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De demonio a ángel. por DarkSweetLady

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Notas del capitulo:

Hola gente chula de preciosa!! 

Les traigo nuevo cap! 

Un disculpa por las posibles faltas de ortografía que pueda contener >.< 

 

Himuro entro a un pequeño bar seguido por Izuki, ambos azabaches habían permanecido en silencio después de aquel abrazo. Y Shun solo se había dejado guiar por un Himuro que claramente no quería ser seguido pero que ahí estaba, llevándolo de la mano.

-¿Qué hacemos aquí? – pregunto Shun después de sentarse en la barra

-Beber, es un bar, creí que ya los conocías.

Tatsuya no sonrió ni dio ninguna señal de estar bromeando, pidió un trago para él e Izuki hizo lo mismo. Después de que el chico de la barra les dio su orden Shun se retiró al baño. Tatsuya termino de un solo trago su bebida y pidió otra. Minutos después alguien se sentó en frente de él, frunció el ceño al notar que no era Shun.

-Vete – le dijo con cero amabilidad a la chica que se había sentado frente a él.

-¿Seguro? – le pregunto con una sonrisa inclinándose para mostrar aún más los pechos – Podríamos divertirnos.

Himuro la miro con desagrado, llevaba tanto maquillaje encima que parecía 10 años más grande de lo que seguramente era.

-Lárgate – le ordeno Himuro.

La chica rodó los ojos y luego se acomodó el cabello de manera que le calera de un solo hombro, se dio la vuelta y se fue. En ese momento Tatsuya se dio cuenta de una cicatriz de quemadura en la espalda de la chica, aunque solo se veía una pequeña parte de la cicatriz… Su corazón se aceleró y no pudo resistir el impulso de ir tras la chica y ver de cerca aquella marca, pero no era nada más que una quemadura por cigarrillo, soltando a la chica que lo miro un instante para luego irse.

-¿Pedirás sus servicios? – Le pregunto Shun a sus espaldas – Aún puedes alcanzarla.

-No pago por sexo – Himuro regreso a la mesa – puedo obtenerlo gratis.

-Sí, no lo dudo – Shun se sentó enfrente de él – ¿A que hemos venido?

-Estamos en un bar – Himuro tomo otra vez de la cuba que tenía – Supongo que hemos venido a cortarnos el cabello.

-Qué gracioso – Shun sonrió y pidió al mesero una cuba - ¿Quieres hablar de lo que te atormenta?

-No, la verdad no quiero – Himuro le sonrió y estiro su mano hasta acariciar la mejilla de Shun – No comparto mis problemas.

-O tal vez crees que soy demasiado inocente como para contarme – Shun aparto la mano de Tatsuya – No soy un ángel Himuro.

-Lo sé – el del lunar se acabó su bebida antes de continuar – Y eso me encanta, pero créeme Shun, comparado conmigo eres un ángel.

-No me conoces tanto como para afirmarlo.

-Tienes razón, pero no creo que seas un bastardo malnacido como yo – Tatsuya miro su celular – Espera un segundo… ¿Dejaste solo a Kazu?

-No, esta con Kagami.

-Se supone que no deben estar solos – Tatsuya se puso serio y comenzó a marcar en su celular – siempre debe estar acompañado por alguno de nosotros.

-Estar con Kagami a solas no será malo, no le pasará nada malo.

-¿Cómo lo sabes?

-Él sí es un ángel – Shun entorno sus ojos – O ¿hay algo que lo haga peligroso?

-A él no, de hecho tampoco sé de qué va todo el asunto de no dejarlos solos, debe ser petición de Kazu, porque Tooru no considera un peligro a ese Kagami.

-Entonces no hay que preocuparnos, como sea ya estoy aquí, Ôshima-sensei me regañara y no hay nada que hacer – Izuki se alzó de hombros – Si Takao tiene una urgencia nos llamara.

-Sí tienes razón – Himuro se colocó la capucha de la sudadera – Aunque no tengo mucho humor de ir a rescatarlo de lo que sea, ni de hablar con nadie. Shun solo debes quedarte aquí, no decir nada y dejarme beber hasta que grite incoherencias.

-Está bien, hagámoslo a tu modo.

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Ôshima entro de manera silenciosa al departamento de Kazunari, uno de sus hombres le había mencionado que el halcón se había quedado solo con Kagami, estuvo tentado a llamar a Tatsuya para que buscara a Izuki o fuera a cuidar de Kazu, pero no era el momento oportuno.

Dejo sus llaves en la mesa de la entrada y camino con sigilo hasta la sala donde se encontró con la adorable escena de Kazunari dormido en el sillón con una manta cubriéndolo. Se acercó y le acaricio el cabello acomodando un mechón tras su oreja. Sonrió con dulzura al ver el tierno puchero que hacía el pelinegro en sueños.

-¿Cuáles son tus intenciones con Takao? – pregunto Kagami a su espalda.

-La pregunta es más para ti, que para mí – Ôshima se volteó para verlo de frente – Yo ya he dejado claro que busco protegerlo, porque Kazunari es parte de mi familia y yo protejo a mi familia. Pero ¿Qué es lo que quieres tú de él?

-Va a tener a mi hijo, también es mi familia.

-Si solo te preocupa el niño entonces limítate a ir a las consultas y al parto, limítate a ver por el niño y deja de hacerle tantas visitas, Kazu tiene a quienes lo cuiden y lo quieran – Tooru volvió a mirar a Takao – Él no te necesita.

-Tal vez él no me necesita, pero puede ser que yo si lo necesite.

-¿Lo necesitas?

-Justo ahora hacer esto, verlo, cuidar de él y de mi hijo, es lo único que me levanta en las mañanas. Yo tengo bastante claro que debo hacer y no solo sé que debo hacerlo, también quiero hacerlo. Pero tú ¿Por qué cuidas tanto de él?

-¿Te preocupa que lo cuide? No debería molestarte, lo hago porque quiero – Tooru, se agachó hacía Kazu para arroparlo más, darle un beso en la frente y acariciar a su barriguita – Porque lo quiero. Por cierto, ya puedes irte yo cuidare de él.

-Te lo encargo.

Kagami tomo sus cosas y se fue, claro no sin antes acercarse a darle un beso a la pancita de Takao. El peli negro se levantó apenas escuchar la puerta principal cerrarse, estaba tan rojo como tomate y con una mirada más que sorprendida.

-¡Tooru-chan! ¿Qué rayos fue esa escenita? – Takao le lanzó un cojín al castaño - ¡Va a mal pensarlo!

-Solo quería saber que pensaba de ti – Tooru le devolvió el cojín – Y no te hagas el santo, si bien que estas feliz por escuchar todo lo que dijo.

-Pues claro que sí – Takao se cubrió las manos en un gesto bastante infantil – Me alegra saber que se preocupa tanto por el bebé…. Y por mí.

-¿Pasó algo mientras estuvieron solos?

-El bebé dio sus primeras pataditas, fue hermoso, también me hizo de comer y le leyó un cuento al bebé, hasta que me quede dormido.

-Rayos te conseguiste al hombre perfecto.

-Nadie es perfecto.

-Bueno entonces tendremos que descubrir sus fallas… algo debe esconder.

-¿Sospechas de él? – Kazunari se puso serio, adoptando la cara que ponía cada vez que le llegaba un nuevo cliente de la mafia – ¿Investigaste algo?

-No tengo motivos para sospechar de él – Tooru suspiro – tiene un expediente impecable, incluso podría ser el nuevo papa o podrían santificarlo.

-Eso es bueno ¿no?

-Claro que sí, si es de fiar mejor, y es inocente así que no sospechara nada de nosotros.

-Por cierto hoy paso algo y creo que debes saberlo.

-¿Qué sucedió? – pregunto el castaño preocupado.

-Kuroko nos vio, y nos siguió hasta acá – Takao acaricio su pancita – Tengo miedo de que nos quiera hacer algo.

-Sobre mi podrido cuerpo – Tooru abrazo a Kazunari – eres mi familia Kazu, casi un hermano no dejare que te hagan algo a ti o a mi sobrino.

-Gracias Tooru-chan.

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-¿Qué tus padres qué? – Aomine grito exaltado tirando un poco de su cerveza - ¿Cuándo volvieron a hablarte?

-Cuando se enteraron del divorcio – Kagami le pasó una servilleta al moreno – Ahora que también se han enterado de que seré padre quieren conocer a Takao.

-¿Por qué estás tan tranquilo? Para este punto creí que estaría comprándole ropa de marca a Takao junto con un nuevo departamento, para que parezca “a la altura” – dijo Aomine haciendo comillas con sus dedos al decir lo último.

-Takao es un tipo decente, no tiene que cambiar para demostrar nada.

Kagami soltó un suspiro, sus padres eran muy estrictos con lo social y lo moral, eran un ejemplo de familia perfecta, donde el padre tiene un trabajo honrado bien pagado, la madre es la perfecta ama de casa que siempre viste perfecta aun cuando los niños entran a las siete de la mañana y nunca llega tarde a las juntas, y por último el hijo que ya es un profesionista empresario en el negocio familiar; sus padres esperaban que por supuesto el tuviera igual esa clase de familia perfecta, y había pegado el grito en el cielo al descubrir que se casaría con un muchachito que a sus ojos no era más que un interesado y vividor que había hecho de su precioso hijo alguien rebelde.

Sin embargo el pelirrojo esta vez estaba má calmado, Takao es un buen chico, profesor de primaria, con su propio departamento, tranquilo, bondadoso y por lo que había convivido con él era muy correcto.

-Takao es un bueno chico y ellos ya saben la historia…bueno parte de la historia, saben que no fue planeado – Kagami dio un trago a su cerveza – Y ellos prefieren a cualquiera por sobre Kuroko.

-En eso tienes razón, tus padres lo odian tanto que deben de estar festejando tu divorcio.

-Y su nieto, ya te debes imaginar toda clase de regalos que piensan traer.

-Mejor avísale a Takao con tiempo, para que se haga a la idea – Aomine miro fijamente al pelirrojo y luego sonrió. Estaba realmente feliz de ver a su amigo tan en paz, realmente el haberse divorciado de Kuroko era lo mejor que le pudo haber pasado en esos años, por fin estaba hablándose con sus padres, tendría un hijo y se le veía mucho más feliz que con el peli celeste - ¿Te gusta?

-¿Takao?

-En realidad hablaba de si te gusta tener contacto otra vez con tus padres – el moreno rio – Pero puedo ver que alguien mantiene ocupada tu mente.

-Eres un idiota Ahomine – Kagami se cubrió la cara – Claro que me hace feliz volver a hablarles, son mis padres después de todo.

-¿Cuánto dices que tiene Takao de embarazo?

-Cumplirá cinco meses en una semana – Taiga se descubrió el rostro – La próxima vez que lo vea debes venir conmigo, sé que te caerá bien.

-Me cae bien – Aomine sonrió - ¿Cómo vas con su guardaespaldas? ¿Crees que te lo vaya a prestar por una tarde?

 -No lo creo, ese Ôshima seguro quiere venir con él, se le pega cual chinche.

-¿Sospechas de él? Podría investigarlo…

-No hace falta, no encontraras nada útil de seguro, es maestro en la universidad T y parece una persona normal – Kagami se rasco la nuca – Solo me molesta que sea tan cercano a Takao, pienso que quiere hacerse cargo de mi hijo y ocupar mi lugar.

-O tal vez estas siendo paranoico – Aomine le palmeo la espalda – Pero si de verdad llegas a sospechar, no dudes en decirme y haré que lo investiguen.

-Tranquilo, creo que ellos tienen más razones para sospechar de mí que yo de ellos. Después de todo yo fui quien embarazo a Takao.

-Qué se la hayas metido no convierte a Takao en víctima, nadie es una santa paloma.

-Supongo…

Kagami sabía eso a la perfección, no había personas santas. Para él era absurdo sospechar de Takao, desde que lo había conocido se le había hecho un tipo bastante sincero, alegre, seguro y platicador, alguien de fiar (todo lo contrario a cuando conoció a Kuroko, quien era más reservado e introvertido) Sin embargo Ôshima Tooru era otra cuestión, no le había dado razones para sospechar que fuera peligroso, pero aquella cercanía y posesividad con la que trataba a Kazunari eran bastante raras, desde el inicio se declaró su protector, ahora parecía algo más que eso.

Por ahora solo se preocuparía de la cena con sus padres, después vería que hacer con Ôshima.

Notas finales:

Espero que les haya gustado! 

Gracias por leer :) 

Nos leemos! 


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