-La comida estuvo deliciosa, sei –Mitsuki se tomaba del brazo de su prometido que ya estaba algo aburrido por las insinuaciones de su acompañante.
-Me alegra que te gustara, Mitsuki-san –Sonrió a su compañera educadamente- ¿A dónde te gustaría ir ahora?
-Al mirador de Kyoto, desde que llegue me han dicho que la vista de ese lugar es hermosa –Entro al auto seguido por el emperador, que dio la indicaciones para ir a su nuevo destino.
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No muy lejos de ahí, 4 chicos volvían a la bodega abandonada en busca de alguna pista del desgraciado que lastimo al castaño, dividiéndose en dos grupos siendo Shiba y Sora los que buscarían en el cuarto donde se encontró al castaño y los otros dos se encargarían de buscar en la parte inferior.
-¿Sora has encontrado algo? –Shiba se acercó a su compañero, que revisaba detalladamente la manilla de la puerta buscando huellas dactilares.
-Hay dos tipos de huellas en ella –Saco un equipo de su bolso para guardar las pruebas- Le pediré a Naru que las investigue.
-Dale esto también –Le dio dos bolsas con cabellos en ella- Los encontré en la colcha donde encontramos a Furi-chan –Señalo la colcha que ahora estaba apoyada en la pared- No creo que encontremos algo más, vámonos.
-Tienes razón –Se levantó guardando su equipo justo al momento que Eikichi y Kotaro entraron para dar por finalizada su investigación en esa bodega.
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En otra parte otro grupo de investigación se encontraba terminado de amarrar al modelo en una silla, luego de ser separado del moreno que no alcanzo a golpear a ese desgraciado gracias a la intervención de murasakibara y Kagami, que lo detuvieron antes de lograr su objetivo, dándole tiempo al rubio de vestirse y recuperarse del shock al enterarse del culpable.
-¿Kise, que significa todo esto? –Pregunto por quinta vez el modelo que forcejeaba para liberarse.
-Lo siento Kazuki-kun –El rubio se acercó a su presa con una férrea mirada- Pero ese chico que ustedes lastimaron, es amigo nuestro.
-¿Qué? –No podía creer lo que estaba escuchando- Y…yo
-Ahora sé quién es el culpable, pero –Toco el rostro contrario mientras que los demás intercambiaban miradas- necesito más información de tu parte ¿Si?
-Crees que te diré algo más –Aparto su rostro.
-Es mejor que hables –El moreno apareció apretando sus puños teniendo cerca a los dos gigantes en precaución- Antes de que te rompa la cara bastardo- Trono sus dedos molesto, deseaba romperle la cara a ese bastardo que lo saco de sus casillas.
-Piensas que te tengo miedo –Lo miraba con odio para volver a esos dorados orbes- Me engañaste, jugaste conmi…
-Vamos Kazuki-kun- Lo interrumpió- esto no es nada comparado a lo que ha sufrido Furicchi –Presiono su hombro- Les hare pagar cada lagrima que derramo por culpa de ustedes –Sonrió con frialdad causando que una helada corriente pasara por todo el cuerpo del pelinegro.
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En el hospital los amigos del castaño se despedían para ir a descansar, puesto que no pegaron ojo en toda la noche hasta saber el estado del castaño que ahora yacía en el mundo de los sueños.
-Cualquier cosa nos avisan –Riko les entrego su número a Satoru que salió a despedirlos.
-No se preocupen –Sonrió a pesar de tener los ojos sonrojados de tanto llorar- Les avisare cualquier cosa, descansen que parecen zombies –Sonrió con cariño.
-Chicos los coches ya llegaron –Reo entro sacando sus llaves- Tomen –Le entrego sus llaves a Hyuga- Mis padres no están, por lo que Take-san los ayudara si necesitan algo.
-Gracias –Guardo las llaves- Vámonos chicos.
-Shin-chan podremos dormir juntos -El halcon se colgo del brazo del peliverde al salir, que no dijo nada solo se sonrojo siguiendo a los demás.
-Cuídenlo –Hyuga salió detrás de los otros para dirigirse a la mansión del pelinegro, mientras que el dúo retorno a la habitación del menor que estaba en compañía de Yoru que le leía un cuento (Si es muy lindo con el cachorro :D).
-¿Ya se fueron? –Pregunto cuando se sentaron a su lado cerrando el libro.
-Si se acaban de ir –Saco su celular pero ninguna novedad había- ¿Yoru has tenido noticias de Shiba y Sora?
-Si, me acaban de mandar un mensaje –Saco su propio móvil pasándoselo a Satoru- Al parecer encontraron algunas cosas, por lo que irán con Naru para que los investigue.
-Está bien –Le devolvió el móvil- Hablare con Naru después, necesito encontrar al bastardo que lastimo a mi ko, se arrepentirá de haberse metido con mi pequeño.
-¿No sería bueno que le avisaras a ya sabes quién? –Le susurro siendo escuchado igualmente por reo que estaba pendiente de lo que hablaban.
-Aun no, si él se entera lo destruirá y ese será mi privilegio, nadie lastima a mi ko y sale invicto –Toco la mano de su pequeño que no se enteraba de nada, yoru bajo la vista sabía que su amigo tenía razón, pero no lo dejarían solo y eso es algo que los tres amigos del castaño tenían seguro.
-¿Quién es Naru? –Reo que se mantenía al marguen no pudo evitar preguntar asustando al dúo que sonrió.
-Es solo un amigo –Yoru salió al rescate- Tengo algo de sed, ¿quieren algo?
-Un café, por favor –Reo necesitaba algo de cafeína para poder funcionar despues de estar casi 30 horas despierto.
-Ok, ahora vuelvo –Se encamino hacia la puerta.
-¿Oye y a mí no me preguntas? –Exclamo haciendo un puchero.
-Para que si ya sé que te gusta –Le guiño el ojo cerrando la puerta, dejando a un castaño sonriendo.
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No muy lejos de ahí Haizaki se reunía con su jefe, para recibir la paga por el trabajo anterior.
-Bien hecho –Sawada le extendió el sobre con lo acordado- Nuestro contacto está feliz de los resultados, espero que hayas sido prudente y no dejaras rastro de ti?.
-No te preocupes, sawa -Sonrio con arrogancia- Fue pan comido y nadie sabra que fui yo –Se guardó el sobre despues de contarlo- Ahora ¿Tienes algún otro trabajo para mí?
-Aun no –Se sentó en el escritorio- Te llamare si te necesito, ahora puedes retirarte.
-Ok –Se giró saliendo del lugar, caminaba mientras que su cerebro recordaba ese sensual cuerpo.
“Me quede con las ganas, pero ese cuerpo será mío” sonrió lamiendo sus labios, sin duda no dejaría que ese chico se escapara luego de probar esa deliciosa piel.
Continuará...