Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Criaturas sobrenaturales (Xiuhan) por exolove1

[Reviews - 78]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¿Por que publico en lo que españa serian la 1 del mediodía? porque ahora me va la página y hay que aprovechar xD

En el anterior no tuve RW T_T buabuabua

Los planes de Baozi habrían resultado sino fuera por un pequeño imprevisto que surgió poco después de que Luhan se recuperara de la fiebre. Aquel día, Luhan se despertó, como de costumbre desde que Baozi dormía con él, abrazado al joven adolescente y este abrazándole a él con una de sus manos puesta en su trasero. Lejos de avergonzarse o molestarse, Luhan sonrió, acostumbrado ya a despertar de la misma manera tantos días.


Despertó a Baozi, el cual ayudó a Luhan a hacer el desayuno, y es que aunque no le gustaba la comida normal – seguía comiendo carne cruda hiciera lo que hiciera Luhan por cambiar ese detalle – si quería aprender a ayudar al universitario y decidió aprender a cocinar. Sorprendentemente, la capacidad de aprendizaje de Baozi era enorme y con solo observar a Luhan cocinar y practicarlo una o dos veces, se le quedaba la receta.


Observó a Luhan comer deprisa, y es que el de origen chino iba a irse con Jongdae a estudiar a una biblioteca. Aunque Baozi no entendía porque no podían estudiar en casa, a base de pucheros, terminó por dejar de quejarse sobre que Luhan iba  a dejarle solo durante gran parte de la mañana, además, Luhan le había prometido que si se callaba y esperaba como un buen chico, haría lo que él quisiera por todo un día.


Que inocente, pensó el adolescente con una sonrisa ladeada. La de cosas que podría mandarle hacer con todo lo que sabía y había visto por internet.


Sí Luhan supiera lo que pasaba por la mente de Baozi…


-Bueno, me voy Baozi –Dijo Luhan –Dios, tengo que ponerte algún nombre ¿En serio que no recuerdas el tuyo?


-No –Le contestó –No saber.


-Ah… Es que llamarte Baozi como apodo está bien, pero como nombre… Ya pensaré. En todo caso, me voy. –Dijo –Intentaré volver cuanto antes, pero no aseguro nada, todo depende de cuánto avancemos en el maldito trabajo.


-Claro. –Baozi le sonrió –Yo esperar tranquilo.


Luhan le sonrió y sin poder evitarlo, se acercó al adolescente y le abrazó. Aunque Baozi se sorprendió un poco, correspondió al abrazo sin pensarlo siquiera, situando una de las manos en el trasero de Luhan y apretándola. Luhan se estremeció, aunque se rió, ya acostumbrado a que Baozi fuera algo pervertido. Luhan lo asumía  a las hormonas adolescentes, sin querer admitir que ese ‘’ maldito adolescente que era súper sexy ‘’ lo quería en su cama y dios, él también quería estar en su cama.


-Me voy, adiós.


Luhan salió, cerrando la puerta detrás de él, y comenzó a caminar hacia la biblioteca donde había quedado con Jongdae, sin saber que ese día sería un día demasiado largo.


Sin saber lo que vería cuando regresara a casa.


.


.


.


Al final, estuvieron en la biblioteca aproximadamente más de cinco horas, hasta el punto en el cual tuvieron que comer fuera porque la hora de comer llegó, pero por fin adelantaron gran parte del trabajo de música que tenían que hacer. El comienzo del curso vino a lo grande, con muchísimos trabajos, deberes y próximamente exámenes.


El verano había sido bueno, eso sí.


-¿Cómo te va con el profesor? –Preguntó Luhan mientras caminaban lentamente hacia su casa.


-Oh, va todo bien –Le contestó –En el verano fuimos de vacaciones, ya te dije. Fuimos a Japón. Es increíble como sabe hablar tantos idiomas.


-¿Qué hicisteis esas tres semanas? Porque tantos días dan para mucho –Comentó con picardía el chino, Jongdae no pudo evitar reír.


-Si supieras… Lo hacemos casi todas las noches y siendo vacaciones, con decirte que lo hacíamos todas las noches… -Dijo –Pero vimos mucho de Japón. Desde ciudades, pueblos hasta la naturaleza. Le encantan los bosques ¿Lo sabías? Dice que le dan paz.


-¿Los bosques? A mí me dan miedo. –Susurró con un escalofrío.


-A mí no, pero me es incómodo. Soy un hombre de ciudad.


-Sí, lo eres. Lo somos, en realidad.


-Pues sí, incluso visitamos ese famoso bosque que hay en Japón… El bosque de los suicidios.


-¡¿Qué?! –Gritó el chino parándose de golpe -¡¿Cómo os atrevisteis a entrar ahí?!


-Yo no quería, él me obligó a entrar. –Se defendió –Junmyeon es un poco raro. Decía que había fantasmas ahí y otras cosas que jamás imaginaría.


-El profesor está loco…


-No está loco –Lo defendió –Solo… Solo es un poco raro.


Luhan rió y con algo de más calma siguieron hablando. Luhan no había ido a ningún lado de vacaciones, aunque si las aprovechó para sacar a Baozi fuera de la ciudad. Fueron a algunos pueblos con poca gente para que se acostumbrara a estar rodeado de personas, fueron al zoológico, que extrañamente le encantó a Baozi y al acuario. En definitiva, fueron a muchos lados.


Cuando llegaron por fin a la casa de Luhan, se pararon frente a la puerta. Luhan sacó las llaves de su bolsillo derecho y abrió la puerta. Entraron los dos, puesto que Jongdae quería ver a Baozi, hacía tiempo que le veía y Luhan le aseguraba que había crecido un poco desde que llegó hacía muchos meses a su casa. Cerró Jongdae la puerta detrás de él, asegurándose de que estuviera bien cerrada – alguna vez se la dejaron abierta y Luhan montó número – y caminaron por el pasillo.


-Bao… ¡Joder! –Gritó Luhan quedándose completamente estático contra la pared, pegado a ella, sin querer moverse.


Jongdae miró hacia la dirección aquella y se quedó con la boca abierta, retrocediendo unos cuantos pasos hasta topar con la misma pared que Luhan, ambos sudando por los nervios y sus corazones latiendo a mil por hora.


-¿Baozi? –Murmuró Luhan.


-Oh dios… -Dijo Jongdae temblando.


Él no era un chico que soliera tener miedo. Podía tocar serpientes y arañas, podía estar cerca de avispas y ratones, de cucarachas incluso y no creía en los fantasmas ni en los extraterrestres, pero lo que tenía delante le hacía temer.


Conseguía que quisiera echarse a llorar incluso.


-No temer –Dijo Baozi claramente dolido, podían notarlo, pero es que lo que tenían delante era demasiado hasta para ellos –Yo no hacer daño.


-¡Aléjate! –Gritó Luhan al borde del pánico -¡Aléjate! ¡No te acerques!


Se vio muy herido. Los ojos de Baozi se humedecieron, pero se notaba que no lloraría, se estaba esforzando. Luhan fue resbalándose por la pared hasta quedar sentado en el suelo, respirando con fuerza, temblando y a punto de llorar. ¿A qué clase de monstruo había metido en su casa? ¿Por qué Baozi, su adorable y sexy adolescente, tenía ese aspecto que podía comparar al de un demonio? ¡Al mismísimo diablo, mejor dicho!


-Monstruo… -Murmuró Luhan.


-¡No decir eso! –Gritó Baozi -¡Monstros malos! ¡Yo bueno! ¡Yo no dañar primero!


-Baozi… ¿Eres tú? –Se atrevió a preguntar Jongdae –Realmente… ¿Esto no es un disfraz extraño?


-Jongdae, tu no poder temer, tu tener compañero –Dijo –Tu tener compañero como yo.


-¡No compares a Junmyeon contigo! –Gritó molesto y asustado -¡Él no es un monstruo!


-¡No ser monstruo! –Gritó -¡Junmyeon como yo! ¡Junmyeon no oler humano!


-¡Deja de mentir!


Luhan quería intervenir, de verdad que quería, pero las palabras no salían de su boca. Tenía a su Baozi delante, pero con un aspecto sobrenatural. Su altura era mucho más grande, Luhan podía jurar que ahora le superaba en altura por unos diez centímetros, así a ojo; sus cabellos eran oscuros completamente, con toques rojizos; pálido de piel, líneas negras extrañas en sus brazos, dos concretamente en cada brazo y sus ojos rodeados de negro, maquillaje quizás, aunque Luhan no lo tenía tan seguro, quizás fueran marcas como las que tenía en sus brazos; tenía dos cuernos, dos enormes cuernos negros y cola…


Cola larga y negra.


¿Eso eran colmillos?


Oh dios mío.


-Baozi… -Consiguió hablar -¿Qué diablos eres? ¿Por qué no dijiste nada? ¿Por qué metí un monstro en mi casa?


-No ser monstruo… Tú no temer, yo amar a ti –Dijo queriendo que le creyeran –Yo no ser monstruo, no saber que soy, pero monstruo no. Yo no decir nada porque temer tu rechazar… Todos decir monstruo cuando ver así… -parecía que estaba a punto de llorar y Luhan no podía evitar sentirse un poco culpable.


Baozi era pervertido, pero muy lindo, divertido y agradable. Era un buen chico. Pero el aspecto que tenía ahora le hacía dudar de todo. Luhan era propenso al miedo, no podía evitar querer huir, de verdad que estaba haciendo acopio de todas sus fuerzas para mantener la calma.


-Yo no monstruo… -Murmuró Baozi –Yo no dañar. Yo amar a ti… Jongdae tener compañero como yo, pero no decir a él. Junmyeon ser como yo…


Jongdae cogió el teléfono y lentamente comenzó a marcar números.


-No es como tú… -Murmuró –No puede ser…


Marcó el número de su novio, profesor, y lo puso en manos libres para que Luhan y Baozi pudieran escuchar la conversación que mantendría con él.


-¿Jongdae? –Se escuchó.


-Junmyeon… ¿No se te olvidó decirme nada? –Preguntó.


-¿Eh? No creo…


-¿Has oído hablar de seres… O criaturas… Con cuernos?


El silencio se hizo. Jongdae no creía que Junmyeon fuera como Baozi, lo que fuera él, no podría ¿verdad? Tampoco sabía cómo tocar el tema sin que le creyera loco o algo.


-Jongdae ¿Dónde estás?


¿Qué? ¿Por qué no respondía? ¿Qué estaba pasando? Sintió la mirada preocupada de Luhan, temblando aun en el suelo, y la mirada de Baozi, con algo de superioridad hacia él, como diciéndole que él tenía la razón. Lindo sus cojones, Baozi no era nada lindo. Siempre fingió, lo sabía. Ahora lo sabía de verdad.


-¡Contesta!


-Jongdae, no volveré a preguntar ¿Dónde estás?


-En casa de Luhan… ¿Por qué no contestas? Junmyeon…


-Ahora voy hacia allá.


-¡Junmyeon!


-Jongdae –Le llamó –Mantén la calma. La persona que Luhan tiene en su casa no es mala.


-¿Cómo sabes…?


Jongdae estaba asustado, por primera vez estaba asustado de verdad.


-El olor… Siempre olías un poco a Luhan y una mezcla de alguien. Luhan olía a demonio. –Dijo –Ahora voy para allá.


Y colgó.


Olor… ¿Qué diablos? Baozi le dijo una vez que él olía a alguien, supo entonces que se acostaba con alguien, y ahora Junmyeon le decía eso.


Ahora era él quien estaba sentado en el suelo, sin poder creerse nada de lo que estaba pasando, mientras el resplandor de superioridad en Baozi le perseguía.


Miedo… Tenía miedo.


.


.


.


Apenas pasaron unos diez minutos cuando el timbre de la puerta sonó. En esos diez minutos nadie se había movido de sus lugares, ni ellos, ni Baozi. Luhan y Jongdae seguían teniéndole miedo, Baozi podía olerlo. Podía oler cualquier cosa, el  miedo, la tristeza, la mentira, la excitación, etc. Hasta hace unos días, podía oler la excitación y la felicidad en Luhan siempre que él estaba a su lado, pero ahora, solo olía miedo.


Bueno, miedo y confusión.


Viendo que no se movían, fue él quien lentamente caminó hasta la puerta y miró por la mirilla. Abrió, entonces, reconociendo a Junmyeon por el olor incluso antes de que picara a la puerta, reconociéndolo por el olor que siempre llevaba Jongdae.


Junmyeon entró serio, imponente, más de lo que solía ser de por sí. Luhan observó a su profesor, novio de Jongdae al mismo tiempo. Estaba más serio e imponía el doble de lo que lo hacía en clase, cuando quería enseñarles algo y tenía que clamar paciencia para que aprendieran rápido y se dejaran de tonterías. Junmyeon era un profesor estricto. Jongdae y Luhan observaron inquietantes como ambos se miraban fijamente, serios.


No había rastro del lindo Baozi.


Luhan podría admirarlo si no fuera por el miedo que recorría su ser. En su mente una batalla había lugar, y es que una parte de sí mismo no podía creer la posibilidad de que Baozi fuera malo, no podía. Si quisiera hacerle algo, podría habérselo hecho ya. Dormían juntos todas las noches, le contaba sus secretos a Baozi, sus debilidades. Lo conocía, podía utilizar cualquier cosa, pero no lo hizo. Su otro lado le decía que huyera, que bueno o no, era un monstro.


Jongdae estaba igual. Había mantenido dos años de relación con Junmyeon y jamás pensó algo así. Si de verdad era igual que Baozi, no sabría cómo tomárselo. Lo amaba, claro que sí, pero era demasiado fuerte esa noticia.


-Así que eres tú el que me está causando problemas –habló por fin Junmyeon –Eres impresionante.


-Gracias. Tu olor decir que eres adulto.


-Lo soy.


-Junmyeon… -Murmuró Jongdae –Junmyeon…


Junmyeon le miró y le sonrió amablemente como siempre hacía, esa sonrisa que conseguía que su corazón latiera a mil por hora e incluso se sintiera derretir. Intentaba tranquilizarle, lo sabía, pero la situación era demasiado inverisímil como para que una sonrisa consiguiera calmarlo del todo. ¿Era como Baozi? ¿Un demonio, diablo o lo que fuera?


-Hablaré con él –Dijo –Tranquilízate.


Se giró a ver a Baozi de nuevo, le miró de arriba abajo, y sonrió.


-¿De dónde has salido tú? –Le preguntó hablándole en otro idioma.


Tanto Luhan como Jongdae se quedaron atónitos. No reconocían ese idioma, mucho menos Jongdae que había escuchado hablar a su pareja en todos los idiomas que este conocía.


-Del bosque –Respondió Baozi en el mismo idioma.


-¿Has vivido todo este tiempo en el bosque?


-Sí, siempre he vivido en el bosque.


La fluidez en como hablaba el idioma le indicaba a Junmyeon que había tenido contacto con otros como ellos, al contrario que la poca fluidez al hablar coreano.


-¿Dónde se encuentran tus padres? ¿Cuál es tu nombre y apellidos?


-No lo sé –Confesó –No conozco mi nombre. No me acuerdo. Mis padres están muertos, murieron cuando tenía veinte años, escapé porque papá me lo dijo.


-¿No recuerdas tu nombre? ¿Cómo murieron?


-Un cambiaformas gato. –Dijo –Una pareja, concretamente. Ellos nos odian porque nos mezclamos con humanos, lo sabes. Mamá, papá y yo estábamos en el bosque cazando cuando aparecieron. Lo único que recuerdo era que papá mató a la pareja cambiaformas y el que quedó entró en ira porque mataron a su pareja. Papá me dijo que escapara, que corriera y jamás me detuviera. Es lo que he hecho en todo este tiempo, correr y correr. Solo retrocedí para ver si estaban vivos, pero estaban muertos.


-¿Has escapado todo este tiempo? –Preguntó con incredulidad -¿Cuántos años tienes?


-Más de cien –Contestó –No recuerdo con exactitud


Luhan se acercó más a Jongdae y le abrazó, sintiendo miedo. Estaban hablando en un idioma extraño, parecían entenderse entre ellos. ¿Qué decían? ¿De qué hablaban? ¿Qué harían con ellos?


-Por tu olor y tu apariencia, pocos más de cien, seguro. –Dijo -¿Qué haces aquí? Si has estado todo este tiempo en el bosque huyendo ¿Por qué dejaste de hacerlo?


-Estaba solo. Estuve solo tanto tiempo… -Confesó –No quería estar solo nunca más, por eso cuando entré en la adolescencia decidí buscar a mi predestinado. Supe que estaba en esta ciudad y entré, pero fui atacado por esos estúpidos humanos débiles, no pude transformarme porque tenía miedo, siempre que lo hacía me llamaban monstruo e intentaban matarme… Me encontró él, Luhan, mi predestinado. No lo encontré yo a él, me encontró él a mí…


-No es tu edad para aparearte. Puedes hacerlo, pero normalmente a tu edad experimentamos con los de nuestra especie u otros humanos hasta tener experiencia suficiente y buscamos a alguno de nuestros predestinados para aparearnos.


-No quería estar solo, me da igual experimentar, yo quiero aparearme. –Dijo desesperado –Necesito dejar de estar solo. He vivido décadas en el bosque, apenas me encontraba con otras especies, pero nunca podía entablar amistad, tenía miedo.


-Puedo imaginarlo… ¿Tienes hermanos?


-Dos mayores, pero tampoco sé nada de ellos. No sé si están vivos o muertos.


-Lo tienes difícil. Puedes aparearte, pero escúchame bien y hazme caso. No dejes que sea activo, tú puedes tener hijos, pero si eres tú el activo no los tendrás. No puedes tenerlos ahora, tu cuerpo es apenas un adolescente aunque no lo aparentes en esta forma, será malo para ti. Para aparearte, sé siempre activo, muérdele en el cuello cuando mantengas sexo con él, en el momento en el cual te introduzcas en él.


-Entiendo.


-Cuando llegues a los doscientos años, entonces, deja que sea activo y no uses protección, te quedarás embarazado en un solo intento, dos como máximo. Y no te aparees con él en esta forma, no porque aún es humano, le harías daño.


-¿Daño? No quiero dañarle. –Dijo asustado.


-Hazlo en tu forma humana, tienes más fuerza que ellos, pero no tanta como para dañarle del todo. Si lo haces ahora en tu forma verdadera, lo matarás.


-Una cosa más… Junmyeon ¿Por qué si Jongdae es tu predestinado no te has apareado con él? Solo os acostáis.


-Porque en edad humana tengo treinta años, él tiene veintidós. Demasiada diferencia, se nota de lejos que soy más mayor que él aunque me conserve joven. Prefiero esperar un poco para que la apariencia no sea tan diferente.


-No creo que sea lo  correcto, pueden quitártelo. –Le regañó Baozi, Junmyeon sonrió, le estaba regañando alguien mucho menor que él.


-Pobre de quien intente eso. –Dijo –Lo asesinaría sin problemas. Ahora, expliquémosles a esos dos, no puedo creer que te tengan como nombre Baozi.


Baozi rió divertido, pero no la risa que siempre mostraba que daban ganas de decir ‘’ que lindo ‘’  sino su verdadera risa, una que hacía que te derritieras y pensaras ‘’ sexy ‘’.


-Vosotros dos, dejen de estar pegados en la pared como si fueran parte del decorado –Habló Junmyeon –No es peligroso, ahora os explico todo. No os dañará, podría haberlo hecho en cualquier momento.


-Baozi…


-Yo amar a ti –Dijo –Tu importante.


Luhan se fue levantando poco a poco junto a Jongdae, sentándose ambos en una esquina del enorme sofá de la casa mientras los otros dos quedaron en la otra esquina del sofá, sabiendo que ellos querían mantener aun una cierta distancia.


-Ese idioma… -Murmuró Jongdae.


-Un idioma celta. –Dijo –Un idioma muerto. Muerto para los humanos, por supuesto, nosotros lo conservamos bien.


-¿Eh?


-Un idioma que por nuestros años, hemos conservado y lo hemos tomado como nuestro idioma oficial, simplemente.


-Eres… Eres como él –Murmuró Jongdae, Junmyeon le sonrió


-No, no soy como él –Dijo –Pero no soy humano. Soy otra especie.


-¿Especie?


-Sí, soy un cambiaformas lobo. –Dijo –Lo que vosotros vulgarmente denomináis hombre lobo, aunque mucho más grande y elegante a como nos pintáis los humanos, no es por nada. No sé de donde sacáis esa forma de lobo y mitad hombre esa.


-Ah…


Luhan se abrazó más a Jongdae, aun inseguro. Notaba como Baozi les fulminaba con la mirada, seguramente celoso, pero en eso momentos a él le daba igual los celos que pudiera tener, él solo quería sentirse seguro.


-Baozi… Como le llamáis vosotros, es un demonio. –Explicó –No, no es nada relacionado con satán de la biblia ni nada, eso se basaron en ellos, aunque los ponen como malvados. Los demonios reales pueden ser tan malvados como benevolentes, si es verdad que milenios atrás, eran malvados, pero los tiempos fueron cambiando y se fueron adaptando.


-Ah… -Murmuró Luhan –Baozi es un demonio… Oh dios mío. Y mi profesor un perro…


Se escuchó, de repente, un gruñido que hizo temblar a ambos humanos que se abrazaron con más fuerza.


-¡No llamar perro a Junmyeon! –Gritó Baozi –Eso ser insulto. Él ser grande, fuerte, imponente, valiente y hermoso, no pequeño, sucio, feo y débil como perro.


-¿Perdón? No estoy al día con vuestros términos…


-En todo caso… -Habló Jongdae -¿Se puede saber que está pasando? No termino de creerlo.


-Baozi es un demonio, lo tenéis ante vuestros ojos –Dijo –Ha estado solo por décadas. Tiene algo más de cien años, es un adolescente para la especie a la que pertenece, pero tiene una década de vida la cual la ha pasado solo en los  bosques, de ahí su mala pronunciación del idioma vuestro. Aunque no le toca, ha estado buscando a su predestinado, su pareja, todos tenemos algunos por ahí pero nos apareamos solo con uno, por supuesto. A no ser que muera.


-Entonces…


-Sí, tú eres su predestinado. Te quiere marcar como suyo.


-Eh…


-Además, querrá formar familia.


-¡Soy un hombre! –Gritó -¡Si quiere niños que se busque una mujer!


-Él puede tenerlos, idiota. Por eso, no será dominado nunca hasta que llegue el momento. –Sonrió de lado –Nosotros siempre somos activos hasta ese momento, solo ese momento.


Luhan miró a Jongdae fulminándole con la mirada, puesto que Jongdae le había dicho que él era el dominante de su profesor. Nervioso, Jongdae le sonrió, queriendo ser perdonado.


-Me daba vergüenza decir que era pasivo… Además, tú serás pasivo de ese mocoso.


Luhan palideció.


-Ni hablar ¡No! ¡No puedo! ¡Jamás nadie me ha tocado por ahí! ¡Por ahí soy virgen!


-¡Qué bien! –Gritó Baozi -¡Seré el primero!


-Oh por dios…


Junmyeon les explicó algunas cosas más a los dos chicos, entrando poco a poco en la confianza necesaria como para que ellos poco a poco dejaran de tenerles tanto miedo y lo que se oliera en el ambiente fuera la curiosidad hacia ellos.


-Por cierto, escojan nombre para él, no puede llamarse Baozi.


-¿Por qué no? –Preguntó él confuso.


-Baozi no es un nombre. –Le dijo, él frunció el ceño.


Baozi se quedó un tiempo pensando, dándole un aire serio y sofisticado a su rostro. No era por nada, pero Luhan estaba detrás de Jongdae mirándole embobado. De repente, saltó.


-¡¿Tú no poner nombre mascota, verdad?!


-¡No, tranquilo!


-Uf…


-Baozi es el nombre de… Una comida…


El demonio le miró con la boca abierta y los ojos completamente abiertos, sin poder creerse lo que estaba oyendo. Le habían llamado igual que una comida. ¡¿Cómo se atrevía?!


-¡Yo matar!


-¡Si te sirve de consuelo es mi comida favorita!


-¡Eso no consolar! ¡Yo castigar cuando yo poder!


-¡Perdón!


-¡Poner nombre normal ya! ¡Yo no llamar iugal que comida!


Junmyeon se llevó la mano a la boca para evitar que vieran que se estaba riendo por las caras que tenían ambos humanos, los cuales estaban ahora debatiendo como llamar al demonio cuyo nombre real no se acordaba. Después de debatir, decidieron que le llamarían Xiumin.


-Xiumin… ¿No comida ni mascota?


-No, es un nombre chino –Le conformó Junmyeon –Nos vamos Jongdae y yo, os dejamos. Xiumin, recuerda esto, es importante. No toques a Luhan en esta forma, no ahora, podrías matarlo.


-Yo entender, esperar.


-Me pasaré todas las tardes para darte clases, necesitas aprender a leer de inmediato, también es necesario que aprendas lo básico y una especialidad para ganar dinero, será necesario. Te haré una identidad, tenemos contactos en los altos mandos del país para que cada poco nos ayuden a cambiar de país y de identidad.


-¿Tu nombre real no es Junmyeon? –Preguntó Jongdae.


-Sí lo es. –Dijo –Pero mi anterior nombre antes de vivir aquí en Corea fue Suho. Cada tanto tiempo usamos el real. Xiumin será registrado bajo Xiumin y mi apellido, Kim, como mi primo. Serás ante la ley Kim Xiumin hasta dentro de unos veinte o treinta años, cuando entonces se te cambiará el nombre, pero recuerda, siempre serás Xiumin.


-Sí, yo recordar.


-Y por cierto, esta forma dura tres días. Cada seis meses tenemos esta forma y no podemos cambiar a la forma humana.


-Oh, vale.


Junmyeon se fue con Jongdae, el cual a unos cuantos pasos detrás del profesor le iba diciendo que era malo para la relación los secretos y que se negaba a cometer zoofilia si era un lobo en realidad.


Luhan miró de reojo a Xiumin, el cual le miraba fijamente. Debía admitirlo, en ese aspecto nada adolescente la atracción que sentía hacia él era aún más fuerte, no podía evitarlo. Quizás tuviera algo que ver que fuera su predestinado. Poco a poco, se fue acercando hasta quedar sentado al lado de Xiumin.


-Esto… Siento haberte llamado antes monstruo.


-No pasar nada, yo entender –Dijo serio –Pero doler.


-Me lo imagino… No eres un monstruo, solo eres de otra especie… -Dijo –Puedo… Dios, esto es vergonzoso… ¿Puedo tocar tus cuernos? Es que me hace ilusión.


Luhan, sonrojado, le miró. Xiumin por poco y se moría de la ternura. Aunque era extraño, aceptó, viendo como Luhan se colocaba de rodillas en el sofá y alzaba sus manos tocando sus cuerpos, pasando sus manos de arriba abajo por este.


-Wow, es liso y duro. –Comentó –Con eso tienes que hacer mucho daño.


-Puedo.


-¿Puedo tocar tu cola?


-¿En serio? –Xiumin quería reír –Claro.


Luhan cogió la cola con cuidado y la acarició, sintiendo como Xiumin se estremecía un poco. Era suave, algo dura, y peluda con cabellos negros, muy larga. Era impresionante. Miró a Xiumin, viendo el maquillaje entorno sus ojos y pasó los dedos por él, viendo que no se iba.


-¿No es maquillaje?


-Son marcas –Dijo –Todos los demonios tener marcas por el cuerpo, como mis brazos.


-Oh, las vi.


Luhan miró sus brazos y se sonrojó ante una pregunta que se le había ocurrido.


-Esto… ¿Tienes marcas como esas en todo el cuerpo?


Queriendo ponerle nervioso, Xiumin sonrió de lado dándole un aire de sensualidad increíble.


-Si tu querer, yo desnudar.


Luhan se sonrojó.


-¡Pervertido! No es como si pudieras hacerme algo ahora.


Touché.


Se desnudó hasta quedar en bóxers y Luhan pudo ver que en sus hombros, ambos, tenía otras dos líneas negras, en su cintura tenía cuatro a cada lado que eran tan largas que casi se tocaban las unas con las otras en su estómago, teniendo apenas unos cinco centímetros para no juntarse, en la espalda igual. Para ver mejor, sin quererlo, se sentó encima de Xiumin el cual tuvo que morder sus labios para no gemir.


La cercanía de Luhan le causaba demasiado efecto, más siendo aún un adolescente para su especie.


-Abre la boca, quiero ver tus colmillos.


Xiumin obedeció, sintiendo como Luhan se pegaba más y tocaba sus dientes uno a uno, parándose en sus colmillos enormes. Estaba casi sentado encima del bulto que comenzaba a formarse entre sus piernas.


‘’ Control ‘’ Se dijo ‘’ Tú tener control. No poder ahora marcarlo ‘’


-Lu… Luhan… -Dijo –Fuera, yo no controlar…


Luhan por el susto, al estar tan concentrado en sus dientes, se sentó sobre Xiumin, el cual gimió. Luhan pudo notar debajo suyo el bulto que se había formado y se apartó corriendo, disculpándose con él por ser torpe y causarle eso, internamente orgulloso de alguna manera por ser capaz de causar eso en alguien sin quererlo.


Iban a ser tres días muy largos.

Notas finales:

xiuminhipster

Es mi cuenta en Wattpad donde publicaré todo lo que tengo aquí y en mi otra cuenta de AY, lo digo porque la pagina aveces me da problemas y no puedo publicar.

gracias por leer!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).