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Criaturas sobrenaturales (Xiuhan) por exolove1

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Notas del capitulo:

Gracias por los dos comentarios! Este cap. irá dedicado a ellos!! 

Si bien al día siguiente Jongdae no pudo ir a ver al chico misterioso que Luhan había rescatado, fue a la semana siguiente, cuando encontró oportunidad entre tantos trabajos y tareas que la universidad les mandaba para hacer en casa.


Mientras, Luhan había estado aquella semana conviviendo con el chico que autodenominada en su mente, en busca de un nombre por el cual llamarle, Baozi. A parte de que el chico seguía comiendo con las manos, que seguía comiendo solo carne cruda y bebía agua o café – sorprendentemente, el café le gustó – y que había aprendido a usar correctamente la televisión y ahora imponía sí o sí ver canales de música donde pudiera bailar – el mismo baile de siempre –, Luhan había tenido sus momentos incómodos con aquel chico.


Mientras lo veía bailar en el salón escuchando una canción de un grupo extranjero, Luhan recordó el día que tuvo que lavarlo él.


Ese adolescente sin habla no sabría apenas nada, pero era un pervertido de mucho cuidado.


.


.


.


Cuando llegó de la universidad, Luhan observó como Baozi, de nuevo, se había quedado en la misma posición en la cual se quedó por la mañana cuando se fue, como si se tomara al pie de la letra eso de no moverse hasta que llegara. Después de que le explicara entre risas que se aplicaba solo a la casa y que podía moverse por ella como quisiera, y de que Baozi moviera sus brazos y piernas desesperado porque de tenerlas mucho tiempo en una misma posición le dolían, comieron – Baozi comida cruda de nuevo – y se pusieron la televisión.


-¿Qué quieres ver, Baozi?


El chico le miró con curiosidad cuando le llamó de aquella manera.


-¿Pasa algo? –Preguntó Luhan, el chico sonrió. -¿Baozi?


Asintió, indicándole que tenía curiosidad hacia esa forma de llamarle.


-No sé tu nombre, así que te tengo que llamar de alguna manera mientras no encuentre un nombre para ti, por lo que de momento serás Baozi. ¿Te gusta?


Baozi asintió.


-Ah, eso me alegra –Dijo riendo –Te ves como un Baozi ¿Sabes lo que es?


Baozi negó rápidamente, sin tener idea.


-Bueno, quizás un día lo descubras. ¿Qué quieres ver en la televisión?


Baozi bailó para indicar que quería, otra vez, la canal de música para poder entretenerse, Luhan rió y negó lentamente con la cabeza mientras, para molestarle, colocaba las noticias donde ahora estaban dando el número de casos de violencia de género que había  habido en Corea del sur. Luhan escondió el control de la televisión mientras escuchaba atento el gran número de víctimas, y Baozi trataba de buscar donde estaba el control con mala cara.


-Shh, Baozi, silencio –Le silenció –Esto es importante, quiero saber.


Baozi infló sus mejillas y se tiró encima de Luhan, el cual quedó tumbado en el sofá, con su espalda haciéndose daño por tener el control debajo de esta, Y el adolescente encima oliendo a Luhan en busca, seguramente, del control.


-Oye, no bajes a oler tan al sur –Se quejó avergonzado, pero Baozi siguió a lo suyo, bajando lentamente, consiguiendo que Luhan estuviera todo tenso pero sin apartarse.


¿Estaba mal sentirse atraído por un chico que tendría quince años cuando él tenía algo más de veinte?


Baozi siguió oliendo el torso de Luhan, bajando por su estómago, consiguiendo de esa manera que Luhan se tensara aún más, deseando que por el amor de dios ese adolescente no siguiera oliendo más abajo. Cuando estuvo a punto de bajar a zonas demasiado al sur y sensibles, paró y metió la mano por debajo de la espalda para sacar el control de la televisión y se colocó la canal que deseaba, sabiéndose de memoria los números que tenía que dar para que saliera.


Luhan suspiró más tranquilo.


¿Por qué diablos no apartó al chico?


Baozi estuvo gran parte de la tarde bailando diferentes canciones mientras Luhan se fue a su habitación a hacer la tarea que era, nada más y nada menos, que hacer una canción de esperanza. Daba igual que tipo de esperanza fuerza, si esperanza por un amor no correspondido, esperanza en seguir viviendo una miserable vida, etc. Ahí estaba él, con la melodía hecha desde hacía días e intentando escribir una letra para la melodía mientras de fondo se escuchaba la música a todo volumen.


Cuando fueron las nueve de la noche, antes de cenar, Luhan salió a la sala de estar donde Baozi había parado de bailar pero, sin embargo, seguía sonriendo escuchado las canciones, esa vez una canción del famoso grupo Big Bang.


-Baozi –Le llamó, el adolescente le miró haciéndole saber que le escuchaba –Cuando llegaste estabas muy sucio y, ahora que pienso, sigues igual de sucio.


Baozi puso mala cara, como ofendido.


-Eh, no te enfades –Dijo rápidamente –No hay nada que una ducha no solucione, la higiene es importante.


El adolescente se encogió de hombros.


-¿Vas a ir a la ducha o no? Vamos.


Le cogió de la mano y lo guió hasta el cuarto de baño, donde lo metió, le indicó que se desvistiera mientras él buscaba ropa que darle para que se cambiara. Luhan fue a su habitación y sacó una camiseta que le quedaba ajustada, sabiendo que Baozi le quedaría algo ancha, y unos pantalones cortos algo anchos, no teniendo nada mejor para darle. Cuando iba a ir al baño, escuchó un grito que hizo que corriera en vez de andar, encontrándose a Baozi desnudo, sí, pero fuera de la ducha y mojado.


-Esto… ¿Sabes cómo se usa la ducha? –Preguntó.


El adolescente le miró, pestañeó, y negó; Luhan suspiró.


-Bueno… Creo que tendré que ducharte yo y enseñarte. –Dijo algo rojo, observando como extrañamente Baozi tenía un cuerpo de infarto. Nunca había visto un adolescente con ese cuerpo tan musculado.


Ya, Luhan; se dijo a sí mismo. Es un niño, por dios. Nada de pensamientos de ese tipo hacia un chiquillo de seguramente quince años.


Luhan miró fijamente a Baozi, el cual le miraba con una ceja alzada, como si supiera la clase de pensamientos que estaban pasando por la mente de Luhan en ese mismo instante. Se sonrojó un poco y le ayudó a levantarse, el adolescente feliz a pesar de tener que ser ayudado hasta en eso y mirándole de vez en cuando de reojo, quedando de vez en cuando en el olvido lo lindo del chico para ser todo un sex symbol que hacía a Luhan tragar saliva.


No, Luhan, nada.


-A ver… Métete dentro de la bañera –Le indicó –Bien, una vez dentro debes colocar la manguera de la ducha ahí arriba, asegúrate de que esté bien puesta, ¿Ves? –Baozi asintió –Luego está esto de aquí, es el grifo, si lo elevas saldrá agua, si lo mueves hacia la marca azul el agua saldrá fría, si lo mueves hacia la marca roja, caliente y si tratas de dejarlo más o menos en medio, templada. ¿Sí?


Baozi volvió a asentir, comprendiendo lo que le estaba diciendo, analizando cada cosa que Luhan le decía y aprendiéndola, sorprendentemente al primer intento.


No sabía nada, pero aprendía rápido.


-¿Te duchas solo? Al menos sabrás hacer eso ¿No?


El chico le miró fijamente, mirándole de arriba abajo, y luego negó.


-¡¿Qué?! ¡¿Ni eso?! ¡¿Cómo te duchabas antes?!


Baozi movió las manos por su cuerpo, como restregando, y luego señaló al charco de agua que había en el suelo que él había dejado, esperando que Luhan le entendiera.


-Te duchabas con agua y te restregabas con el agua y las manos… ¿Sin jabón?


Baozi hizo una mueca, seguramente no entendió.


-Bueno… ¿Dónde has vivido? ¿En un bosque?


Encendió el agua, sin ver como Baozi sonreía ante su pregunta y movía su cabeza afirmativamente.


-Bien, te tendré que duchar yo… -Susurró –Mierda, esto va ser tenso, yo lo sé.


Luhan llevó la manguera de la ducha, con sus manos, por el cuerpo de Baozi mojándolo entero. Este cerró sus ojos, dejándose hacer y haciendo caso a Luhan cuando este le decía que se girara, cerrara los ojos o echara la cabeza hacia atrás para mojarle los cabellos. Cuando apagó el agua, le indicó que no se moviera y cogió jabón, lo puso entre sus manos y le dijo que se sentara de espaldas. Le puso el jabón en sus cabellos anaranjados y se aseguró de que se esparcía bien, proponiéndose a sí mismo dejar a aquel adolescente seguramente maltratado por sus padres, quizás psicológicamente, tan limpio que brillaría.


-Bien, ahora Baozi cierra los ojos con fuerza y la cabeza hacia atrás, el jabón podría caer a tus ojos y no quieres soportar ese dolor, créeme.


El adolescente hizo lo que se le dijo y Luhan encendió de nuevo el agua, pasándola por sus cabellos y quitándole todo el jabón, acariciando con su mano libre la cabeza mediante la iba aclarando.


-Ahora el cuerpo… -Susurró, eso iba a ser demasiado incómodo, aunque ahora que se fijaba…¿Y las heridas? –Baozi ¿Tus heridas sanaron tan rápido?


Baozi movió la cabeza afirmando.


-Oh, vaya. –Murmuró –Bien, ponte en pie.


Cogió la esponja, puso jabón, la mojó un poco sacando espuma y comenzó a frotar por la espalda del adolescente, asegurándose aunque le hiciera quizás algo de daño, de restregar con fuerza para quitarle la suciedad. Baozi no se quejaba en ningún momento, solo se dejaba hacer por Luhan, el cual bajó la esponja hasta su trasero, donde tuvo que respirar con fuerza y no mirar mientras frotaba. Maldito trasero enorme que llamaba a tocarlo. Siguió, entonces, bajando por las piernas y le indicó que se diera media vuelta. Sin mirar demasiado al sur, pasó la esponja por sus brazos y hombros, su cuello y su torso, bajando por su estómago y saltó directo a las piernas de nuevo, sin mirar esa zona.


Baozi puso mala cara.


Con su mano enjabonada, tocó el hombro de Luhan el cual le miró y vio como Baozi señalaba sus partes íntimas.


-¡Eso puedes lavártelo tú después! –Gritó avergonzado.


No es como si no hubiera visto a otros hombres desnudos, por dios, solo él sabía la cantidad de veces que con su ex novio se había metido en la ducha y lo habían pasado genial teniendo sesiones intensas de sexo ahí,  o esas veces que estaba soltero y se llevaba a alguien de la universidad a casa para pasarla bien, siendo conocidos con derecho a sexo, sesiones intensas en donde fuera, normalmente la cama o contra la pared, unas dos o tres veces y luego como si no se conocieran. Siempre activo, por supuesto.


No era un santo, pero nunca había lavado a otro hombre, ni si quiera a su ex novio al cual amó mucho.


Baozi negó y le señaló a él.


-¡¿Por qué yo?! Aprendes rápido ¡Hazlo tú!


Baozi volvió a negar y se cruzó de brazos, mirándole con una ceja alzada, dándole una apariencia a pesar de tierna, imponente.


-Vale…


Tragando saliva, miró a esa zona ¿Era él o ese adolescente estaba bien dotado? Cada hora que pasaba se creía menos que tuviera realmente quince años, por dios. Llevó la esponja ahí y con cuidado restregó, notando como Baozi se tensaba momentáneamente, mirándole fijamente. Si tal vez Luhan hubiera alzado la cabeza, hubiera visto como los ojos de Baozi se volvían rojos momentáneamente.


Maldijo el momento en el cual ese chico debía de ser un adolescente en fase hormonal, porque el cuerpo de Baozi reaccionaba a que le tocara ahí abajo y aquello estaba resultando demasiado incómodo para él.


Cuando acabó, dejó caer la esponja y mojó a Baozi rápidamente, saliendo de allí corriendo soltando un ‘’ ocúpate de tu problema ‘’.


Si hubiera entrado poco después, podría haber visto a Baozi ocupándose de su problema mientras susurraba su primera palabra entre pequeños y silenciosos jadeos: Luhan.


.


.


.


De repente el timbre de la puerta sonó y Baozi dejó de bailar al mismo tiempo que Luhan se levantaba para abrir la puerta, sabiendo de ante mano que debería de ser Jongdae que aquel sábado le dijo que iría a visitarle por la tarde para ver a aquel adolescente que recogió. Baozi se quedó detrás, mirando con curiosidad la puerta, al nunca haber oído ese ruido tan irritante.


-¿Jongdae? –Habló Luhan.


-¿Quién más podría ser, idiota? –Se escuchó, Luhan rió.


Abrió la puerta y se encontró con Jongdae, el cual pasó tranquilamente a la casa observando al adolescente que se escondía detrás de una pared y le miraba como si le estuviera analizando. Luhan observó el ambiente, ignorando que Minseok estaba analizando a Jongdae de lejos y que este, extrañamente, se sentía como si fuera algún tipo de amenaza.


-Bueno… -Dijo -¿Es ese chico de allí el adolescente que recogiste de la calle?


-Sí y no lo digas de esa manera –Le dijo dándole un codazo leve en el pecho –Baozi, él es Kim Jongdae, puedes decirle Chen, es un idiota amigo mío. Jongdae, él es Baozi.


-¿Se llama Baozi? ¿Conseguiste que hablara?


-Ah, no. –Reconoció –Baozi es como le llamo porque se parece a uno, al menos su cara… -Mencionó –ya sabes, pero no consigo que hable. Supongo que en realidad no sabe, aunque me entiende cuando hablo.


-Realmente sus padres tuvieron que tenerlo encerrado de por vida si no sabe si quiera comunicarse… -Susurró, Luhan asintió.


-Encantado, Baozi –Habló Jongdae apoyando su codo en el hombro de Luhan –Espero que seamos amigos.


El adolescente siguió mirando a Jongdae, su mirada era fuerte y penetrante, contrastando con su frágil y dulce apariencia y Jongdae no pudo evitar sentir un escalofrío por todo el cuerpo; realmente se sentía como si fuera algún tipo de malo o intruso, aunque supuso que la mirada que le daba ese chico, lógicamente de desconfianza, era por culpa de la segura mala vida que tuvo que tener al lado de sus padres.


Como amigos que eran, Jongdae abrazó a Luhan mediante iban caminando por la casa cuando de repente, nadie pudo verlo venir, Baozi se movió hacia ellos y a una velocidad extraordinaria, empujó a Jongdae lejos de Luhan, abrazándolo con fuerza.


-¡¿Qué diablos?! –Gritó Jongdae -¡Se puede…!


-Mío… -Murmuró Minseok gruñendo cual perro rabioso –Mío…


Ambos se quedaron estáticos, Jongdae en el suelo con la boca abierta y Luhan abrazando a Minseok sin poder creerse nada.


¿Había hablado?


-¡Ha hablado! –Gritó Luhan olvidando que su amigo estaba en el suelo -¡Su primera palabra! ¡Habló!


Baozi le miró con curiosidad, sin saber cómo decirle que su primera palabra en coreano era, de hecho, su nombre y que fue hacía unos días en el baño, pero su vocabulario era poco extenso y había aprendido poco a decir. Apenas sabía hablar en su idioma, hablar en coreano le era difícil, no sabía cómo articular decentemente las sílabas, el significado real de muchas palabras entre otras cosas.


-Mío… -Volvió a decir –Luhan… Mío…


-¿Tuyo?


-No… Mío.


-Pues eso, tuyo –Repitió Luhan. El chico negó.


-Mío…


-No es por nada pero primero, sigo en el suelo, segundo, esto es una conversación de idiotas –Les dijo Jongdae levantándose lentamente –Olvidaré el pequeño detalle de que me ha tirado al suelo y de que, joder, que fuerza. Hablaste, pero veo que no sabes expresarte bien…


-Mío… -Repitió –Luhan, mío.


-Todo tuyo, pequeño. Luhan y yo somos amigos, solo eso.


-¿Qué dices? –Protestó Luhan –Solo debe tener quince años, por dios, eso sería pederastia.


-Que quieres que te diga, bastante tengo con que me ha empujado por abrazarte.


Se sentaron en el sofá, la televisión encendida aun en el canal de música y Baozi bailando disimuladamente en el sofá mientras Luhan y Jongdae hablaban en susurros, aprovechando que el adolescente estaba distraído.


-¿Sabes algo de él?


-No, nada –Dijo Luhan –Le he preguntado, pero solo me mira, algunas veces hace gestos pero no siempre los entiendo.


-Ya veo… -Murmuró su amigo –Es lindo. Te mira con adoración, amor.


-Solo adoración, lo saqué de la calle. –Le recordó –Debe verme como algo suyo porque lo salvé de alguna manera.


-No creo que sea eso realmente… -Jongdae se acomodó en el asiento y miró de reojo a Baozi, el cual seguía aparentemente a lo suyo –He visto cómo te miraba el culo, no creo que sea tan inocente como aparenta.


-¿Eres idiota? ¿Cómo haría eso algo tan adorable como él? –Le regañó –Viste mal, tu mente está podrida por acostarte con el profesor.


-Perdona, pero mi profesor es también mi novio y follar con él es lo mejor.


-No me interesa, gracias.


-En todo caso, es lo que vi. Sí, ese adolescente ha debido de ser encerrado el algún lugar porque no sabe nada de nada, apenas sabe hablar y sí, te compro la idea de que se adorable, pero siento decirte que te quiere en su cama.


-Es un adolescente.


-Los adolescentes son hormonales.


-Me refiero a que soy un adulto y el un adolescente.


-Eso no es problema –Le dijo –Junmyeon tiene casi treinta años, yo tengo veinte. ¿Qué pasa? Es mi profesor y yo su alumno, eso no impidió que el profesor más temido y serio de la universidad me coqueteara a escondidas de todos, me invitara a ir con él a pueblos y ciudades cercanas en su coche para tener citas y que me llevara a su casa para follar cuando comenzamos a ser pareja. ¿Sabes lo solicitado que es Junmyeon? Rechaza confesiones de profesoras y de alumnas todos los días, de alumnos también; es serio, orgulloso, callado y con muy mal humor, y conmigo es diferente, es romántico, amable y sonriente.


-¿Y? Me alegra tu hermosa historia de amor, pero él es un adolecente, he dicho que no.


-Si tú lo dices…


Ninguno de los dos sabía que el adolescente del que hablaban, el nombrado Baozi por Luhan, tenía mejor oído de lo que aparentaba y escuchó toda la conversación, y aunque había palabras que no entendía, si pudo entender lo suficiente para saber que Jongdae tenía compañero y que Luhan no quería nada con él.


Secretamente, sonrió de lado.


Ya vería, Luhan no podría resistirse a él.


.


.


.


La siguiente vez que Jongdae vino a casa de Luhan, para Jongdae y, sobretodo, para Baozi fue la mejor. A petición especial de Luhan, Jongdae se quedaría toda la tarde cuidando de Baozi porque él tenía que salir a terminar un trabajo y, para ello, tenía que entrevistar a un directivo de una agencia de entretenimiento y había quedado con uno de ellos ese día. Después de explicarle la situación al joven chico y de que este no le dejara irse porque no paraba de abrazarle y decirle ‘’ mío ‘’, Jongdae llegó para salvarlo.


-En serio, matarás al pobre de un infarto, teme que te vayas y no vuelvas.


-Volveré –Aseguró –Baozi, volveré.


-Pr… Prometer… -Habló con dificultades –Mío.


-Lo sé, lo prometo –Le dijo sonriendo –Jongdae, cuídalo. Ya sabe ducharse solo, también ha aprendido a comer con palillos y no con las manos, aunque come carne cruda, intenté que comiera comida normal pero le cayó mal al estómago y vomitó, también intenté que comiera pescado pero vomitó por solo el olor y las verduras, por dios, ni se las menciones.


-¿Solo come eso? No es una dieta equilibrada, debo decir.


-No, yo tampoco lo entiendo. En fin, déjale el canal de música, las noticias le aburren y los doramas también.


-Tranquilo, no te preocupes tanto, conmigo estará bien. Aunque, por dios, cuando vayas a llegar avísame ¿Sí? Dejé a Junmyeon en mi departamento prometiéndole que dormiría con él esa noche.


-Tranquilo, tendrás tu noche de folleteo con tu novio de treinta años. –Dijo riendo –Baozi –El adolescente le miró, corrió hacia él y le abrazó. Luhan correspondió el abrazo.


-Luhan… -Susurró con dificultad –Cu…Cui… Luhan… Cuidado.


-Sí, muchas gracias, lo tendré.


Se fue de la casa dejando a Jongdae y al joven adolescente allí. Baozi se sentó en el sofá viendo los videoclips de la televisión mientras Jongdae le mandaba un mensaje a Junmyeon. Se sentó al lado del adolescente, pensando en que quizás debería de enseñarle algunas cosas, el significado de algunas palabras y aclarar otras tantas dudas que tenía.


-Baozi –Le llamó, el chico le miró –Juguemos algo.


-¿Ju…?


-Jugar. –Pronunció lentamente Jongdae para que se le quedara la palabra.


-Jugar… Jongdae.


-Sí, jugar conmigo –Dijo sonriendo de manera gatuna –Verás, yo te hago preguntas y tú me respondes lo mejor que puedas, es para conocerte mejor. Así podremos ser grandes amigos.


Baozi asintió emocionado, sentándose de lado para ver a Jongdae mejor.


-Bien… ¿Sabes cuál es tu nombre real? –Le preguntó, Baozi lo pensó por un tiempo.


-No… -Murmuró –No.


 -¿Cuándo te veían como te llamaban? –Le preguntó, a ver si por ahí podía sacarle el nombre.


-Monstruo… -Respondió con dificultad –Feno… Feno… Ash… Feno…


-¿Fenómeno? –Le dijo la palabra, Baozi rápidamente asintió y Jongdae suspiró.


¿Cómo podían decirle esas cosas tan horrorosas a alguien tan lindo como era ese chico que Luhan recogió de la calle herido? No entendía porque llamarle monstro o fenómeno, esas palabras tan feas, no veía el significado y el sentido de esas palabras en alguien como él.


-¿Sabes que significan?


-Monstruo sí. –Dijo, Jongdae puso mala cara, sintiendo pena –Otra… Otra no.


-Bien… ¿Sabes cuántos años tienes? –Intentó con otra pregunta.


-¿Años? –Repitió y se encogió de hombros.


-¿No sabes que significa la palabra años?


Baozi negó rápidamente y Jongdae se recostó el en sofá sin acabar de entender dónde diablos habían tenido a ese chico escondido y cómo había salido de donde fuera que estaba. Por dios, si no sabía el significado de algunas palabras.


-Cuando te referiste a Luhan como tuyo… ¿En qué sentido lo hiciste? ¿Fue como un amigo? –Le preguntó, Baozi le miró extrañado –Luhan y yo somos amigos, tú y yo ahora también somos amigos pero… ¿Luhan es tu amigo como es el mío?


Negó lentamente.


-No… Luhan mío.


-Ya veo… Así que no lo ves como amigo… -Susurró -¿Cómo un hermano?


-No… Mío.


-Entonces… ¿Lo ves como un novio? –Baozi se encogió de hombros sin entender realmente –Novio, pareja, compañero…


-Mío –Dijo –Compañero. Mío.


-Oh… ¡Oh! –Gritó -¡Entonces yo tenía razón! ¡Quieres meter en tu cama a Luhan!


-¿Eh?


-Ya sabes, follar, sexo, hacer el amor, aparearse…


-Ah… ¡Aparear! –Gritó Baozi -¡Luhan mío! ¡Luhan aparear! ¡Luhan compañero!


-¡Bien! –Gritó Jongdae –Luhan se morirá cuando sepa esto…


-¡No! –Gritó Baozi asustado, cogiendo de la camiseta a Jongdae y mirándole con temor –No… No… Mío… No…


-¿Eh? No, tranquilo, no se morirá de verdad, es sentido figurado, una forma de hablar, tranquilo, respira.


Cuando Baozi se calmó, siguieron hablando. Jongdae supo que Baozi jamás había tenido relaciones sexuales, que era la primera vez que se enamoraba y que amaba la música porque no le hacía falta entenderla para sentirla y emocionarse. Jongdae decidió hacerle aprender algunas cosas nuevas y, por eso, lo llevó a la habitación de Luhan y lo hizo sentarse en la silla de escritorio.


-Bien, te voy a enseñar algo vital para nosotros.


-¿Vital?


-Sí, hoy aprenderás a usar eso que tienes ahí. –Señaló el ordenador –Se llama ordenador.


Paso a paso, le enseñó a usarlo, sorprendiéndose de que aprendía rapidísimo a usarlo y solo con escucharle una o dos veces o con verle usarlo. Era sorprendente. Una vez supo meterse en internet, guardar fotos y algunas cosas más, se le ocurrió una idea genial.


Claro, genial para él.


-Mira, quieres tener sexo con Luhan –Le dijo –Pero eres inexperto y quieres hacerle sentir bien.


Baozi asintió.


-Entonces, ahora que sabes usar el ordenador, pon ‘’ porno gay ‘’.


Baozi hizo lo que le dijo, escribiendo lentamente, y le dio a buscar.


-Ahora, entra en uno de los enlaces y ponte esto –Le pasó audífonos –Ahí verás a dos hombres teniendo sexo, aprende de como debes hacerlo y luego sal y dime ¿Sí? Solo ve videos de dos hombres, no creo que con una mujer te sirva, Luhan es femenino, pero es un hombre.


Baozi rió y asintió, sin saber que era lo que le esperaba.


Cuando Jongdae salió, dio a uno de los vídeos habiéndose colocado los audífonos y se quedó con la boca abierta. Sabía lo que era el sexo y el concepto de aparearse, pero el sonido era fuerte e imaginarse a él y Luhan haciendo esas cosas lo calentaba como la otra vez en la ducha. Pensó ¿Podría hacer que Luhan gimiera tan algo? ¿Podría durar tanto como en esos vídeos? ¿Era actuación como esa cosas que Luhan veía cuando se cansaba de la música?


Sintió como sus pantalones le apretaban y por instinto llevó su mano ahí, liberando su erección y cerró sus ojos, imaginándose como seria si Luhan le tocara, si lamiera su erección como el chico del vídeo, si se pusiera en cuatro para él, con las piernas abiertas o saltara encima.


No tardó en venirse con un largo gemido, descubriendo que en algún momento el vídeo terminó, pero estaba tan concentrado en su fantasía que no se dio cuenta.


Respirando con fuerza puso otro, debía aprender.


Sí quería marcar a Luhan, debía aprender viendo como siempre aprendía, viendo y observando a las personas y sus acciones.

Notas finales:

Bien, espero que os haya gustado! Vuestros comentario son importantes para mi <3


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