Minseok despertó a la mañana siguiente, y nada más despertar, supo que algo terrible le había pasado a Luhan. Se levantó de golpe, sudando, e ignorando el dolor de su cuerpo, salió de aquella habitación para ir a la sala de estar, donde estaban todos, con rostros serios. Al verle ahí, parado, débil, más de uno se mordió los labios.
¿Cómo decirle?
-Minseok… -Habló Baekhyun.
-Luhan –Interrumpió -¿Dónde está Luhan? ¡¿Dónde está mi predestinado?!
-Sobre eso…
Minseok miró sus rostros, todos tensos, y supo que su presentimiento era verdadero, algo malo le había pasado a Luhan. A su Luhan. Con el corazón latiendo por el miedo, su cuerpo sudando ante los nervios, y temblando, les miró suplicando una respuesta cuanto antes.
-Ayer, Jongdae y Luhan fueron atacados por lo que presuponemos, un cambiaformas gato –Comenzó Baekhyun, de pie.
Raramente se le podía ver despierto por las mañanas, pero ahí estaba, soportando el sol aun cuando este luego le podía dañar su piel y que se enrojeciera por un tiempo.
-Te desmayaste debido al ataque a Luhan… -Prosiguió –Fui a buscarles y…
-Y… ¡Dime! ¡¿Dónde está Luhan?!
Baekhyun cerró los ojos, apretando sus puños. No podía decirlo, simplemente no le salían las palabras. Kyungsoo era mayor, pero Minseok era apenas un adolescente. ¿Cómo iba a sobrellevar algo así?
-Minseok, hermano –Habló, esa vez, Yi fan –Luhan no estaba cuando llegó Baekhyun, solo estaba un inconsciente Jongdae.
-Eso quiere decir que…
-Luhan, como Jong In, ha sido secuestrado por lo que suponemos, la misma persona. –Le informó, aparentemente tranquilo, pero el temblor de sus manos delataba su nerviosismo. Minseok negó lentamente con la cabeza, temblando.
-No… -Murmuró –No puede ser…
-Lo siento…
-¡No puede ser! –Gritó. -¡No, mi Luhan no! ¡Mi Luhan no! –Comenzó a llorar. –¡¿Por qué?! ¡¿Qué he hecho yo para enfadar a alguien?! ¡He estado toda mi puta vida en el bosque! ¡Joder, Luhan no! ¡Luhan no, por dios, Luhan no!
Yi fan abrazó a su hermano, el cual sollozó más fuerte. Apenas un adolescente y ya tenía que pasar por el miedo real de que su predestinado muriera, apenas llevando tres cortos años de relación comparado con lo que podían pasar juntos. Minseok se aferró a su hermano, llorando, mientras Baekhyun agachaba la cabeza, con los ojos y los puños cerrados y Chanyeol le abrazaba, porque sabía que aquello le recordaba a aquel día que él fue herido por un cazador, herido de muerte, y estuvo a punto de perderlo.
El día que Baekhyun perdió el control y asesinó, torturó y disfrutó eliminado todo un pueblo de cazadores.
Junmyeon, que salió de la habitación donde Jongdae, inconsciente y recién curado por él, residía, contempló a Minseok llorar.
¿A quién diablos enfadaron?
Cuando Minseok se calmó de llorar, con frialdad comenzó a pensar en quien era el bastardo que estaba detrás de todo. Entre todos, comenzaron a barajar ideas, distintas teorías.
-Ahora que recuerdo, no es la primera vez que salen heridos –Comentó Baekhyun –Recuerdo lo que pasó en la universidad hace algo más de un año.
-Sí ¿Qué tiene que ver eso? –Preguntó Junmyeon.
-Dijeron que buscaban a un chico con marca, todos asumimos que era al compañero de Jiyong pero… ¿Qué pasaría si estaban siendo controlados o les pagaron y buscaban a otra persona? A Luhan, por ejemplo.
El silencio, entonces, se hizo.
-Poco antes de que sucediera aquello, Luhan me comentó que se sentía vigilado –Habló Minseok –Pero le dije que yo no notaba nada, que debían de ser tonterías suyas.
-Joder… -Murmuró Yi fan -¡¿Quién diablos está haciendo todo esto?!
-Lo que si sabemos, es que tiene que ver con vosotros, los hermanos. –Dijo Junmyeon –Primero Jong in, compañero de Kyungsoo; ahora Luhan, compañero de Minseok… Solo queda Tao.
-Tao no saldrá de aquí, lo tengo bien claro. Ya lo sabe.
-Chanyeol tampoco, dudo que tenga que ver conmigo, pero toda precaución es poca.
-Eso es mejor, no sabemos si son ataques al azar o tienen que ver con ellos, pero creo que si tiene que ver con vosotros. ¿No recordáis, en serio, haber dañado a alguien?
-No, no recuerdo –Habló Kyungsoo, decaído, abrazándose a sí mismo –No recuerdo que nadie me tenga tanto rencor.
-Pero parece ser que tiene un patrón, y es atacar a vuestras parejas antes que a vosotros –Comentó Baekhyun –Lo que me hace pensar, entonces, que quizás os tenga rencor porque podríais haber herido alguna vez a su compañero o matado. ¿No recordáis nada?
-No, jamás he matado a alguien marcado –Recordó Yi fan –No yo, al menos.
-Yo mucho menos, estuve siempre en el bosque, solo mataba para comer y eran animales, algunos humanos, pero no marcados. Nunca otros seres.
-No recuerdo tampoco haber hecho algo así. Sí he matado a humanos y he matado a cambiaformas gato, joder, lo he hecho pero…No recuerdo que estuvieran emparejados. –Habló Kyungsoo.
-No sé si tenga que ver pero… ¿Vuestros padres no mataron a la pareja de uno y el que sobrevivió los mató a ellos? –Recordó Baekhyun la historia de los padres de Minseok y sus hermanos mayores, una historia que conoció gracias a Junmyeon y el propio Minseok.
Y entonces, cayeron de golpe en la realidad.
-No me jodas… Se está vengando, no le fue suficiente matar a nuestros padres, ahora quiere matar su descendencia –Dijo Yi fan –Y qué mejor que haciéndonos sufrir con nuestros predestinados.
-Porque el perdió al suyo –Terminó Kyungsoo -¡Joder! ¡Duele!
Todos miraron a Kyungsoo, el cual se retorcía en el sofá, sudando, mordiendo sus labios. Menos mal que Sehun y Yixing estaban en su habitación aun, habiendo salido apenas para cenar y poco más. Baekhyun abrazó a Kyungsoo, dándole consuelo, mientras se retorcía a causa del dolor, maldiciendo en el idioma que ellos hablaban, ese céltico antiguo.
Minseok cerró sus ojos, concentrándose, se transformó de repente en demonio y miró dentro de su mente, buscando la conexión que tenía con Luhan gracias a la marca. Sí o sí encontraría donde estaba, teniendo solo como pista un bosque, pero si el que hacía aquello era un felino, dependiendo de qué tipo de felino fuera, sería tan rápido que podría estar en cualquier lugar de Corea del sur, incluso haber salido ya.
Se concentró al máximo, viendo en su mente solo árboles y más árboles, algunos animales salvajes. Frunció el ceño, sudando; no podía rendirse. De repente, encontró una cueva enorme donde, oculta entre árboles, entraba un riachuelo.
¿Dónde estaba esa cueva?
Quiso seguir mirando, saber donde debía ir, pero el dolor que sintió le impidió y dejando la conexión a un lado, se retorció, sujetándose el torso.
Joder… Si él estaba así, no quería saber lo mal que lo debía de estar pasando Luhan.
.
.
.
Cuando Luhan despertó, se encontró en un lugar oscuro, encadenado a una pared, de pie, sus pies tocando el suelo, pero sus manos hacia arriba siendo sujetas por lo que parecía unas esposas. Jadeó de dolor, mordiendo sus labios, y es que la herida en su hombro y torso sangraba demasiado. Jadeante, miró a su alrededor, sorprendiéndose al encontrar a Jong In herido, inconsciente y sangrante a su lado, apenas tres o cuatro metros de distancia.
¿Le habían secuestrado como a él?
-Jong in –Murmuró –Jong In… Joder, espero que estés vivo…
-Quien… -Escuchó su débil voz –Quien…
-Luhan… Soy Luhan.
Esforzándose por ver en la oscuridad, levantó lentamente la cabeza, observando a Luhan encadenado como él. También le habían secuestrado. ¿A cuántos más pensaba coger? Si lo que le dijo era cierto, faltaba Tao.
-¿Cómo estás?
-¿En serio me preguntas eso? –Replicó el chino -¿Cómo estás tú?
-Vivo… Supongo que eso cuenta.
Su voz era tan débil, cansada, que le daba pena a Luhan, aun cuando su herida dolía. ¿Qué clase de cosas le hizo a Jong In para que se viera tan debilitado, con pocas esperanzas en su voz?
-Si te sirve de consuelo, te están buscando. Kyungsoo ha llorado, Sehun te extraña.
-Mi pequeño… -Murmuró –Mi pequeño Sehun… Lo debe de estar pasando tan mal…
Luhan encontraba sorprendente como, en los peores momentos, un padre o madre se acordaba de sus hijos, aun cuando no fueran los doloridos o heridos, y es que el instinto materno o paterno podía llegar a ser increíble. Antes que pensar en él, antes que pensar en Kyungsoo, había pensado en su hijo, Sehun.
-Lo está, pero se han asegurado de que no vea ni escuche nada de lo que está pasando. –Dijo –Está con Yixing, él lo entretiene.
-Ahí donde le ves, se llevan bien. –Comentó –Pero Sehun es tan revoltoso…
Luhan sonrió, quejándose del dolor después. Jong In le miró, mordió sus labios, Luhan parecía bastante herido. Apenas sentía su propia espalda, y es que debido a la cantidad de latigazos que dejarían marca de por vida, las heridas que poseía eran graves.
-¿Sabes cómo llegaste aquí? –Le preguntó el moreno.
-Estaba llegando con Jongdae del trabajo, cuando nos atacó un enorme gato. –Relató -¿Tú?
-Lo mismo. Salía de mi trabajo, cuando me atacó, apenas me dio tiempo a hacer algo cuando me vi aquí y comenzó a golpearme con un látigo…
El sonido de pasos hizo que ambos callaran y se tensaran. Luhan juró que vio a Jong In temblar, quizás por el recuerdo del maltrato, no sabía. Ante ellos, se apareció el mismo hombre rubio que vio, con sonrisa tétrica, fría, sin sentimientos. Luhan le miró fijamente, retándole con la mirada, confiando en que Minseok los encontraría, en que los rescataría a salvo.
Por qué hacía lo que hacía, Luhan no tenía ni idea, pero no se iba a venir abajo.
-Mírate –habló –Retándome…
-Que te jodan.
El hombre rubio le sonrió, tenso, y le golpeó en el rostro. Luhan se quejó, pero volvió a mirarle, sin echarse abajo como se acababa de prometer a sí mismo. Jong In, al lado, comenzó a rezar como sus padres, siglos atrás, le decían que hiciera cuando las cosas iban mal, rezo que jamás olvidó.
-Tan lindo… Será un placer destrozarte.
-Será un placer ver como Minseok y Kyungsoo te devoran centímetro a centímetro. –Contestó.
El hombre rió.
-Me gusta tu sentido del humor, a pesar de ser un asqueroso y repugnante humano.
-Que bien, porque no me gustas tú, maldito gato pulgoso.
Volvió a recibir un golpe, en el mismo lado que antes y Luhan juró que le había hecho sangre esa vez. Joder, sus golpes dolían, pero nada comparado con la herida que tenía en su torso la cual esperaba que se curara por sí sola, porque sino, se veía desangrado en cuestión de horas.
-Me iré por un tiempo, tengo a alguien a quien buscar.
-¡No te atrevas! –Gritó Jong In -¡Deja de hacer eso!
-No hasta que os tenga a los tres, asqueroso humano.
Hasta que le volvieron a ver, Luhan no sabía cuánto tiempo había pasado, pero la oscuridad de la cueva era menor, aun así oscura. Debían de estar algo lejos de la entrada, pensó, pero la poca luminosidad que se ofrecía le hizo ver las heridas de Jong In por todo su cuerpo, horrorizándose. Muchas dejarían cicatrices de por vida.
-La claridad asusta ¿Cierto? –Se burló el cambiaformas –Pero para mí es perfecta, puedo admirar mejor mi obra.
Ese hombre estaba completamente loco en su tranquila frialdad, pensó Luhan, tenso.
De repente, sacó un enorme látigo y Luhan temió, viendo cómo se encaminaba hacia Jong In y alzándolo, le golpeó en todo el hombro. Jong in soltó un grito desgarrador, casi un lamento, siendo golpeado de nuevo esta vez en el torso, y después un poco más abajo, luego en el estómago, para continuar un poco más arriba.
Un golpe tras otro, un latigazo más, una cicatriz más.
-¡Para ya! –Gritó Luhan, llorando -¡Para, joder, para! ¡Detente, bastardo!
-¡Duele! –Gritó Jong In, sollozando –Joder… Joder…
El cambiaformas sonrió y dejó el látigo en el suelo, cogiéndole de los cabellos. Contempló el rostro de Jong In, moviéndole con brusquedad, y rió.
-Te ves tan miserable ahora mismo…
Jong In le miró y le escupió en el rostro, sonriendo después, aunque poco le duró, puesto que el otro le abofeteó el rostro varias veces, cogiéndole de los cabellos para estamparle la cabeza contra la pared, Jong In gritó.
Dejó al moreno inconsciente, colgado, y se movió hacia Luhan, el cual tembló y comenzó a forcejear con las cadenas, queriendo escaparse de allí, sintiendo los latidos de su corazón al máximo por el miedo.
-Mírate a ti, eres hermoso –Susurró demasiado cerca de su rostro, Luhan sintió un escalofrío –Una pena que seas humano.
Luhan tembló, pero le sostuvo la mirada. El hombre rió y dio un golpe contra la herida de su torso, haciéndole gritar. El cambiaformas retorció su mano y la froto contra la herida, la sangre y el músculo dañado, mientras Luhan lloraba, suplicando que parara, clamando el nombre de Minseok una y otra vez ante el dolor.
-Ahora, mucho más hermoso… Tengo pensado muchas cosas para vosotros –Murmuró –Me pregunto… ¿Cómo os verían vuestros compañeros si supieran… que habéis sido de otros? ¿Te lo imaginas, pequeño? La venganza se sirve en un plato frío…
Y riendo, se fue, dejando a Luhan con una mirada de pánico, llorando por la sola idea, y a un Jong In inconsciente.
-Minseok… -Sollozó –Como no te des prisa, te dejo en abstinencia… Idiota…