Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

UN NUEVO Y CONOCIDO MUNDO por LILITH_HIWATARI

[Reviews - 65]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 24: El inicio de nuestro final.

 

“Lo que dejamos atrás y lo que tenemos por delante no son nada comparado con lo que llevamos dentro.”- Emerson (1803-1882) Poeta y pensador estadounidense.

 

La rutina pronto se abrió paso en su vida, Cameron no entendía cómo podía ser tan tonto y entrar tan fácilmente en malentendidos, cuando Mal los vio regresar de aquel fin de semana en el loft de Jay estaba seguro que lo torturaría para sacarle la razón por su cambio de actitud, sin embargo fue Ben quien  lo defendió y aminoro el ambiente, les explico claro que lo hizo no podía pedir franqueza si él no lo era, así que un par de días después les explico todo, sus miedos, inseguridades, Mal solo rodo los ojos llamándole idiota mientras Evie le restó importancia.

 

Normalidad, esa pequeña cosa que aburría a cualquiera era justamente lo que esos chicos querían tanto, algo que Cameron también anhelada, pues cosas como simplemente ir al centro comercial de la mano de Jay sin que estén susurrando a sus espaldas que obviamente es un villano, no solo por su novio que por supuesto tenía toda la pinta de delincuente pero bueno lo amaba así, no, sino que además parecía ser rechazado por su evidente color de cabello casi podía escuchar a los niños chillando “Es el hijo de Cruella cuiden a sus cachorros” a él ni siquiera le gustaban las pieles pero en fin.

 

Esas pequeñas cosas normales, las salidas, paseos tontos o simplemente recostarse en la hierba mientras su novio corría detrás de un balón con demás chicos como salvajes neandertales era algo que atesoraba, sin embargo eso no quería decir que todo fuera miel sobre hojuelas, claro que no, aun reñía con Jay cada que encontraba otro botín de él, aun peleaban por el desorden en la habitación y sobre todo Mal aun le gruñía porque Dude lo esquivaba, no era su culpa no hablaba perro y el cachorro sospechaba.

 

En fin sus peleas también eran con las chicas con Evie todo el tiempo ya que esta quería vestirlo a su gusto y estaba bien con un par de chaquetas y demás pero esta chica prácticamente lo había convertido en su muñeco viviente enserio hasta vestidos quería ponerle y no, Cameron no iba a travestirse, bueno ok lo hizo una vez pero no volvería a hacerlo él tenía su dignidad y no iba a dejar de Jay o nadie lo viera vestido así, por lo que sus peleas eran al parecer ridículas pero esas chicas se tomaban todo muy a pecho.

 

Como ahora, otra cosa que aprendió era que siempre parecían empujar comida en su dirección, era como si estuvieran compensando años y años de mal comer en pocos días, Mal siempre llevaba un cuenco con fruta, fresas por lo regular y a veces empujaba una en su dirección, Evie pastelillos de crema los cuales comía con sumo cuidado siempre llevando uno extra para él, Jay bueno el chico siempre le consiguió todo como sus cereales y siempre miraba sonriente cuando comía, era como un ritual para ellos siempre comiendo y vigilantes que el otro terminara, era sumamente extraño hasta que se enteró de la razón.

 

-          Come algo has estado evitándole desde hace tiempo – Mal regaño a Cameron por que llevaba minutos jugando con su comida, solo la movía de un lado a otro con el tenedor.

-          No tengo hambre – suspiro Cameron tal vez si tenía un poco de hambre pero  su profesora le advirtió que comer pastelillos así como cereal a cada minuto no era bueno para su figura y bueno Cameron podía renunciar a sus pastelillos pero nunca al cereal de las 4 o al de las 6 o al de... bueno el punto  es que no estaba de ánimo para comer.

-          Por favor solo come – Evie pidió mirándole con ese puchero que al parecer funcionaba tan bien como su magia para obligar a los chicos a hacer lo que quería.

-          ¿Por qué importa tanto? – rodo los ojos el chico empujando el plato lejos, no quería comer y ahora menos al sentirse obligado.

-          Estas preocupando a Evie – Mal respondió empujando el plato de vuelta a Cameron.

-          No sé por qué – bufo cruzándose de brazos - estoy bien maldición – y volvió a empujar el plato completamente infantil.

-           El – Evie empezó a tartamudear algo no común en ella -  él casi nunca comía – susurro mirando fijamente el plato frente a ella – Carlos – y sus ojos parecían llenarse de dolor  - incluso antes de todo el incidente  el  apenas si tomaba bocado.

-          Yo no soy Carlos joder – y Cameron gruño molesto por que odiaba ser comparado con Carlos, porque detestaba que le recordaban que ahí el solo ocupaba el lugar de alguien más, Cameron aún se sentía por pequeños momentos un reemplazo y al escuchar a Evie hablar de aquella manera, al comparar su falta de apetito con el de ese chico algo dentro él   se molestó.

-          En la isla no había mucha comida – Mal apretó el hombro de la princesa para tranquilizarle - tenías que luchar por ella, ingeniártelas siempre pasamos hambre – suspiro mirando fijamente a Cameron que seguía molesto por eso -  pero Carlos para el debió ser peor, siempre enfermizo, siempre tan débil y pequeño, creímos que estaría bien en Auradon pero incluso aquí donde la comida es abundante pero él – y ahora era Mal cuya voz se quebraba un poco - solo no comía, jugaba con ella en su plato durante horas, apenas si tomaba bocado y cuando le obligamos a comer desaparecía minutos después – miro fijamente al chico frente a ella, a aquel que había llegado a considerar su familia -  nunca le dije a los demás pero Carlos vomitaba toda la comida, no sé qué pasaba pero el simplemente la odiaba, era como si tuviera miedo de comer – Cameron rodo los ojos ante eso apenas si iba a hablar cuando Mal le detuvo con una mano -  No eres Carlos, pero Evie no puede evitar recordarlo y eso le hace pensar.

-          ¿Pensar qué? – frunció la nariz molesto.

-          Que vamos  a perderte – Evie termino por ella mirándole con tanta tristeza que derritió su corazón.

-          Lo siento – avergonzado Cameron bajo la cabeza, porque lo entendió, ellos no seguían viéndolo con el reemplazo de Carlos, como aquel que robo su lugar, no, ellos le querían, se preocupaban tanto por el que temían perderlo tanto como el a ellos.

 

Ellos no volvieron a descurtir sobre la comida nuevamente, Cameron se aseguró de comer una buena porción frente a ellos siempre, asegurarles que no iba a ninguna parte, claro que aún tenían sus peleas, aun discutían todo el tiempo y terminaban hablándose como si nada unas horas después, Evie aun intentaba hacerlo usar vestidos, Mal empujaba a Dude a sus brazos amenazándole con cosas terribles para su persona si no lo mantenía, Jay aun dejaba tirada su ropa por toda la habitación, en fin al igual que una familia.

***************

 

Cuando decidieron enviar a todos los villanos a en una isla protegida de magia solo para regodearse con su fracaso y sentirse superiores alguien pensó que no era castigo suficiente, porque al parecer ser obligado a vivir de sobras en la inmundicia con la peor escoria no era suficiente castigo, por lo que alguien tuvo la fantástica idea de maldecir a toda la descendencia de estos.

 

No todos obviamente, solo aquéllos que más daño causaron, solo aquellos que lo merecían  debían sufrir por los errores de sus padres.

 

Ben no sabía lo grave de esa situación hasta que el incidente ocurrió, hasta que volvieron a darse cuenta de lo injustos que eran.

 

Jay había estado mucho más competitivo de lo normal, desde que termino el descanso por el invierno y el entrenador había declarado que nunca era temprano para empezar a practicar para la nueva temporada todo lo que hacía Jay era probar que era el mejor, incluso Ben estaba teniendo problemas al mantenerse al día y es que Jay había dejado de ser el chico normal a ser la total bestia egoísta de sus inicios, empujaba a todo aquel dentro o fuera de la cancha para probar su superioridad y luego se paseaba frente a Cameron luciéndose, una vez cuando Cameron tenía una buena charla con Azis sobre un tema al azar Jay lanzo un balón en su dirección golpeando al príncipe en la cabeza ni siquiera se disculpó solo lo llamo lento y giño un ojo en dirección de Cameron para después besarle de una forma un poco posesivamente pornográfica, Azis casi vomita ahí mismo.

 

Así que Jay estaba actuando algo extraño eso debió ser una señal, pero de nuevo apenas habían salido de la isla hace casi un año y no tenían idea de varias cosas, cosas como ver el extraño comportamiento de uno de ellos, por lo que todos lo ignoraron llamándole idiota, Jay parecía el nuevo brabucón de la escuela llegando incluso a empujar a Ben públicamente, el buen Rey solo sonrió ante eso y se alejó no deseando dar un espectáculo el manejaba sus asuntos en privados y definitivamente se iba a vengar de Jay.

 

Fue una mañana calurosa que las cosas cobraron sentido, bueno más o menos, como ya era costumbre Cameron se despertaba en los brazos de Jay solo que esta vez había algo diferente el calor corporal de este era definitivamente más alto, demasiado alto  al parecer, un poco alarmado Cameron intento despertar a Jay que solo gruño molesto, asustado de la posibilidad de fiebre Cameron pensó en buscar ayuda de inmediato se vistió y salió de ahí en busca de la enfermera, pero cuando llego con ella Jay estaba como si nada, su temperatura era normal, en palabras de la mujer y simplemente se fue de ahí regañándole por hacerle bromas.

 

La temperatura de Jay era normal y Cameron se acercó confundido a Jay que solo lo miraba sonriente se acercó entonces para tocar su mejilla y ver que efectivamente su temperatura era normal, si normal para una persona común pero Jay siempre fue más frio el casi no emanaba calor y obviamente esto era demasiado para él cuando volvió a ver a Jay sus pupilas estaban totalmente dilatadas, aquéllas rendijas doradas que por lo regular mostraba estaban dilatadas volviendo sus ojos negros, eso debió alertarle porque en un instante Jay le sonreía con esos dientes filosos y al siguiente estaba siendo empujado contra la cama y manoseado.

 

-          Hueles increíble – fue todo lo que dijo Jay pasando su bifurcada lengua por su mejilla asustándole pues  este chico le sometía de una forma nunca antes hecho.

-          Jay maldición me haces daño – Cameron empujo se intentó zafar de su agarre pero Jay parecía apresarlo con sus brazos  frotando su rostro por su nuca, algo dentro de él le dijo que debía escapar.

 

Sin pensarlo mucho lanzo la cabeza hacia atrás golpeando en la nariz a Jay quien le soltó un poco debido a la sorpresa, así que aprovechando se impulsó con sus brazos hasta levantarse y sacudirse totalmente al árabe, Cameron se alejó de la cama lo mejor que pudo  lamentablemente en dirección contraía a la puerta.

Algo lo lleno de miedo entonces, en la cama Jay levanto la mirada molesto, sus ojos completamente negros brillaban con demasiada intensidad, entonces él le gruño sus afilados dientes había crecido aún más, dos afilados dientes sobresalieron tal y como una cobra lista para enterrar su veneno todo en su persona era aterradora y por primera vez en mucho tiempo Cameron realmente le temió a Jay y pensó en la posibilidad de ser dañado realmente, estaba completamente salvaje y la puerta muy lejos.

 

Con suaves movimientos intento hacerse a esta pero a cada paso Jay se erguía más y más, siempre en movimientos lentos y elegantes, calculados tal vez entonces ataco, Jay se abalanzo contra el golpeándole contra la pared empujando  su rostro y volviendo a lamer su nuca  enredándose en sus extremidades grito realmente lo hizo pero este chico parecía tan salvaje que no le hizo caso, Cameron busco desesperado la forma de sacárselo de encima pues en un instante Jay le mordió, clavo sus afilados colmillos en su nuca para evitar que se moviera por suerte su ultimo trofeo de Tourney aún estaba en esa mesita y Cameron logro atraparla, entonces le golpeo con fuerza para que lo soltara y escapo de ahí.

 

Algo no estaba bien y necesitaba la ayuda, la enfermera no sabría cómo lidiar con eso, la hada madrina no debía enterarse o podría mandarle de vuelta, así que busco a Mal

 

Ben decidió que era buen momento para tener una charla con Jay sobre su mal comportamiento, el hada madrina no recibió ninguna queja pero el sospechaba que era por el miedo ya sea a Jay o a Mal que no decían nada pero muchos lo notaron y obviamente eso se volvería un problema, así que antes de que algo amenazara su pacifica vida estudiantil se haría cargo.

 

Cuando entro ver la habitación destrozada y a Jay sangrando en el piso no era algo que esperaba ver, de inmediato corrió a auxiliarle, lo levanto del suelo y acostó en la cama, no es que le tuviera mucho aprecio, aun lo consideraba un estorbo en su relación con Mal pero de nuevo él era el Rey y estos eran prácticamente sus amigos o propiedad y nadie toca la propiedad del Rey, así que debía averiguar quién fue el listillo que pensó que golpear a Jay en su propia habitación era buena idea, él se encargaría de darle una lección y luego lo enviaría a la isla eso definitivamente le daría puntos con Mal.

 

Tan metido en esos pensamientos estaba que no noto como Jay iba despertando en la cama, el chico se sentó junto a él y empezó a mirarle fijamente, Ben entonces lo noto cuando fue demasiado obvio y de inmediato cuestiono al joven pero este solo le miraba fijamente, entonces Jay inclino la cabeza solo un poco y Ben sin saberlo imito el gesto, Jay repitió nuevamente para el lado contrario obteniendo los mismos resultados, sonrió entonces, sus dientes filosos formaron una enorme sonrisa que solo confundió más al rey pues la lengua bifurcada de Jay serpenteo en su dirección.

 

El árabe levanto una mano entonces, tocando con suavidad la mejilla de Ben quien durante su concurso de miradas había olvidado lo que estaba haciendo, los cálidos dedos de Jay acarician su piel con delicadeza, aquellos que poco a poco se fueron deslizando hasta su nuca  y sin darle tiempo a reaccionar fue atraída hacia él para besarle.

 

Fue un beso extraño, fuerte, salvaje, algo que Ben jamás había experimentado, los labios de Jay eran secos y amargos pero había una sensualidad atrayente que lo desconcertó, podía sentir sus colmillos  mordisqueando su labios, su lengua luchando por acariciar hasta el lugar más recóndito de su garganta algo completamente adictivo, hasta que sintió la suavidad de la cama bajo su cabeza fue que medio reacciono, Jay entonces  subiéndose a caballo sobre sus piernas sonrió depredadoramente.

 

Él se quitó su camiseta y wow Ben no era realmente Gay pero definitivamente podía aceptar que Jay tenía un muy buen cuerpo además de la razón por la que  nunca se sacaba la camiseta, toda su piel estaba llena de cicatrices eso casi hace que se olvide de lo que estaba pasando, casi ya que Jay entonces le hablo.

 

-          Tranquilo Ben – la voz de Jay estaba cargada de lujuria liquida de algo tan atrayente, casi como el hechizo de Evie – voy a hacerte sentir tan bien- poso las  manos en su pecho deslizándolas lentamente dentro de su chaqueta sintiendo sus  músculos debajo de la ropa – que olvidaras a la frígida de Mal  - y eso fue todo la simple mención Mal rompió el hechizo del que debía de ser víctima puesto que Ben recupero la conciencia y empujo a Jay con toda su fuerza posible hasta la otra cama.

 

Pero Jay solo rio ante esa acción acomodándose en la cama semi acostado levantándose en sus codos y nuevamente le miro, sus ojos entonces ya estaban completamente dilatados, negro carbón le miraba y un pequeño siseó lo congelo, Jay giro sus hombros sin romper el contacto visual con él y abrió sus piernas en una clara invitación, tal vez era porque había algo dulzón en el aire, algo que Ben no podía identificar  o el hecho de que su novia una villana irónicamente era mucho más mojigata que una princesa, con Audrey no había tenido problema, no es como si hubieran tenido sexo pero si había ciertos toques no dignos de una princesa que lo mantenían cuerdo pero Mal apenas si le besaba en público ni hablar de dejarse tocar, por eso al sentir aquella tensión en la habitación no supo que fue lo que lo impulso, cuando se dio cuenta estaba sobre de él, Jay extendió su cuello rompiendo el contacto visual y Ben entonces quedo hipnotizado por una gota de sudor que corría desde esta hasta su esternón, trago duro pues su abdomen adornado con más perlas de sudor parecían pedirle lamer cada una de estas, casi cae pero entonces Jay volvió a besarle con una necesidad abrazadora y sus piernas le apresaron su cintura y sus brazos su pecho y fue como estar atrapado en una gran boa que oprimiría cada uno de sus huesos y joder la erección pegada a su muslo le hizo reaccionar de inmediato.

 

Volvió a empujar a Jay con fuerza liberándose lo suficiente para darle la espalda y correr pero entonces Jay salto sobre él le empujo contra un costado de la cama y simplemente mordió su nuca, enterró sus colmillos haciéndole caer, ambos cayeron al suelo Ben apenas si pudo recargarse en la orilla de la cama y Jay justo detrás de el volvía a apresarle con su cuerpo, sus manos vagaron entonces acariciaron su pecho debajo de su ropa y mientras uno lo abrazaba por el pecho la otra vago hasta sus pantalones, no podía moverse, los dientes en su nuca lo inmovilizaron y las caricias de Jay era placenteras pero extrañas a la vez cuando sus dedos se cerraron alrededor de su pene Ben soltó un ronco gemido que solo animo más a Jay.

 

Entonces la puerta se abrió y con ello la mortificación, pues su novia estaba ahí mirando la escena completamente asombrada y joder Jay empezaba a masturbarle sin importarle que tuvieran audiencia, estaba Cameron y Evie santo cielo.

 

Cameron corrió por toda la escuela en busca de las chicas, incluso ignoro de mala gana a Azis empujándole al no tener tiempo para sus  juegos ya se disculparía después ahora debía buscar ayuda, apenas si explico algo a las chicas en cuanto soltó las palabras “Jay” y “ Enfermo” Mal salió disparada a la habitación, esperaban encontrarse a un Jay inconsciente tal vez en un charco de sangre, les había explicado el golpe que debió darle para escapar, lo que si nunca imaginaron fue a Jay aferrado a Ben mientras le metía mano.

 

Mal dio un paso entonces amenazante a Jay que solo apretó su agarre en su presa lo que ocasiono otro gemido de Ben.

 

-          Suéltalo – gruño ella sus ojos ya brillantes y escamas esparciéndose por todo el rostro – ¡suéltalo! – ordeno nuevamente y Jay parecía amenazante aun desde donde mordía su nuca – ¡Suéltalo ahora Jay! – grito más fuerte.

 

Jay entonces aflojo su agarre solo un poco saco la mano de entre los pantalones de Ben y la extendió en dirección a Mal, Cameron miro todo confundido pero Mal lo entendió, era un cambio ella a cambio de Ben, así que Mal asisto tomo la mano de Jay y en cuanto este soltó a Ben ella aprovecho para perforar su puño en su rostro hasta dejarle inconsciente.

 

Algo raro definitivamente sucedía con Jay.

 

Un momento incomodo después, un montón de excusas por parte del rey a su novia y litros y litros de vergüenza así como una visita a la enfermería determino lo que estaba mal con el árabe.

 

Estaba en celo, así de simple al Jay ser maldecido como una serpiente varios de sus rasgos cayeron sobre él, no solo la lengua y ojos sino también al parecer el celo, eso nunca pasaba en la isla, el hada madrina les explico que debido al campo de magia protector que impedía la magia este también mantenía  su maldiciones a raya, así como Mal solo había mostrado sus escamas y magia hasta llegar a Auradon y Evie usar su encanto, Jay aun no tenía celo en la isla, aun cuando debió tenerlo desde hace un par de años.

 

Mal empezó a recordar entonces algo que diera un indicio como cuando Jay buscaba calor debido al frio y se dio cuenta que el sexo no era algo de lo que Jay carecía, siempre tenía una persona dispuesta o al menos a Carlos, así que realmente ella no sabía que eso podía pasar, el hada madrina les advirtió que posiblemente Jay tendría estos calores una vez al año cuando las condiciones fueran cálidas y les enseño a ver las señales, también decidió poner a Jay en cuarentena en un sueño profundo para que no tuviera que pasarlo solo.

 

Evie parecía triste ante este nuevo descubrimiento, el saber que aquí sus maldiciones eran mucho más potentes sintiendo un profundo odio hacia el hada que no pudo ni disculparse, Ben murmuro un “lo siento, no sabía” a Mal que solo le restó importancia, pues ella solo miraba la puerta donde Jay dormía plácidamente durante los próximos días.    

 

Ella empezó a entender el alcance de cada maldición.

 

Los gemelos habían tenido suerte sus dientes eran normales y su rostro también lo fue, su maldición nadie jamás les tomaría enserio ningún ser los amaría  realmente, eso no parecía tan malo en una isla  donde vivían pero en Auradon era lo peor.

 

Freddy, aquella chica no soportaba la oscuridad, así como su padre paso tanto tiempo en ella esta le aterraba, cualquier habitación vacía, esquina o lugar donde esta estuviera podía ser mortal para ella si estaba sola, pues era entonces cuando los “amigos” de su padre podían alcanzarle y cobrarla deuda que este debía, con el tiempo ella empezó a mostrar cicatrices de estos ataques, ser enviada de vuelta fue lo mejor para ella la barrera la protegía de esta oscuridad.

 

Evie  era la más hermosa de todas cuya belleza causo el odio de su madre, con una voz capaz de doblegar a los hombres a aquellos que jamás estaría segura si era amor o simplemente un hechizo en su ser, ella era consciente y eso la lastimaba.

 

Mal, su maldición era más que nada física, sus emociones se reflejaban de inmediato en su piel, la ira y frustración con las escamas en su piel, el miedo y dolor al palidecer, ella no podía ocultar su interior nunca evadir su naturaleza.

 

Carlos, él siempre fue una presa, tan pequeño, frágil, siempre perseguido por otros.

 

Jay, el hijo de una serpiente traicionera era solo eso, una serpiente.

 

Al final de día Cameron se preguntaba si acaso la maldición de Carlos era otra con la que debía lidiar también.

********************

 

Mal estaba aburrida desde el incidente donde había  tenido que ir hasta la enfermería solo porque Jay no podía mantenerlo en sus pantalones, ok que al parecer la maldición le golpeo más fuerte a Jay y tenía más en común con las serpientes que cualquier otro, así que había sido puesto en cuarentena simplemente porque el hada madrina se enteró y bueno “Carlos” tenía 14 todavía y Jay 17 por lo que no iba a permitir cualquier contacto inapropiado entre ellos, Mal tuvo que reprimir una risa ante eso al ver lo mojigatos que eran en Auradon, pero en fin no podía realmente no podía decir nada porque aún era virgen y esas cosas.

 

Así que estaba aburrida en su cama comiendo fresas ya que Jay estaba bien desde hace semanas, mientras Evie cocía un vestido y Cameron se paseaba por la habitación hablando sobre su cumpleaños  número 17, no sabe ni para que si oficialmente tendría  15, entonces aventó un cojín al chico solo porque le molestaba su andar y este se lo regreso y empezaron a mandarse cosas por la habitación para que en algún momento de la conversación y solo Lucifer sabe cómo se dio Cameron menciono un espejo mágico, mas especifico el espejo mágico de Ben, Mal recordó entonces el incidente donde Ben admitió tener  dicho objeto en su propiedad y más aún usarlo para espiarla, todo su aburrimiento murió en ese momento y sin decir nada más salió empujando el rostro de Cameron contra la pared solo para recordarle quien mandaba.

 

-          ¿Encontré el espejo? – murmuro balanceando el pequeño espejo en sus manos uno del que no había hablado desde que  lo menciono para vénganse de Jay.

-          Mal – Ben regresaba de una aburrida reunión con el hada madrina, gracias a Jay y su calor todos los estudiantes villanos estaban a punto de ser probados para evitar futuros accidentes, algo denigrante que el Rey no iba a permitir.

 

 Ben había mirado al hada madrina y prácticamente ordenado levantar la maldición que todos esos chicos debían cargar tan duramente, mas ella solo negó, aquello era imposible esa maldición fue obra de magia muy antigua aquella misma que construyo la isla y puso la barrera protectora, magia tan antigua usada solamente en casos muy particulares, la maldición era clara algo que los descendientes de los infractores tendrían que  cargar como recordatorio de los pecados de sus padres, ella explico que la magia estaba tan calada en sus huesos que intentar separarlos causaría la muerte, así que Ben regreso frustrado, agotado  por no ser capaz de ayudar a Mal, de darle normalidad. Cuando en su habitación la que estaba cerrada por cierto con llave, la que únicamente tenía el,  para encontrar a su novia dentro.

 

-           estas en mi habitación – murmuro nervioso mirando el objeto que al parecer encontró luego de buscar en ella, el debería estar molesto y sin embargo sintió algo de miedo.  

-          ¿Desde cuándo me has estado espiando? -Pidió ella desde su lugar en la cama totalmente tranquila lo cual hizo temer más al Rey.

-          Dos años – respondió tras un largo silencio donde se debatió el no contestar.

-          ¿Tú me has visto? – levanto una ceja interrogante en su dirección para hacer claro lo que preguntaba con esas palabras.

-          No – de inmediato respondió - juro que jamás invadí así tu intimidad.

-          Solamente me has observado como un asechador – continuo ella totalmente seria haciéndole tragar del nerviosismos -  Beny boo eres un chico muy malo – murmuro con una voz demasiado tersa algo que parecía no predecir nada bueno.

-          ¿Estás molesta? – Ben pregunto valientemente, él no era un cobarde pero si tenía que hacer una retirada estratégica y buscar opciones lo haría.

-          Te lo dije una vez – Mal levanto un dedo un su dirección para llamarle a lo que Ben obediente lo hizo -  me encanta cuando eres malo – y diciendo esto le jalo de la corbata para besarlo – hay algo que  estoy segura no sabes de mi – murmuro  acostándose en la cama el espejo ya olvidado en algún lado.

-          ¿Qué? – susurro nervioso.

-          Soy virgen – sonrió ella desde su lugar abriendo su piernas aun cubiertas por sus pantalones – tal vez puedas ayudarme con eso – y aquel monarca parecía hipnotizado en su lugar, incrédulo por lo que escuchaba – o tal vez debería llamar a Jay.

 

Y  aquello fue todo, en cuanto el  nombre de Jay salió de sus labios Ben salto sobre ella, un fuerte gruñido salió de sus labios en total celos  para apoderarse de sus labios, Mal lo había hecho apropósito ella sabía lo celoso que se ponía a su alrededor , había notado la  atención en los hombros de Ben cuando Jay invadía su espacio y aunque ambos supieran que Jay estaba  profundamente enamorado de Cameron, el hijo de la bestia no podía evitar verlo como una amenaza como alguien que compartía un fuerte  vínculo con la mujer que amaba.

 

Ben no perdió el tiempo le besaba como si fuera la última vez que fuera hacerlo, tan necesitado, anhelante, amoroso, ella empujo a Ben solo un poco lo suficiente para ayudarle a quitar su chaqueta para desabrochar los botones de su camisa y aunque lo hacía totalmente decidida él pudo verlo, noto como aquellos dedos temblaban con suavidad, como su cuerpo estaba tan nervioso o más que él, Ben sonrió entonces tomo entre su mano aquella que acariciaba sus botones y sin dejar de mirar a Mal a los ojos la llevo directo a su corazón donde este palpitaba con gran fuerza para demostrarle que no era la única que estaba nerviosa.

 

Porque para Ben era igual de aterrador, claro que había estado fantaseando con eso, era un chico sano de 16 años el sexo con su novia era algo que pensaba al menos una hora al día pero al mismo tiempo está ansioso, nervioso porque algo saliera mal, porque no fuera suficiente, por hacerle daño de alguna forma y echarlo a perder su hermosa relación, en ese momento no eran un Rey y una villana en ese momento eran solo dos adolescentes intentando demostrarse su gran amor.

 

Mal sonrió con suavidad feliz de no ser la única en la habitación nerviosa empujo a Ben entonces para quitarse la ropa para hacer como haría con Jay e ir directamente al punto, como se suponían que eran las cosas en la isla, rudo, rápido sin amor, pero Ben la sorprendió negó con la cabeza y con suma delicadeza la desvistió, tomo cada prenda de ropa entre besos y caricias que llevaron a Mal por un nuevo mundo de sensaciones, algo que jamás creyó que era posible.

 

En la isla el sexo era algo sucio, algo placentero solo para uno, una moneda de cambio per aquí Ben le mostraría lo que era hacer el amor.

 

Cuando Ben logro quitar los pantalones de Mal esta se tensó, instintivamente cruzo sus piernas temerosa por alguna absurda razón, Ben la dejo se quedó admirando por un instante el cuerpo de la joven, su delicada piel, noto varios detalles, una pequeña cicatriz en su abdomen, una más en su hombro y cuando tomo su muñeca para besar su palma pudo notar cierta pintura debajo de un brazalete, con mucho cuidado se lo quito, aun cuando Mal parecía recia cedió al final y ahí pudo verlo un tatuaje un  hermoso doble dragón adornaba su piel, Mal tintineó sus ojos verdes respondiendo a la pregunta silenciosa de Ben en respuesta la beso, beso la tinta en su piel para después besar sus labios y poco a poco irse abriendo paso entre sus muslos acomodándose entre ellos.

 

Tuvo que separarse no quería pero debía hacerlo Ben saco lo último de su camisa tomando una de sus piernas para acomodarse mejor, Mal se tensó entonces confundido creyó que se había negado pero ella solo quería que la soltara, entonces lo vio en su tobillo derecho una cicatriz, era roja contrastando completamente con su pálida piel, una marca de un encadenamiento pudo ver la vergüenza en sus ojos, la reticencia por mirarle y no pudo imaginar cómo fue que la obtuvo, tal vez alguien la encadeno por días durante años para que dicha cicatriz quedara marcada de aquella forma, Ben no pudo reprimir un gruñido cuando pensó en Maléfica encadenando a su propia hija como mediad de disciplina.

 

Volvió a besarla, tomo su tobillo  besándole con suavidad aceptándole tal y como era dejándole claro que era hermosa sin excepción alguna, y sus besos siguiendo un camino, hasta sus muslos acariciándole con suavidad preparándole para lo que venía amándola con verdadera pasión.

 

Mal no podía entenderlo, este sentimiento todo este placer que Ben pareció darle con simples toques, como podía hacerla explotar de aquella forma y dejarle sin habla, el rey volvió a separase levantadose de la cama para deshacerse de sus pantalones para volver  a Mal y tomar entre sus mano uno de sus pechos, fue algo suave como un beso al principio y después succionaba su pezón como un bebe hambriento, y Mal gimió no pudo evitarlo, jadeo ante ese placer explotando en su interior sus manos se aferraron a los hombros de su pareja, garras alargadas enterándose en la suave carne de su amante quien solo continuaba con su deseo de devorarle.

 

Y fue extraño ver la espalda de Ben, el tensar de sus músculos mientras sus labios volvían a su cuello, él como todo su cuerpo parecía encajar sobre ella, fue aterrador porque todo esto era nuevo para ella, porque la única vez que había visto a otro chico desnudo tan cerca de ella fue Jay y su espalda no era aquella canela, sus hombros no eran tan grandes ni sus dedos callosos sobre su piel, este no era Jay, no era el chico con el que planeo perder su virginidad por un absurdo deseo, no era aquel ladrón que seguramente la trataría con mucha más rudeza que Ben ahora, ella agradeció a lo que fuera que pasara por la mente de Jay ese día para que no aceptara tomarla, porque  aquí ahora justo en ese momento Mal podía darle a Ben lo único que valía de ella.

 

Fue doloroso ambos eran vírgenes y no tenían idea de lo que hacían de cómo funcionaba realmente aquel acto y Mal enterró sus uñas aún más en la espalda de Ben al sentir como este embestía en su interior, como empezaba un ritmo balanceando sus caderas en una mezcla de dolor y ternura, Ben le beso nuevamente haciéndole sentir única, completa y ella podía dar gracias a quién fuera, a Jay por negarse a tomarla, a su madre por obligarla a ir a Auradon a Lucifer por dejarla nacer, a quien fuera merecedor de aquel agradecimiento al tener a Ben ahí junto a ella, tan cerca de su alma que casi podían tocarla.

Abrumadoramente doloroso tener  a Ben sobre y dentro de ella, unirse en un solo ser y simplemente amarse, dejarse llevar por las sensaciones  que aquel acto tan íntimo les permitía, no duraron mucho pues el placer exploto dentro de ellos con tanta intensidad que los sorprendió Ben gruño cambiando totalmente a la bestia que era pero ocultando su rostro en el cuello de la joven resistiendo el impulso primario de morderle, de dejar constancia que era de su propiedad, por su parte Mal no fue tan suave araño la espalda de Ben sin contemplaciones hasta hacerla sangrar  y sus ojos tintinearon en verde ante el orgasmo llegado y fue agotador pero también placentero.

 

Ben volvió a besarla con ternura saliendo dentro de ella sin importándole el desastre que seguramente eran sus sabanas, ya se preocuparía por eso después, por eso y el control de natalidad pues sabía que ninguno de ellos estaba listo para ser padres, pero por ahora  disfrutaría de la bruma de placer, de aquel preciado momento en el que ambos se entregaron sin contemplaciones.  

 

-          Te amo Mal – murmuro aquel chico besando  el ombligo de su amada  causando una  fina risa de esta – espera- y el joven entonces se levantó para llegar a su mesita de noche y buscar entre los cajones - ¿Cásate conmigo?- entrego entonces aquel anillo uno muy hermoso  con un enorme diamante, el anillo de compromiso que alguna vez le perteneció a su madre.

-          ¿Qué?-  el rostro de ella entonces se opacó, aquella sonrisa se desvaneció y el horror inundo sus facciones – ¿esto es una broma?

-          Mal hablo enserio – murmuro  tomando la mano de la chica  para intentar colocar el anillo en ella – te amo y quiero que seas mi reina.

-          No – de inmediato ella alejo su mano mirándole molesta – tenemos 16 no voy a casarme  contigo.

-          Estas en Auradon ahora Mal- Ben trato de no entrar en pánico ante el evidente rechazo – mis padres supieron casi de inmediato que debían estar juntos,  sé que tú eres mi alma gemela – insistió esperanzado.

-          Yo no soy de Auradon Ben, soy de la isla – pero su negativa era persistente.

-          Estas aquí ahora, Evie encontró a Doug, Jay tiene a Cameron y tu – volvió a tomar su mano con suavidad acariciándola con el pulgar -  tú me tienes a mí.

-          No – pero ella nuevamente rehuyó a su contacto empujando el anillo en su mano – no voy a casarme contigo.

-          Aun no estás segura de amarme – Ben le miro con verdadero dolor intentando entender el porqué de sus palabras -  ¿Por qué aun sigues negándote   esto? – suspiro -  todos están felices aquí, joder incluso Uriel esta con Melody y es feliz a pesar del Hechizo – y tal vez su voz era cada vez más fuerte y alterada Ben definitivamente estaba perdiendo el control  - ¿dime que es a lo que le temes? – y sus ojos tintinearon a dorado, sus facciones fueron endureciéndose y sus dientes afilándose -  ¿Por qué no puedes permitirte amar? – termino totalmente transformado Mal vio entonces  el rostro de Ben aquel que era guardado capa tras capa de autocontrol era simplemente liberado por aquella presión y ansiedad del momento, porque se sentía tan rechazado que su corazón se quebraba.

-          Es demasiado  pronto  - Ella no le tomo importancia, sabia lo horrible que se sentía verse traicionado por su propio cuerpo que este reflejara todas sus inseguridades por lo que no lo mencionaría, no si eso lo alteraría más.

-          ¿Pronto? – sus cejas se fruncieron en confusión mostrándole más aterrador que antes Ben aun no notaba su cambio - Fui coronado rey a los 16 tengo una gran responsabilidad creo que se cuándo quiero pasar el resto de mi vida con una persona Mal – y Gruño, aquel rey realmente gruñía lo que le hizo darse cuenta de su cambio mirando sus manos aterrado y cubriéndose el rostro – no me mires – murmuro detrás de sus manos intentando alejarse de ella al ver que su cambio no se revertía.

-          Ben- llamo Mal tomándole del brazo para no dejarle ir – está bien Ben no tengo miedo – hablo tranquila obligándole a hacerle frente para poco a poco quitar sus manos que le cubrían – mírame Ben – ordeno con suavidad levantando el rostro del chico para que este pudiera verla.

-          Te amo -  murmuro al descansar su mejilla en la palma de la chica -  quiero que tu…

-          No, tú no quieres – le interrumpió sonriéndole  -  debes – intento nuevamente con más seriedad alejando su mano y mirándole de frente -  debemos esperar.

-          ¿Esperar que? – Ben pidió deseoso de tener una respuesta al final de su tortura -  ¿qué otro villano ataque para que admitas que me amas? – dejo caer su mirada  totalmente dolido.

-          A que cambies de opinión – Mal tomo la mano de Ben entonces y él pudo sentir como temblaba como aquellas palabras dolían tanto a la joven -  vas a   despertar un día y te darás cuenta de que esto es un error que – continuo intentando parecer firme pero su voz realmente denotaba dolor -  que no quieres pasar el resto de tu vida junto a  una villana.

-          Y no quiero – Mal cerró los ojos ante esas palabras como si hubiese sido golpeada -  pero tú no eres una villana – Y Ben levanto el rostro de la chica esta vez obligándole a mirarle ante cada una de sus palabras -  salvaste a un reino, uno que te dio la espalda desde nacer,  a las personas que te atacaron cuando pisaste este lugar sin conocerte, tu – y ante cada palabra el rostro de aquella bestia se fue suavizando hasta que la tez de su amado le miro pasiblemente -  tu arriesgaste todo por  tu familia Mal, no eres una villana – sonrió tomando ambas manos y levantándolas hasta su corazón -  eres todo lo que quiero, deseo despertar todos los días y  que tu rostro sea lo primero que vea, te amo Mal y ni todo el tiempo podrá cambiar eso.

 

Ella solo se quedó mirando, miro al chico frente a si aquel que entregaba su corazón, que le amaba sin contemplaciones, aquel que le miraba con adoración, Mal no quería aceptarlo, no cuando sabía que se arrepentiría ella simplemente no podía decidir, no ahora, no tuvo que hacerlo pues en ese momento la puerta de la habitación se abrió de golpe sobresaltándoles.

 

-          Mal – Jay entro por está importándole poco que estuviera bloqueada e ignorando la desnudes de los jóvenes – es Evie –  le miro conteniendo la ira – la atacaron.

 

Ben reprimió entonces un gruñido en dirección a Jay mientras su novia se levantaba de golpe buscando sus ropas por todas partes, este nunca abandono la habitación, de hecho parecía analizar todo cayendo en la realización de lo que pasaba, Ben sintió el impulso de pavonearse ante un rival que realmente no lo era pero entonces su novia trono los dedos ya vestida llamando la atención hacia ella saliendo de ahí seguida por Jay.

 

Cuando al fin término de vestirse y llegar a la enfermería noto como en aquella cama Evie se encontraba totalmente dormida, su labio estaba partido moretones en sus brazos empezaban a notarse, sus finas ropas fueron sustituidas por una bata de hospital lo que le llevo a pensar en las condiciones que llego ahí. Ben entonces lo noto Cameron estaba a un lado  intentando calmar la ira de Jay que parecía emanar por los poros, intentando calmarse de igual manera, y Mal su amada novia estaba ahí, sus ojos  miraban con suavidad a la chica en la cama, su mano sostenía la pálida entre sus dedos, cuando la enfermera declaro que  estaba estable ella se limitó a hacer una simple pregunta a lo que Jay respondió con gusto.

 

-          Gastón Jr. – murmuro molesto –pero el hada madrina no deja que me acerque – gruño entonces mostrando esa mirada que tanto aterrorizaba.

 

Mal soltó entonces la mano de la chica con tanta delicadeza que no parecía venir de ella, su preocupado rostro se deformo en una mueca de ira pura, escamas negras empezaron a brotar desde su cuello saliendo del cuarto seguida inmediatamente por Jay, Ben lo supo entonces él jamás fue una amenaza, la verdadera rival para Ben  era ella, la chica inconsciente en la cama de hospital, Evie.

 

*******************

 

Gastón Jr. había sido humillado, la ira dentro de él era demasiada aquel niño bonito les había amenazado con regresarlos a la isla además de prohibirles tocar a Mal, la hija del hada presumida y a su banda de niños tontos, consiguieron alcohol, no recuerda como, quien lo robo o porque estaba tomando litros y litros de ese ardiente liquido pero si recuerda una cosa,  la textura de sus dedos contra aquel chico.

 

Carlos de Vil, lo había estado observando desde hace tiempo, desde  que llegaron a Auradon pero siempre parecía protegido, Jay  se cernía sobre él como una sombra, Mal lo hacía a veces, e incluso el rey Ben, cuando aquel otro príncipe empezó a frecuentarlo  cuidándole  Gastón junior parecía renunciar a su objetivo, entonces un día sin ninguna explicación aquel chico nuevamente se encontraba solo, renuncio a sus clases de danza, se apartó de sus amigos, se convirtió en su perfecta víctima.

 

Recuerda beber demasiado  alcohol y caminar por los caminos del patio aun cuando su gemelo trato de detenerle, tal vez golpeo su nariz rompiéndola, lo que fuera cuando encontró al chico no dudo en empujarle contra una pared, los ojos llenos de miedo al reconocerle le dieron tal satisfacción que pronto le puso de rodillas, desabrocho sus pantalones y obligo a aquel niño a llevarle con la boca.

 

Carlos no opuso resistencia obedeció sumisamente hasta casi ahogarse y cuando termino   Gastón se limitó a golpearle en su estómago amenazándole, la próxima vez libre del alcohol en su sistema disfruto mucho aferrarse a aquellos rizos blancos cuando volvió a obligarle en sus rodillas, la tercera vez  le vio llevar un dálmata en sus brazos al bosque más antes de poder hacer algo su gemelo le detuvo.

 

Intento convencerle hacerle ver que estaba mal y definitivamente no debían continuar por ese camino, esta podía ser una oportunidad “olvídate de ellos”  gruño su hermano haciéndole perder su gran oportunidad, días después Carlos de Vil volvió a tener a sus perros guardianes, Jay volvía a orbitar a su alrededor,  Ben cuidaba su espalda, y aquel príncipe árabe bromeaba con él, su asecho no pasó desapercibido pues aquel  inútil ladrón se atrevió a amenazarle, a dejarle claro que Carlos le pertenecía. 

 

La hermosa princesa sin corona, aquella que solía coquetear con ellos en la isla se volvió pronto su nuevo objetivo, solo basto un segundo, un momento en que ella estaba sola y pronto la obtuvo entre sus manos, un salón vacío, uno que nunca se usaba fue el lugar perfecto, la empujo contra el escritorio arranco su vestido mientras aquella chica amenazaba con matarle causando solo satisfacción, le vio lugar con fuerza, entonces su hermano le encontró, le grito por detener esa locura, por evitarse ser expulsado por una tonta venganza,  el tercer Gastón intento salvar a Evie mas que miedo que por bondad, pero él era más fuerte, siempre el gemelo superior y volvió a romper la nariz de su hermano haciéndole huir.

 

Evie grito entonces, su rostro lleno de determinación se deformo en miedo cuando vio todo perdido, al notar como ahora no había salida, ella nunca fue muy fuerte y el pánico le hacía olvidar su hechizo.

 

Nuevamente aquella puerta se abrió, revelando esta vez a un príncipe a Blair hijo de blanca nieves quien curioso al ver a uno de los gemelos con la nariz sangrante busco entre los alrededores, ella le miro suplicante entonces  mientas Gastón  parecía a punto de saltar sobre él, aquél príncipe limito a cerrar la puerta sin cambiar su expresión.

 

-          Cubre su boca –  hablo al fin acercándose para tener mejor vista – o te hechizara.

 

Ella lo recordó entonces pero era demasiado tarde aquel en Auradon tenía magia muy diferente a la isla y sin embargo el gemelo ya estaba amordazándola, Gastón se volvió  al príncipe en espera que hiciera algo pero este se limitó a desestimarlo.

 

-          ¿Esperas participar? – gruño el no deseoso de compartir.

-          Solo quiero ver – desestimo con un ademan – continua.

 

Y Gastón la violo ahí frente a un príncipe que según los cuentos de su madre debían salvarla, la tomo sin compasión con todo el dolor del que fue capaz, se atrevió tomarla con fiereza entre lágrimas de impotencia por no poder liberarse, defenderse, por relajarse lo suficiente y ser atrapada.

 

-          Ya no eres la más bella de todas, ¿o sí? –  aquel príncipe se bufo de ella cuando el gemelo termino, riendo ante aquel cuadro, al ver como una hermosa chica se encontraba destruida.

 

No es que ese príncipe conociera bien a la chica pero para el ella era la representación de todo lo que odiaba, a diferencia de los demás príncipes, aquellos que eran atendidos en camas de oro desde el primero momento para Blair fue diferente, su madre le educo para ser la representación de todo lo que ella era, le enseño a mostrar piedad y amor por cada criatura, le enseño a cantar para llamar a los animales y le mostro cada uno de sus otros talentos, mientras la princesa Audrey jugaba con pelotas de oro, Ben y Chad eran educados en ser caballeros finos y elegantes Blair tuvo que aprender a ser un sirviente, su madre se tomó muy en cuenta esa parte de su educación mostrándole como cocer, limpiar y cualquier otra cosa que supiera.

 

Aquel príncipe creció anhelando ser como Chad y chasquear los dedos para que las cosas salieran como él quería, él era el príncipe que fue educado para ser un vulgar campesino, por eso cuando Evie llego con todo su encano, con su excelentes dones para la costura y la cocina, cuando vio en ella todo lo que odiaba simplemente planeo destruirla, él era amado por todos,  gentil con los animales y siempre tan servicial una máscara que ocultaba un interior lleno de soberbia y odio.

 

Destruir a Evie no era fácil, ella era un hijo de villano su palabra nunca  valdría más que la de él un príncipe respetado y gentil pero lamentablemente tenia a Ben de su lado y ese idiota haría lo que fuera por ellos, por eso cuando vio a uno de los gorilas de la isla arrastrarla a un aula vacía no pudo evitar seguirlo, darle consejos pero sobre todo disfrutar de ver como humillaban y ultrajaban a la joven, no había sido él pero eso era lo más cerca que llegaría, después de todo era un príncipe y un príncipe jamás tocaría a una vulgar plebeya tan sucia como Evie.

 

Blair abandono  la habitación justo antes de que fueran encontrados, Gastón tercero dudo bastante pero al final busco ayuda, encontró a Carlos siendo regañado por el hada madrina quien al verlo sangrar le obligo a ir  la enfermería, intento explicarse pero esta mujer no le dejo hasta que curaron sus heridas, para entonces ya era demasiado tarde.

 

Gastón Jr. fue detenido por el hada para su protección, pues en cuanto  Carlos vio lo que paso salto a golpearle con Jay no fue mucho mejor y solo esperaba para la reacción de Mal.

 

Ben tuvo que intervenir, Mal había empujado toda su magia contra el joven hasta casi matarlo, estaba drenando la vida de aquel  chico mientras reía, el hada madrina llena de pánico retrocedió, pero Ben se limitó a tomarla del hombro y hacerla  parar, ella lo hizo pero solo porque  le prometió un castigo peor.

 

-          Te advertí no ir tras ellos – suspiro cansado el rey tras entrar en el calabozo donde mantenían al joven – ahora debo cumplir mi promesa – entro entonces donde le rompió las piernas, el crujir de sus huesos resonar por todo el calabozo donde nadie se atrevía a bajar, órdenes directas, Ben destrozo cada parte del hombre causándole el  mayor dolor posible.

 

Aquel joven pidió piedad, lloriquear como un bebé por ser devuelto a la isla, pero eso ya no era posible, entonces soltó un nombre, el de aquel príncipe que había estado presente y aun que Ben no quería creerle la tortura a la que Mal le expuso después no le dejo dudas, Gastón Jr. murió a manos de Jay arrancándole el corazón de la forma más sádica posible, un regalo para Evie la chica que agradeció con un beso al árabe por tal ofrenda, la versión oficial fue que regreso a la isla, pero su gemelo siempre supo la verdad.

 

Tres días después el primer príncipe fue enjuiciado como un convicto, Evie le señalo sin muchos ánimos temerosa a que no le creyeran, blanca nieves la llamo mentirosa, el príncipe negó todo pero Mal exigía venganza, Ben sabía que si no le enviaba a la isla Mal le mataría ahí mismo, así que lo hizo, envió al príncipe a la isla por cómplice en una violación, un mensaje claro para muchos, un rayo de esperanza  para los niños de la isla que eran intimidados por aquellos príncipes o demás ciudadanos que se creían inmunes a la ley.

 

En el nuevo reinado de Ben había tolerancia cero para cualquiera de sus ciudadanos fuera de la isla o no.

 

**************

-          En la isla – empezó después de una largo silencio cuando aquella especialista ya estaba dando por perdida la sesión de ese día – ser atacado de esta forma era algo normal – aquello sorprendió totalmente a la mujer quien trato de parecer seria para no asustar a la chica – desde niños aprendes tres cosas, no confiar en nadie, siempre estar alerta y cada quien cuida de sí mismo – ella mantenía la mirada baja fija en sus manos que se retorcían  con nerviosismo – baje mi guardia, confié que este era un lugar seguro a pesar de lo que me fue enseñado y Gastón Jr. Pudo atraparme – su voz parecía quebrarse.

-          Evie esto no fue tu culpa  así que no debes – la mujer la interrumpió porque no quería que esa chica se sumiera en el auto odio y desprecio que podría causarle mucho más problemas.

-          Lo sé – más aquella chica levanto la mirada sin ninguna pisca de dolor, su rostro era una máscara completa de indiferencia – no fue mi culpa y no siento vergüenza por lo que paso – suspiro – fui violada y lo que siento es una enorme rabia por no haberlo detenido, por ser tan ingenua al creer que aquí estaría a salvo.

-          Estas a salvo aquí – señalo la mujer, pero Evie solo resoplo rodando los ojos.

-          Cuando era una niña Maléfica nos desterró a mi madre y a mí,  eso irónicamente me mantuvo segura de los peligros de las calles – volvió a relatar – diez años después me anime a salir, regresar con los otros y bueno sabia como estar segura – levanto entonces su pie sobre la mesita de la sala importándole  poco y de su bota saco un cuchillo afilado – todos saben cuidarse, coquetear con chicos para conseguir cosas es algo normal pero de igual forma sabes cómo mantenerlos a raya – y la mujer tuvo miedo de preguntar si acaso había usado esa arma para defenderse – Un día paseaba por las calles totalmente distraída mirando el mundo que me había perdido por estar exiliada cuando un sujeto me empujo en un callejón  - y pudo ver como todo el lenguaje de la chica parecía cerrarse – de algún modo Jay llego saliendo de la nada empujo al sujeto y me saco de ahí yo no sabía pero Mal me había reclamado como su propiedad y eso me salvo – Evie volvió a guardar el cuchillo en su bota – lo llevo desde entonces conmigo pero hace unos meses deje de traerlo, ese fue mi error.

-          Gastón Jr. Fue el único que cometió un crimen no tu – insistió la mujer.

-          Jamás volví a ser atacada, pero conozco personas, chicos que han tenido que lidiar con eso toda su vida, que fueron torturados, abusados e incluso vendidos por su propia madre – la voz de Evie titubeo un poco al recordar claramente al chico en cuestión, a Carlos  – chicos que crecieron creyendo que eso era algo normal y que jamás pudieron superarlo – sus manos temblaron y por un momento la mujer creyó que empezaría a llorar – nadie fue nunca a salvarles.

-          Aun puedes hacerlo – hablo la mujer cuando Evie volvió a quedarse en silencio – ayudarles si ese tu deseo.

-          No voy a decir sus nombres – le miro - ¿Qué va hacer? Hablar con ellos no les hará sentir mejor.

-          ¿Qué crees que les ayudaría?  - pregunto ella creyendo que Evie se incluía entre esos chicos, teniendo una ligera sospecha sobre quienes hablaba.

-          Arrancarles el corazón – sin dudarlo respondió  sonriendo suavemente – eso definitivamente te hacen sentir mucho mejor  - y ella dudo porque Evie realmente parecía feliz mientras sus dedos se cerraban sobre su bolso, aquella caja en forma del mítico baúl donde alguna vez la reina malvada pidió traer el corazón de blanca nieves, ella continuo haciendo preguntas pero Evie volvió a sumergirse en su silencio sin dejar de acariciar la tapa de su bolso sin saber que dentro de él se encontraba el corazón de Gastón Jr.

 

Ellos sabían que la isla era una prisión, un lugar ruin pero jamás imaginaron que tanto daño fuera causado a seres inocentes, a niños que fueron expuestos a esos peligros, aquella mujer estaba segura que Carlos era uno de esos chicos de quién Evie hablaba pues todo su lenguaje corporal al llegar decía  en letras gigantes víctima, pero después había cambiado, el Carlos de ahora era confiado y totalmente relajado, se dio cuenta que de todos los chicos venidos de la isla, a aquéllos a los que había estado observando el Carlos de Vil de unos meses para acá era el único que no estaba completamente alerta a su alrededor, era de hecho como si Carlos no hubiera crecido ahí ya que no tenía esa mirada que todos los chicos de la isla compartían, ese miedo a ser enviados de vuelta.

 

Después del incidente de Evie, tras el juicio de Blair, Evie fue obligada a asistir a terapia, al principio se negó aun cuando fue obligada, cuando era prácticamente escoltada por algún adulto con la sicóloga ella se mantenía en silencio todo el tiempo sin querer decir nada, en todo lo demás era como si nada hubiera pasado, Evie aun reía y peleaba con Mal, cocía ropa con entusiasmo y mantenía unas altas notas, hasta que Cameron noto como se tensaba al escuchar la voz de tercero, quien hacia lo que fuera para mantenerse alejado pero era inevitable cruzarse ciertas veces.

 

Fue un día cuando este se acercó al cuarto para servir de modelo que confronto a la chica, Mal gruño algo sobre nunca hablar sobre eso, Jay igualmente grito que se callara que eso nunca se debía mencionar pero Cameron insistió en que era algo que ayudaría a Evie que contar su historia la ayudaría a superarla, Evie se levantó entonces bufo molesta y empujo la caja que siempre llevaba a todas partes, dentro de ella estaba un corazón, se veía reciente.

 

Cameron no quiso preguntar de quien era solo suspiro para decirle que se preocupaba, que no tenía idea por lo que ninguno de ellos pasaba, él no era Carlos, él no podía comprender ese dolor y entender lo que vivieron que solo podía estar ahí y escuchar intentando comprender un poco de ese dolor y ser de apoyo, porque eran una familia y definitivamente callar o fingir que eso nunca paso no ayudaría en nada.

 

Evie no pudo soportarlo más y lo dijo todo, conto cada momento, cada palabra, cada respiración de Gastón Jr. Cuando termino lagrimas gruesas corrieron por su rostro mientras Cameron la abrazaba con fuerza, Jay se encontraba sentado en una esquina lo más alejada apretando con fuerza los nudillos al saber que no pudo protegerle, y Mal  se quedó mirando por la ventana negándose a ver como Evie dejaba salir todo aquel dolor, negándose volver a sentir esa rabia e impotencia.

 

Ella hablo dos días más tarde con la sicóloga, tres semanas después las visitas se hicieron innecesarias, el incidente se convirtió en un recuerdo lejano, desde entonces Evie se había vuelto mucho más cercana a Cameron y cuando Doug volvió a hablarle esa tarde luego de ser empujado lejos por ella fue como si nunca se hubieran separado.

 

El año escolar llego a su fin Jay se convirtió en el primer chico villano en graduarse con casi excelentes calificaciones y un montón de ofertas para universidades con becas deportivas, fue un momento muy emotivo cuando Jay recibió su diploma junto a otros Auradianos, Evie lloro tras abrazarle, Mal choco su puño en su pecho con aprobación, Ben estrecho su mano olvidando al fin su rencor para el árabe, y Cameron le beso lleno de orgullo.

 

Hicieron una gran fiesta que se suponía era pequeña, pero con Ben involucrado nada era pequeño termino yendo todo el equipo de Tourney, Chad los llevo alegando que le darían el adiós a uno de los mejores jugadores que tuvieron, Audrey llevo a todo el equipo de porristas y cuando lo notaron media escuela estaba celebrando la graduación de Jay, incluso invitaron a Tercero quien sabiamente no asistió, la fiesta fue en el castillo de Ben sus padres lo permitieron y todo así que la noche termino con una invitación de Azis a visitarlo en Agrabah durante el verano, convenció a Cameron cuando le confirmo que de hecho tenía una pista de motocrós.

 

Ellos aceptaron, tres días después llegaron a Agrabah donde un muy excitado Azis tomo del brazo a Cameron y le mostro el lugar con los demás siguiéndoles, Jay ya acostumbrado a eso solo rodo los ojos y le dejo ser pues no quería ser grosero con las personas que enviaron a su padre a la isla, por cierto su encuentro oficial fue algo tenso, la última vez que se vieron Cameron se desmayó y realmente no se presentaron pero ese día Aladdin le dio la mano y felicito por su logro de terminar la preparatoria entonces Azis menciono lo de las becas universitarias y Jazmín lo alabo usándolo de ejemplo para Azis que solo se encogió de hombros ya que seamos honestos él no era un gran erudito, fue realmente gracioso para Mal que pusieran a Jay de ejemplo, al ladrón aun intentando reformarse.

 

Jay tuvo que resistir mucho impulsos por robar el enorme diamante en el anillo del sultán y de su turbante, Evie encontró a Jordán  para mostrarle las modificaciones a los atuendos que les había dado, la genio casi la estrangula porque efectivamente había puesto demasiado brillo en ellos.

 

Entonces Azis presumido como siempre mostro su enorme colección de motos  lo que mantuvo la atención de Cameron en el todo el tiempo siempre con una gran sonrisa, la primera noche que pasaron ahí Jay se aferró a su espalda murmurando mío contra su oreja, la segunda noche hicieron el amor por que Jay se había cansado de los molesto coqueteos de Azis para su novio aun cuando Jordán le repitió rodando los ojos que lo hacía para provocarle, la tercera noche Cameron fue quien se aferró a el por qué vio como Jordán  charlaba sonriente con Jay y recordó que en su universo ellos eran una cosa.

 

La cuarta noche la pasaron aferrados, con Mal y Evie en la misma cama ante el miedo tras aquel incidente, resulta que al fin fueron a la dichosa pista de motocrós, todos tenían una moto más Evie solo lucia el traje especial mencionando las mejoras con brillo y detalles que podían agregar  para negarse a subir a una de esas motos, Mal ni siquiera dudo resulto que era bastante buena en ello al igual que Cameron que casi  grita de emoción al ver la pista, irónicamente Jay y las motocicletas no iban de la mano no importa cuánto tiempo lo intento Jay cayo de esta lastimándose solamente, Jordán se apiado de él y lo llevo con Evie desde donde miraban a los chicos usar las motos, ella tampoco gustaba de andar en esos aparatos, así que mientras Mal, Azis y Cameron daban vueltas en la pista con total destreza eso paso.

 

Mientras realizaban una pequeña carrera  donde Cameron llevaba la delantera este perdió el control y cayo derrapando su motocicleta, Mal gano pero de inmediato se acercaron al chico, Cameron se levantó sacudiéndose diciendo que todo está  bien, cuando Jay quito su casco para revisarle Cameron se desmayó.

 

Ellos sabían lo que pasaba y se prepararon para tomar otra vida para él.

 

*************

Se despierto entre sabanas de seda una enorme cama  llena de mugidos colchones, la habitación es amplia al igual que los techos, cortinas de diversos colores adornan cada espacio dando el aspecto mágico, Cameron sabe que ha visto algo así antes, solo que no puede ubicarlos bien, su pecho esta descubierto, oro y gemas de diversas formas cubren su piel lechosa, que es mucho más pálida de lo habitual, su cuerpo de igual manera es más esterilizado, delgado pero no frágil.

 

Sus pantalones son tan suaves de seda tal vez de un color carmín profundo casi sangre sus pies descalzos brillan ante el anillo con cadena que hace juego con el de su mano, incluso  hay joyas en su cabeza aun desorientado le gustaría saber qué es lo que pasa, ¿dónde está? pues una piel muy parecida a las de Cruella se encuentra sobre él, su desmayo le había enviado a otro lugar para que Mal pudiera salvarle la vida, se pregunta si acaso el otro él estaría tan confundido como lo está.

 

-          Has despertado – la voz familiar, aquélla que escucha cada mañana al levantarse esta vez le llena de miedo, hay algo en el timbre de su voz que le da desconfianza y eriza cada bello de su cuerpo.

 

Cuando gira ahí está el, Jay aquel que corresponde  a este universo y al ver con la familiaridad que le mira y se mueve por la habitación se da cuenta que es de él, tiene el cabello largo y su piel es más morena pero sin duda es él, su pecho esta descubierto donde una enorme cicatriz atraviesa su pectoral derecho, una fina bata en oro y carmín le cubre de seda al parecer pues sus pantalones también se ven de este material, con una sonrisa una que aunque no esté llena de dientes filosos le hace estremecerse.

 

El truena los dedos haciendo que un chico tal vez no más joven que él acerque una bandeja a su alcance, el chico esta descalzo, pantalones azul celeste solo cubren su cuerpo, eso y los brazaletes que más bien parecen grilletes en sus manos y piernas incluso su cuello tiene uno de oro puro, pues brillan con intensidad, el chico mantiene la cabeza baja todo el tiempo mientras Jay se aleja con la copa en mano, un vaso tal vez de oro también, entonces lo bebe y su rostro se deforma en una mueca de desagrado sin esperar más y con gran ira azota dicha copa al suelo causando un gran estruendo, el chico solo se estremece.

 

-          Esto no fue lo que ordene – gruño molesto Jay  acercándose al chico que solo tiembla esperando una reprimenda – no – susurra con falsa  levantando con sus dedos la barbilla del chico para mirarle – no estoy molesto – sonríe de esa manera estremecedora- estoy furioso – agarra sus cabellos con fuerza para arrojarlo al suelo con total brusquedad y no conforme con eso lo golpea, una vez, dos veces su puño se incrusto contra el rostro del pobre chico que solo jadeaba de dolor.

 

Cameron se estremece de solo verlo, de ver la crueldad con que este Jay podría tomar la vida de un ser humano, con el tiempo se detiene, se cansa al parecer ordenando a los guardias, aquellos que apenas si se inmutaron al ver aquella escena llevándose al niño que jadea de dolor.

 

-          Mis niñas tienes que comer – termina aquella orden Jay, sus nudillos llenos de sangre son limpiados por otro joven que aparece con un paño limpio, Jay parece complacido entonces extiende los brazos y hay un desfile de chicas y chicos, todos ellos escasamente vestidos pero llevando aquellas joyas que ahora no duda son grilletes de esclavitud – vístete – ordena apenas si dirigiéndole una mirada mientras le ayudan a desvestirse – tengo una sorpresa para ti.

 

Se levanta, el miedo hace que se levante sabe que debe jugar con el personaje que es o será descubierto eso definitivamente no puede pasar, como si una orden fuera dada en cuanto está de pie, varias chicas hacen lo mismo con él, le ayudan a entrar en ropas finas y definidamente árabes, lo llenan con nueva joyas y zapatos muy cómodos una de ellas incluso va más allá para delinear sus ojos  y polvear su nariz.

 

Jay está ahí cuando termina ropas elegantes en negro, carmín y dorado le visten, hay gemas preciosas en su cuello y  un enorme diamante azul en su dedo, en su cabeza un sirviente coloca un turbante con un enorme rubí custodiado por dos serpientes, una corona.

 

Él está frente a alguien con poder, el castillo se le hacía familiar, la estructura,  las ropas, está en Agrabah, en universo donde Jay es un sultán, uno cruel, cuando Jay extiende su mano el casi teme dársela, pero lo hace porque debe mantenerse a salvo antes de que Mal lo traiga de vuelta.

 

Los pasillos solo confirman su teoría, esto es parecido pero a la vez diferente al castillo que Azis les había mostrado, cuando se detienen están frente a una habitación Jay solo extiende la mano invitándole a pasar.

 

Hay un tigre, es uno completamente blanco de rayas negras encadenado en una esquina, no sabe que pensar y cuando Jay le pregunta que si le gusta el solo asiente, ojala nunca lo hubiera dicho, Jay truena nuevamente los dedos entonces varios hombres toman al animal hasta someterlo, él ni siquiera lucha como un tigre normal lo haría, en el siguiente momento lo están desollando vivo, Cameron apenas si puede apartar la mirada al ver como arrancan la piel de agonizante animal, aquel que sobrevive a ser despellejado en su totalidad.

 

Tiene que reprimir un gemido, las ganas de vomitar al ver como aquel animal intenta caminar hasta un cuenco de agua para beber aun en esa condición, su visión es bloqueada pues Jay tiene en sus manos la piel aquella que aun esta sangrante por un lado, el solo se la ofrece rosando con la parte suave la mejilla de Cameron diciéndole que espera sea de su agrado esta vez.

 

Cameron se dice que debe sobrevivir, que debe fingir para regresar cerca de su Jay, porque este no lo es, aquel chico de mirada maligna y sonrisa aterradora  no lo es, así que asiente y da su sonrisa más brillante frunciendo la nariz pidiendo que se limpiada.

 

El pasa todo un día en ese mundo, 24 hr en las que tuvo que sentarse a su lado mientras Jay mandaba ejecuciones a personas apenas si culpables, en las que se  sentó en una charla muy incómoda con Jazmín  y Azis que parecían temerle a Jay, en las que este chico le empujo para tener relaciones causando que se defendiera, en aquel momento casi temer estar muerto, cuando golpeo el puño contra el rosto de este Jay, pero el solo rio, sonrió con verdadero deleite  y se alejó diciendo algo sobre sus cambios de humor.

 

Cameron se ocultó la mayor parte del tiempo, incluso se negó a mirar el entretenimiento que este sultán tenia especialmente para él, cuando sintió  el tirón inconfundible respiro aliviado de volver a su mundo.

 

Después de aquello se preguntó qué pasaba con sus otros yo, lo que sucedería una vez que dejara ese mundo, por que algo estaba claro ese Jay era un total tirano psicópata, pero su otro yo, el Carlos de ese mundo debía ser algo peor para aceptar estar a su lado ya que no era un prisionero y aquello simplemente le enfermaba.

 

Azis había empezado a repetir su nombre nada más verlo despertar totalmente preocupado, incluso Jazmín y Aladdin parecían realmente preocupados por el chico que se desmayaba por segunda vez sin razón aparente ante su presencia, pero Mal les aseguro y tranquilizó diciéndoles que era normal, que Carlos sufría de una rara variación de narcolepsia lo que le hacía caer dormido en cualquier momento, ellos concluyeron  luego de mucho discutir que necesitarían una historia para los desmayos que sufriría Carlos cada que su energía se drenara y como medicamente no había nada para justificarlos Ben tuvo la idea de usar esa enfermedad y decir que era una variación muy rara.

 

Eso pareció calmar hasta ahora a todo el que preguntaba, el Hada madrina se lo  creyó completamente, así que Azis no paraba de repetir el nombre de Carlos para despertar a Cameron hasta que Jay tuvo suficiente y le empujo justo al verlo despertar, apenas si habían logrado empujar al príncipe fuera para que Mal repitiera el hechizo para traerlo de vuelta cuando este nuevamente entro con sus padres preocupados, así que ahora que despertaba Evie los empujo fuera para darle espacio.

 

-          ¡Quiero que me digas la verdad maldita sea! – Cameron grito cuando después de cuestionar a todos ellos  las chicas simplemente suspiraron  y dejaron a Jay para explicarle todo.

-          Sabes la verdad – se defendió el chico.

-          ¿Qué pasa con ellos? – insistió  -  con los otros yo.

-          Tomamos su energía para ti – Jay dijo en tono monótono rodando los ojos.

-          ¿Y qué diablos significa eso? –Cameron era cada vez más curioso temeroso de lo que eso significaba.

-          Que tú vives pero ellos mueren – dijo totalmente normal y por un instante le recordó a aquel otro Jay.

-          ¿Tienen que morir? – pregunto casi en un susurro.

-          Si, necesitas su energía – Jay parecía cada vez más frustrado -  Cameron entiende…

-          Está bien – el chico detuvo sus palabras-  yo no quiero morir Jay – dijo con algo de timidez, con vergüenza por preferir su vida sobre los demás.

-          Bien- suspiro de alivio Jay- por qué no pienso dejar que lo hagas- termino para abrazarlo.

 

Cameron recordó aquel mundo, uno cruel y despiadado en el que despertó y se dijo, se convenció que estaba bien tomar aquella vida, porque él era mejor persona que aquél psicópata amante de las pieles, se justificó por convertirse en un asesino.

Notas finales:

 

El proceso de reproducción de las serpientes puede adoptar diferentes formas en función de las especies y la ubicación, sin embargo, las prácticas estándares incluyen una sola forma, los machos y las hembras adultos que se encuentran unos a otros, los que viven en las zonas más frías sólo se aparearán a finales de la primavera y el verano, lo que viven en zonas tropicales el apareamiento puede tener lugar durante todo el año. Los machos se vuelven más agresivos en la época de reproducción, ellos pelean entre sí para ser capaces de llamar la atención de las hembras. Durante la copula el macho se enrosca parcialmente alrededor de la hembra, en algunos casos muerde el cuello para mantenerla quieta.

 

Eso explica el comportamiento de Jay, el percibe a Cameron como su “Hembra” cuando no esta va por Ben  y luego Mal. Ben no estaba hechizado de ninguna forma, se liberan feromonas aunque Jay sea macho las libero y eso atrajo a Ben que solo estaba teniendo su momento gay. Este es mi intento de salseo entre Ben y Jay.

 

Al fin acción entre Ben y Mal… esto fue muy difícil de escribir, enserio lo fue.

 

Y cuando todo iba bien, luego de esa hermosa reconciliación entre Jay y Cameron vengo yo y lo arruino con la violación a Evie, vamos a acaso no lo vieron venir jajajajaajjajaajajaja.

 

Blair: siguiendo con la tradición de nombres con la misma letra de sus padres Blair es hijo de Blanca nieves, su nombre significa “El niño de los campos” de origen escocés.

 

Este nuevo mundo al que Cameron va ustedes dirán se parece mucho a “El hijo de Jafar” con Jay siendo sultán y la corona siendo la misma pero al mismo tiempo mucho más cruel, pues la explicación es esta, es un nuevo fic en el que estoy trabajando cuya idea surgió casi paralela a esta pero decidí dejar para después, se llamara “ El efecto mariposa” mira tú que original soy, lo sé y si tiene algo que ver con la película, ojo dije algo como la trama que indica si cambias el pasado cambiaras el futuro, no quiero decirles más para que me sigan en esa emocionante historia que empezare nada más termino esta.

 

Leí una nota donde unos traficantes de pieles desollaban vivo a un tigre y luego este pobre animal buscaba beber de un cuenco de agua lo cual me repugno bastante, no sé si es real no quise seguir leyendo pero en serio pobres animalitos, yo desollaría vivos a los hombre que hicieron eso y luego echaría sal en sus heridas, otro ejemplo más del ser humano   demostrando  su crueldad.

 

La narcolepsia es una enfermedad mucho más grave y compleja que solo quedarse dormido como sale en las películas, pero como dije ellos necesitaban una excusa, claro que Cameron no cae dormido a cada rato para el pasan meses,   incluso años todo depende de la cantidad de energía o vida que robe y la que esta le dure, a diferencia de Carlos que se desmayaba constantemente por que en aquel momento Mal solo robaba un poco de energía aquí ella toma todo de un jalón para Cameron.

 

Galletas?

Chocolates?

Tacos?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).