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UN NUEVO Y CONOCIDO MUNDO por LILITH_HIWATARI

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Notas del capitulo:

 Alguien me prometió un costal de galletas por esta actualización… quiero mis galletas…

 

 

 

Capítulo 6: El lado oscuro de la luna.

 

 

“Yo soy malo, y eso es bueno. Nunca seré bueno, y eso no es malo. No quisiera ser nadie más que yo.” – Ralph el demoledor

 

 

 

Los días habían pasado, se convirtieron en semanas y estas en meses, ya nadie veía de raro a Carlos y su acostumbrado cambio  short por pantalones, o ver lo expresivo que se había vuelto, usando expresiones extrañas y moviendo sus manos por todas partes al hablar, el cambio bruscos en sus calificaciones se hicieron notar pero nuevamente nadie presto atención, nadie a parte de sus profesores que no se explicaban este cambio.

 

Sus clases de danza también rendían frutos pues su cuerpo comenzó a notarse cada vez más sano, su piel tomo un color más saludable y su interacción con otros chicos también cambio, todos vieron pasar a Carlos el tímido chico que se ocultaba detrás de sus amigos de la isla a Carlos el chico que no temía mandarte a la mierda si te lo merecías, era increíble cómo había logrado hacer más amistades en los últimos dos meses que desde que llego a de la isla.

 

Y fue por este nuevo cambio, todas estas amistades que siempre le saludaban sonriente entre los pasillos que realmente pedían su opinión sobre temas que nunca antes conocía que aquel incidente pasó.

 

Azis era como muchos en Auradon un príncipe, uno que gracias a dios no era arrogante como Chad pero tenía un pequeño defecto, era súper competitivo, tenía que ser el mejor en todo, de hecho lo era, Azis era prácticamente la estrella deportiva de  Auradon mucho antes que llegara Jay pero entonces tuvo que regresar a Agrabah y perder su título, por eso cuando  regreso no le agrado mucho la idea de ser reemplazado y mucho menos que se tratara del hijo del hombre que intentó matar a su padre, si Azis podía ser un poco rencoroso también, por lo que ambos jóvenes se odiaban, aun cuando se trataban con mucho respeto el príncipe haciendo alarde de su sangre real mostrándose  estoico y Jay reprimiendo las ganas de machacarlo cada que este lo provocaba su interacción era bastante civilizada.

 

Hasta que Carlos o mejor dicho Cameron apareció en el campo del torneo muy enojado  porque Jay había tomado su tarea de química y él pensaba terminarla ya que su clase de ballet termino temprano, cabe mencionar que tal vez iba vestido aun en aquel leotardo que volvía loco a Jay y definitivamente lucia mucho mejor  ya que empezaba a ganar musculo.

 

Azis noto entonces al niño, vio como los ojos de Jay se iluminaron, escucho las burlas de sus demás compañeros para los  “novios” y un maligno plan se formó en su cabeza, o al menos esa era la idea, resulto para su gran sorpresa que Carlos era definitivamente no como se esperaba del hijo de una mujer loca, tenía excelentes  modales, así como un amplio conocimiento de la cultura pop, le gustaba las motos y ni hablar del motocross, joder incluso su gusto musical era muy parecido.

 

Aquel príncipe definitivamente decidió olvidar su plan para fastidiara Jay y dedicarse a entablar una bonita amistad con el chico y no es porque le gustara, reconocía el atractivo del joven pero tenía novia y la amaba mucho, por lo que perderse durante horas en conversaciones muy interesantes con el hijo de Cruella se volvió algo rutinario, él era divertido y Azis empezaba a cambiar de idea ante los chicos de la isla.

 

Entonces Jay los vio, mal interpreto una situación, el toque casual de Azis, aquel que rodeaba los pequeños hombros de su niño mientras imitaba la canción tan conocía de sus padres, una invitación totalmente inocente, una risa procedente de Cameron totalmente sincera, aquella mirada compartida por dos amigos  de gustos iguales se transformaría en lo que parecía una tragedia.

 

Cameron caminaba en dirección a su clase danza nuevamente, el recital seria en unos días el estrés definitivamente le estaba matando por lo que era comprensible que fuera tan distraído, porque no tenía por qué sufrir intimidaciones, la última vez que algo así paso Freddy aquella chica de piel morena con la boca llena de afilados dientes le llamo mascota, insultándole de formas tan sutiles pero crueles haciendo alusión a la vida en la isla, a Cameron pudo importarle poco,   no era Carlos sin embargo el imponente estado intimidante que emanaba la joven le congelo por un momento entonces Mal llego y le amenazo de la forma más descarada posible mostrando sus ojos verdes y aquellas escamas negras el incidente no paso a mayores cuando el buen rey Ben le dio una sutil advertencia, así que no, él no tenía que soportar intimidación,  no cuando era amigo íntimo del rey, no cuando su novio era el chico más intimidante de la escuela, no cuando todos parecían agradarle, por eso fue una total sorpresa cuando al doblar una esquina un brazo le empujo con fuerza contra una pared haciendo soltar un suave quejido de dolor.

 

-          ¿Qué demonios crees que estás haciendo? –Jay se cernía sobre el  mirándole muy, pero muy molesto.

-          Jay… ¿qué te pasa a ti amigo? – Cameron estaba asustado, por un momento pensó que Jay lo había  averiguado todo, sabia de la farsa, de que no era su novio y estaba fingiendo, demonios Jay iba a matarle ahí mismo.

-          ¿Por qué diablos estas coqueteando con Azis? – aquello no se lo esperaba, el temor de Cameron se transformó de inmediato del miedo a la confusión, tal vez un poco de alivio pero Jay no parecía notarlo.

-          ¿Coquetear? – repitió confuso -  yo no estoy coqueteando con nadie – le empujo para sacarlo de espacio personal pues además la mano en su pecho empezaba a presionarse cada vez con más fuerza.

-          ¿Cómo llamas entonces a lo que vi? – Jay quito la mano de su pecho solo para agarrarle del brazo y apretarlo con furia – Tan cerca de Azis justo al salir de clases.

-          Solo hablábamos –  explico pues efectivamente Azis le había buscado para mostrarle por medio de una fotografía su más reciente adquisición de motocicleta, el definitivamente no estaba coqueteando.

-          Tu eres mi novio Carlos –y el agarre en su mano se hico más fuerte -eres mío – gruño, si efectivamente Jay gruño mostrando sus dientes afilados, las pupilas de sus ojos se cerraron hasta volverse pequeñas rendijas que le helaron la piel, pues aquél joven parecía verdaderamente perdido en la ira.

-          ¿Disculpa? – sin embargo Cameron no iba a dejarse mangonear de aquél modo - Yo no soy de tu propiedad – empujo con todas sus fuerzas para liberarse del agarre de su mano buscando una salida.

-          Estas jugando un juego muy peligroso aquí Carlos, no me hagas perder la paciencia – Cameron no logro mucho solamente que Jay volviera a empujarle por los hombros contra la pared con más fuerza de la necesaria dañando su espalda.

-          ¿Jay? – Ahora realmente estaba asustado pues no le había visto de aquella manera, no tan perdido en la ira, ni siquiera cuando Evie lo hechizo.

-          Eh sido muy agradable, demasiado agradable contigo últimamente no me provoques – siseo ahora como una serpiente muy cercana a su rostro.

-          ¿Así que este es el momento en el que te pido perdón y accedo a que me trates como un objeto? –Cameron respondió sin pensar, el miedo dentro de él se había transformado ahora en ira - bien pues eso no va a pasar amigo  - frunció la nariz forcejeando para salir de aquél agarre siéndole inútil, entonces tomando su rostro con una sola mano Jay forzó su lengua hasta su garganta, fue un beso agresivo, nada comparado al que le dio la primera vez, muy lejos al que Cameron le dio bajo el hechizo y sobre todo no era aquel tímido beso que le dio aquella  tarde en su habitación, no este fue tan violento, invasivo, lleno de ira y rencor, Cameron sintiéndose amenazado y por qué parecía que Jay no necesitaba respirar hizo lo único que se le ocurrió, el enterró sus dientes igual  de afilados en el labio del mayor hasta   hacerle sangrar.

-          No – Jay sonrió tras alejarse  y limpiar la sangre de su labio con sus dedos – ahora es el momento en el que dejas de comportarte como una jodida puta.

-          Tú no eres mi dueño – respondió desafiante el pequeño no queriendo dar marcha atrás a su punto sin importar lo mucho que ese chico le aterraba en aquel momento, pues él no se iba a dejar someter de aquella forma.

-          Si, lo soy – volvió a  besarle a la fuerza apretándole contra sí pero Cameron esta vez estaba preparado por lo que le dio un rodillazo en la entrepierna para que lo suelte.

-          Idiota  - murmuro Cameron tras ver como Jay caía de frente a la pared donde momento antes le aprisionaba – puedes venir a disculparte cuando madures un poco – termino para alejarse del chico.

 

Jay se quedó ahí, el dolor en sus partes privadas no eran lo único que le hicieron reflexionar, volvió a probar la sangre que aun emanaba de su labio un poco confuso, Carlos jamás se había rebelado contra él, no desde hace un par de años, claro que aquel pecoso sabia como defenderse, traía una navaja consigo por una razón pero con él jamás opuso resistencia, Carlos era totalmente sumiso cuando Jay intentaba algo así que aquel repentino cambio era extraño, una pequeña sonrisa adorno sus labios sonrisa que se fue transformado en risa este no era Carlos, era alguien nuevo, decidido, diferente, y joder era completamente excitante, era obvio que le tenía miedo pero aun así le enfrentaba, este niño se daba a respetar y no se sometía ante sus formas bárbaras, este chico no era su Carlos y lo peor era que empezaba a gustarle mucho más.

 

******************

Los días después de aquel incidente eran muy tenso, Cameron pasaba el mayor tiempo posible fuera de la habitación y Jay en el campo de Tourney mandándole miradas de odio a Azis, cuando se daba la oportunidad y si se excedía un poco en su fuerza al teclearlo durante las prácticas definitivamente no eran por celos, en la noche cuando forzosamente tenían que ir ambos a dormir Cameron pasaba la mayor parte del tiempo en el baño para salir cambiado y meterse debajo de las sabanas,  el árabe por su parte ni siquiera lo miraba se dirigía directo a su cama y se recostaba, aquellos dos chicos dormían dándose la espalda mutuamente.

 

Hasta que una noche particularmente en la que Cameron no podía dormir el volteo, se giró en su propia cama intentando distinguir la espalda de Jay, por suerte los rayos de la luna siempre colándose por la ventana lo permitieron y él pudo verlo a ese chico tan celoso dormir sin mirarle, algo dentro de su pecho se contrajo ante esa sensación, la de ser ignorado, un vacío que no comprendía.

 

La siguiente noche ambos se durmieron dando la espalda como costumbre y como costumbre Cameron se giró para ver nuevamente la espalda de Jay solo que ahora él dormía de frente, aquel niño se sorprendió al principio cerrando con fuerza los ojos temiendo ser descubierto pero la respiración regular del árabe le dijo que todo estaba bien, esa noche Cameron se durmió contemplando el rostro  apacible de Jay, se veía tan diferente  dormido definitivamente  se parecía a Boo boo pero había algo más, cuando el corazón de este empezó a latir con fuerza tras darse cuenta el tiempo y dedicación que le tomo encontrar las pequeñas diferencias de ese rostro dormido y su mejor amigo supo que algo no estaba bien.

 

Para la quinta noche los ojos de Jay se abrieron atrapando a Cameron mirándole desde la cama, claro que el fingió dormir pero el retumbar en su corazón lo traiciono, sin embargo ninguno de ellos dijo nada, ambos callaron por miedo, ambos dejaron pasar lo que bien podía ser una reconciliación y Cameron realmente odio ser tan cobarde y detesto a Jay por ser tan idiota y no aprovechar para reconciliarse, porque él no quería seguir enojado, él no podía, no soportaba dejar de hablar con él, no cuando ya nadie iba por él   después de su clase de Ballet, no cuando no había un brazo alrededor de sus hombros entre clases, no cuando no había quien robara porciones de comida durante el almuerzo, no cuando no había quien le mirara como Jay.

 

Cameron quien había estado seguro de muchas cosas en su vida, por primera vez se preguntó ¿si así era como se sentía estar enamorado, por qué no pasaba lo mismo con Kate?

 

Ya no podía negarlo más y aun que sentía que traicionaba mucho a Kate tuvo que admitirlo al menos para el  que ya no fingía,  se estaba enamorando de Jay.

 

Al día siguiente en su acostumbrado auto reclusión  Evie le encontró, aquella chica parecía algo molesta.

 

-           ¿Está todo bien? – pregunto Evie sentándose en la hierba fresca junto a Cameron, llevando a Dude consigo.

-          ¿Por qué lo preguntas?- Cameron ni siquiera la miro se limitó a seguir leyendo su aburrido libro de historia.

-          Sera porque has estado evitando a Jay, - señalo lo obvio alisando los pliegues de su vestido - no lo niegues ok.

-          No lo estoy evitando solo no quiero tratar con idiotas – murmuro molesto intentando enterrar su nariz dentro del libro para liberase de aquella conversación.

-          ¿Qué ha hecho el ahora? – suspiro Evie como una madre que intenta comprender a su hijo.

-          Ya te lo dije ser un idiota – murmuro mostrándole su brazo – se ha puesto todo agresivo.

-          ¿Qué has hecho tú para ponerle  así? – Ella miro el enorme moretón en el ante brazo de Cameron pero nuevamente eso no era nada, aquello parecía una insignificancia para el termino violento al que estaban acostumbrados sobre todo si venía de Jay.

-          Nada – frunció la nariz molesto – el malinterpreto todo lo juro – pero la mirada de la joven era de incredulidad – Azis y yo estábamos platicando sobre motos, porque sabias que tiene una enorme colección de motos en Agrabah solo charlábamos sobre ellas y el motocross nada malo pero Jay nos vio y dijo que estaba “coqueteando” con él – termino tras hacer las comillas en el aire con sus dedos – como si estuviera deseoso de salir con algún otro chico – se cruzó de brazos molesto porque era verdad admitía que le gustaba Jay pero una cosa era descubrir que al parecer era bisexual porque aún estaba seguro que le gustaban las niñas y otra muy diferente era querer meterse en los pantalones de cualquier otro chico, no claro que no en todo caso Cameron podía ser gay pero exclusivamente para Jay, no Azis, no cualquier otro muchas gracias.

-          Sabes que él es muy posesivo – defendió ella a Jay porque ya empezaba a ver el escenario posible de aquélla discusión.

-          Bueno yo no soy un objeto que pueda guardar en su baúl – gruño haciendo alusión al montón de baratijas que Jay aun guardaba  todas aquellas de robos pasados o simplemente de momentos en los que  no pudo controlarse y después llevarían a objetos perdidos.

-          Escucha Carlos esto es nuevo para todos nosotros – usando su voz más dulce pero sin llegar a hechizarlo Evie trato de hacerle entrar en razón - sabes cómo eran las cosas en la isla,  solo teme que tú le dejes – confeso al fin el gran miedo del árabe.

-          ¿Cómo voy a dejarle estamos juntos desde la isla no? – Cameron soltó el libro en el aire  de manera dramática - ¿Por qué lo haría ahora?

-          Tú lo has dicho desde la isla donde no se hacen relaciones, todo es por conveniencia – explico pero nuevamente la mirada confusa del niño le hizo sospechar algo, él no era Carlos, ¿pero eso no era posible verdad? Porque este debía ser Carlos sí, lo era solo necesitaba recordarle las cosas importantes  - salir con Jay allá era el equivalente a salir con un príncipe aquí, protección garantizada no solo por el también Mal y alimento asegurado cualquiera en la isla hubiera deseado ser tan siquiera el juguete favorito de Jay o Mal pero el caso es que aquí es diferente, aquí tienes la opción de elegir  así que por qué elegirías a un sucio ladrón cuando puedes tener algo mejor como un príncipe.

-          Él no es un ladrón Evie deja de degradarlo – ahora parecía molesto porque esta chica había insultado a Jay.

-          Yo no lo hago, pero así piensa él – Evie sonrió internamente al ver como Cameron     saltaba de inmediato a la defensa de Jay-  solo está muy asustado de perderte, pero no sabe cómo demostrarlo.

-          Esa no es excusa para ponerse violento – pero Cameron nuevamente recordó su enojo, el ante brazo amoratado y el miedo que sintió así como la indignación de ser tratado como un objeto - no me importa cómo eran las cosas en la isla pero aquí la violencia no es una forma de demostrar amor, o al menos no para mí.

-          ¿Has visto a Jay alguna vez sin camiseta? – ella pareció cambiar el tema lo cual agradeció con gusto -no verdad, eh tenido sexo con él y ni siquiera lo he visto desnudo completamente – oh tal vez no quería saber sobre eso.

-          ¿Tú qué? – dijo entre sorprendido y molesto, era verdad que no había pensado en eso pero efectivamente Jay siempre llevaba una camiseta, para dormir, tras salir del baño recién duchado siempre la bendita camiseta.

-          Descuida fue como forma de pago en la isla él no te estaba engañando o algo – desestimo la chica y Cameron realmente bufo algo celoso aun que debía recordarse que  él no era Carlos y si eso fue en la isla entonces no tenía que ver con el -  sé que Cruella fumaba mucho y tenía esa fusta Carlos eh visto las cicatrices, todos a estas alturas – señalo causando un malestar en Cameron pues realmente no quería recordar aquéllas cicatrices – Maléfica solía encadenar a Mal en la parte trasera de la tienda cuando esta le decepcionaba, la última vez fue tras no conseguir el ojo del dragón, la marca en su tobillo aún no se borra – Evie parecía susurrar bajito rompiendo una promesa con su mejor amiga pero deseando con el corazón poder ayudarles - Mi madre usaba acido, tengo cicatrices en varias partes de mi cuerpo, por eso soy muy cuidadosa con mi ropa  - continuo estremeciéndose  ante el recuerdo de aquél suplicio - bueno el padre de Jay tenía un látigo, él no te lo dirá pero aun cuando todos hemos sufrido las cicatrices para el son – ella dudo, solo un segundo pues los ojos fijos de Cameron en ella le pedían continuar -  son un símbolo de que no es digno de nada, como pude proteger a alguien cuando no pudo protegerse a sí mismo, Jay cree que no es lo suficientemente bueno para ti Carlos, para nadie de hecho, sé que Mal las oculto tras un tatuaje pero el simplemente no se siente cómodo  mostrándolas, no cuando cree que le hacen ver débil.

-          Jay no es débil, él ha logrado superar tantas cosas, está trabajando muy duro para ser mejor cada día y…   - y ahí estaba otra vez saltando en defensa de Jay, del chico que le había violentado por unos estúpidos celos, Cameron era un idiota.

-          Además estamos hablando de Azis sabes que no se llevan bien - Evie estaba feliz porque con Carlos, este nuevo Carlos que actuaba tan diferente  que saltaba en cualquier oportunidad para defender a Jay.

-          No es mi culpa que ambos estén resentidos por lo de sus padres – y nuevamente se cruzaba de brazos indignado, él no tenía culpa en sus estúpidos odios que ni siquiera eran de ellos, en estúpidas peleas que no eran suyas para batallar.

-          ¿Qué pasaría si Nita empieza a coquetear con Jay eh?, dime ¿te gustaría que  la hija de las personas que enviaron a la isla a tu madre saliera con tu novio? – y aquella era una buena pregunta, si aquella hubiera sido hecha semanas atrás cuando Cameron aun deseaba con todas sus fuerzas regresar a casa él hubiera estado de acuerdo, hubiera empujado a Jay gustoso a los brazos de aquella chica solo para estar libre de su presencia, pero eso había sido antes, antes de conocer al árabe, antes de enamorarse de él.

-          No – susurro Cameron entendiendo parte de la situación, el no estaría feliz – pero no voy a ser un novio maltratado.

-          No te digo que lo seas, habla con el arregla las cosas y por favor quita esa cara llena de dolor, joder ambos parecen perritos apaleados.

 

Evie tenía razón, debía arreglar las cosas con Jay, aclarar el mal entendido y poner algunos límites, el venia de una isla donde la violencia era cosa de todos los días por lo que es posible que no conociera otros modos, sin embargo  ahora era él quien no sabía cómo comenzar una conversación, como empezar a arreglar algo que se rompía por exactamente falta de comunicación, Cameron no sabía que decir para volver a ver la sonrisa resplandeciente de Jay.

 

Diablos era totalmente gay para este chico.

 

******************

 

El día que tanto temía llego, bueno uno de los  días, más específicamente aquel donde irían al lago encantado porque al parecer nadie entendía que el tenia obligaciones, como estudiar como un maldito nerd solo para mantenerse en las clases avanzadas o ensayar el doble para que su profesora no le arrebatara su papel en el recital.

 

Así que si, perdónenlo por no estar saltando de emoción cuando llegaron al lago, que debía admitir era mucho más hermoso que cuando lo vio durante las filmaciones, agua  tan clara que efectivamente podía ver aquéllas piedras  brillantes desde la orilla, por un segundo la idea de conseguir una de estas para desear regresar a casa paso por su mente pero fue desestimada de inmediato por aquella voz.

 

-          ¿Esas son coronas en sus Short? – pregunto incrédula Evie al notar  como aquel rey que se había dado tiempo nuevamente para ellos, se quitaba sus pantalones y dejaba ver  su acostumbrado bañador recibiendo solo un asentimiento de cabeza.

 

En minutos Ben estaba a su lado y al siguiente desapareció entre los árboles para reaparecer más allá y en una saliente desde donde salto lleno de emoción.

 

-          Definitivamente voy a lanzarme de ahí – murmuro Cameron sacándose de inmediato la sudadera que llevaba y dejándose solamente su bañador negro con rojo   para correr prácticamente a aquella saliente.

-          ¿Mal? – murmuro Evie tras ver como Cameron saltaba desde la roca y caía en un grito de emoción para después salir de las aguas cristalinas nadando como todo un experto.

-          Lo sé Evie –susurro  ella mirando fijamente al chico que   se acercaba a ellas - maldición Carlos aléjate apestas a perro mojado – gruño para alejarle.

-          Huy chistes de perro Mal te hacia más inteligente que eso – respondió sonriente todo resentimiento olvidado pues realmente se sentía más revitalizado y lleno de vida.

-          Ve por ella – entonces Mal lanzo una pequeña ramita cercana y obligo prácticamente a Cameron atraerla con su  acostumbrada mirada de miedo.

-          ¿Creí que ninguno de ustedes sabía nadar? – Ben llego a su lado secándose con una toalla.

-          No lo hacemos – murmuro mal humorada el hada sin dejar de ver como ese niño nadaba pacíficamente entre las aguas cristalinas, la ramita olvidada completamente.

-           Pero tal vez Carlos si – Evie se apresuró a comentar - el paso mucho más tiempo en el tiradero donde llegaban las barcazas de Auradon tal vez aprendió para no ahogarse por si caía.

-          Lo siento – Ben parecía realmente culpable -por ser tan indiferente ante su situación.

-          Ben cállate no es tu culpa – el hada miro a su novio dando una pequeña sonrisa colocando su mano sobre la de él para reconfortarle pues sabía lo sentimental que se ponía - buen chico  - Cameron llego entonces para interrumpir su momento como venganza dejando caer la ramita entre ellos y cuando escucho aquel nuevo chiste sacudió la cabeza con fuerza para mojar a ambos y de inmediato se lanzó al agua lejos de las manos de Mal – Ben – gruño ella al ver se totalmente mojada, su novio se limitó a asentir para de inmediato lanzarse al agua y arrastrarle de vuelta a tierra donde Mal tomaría su venganza.

 

Pasaron la tarde entre juegos y risas, comiendo y bebiendo gustos los bocadillos que habían preparado, olvidando por un instante la verdadera razón de su ida a ese peculiar lago, todos menos Jay que aún era ignorado la mayor parte del tiempo por Cameron, por lo que permaneció ahí sentando en su chaqueta lo más lejos del agua y de cierto pecoso solo mirándole de vez en cuando.

 

Entonces mientras la charla de las chicas se hacía más aburrida y Ben se dedicaba a mirar el cabello de Mal de forma totalmente no espelúznate, si claro, Jay noto que cierto niño no estaba más ahí, de hecho el agua parecía tranquila, demasiado tranquila, pues de Cameron estar ahí sería muy ruidoso.

 

-          ¿Carlos? – Jay se levantó de su lugar de inmediato llamando al niño -  ¿Carlos? – sus ojos buscaban cualquier indicio de aquel chico, una sombra se formó entonces bajo el agua y Jay no lo dudo de inmediato corrió para lanzarse importándole poco su ropa, importándole nada su vida.

-          Hey Jay también  nada – Ben notando lo sucedido comento sonriente, pues era ignorante de la verdadera razón por la que este se lanzó con tanta prisa.

-          Él no lo hace – de inmediato Mal empujo a su novio para levantarse y quedar a la orilla del lago donde veía como Jay de alguna forma logro llegar a Cameron y lo sacaba a frote - ¡Ben! – grito entonces al ver como nuevamente se hundían pues claramente el árabe no sabía andar.

 

Ben no perdió el tiempo al darse cuenta de la situación se lanzó para sacar a Jay y un casi inconsciente Cameron, pues aquel niño parecía  ahogarse cada minuto, con algo de esfuerzo aquel rey logro llevar a ambos jóvenes a la orilla donde fueron auxiliados por las chicas, Evie miraba preocupada a Cameron quien tosía agua de sus pulmones, Jay se alejaba lo más que podía del agua respirando con dificultad, mientras Mal despotricaba lo inconscientes que ambos fueron, uno por no saber nada  y otro por ser tan estúpido para casi ahogarse.

 

Cameron era buen nadador, le gustaba juguetear y nadar con sus primos en piscinas, en el mar, lo  estaba haciendo bien durante varios minutos, pero entonces al dejar que su cuerpo flotara relajado en el agua algo cambio, se sentía débil, la oscuridad parecía envolverle, dejo de sentir su cuerpo el cual se empezó a hundir como roca, sentía el peso de todo el lago sobre su pecho  perdiendo la conciencia, escucho voces, la voz de su madre susurrante, no le entendía, no podía decir que era lo que esta le decía, entonces la voz de Jay resonó con más fuerza, del chico con el que tuvo una pelea, aquel que le ignoraba todo el tiempo, Jay le llamaba, Cameron simplemente no podía  seguir enojado con él, no cuando sabía que podían arreglarlo,  Cameron debía regresar, debía volver a Jay abrió los ojos con fuerza trato de gritar pero el agua de inmediato se coló a sus pulmones, se estaba ahogando, sintió como unos brazos le rodeaban, como era sacado del agua, como Jay seguía llamándole.

 

Ben les había salvado se había tirado para traerles de regreso a la orilla, a unos metros de él Jay tosía agua intentando recuperarse, él tomo un poco más en regresar en sí, la voz de su madre olvidada por el momento, pues lo único que podía pensar ahora era en Jay y lo estúpido que había sido por arrojarse al agua, en arriesgar su vida.

 

-          Si no sabes nadar ¿por qué diablos te arrojas al agua? – tras recuperar el aliento Cameron gruño molesto en dirección a Jay, él no era una frágil doncella que necesitaba ser rescatado.

-          Por ti  imbécil – Jay estaba furioso primero Cameron le ignoraba por sus estúpidos celos y ahora le grita por salvarle este niño no estaba conforme con nada.

-          Solo fue un calambre hubiera estado bien  - se defendió  -o mandado a Ben no contribuir a la tasa de mortalidad de Auradon.

-          Siempre voy a saltar por ti y lo sabes idiota –confeso el árabe causando un repentino shock del menor  quien no entendía  aquello, pues esperaba que Jay estuviere aun enojado por sus palabras luego del incidente.

-          No tienes que hacerlo -  esta vez desvió la mirada inseguro sonando mucho más dócil de lo normal totalmente avergonzado.

-          Lo hare – y Jay realmente quería acercarse y abrazarlo pero  nuevamente no podía-recuerdas aquélla vez en la isla, ¿lo prometí? – cuestiono.

-          Em… ¿sí? – Cameron respondió inseguro pues realmente no tenía idea de lo que hablaba.

-          ¿Recuerdas lo que me dijiste? –insistió el árabe recibiendo solo una sentimiento de cabeza del menor - dijiste que era un idiota al igual que ahora.

-          Es porque lo eres – aseguro Cameron aliviado de que no le preguntara aún  más.

 

Y Jay se quedó callado de inmediato, el solo lo había dicho para probar algo, para convencerse de una vez por todas que aquel chico no era su Carlos y justo en aquél momento lo confirmo, por que aquellas no habían sido las palabras de Carlos de Vil en aquella fría noche en la isla, no, ese chico frente a él definitivamente era alguien más.

 

Por su parte Cameron ignoro aquello, aquello no había sido un calambre pero tampoco un desmayo simplemente no podía describirlo,  solo lo ignoro, Cameron no supo que en aquel momento perdió la oportunidad de volver a su mundo.

 

****************************

 

-          Si tu saltas tendré que ir tras de ti – murmuro Jay  en la noche justo en aquel risco donde las olas del mar rompían contra las rocas.

-          No lo harías – murmuro Carlos a unos pocos centímetros de la orilla, era su lugar favorito para estar, un lugar donde iba a pensar, pasar  algo de tiempo para sí, no creyó jamás que alguien como Jay le siguiera y al parecer mal interpretara todo, no creyó que nadie jamás le notara.

-          Inténtalo entonces – Jay parecía querer acercarse cada vez más para poder alejarlo del inminente peligro.

-          Es difícil perder a tu juguete favorito eh – los fríos y vacios ojos de Carlos estremecieron su alma, él quería estar  solo pero aquel chico parecía mucho más molesto que de costumbre, recordó aquellos besos compartidos, todas las veces en que le toco y su padre, Carlos no iba a saltar eso jamás pasaría por su mente, no podía abandonar a su madre - estoy seguro  - murmuro entonces regresando su mirada a las olas bajo sus pies ya que estaba muy seguro que aquel chico creía que iba a tirarse - que ella encontraría la forma de traerme de regreso solo para castigarme –murmuro aún más bajo cerrando los ojos, estirando sus brazos y haciendo el intento falso de dejarse caer - ella y tu padre – termino en un susurro.

 

Jay alcanzo a tomarle justo antes de que este saltara, se aferró a su cintura y lo  llevo alejado más posible de aquel risco,  lo mantuvo abrazado durante horas y cuando termino le llevo donde Evie, ella le  dejo dormir en su cama y canto canciones de cuna para él hasta que este quedo dormido, ninguno menciono aquel suceso.

 

Al día siguiente Jay llevo a casa de Cruella dos botellas del mejor vino que encontró asegurándole que Carlos ya había pagado por ello, entre el éxtasis de alcohol y las drogas que Jay hábilmente había administrado aquella mujer alabo a su pequeño, un niño que miro esperanzado el poco amor que su madre le había dado.

 

Carlos se dijo entonces que permanecer cerca de Jay, Mal y Evie realmente fue una buena idea.

Notas finales:

Bien Gollum menciono querer ver a Jay golpeando a Cameron porque este no se deja besar, lo pensé mucho pero después de un rato me dije que Cameron definitivamente no lo perdonaría si Jay era muy violento con él, así que lo suavice un poco, aun así es violencia y la violencia en una relación de pareja no es buena, en ninguna clase de relación lo es.

 

Sip más de la vida de esos niños en la isla, sí que era dura, al fin pude mencionar el tatuaje de Jay. 

 

Jay está definitivamente seguro que este no es Carlos, esto se va a poner bueno yey.

 

Azis no será un rival de amores para Jay sé que lo utilizan mucho en los fics y pues solo quería ser popular, pero ya enserio no sé si salga más adelante pero definitivamente el y Cameron solo son amigos, por si quedan dudas sip la canción que Azis canto a Cameron fue “Un mundo ideal” pero obviamente se refería a mostrarle su colección de motos, repito nada romántico.

 

Sip Nita es la hija de Anita y Roger jojojo tengo tanta imaginación para poner nombres jojojo.

 

Evie es la única que al parecer se niega a aceptar que este no es Carlos, ella quiere mantener su burbuja feliz el mayor tiempo qué pueda, o solo prefiere a este nuevo Carlos??

 

Galletas aquí  o Azis le tumbara el novio a Jay.

 

Me mencionaron que Boo boo tenía un tatuaje y sin más lo busque tarde mucho pero encontré uno de ellos, según tiene una cara de guasón y una huellita de perro  y cito  “el Jaylos estaba destinado: v” así decía el comentario, bien Gollum aquí esta la foto de la huellita.

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