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Uta por Walker_chan

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Notas del capitulo:

Escribí este one-shot para celebrar el cumpleaños del usagi~ 

Aquí la canción: https://www.youtube.com/watch?v=F4fwOgRskkE

Recuerdos de un sueño lejano lo que vivimos aquel verano
Las luces de fuegos artificiales brillando en el cielo.

 

Era una noche diferente a todas las que habían transcurrido desde que empezó el verano. Hoy era el Hanabi* y además mi cumpleaños. 10 de Agosto.

Los brillantes y vivos colores de las luces, las ropas y yukatas que vestía la gente, el olor de los puestos de comida frita y los dulces, los juegos y los niños disfrutando de atrapar peces o pidiendo a sus padres les ganara un premio en el juego de tiro al blanco.

Esta era una noche diferente. Porque le había a Allen que viniera conmigo, solamente nosotros dos y no me rechazo la invitación. Era una parte importante el que estuviésemos los dos solos. Porque hoy, justo antes de que empezaran los fuegos artificiales, le confesaría el enorme amor que sentía por él desde hace tanto tiempo.

 

El olor de tu cabello estaba en el aire
Te mirabas muy lindo en tu yukata.

 

Iba caminando por una calle hasta llegar a la entrada que se encontraba rodeada de muchas personas que ingresaban al pasillo del festival y muchas otras que se detenían, igual que yo a recibir a otras personas para verse, quizás sus amigos o una cita.

Había quedado de ver a Allen aquí a las 7:00 pm. Después de todo, los fuegos artificiales se encendían hasta las 9:00 pm. Tenía algo de tiempo hasta de llevar a cabo de mi plan.

Desde mi lugar podía observar a las demás personas, realmente las yukatas lucían muy bien, sobre todo en las mujeres. Antes de darme cuenta de que estaba enamorado de un chico me dejaba llevar por cada mujer bonita que veía.

Yo estaba usando una yukata negra con dibujos en espiral color verde, una bandana que sujetaba mi cabello y por debajo de esta usaba un pantalón. La prenda tenía un par de orificios a los lados por lo que podía poner mis manos en los bolsillos del pantalón.

Habían pasado solo cinco minutos de la hora acordada. No era que me estuviese impacientando pero pensar en lo que había decidido hacer me ponía realmente nervioso. Más bien, estar al lado de él era motivo suficiente para ponerme nervioso.

Seguí observando a lo lejos esperando encontrarlo y mas al fondo logre divisar una mata de cabellos blanquecinos, era él.

Caminaba apresuradamente hacia mí, camine un poco más hacia adelante a encontrarlo.

-¡Lavi! Lo siento… ¿llego muy tarde? –me pregunto con la respiración agitada, seguro estaba cansado por haber corrido.

-Respira un poco, no tengo prisa –le sonreí para tranquilizarlo y así fue. Vestía un yukata color blanco a rayas color gris, le hacía relucir esa blanca piel que tiene y sobre todo su cabello y ojos. Un cabello blanco casi plata y ojos de ese color. Eran tan grandes y brillantes igual que su sonrisa. Y esas mejillas sonrosadas…

Era realmente precioso.

Amo a este chico con todo mí ser.

-Huele muy bien –me acerque a él y aspire el aroma de su cabello, era una fragancia a manzana. A veces era tan delicado como una chica. Cuando me separe pude ver su rostro aun mas sonrojado –Luces muy bien –le dije.

-…Tu, también luces muy bien –agacho un poco su rostro. Vaya ¿lo apene?

-Ven, vamos a recorrer el festival –me respondió con un enérgico si, parece que no solo yo estaba emocionado por este día.

Empezamos a caminar uno al lado del otro, observando todo a nuestro alrededor. Era un festival muy alegre y Allen se veía realmente feliz, era un chico que no podía ocultar sus emociones siempre se notaba que era lo que estaba sintiendo. Caminaba un poco atrás de él para no perderlo de vista, aunque las personas a veces nos hacia separarnos más de la cuenta. No quisiera perderlo de vista.

 

Mi corazón se entusiasmó, esa noche del festival.
La multitud era muy grande que podría perderte
Me ofreciste tu mano y me dijiste “no te sueltes”
Estaba en mi bolsillo e inmediatamente yo te tome.

 

De repente él se acerca a mí con el ceño levemente fruncido, más que molesto, parece que está preocupado.

-No te sueltes –me extendió su mano. Iba a ir tomado de la mano de Allen. Oh Dios.

-De acuerdo –saque mi mano derecha de mi bolsillo y lo tomé. Al menos así ya no podríamos separarnos. Es increíble como una persona puede hacerte sentir feliz, asustado y nervioso con solo tomar su mano. El volteaba su rostro hacia el otro lado pero nuestra diferencia de alturas lograba hacer que viera que estaba sonrojado.

 

Recuerdos de un sueño lejano lo que vivimos aquel verano
Las luces de fuegos artificiales brillando en el cielo.

Jugabas en el agua con peces dorados
Tan entusiasmado que las mangas se te mojaron.

Y tu inocente cara se miraba tan linda
Compraste un algodón de azúcar, de tu favorito.

 

Seguimos caminando, así, por un buen tiempo. Nuestros pasos eran lentos pero disfrutábamos del alegre carnaval. Y nuestras manos seguían sin soltarse. Íbamos a todos los puestos de comida y le compraba todo lo que quería comer y también a muchos juegos, nos divertíamos estando los dos juntos.

-Lavi, ¿vamos a ese juego? –mire a donde apuntaba y pude observar que era la pesca de peces. Allen parecía como un niño pequeño, uno inocente y adorable.

-Claro, vamos –de todas sus sonrisas, jamás olvidaré esa que me dedico cuando que le dije que podíamos ir. Después de todo, yo lo había invitado a venir, quería que se divirtiera.

Nos acercamos al puesto y yo pague por los instrumentos. Era solo una pequeña red en la cual debías atrapar al pez y si lo conseguías, era tuyo.

Yo deje que Allen jugara, había atrapado ya tres peces de color dorado. Era una suerte ya que había peces de todos colores y los que atrapo eran iguales, estaba tan absorto jugando y yo contemplándolo que no nos percatamos que se había mojado las mangas de la yukata.

Al caminar yo sostenía en una bolsa a los peces y el exprimía el agua de sus mangas todas húmedas y reíamos por lo divertido que era.

-Lavi, espérame aquí –dijo de repente y lo vi caminar más adelante. ¿A dónde iba? Mire a mí alrededor y note que habíamos llegado a un área mas despejada. Por fortuna mire una banca vacía y me dirigí ahí para sentarme a esperarlo.

No tardo en volver a aparecer con un par de algodones de azúcar y dos manzanas acarameladas.

-Traje uno de cada uno para ti –se dibujo una tímida sonrisa en su rostro mientras me daba los dulces.

-Gracias, Allen, no tenias porque –acepte aquellos dulces y comencé primero con la manzana.

-No te preocupes, gracias por haberme invitado, me divierto estando contigo, además…es tu cumpleaños…felicidades –cruzamos nuestras miradas un instante y las desviamos, sentía mis mejillas arder un poco y las de él lucían igual.

 

Iba un poco atrás pero me sentía tan bien, hasta que
Viste a tus amigos y fuimos a verlos.

 

Permanecimos así unos minutos, el ya se había terminado el algodón de azúcar y la manzana y yo apenas iba por la mitad de esta. Es increíble lo mucho que come para su enano cuerpo.

-Ah… ¡Chicos! –Allen se levanto de su lugar para alcanzar a unas personas. Lo seguí desde atrás y pude ver que se trataban de dos de nuestros amigos de la escuela.

Kanda Yu con un amargado yukata azul marino, igual que su personalidad y un adorable y Lenalee Lee que usaba un destellante yukata rosa con flores amarillas. Ella se acerco corriendo hasta donde estaba Allen y se saludaron, después de mirarme a mí también me saludo. Yo me quede justo enfrente de Yu.

-Yu.

-No me llames por ese nombre –giro la cara con enojo. Siempre es así.

-Que agradable encontrarlos aquí –no podía ser grosero con ellos, pero realmente estaban arruinando mis planes, solo espero que no se entrometan demasiado. Esta noche es solo de Allen y yo.

-Oye –Yu me llamo y me acerque un poco más a él, distanciándonos de Allen y Lenalee que al parecer platicaban muy amenamente.

-¿Qué pasa?

-¿Ya se lo dijiste? –sabia a que se refería.

-No…aún no.

-No esperes demasiado. Si no lo haces, Lenalee se te adelantará.

-¿Qué dices?

-Tal como oyes. Ella dijo que si no se lo decías hoy, te lo quitara.

Maldita sea. ¿En verdad era mi amiga? Aunque es como dicen por ahí. En la guerra y el amor todo se vale.

-Se lo diré hoy. Antes de las nueve.

-Nosotros iremos por otro lado. Suerte –que Yu Kanda me desee suerte. Vaya. Hoy no es un día normal.

 

Recuerdos de un sueño lejano lo que vivimos aquel verano
Las luces de fuegos artificiales brillando en el cielo.

 

Nos despedimos de ellos y caminamos por sentidos opuestos, a decir verdad nos alejábamos ya del festival e íbamos en camino al santuario que estaba al final del camino. Ahí llegaban todos a orar y pedir deseos o buena suerte.

-Allen ¿vamos a orar?

-Si –al estar ahí, nos paramos uno al lado del otro. Yo desee poder hacer feliz a Allen porque realmente lo merecía. Hace no más de un año que su padre había fallecido y eso lo afecto demasiado era su único pariente de sangre y ahora estaba bajo la tutela de un conocido de la familia.

Hice cuanto pude para apoyarlo en aquel entonces.

Seguramente rezó algo para su padre.

 

Sentados en los escalones de piedra del santuario
Y dentro de la obscuridad tenue
Yo apenas podía escuchar un murmullo en la distancia.

 

Había un reloj grande con unos números romanos, faltaba poco para que dieran las nueve. ¿Tan pronto? Realmente cuando estoy con él, el tiempo se me va volando y no me es suficiente. Quiero pasar más tiempo a su lado.

Cuando terminamos bajamos los escalones de piedra y nos sentamos en los últimos.

-Ya van a comenzar –dijo en un susurro pero se oía bastante alegre. Justo antes de que empezaran saque una pequeña bengala que traía en el bolsillo y con una cerilla la encendí. Solo para nosotros.

-Allen, esta bengala es especial.

-¿Por qué? –me cuestiono cuando miraba embelesado la luz que emanaba.

-Porque solo podemos verla nosotros dos –le respondí con una sonrisa. En ningún momento mire la bengala, salvo de reojo, preferí mirar el rostro de Allen. Era como un niño pequeño mirando por primera vez una luz como esa.

 

Encendí una bengala con un cerillo
Y hablaste conmigo sobre muchas cosas
Pero no pude decirte…que me gustas.

 

Realmente quería hablarle de mis sentimientos. De lo que siento por él y como me hace sentir estando a su lado.

Pero…

Justo cuando nuestra luz especial se acabo, fue lanzado el primer fuego artificial al cielo. Estallo y de él salieron luces en color rojo anaranjado, volviéndose amarillo cuando empezó a difuminarse. Uno y otro más fueron lanzados al aire, mientras absortos por la belleza de sus colores no decíamos palabra alguna.

Cuando lanzaron los que parecían ser los últimos, yo intente por fin decirle a Allen lo que mi corazón estaba guardando.

-Allen…yo –empecé a decir llamando su atención y tome su mano, de repente vi su hermoso rostro enrojecer –yo…Allen tu me…

-¡Alleeen! –no puede ser. Otra vez importunando. Lenalee y Kanda aparecieron. Ella agitaba su mano como si no nos hubiéramos visto ya antes. No pude hacer nada, ellos ya se nos habían unido.

Lena se nos acerco y comenzó a hablar de muchas cosas acerca del festival, parecía que más bien hablaba con Allen y no conmigo, así que me acerque, como de costumbre hacia Yu.

Su mirada me hizo entender que quería saber la respuesta, solamente negué, comunicándonos sin decir nada.

-Tsk…eres un idiota lento.

-Y ustedes unos inportunistas…

-Ella quería buscar a Allen…

 

Recuerdos de un sueño lejano lo que vivimos aquel verano
Las luces de fuegos artificiales brillando en el cielo.

 

-Sera mejor que me vaya.

-¿Qué dices?

-Dile que tenía algo que hacer y me tuve que ir. Después de todo, las luces ya se acabaron –le dije alzando la mano en señal de despedida. Los otros dos seguían conversando.

Y me fui alejando por el camino que habíamos recorrido. Más adelante, había unas escaleras que daban a un desnivel en el suelo. Preferí irme por aquí, así, si Allen me buscaba, no me encontraría. Todo lo que quería era pasar un momento a solas con él y mirar juntos esas luces que para mí se volvieron especiales.

Debí ser más valiente ese día…

Debí haberte dicho lo que realmente sentía ese día…

Debí detenerte el día que te casaste con ella…

 

Recuerdos de un sueño lejano lo que vivimos aquel verano
Las luces de fuegos artificiales brillando en el cielo.

 

Ahora todo eso eran meros recuerdos, un recuerdo que ahora, 10 años después, parecía un sueño lejano, aquella noche de verano que compartimos.

Ahora te veo venir hacia mí, con una sonrisa tomándola de la mano y con tus hijos corriendo alegremente al hanabi a mirar los fuegos artificiales, como aquel verano.

 

Recuerdos de un sueño lejano lo que vivimos aquel verano
Las luces de fuegos artificiales brillando en el cielo.

Notas finales:

Imagino que pensarán en matarme a mi o a Lenalee xD 

No se preocupen que subiré un extra con un final alternativo, ya que la letra de la canción me orillo a hacer un final triste pero como es cumpleaños de Lavi también quería ponerle un final feliz uwu


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