De nuevo la época de exámenes atacó a Luhan y este, contrario a haber aprendido de su desmayo hacía meses, volvió a hacer lo mismo por lo cual enfermó: Estudiar y estudiar hasta el punto de olvidarse de comer, ducharse y dormir. Así llegaba su desesperación y esfuerzo por aprobar, no con cualquier nota, sino con excelentes todos sus exámenes.
Pero Minseok ya había tenido suficiente con un susto de muerte cuando pensó que se le moría Luhan y aunque ya anteriormente, cuando los exámenes vinieron, trató de controlar que Luhan se cuidara, ahora volvía a pasar.
¡¿Es que Luhan no aprendía o qué?! Pensó Minseok frustrado.
Muchas eran las cosas que Minseok tenía en mente. Por una parte, seguía viendo a Junmyeon el cual le enseñaba y ya llevaba muchos temas avanzados, puesto que su mente era rápida; por otra parte, Yi fan y Tao se habían mudado unas calles más abajo y se veían todos los días y ese día no era la excepción, aun cuando Minseok estaba vigilando a Luhan y a la vez hablando y escuchando a Yi fan.
-Veo que tienes un desastre como predestinado –Se burló Yi fan viendo como Luhan, frustrado, estaba estudiando un puñado de papeles lleno de letras, notas musicales y esquemas.
-Cuando exámenes llegar, Luhan descuidar salud –Explicó preocupado –Yo controlar.
-Los exámenes universitarios aquí en Asia han provocado la alta tasa de suicidios que hay tanto en China como en Corea del sur y Japón. –Dijo tao –Cuando estuvimos en Japón, era el pan de cada día. En Europa y América no es así, aunque siguen siendo costosos, no provocan esa alta tasa.
Minseok mordió su labio preocupado. ¿La alta tasa de suicidios era por culpa de los estudios? Eso solo le provocaba más malestar y querer estar aún más pendiente de Luhan. Tao, dándose cuenta de lo que dijo, corriendo habló de nuevo.
-Aunque Luhan es un chico fuerte y listo, en los días que hemos hablado lo he visto –Dijo –No te preocupes, solo controla que su salud no se deteriore y ya está.
-Yo tranquilo, no preocupar –Le sonrió, Tao se calmó. -¿Cómo estar Yixing?
-Está bien, lo hemos dejado con la niñera –habló Yi fan –Podría molestar a Luhan en sus estudios y bastante estresado está ya como para añadirle ruido.
Mientras ellos hablaban, Luhan memorizaba toda aquella información en su mente, así como con una libreta vacía, escribía de memoria todo lo que estudiaba para asegurarse de que de verdad lo tenía bien memorizado y aprendido, haciendo esquemas, resúmenes y demás que se leía, repetía en su mente y escribía una y otra vez.
Era su método de estudio.
Aunque lo que más le apetecería sería poder tumbarse y ver la televisión abrazado a Minseok, no podía darse el lujo de un descanso. No solo tenía exámenes, también tenía que hacer un trabajo de investigación que contaba la mitad de la nota de la materia de historia de la música y otro trabajo de investigación sobre interpretación.
Era demasiado para su pobre alma y encima sus padres le exigían siempre excelentes, después de todo Luhan pertenecía a una familia de clase alta, debían dar ejemplo supuestamente.
Aun recordaba esas veces cuando era más pequeño y sacaba notas algo más bajas que un excelente, que un diez, y en vez de apoyarle y decirle que podía superar esa nota le pegaban y le gritaban por ser ‘’ un estúpido inútil que no podía dar ejemplo y que les dejaba en vergüenza ‘’ cuando en verdad había sacado quizás un ocho de diez o un nueve de diez.
Si no era un diez, estaba mal.
Nunca les reprochó nada a sus padres, entendía que a ambos los criaron bajo la mentalidad del que diran las otras familias de clase alta, que dirá la sociedad de un chico no perfecto y aunque el lazo con ellos no era el más grande porque encima era gay, seguía queriéndoles y considerándoles como sus padres, sus amados padres.
Era lo que había, nadie escogía la familia donde nacía, después de todo. No podía quejarse, por lo menos tenía la posición necesaria y el dinero para asistir a una buena universidad.
Debía ser perfecto, debía de ser el chico ideal.
Debía sacar notas excelentes, más ahora que era el último año de carrera.
No quería volver a decepcionar a sus padres. Aun soñaba con ese día en el cual le felicitarán por ser el estudiante modelo, cosa que jamás hicieron aun cuando comenzó a serlo.
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Llegada la noche, habiéndose ido Yi fan y Tao a su casa y dejándoles solos, Minseok se dio cuenta que eran las doce de la noche y que Luhan no había cenado, seguía estudiando y tampoco se había duchado. Con ese, hacía dos días que no se duchaba. Aunque el olfato de Minseok era fino, no podía oler nada por lo que supuso que aún seguía bien, pero que no cenara le molestaba.
-Luhan –Le llamó –Tú tener que cenar.
-¡Déjame! –Gritó Luhan mirándole con fastidio. -¡¿Qué parte de no quiero que me molesten no entiendes?!
Ante ese grito, antes que retroceder, Minseok frunció el ceño y sus ojos se colorearon de rojo. De repente, Luhan sintió que hacía más frío de lo normal. Por inercia, miró a Minseok sintiendo escalofríos cuando lo vio allí parado, con sus ojos rojos y esa extraña aura helada que le rodeaba. ¿Desde cuándo Minseok hacia esas cosas? No lo sabía, pero daba miedo.
Y Minseok podía oler el miedo y escuchar el pensamiento que pasó por la mente de Luhan.
‘’ ¿Cuándo fue que comenzó a imponer tanto? ‘’
-Tú comer ya –Dijo y Luhan se levantó rápidamente.
-Claro… Claro, ahora como. –Habló –Todo se soluciona hablando, Xiumin, claro que sí…
Corrió a la cocina y Minseok sonrió de lado, feliz porque Luhan le había obedecido y ahora iba a comer, y caminó detrás de él para asegurarse que se hacía una buena cena y contundente y que se lo comía todo.
Aunque Luhan se hizo comida precocinada para no perder demasiado tiempo, comió todo el plato de comida más por la intensa mirada de Minseok que porque quisiera realmente comer y lavó los platos usados. Antes de que volviera a estudiar, Minseok le cogió del hombro para que se detuviera. Giró, entonces, a verle.
-¿Pasa algo? Ya he cenado.
-Dormir. –Ordenó –Deber dormir, sino, tú caer enfermo de nuevo.
Luhan frunció el ceño.
-Xiumin, en serio que no puedo –Dijo –Debo estudiar.
-Tú ya saber para ese examen.
-Sí, pero tengo que sabérmelo totalmente exacto, tengo que ser preciso para sacar el diez.
-¿Por qué? –Cuestionó –Junmyeon decir a mí que siete, ocho y nueve ser notas buenas.
-¡Aquí no! –Gritó -¡Yo no puedo sacar esas notas, Minseok! ¡No puedo!
Minseok, tenso completamente, volvió a detener a Luhan que ya se iba a su habitación a seguir estudiando. Ahora entendía porque siempre caía enfermo cuando esa dura época llegaba, se descuidaba totalmente solo para poder sacar un diez. No lo entendía, si las otras notas también estaban bien ¿Por qué tenía que ser justamente esa nota?
-Luhan –Habló –Dormir.
-¡He dicho que…!
De repente, se sintió mareado. Miró los ojos de Minseok y ahora los veía azules. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué era ese sonido? Una especie de zumbido extraño rodeó su mente.
Lo sabía, sabía que provenía de Minseok.
Y de repente, después de ver como los azules ojos de Minseok volvían a ser castaños, cayó dormido en brazos de este, el cual acarició sus cabellos con lentitud.
-Yo no preguntar si tu querer dormir –Murmuró.
Gracias a las charlas con Junmyeon y ahora también con Baekhyun y Yi fan, no solo ya no actuaba tan impulsivamente, sino que también había aprendido muchos trucos respecto a su compañero. Como poder controlarlo si llegara el caso de necesitarlo, como saber dónde estaba y que hacía en cada momento si precisaba, como hacerle caer inconsciente – que era lo que había hecho ahora – y otras tantas cosas que le eran útiles para estos casos.
Solo esperaba no tener que usarlo demasiado.
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Aunque al día siguiente Luhan le gritó y exigió saber qué diablos hizo con él, no quiso explicarle y Luhan tuvo que irse a la universidad a hacer el examen que le tocaba hacer.
Según le dijo, volvería por la noche porque Jongdae y él se quedarían todo el día en la biblioteca de la universidad para adelantar uno de los trabajos que tenían que hacer, por lo que al quedarse todo el día solo, Minseok se juntó con Baekhyun.
Fue, de hecho, a su casa.
Le dio las gracias por esparcir la noticia y así poder haber encontrado a su hermano y que pronto se reuniría con él otro, hablaron gran parte del día, aprendió algunas otras cosas y descubrió otras tantas de Baekhyun y Chanyeol.
Al parecer, aunque Baekhyun podía estar días sin dormir, Chanyeol había tomado el horario de sueño de Baekhyun, durmiendo normalmente toda la mañana y mediodía, despertando siempre sobre las cinco de la tarde cuando salían fuera, les visitaban o iban al trabajo que ambos tenían. Por influencia de un vampiro que estaba colado en una agencia, SM Entertainment, Baekhyun solo trabajaba allí junto a Chanyeol por las tardes. Mientras que Baekhyun ayudaba y enseñaba a los traineers a cantar y usar sus habilidades vocales, Chanyeol componía canciones para artistas y ayudaba a grabar los discos.
Ambos sabían de música por lo que, sabiendo que esa era la carrera de Luhan, Minseok le pidió un favor a Baekhyun.
Que ayudara a su predestinado y Baekhyun, encantado, le dijo que cuando tuviera una tarde libre iría a su casa para ayudar a Luhan con sus dudas.
Minseok estuvo más feliz sabiendo que por lo menos Luhan tendría ayuda, aunque seguía sin entender su obsesión por la nota perfecta en todo lo que estaba haciendo. Era algo que había notado desde que llegó. Siempre que tenía una nota por debajo del diez, aun muy cercana que fuera, se enfadaba y estaba todo el día de malhumor, llamaba a alguien, hablaba con ese alguien en un idioma que no entendía pero que Luhan decía que era chino y luego se la pasaba deprimido.
Siempre tuvo curiosidad pero nunca se atrevió a preguntar.
Quizás iba siendo hora de saber, pensó Minseok mientras veía a Chanyeol, el cual recién levantado se había sentado en el suelo, entre las piernas de Baekhyun, y cual cachorro mimoso había apoyado su cabeza en su pierna mientras Baekhyun le acariciaba la cabeza mientras hablaba con él.
¿Fetiche de alguno de los dos?
Prefería no saberlo.
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Quizás fueran los nervios, quizás fuera la presión, no lo sabía, pero se encontraba llorando en los brazos de Jongdae. Aun habiendo adelantado la mitad del trabajo, aun teniendo todo lo que necesitaba escrito y sabiendo que todo estaba perfecto, seguía pensando que podía hacer más y eso lo tenía estresado. La sensación de ser un inútil y volver a decepcionar a sus padres era mayor.
Por eso, debido a toda esa presión, se encontraba en el baño de la biblioteca llorando mientras Jongdae trataba de consolarlo.
La diferencia entre ambos cuando llegaba esa época era fácil. Mientras que Luhan quería la perfección y se hacía daño a si mismo con tal de conseguirla, Jongdae se esforzaba y conocía su límite, parando cuando sabía que no podía más y descansaba, no llevándose más allá, sacando siempre ochos y nueves.
Si tan solo los padres de Luhan no fueran unos imbéciles, pensó Jongdae mientras abrazaba con fuerza a su mejor amigo.
-Venga va, sabes tan bien como yo que lo estás haciendo bien –Le consoló –El trabajo que tienes es perfecto, lo he leído y es mucho mejor que él mío. Por dios, pero si planeas ir a pedir una entrevista con un artista de alguna agencia para tener un suplemento.
-¡No lo es! –Gritó –No lo es…
-Sí lo es y lo sabes.
-No puedo más… -Murmuró sollozando –No puedo más… Estoy cansado, me duele todo el cuerpo y trato mal a Minseok… No puedo más, Jongdae, juro que no puedo más.
-Eso son tonterías tuyas. –Le dijo –Sabes que lo estás haciendo bien y Minseok te ama muchísimo, él entiende. Solo debes disculparte con él, solo eso.
-Es que no puedo, Jongdae… El problema está en que me quiero rendir –Sollozó ocultando su rostro en el cuello del más bajito –No quiero hacerlo, pero a veces pienso que… Que mis padres no me quieren… Que solo soy una carga para ellos… Y si resulto ser como ellos en un futuro… Tengo tanto miedo que… Que a veces he pensado que están mejor sin mí.
-¡No digas eso! ¡Claro que te quieren! ¡Quien habla no eres tú, son tus nervios! Ellos fueron criados bajo la presión de sus padres, como tú, pero contrario a ti ellos tienen le cerebro lavado. Tú sabes que está mal esta presión y cuando tengas hijos con Minseok, sé que no les harás lo mismo. Si lo haces, Minseok te lo impedirá. Ellos te aman.
Luhan siguió llorando hasta que se calmó. Se lavó la cara y se maquilló por encima, tratando de ocultar cualquier rastro de haber llorado para que Minseok no se enterada de eso y no se preocupara. Al llegar a casa, se encontró a Minseok abrazado a sí mismo, con mala cara. Corriendo, fue hacia él, preocupado ¿Qué le tenía así? ¿Por qué parecía pálido y triste? ¿Por qué lloraba?
-¡Minseok!
El mencionado le miró y corrió hacia él, cogiéndole del rostro.
-¡¿Dónde estar tú?! –Le gritó -¡Yo sentir tu tristeza! ¡Tú estar mascado por mí, Luhan, pero por mucho que yo tratar de encontrarte con mi mente no poder y yo frustrado y sentir tu tristeza hacer a mi llorar!
¿Era su culpa? ¿Fue él el que había hecho que Minseok estuviera de esa manera?
-Yo… En la biblioteca… -Murmuró –Oye, Minseok, perdón por todo ¿vale? Sé que estoy siendo estresante pero…
-No pasar nada –Le dijo con dulcera, acariciándole el rostro. –No maquillar para ocultar que tu haber llorado –Le susurró –No saber que pasar a ti, no saber porque tu querer ser perfecto, pero pasar lo que pasar, yo estar a tu lado.
Luhan se abrazó a Minseok, volviendo a llorar. …l no era así de sensible, no era un chico que llorara demasiado, pero el estrés, los nervios y ahora las palabras de Minseok le afectaban demasiado.
Era demasiado suertudo por tener a su lado a un demonio como Minseok.
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Dos semanas después, cuando acabaron los exámenes y les dieron las notas, Luhan vio en el papel que todo eran excelentes menos uno, el examen de inglés donde sacó un nueve y medio sobre diez. No fue perfecto.
Mordió sus labios y sus manos temblaron, pero notó como Jongdae posó su mano en su hombro, apretándolo con fuerza.
-Lo hiciste bien –Le animó –Eres el mejor del curso.
-Pero…
-No, no es perfecto, pero Luhan… ¿Aun no lo sabes?
Luhan se giró para verle sin entender.
-¿No sé qué?
-La perfección es solo una leyenda. –Dijo –No existe. Nadie es perfecto.
Luhan le sonrió, sabiendo que tenía razón. Por mucho que sus padres lo quisieran, nadie podía ser perfecto, él tampoco. Era el mejor del curso, había sacrificado horas de sueño e incluso llegó a no ducharse por una semana entera hasta que Minseok, tapándose la nariz, le obligó a ducharse aun cuando tuvo que ducharle él porque Luhan estaba muerto de sueño.
Varias veces Minseok le obligó a dormir y aunque Luhan no entendía como lo hacía, no le importaba. Sabía que lo hacía por su propio bien.
Le estaba agradecido por cuidar de él.
-¿Qué les dirás a tus padres?
-Les llamaré por la noche para decirles –Relató –Que sea lo que dios quiera.
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