Cuando recibió la llamada de Minseok y colgó después de darle la explicación que buscaba, Baekhyun sintió que no era una pregunta por curiosidad como pensó en un primer momento. Algo estaba pasándole a Luhan, pero lo supo cuándo Chanyeol, que se despertó al no sentirle en la cama, se sentó en el sofá y encendió la televisión.
-Mm… ¿Están dando noticias? –Cuestionó Chanyeol –Quizás sea que hace mucho que no estoy despierto a esta hora pero juraría que deberían de estar dando un dorama ahora.
-No, Chanyeol… -Murmuró Baekhyun –No deberían de dar noticias ahora.
Ante ellos, la universidad de Luhan se les presentó delante y la noticia de todo lo que estaba pasando les inundó el cerebro. Ahora lo entendía, pensó Baekhyun asustado; el predestinado de Xiumin estaba en peligro, quien pudiera saber en qué estado estaba en esos instantes. La policía no sabía si había muertos o heridos, o quizás las dos cosas, y tampoco podía negociar con los secuestradores.
¿Cómo había sido posible que algo así pasara? Se preguntó Baekhyun.
-Baek… -Habló Chanyeol –Luhan, él…
-Lo sé, Chanyeol, quédate aquí y no salgas de la casa, cuando regrese picare al timbre de la puerta, ciérrala por dentro.
-¿Eh? Puedo contra unos secuestradores, en todo caso, no entiendo porque deberían de venir.
-Chanyeol, cariño ¿No encuentras rara la situación? Cinco hombres secuestran toda una universidad, no quieren negociar con nadie… No digo que hayan ido por Luhan, pero no son humanos y buscan algo en concreto. Quizás hay un demonio, vampiro o a saber qué cosa ahí, quizás hasta son humanos y son cazadores. Hay cazadores muy locos.
-¿Por qué crees que no van a buscar a Luhan?
-Porque Minseok debería de ser conocido y no ha vivido lo suficiente como para darse a conocer. Yo, por ejemplo, tengo más de cuatrocientos años, ni recuerdo con exactitud mi edad realmente, y soy conocido por la comunidad. Kyungsoo, mayor que yo y demonio, es conocido. ¿Minseok? No lo es.
Chanyeol observó como Baekhyun, transformado en su verdadera forma, un hombre más alto, más pálido, con cabellos negros como el carbón, marcas rojas alrededor de sus ojos, labios color sangre, colmillos enormes y ojos plateados, salía a la calle a la velocidad del sonido, difícilmente podía ser visto por un ojo humano más que una simple sombra. Chanyeol suspiró, solo deseaba que Luhan estuviera bien.
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Minseok llegó en poco tiempo a la universidad de Luhan junto a Junmyeon, ambos transformados, y apenas pasaron dentro sin que los policías notaran qué diablos había pasado, pudiendo ver tan solo una sombra negra y otra marrón, que rompieron la puerta de la entrada. Pensaron que habían visto visiones por la tensión que había y que los que rompieron la puerta eran los secuestradores, por lo que se colocaron en posiciones para disparar si veían alguno.
La furia que tanto Junmyeon como Minseok poseían no se podía describir con palabras. No existía una palabra correcta que pudiera acertar. La ira que poseían iba más allá al odio, a la furia y al dolor normal que podrían esperar sentir. Alguien, daba igual quien, estaba osando tocar lo que era de ellos y aunque Junmyeon no se enteró como Minseok de que Jongdae estaba en peligro, puesto que no estaba marcado, si se enteró por televisión.
No le iban a tocar ni un solo pelo de su cabeza, lo tenía más que claro.
Ni Minseok ni Junmyeon tuvieron que mirarse en todo el camino para saber en qué estaba pensando en otro: Hoy habrá un buen festín. Por qué sí, comían humanos; formaban parte de la dieta y eran deliciosos, Junmyeon los había probado más de una vez y Minseok, por sus ansias de supervivencia cuando estaba solo, humano que veía solo humano que devoraba entero, no dejando algunas veces ni huesos.
Minseok sabía dónde estaba Luhan, la imagen en su cabeza se formaba al esforzarse. Ahora más que nunca se entendía el significado de la frase ‘’ gracias a la marca sabré donde estás siempre, aun si escapas lejos ‘’. No tardaron, entonces, en subir hasta la última planta y giraron a la derecha, entrando en la clase.
No tardaron en analizar la escena.
Un humano apuntando a Luhan con un arma, un Luhan cuya cara expresaba rabia mientras abrazaba a Jongdae el cual estaba en el suelo inconsciente, otro humano también inconsciente en el suelo y todos sin camiseta.
Sí… Hoy abría un gran festín.
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Luhan hacía tiempo que dejó de rezar a los dioses en los que no creía, pensando que más que nunca su teoría de que no había nadie allá arriba se reforzaba. ¡¿Por qué no les ayudaba si tan benevolente era?! Pensó en medio de su furia. Sintió como el hombre disparaba pero a él jamás le alcanzó. Con miedo, abrió los ojos y vio a Jongdae tirado en el suelo con algo clavado en su espalda.
-Jongdae… -Murmuró Luhan –Jongdae… ¡¿Se puede saber que contiene eso?!
-Oh, vamos, no pasa nada –Se quejó el ruso –Solo es un calmante, suficiente para que te duermas y te llevemos.
-¡Como me mintáis y le pase algo a Jongdae juro que os asesinaré! –Gritó -¡Aun si muero, os asesinaré!
-¿No es linda la manera en cómo se enfada? –Se burló el vietnamita. –Me pone a cien.
Luhan se movió hasta coger a Jongdae en brazos y abrazarle con fuerza, sintiendo su cuerpo muy pesado para él, pero poco le importó hacerse daño en los brazos mientras tuviera a Jongdae a su lado, seguro. Uno de sus compañeros de clase se situó a su lado lentamente, ofreciéndole tener a Jongdae al ser más musculado, en un intento de ayudar a Luhan, pero este le sonrió y negó.
-No, tranquilo –Murmuró –Puedo. Preocúpate por tu amigo que está sangrando en el suelo por culpa del animal ese.
-Pero…
-Nada de peros –Dijo –Tu amigo está perdiendo demasiada sangre, llevamos aquí una hora entera más o menos y sigue sangrando. Está en estado crítico, lo sabes. Estate a su lado, intenta parar como puedas la hemorragia.
El chico asintió y fue con su amigo, usando la camiseta que se había sacado para tapar la herida, siendo ayudado por una chica, compañera de clase, una de las más estudiosas y calladas, de esas chicas que siempre pasaban desapercibidas al ser silenciosas y discretas. Se miraron y sonrieron, continuando con tratar al chico, que comenzaba a estar pálido por la pérdida de sangre.
Luhan, abrazado a Jongdae, miró como el hombre le volvía a apuntar con el arma. No se iba a apartar, podría darle a otra persona y aunque solo eran calmantes, era peligroso. Dependía de la dosis puesta y eso preocupaba a Luhan, porque si era dosis para dormirle a él, alguien marcado y por lo tanto con un cuerpo y metabolismo más rápido y superior, a una persona normal… ¿Qué efecto tendría?
De repente, entraron dos figuras, una de ellas Luhan la reconocería en cualquier parte.
Minseok…
Apenas fue un segundo que los vio, porque al siguiente segundo, así de rápido, habían desaparecido con los secuestradores, dejando apenas mucho viento, sangre en el suelo que nadie supo de quien provenía y una extraña aura negra que fue disipándose. Asustados y murmurando cosas extrañas como satán y cancerbero que Luhan no prestaba demasiada atención, comenzaron a correr y escapar de ahí mientras entre dos personas llevaban al chico inconsciente para que fuera atendido. Luhan fue ayudado por otro compañero de clase para llevar a Jongdae.
Todos salían de sus clases. ¿No solo habían desaparecido los dos que estaban con ellos?
Pero Luhan pudo ver de lejos a una chica marcada como él, con una marca en forma de flecha – por alguna razón, Luhan sabía que no era un tatuaje – y algo más cerca, a un chico marcado con un símbolo parecido al de los illuminati – si fuera otro momento, Luhan reiría –. ¿No lo buscaban a él? ¿Había más marcados en la universidad por seres como Minseok, Baekhyun o Junmyeon?
Salieron de allí casi corriendo, viendo que eran de los últimos en salir al estar en la última planta de la universidad, con la gente fuera siendo consolada por policías, algunos hablando con ellos contándoles que los secuestradores desaparecieron, y es que los policías no entendían nada. Habían varias ambulancias, una de ellas llevaba un cuerpo en una bolsa negra, un cadáver, que tristemente asumieron era de la profesora que llamó a los policías, así como llevaban a otros heridos.
Luhan vio de lejos a Baekhyun, Kyungsoo y Yi fan que corrían hacia él, alegrándose de no solo ver caras conocidas, sino que estuvieran en su forma humana. Bastantes desastres habían pasado ya.
-¡Luhan! Menos mal que estás bien –Dijo Yi fan –Jongdae… ¿Qué le ha pasado?
-Le dispararon con un calmante, tengo miedo. –Dijo.
Baekhyun cogió a Jongdae.
-Déjame a mí. –Habló –Yo puedo hacer algo. Kyungsoo, ven conmigo por favor, necesitaré a alguien que me lleva a casa cuando el calmante esté en mi cuerpo.
-Claro, vamos a un lugar privado.
-¿Qué vas a…?
-Voy a chuparle la sangre suficiente como para quitarle parte del calmante y no matarlo. Lo único que deberá hacer es comer mucho estos días y no moverse demasiado.
-Claro…
Luhan se abrazó a Yi fan, siendo lo más parecido a Minseok que tenía en esos instantes. Le contó a Yi fan todo lo que había pasado, que pensaba que venían a por él pero luego vio a un chico y una chica marcados, la chica no era a quien buscaban porque querían un hombre pero el otro chico podría ser, de hecho, iba herido como él. La forma de la marca le recordó a Yi fan a la familia Kwon, más peligrosa entre los demonios, liderada por el padre de su amigo, Jiyong.
Aunque preguntó dónde estaba Minseok, Yi fan no le contestó, solo lo llevó a su casa, quedándose solo con Tao y el pequeño Yixing que viéndole mal intentaba darle sus juguetes para que se animara. Luhan no lloraba, no decía nada, solo se mantenía abrazado a uno de los juguetes de Yixing en silencio, decaído, con miedo.
Esperando a ver dónde se había metido Minseok.
Y por mucho que Tao tratara de hablarle, no recibía respuesta. Pensó que era parte del shock emocional, una autodefensa, y le dejó estar, vigilándole de cerca por si escapaba.
En otro lado, Baekhyun estaba tirado en el suelo con gotas de sangre cayendo por su boca, habiendo cumplido con lo que debía hacer. Era muy potente, pensó Kyungsoo. No era un calmante destinado a un animal o humano, tampoco a un humano marcado. Era un calmante único para seres como ellos y menos mal que Baekhyun solo extrajo un poco, porque sino estaría durmiendo por días.
Podría haber matado a Jongdae.
Vio a Yi fan con él, con su mirada preocupada. Luhan era el predestinado de Minseok, por lo que ellos corrieron a ayudar cuando se enteraron aunque se vieron rápidamente adelantados por Minseok y Junmyeon. Jongdae era el predestinado de uno de los que ayudaron a Minseok, por lo que también era importante para ellos.
Los que habían provocado aquello no quedarían impunes.
-Entonces… ¿Buscaban a Luhan o al predestinado de Jiyong? –Preguntó Kyungsoo. –Minseok no es conocido, pero Jiyong sí lo es. La familia Kwon es la familia de demonios más numerosa y poderosa del mundo, con miles de millones de dinero en todo el mundo. Si quisieran hacer un gran daño, lo lógico sería atacar a Jiyong y la mejor manera es su predestinado. ¿Le has visto?
-No, es raro.
-¿No estaba momentáneamente en otro país? Incluso si quisiera venir…
-Pero podría haber dejado a alguien a cargo ¿No? Alguien que vigilara a su predestinado. –Se quejó Yi fan.
-Quizás no vio las noticias. –Murmuró Kyungsoo cogiendo en brazos a Baekhyun –Lo llevaré a su casa, a ver cómo le explico a Chanyeol esto.
-Claro, yo llevaré a Jongdae a mi casa. Cuídate, nos vemos allí.
-Claro, luego hablamos de esto con más profundidad.
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En el bosque, en la parte más profunda de este y muy lejos de la ciudad, Minseok se lamió los labios. Tenía delante a los cinco secuestradores, pero fijó su vista a los dos que estaban con Luhan, sobretodo al que tenía el arma.
Miró a Junmyeon, transformado en un enorme lobo de más de tres metros de alto. Podían comunicarse con la mente, y supo que quería que le dejara al que disparó a Jongdae, el extranjero. Lo entendía. Sonriendo de lado, tronó sus dedos y su cuello.
-¿Qué hacíais ahí? –Preguntó Minseok, hablando correctamente.
-¿Crees que te diremos? –Se burló uno de ellos. –Bestia inmunda. Diablo… Satanás…
-Diablo, satanás, lucifer… -Comenzó a nombrar Minseok –Me dicen de muchas maneras cuando me ven los humanos, incluso Hades… No entiendo porque, no sé quiénes son, pero no tendrías que preocuparte por ellos en este instante…Sino por mí.
-¡Bestia maldita! ¡No deberíais de existir! ¡Nuestro jefe os odia y hará lo que sea por eliminaros!
-Me aburrís… -Murmuró Minseok mirándoles con frialdad.
Cogió a uno de ellos elevándolo con apenas fuerza y lo estampó contra un árbol, el otro gritó de dolor. Minseok sonrió de lado y abrió su boca, mostrando sus afilados y grandes dientes y mordió con fuerza en el estómago del hombre que dio un desgarrador grito.
‘’¿Qué hay peor que ser devorado?... Ser devorado vivo ‘’
Porque Minseok no dejaría que se desmayara y muriera desangrado aun, no señor. Porque devoraría lentamente, de manera especial como muchas otras veces hizo con humanos que le atacaron, una muerte lenta y dolorosa, mientras Junmyeon hacía lo mismo con el hombre que disparó a Jongdae.
Sí… Un buen festín.
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Para cuando Jongdae ya estaba despierto, aunque mareado, había pasado más de dos horas. Luhan había pasado de estar abrazado a un peluche de Yixing a abrazar a un mareado Jongdae que apenas sabía dónde diablos estaba, pero que quería a Junmyeon de una vez por todas porque era la única persona que podía transmitirle la seguridad necesaria. Su familia le había llamado al móvil y Luhan había hablado por él, haciéndoles ver que estaba seguro.
La familia de Luhan no había llamado aun.
De repente, alguien tocó a la puerta y se dejaron ver Minseok y Junmyeon en sus formas humanas, ambos apenas habiéndose limpiado. Sus manos sangrantes, sus bocas igual y sus ojos rojos. Estaba claro que había pasado, pero aun así, no les importó a Luhan y Jongdae ir a hacia ellos.
Luhan corrió hacia Minseok abrazándole mientras que fue Junmyeon el que fue a Jongdae para que no se moviera rápido, observando de reojo como Chanyeol acariciaba con una sonrisa el cuerpo dormido de Baekhyun, cuya cabeza estaba apoyada en el regazo de su predestinado. Baekhyun había sido el responsable de que ahora Jongdae estuviera despierto.
Sorprendentemente, Luhan estaba llorando. No había llorado en esas dos horas, solo las pasó callado, en silencio, sin querer comer o beber. Ahora, abrazado a un Minseok sucio por la sangre de esos que se atrevieron a dañar a Luhan, lloraba con energías, murmurando el miedo que había pasado, que gracias por ayudarles, que le estaría eternamente agradecido y otras tantas cosas, sin importarle si quiera que su camisa estuviera manchada de sangre ahora que Minseok lo tenía abrazado.
La sangre no era posible lavarla.
Jongdae, abrazado a Junmyeon, no lloraba pero tampoco permitía que le separaran de su novio y este tampoco, había pasado demasiadas cosas y demasiado miedo como para querer estar lejos el uno del otro.
-Gracias –Dijo Junmyeon –Y Gracias a Baekhyun.
-Se lo diré –Dijo Chanyeol sonriente –Aunque te diré lo que te hubiera dicho, no es necesario que las des, todo por un amigo, tú harías lo mismo si pudieras hacerlo.
Junmyeon sonrió, eso sonaba muy a Baekhyun.
Minseok miró a sus hermanos con seriedad y les sonrió, dándole las gracias en silencio. Todos sabían que había que tener una conversación importante por lo que había pasado y tomar unas medidas de seguridad.
A partir de ahora, ni Luhan ni Jongdae irían solos a alguna parte, siempre con Minseok, con Junmyeon o con los dos, si no era posible con ellos con alguno de los demás. Para ir a la universidad irían con Minseok y este siempre los recogería, los llevaría a casa y Junmyeon pasaría por casa para llevarse a Jongdae –al ser profesor, no podía hacerlo directamente – y otras tantas medidas.
Y aunque todos tenían bien claro que habían atacado en realidad al predestinado de Jiyong, con el cual Yi fan tenía que contactar para contarle lo sucedido aunque ya esperaba que este estuviera de camino, toda medida de seguridad era crucial.
Nunca sabían que planes podían tener los cazadores, en realidad.