-Sera mejor que me vaya.
-¿Qué dices?
-Dile que tenía algo que hacer y me tuve que ir. Después de todo, las luces ya se acabaron –le dije alzando la mano en señal de despedida. Los otros dos seguían conversando.
Y me fui alejando por el camino que habíamos recorrido. Más adelante, había unas escaleras que daban a un desnivel en el suelo. Preferí irme por aquí, así, si Allen me buscaba, no me encontraría. Todo lo que quería era pasar un momento a solas con él y mirar juntos esas luces que para mí se volvieron especiales.
[Narrador]
Mientras conversaba, el chico de blancos cabellos volteo en dirección del pelinegro pero no vio a Lavi con él, así que se acercó para preguntarle donde estaba. No podría haberse ido sin haberle avisado.
-O…Oye…Kanda.
-¿Qué quieres Moyashi?
-¿Dónde está Lavi?
-El se fue.
-¿A dónde?
-A casa… ¿A dónde más?
-Pero…
-Mira –se acerco mas, para susurrar en su oído y que la chica no escuchara.
-Si quieres alcanzarlo vete ya –el chico asintió y fue justo por donde se había el chico pelirrojo.
-Allen ¿A dónde vas? –la joven peli-verde iba a ir tras de él cuando el mayor la detuvo.
-No te entrometas más.
[Pov Lavi]
Ya había terminado de bajar las escaleras cuando escuche unos pasos atrás de mí. No quise voltear a ver quién era, seguro que era otra persona que iba por este camino.
-¡Lavi! –me detuve en seco cuando escuche mi nombre. Y cuando mire para atrás…
-¡Lavi! –lo vi bajando el resto de las escaleras y acercándose a mí. Cuando estaba frente mío note que estaba agitado.
-Allen ¿Por qué corres así?
-Tú…dímelo… ¿Por qué te fuiste sin despedirte?
-Oh, bueno…
-No creo que tuvieras tanta prisa como dijo Kanda –empezó a hablar un poco más calmado –creí que estábamos juntos…
Eso sonó un poco extraño y sus mejillas enrojecieron.
-Allen…
-Eres un idiota, Lavi –eso me tomo por sorpresa – ¿Qué no ves…? ¿Qué no ves que me gustas? Por eso acepte venir contigo este día…yo creí…
Esto me tomo todavía más por sorpresa ¿Le gusto a Allen? Creo que mis mejillas estaban subiendo de color. El se quedo callado y sorprendido por lo que había dicho y comenzó un silencio incomodo entre los dos.
-No…no te quedes callado…di algo –después de su repentina confesión me quede embobado mirando a sus ojos. No encontré las palabras adecuadas en ese momento.
-Lav… -sin perderlo de vista, noté como su sonrojo aumentaba y sus ojos se abrieron más por la sorpresa. Estaba ahora besando sus labios. Eran tan dulces. Seguro por lo que comió hace un rato.
Nos quedamos así un momento hasta que me separé y seguí contemplando ese rostro avergonzado y rojo hasta las orejas y esos plateados ojos cristalizados… recuerdo cuánto tiempo paso pero, no quería despegar mi vista de él.
Recuerdos de un sueño lejano lo que vivimos aquel verano
Las luces de fuegos artificiales brillando en el cielo.
Ahora, 10 años después, iba camino al festival del verano, tomando la mano de Allen a contemplar nuevamente esos fuegos artificiales. Aquellos que destellaron momentos antes de que nuestra historia de amor comenzara...
Recuerdos de un sueño lejano lo que vivimos aquel verano
Las luces de fuegos artificiales brillando en el cielo.