Pov Yokozawa
Masamune aparco el coche cerca de la entrada de la escuela y yo me dispuse a salir de él, pero fui detenido en el acto por mi hermano.
-Takafumi aún queda una semana antes de que te envíen con nuestros primos, pensaremos en un plan para evitar que eso pase.- dijo de manera protectora- eso era algo que amaba de él, podía ser el rey de los idiotas con los demás, pero cuando se trataba de mí, era el mejor hermano del mundo.
-Masamune, no tienes que preocuparte por mí-dijeron la mayor tranquilidad posible- esos donceles serán un paseo en comparación de ustedes tres.
-ja, me alegra que estés viendo tus posibilidades desde ya.
- ya me conoces, siempre pongo mi instinto de supervivencia por delante- respondí con la mayor sonrisa que fui capaz de fingir.
-ahora solo queda sortearse quien se lo dirá a esos dos cabezotas.
Cierto, en mi autocompasión me olvide por completo de que Kirishima e Iokowa no tenían ni la menor idea de que me voy todas la vacaciones con mis primos cuando nosotros ya habíamos hecho planes para el verano.
-supongo que como yo soy el que se marcha con los veganos tu podrías, no sé, decirles que los planes se suspenden.
-ni de broma, ¿sabes cómo se va a poner Zen cundo se entere de que trabajo todo los fines de semana por cuatro semanas para nada?
¡Diablos! No había manera de que esa conversación resultara grata. Zen estaba emocionado con la idea de que los cuatro fuéramos a la playa este verano, y para poder conseguir hospedaje había trabajado muy duro en la tienda de su tío que a cambio prometió prestarnos su pequeña cabaña en la playa.
-eres su mejor amigo-contraataque yo-seguro que se lo toma mejor si se lo dices tú. Yo en reposición me ofrezco para darle la noticia a Juny, ¿Qué te parece?
-me parece que se te ha ido la chaveta. Es tu responsabilidad avisarle a ambos de que te vas de vacaciones con nuestros adorables primitos en quién sabe dónde.
-la tía Yukiko vive a solo doscientos kilómetros de Japón- rodé los ojos- no es como si viviera en un pueblito que nadie conoce, Masamune. Además, estas arruinando el momento que tú mismo construiste.
-vale, vale. Te quiero y tú lo sabes, haría cualquier cosa para sacarte de esta ridiculez que se inventaron nuestros padres- sonreí con cariño ante sus palabras- pero lo de que te vas se lo dices tú.
El muy maldito se largó después de eso sin siquiera mirar atrás. ¡Mierda!
Esto es verdaderamente genial. Actualmente debo darle la noticia de que me voy, a mis dos amigos más cercanos, uno de los cuales había desperdiciado el último mes en un combini intentando obtener un hospedaje en la playa. No había duda alguna de que ellos me iban a asesinar a sangre fría y bien merecido me lo tengo.
Intentando evitar que mi muerte prematura sea aún más prematura, asistí a todas mis clases como planee inicialmente, ya les daría la noticia después.
Resulto que entre después y después paso una semana completa sin que yo dijera una sola palabra sobre mi viaje de verano a casa de mis primos.
-tienes que decirles-dijo Masamune en la cafetería, antes de Zen y Juni se nos unieran a comer.
-lo sé y te prometo que lo hare hoy mismo.
-por supuesto que tiene que ser hoy-remarco Masamune- te vas mañana mismo.
-¿A dónde vas?- interrumpió Juny- ¿está tu madre de nuevo intentado a enviarte a las reuniones de sociedad?
-oh, bueno es...algo parecido-dije lo mejor que pude.
Masamune me dio una mirada de muerte, al final como vio que no decía nada tomo el mismo la palabra.
-chicos, Takafumi tiene algo que decirles a ambos- el desgraciado me echo al agua sin un salvavidas siquiera.
-ehmmm, yo preferiría hablar con ustedes en otro momento, ¿les parece si nos encontramos cuando terminen con su práctica de futbol?-podría ser mi imaginación, pero me pareció que los tres fruncieron el ceño antes de por fin asentir. Es solo que fue un cambio tan veloz que casi no vale la pena mencionar.
-entonces nos vemos ahí- al menos gane unas cuantas horas preciosas antes de mi asesinato. Quizás debería escribir mi testamento.
Cuando las clases terminaron hice acopio de todo mi valor y me traslade hasta el campo de prácticas para hablar con los chicos. El meollo del asunto es que justo cuando entraba salían las porristas, por algún motivo que aún no logro descubrir ellas me despreciaban más que cualquier otro ser vivo en este planeta. Ok, tal vez tenía una muy adecuada idea de la razón de que me odiaran, empero es lo más ridículo del mundo.
-¿Cuál de los dos va a hacerte el favor esta vez?-pregunto la animadora principal, Camille, una rubia de metro con cincuenta y un pecho que podía llegar fácilmente a new york.
-¿crees que soy como tú?-los idiotas salieron cada uno un par de semana con Camille, luego simplemente la dejaron. Desde entonces está unida a todos los donceles y chicas de la escuela que me odian.
-por supuesto que no. Tú eres un mojigato que no es capaz de reconocer que se lo follan, al menos yo tengo el carácter de decir que fui uno de sus mejores polvos.
-eso y nada mas- respondí de la manera más tangente que pude. Ninguna de los animadores me tenía aprecio, debo decir que el sentimiento es compartido.
Antes de que ella tuviera la oportunidad de devolverme la pelota me encamine hacia el vestuario de los chicos, a esta altura los chicos deberían estar cambiados, Masamune por otro lado debía estar ya de camino a la biblioteca, siempre que se terminaban las practicas aprovechaba para ir a ver a su novio.
Lo primero que note al entrar al vestuario es que cometí un error. En medio del vestuario aún quedaban chicos a medio vestir (la mayoría de ellos desnudos de la cintura para arriba) no es un gran problema para mí, sin embargo Zen y Juny me sacaron tan rápido como pudieron.
-¿Cómo se te ocurre entrar al vestuario de varones?-me espeto Zen- ese no es lugar para un doncel casto como tú.
-estoy totalmente de acuerdo con Zen- le secundo Juny-¿sabes que deben estar pensando esos desgraciados acerca de ti?
¿Desgraciados? ¿Doncel casto? Era como estar escuchando a dos padres regañando un adolescente rebelde y promiscuo, lo que resultaba irónico si teníamos en cuenta que era virgen y que ellos dos probablemente eran muy activos en la parte sexual. No obstante no lo dije para evitar una confrontación antes de soltarles la bomba.
-solo los estaba buscando, pensé que a estas alturas ya todos los del equipo se habrían ido.
-el entrenador nos retuvo más tiempo del acostumbrado-explico Juny-aun así no debiste ir, ¿Qué hubiera pasado si algún miembro del equipo estuviera desnudo?
-¡no es como si nunca hubiera visto un hombre desnudo!-proteste ya enfadado.
Ambos me miraron como si de repente me hubiera salido una cabeza extra.
-¡YO LO MATO!-gritaron ambos enfadados.- no entiendo de que demonios están hablando ahora, ¿Por qué demonios querrían matar a Masamune?ohh…esos imbéciles.
-me refería a mi hermano, par de tarados- les reprendí. ¿Cómo podrían creer que me andaba acostando con chicos por ahí? ¿Y si así fuera qué? Yo nunca me meto con sus “novios”, bien podrían ellos hacer lo mismo por mí
-eh, tierra llamando a Takafumi- me sacudió un poco Juny-si mal no recuerdo viniste hasta aquí para decirnos algo, ¿Qué es?
-ummm, verán chicos..yo..me voy todo el verano con mis primos-dije de una sentada.
-¿Qué?-gritaron ambos al mismo tiempo. Ahí supe que mi vida estaba acabada.
-¡dime que estas bromeando!-dijo Kirishima muy enfadado, creo que podía ver sus fosas nasales abiertas de par en par.-¡teníamos planes, Takafumi!
-Y-yo lo sé, pero mama tomo una decisión.
-pues vamos a hablar con ella, podemos hacerla cambiar de idea si le explicamos lo del viaje-intervino Juny.
Era sin duda alguna la peor idea que había tenido en su vida. Mamá no cedía fácilmente, y no empezaría ahora por la presión de cuatro adolescentes. Además, aunque lo hiciera aun no les había contado que acompañaría a los chicos en el viaje, seguro que le da un infarto.
-no creo que sea una idea muy buena-dije con nerviosísimo.
-¿entonces qué?-siguió Kirishima-¿nos sentamos todo el verano y desperdiciamos mi trabajo? Por dios, Takafumi.
-chicos no es tan grave, aun podemos ir el próximo verano-intente negociar.
-¡todo es tan fácil para ti!- exploto Zen- ya habíamos planeado esto y tu dejas que se nos escape de la manos por un tonto viaje con tus primitos.
-no es como siquiera ir- me defendí.
-entonces deja que te ayudemos para evitar ir a ese lugar. Nosotros dos podemos hablar con tus padres, aun podemos lograrlo.- medio Juny.
-es cierto, entre los dos podemos llegar a algo, ¿Cuándo es el dichoso viaje?
--hmm..ummm.. es… mañana en la noche.
-¿y no nos había dicho nada?-pregunto molesto Juny-está bien, no importa aún podemos hacer algo.
-chicos yo de verdad lo siento, pero debo ir con mis primos.- con eso me aleje de los vestuarios, andado por terminada la discusión, no tenía cabeza para seguir dándole vueltas al mismo asunto, había una maleta que alistar.
No vi a los muchachos antes de marcharme al otro día, supongo que seguirían molestos.