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UN NUEVO Y CONOCIDO MUNDO por LILITH_HIWATARI

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Capítulo 25: Efímero.

         “Prefiero morir mañana, que vivir cien años sin haberte conocido”. (Pocahontas)

 

Había cosas que Mal había aprendido desde pequeña, cosas   que estaban equivocadas como que el amor es una debilidad, cosas útiles como que romperte una muñeca es mejor que romperte un pie de lo contrario no podrías escapar en la isla y eso sería tu muerte, cosas como que su madre la odiaba por alguna extraña razón, o que no tenía idea de quién podía ser su padre, aprendió también que el temor era mucho mejor que el respeto, pues este último se podía perder con facilidad, pero el temor siempre inundaría los corazones de los hombres.

 

Aprendió también algo que parecía ser una constante siempre, la única gran lección que siempre le ha funcionado, confiar en sus instintos, confiar en que Jay le atraparía en el aire, en que Carlos obedecería sin chasquear, en que Evie siempre estaría ahí.

 

A Jay podía confiarle su vida sin dudarlo, creer su palabra aun que todo estuviera en su contra y definitivamente podía dejarse ver vulnerable en su presencia, Jay era importante, era como otra parte de ella, su hermano y más, Mal seguiría ciegamente al árabe porque sabía que este haría lo mismo por ella y definitivamente haría lo que fuera por verle feliz, por eso cuando descubrió lo que Cameron, cuando vio a Jay sufrir por un amor perdido ella hizo lo posible para traerle e vuelta.

 

Mal era una villana, ella jamás sería buena como todos los Auradianos, sabiendo que Cameron extrañaba su hogar  aquel lugar que era tan maravilloso para el chico, mucho mejor que lo que ellos vivieron, Mal sabia de alguna forma que Cameron no elegiría a Jay sobre su vida perfecta por lo que decidió hacer lo necesario para darle a Jay felicidad, para asegurar el bienestar de su familia.

 

Fue complicado iba abandonar la idea cuando Carlos regreso tan sumisamente como siempre, pero verle a Jay suplicarle no seguir con la farsa le hizo detenerse, Mal sabia como manipular a la gente, como hechizar o embrujar para dar visiones horrorosas y conducir a la locura, fue eso exactamente lo que hizo cuando Carlos se desmayó, ella fingió buscar el hechizo correcto para traerlo cuando lo que realmente   era darle tiempo a su engaño, envió visiones a Cameron para hacerlo caer en la locura, dejo que escuchara los ruegos y voces de Jay y todos ellos para hacerle cambiar de opinión, le obligo a tomar una decisión, ella jamás pensó que Cameron cayera en la drogas y  definitivamente no imagino que sería internado por eso pero no negara que fue simplemente perfecto.

 

Ella lo trajo de regreso.

Ella mantuvo a su familia unida.

 

Entonces Cameron y Jay riñeron, descubrió la oscura verdad que querían ocultarle y amenazaron con destruirlo todo, afortunadamente Jay logro solucionarlo, lo cual fue bueno había llegado a encariñarse con Cameron como para buscar otro reemplazo, la vida fue buena entonces, hasta que al idiota de Gastón Jr. se le ocurrió tocar lo que le pertenecía, hasta que ese idiota pensó que podía simplemente tomar lo de alguien más.

 

Si algo tenía claro Mal eran tres simples cosas.

 

La primera amaba a Ben, ese estúpido sentimiento que le causaba conflicto era definitivamente amor.

La segunda Jay era un reverendo idiota, pero era su idiota.

La tercera… Evie era suya.

 

Lo fue desde la primera vez que la vio, cuando noto desde su ventana a una pequeña niña  de rizos azulados corriendo detrás de la Reina Malvada, lo fue desde que esos pequeños pero hermosos ojos café le miraron  frunciendo su nariz y dándole la espalda, desde que la princesita la desestimo por creerla una plebeya.

 

Mal  no creía como una niña tonta podía hacerla menos, como esa pequeña se atrevía a mirarla como algo sucio bajo su bota, ella no lo sabía aun pero de alguna forma Mal había quedado prendada por esa chica, igual que su madre lo hizo años atrás con un bebé, igual que lo hacia todas las hadas del mundo.

 

Dicen que con la primera risa de un bebé un hada nace, la verdad no es esa, hay tantas hadas como seres vivos en el mundo, nacen como cualquier ser vivo pero si hay algo de verdad, cuando un hada ve un ser un humano, hay ocasiones en las que no puede evitar prendarse de ellos, no sucede a menudo, algunas hadas nunca conocen a un humano en su vida o algunas otras se resisten evitándolo, porque cuando su ser humano muere la tristeza puede llegar a matarles, algunos lo llaman amor, otros deseo, lo único que es verdad es que cuando un hada escoge a un ser vivo es para siempre.

 

Maléfica escogió sin saberlo a Aurora, había estado tanto tiempo excluida para nunca caer en amor por uno de ellos que se creyó ser inmune, cuando fue desairada por el nacimientos de esta y no ser invitada quiso hacerles pagar, pero la única mortificada fue ella, pues la gran Maléfica quedo prendada de la pequeña niña que dormía, fue algo espontaneo en un segundo la ira la consumía y al siguiente la obsesión la mato.

 

Supo que algún día  la vería morir, que esa niña crecería y viviría tan poco, tan efímero como lo hace un ser humano que se asustó, la maldijo entonces morir en un sueño eterno a los 16 años donde podría tenerla para toda la eternidad, pero ella la perdió por esos 16 años y su amor hacia ella se convirtió en locura y la locura solo puede terminar en algo peor. El oscuro corazón de Maléfica, aquel que le impedía amar  había convertido en una obsesión por poseer esa belleza.

 

Cuando Maléfica murió a manos de príncipe Felipe todo el amor, toda conexión que tuvo alguna vez con Aurora murió con ella, y cuando la trajeron de vuelta ella estaba vacía, aquel hueco que se había llenado de amor a un humano se convirtió en odio y la transformo en el ser ruin que era ahora, Maléfica siempre fue maligna, nunca tuvo compasión por nadie pero después de ser traída de vuelta se convirtió en algo totalmente terrible, porque había arrebatado esa pequeña pisca que la mantenía cuerda.

 

Evie se convirtió entonces en la Aurora de Mal, ella se dio a la misión de darse notar por la chica, de llamar su atención y simplemente poder tenerla para sí, pero entonces no fue invitada a su cumpleaños y cuando la vio, cuando vio a todos esos niños riendo y sonriéndole en la fiesta, cuando la vio rodeada de tanta gente la envidia le lleno.

 

Sabía que su madre se molestaría, sabía que la desterraría por no invitarla a la tonta fiesta por lo que empujo, su madre simplemente cumplió lo que deseaba y en el exilio se dijo que Evie jamás seria de nadie que en algunos años  cuando Evie aprendiera la lección Mal le ofrecería una salida y el pequeño gorrión la acataría gustoso sin saber que todo fue planeado.

 

Pero entonces Evie salió de su exilio con valentía mucho antes de lo que esperaba y Mal se dijo que le mostraría  de lo que era capaz, empujaría tanto a la niña a los lobos que al final Evie  terminaría por correr a ella, ordeno a Jay molestarle, a los gemelos jugar con ella, a cada hombre bajo su dominio a intentar lastimar a la princesita, después se aseguró de salvarle y ser su manta de seguridad.

 

Jay la miro extrañado pero no dijo nada cuando días después le ordenó vigilarle y no dejar que ningún daño le pasara, entonces descubrió la crueldad de la reina Malvada.

 

Evie siempre sonreía, actuaba tan dulce y bondadosa como un villano podía ser, tan delicada y atenta, con modales  y gracia que solo la hacían volverse loca, nunca imagino por todo lo que pudo pasar para ser perfecta.

 

Ella era la más hermosa de todos, aun cuando no quería serlo.

 

Mal acababa de ser puesta en libertad del castigo de su madre, el grillete en su pierna había dejado una horrible marca y realmente la dolía mucho al pisar, por lo que fue a ver a Evie, esta tenia lo que ella llamaba un ungüento para los dolores, decía que encontró la receta en un libro de su madre y aún que no era muy efectivo debido a la nula magia en la isla, era refrescante y definitivamente sabía que Evie masajearía su tobillo, sentir los dedos de la princesa así como su atención era algo que no iba a perderse.

 

Con lo que no noto fue que al entrar por la ventana de la chica esta terminará de darse un baño, Evie estaba ahí se sorprendió un poco al verla pero cuando descubrió que no era un extraño le dio la bienvenida que más bien era algo sobre “ojala se cayeran y rompieran el cuello para que dejen de entrar por mi ventana” pero bueno no era como si pudieran tocar la puerta cierto, bien si podían pero ninguno de ellos tenía ganas de tratar con la reina malvada y con ninguno se refiere a Jay y ella, Carlos nunca le visitaba.

 

El punto era que Evie estaba gruñendo sobre el espacio personal y la necesidad de su tiempo a solas porque era un  princesa y Bla, bla bla, cuando Mal lo noto, era una pequeña mancha roja en su hombro, algo que definitivamente parecía una quemadura, cuando lo menciono Evie se estremeció, le miro con verdadero terror en su cuerpo y cubrió la marca, Mal entonces se acercó a ella ordenándole dejarle ver y cuando vio efectivamente era una quemadura, una que iba mucho más allá bajo la toalla que le cubría.

 

Evie jadeo estremeciéndose cuando Mal desato la toalla y esta callo dejándole desnuda, el rostro del hada paso de desconcierto al horror y a la ira nuevamente pues parecía tener más quemaduras, unas muy horribles manchas rojas otras ya viejas desvaneciéndose pero igualmente horrendas, vio  bajo la cabeza mortificada y cuando Mal pregunto quién fue ella solo pudo susurrar “Mi madre”

 

La ira regreso de nuevo a Mal, alguien se había atrevido a tocar lo que ella mantenía alejado, su propiedad.

 

Llena de ira gruño lista para atacar a la mujer y destrozarla por tal atrevimiento pero la voz de Evie le detuvo.

 

-          Mal por favor no – susurro Evie tomando su mano para detenerla de cometer una locura.

-          Ella te toco Evie – Mal se soltó de su agarre con fuerza - te ha quemado – gruño señalando su cuerpo desnudo.

-          Ella es mi madre – avergonzada bajo la cabeza intentando cubrir su desnudes con sus brazos.

-          ¡Tú eres mía! – gruño mostrando sus aterradores ojos verdes tomándole por los hombros y sacudiéndole mientras Evie soltaba una pequeña risa vacía.

-          No siempre lo fui – dijo tan suave que casi no lo escuchaba pues Evie se alejó de su toque de inmediato.

-          ¿Desde cuándo ha pasado esto? – pido gruñendo a la joven que le dio la espalda para buscar un bata raída y cubrir su cuerpo – ¿Evie?

-          Mi madre no toma bien que ya no sea la más hermosa – suspiro Evie sentándose frente a su tocador y cepillando sus cabellos con Mal detrás de ella – Intento matar a Blanca nieves – le miro por el reflejo del espejo – ¿que debía esperarme yo?, el tiempo corre y ella no puede evitarlo me ve como una amenaza y a veces solo… tiene que destruirme de alguna forma – dejo caer su cepillo en el tocador mientras sus ojos se llenaban de lágrimas – ella dice que ayuda a blanquear mi piel, que el ácido la pondrá más tersa y hermosa  pero solo lo hace para lastimarme – soltó algunas lágrimas, solo unas pocas – por atreverme a ser más hermosa que ella.

-          Voy matarla – gruño Mal

-          No vas a hacerlo – Evie se giró y la miro – tu madre se ha encariñado con ella, jamás te lo permitiría.

-          Evie – Mal se inclinó entre sus piernas levantando su mirada con suavidad – ella no va a dañarte más, me escuchas… ella no…

-          Lo hará Mal – suspiro Evie mirándole a los ojos – lo hará como tu madre lo hace contigo, como Jafar lo hace con Jay y como Cruella lo hace con Carlos, somos su propiedad.

-          Entonces los matare, a todos ellos – Mal se levantó soltando la mano de  Evie  - voy a matarles a todos y pondré esta isla a mis pies entonces nadie volverá a dañarte.

-          Estoy ansiosa por que ese día llegue – respondió con sarcasmo.

-          Solo mírame Evie – sonrió recostándose en la cama – pondré una corona en tu cabeza y oro a los pies de Jay.

-          ¿Tanto nos amas? – bromeo la joven para molestarla.

-          Solo cuido mi propiedad – gruño – ahora ven aquí y cuida de esto viene molestándome desde hace horas – levanto su pie, donde Evie corrió a sacar sus botas llenas de lodo antes de que manchara su cama.

 

Mal vio a Evie sonreír un poco mientras limpiaba y masajeaba su pierna, y cuando esta levanto la mirada no pudo evitar sonreír porque efectivamente Evie era la chica más hermosa de todas, su piel era tan suave y hermosa que se prometió que nada más le dañaría.

 

Por eso cuando fueron a Auradon se aseguró de mantenerla segura, por eso odiaba  a Doug por que no creía que era lo suficientemente bueno para ella, por eso ardió en cólera cuando supo que Jay la había tocado, por eso ahora se aseguró de dejare claro a ese chiquillo lo que pasaría si la hacía llorar.

 

Mal tenía muchas memorias en su corta vida que quisiera borrar, todas ellas de la isla y sin embargo no cambiaría ni por un segundo su vida ahí, pues en ese lugar lleno de podredumbre, de villanos, de maleantes y basura encontró dos cosas valiosas.

 

La primera vino como un sucio ladronzuelo llamado Jay, quien por cierto le causaba muchos dolores de cabeza.

 

La segunda y más importante aún era Evie, la chica más hermosa de todas.

 

***************************************

 

Su cumpleaños había pasado en un santiamén, tenía 17 años no podía creerlo aunque oficialmente su pastel de cumpleaños decía 15, si él tuvo un pastel y todo Ben lo consiguió para él y Azis canto la versión más extraña y empalagosa de feliz cumpleaños mientras lo abrazaba, pero todo fue un poco apagado debido al incidente de Evie, por lo que la gran fiesta que la princesa pensaba organizar se vio reducida a una simple reunión en uno de los jardines alejados de todos, un par de globos rojos, negros y blancos y  solo sus amigos cercanos, ni siquiera los de danza estuvieron ahí, Cameron no quiso incomoda a Evie con más presencias de las necesarios y la fiesta fue casi exclusiva, solo ellos y Ben, Azis se enteró de alguna manera y simplemente los encontró llevando en sus manos el regalo más grande que pudiera cargar.

 

Resulto ser que solo estaba lleno de pelotitas de colores y dentro estaba solo una lámpara, todos parecieron reconocerla pero Cameron jamás la había visto y cuando la froto Jordán aprecio diciéndole que como era su cumpleaños y aun que no solía hacer eso pero como su novio le suplico de rodillas humillándose, si todos  rieron en esa parte Jordán le concedería 3 deseos, así como un genio.

                                                                                                                                                                        

Cameron se quedó pensativo un rato y pidió una chaqueta nueva Jordán no dudo una hermosa chaqueta justo como la imagino apareció, entonces deseo una chaqueta a juego para Dude porque puede que no le entendiera nada y que no fueran muy unidos pero realmente había llegado a apreciarlo, para su tercer deseo las palabras salieron antes de pensarlo, una foto de su familia, fue extraño realmente pues un cuadro en sus manos apareció con sus padres en ella, Cameron se veía a él y su familia, la verdadera, aquella que abandono por seguir el amor.

 

Cuando Azis quiso verla Jay la arrebato notando dicha imagen y la guardo, todos lo olvidaron pronto y Cameron empujo la fotografía en el fondo de un cajón para ocultarla, los exámenes de fin de año, la graduación de Jay y sus clases exhaustivas de danza terminaron por mantenerlo ocupado para olvidarle, entonces luego de ir a Agrabah y volver a desmayarse  Cameron la encontró otra vez.

 

Jay lo encontró sentado en su cama con la mirada más triste nunca antes vista mirando fijamente dicha fotografía enmarcada, no dijo nada no sabía cómo consolar pero aun así no habría nada que decir para hacerle sentir mejor, como podría cuando Jay estaba completamente feliz de que lo eligiera, como mentirle cuando sabía  que no lo sentía ni un poco, así que solo se sentó a un lado y cuando Cameron se recargo contra él lo abrazo.

 

Cameron se preguntó muchas veces después de eso si acaso hubiera deseado volver con su familia esto se hubiera cumplido pero las palabras de Mal resonaban en su mente “No había un él a donde volver”, él estaba muerto en su mundo y aun que lo hiciera, aunque pudiera regresar la maldición de Maléfica le alcanzaría y simplemente volvería a causarles el mismo dolor de verlo morir  y sin embargo solo deseo poder verlos, una última vez, poder decir  lo siento.

 

-          Por favor – suplico nuevamente Cameron, desde hace unas semanas venia pensando la posibilidad de hacer un pequeño viaje solo para despedirse, lo que significaba que Mal usara magia negra pero sabiendo que tal vez esta se negaría  le suplicaba a Jay que fuera él quien se lo pidiera, ella no podía negarle nada, lo había visto y le constaba que Mal tenía esa cosa para Jay.

-          No – repitió nuevamente el árabe desde donde estaba sentado ese día del verano lo pasaría totalmente relajado sin hacer nada, si solo ahí sentado con la televisión encendida y el mirándole.

-          Por favor – Cameron estaba muy insistente sentado a su lado jaloneando su brazo para llamar su atención, no se iba a rendir tan fácilmente.

-          Si Mal ha dicho no, no hay nada que pueda hacer – sentencio porque si el hada decía no era un no seguro, no entendía como esperaba Cameron que él la hiciera cambiar de opinión ella hacia lo que quería cuando quería.

-          De hecho no le eh preguntado pero hace todo lo que tú digas – señalo causando una mirada de incredulidad de Jay, al menos le miraba ahora -  bien ella y tú tienes este vínculo Bro o lo que sea – explico pero Jay solo rodo los ojos y subió más el volumen del televisor - por favor.

-          Quieres que la convenza para usar magia negra Cameron – hablo sin despegar la vista de su programa -  magia que está prohibida y podríamos ser enviados a la isla – el agarre del control se apretó un poco ante la mención del lugar -  no quieres estar en la isla – dijo todo sombrío.

-          Pfff por favor todo el mundo sabe que Ben jamás la va a enviar a la isla, a ninguno – desestimo -  el reino podría caer en llamas solo por una orden de ella y Ben no haría nada – tal vez exagero un poco pero a estas alturas sabían que Ben dejaría que el caos entrara al reino antes de enviarla de vuelta.

-          La respuesta sigue siendo no – gruño Jay sin mirarle.

-          Por favor – pidió pero fue ignorado – Jay – llamo como un niño pequeño al verse ignorado por lo que suspiro haciendo un puchero -  vamos voy a hacer lo que sea – y una nueva idea se le ocurrió se  deslizo al suelo para abrirse paso entre las piernas del Árabe, este lo noto pero siguió ignorándole apropósito esperando ver lo lejos que llegaría, Cameron acaricio sus muslos abriéndolos para acomodarse  desabrocho los pantalones de Jay dejando al descubierto sus bóxer negro  y beso su hombría sobre la tela, paso su lengua entonces levantando la mirada para ver a Jay pero esto solo parecía aburrido, molesto por seguir siendo ignorado se decidió a un más a hacerlo mejor pero cuando iba a  sacar su pene Jay solo le empujo.

-          No déjalo eres malo en ello – gruño abrochándose los pantalones causando un grito de indignación por parte del pecoso que solo le miro herido – es la verdad eres pésimo – se defendió cuando vio la reacción de Cameron -  bien se lo pediré – cedió al fin por que el chico realmente parecía destrozado al perder su última oportunidad.

 

Cameron se lanzó tan rápido que casi tiran el sillón de bola donde estaba sentado pues el chiquillo le empezó a besar con verdadera maestría, Jay atino a sostener sus caderas y deleitarse con esa boca, cuando sus caderas chocaron entre sí todo pensamiento fue borrado de la mente del árabe, porque si Cameron era pésimo haciendo mamadas pero era un gran besador y realmente podían hacer otras cosas en la cama que tenían detrás de ellos, más antes de poder hacer algo Cameron se levantó y sonriendo salió del cuarto.

 

-          Vamos ahora – grito mientras salía regresando minutos después al notar que ya no le seguía – Jay vamos- pidió con un puchero, el árabe solo suspiro y de mala gana se levantó, esto iba a ir muy mal.

 

Jay tenía razón todo fue muy mal, primero Evie les grito por entrar sin tocar algo sobre modales y que dejaran de ser unas bestias, como si las estuvieran desnudas o algo pfff, segunda Mal no se enojó, no que va, enfureció cuando Cameron dijo algo sobre volver a su mundo, la chica imagino que este quería abandonarlos y la ira la inundo, ella no iba a perder otro miembro, no iba a dejar que Jay cayera en dolor y sufrimiento, no destruiría esa familia.

 

-          ¡Esto es una locura! – grito Mal nuevamente -¿qué quieres ir a hacer?, no puedes volver  no hay nada ahí para ti – señalo -  estás muerto en ese universo – sentencio con los ojos llameantes en verde asustándole tal vez un poco.

-          Solo necesito verlos, a mi familia, yo – Cameron había retrocedido un poco incluso Jay se estaba preparando para protegerlo si Mal intentaba atacarlo pero el niño volvió a pararse firme - les extraño- dijo finalmente totalmente seguro de sí mismo - quiero decir adiós apropiadamente – Evie se acercó a Mal entonces tomo su hombro y le hizo girar para verle, la chica solo asintió, el hada entonces suspiro perdiendo toda la ira asintiendo finalmente.

 

Carlos agradeció abrazándole pero Mal solo le empujo y dijo algo sobre necesitar tiempo.

 

Tardaron unas semanas, días en los cuales Mal esperaba que Cameron perdiera interés, no fue así,  el chico parecía cada vez más entusiasmado por ver de nuevo a su familia que no dejaba de hablar de ello, Ben solo pregunto si estaba seguro, Evie parecía empeñada  hacerle notar lo bueno que era su vida en Auradon temerosa de que fuera a cambiar de parecer y Jay, el solo actuaba normal como cualquier otro día.

 

Una semana antes de el “gran viaje” Jay visito a Mal en medio de la noche cuando Evie no estaba, hablaron durante horas y tal vez se gritaron pero al finalizar ella accedió a ayudarle.

 

-          Ellos no pueden verte – murmuro Mal desde donde estaban parados, aparecieron justo en la acera del frente debajo de un enorme árbol, solo tres de ellos, Mal le pidió a Evie y Ben esperar por ellos, estar pendientes por si algo realmente malo pasaba y quedaban atrapados.

-          Pero yo a ellos si – Cameron respondió cruzando la calle decidió a verles más de cerca, a escuchar la voz de su madre, Jay corrió detrás de él y Mal la chica simplemente se quedó ahí cruzada de brazos molesta, aun no muy contenta con la situación.

 

Fue extraño todos estaban ahí, su padre en la sala  hablando por teléfono, paseándose con Cienna pisándole los talones, su hermana bajando ruidosamente las escaleras y su madre, ella solo estaba ahí cocinado y se veía tan feliz, algo le hizo sentirse enfermo no piensen mal estaba agradecido, de que sus padres superaran su muerte, que su madre no estuviera llorando pero no va a mentir que verlos como cualquier otro día, como si nada hubiera pasado fue simplemente doloroso, porque parecía que sin él las cosas seguían igual, el mundo seguía girando y su familia avanzaba, era el único al parecer que se aferraba a su antigua vida.

 

-          Puedes quedarte sabes – rompió el silencio el árabe al notar la mirada de anhelo en el chico, distrayéndole de aquéllos pensamiento - he hablado con Mal y tú puedes – suspiro ganándose la mirada de Cameron aquellos ojos ya llenos de lágrimas -  quedarte aquí con ellos.

-          Estoy muerto para ellos – susurro recordándole volviendo a mirar por la ventana -  jamás podría regresar a casa – y un par de lágrimas se deslizaron por su rostro.

-          Podemos regresarte tu vida, Mal ella encontró una forma – Jay insistió tomando su mano para girarle frente a él -  no podemos regresar el tiempo pero si alterar recuerdos- limpio con dulzura aquellas lágrimas en sus mejillas -  tu familia nunca sabrá que estás muerto ellos te recordaran como si nunca te hubieras ido y – dudo por un segundo ante la mirada de esperanza del otro -  puedes volver a tener tu vida – termino costándole toda su fuerza de voluntad decirlas.

-          ¿Y cuánto duraría un mes, dos? – en su lugar Cameron solo retrocedió rompiendo su agarre -  la maldición de Carlos va alcanzarme aquí también Jay  bajo la cabeza resignado - no puedo – miro nuevamente a la ventana donde una familia parecía vivir tranquilamente  -  no puedo hacerles pasar por esto otra vez, verme morir – susurro con dolor.

-          No lo harías – aquellas palabras hicieron que Cameron levantara la cabeza sorprendió en su dirección -  nosotros te vigilaremos Mal – apretó los puños con fuerza ante sus costados pues sabía bien lo mucho que tardo en convencer a la chica para hacer eso -  ella vendrá aquí cuando lo necesites recitara el hechizo y te dará más energía, no dejare que mueras – dijo con total firmeza -  te doy mi palabra.

-          ¿Estás dispuesto a eso? – Cameron miro a Jay, vio su postura totalmente a la defensiva,  el cómo sus puños se apretaban y su rostro sin expresión, el chico se estaba preparando para ser abandonado -  ¿a dejarme aquí regresar a mi vida y olvidarme de ti? – Jay se estremeció, su rostro de póker se tambaleo un poco ante estas palabras y Cameron lo noto - ¿quieres olvidarme? – pregunto solo para estar seguro.

-          Jamás lo voy a hacer – y la voz de Jay era tan honesta pero a la vez parecía quebrarse a cualquier  segundo -  Cameron lo digo enserio eres lo más maravilloso que me ha pasado –Jay no resistió más, si el chico que amaba iba a dejarlo esta sería la última vez que podría tocarlo por lo que se acercó a él y tomo su rostro con suavidad - tomamos eso de ti la última vez – acaricio su mejilla con dulzura - jamás debimos obligarte a hacer una decisión apresurada ahora puedes hacerlo ve con ellos – y se inclinó para unir sus frentes cerrando los ojos tratando de no romper a llorar – Habibi – le susurro y eso sorprendió a Cameron, esa palabra la conocía, Jay jamás le había llamado así, él nunca hablaba en árabe cuando le pregunto luego de que Azis maldijera en este idioma Jay solo dijo que le recordaba a su padre y por eso no lo hacía, pero ahora lo estaba haciendo, enfrentaba ese horrible recuerdo para decirle una última palabra, una último adiós.

 

Cuando Jafar estaba muy molesto, cuando Jay no conseguía lo suficiente o simplemente le recordaba el hecho de la muerte de su madre Jafar usaba aquel idioma para expresar todo el odio y rencor que sentía por su hijo, toda su decepción denigrándole de la peor manera, claro que Jay sabia árabe era su segunda lengua,  creció con Jafar obligándole a aprenderla pero también la detestaba porque era el  lenguaje  del odio de su padre y sin embargo ahí estaba usándola de una forma completamente diferente, porque para Jay no había otra palabra que expresara lo mucho que amaba, una que su padre siempre odio, aquella palabra que estaba vetada en su hogar, aquella que describía perfectamente todo lo que significaba el chico para él, aquella que demostraba todo el amor que sentía.

 

 Cameron sabía lo que significaba esa palabra Azis había llamado así a Jordán un día, Aladdín lo hizo con Jazmín y cuando el pregunto le fue resuelta esa duda.

 

Mi querido, mi amado, mi amor.

 

-          Ellos son mi familia – Cameron finalmente hablo -  Siempre serán mi familia- suspiro levantado sus manos para tomar el rostro de Jay aquel que aún tenía los ojos fuertemente cerrados - pero mi madre tenía razón a veces simplemente conoces a alguien por quien dejarías todo –sonrió atrayendo más al joven a su presencia -  por quien estarías dispuesto a todo y si esa persona es capaz de los mismo por ti entonces es la correcta – Jay abrió entonces los ojos, el miedo y la duda se reflejaban con fuerza -   No voy a dejarte Jay no vas a desacerté de mi tan fácilmente – y fue como si un gran peso se cayera de sus hombros, Cameron beso a Jay tan suavemente para sellar aquella promesa.

 

Jay había estado dispuesto a dejarle ir, a entregarle a su antigua vida y velar por su vida desde lejos, el chico egoísta, villano, mal hablado y ladrón al que todos siempre juzgaban ante cualquier error, estaba dispuesto a dar un paso atrás y dejarle libre acosta de su propia felicidad,  Cameron no pudo dejarle hacer eso, no porque se lo debiera, no porque sintiera lastima, sino porque simplemente el haría lo mismo por Jay y eso definitivamente era amor.

 

Cameron lo amaba tanto como Jay lo amaba a él, acababan de confirmarlo, Mal respiro con tranquilidad, su Jay merecía ser feliz y más aún que esta fuera realidad, no una forzada por la magia o el miedo.

 

Ellos regresaron a casa de inmediato, Cameron miro una vez más atrás solo para guardar un último instante de su familia para después desaparecer en el vórtice de magia de Mal, los dedos de Jay nunca le soltaron, de vuelta Evie se abalanzo gritando contra el chico dando gracias a Lucifer porque este volviera, Ben bromeo sobre no tener que obligarle a regresar y todos rieron ante eso.

 

La fotografía de su familia dejo de estar escondida, la coloco ahí sobre su mesita de noche donde podía verla cada día junto a esta estaba otra fotografía una de su nueva familia, solo ellos cinco sonrientes tomada desde el celular de Evie, todos amontonados y si alguien preguntaba quiénes eran las otras personas en la fotografía este solo sonreía y llamo su familia.

 

Era extraño, pero nadie cuestionaba pues sabían que el tema de la familia era algo delicado para los niños de la isla, de haberlo hecho se hubieran enterado que él tuvo una madre amorosa, un padre que siempre le apoyo en todo, una hermana que lo fastidiaba y una abuela que siempre supo lo que necesitaba.

 

Cameron había sido amado… aun lo era.

 

***********************

 

Aquel verano termino en un suspiro una mañana Cameron despertó en los brazos de Jay y a la siguiente estaba nuevamente solo en la habitación, al tener que entrar en la universidad Jay tuvo que dejar el dormitorio y las instalaciones, vivía en el loft y todos ellos ayudaron a mudarse y darle algo de vida a la casa, Mal pinto un enorme mural artísticamente villano, Ben le llevo una planta como obsequio por mudarse, Evie les obligo a reacomodar todos los muebles, que no eran muchos a Jay le gustaban las cosas simples y Cameron bueno él fue lo mejor de todo se empeñó en tener sexo sobre cualquier superficie del apartamento a modo de “Bautizo” Jay jamás  había estado más entusiasmado, Dude también decidió bautizar el lugar falta decir que Jay casi le arranca la cabeza, por suerte Cameron ya le habia tomado mucho cariño por lo que le protegió, el pequeño perro aun cuando sabía que Cameron no entendía ni una palabra de lo que decía le acepto, sabía que algo no andaba bien pero este chico parecía amarlo igual, todo era extrañamente familiar, con Dude en su regazo mirando televisión o rascando la puerta de la habitación cuando deseaban privacidad, pero la realidad les alcanzo y ambos tuvieron que ir a clases.

 

Al principio fue extraño Jay era el único chico villano en ir a una universidad, no tenía amigos un solitario tal, la mayoría de los estudiantes rehuían por ser villano la otra por que se enteraron del incidente de Evie y como Ben envió a la isla sin dudar a un príncipe por “mandato” de la chica villana, así que si muchos creían y aun dudaban de las intenciones de los chicos villanos y temían a los amigos cercanos a Ben, pero un día simplemente Jay ayudo a un chica fue extraño ni siquiera coqueteo con ella solo le ayudo evitando que cayera desde una ventana ni idea de cómo llego ahí y la intervención de cierta chica vecina ayudo para romper el hielo con todos los estudiante, en un par de meses Jay volvió a ser el chico popularidad deportista del año que siempre fue, hasta club de fans tenia, no eso no es broma.

 

Así que había  escogido la escuela  más cercana para poder vivir en su loft y ver a Cameron lo más que podía pero pronto se dio cuenta que no era tan esplendorosa como pintaban las películas, el estudio era mucho, las practicas era crueles y los halagos nulos, al menos era un poco menos aburrido que en la preparatoria, diablos incluso llego a extrañar entrar a  su cuarto y que el peludo le ladrara.

 

Su beca deportiva cubrió todos los gastos académicos por lo que podía pasar de este gasto pero aun así tuvo que conseguir un trabajo, el hada madrina ayudo en esto viendo el entusiasmo por Jay le ayudo a acomodase  en la biblioteca de la universidad medio tiempo, agradeció el silencio, la paga no tanto pues el salario era el mínimo pero al menos podía estudiar y llegar a tiempo a las clases así que no se quejaba.

 

Cameron sintió mucho la ausencia de Jay se mensajeaban todo el tiempo y hablaban aún más pero no era lo mismo, al principio creyeron que las pesadillas del árabe serian un problema pero afortunadamente estas se mantuvieron a raya, si las tenia de vez en cuando era normal, un trauma como el suyo no se borraría de un día para otro pero por lo menos ya no eran tan terribles, cuando llegaban a hacerlo Jay no dudaba en llamar a Cameron y juntos se quedaban despiertos hasta altas horas de la madrugada.

 

Los fines de semanas eran sus favoritos Cameron podía quedarse en el loft y pasaban toda la tarde abrazados, a veces las chicas iban con ellos con Ben y veían películas o simplemente la pasaban juntos, la vecina de Jay, aquella chica del departamento de enfrente se convirtió en una muy buena amiga era estudiante arte dos años mayor que él por lo que le ofreció ayudarle en ciertas materias si posaba para ella, el acepto porque aun cuando era bueno en la escuela algunas cosas se le dificultaron, ella después vio a Evie y se dedicó a pintarla, desde entonces la llamo su musa y suplico a Jay que se la presentara, fue una gran desilusión para ella saber que tenía novio y Mal definitivamente la miraba con advertencia pero quedaron en buenos términos.

 

El día antes de la graduación Doug se le declaro a Evie pidiéndole ser su esposa entre miles de ramos de rosas y frente a toda la escuela, ella dijo si y fue el momento más emotivo de todos, en la graduación Ben dio todo un discurso digno de un Rey además de algunas sorpresas Evie fue nombrada oficialmente princesa tomando el título de Blanca nieves, ella tras él envió de su hijo a la isla y perder contacto con el cayo en depresión y no podía seguir con sus deberes reales, Blanca nieves siempre odio a Evie por eso pero a ella poco le importo, por otro lado cumpliendo una promesa que le hizo a Carlos Ben entrego la mansión de Cruella y Cameron se aseguró de convertirla en un refugio canino, se aseguró que cada perro de Auradon no estuviera abandonado.

 

Evie entro a la  universidad con el mejor programa científico de todos con beca completa, Mal asisto a la escuela de arte aun negándose a ser reina, mientras Ben continuo con su enseñanza como monarca, a su vez Cameron logro su objetivo de entrar a la prestigiosa escuela de danza aun con su historial médico  de desmayos, no hace falta decir que se mudó de inmediato con Jay, lo malo según Jay fue que Dude también.

 

Azis entre lágrimas y una exagerada despedida le dijo adiós a su amada bailarina abrazándole  con fuerza, Cameron solo rodo los ojos y Jay dijo algo sobre “estas tentando a tu suerte”  para después hacerle prometer que lo visitarían en Agrabah, él tenía que regresar y terminar su educación allá para ser coronado sultán algún día.

 

Seis meses después Evie estaba planeando la boda ella dijo que espero hasta entonces porque necesitaba tiempo para adaptarse  a la universidad, fue una mentira, Evie había diseñado como Mil vestidos para ella pero el que más gustaba era difícil de usar debido más que nada por sus cicatrices y hace exactamente un dos meses Mal había logrado crear un ungüento capaz de eliminar todo rastro de estas, el primero que hicieron hace años no había funcionado muy bien Carlos fue el conejillo de indias y digamos que dolió como el infierno al desvanecer una simple quemadura, ahora era completamente seguro y Evie agradeció ya que no tenía ningún efecto secundario.

 

Así que la  boda de la princesa con mejor sentido de la moda estaba próxima y todos querían ser parte de ella, Evie fue tan lejos como para diseñar ropa completamente nueva para todos su amigos, su boda seria el evento del siglo y todos debían lucir perfectos.

 

-          Espero que Evie sepa cómo arreglar lo de la boda ya que no quiere ninguna ayuda – comento causalmente Cameron justo metiéndose debajo de las mantas  listo para ir a dormir, Jay salía del baño tras lavarse los dientes lanzándose de inmediato sobre Cameron aplastándolo – Jay pesas – le empujo pero el chico solo sonrió negándose a quitarse.

-          Eso no decías anoche – bromeo empezando a forcejear en la cama como un juego tal vez las cosas fueron un poco lejos cuando Cameron se las arregló para patear a Jay con fuerza aventándole hasta el otro extremo de la cama.

 

Un par de minutos después y de que Jay se quejara sobre estar dolido y la necesidad de un masaje con aceite súper sexy en su espalda lo ayudaría, Cameron supo que mentía cuando le pidió hacerlo desnudo, así que ya acomodados para dormir cada quien de su lado de la cama, Cameron se giró para quedar mirando a Jay.

 

-          ¿Cómo te gustara que fuera? – pregunto tratando de ser casual- hablo de nuestra boda – y aunque no lo notara el chico estaba muy nervioso.

-          ¿Quieres casarte? – Jay pregunto mirándole confuso - ¿Por qué? – dijo como si la sola idea fuera algo extraño.

-          ¿Tú no quieres? – Cameron parecía muy inseguro y dolido ante las palabras del árabe pero esto ni lo noto.

-          No veo por qué – se encogió de hombros  volviendo a acomodarse para dormir -  vivimos juntos y somos un elemento no hay necesidad de una ridícula boda – bufo desestimándole -   mis padres no lo estaban, en la isla no se hace eso.

-          ¿Pero no quieres? – Cameron insistió sentándose completamente en la cama mirando al chico que ya  tenía los ojos cerrados con indiferencia.

-          No soy una chica Cam eso no me interesa – gruño queriendo terminar el tema e irse a dormir.

-          Eres un idiota Jayden – Cameron utilizo su nombre completo, aquel que fue descubierto cuando entregaron su certificado de estudio y aun que prometió nunca usarlo en ese momento le valió una pura y dos con sal, pues su novio con el que pensaba formar una familia no quería casarse, no quería formalizar nada, no quería avanzar en esa relación y eso le molesto.

-          ¿A dónde vas? – Jay despertó de inmediato ante la mención de su nombre lo suficiente para ver como Cameron tomaba su almohada una manta y salía del cuarto azotando la puerta furioso.

-          ¡A dormir al sofá! – grito no queriendo compartir la cama con él.

 

Jay se quedó mirando la puerta totalmente confundido, no entendía lo que le pasaba a Cameron pero nuevamente él estaba muy cansado y no tenía ganas de lidiar con el drama que se le presentaba, nope como buen hombre lo ignoraría hasta que Cameron se cansara y le hablara, tal vez por la mañana se hubiera pasado todo el coraje y tendrían un fantástico sexo de reconciliación.

 

No fue así, Cameron le ignoro por una semana entera frustrándole más.

 

************************

 

-          Y él solo se molestó – Dijo Jay a Mal y Ben con quienes tomaba el té, si él té al parecer aun cuando Mal negaba querer ser una reina esta ya estaba aprendiendo ciertas reuniones y tomar el té con sus visitas era una de ellas, Jay llego ese fin de semana quejándose sobre Cameron y como este lo ignoraba, de hecho no tenía idea de donde estaba, bueno si pero no quería ir al estudio de baile porque sabría que Cameron lo echaría furioso.

-          Realmente eres un idiota Jay – Mal rodo los ojos bebiendo de su tasa con total elegancia, enserio Jay aún no se acostumbraba a verla así.

-          No debiste decir eso – Ben continuo por Mal- él esperaba otro tipo de respuesta.

-          No le veo el punto de una boda Ben – gruño Jay con desdén puede que Ben ya no le odiara pero aun sentía como el rey le gustaba fastidiarlo con sus “consejos”, bien Ben era un poquito rencoroso y gustaba de irritar a Jay -  discúlpame pero no veo a Mal y a ti haciendo planes de boda – se cruzó de brazos refunfuñando.

-          Es por que ya están todos hechos – desestimo la chica -  la madre de Ben esta en ello.

-          ¿Enserio? – Jay estaba completamente sorprendió porque ahí, su amiga, su mejor amiga, más que hermana le estaba confesando que Ben y ella iban a casarse y que todos los planes ya estaba en marcha- ¿Y esto cuando sucedió?

-          Aun no lo ha pedido – rodo los ojos la chica – y esa vez no cuenta Benny boo – le cayó antes de que el joven rey hablara – estamos esperando que pase lo de Evie para poder  hacer el anuncio – revolvió su té con elegancia – Lucifer me libre si robo su momento.

-          Ella te destrozaría – Jay le dio la razón – ¿pero una boda? – levantó una ceja incrédulo – de Evie lo entiendo fue criada como una princesa ¿pero tú? – se burló – ¿o yo? – acomodo cuando vio el rostro disgustado.  

-          Claro idiota vives en Auradon ahora tienes que casarte con él – gruño Mal terminando su té y tomando un pastelillo con delicadeza.

-          ¿Por qué?, es una estupidez – dijo como un niño malcriado no entendiendo el punto.

-          Jay – Ben volvió a tomar la palabra al notar como su novia parecía a punto de golpearle - Cameron no es de la isla él viene de un mundo donde al igual que aquí el matrimonio es importante – explico ante la mirada molesta de Jay al ser tratado como un idiota -  sus padres están casados, sus primos se casaron, el menciono una boda – señalo lo obvio -  deja de ser un idiota y ve a pedirle matrimonio de la forma más romántica posible – termino tomando su taza de té y bebiéndola con mucha elegancia, Jay casi se cae de la silla con incredulidad al ver que Ben le hablaba de esa forma.

-          ¿Tenías que elegir al príncipe verdad Mal? – se giró a la chica que  ahora comía una galleta bañada  en mermelada de fresa.

-          Rey, Jay – sonrió en su dirección -   Ben es un Rey recuérdalo, ahora cállate, planea algo y que sea bueno – sentencio terminando la conversación.

 

Jay solo suspiro y se dijo que pensaría en algo realmente genial y tal vez estar casado no sería tan malo, bueno si lo fue para sus padres, pero esto era Auradon y Cameron ya había sacrificado tanto por el, Jay bien podía tomar su estúpido orgullo y tener una boda como su novio quería, ahora solo tenía que buscar la manera de hacerlo, debía ser espectacular.

 

Súper fácil.

 

No era para nada fácil, Jay no tenían medula  romántica, no importa todos los detalles que tenía con Cameron, porque eso era prácticamente coqueteo, algo que había aprendido como modo de supervivencia, trátalos bien, hazles sentir que es especial así  bajaran sus defensas y serán tuyos, eso fue lo que Jay aprendió y no que viera a Cameron como una presa de ese tipo pero debía aceptar que todo eso funcionaba.

 

El problema era que el matrimonio era algo serio, algo que sabía que significaba mucho para su pecoso y si prometer robar la vida de otros seres solo para mantenerlo a salvo no era suficiente demostración de devoción, Jay no sabía que debía hacer, pensó en llenarlo de rosas pero recordaba vagamente el cómo Cameron golpeaba a Azis con esas que siempre le regalaba y bueno sabía que un montón de rosas no eran el estilo de su chico, también pensó en una cena lujosa con velas y  música ridículamente melosa pero tendría que vestirse acorde y quitarse los percis y nope, Cameron amaba su look de chico malo así que no.

 

Reconciliarse con su novio parecía aun peor pues tardaron aun media semana más, una tarde tras regresar de una práctica con el entrenador vio a Cameron haciendo estiramientos frente a la pared donde colocaron un enorme espejo y una barra para su práctica y se derrumbó, Jay murmuro un “lo siento”, camerón solo suspiro le miro atreves del espejo  y toda tensión de su cuerpo se desprendió, “también lo siento” respondió el pecoso mirándole de frente y pasaron el resto de la tarde hablando sobre su vida, sobre sentimientos aquello que Jay evitaba, pero en fin, el árabe finalmente admitió tener miedo y no estar listo para algo tan grande, sabía que quería pasar el resto de su vida con Cameron, no se imaginaba algo mejor, pero tenía miedo de que algo cambiara, de que de alguna forma terminara igual de amargado y resentido que Jafar.

 

Tres meses después el día de la boda de Evie, mientras esta caminaba por el altar y decía sus votos junto a Doug y el sacerdote oficiando la ceremonia, Jay no pudo evitar mirar a Cameron, aquel chico que lucía realmente hermoso, sintiéndose afortunado por tenerlo en su vida, entonces Cameron le miro y sonrió tan dulcemente que simplemente le hizo entender que todos sus miedos eran infundados, pues jamás se convertiría en Jafar, no con Cameron a su lado, no cuando ese chico había visto algo bueno en su interior, Jay se dijo entonces que si Cameron estaba dispuesto a intentarlo, a saltar al abismo con él, podía hacer lo mismo.

 

Un mes más tarde mientras Jay jugaba un partido muy importante, la final entre universidades, en aquel juego donde los caza talentos estaban observándole para hacerlo profesional  se detuvo a mitad de una jugada, con el pud en su poder mirando fijamente a la red para después quitarse su casco y girar en dirección a la multitud.

 

-          ¡Babe! – grito emocionado importándole poco el momento -  ¿quieres casarte conmigo? – y todo quedo en silencio cuando aquellas simples palabras salieron de su boca, Jay había estado pensando el momento justo cuando hace exactamente cinco segundos  se dio cuenta que eso no importaba, él quería pasar todo el resto de su vida con Cameron formar una familia y no debía buscar el momento porque simplemente no era su estilo así que iría por ello como un villano, simplemente hablaría sin rodeos.

-          ¿Qué diablos Jay? – Cameron grito molesto una vez que toda la vergüenza pasada pues tenía todas las miradas del juego, incluso el entrenador empezaba a gritar cosas como  “maldición Jay ahora no es el momento” – ¿enserio estas preguntando ahora? – y Jay asintió lanzando el pud al cielo pues otro chico intentaba embestirlo para arrebatárselo pero al notarlo simplemente lo esquivo y empujo al suelo para volver a cachar dicho pud.

-          Responde o no anotare – amenazo con un gruñido y joder ahora todas las miradas estaban realmente en el, hasta el entrenador que parecía a punto de darle una apoplejía.

-          Yo -  hablo inseguro pues solo al idiota de su novio se le ocurría amenazarlo con perder el partido más importante de su vida, estaba  aún paso de ser profesional santo cielo.

-          Hijo por favor di que si – grito finalmente el entrenador, mientras Jay seguía esquivando todos los ataques que le daban.

-          ¡¡¡Di que sí!!! -  coreo todo el público animándole, las chicas a su alrededor que eran más que nada las novias de los demás jugadores y sus amigas de la clase de Ballet decían cosas como “que romántico” o “De Vil van a perder el juego por tu culpa” “Si pierden por tu culpa” “déjalo en paz”, ok tal vez ya estaban empezando a pelearse.

-          Si – respondió rápidamente y la sonrisa resplandeciente de Jay valió totalmente la pena – pero debes ganar el juego – y ante esto Jay solo asintió y se dispuso a correr para anotar.

 

Ganaron, su equipo tuvo una victoria aplastante que casi opaca la declaración de Jay, pero entonces el joven empujo el trofeo de sus manos a otro jugador y corrió a las gradas saltando la barrera mientras se quitaba el estorboso equipo de su uniforme para legar hasta Cameron que siempre lo esperaba en las gradas.

 

-          Sé que lo pregunte ya pero – tomo sus manos con delicadeza mirándole directamente a los ojos, las pocas personas que seguían en las gradas y no estaban festejando en el campo con todo les miraron esperando una gran escena - Cameron Boyce – susurro su nombre como una caricia, algo que Jay no hacía mucho, al menos no en público pero que importaba aun cuando no podían oírlos a Jay no le importo - ¿quieres casarte conmigo? – volvió a preguntar y esta vez no había presión solo sinceridad pura emanando del joven, un anhelo simplemente tierno y sincero.

-          Si, si quiero – respondió con total honestidad besando a Jay en los labios entre una lluvia de aplausos y silbidos por aquel bello momento.

 

Jay impresiono a los  promotores, incluso con su desplante romántico le ofrecieron jugar de manera profesional al terminar sus estudios en la universidad, ellos decidieron esperar un poco para la boda, no tenían tanta prisa, eso y que Jay compro un anillo una semana después, no lo culpen la escuela lo tenía muy ocupado y no tenía mucho dinero aun.

 

Un año después Evie empezó con los preparativos de la gran ocasión.

 

Y todo fue perfecto, Evie termino organizando otra boda nuevamente, ella no reparo en gastos  llegando hasta el punto de retomar su máquina de coser y hacer el vestido de novios para ambos igual que como había hecho para la suya y seguramente lo haría para  Mal y Ben porque en sus palabras “Su familia solo merecía lo mejor”, así que Evie los había torturado, empujado, pinchado, medido e incluso puesto a dieta ese fue Jay para que todo quedara completamente perfecto, tanto así que el día esperado todo era igual a un hermoso cuento de hadas.

 

Cameron insistió en algo completamente tradicional con blanco por todos lados y cuando Jay quiso algo más de villanos al igual que Mal este se horrorizo empujando el pecho de Mal “ en tu boda puede ser,  esta es la mía” y después miro a Jay con enormes ojos y un pequeño puchero “ Pero bebé yo quiero que todo sea perfecto” y santo remedio Jay le dio carta blanca y Mal se apartó de los planes, Cameron estaba totalmente orgulloso de lo mucho que podía manipular a Jay estos días, ni siquiera tuvo que sobornarlo con sexo.

 

El día de la boda todo lucia hermoso, blanco adornando la catedral, el salón de fiestas, los invitados vestidos de gala, Jay en su traje negro y sin cuero señores y señoras, se vistió sin cuero, un hermoso smoking negro cortesía de Evie tal vez con algunos ajustes  en rojo pero mayormente negro, a su lado en sus pies Dude igualmente vestido de gala movía su colita al estar presenten en tan importante momento  y Cameron, el simplemente lucia hermoso en su traje blanco, solo su corbata era roja y todo lo demás completamente blanco. Evie sonrió al verlo listo para la boda,  parecía un ángel sus palabras por cierto.

 

La música nupcial sonaba a lo lejos el chelo y violines sonaron con delicadeza anunciando la ceremonia, Jay parecía completamente aburrido soplando un mechón de cabello que sobresalía, ni por ser su día especial el dejaría su corte de malviviente, palabras de Cameron, así que ahí estaba soplando el mechón parado esperando que Cameron caminara porque este quería una boda de cuentos de hadas, sintiendo picazón por el cuello al igual que Mal que parecía a punto de arrancarse el vestido de dama y botar los tacones muy lejos.

 

Entonces Ben dio un pequeño codazo a Jay y este dejo de jugar y ponerse derecho listo para su boda perfecta, todo en su lugar, sus aburridos votos ya escritos y memorizados, Cameron nuevamente le obligo a escribir los suyos, parecía que ya no podía negarle nada. Dude pareció leer sus pensamientos pues lanzo una mirada de desaprovacion en su dirección, entonces el perro se tensó levanto ambas orejas y salió corriendo, cuando vio correr a Mal después que Evie susurrara en su oído, importándole poco la etiqueta Jay salió corriendo, solo pensando una cosa.

 

“Por favor hoy no”

 

Cuando llego a la habitación donde Cameron debía cambiarse lo más temido se hizo realidad Evie intentaba levantar el cuerpo del chico que parecía no respirar, mientras Mal  tiraba su estúpido ramo para prepararse para traerlo de vuelta, Dude no dejaba de ladrar a su lado.

 

Sucedía otra vez, nuevamente arruinando su momento, Jay solo se preguntaba cuando tiempo podrían seguir con esto, cuanto más resistiría Cameron.

 

La boda se retrasó un par de horas,  pero cuando al fin se llevó a cabo fue lo más hermoso y justo lo que Cameron quería,  en la luna de miel viajaron a la playa donde por más que lo intento Jay se negó a aprender a nadar.

 

Al terminar la universidad Jay se convirtió en jugador de Tourney profesional, le encantaba realmente lo hacía, un  mes después Ben lo  puso a cargo de un proyecto muy especial, un orfanato que aseguraría el bienestar para los niños que no pudieran ser cuidados de la isla, era un proyecto muy ambicioso por lo que aun cuando Ben quería ponerlo andar desde hace años no pudo concretarse hasta ahora, dijo que necesitaba aun chico que haya vivido en la isla para que lo pequeños pudieran confiar en él y aun que cualquiera de los chicos de la isla podía serlo Jay al convertirse en una estrella admirada por los Auradianos era perfecto para ser la imagen pública, Jay no lo pensó dos veces y acepto.

 

Un año más tarde Cameron fue aceptado en una prestigiosa compañía de danza, Evie se había convertido en la primera princesa  en un grado de ingeniería molecular y actualmente estaba buscando su doctorado en genética, lo niños no parecían estar en la lista.

 

Ben finalmente pudo pedir oficialmente la mano de Mal, fue totalmente hermoso y romántico el simplemente planto durante tres meses arbustos de rosas rojas en el  jardín preferido de Mal justo que se observaba debajo de su ventana, un día cuando ella se levantó y miro por esta aquella pregunta le sorprendió, porque al florecer dichos arbustos formaron una pregunta “ Cásate conmigo Mal” y ni siquiera era una pregunta que fue lo que termino por convencer a Mal pues Ben se inclinó en una rodilla y entrego el preciado anillo.

 

Sorpresa ella dijo que sí.

 

Y todos ellos ya tenían una vida juntos, Cameron aún se desmayaba causando un susto a todos ellos,  pero este era un nuevo capítulo en su historia una que esperaba Jay no fuera a terminar.

 

Cuan equivocado estaba.

 

Su cuento de hadas personal  estaba llegando a su final.  

Notas finales:

Mal tiene una obsesión casi insana por Evie, parecido a lo que tenía Jay por Carlos, tomándole como su propiedad y queriendo mantenerla para sí, la diferencia es que estas realmente lograran una conexión algo que Jay jamás pudo con Carlos.

 

Cameron visitando a su familia, dar el último adiós y dejar a tras definitivamente su pasado.

 

Creo que todos ya saben que significa Habibi, sé que hay palabras que significan algo más profundo pero no lo sé, me encanta esta y simplemente creo que adoro que Jay la diga a Carlos o Cameron en esta ocasión, es simplemente perfecta.

 

Cameron sigue desvaneciéndose y los chicos trayéndole de vuelta, eso hace su vida un poco difícil pero  saben cómo remediarlo, más o menos.

 

 

 

 


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