabra  que saliera de sus labios - simplemente no puedo, ni siquiera sé si yo te amo – declaro sin saber que aquellas palabras estrujaban el corazón de Jay -  si te amé alguna vez, si todo esto es parte de algún hechizo ustedes parecen saber mucho sobre eso después de todo – cerro los ojos dejando caer finalmente un par de lágrimas ante esto.

 

Jay levanto su mirada de inmediato, las palabras de Cameron lo habían hecho sentir miserable, pero ver a ese chico llorar, verle derramar lágrimas por su culpa fue aun mil veces peor, fue peor que sentir los latigazos de su padre en las noches de la isla, fue peor que cuando quedó atrapado al robarle a garfio y este casi le arranca las entrañas, fue mucho peor que cuando casi lo ve morir, porque esta vez fue él quien le causo tanto daño cuando prometió nunca más hacerlo.

 

Ni siquiera lo pensó dos veces, culpable se acercó el par de pasos que los separaban y aun que Cameron se preparó para ser tocado, para cualquier contacto que Jay tuviera para el este nunca llego, Jay se limitó a levantar una mano aquella que puso frente a sus ojos llorosos y extendió el pendiente que mantenía siempre en su oreja.

 

-          ¿Qué es eso? – pregunto confuso pues eso jamás se lo esperaba, no algo que parecía tan extraño a esa situación.

-          Te prometí  - Jay entonces tomo su mano para dejar entre estas el pendiente de la cobra  - que si te lastimaba yo mismo me arrancaría el corazón – dijo cada palabra con verdadero dolor - tómalo es tuyo, siempre lo fue Cameron – y sin esperar se fue de ahí, dio media vuelta y salió por la puerta dispuesto a caminar debajo de la tormenta de nieve si eso le hacía olvidar aquel dolor en su pecho.

 

Cameron se quedó ahí mirando la puerta por donde Jay se había marchado, el pendiente que había dejado en su palma y gruño de frustración, gruño molesto lleno de ira, al ver como todo aquello no importaba para Jay, al sentirse burlado por aquel chico que empujaba esa baratija a sus manos como si fuera su más valioso tesoro cuando solamente era un accesorio estúpido, lo aventó entonces por la habitación, le importo poco donde cayera el simplemente lo arrojo con fuerza para dejarse caer  en el suelo y llorar con frustración.

 

Él no sabía que efectivamente ese era el más grande tesoro del mejor ladrón de la isla, una baratija sin valor.

********************

 

Ellos no se habían visto esa  noche,  en cuanto Jay cruzo la puerta la mañana siguiente ambos se ignoraron Cameron no pregunto dónde había pasado la noche, no le importaba si fue con las chicas o tal vez en la cama de alguien más, cualquiera era bueno para Jay después de todo, se obligó a tragarse el nudo en su garganta al verse ignorado por el árabe, esto duro  toda la mañana, ni siquiera se vieron en el desayuno pues Cameron se lo salto, fue en la comida cuando todo se desato o al menos inicio.

 

Mal le miraba desde lo lejos avanzando hacia el de la forma más aterradoramente posible, casi podía ver las escamas negras cubriendo su rostro, cuando de la nada Jay la intercepto, la tomo del brazo y le alejo con una simple mirada, esa tarde Cameron fue a comer con sus compañeros de danza.

 

Esa tarde después de su práctica, una práctica muy agotadora por parte de su profesora Jay estaba ahí, afuera como siempre, sus compañeros no tardaron en despedirse de él, Adán guiñándole un ojo y señalando a su “novio” en la puerta y tal vez menciono algo de no deshonrar el estudio de danza, solo lo ignoro, se quedó hasta tarde practicando alargando su sesión incluso más allá de lo normal esperando que Jay se cansara de esperarlo y se marchara, no fue así, fiel a su papel de novio Jay estaba en la puerta esperando por el enfundado en uno de eso suéteres, gruñendo de mal humor por el frio y definitivamente siendo el persistente cabeza hueca que era.

 

No podía evitarle, no para siempre, realmente quiso hacerlo pero de nuevo esa era la única puerta disponible, su profesora cerraba la otra antes de ir y el forzosamente tenía que salir por esta, de mal humor tomo su chaqueta así como su mochila y avanzo a la salida, nada más paso por la puerta Jay empezó a seguirle.

 

Caminaron en silencio por un buen rato, Jay con la mirada al frente y Cameron lanzando pequeñas y discretas miradas en su dirección, se estaba congelando, no sabía si el hechizo de Mal se debilitaba o algo por que aquel joven parecía casi temblar con los dientes apretados por el frio, podía ver la puntas de sus orejas totalmente rojas por el frio, Jay entonces saco una gorrita de entre sus bolsillos y se la puso, lo noto entonces se había cortado el cabello.

 

Había pasado la noche con Mal entonces, ella era la única a la que dejaba acercarse tanto para rapar  el costado de su cabeza, lo odiaba, ese estúpido corte de cabello, lo detestaba no porque se viera mal si no porque lo hacía lucir como un delincuente,   no le importa Cameron siempre miro a Jay como la persona perfecta, todo en él era muy atractivo y su corte le hacía lucir rebelde y completamente sexy pero lo odiaba, lo detestaba porque cuando la gente veía a Jay solo veía a un delincuente, porque cuando entraban a una tienda y en empleado miraba a ese chico con percis y en cuero lo vigilaban como si fuera a robar en cualquier descuido, lo odiaba porque todos miraban a Jay como basura, algo que definitivamente no era.

 

Cuando al fin salieron del edificio el frio helado le calo los huesos, ni siquiera se había cambiado, llevaba su chaqueta pero era tan delgada que apenas si le cubría, se suponía de debía usarla con dos camisas totalmente calientes debajo de ella y sin embargo en su apuro olvido cambiarse, pronto sus hombros estuvieron calientes pues una chaquete mucho más abrigadora cayó en estos, Jay  noto el estremecimiento de Cameron y sin decir nada saco su chaqueta y la coloco en sus hombros, ese chico volvía a despojarse de algo solo para protegerle, porque, ¿por culpa?   

 

-          ¿No sé qué es lo que quieres de mí? – Cameron se detuvo para encararle sin importarle que el frio le helara las piernas, solo quería respuestas.

-          Una oportunidad – Jay le miro completamente vulnerable algo que casi lo hace ceder.

-          ¿Para qué? – cuestiono enarcando una ceja - ¿para qué mientas? – escupió viendo como Jay se estremecía ante cada palabra - ¿me engañes?,  ¿o vas a usar un hechizo en mí?, ¿es eso? – acuso.

-          Yo jamás –  el rostro de Jay se deformo en uno de horror ante aquellas palabras, pues no imagino que Cameron lo creería capas de eso.

-          No – le detuvo nuevamente - simplemente no – empezó a quitarse la chaqueta - esto fue un error,  venir aquí – empujo dicha prenda a Jay - tú.

-          Cameron -  la voz de Jay parecía completamente rota.

-          Debí quedarme en casa – término en un susurro  aferrándose a la correa de su mochila para salir de ahí, dejando a ese niño nuevamente bajo la nieve con el corazón roto.

 

********************

Un par de días pasaron Cameron siguió alejado de ellos, algo que   extrañamente Evie no noto  pues se encontraba en una burbuja de amor con Doug, hace dos noches   la había visto, había pasado su primera noche juntos y ella al fin le había mostrado todo, las cicatrices incluidas,  al principio tuvo miedo, demasiado el rechazo latente ante los ojos del chico le hicieron retroceder pero Doug solo sonrió y la llamo hermosa, ella termino aferrada toda la noche al joven que no dejo de decirle cuan hermosa era y cuanto la amaba, así que disculparan que estuviera ajena a todo el drama que se desarrollaba en sus narices.

 

Ben por otro lado, el monarca estaba molesto se suponía que Cameron le traería felicidad a esos chicos, a Mal y ahora  ella estaba completamente irritable, apenas si le hablaba y lo que era peor Jay se había pegado a ella como una lapa, pasaban largas horas solos en su habitación y definitivamente dormían juntos, solo esperaba que no fuera esa clase de dormir donde involucrara sexo porque entonces si enviaría de vuelta a la isla a Jay, así que le importaba poco usar su poder para quitar a su rival pero sabía que Mal lo odiaría, así que iría por el plan B, hacer que estos dos se reconciliaran para que dejaran nuevamente a Mal sola y ella le diera su atención, lo malo nadie le decía nada, Mal solo negaba, Evie inmersa en su mundo al igual que Doug mirándose con ojos de amor y Jay él ni siquiera lo soportaba, así que bueno tuvo que descubrir por otras fuentes que era lo que estaba mal y cuando lo descubrió bueno sacrificaría su hermoso espejo si era preciso.

 

Unas horas después de un viaje rápido al castillo Ben entro al dormitorio de Cameron donde este tirado sobre la cama con un libro en su rostro fingía estudiar.

 

-          Si estás aquí para decirme que Jay no es un mal chico pierdes tu tiempo Ben – empezó el chico sin  moverse de su lugar después el saludo de Ben sospechando sus intenciones.

-          Te traigo esto realmente – Ben no se iba a dar por vencido se acercó a la cama para sentarse en una orilla, viendo como Cameron se levantaba al fin con algo de curiosidad.

-          Un espejo – enarco una ceja al ver el objeto entre sus manos.

-          Es el espejo mágico de mi padre – explico notando como los ojos de Cameron se llenaban de esperanza -  no eh comprobado pero tal vez puedas ver a tu familia- dijo pues no sabía si la magia del espejo se extendería a otras dimensiones.

-          Déjame ver a mis padres- pidió tras un largo suspiro, ahogando un gemido al ver efectivamente a su familia, paso sus dedos con suavidad ante la imagen de su madre que intentaba cortar verduras junto a su padre, de pronto ella se derrumbó, la mujer soltó el afilado utensilio para empezar a llorar con fuerza llamando a su hijo, al niño perdido que nunca volvería.

-          Se ven bien – dijo sin realmente malicia antes de que la mujer soltara a llorar.

-          Se ven tristes, sé que yo morí ahí pero – suspiro el sintiéndose mal por ser el causante del dolor en su madre - les eh causado tanto dolor y ahora no puedo regresar, tal vez todo esto fue error  nunca debí venir Jay estaría bien con cualquiera – termino  bajando más el espejo para no seguir viendo a sus padres en su dolor, Ben entendió entonces  la razón porque esos chicos peleaban, las dudas, los celos que entendía muy bien.

-          Espiaba a Mal antes de traerla – confeso - con el espejo.

-          ¿Creí que la soñaste?- Cameron no entendía a que se debía ese repentino cambio de tema pero si le confundió.

-          Lo hice pero durante dos años la espíe con el espejo, así es como sabía todo sobre ella, o sobre los demás, la única razón por la que se me ocurrió esta tonta proclama fue para traer a Mal – continuo total ya no importaba -  ni siquiera me importaban Jay y los otros, ni siquiera me agradaba Jay estaba todo el tiempo con Mal y yo.

-          Estabas celoso – enarco una ceja.

-          Si – admitió de mala gana.

-          Eso no es muy bueno de tu parte – señalo lo obvio.

-          Todos asumen cosas sobre ti sin ser ciertas Cameron – dijo totalmente serio -  lo que intento decir es que el amor te hace hacer tonterías, locuras que parecen no ser muy buenas – Cameron ya estaba empezando a ver el punto de aquella confesión - yo traje a todos solo para tener a Mal contenta y ganarme su favor, cuando me hechizo con la galleta lo sabía y sin embargo la deje porque me haría todo más fácil – sonrió al recordar su alivio ante eso – no sé exactamente que paso pero Jay te ama – continuo notando como una mueca en el rostro del chico aparecía -  él literalmente cruzo un universo por ti, cuando se enteró de que no eras Carlos ni siquiera pensó en recupéralo pero en cuanto desapareciste desesperado busco ayuda  de Mal, si eso no es amor entonces no sé qué es.

-           Sigue diciendo eso pero – apretó el espejo entre sus manos - ¿y si esto no es real? – levanto la mirada para verle -  hablo de lo que estoy sintiendo, Jay empezó esto por juego y todo me confundió tanto – su mirada se llenó de confusión - que tal si es solo una reacción al viaje o un hechizo, antes de Jay nunca había notado a otro chico de esa manera, cuando regrese a mi universo empecé a enamorarme de Boo  boo – continuo mirando el espejo sin notar como este ahora mostraba una imagen de este al interpretar sus palabras como una orden.

-          El actor –frunció la nariz al notar como Cameron pasaba los dedos sobre el rostro de aquel joven que se veía de igual manera abatido no gustándole nada el rumbo que llevaba la conversación -   pero no entiendo que es lo que dices, él no te ha hechizado – empujo el espejo para que Cameron no siguiera viendo a dicho chico en él.

-          Si pero estaba en el cuerpo de Carlos ¿y si todo lo que sentía por Jay era simplemente por Carlos? – giro entonces el espejo en sus manos poniéndole boca abajo en sus rodillas -  estaba en su cuerpo, tenía sus cicatrices tal vez sus sentimientos eran los de Carlos y yo de alguna forma me vi afectado por eso.

-          ¿Ya no lo amas? – Ben fue directamente al punto.

-          Lo hago - asintió sin dudarlo -  ese es el problema porque es posible que quedara tan acostumbrado,  que me encantara la sensación de estarlo que ahora simplemente estoy con Jay por simple comodidad, no era gay antes de Jay y solo siento que tal vez esto no viene de mí – termino en un suspiro.

-          ¿Crees que es un hechizo o una fase que se desvanecerá? – dijo el monarca con incredulidad pues aquel chico realmente lo pensó pues había desviado su mirada avergonzado, rodando los ojos y recordándose porque lo hacía tomo una decisión, levanto el rostro de Cameron con una mano y sin darle tiempo lo beso, le dio el beso más espectacular que hubiera dado nunca, le beso como hacía con Audrey, como hacía con Mal, le dio un beso tan deleitante que aturdió por completo los sentidos del pecoso  – ¿y bien?

-          Diablos soy Gay -  Respondió  con los ojos cerrados pues fue uno de los mejores besos de su vida, si Jay besaba bien con Ben fue simplemente diferente y en el buen sentido, y tal vez era Gay porque de los tres chicos que había besado todos se sentían bien, si incluso el que le dio a Boo boo y fue un total desastre, pero se sintió fenomenal algo que no podía decir de todas las chicas que había besado por lo que tal vez era gay y entonces sin darle tiempo a seguir divagando Ben volvió a besarle solo que esta vez  su otra mano se aferró a su cadera y wow buscaba colarse bajo sus ropas – Ben – le empujo con suavidad porque si besaba bien, pero también era el rey y no quería entrar en problemas -  Ben basta – algo que parecía no importarle pues Ben ya estaba besando su cuello y nope su mano definitivamente no debería estar tan cerca de su trasero – no… ¡Para! – grito empujándole ahora si con todas sus fuerzas importándole poco hacerlo enojar.

-          Ahí tienes tu respuesta – Ben no parecía molesto de hecho sonreía -  no es que seas Gay o no Cameron, si te pidiera tener sexo ahora ¿aceptarías? –dijo totalmente en calma.

-          Claro que no – respondió de inmediato alejándose como una virgen asustada hasta la otra esquina de la cama - eres apuesto pero estas con Mal y yo no podría porque…

-          Por qué amas a Jay, es así de simple – Ben parecía demasiado divertido con la situación - puede que esto comenzara como una actuación, el fingir entre ambos pero te garantizo que se volvió real, puedes aceptarlo y ser feliz o vivir desdichado dudando – no se dio cuenta en que momento Ben  nuevamente se acercó a él, simplemente volvió a sostener su rostro y sonreírle con dulzura -  Cameron eres simplemente hermoso, un gran besador y definitivamente si algún día Mal decide botarme y tu estas disponible iría por ti pero tienes que aprender a aceptar lo bueno – coloco uno de sus rizos rebeldes detrás de su oreja en un gesto totalmente principesco -  no solo por tu bien, Jay es mucho mejor cuando está contigo y si tú se lo pides se alejaría de ti para que fueras feliz – tomo sus manos - pero no creo que eso sea buena idea.

-          Creo que realmente lo amo – susurro tras desviar la mirada de la intensa de Ben.

-          Eso creí – le sonrió nuevamente el monarca dejando caer sus manos - no le menciones lo del beso quieres – dijo inocente levantando el espejo que había caído al suelo en algún momento.

-          ¿Ni siquiera a Mal? – pregunto inocente.

-          Debo decirle no puedo tener secretos a mi futura reina – hablo estoicamente.

-          Estoy bien muerto –respondió con una pequeña sonrisa.

-          Le agradas, además fue por una buena causa, ella puede besar a Jay si eso le hace sentir mejor – dijo entre una mueca totalmente no muy convencido pero totalmente en broma.

-          Entonces estaríamos muertos los dos – suspiro - Mal es  grandiosa – admitió, después de todo le había sacado de ese horrible hospital.

-          Si lo es.

-          Y te tiene comiendo de la palma de su mano – señalo lo obvio.

-          Tal vez – sonrió al chico que ya le entregaba el espejo – consérvalo – dijo dispuesto a sacrificar su preciado objeto -   al menos podrás ver a tu familia siempre que lo necesites.

-          Gracias – más Cameron solo tomo la mano del rey y dejo el espejo ahí -pero  este es mi hogar ahora.

 

Ben se despidió entonces dejando justo a tiempo de que Jay entrara por esa puerta, Cameron iba a decir algo cualquier cosa al notar la mirada dolida del joven, pero entonces este tomo  solo su chaqueta y salió de ahí tan rápido que hizo enojar a Cameron.

 

Aún  tenía dudas, pero el amor que le tenía a Jay se sentía tan real que debía serlo, Ben tenía razón y si tal vez era un poco gay puesto que definitivamente pensaba que Ben era muy atractivo, incluso Azis joder estaba seguro que  tuvo un ligero flechazo con Aladdin por lo que podía ser algo gay aunque pensándolo bien aún creía que Evie era hermosa y si también para que negarlo Audrey era muy linda por lo que definitivamente era Bisexual  y sin embargo aun cuando al fin había descubierto eso, cuando había tantas personas en Auradon Cameron solo quería a una de ellas, porque sin importar como empezó aquello él amaba a Jay, dejo todo detrás por ese chico, tomo una decisión estúpida y apresurada solo para estar con él eso definitivamente era amor y si no era así, si todo era más que un sentimiento ajeno a él  no le importaba porque  aquello le hacía sentir feliz, porque era lo más maravilloso adictivo que sentía, porque Cameron se dio cuenta que a pesar de todo le amaría.

 

Lamentablemente aun dudaba de Jay, porque ese chico solo le veía como algo conveniente,  Jay aun le había mentido, le hacía sentir  como un plato de segunda mesa y no había negado nunca sus palabras, era un remplazo para Jay o al menos el seguía viéndolo así.  

 

*******************************

 

Jay estaba del otro lado de la puerta, su cabello cubría la mayor parte de la cara, sus ropas totalmente empapadas de correr en la pequeña nevada que no había cesado desde hace horas, Mal suspiro dejándole entrar en la habitación vacía, esa noche Evie se quedaría con Doug, una fiesta de pijamas lo llamo ella, una muestra de confianza era realmente.

 

Aquel joven se quedó ahí parado en medio de la habitación en silencio, fue Mal quien se acercó por detrás y poco a poco levanto su húmeda sudadera, pronto le siguió a camiseta y cuando llego el turno de sus pantalones ella le miro de frente, pero Jay se negaba a mirarle aun, desabrocho estos como tantas veces y le ayudo a sacarlos, busco una toalla para envolverle y guiarle a la cama con verdadera delicadez, con algo que ninguno de ellos parecía tener.

 

Se dejó llevar en silencio, dentro de el otra tormenta más grande que la que afuera azotaba se desataba, miles de pensamientos, la ira entre mezclándose con la tristeza, el odio con el dolor, la culpa con la avaricia, Jay no sabía qué hacer, se encontraba totalmente  confundido aquel paseo por la escuela solo había aumentado sus dudas, sus inseguridades, todo aquello que más temía, el toque suave de Mal le hizo estremecerse, aquella chica que se limito a empujarle sobre sus piernas y acariciar su cabeza sin decir una palabra, solo estaba ahí pasando sus dedos por el cuero cabelludo, ella no preguntaría, nunca lo hacía, era algo que tenían ellos dos ninguno de preguntaba,  ninguno sabia dar consuelo y sin embargo la simple cercanía era suficiente para esos dos niños rotos que se amaban sin saberlo.

 

-          ¿dónde está tu pendiente? – cuestiono ella de inmediato al ver como aquella posesión más valiosa para Jay no estaba en su oído.

-          Le di mi palabra – respondió con suavidad casi con miedo – de arrancarme el corazón si le lastimaba – Mal frunció la nariz resistir el impulso de golpear a su amigo en la cara ante tal estupidez.

-          Hay que cortar tu cabello – dijo en su lugar soltando un suspiro para tranquilizarse - está creciendo- ella susurro pasando sus dedos por la parte afeitada de su cabeza, donde sus cabellos ya había crecido demasiado.

-          No se creó que a él le gusta así – murmuro apenas si con voz- luzco más normal.

-          No vas a cambiar Jay, si quieres hacerlo bien hazlo pero que sea por ti, no porque algún niño quiera que lo hagas – gruño ella levantando su rostro con sus manos y obligándole a mirarle-  o tendré que golpearte.

-          Lo sé – suspiro él -  él lo sabe – soltó al fin sin siquiera mirarle a los ojos - cree que – continuo cuando la plana mirada de Mal le dejo en claro que no le empujaría por respuestas - cree que es solo un reemplazo de Carlos lo sabe todo, él no quiere verme más Mal – y ella al fin se sorprendió Cameron lo había averiguado todo, descubrió el secreto que tanto se esforzaban por esconderle -  y yo joder no me creyó – soltó en un gemido lastimero – no creyó que lo amo. 

                                                                               

Ella no respondió se levantó de su lugar en silencio en dirección al baño, en busca de lo que necesitaría, cuando regreso una navaja afilada y un cuenco junto a un paño seguramente húmedo tenía entre sus manos, ella trabajo en silencio sin perturbar aquel ambiente tan íntimo en la habitación, el sonido de la navaja contra la cabeza de Jay era todo lo que se escuchaba, esos y sus respiraciones, pronto termino la parte de su cabeza quedo completamente afeitada, levanto su rostro entonces, sus ojos aun fuertemente cerrados se negaron mirando a la chica.

 

Mal volví a tomar la navaja justo después pasar aquel paño húmedo contra la barbilla de Jay, él no tenía barba no como su padre, no como la que deberían tener los hombres aun cuando actuara como uno aquel chico solo era eso, un chico empujado a crecer rápido y sin embargo paso la navaja contra esta, en una caricia suave, un gesto de consuelo, de profunda confianza, porque Mal era la única  a quien podía confiarle una navaja tan cerca de su garganta, ella termino al fin, aquel afeitado simbólico, dejo caer la navaja limpio con el paño húmedo y procedió a acariciar su rostro con suavidad, sentándose sobre sus piernas dejando que sus cuerpos se tocasen.

 

Jay le abrazo, dejo de aferrarse a sus caderas y sus manos se aferraron con fuerza a su espalda mientras el pánico al fin era libre, su respiración se hizo más errática, su rostro parecía desfallecer y aquella chica hizo lo único que sabía hacer, junto ambas frentes, respirando con suavidad, tratando de alejar el pánico en el joven, fue ahí cuando Jay abrió los ojos, chocolate negro puro se enfrentó a la verde mirada de la chica, aquella que debería helarle la sangre causa todo lo contrario, le lleno de paz, tranquilidad y por un instante ambos sonrieron.

 

-          ¿Vas a besarme ahora? – murmuro Mal rompiendo con aquella tensión, con lo que parecía era un momento íntimo.

-          Sin besos recuerdas – y un grito de sorpresa escapo  de la chica  cuando Jay les giro en la cama dejándola debajo de él  completamente a su merced, se levantó solo lo suficiente para ver a Mal, aquella chica que lucía totalmente tranquila, aquella que hace unos años había estado tan nerviosa bajo su toque y ahora no había nada de eso, en su lugar la vio a ella a la joven en la podía confiar en la que se había convertido en alguien completamente importante para él.

 

Jay suspiro se dejó caer contra el pecho de Mal  ahí donde los latidos constantes de su corazón le hacían sentir paz, ahí mientras esta joven acariciaba nuevamente sus cabellos, ahí donde él sabía que estaba seguro.

 

-          En la isla sabía que esperar de Carlos, de Jafar, de todos, pero aquí – murmuro al fin luego de varios minutos en silencio -  Cameron es… impredecible.

-          Ben es igual – respondió Mal sin duda en su voz – tan diferente, bueno y malo a la vez todo es tan diferente y aterrador  cuando estoy con él, y sin embargo es adictivo, me encanta.

-          ¿Así es como se siente? – Jay podía empezar a sentir las lágrimas filtrándose por sus ojos, el ardor de estos al querer llorar - ¿el amor? – murmuro con la nariz casi enterada en los pechos de la joven que solo le abrazaba con más fuerza.

-          Si – dijo ella reconociendo las señales, sintiendo como los hombros de Jay se sacudían suavemente, como sus dedos se aferraban a su ropa estrechándola – dolorosamente adictivo – termino cuando al fin sintió la humedad en su pecho, aquellas lágrimas que brotaban de su mejor amigo.

 

Y Jay se aferró a ella temblando, llorando con gran dolor mientras esa chica solo le abrazaba, mientras ella solo le consolaba de la única forma que sabía hacerlo, quedándose en silencio, escuchándole, amenazándole con golpearle por ser estúpido.

 

-          Te amo – murmuro ella sorprendiéndole – estoy muy segura que esto es  amor.

-          También te amo – sonrió Jay y le abrazo con fuerza, se negó a dejarla ir, se aferró a la única persona que en ese momento le amaba incondicionalmente, claro que estaba Evie y que ambos tenían a una persona especial, pero lo de ellos era diferente, otra clase de amor.

 

Porque Mal siempre amaría  Jay sin importarle nada, amaría al niño que le protegió desde pequeña, a aquel que compartía su dolor de un principio,  porque Jay siempre amaría a Mal, la niña que crecía a pasos agigantados, a la pequeña que salto sin dudar a sus brazos, porque ambos amarían a la primera persona en la que confiaron plenamente.

 

Mal se quedó ahí recogiendo los pedazos de Jay algo que nunca había hecho, ni siquiera con Jafar, nunca en su vida había visto tan destrozado a ese chico y supo que lo peor aún no pasaba, por que en algún momento Cameron le lastimaría mucho más de lo que hizo ahora, le dejaría tal vacío que lo destruiría, pero ahora  ese pequeño bastardo se atrevía a destruir a su amado Jay, y ella no iba  dejarlo pasar tan fácilmente.

 

Jay lo había entregado todo por primera vez en su vida  estaba dispuesto a ir más allá por alguien, él le había entregado su pendiente, aquel conservaba y defendía con furia contra todos, el objeto que lo hizo presa de muchos ladrones, de ella misma incluso, la gema falsa que sin duda era chatarra para los estándares de Auradon, el único recuerdo de la madre que  realmente lo amo, sin duda le había entregado su corazón. 

Notas finales:

Así que obviamente Boo boo y Cameron tuvieron un montón de conversaciones antes de que este cayera en la “locura”, eso es lo que piensa este chico sobre los de la isla, sé que en las entrevistas dijo otra cosa pero uno sabe que los actores raramente dicen la verdad frente a las cámaras, además no quiero que a él le guste Jay.

 

No sé si recuerden en el segundo cap creo cuando mencione las apariencias de todos mencione dicho pendiente de Jay, si parecía poca cosa pero a que no se esperaban que fuera de su madre eh…

 

Ben dejándole claro a Jay que es el que manda, Ben besando a Cameron y coqueteando descaradamente con él, Ben importándole poco la vida de los demás si con eso protege a su familia… diablos adoro a este Ben.

 

Note una cosa muy interesante con el fandom algunos shipeean  a Mal con Jay y bueno siempre eh respetado los gustos de los demás, si algo no me gusta simplemente no lo leo o lo ignoro no me la paso peleando sobre por qué es mejor que otro, en fin el punto es que en la mayoría de los casos ponen a estos dos mucho muy amorosos y al pensar en la película y en el libro el primero me di cuenta que si ambos tienen cierta química, ellos se llevan desde el inicio del libro y aun cuando jafar le pide robar el ojo de dragón para sí Jay no lo hace,  además de que este siempre hace lo que Mal quiere y en la peli cuando él tiene dudas corre con Mal y esta le recuerda ser  malo, el punto es que  en mi opinión Mal es una niña que siempre lucho por el control siempre intentando superar a su madre, se ve en la peli cuando ella no quiere obedecer y Maléfica le obliga y Jay siempre está bajo en control de su padre, por lo que Mal seria la dominante y Jay cedería el control ósea un total sumiso en pocas palabras, dije sumiso no indefenso porque puede que el haga todo lo que Mal le ordene pero no es una víctima, ahora si traspasamos esto a mi fic, Mal y Jay tienen una clase de relación parecida, Mal  domina a Jay y este se deja porque tiene esa necesidad la de dar el control a voluntad con la gente que confía ya que no pudo con su padre, mientras que para Mal el que alguien le ceda el control es una forma de confianza intima, así que si ellos se aman repito no de la  manera romántica  se aman como dos personas que sufrieron y crecieron juntas tanto física como emocionalmente.

 

Chocolate??

Una galleta???

Tacos al pastor???

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).