Eran cerca de las 21:30 cuando el grupo de investigación llego a la gran mansión de reo, lugar donde fueron recibidos por casi todos los integrantes exceptuando Satoru, que apenas toco la cama cayo rendido del cansancio.
-Déjenlo dormir –Shiba sonrió al igual que el dúo- Ese idiota debe estar rendido.
-Estar más de 24 horas sin dormir y con todo lo que le está pasando –Naru sonrió- Es normal que el cuerpo de Torutan no resista.
-Tienen razón –Reo sonrió a ese rubio que fue presentado a todos luego de contarles los avances de su investigación, claro que omitiendo ciertos datos relevantes que prometieron mantener en secreto por el bien del castaño mayor.
-¿Y ustedes? –Sora se acomodó al lado de Naru mirando a los presentes- ¿Cómo les fue en su investigación?
-Bueno eso… -Kise se adelantó a los demás y nuevamente explico todo lo conseguido en sus arduas horas de trabajo, como era normal escuchar por primera vez y para otros por tercera vez el audio no impidió que sus mejillas se sonrojaran y el enojo volviera en cierta persona, pero para el trio la cosa en vez de avergonzarlos sonreían con malicia al escuchar como el rubio sacaba la información.
-Kitan, esa técnica nunca falla –Comento Naru divertido mientras el audio continuaba.
-Los clásicos nunca lo hacen, Narucchi –Kise sonrió guiñándole un ojo complacido por el comentario de ese rubio, pero las sonrisas desaparecieron del rostro de todos al escuchar el nombre del culpable de todo lo que estaban pasando sus castaños.
-A…Akashi Masaomi –Eikichi fue el primero en hablar mirando a sus compañeros que tenían una seria mirada asistiendo, Kotaro que estaba al lado del gigante apretó sus manos con rabia arrugando el cobertor del sofá, pero antes de que pudiera decir algo una sonrisa llamo su atención, sonrisa que provenía de los dos chicos a su lado.
-Y pensar que le advertí a ese enano que investigara con quien se mete –Sora se mordió el labio molesto.
-Veo que tanto el hijo como el padre son unos idiotas –Shiba exclamo con frialdad helando a los presentes.
-Shiba, Sora –El rubio que estaba furioso se controló al ver la expresión de los presentes- Cálmense, asustan a los demás –Susurro señalando con su cabeza a los chicos que tenían sus ojos abiertos sin creer lo que escuchaban, de inmediato ambos suavizaron sus expresiones.
-Lo siento –Shiba se acomodó en el sofá para calmarse- ¿Y cuál es el plan que mencionaste? –Miro al rubio quien sonrió con malicia, pero el tigre se adelantó.
-Eso… -Ahora fue turno del tigre de explicar los avances que hicieron ese día y los mensajes que mandaron, igualmente explicaron la cruel tortura que tenían preparada a su compañero que tanto daño causo al castaño.
-Interesante –Sora sonreía al ver los mensajes que le habían mandado esa noche- pero esto es muy leve.
-Soracchi recién comenzamos –Kise se acomodó cruzando sus piernas- Esto es solo la entrada de este delicioso banquete.
-Eso me gusta más –Naru se acercó quitándole el teléfono a sora- pero como dice sora –Apretó el celular escribiendo un rápido mensaje que envió sin que nadie lo detuviera- Esto dará un broche de oro a esta velada –Le paso el teléfono a kagami que leyó el mensaje sonriendo por lo cruel del contenido, mensaje que paso por todos que tuvieron la misma reacción del tigre.
-Ahora vamos a dormir –Sora se levantó cansado de todas las emociones de ese largo día- Reo gracias por hospedarnos.
-De nada –Reo como buen anfitrión se levantó para guiarlos hacia las habitaciones, llegando a la primera- Taichan y Tetchan dormirán en esta –Abrió la habitación que contaba con una gran cama.
-Jej no hagan tanto ruido, tetchan –Takao no pudo evitar soltar el comentario sonrojando al tigre que fue empujado por el fantasma para entrar a la habitación, no sin antes dirigirle una mirada al halcón que sonrió satisfecho con la reacción del otro, con una sonrisa siguieron a la siguiente.
-Midorima y Kazuchan en esta –Abrió la habitación siguiente que contaba con unos hermosos muebles, los mencionaron entraron entre quejas por las burlas de los otros que sacaron el lado tsundere del peliverde, pero una sonrisa lujuriosa del halcón quien dejaba en claro sus malas intenciones.
Así siguieron entre bromas por las siguientes asignaciones donde los integrantes de Seirin se acomodaban en las recamaras de doble cama para poder descansar, llegando a las habitaciones del fondo.
-Aquí Ryochan y Aomine –Abrió la recamara dejando a los dos congelados, congelamiento que duro poco para el rubio.
-Reocchi lo siento pero puedes darme otra habitación –El rubio comento sorprendiendo a Shiba, Sora y Naru que no sabían lo sucedido en el café, suceso que aun tenia resentido al modelo.
-Claro, te molesta compartir habitación conmigo para que no vea esos chupones en el cuerpo –Murmuro molesto al escuchar la negación del rubio a dormí con él, pero ese comentario fue escuchado por Sora y Naru que estaban a su lado, que sonrieron con malicia al ver como un pequeño chupón se alojaba en la piel del modelo.
Ambos intercambiaron miradas por lo que estaban presenciando, por lo que Naru se adelantó para rodear los hombros del modelo ante la atenta mirada de la pantera que frunció el ceño por la acción.
-Si quieres –Naru miro al modelo con una contagiosa sonrisa- Podemos dormir juntos Kitan, me agradas mucho y quiero saber más de como sacaste la información a ese pobre chico –Le guiño el ojo haciendo sonreír al modelo.
-Encantado, Narucchi –Miro a reo quien sonrió al ver la mirada de sora en el moreno quien apretaba sus manos furiosos.
-Entonces duerman en esta –Abrió la puerta de enfrente haciendo al dúo entrar.
-Nos vemos –Naru les guiño un ojo para rematar los celos del moreno, Sora sonreía por la locura de su amigo y shiba negaba con la cabeza por esos dos.
-Aomine tu quédate en esta –Le señalo la habitación de enfrente que compartiría inicialmente con el rubio, este furioso entro azotando la puerta.
-Pero que tierno –Sora no pudo evitar exclamar eso al ver los celos de la pantera, el dúo solo sonrió ante lo evidente que era ese chico.
-Finalmente ustedes dormirán en esta –Abrió la puerta del final para dejar a los dos entrar y descansar- Duerman bien chicos, nos vemos mañana.
-Igual reo –Sora cerró la puerta finalizando la asignaciones, todos de inmediato se acomodaron en las camas quedando algunos dormidos y otros charlando de varias cosas.
La noche pasó con rapidez llevándose con Morfeo a muchos de los chicos de la mansión, pero este no era el caso para un moreno que estaba apoyado en la puerta de su habitación lugar que no se movió desde que entro.
-Ese estúpido –Siguió repitiendo al recordar como ambos rubios se metieron a la habitación como si fueran amigos de toda la vida- Prefiere dormir con ese desabrido que conmigo –Golpeo el suelo molesto pero luego de un rato se levantó al escuchar las risas de ambos chicos del cuarto enfrente suyo, ya no aguantando más abrió la puerta de su habitación y sin golpear abrió la puerta del cuarto de ambos rubios llevándose la sorpresa de que estos compartían la misma cama.
-A…Aomine que haces aquí –Naru al igual que kise saltaron asustados ante la intromisión de la pantera.
-Ya pasan de las 2 Am –El moreno apretó sus manos furioso al ver la confianza del rubio- Duérmanse de una vez que con sus gritos me dejan dormir.
-Woo lo siento –Naru se levantó dejando al rubio en la cama que miraba molesto a la pantera- pero kitan es tan divertido que se nos pasó la hora –Tapo la visual del modelo para desafiar a la pantera con la mirada- Ahora nos iremos a dormir Aomine, gracias por el aviso –Termino de decir cerrándole la puerta en la cara, su sonrisa se ensancho al ver ese ceño fruncido y la mirada de odio que el moreno le dirigió.
-Narucchi –El modelo miro la espalda de su compañero, este se giró con una mirada de “Te lo dije” en la cara, cosa que lo hizo sonrojar por lo que estaban hablando hace unos minutos.
-Vez lo que digo –Sonrió al ver el sonrojado rostro del modelo- ¿Y kitan aceptas mi plan? –Pregunto sentándose en el borde de la cama.
-Está bien –Negó con la cabeza aun no creía del todo lo dicho por Naru- Sera divertido –Sonrió con malicia.
-Eso quería escuchar –Naru se acostó al lado del rubio- La función comienza, kitan me divertiré mucho –Se rio quedando ambos acostados siendo llevados por Morfeo a los pocos minutos.
La pantera no podia creer como el rubio le cerró la puerta en la cara “Ese bastardo desabrido” pensó al recordar la mirada desafiante que le otorgo “No creas que te dejare tranquilo, esta me la pagas” Volvió a su cuarto donde se metió furioso en la cama sin cambiarse de ropa quedándose dormido a la media hora.
La noche paso y la mañana hizo acto de presencia para revelar otro día agotador, las parejas comenzaron a salir de sus cuartos juntándose en el comedor, donde las burlas no se hicieron esperar por la agitada noche de algunos.
-Woo taichan –El halcón vio a luz y sombra entrar en el cuarto- Veo que dormiste muy bien –Sonrió al ver la cara resplandeciente de ambos amantes que tuvieron una silenciosa pero fogosa velada.
-¿Y tú Kazu-kun? –Kuroko respondió al ver el sonrojado rostro de su chico que desviaba la mirada- Veo que también aprovechaste la noche.
-Por supuesto –Sonrió- Tuvimos sexo desenfrenado, no shinchan –Pregunto al recién llegado que escucho el descarado comentario de su novio.
-N…no digas estupideces, Bakao nanadayo –Se sonrojo arrancándose a la cocina por un vaso de agua.
-Jejeje tatsuchan también aprovecho la noche –Comento al ver al pelinegro que caminaba algo incómodo siendo ayudado por el pelimorado.
-Bro –El tigre miro a su hermano que sonrojado se sentó al lado del titán que se sentía culpable por la condición de su novio que no dejo que durmiera hasta bien entrada la noche.
-No digas nada, Taiga –Sonrió tomando su taza, pero el titán se adelantó y se la entrego dándole todos los mimos a su novio que se dejaba atender por su sensual titán.
Entre mimo los demás dormilones de Seirin llegaron para escuchar las bromas del halcón que no tuvo compasión con sus víctimas, el siguiente en llegar fue reo en compañía de Shiba y Sora que se sentaron en la esquina de la mesa donde variados platos los esperaban, todos preguntaron por satoru pero este seguía en el país de Morfeo.
-Lo dejaremos dormir un rato más –Sora sonreía al escuchar como unas voces conocidas se acercaban al comedor.
-Buenos días –Naru entro saludando animadamente junto al modelo que lo traía abrazado del cuello y siguiéndolos estaba una pantera con una cara que asusto a muchos.
-Buenos días chicos –Reo les indico sus asientos para seguir con su desayuno, pero a ninguno se le escapo las miradas fortuitas que el moreno le dirigía a Naru que se acercaba al modelo coqueteándole descaradamente siendo dejado por kise.
Al otro lado de la mesa sora, shiba y reo solo sonreían por los planes del rubio ya que antes de bajar sora les advirtió la posible jugarreta de su compañero y no se equivocaron al verlos en acción, siendo correspondido por el modelo que tenía una sonrisa encantadora en su rostro.
-Jeje chicos no sabía que se llevaban tan bien –Takao no pudo aguantar las ganas al ver el trato entre ambos chicos.
-Ni yo –El moreno comento mirándolos furiosos.
-Bueno –Naru rodeo los hombros del modelo- Una larga noche de plática nos llevó a conocernos mejor no, kitan.
-Por supuesto –Respondió sonriéndole coquetamente al rubio que sonreía al sentir la mirada en su cabeza.
-Me alegro Naru –Sora se unió al juego- Hacen linda pareja.
-No es cierto –Kise toco la mejilla de Naru que se dejaba hacer- Yo igual lo pienso.
-Ya basta –El moreno se levantó molesto- Estamos comiendo, dejen sus mimos para después me dan nauseas –Dijo mirándolos furioso, Shiba sonrió y también se metió en el juego.
-Aomine tiene razón –Los miro con una sonrisa- Eso lo pueden hacer en su cuarto.
-Tienes razón, shiba–Naru se separó dejándole un pequeño beso en la mejilla del modelo- Después seguimos Kitan.
-Moo cuantas veces te he dicho que me llames por mi nombre –El rubio hizo un puchero adorable.
-Heheh está bien Ryotan –Naru dijo con voz coqueta cosa que colmo al moreno que se llenaba con comida fulminando a la pareja.
Los chicos presentes presenciaron todo en silencio, pero algunos entendieron las intenciones del rubio al ver la expresión del trio sentado en la esquina de la mesa, Kuroko sonrió con malicia al igual que mayuzumi al darse cuenta del juego que se traían esos cinco, por lo que entrarían en el al igual que algunos más, que deseaban molestar a esa pantera que desquitaba su enojo con la comida de la mesa.
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En otro lado un pelirrojo rendido seguía mandando mensajes a su detective privado para que investigara el número del cual fueron enviados los 4 mensajes esa noche, su mente era un caos impidiendo que pudiera conciliar el sueño en toda la noche, acción que trajo que unas enormes ojeras aparecieran en su cansado rostro.
-Yo nunca me equivoco –Seguía repitiéndose al ver la imagen del modelo castaño que tanto se parecía a su chico- Demostrare que esa puta me engaño-
Envió el correo a su detective que respondió la recepción de este, antes de que siguiera una voz en su cabeza atrajo su atención.
“Y si te equivocaste, ¿qué harás?”
–Cállate, yo nunca me equivoco –Dijo determinado pero el recuerdo del último mensaje paso en su cabeza >>Que lastima, tu soberbia impide que veas los hilos que te manipulan, eres un títere en manos de un bastardo me das pena Akashi Seijuro<<-Maldición –Golpeo su cama con impotencia, pero no pudo seguir al sentir el golpe en la puerta.
-Hijo no bajas a desayunar –Masaomi entro al cuarto de su primogénito.
-No tengo hambre padre, gracias –Se levantó para dejar su pc en el velador.
-¿Te encuentras bien? –Se acercó al ver las ojeras que tenía el pelirrojo menor.
-Si –Tomo su chaqueta- Iré a ver a Mitsuki quedamos en almorzar juntos –Comento saliendo.
-Ese es mi hijo –Cambio su semblante al escuchar que iria con la hija de tsuki- Cuidate y buena suerte con tu novia.
-Gracias padre –Cerro la puerta y salio de la mansión.
-¿A donde Akashi-sama? –El chofer pregunto.
-A la agencia de Kaito –Tomo su celular mandándole el mensaje que iria para haya, con rapidez el auto tomo rumbo a su destino.
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Mientras en la mansión los chicos terminaron de desayunar salieron en camino al hospital para visitar al castaño, pero antes shiba, sora y Naru fueron a despertar a satoru quienes al verlo los comenzó a interrogar por los avances de su investigación, pero esto como acordaron guardaron el secreto tratando de calmar a su castaño amigo que no estaba convencido del todo por la excusa entregada.
-No les creo –Satoru miro al trio- Pero confió en ustedes –Prosiguió con una sonrisa, sabía que sus amigos mentían pero estos lo hacían para no preocuparlos, no por nada los conocía de años y sabía cómo estos se ponían al mentir- Naru estas seguro que el tío no se enteró de nada –Pregunto al saber que fueron a Fujitsu- No quiero que mi abuelo se entere.
-No te preocupes –Sonrió para tranquilizarlo- No deje ningún rastro –Le guiño el ojo.
-Está bien –Salieron de su habitación para subir a la limosina que se dirigía donde su pequeño, que seguía junto a Morfeo negándose a despertar.
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Al llegar al hospital los chicos bajaron entrando en el hospital donde yoru los salió a recibir abrazando a sus amigos y recibiendo el delicioso desayuno que sora le ofrecía.
-Menos mal –Tomo la bolsa- Me moría de hambre –Abrió la bolsa sacando el café y los emparedados para comérselos, los chicos entraron en grupos pequeños para verlos quedándose al final el grupo de satoru quienes conversaban animando al castaño menor que se relajaba con sus amigos, Naru se alejó para acompañar al rubio y seguir con su plan de molestar al moreno.
-¿Que sucede? –Satoru miro como Naru rodeo los hombros del modelo que sonreía complacido por las caricias del rubio- Jejej que trama Naru –Pregunto al mirar la expresión de la pantera.
-Creo que ya lo sabes –Sora sonrió y es que no era primera vez que Naru hacia eso para ayudar a otros.
-Esto promete mucho –Yoru miraba con malicia como la pantera apretaba los bordes del sillón tratando de ignorar las descaradas corridas de mano de Naru que no pasaba de lo prudente, los chicos a su lado sonreían comentando lo bien que se veían juntos- Creo que me uniré a la diversión –Comento con malicia levantándose, pero antes de hacerlo el móvil de satoru sonó llamando la atención del trio.
Satoru saco con rapidez su móvil para ver el remitente de la llamada, se congelo al leer el remitente de esta.
-¿Quien es sato? –Shiba se acercó al ver la expresión de su amigo- Shingo-san –Dijo dejando congelado a los cuatro ya que Naru escucho a shiba y se levantó de inmediato dejando a los chicos confundidos.
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En otro lado un peliplata sonreía complacido al saber algunas cosas que no se esperaba.
-Ese cachorro es más valioso de lo que pensé –Saco su móvil llamando a su amigo que respondió de inmediato- Mako necesito tu ayuda…si por supuesto te pagare…tengo que raptar a un cachorro travieso tú ya sabes –Se rio con malicia al saber que pronto tendrá a su pequeño con el nuevamente.
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En la agencia de Kaito un pelirrojo furioso no daba crédito a lo que escuchaba.
-Cómo es que no puedes rastrear el número –Se frotaba la frente.
-Lo siento Akashi-sama, el numero está bajo un respaldo privado y no hay forma de contactarlo, el que le envió el mensaje lo hizo sabiendo que no podría rastrearlo- Respondió un pelinegro algo nervioso por la reacción del pelirrojo.
-¿Y la foto que te envié? –Apretó sus manos- ¿Sabes quién es ese chico?
-Si –Saco los resultados de su investigación- Es un modelo muy famoso que en estos momentos se encuentra de gira, está en Londres terminado una publicidad de ropa regresara en algunas semanas- Le entrego la carpeta con toda la información.
-¿Y el otro? –Tomo los papeles del modelo castaño.
-Igualmente es un modelo, su nombre de Kazuki Jun un modelo de la agencia Sakamoto Pro –Acá esta toda la información de él.
Tomo la carpeta y abrió encontrando todo del chico, su información donde se encontraba, todo.
-Esto es suficiente de momento –Akashi se levantó- Kaito como te dije no puede saber nadie que estuve aquí, ni siquiera mi padre –Lo miro con fiereza.
-No se preocupe, Akashi-sama –Se levantó- Soy una tumba.
-Estaré en contacto, gracias –Salió de la oficina para ir a ver a su prometida, no dejaría que descubrieran lo que estaba haciendo “Demostrare que esa puta me engaño y que nadie me controla” pensó determinado “Espero que sea así, de lo contrario cometiste un terrible error” Una voz en su interior lo dejo helado –Yo no me equivoco –Dijo con fuerza asustando al chofer que siguió como si nada.
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Mientras en otro lado un castaño rodeado de sus amigos veian el celular, ¿qué harían?
Continuará...