En la mansión de reo satoru se levantó ya que era incapaz de dormir, la preocupación y una presión en el pecho lo hacía ponerse alerta siendo incapaz de conciliar el sueño, resignado tomo la bata para dirigirse al hermoso balcón de su dormitorio que daba vista a un magnifico jardín, sus ojos se posaban en la oscuridad mientras que sus manos tocaban el frio borde del balcón tratando de relajarse pero era una tarea imposible.
Yoru que estaba despierto velando por el bienestar de su castaño se levantó para ver que sucedía, se acercó al ventanal para ver la expresión de preocupación y angustia reflejada en el rostro de satoru, por lo que tomando su bata salió al balcón para averiguar que sucedía en esa cabeza que lo hacía preocupar.
-Sato –Yoru abrió el ventanal que los separaban, el castaño al escuchar su nombre se giró para encontrarse con su yoru que lo miraba preocupado- ¿No puedes dormir?
-Yoru –Volvió la vista al hermoso jardín- No puedo, siento despertarte.
-No te preocupes, estaba despierto –Se acercó para quedar al lado del castaño- ¿Qué te sucede? –Pregunto apoyándose en el borde del balcón.
-No lo sé –Bajo la vista- tengo una fuerte sensación en mi pecho, desde que me separe de ko siento que algo malo pasara –Miro a yoru que acorto las distancias para apoyar su mano en el hombro ajeno.
-Estará bien –Sonrió con dulzura- Está en manos de reo y Takao, además de la seguridad de shiba.
-Lo sé –Apretó sus labios- pero algo me dice que vaya con el –El castaño tomo la mano de yoru- No puedo dormir pensando en que algo le puede pasar.
Yoru vio la preocupación y angustia en esos orbes castaños, ambos mantuvieron la mirada y yoru fue el primero en suspirar.
-Si tanto te preocupa –Acaricio la cabellera ajena con su mano libre- Podemos llamar a reo para saber que todo está como lo dejamos.
-Gracias –Sonrió y es que en verdad la presión en su pecho no lo dejaba en paz- Puede que eso funcione.
-Vamos –Tomo la mano de satoru para entrar a su dormitorio, el reloj marcaba las 11:40 pm y yoru pensó que el par de cuidadores estaría en manos de Morfeo, pero si con eso conseguía calmar a su compañero despertaría al par para saber el estado del menor.
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En otro lugar un pelirrojo aprovechando que todos ya estaban en sus respectivos dormitorios se infiltro en el despacho de su padre, ya que los avances con el fueron nulos aprovecho la oscuridad de la noche para investigar ese cuarto donde su padre guardaba cada cosa importante de su empresa y si algo tenía que ver en todo esto, esa evidencia estaría precisamente en ese lugar.
Por eso que haciéndose con una linterna comenzó a buscar en los cajones algo que le sirviera, estuvo unos minutos hasta que vio el lapto de su viejo que se encontraba en el último cajón bajo unas carpetas “Jaque Mate” pensó sacando el aparato para ponerlo en la mesa, presionando el botón de encendido espero a que la pantalla diera con el menú, pero antes de ver la ansiada pantalla que quería se topó con el primer obstáculo.
“Padre, no me detendrás con esto” sonrió al ver como el equipo le solicitaba una clave de acceso, sin dudar puso la clave más evidente que su viejo usaría y no se equivocó al ver como lo dejo entrar sin problemas.
“Demasiado fácil” En su interior una voz soltó lo que pensaba.
“Siempre usando la misma clave padre, se nota que tu forma de pensar no ha cambiado”, concordó con su otro yo y es que después de leer esa declaración en el último mensaje se unieron para recuperar al cachorro y destruir al causante de todo esto, ambos pusieron sus reglas pero se las arreglaron para trabajar juntos sin discutir, sabían que estaban en desventaja y el dolor de recordar todo lo que hicieron al cachorro no se borraba, pero quedarse llorando no solucionaría las cosas y si llegado su momento debían rogar para recuperar lo que es suyo no dudaría en hacerlo.
“Esto será largo” pensó el emperador al ver las variadas carpetas de los distintos negocios en el escritorio, su padre era el típico hombre que guardaba respaldo de todo y se notaba en esas carpetas.
Resignado se sentó en la silla para abrir el primer archivo, la noche estaba nublada y el reloj marcaba las 11:40 pm, sin duda sería una larga noche para el pelirrojo.
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No muy lejos de ahí, en las afuera del recinto hospitalario un grupo de chicos vestidos de negro bajo de la auto listos para entrar al edificio, kojiro como estaba planeado se quedó en la van a espera de que salieran, por lo que se apoyó en el volante viendo como sus amigos se perdían en la oscuridad de la noche.
-Buena suerte –Dijo mirando su reloj, ya faltaban 17 minutos para la media noche.
El grupo de asalto recorrió las afuera del hospital para llegar a la entrada que habían preparado anteriormente, con rapidez de uno en uno ingreso ocultándose en los arbustos hasta que todos entraron.
-No hay nadie, sigamos –Makoto avanzo siendo seguido por los demás que cuidaban en no hacer el menor ruido, el pelinegro vio el reloj y apresuró el paso, ya que solo tenían 15 minutos antes de que los guardias cambiaran de turno y aún tenían que llegar al pasillo donde se encontraba un dormido cachorro
-Es por aquí –Makoto lideraba el grupo dirigiéndose a la parte este del hospital y como habían visto anteriormente la seguridad era escasa en ese lugar, sin dificultad estaban a punto de llegar a la sala donde kazuya desactivaría las cámaras, pero antes de alcanzar doblar el pelinegro se detuvo de improviso, haciendo chocar a sus compañeros.
-¿Por qué mierda te detienes imbécil? –El peliplata que estaba de los penúltimos se sobo la nariz molesta por el golpe.
-Se acerca un guardia -Murmuro Makoto señalando con la cabeza al guardia que estaba cerca de la entrada.
-¿Qué haremos ahora? –Kazuya sonreía ansioso y feliz de encontrarse un obstáculo, para él mientras más complicado sea mejor sería el trabajo.
-Esperen, ya se va –Kentaro se asomó sobre Makoto y vio como el guardia doblaba en la esquina.
-Que aburrido –Kazuya esperaba algo más, pero la mirada de Makoto lo hizo mirar hacia otro lado.
-Vamos –Apresuraron el paso para entrar al pasillo este, llegando en pocos segundos a la sala en la que kazuya haría su magia- Kazuya, vamos es tu turno.
-Ok, ok –Abrió la puerta entrando en uno de las salas desocupadas- necesito dos minutos, esto será fácil –Kazuya tomo su equipo sacando un notebook y se conectó al sistema que tenía preparado con anterioridad, con rapidez tecleo algunas cosas teniendo una sonrisa al terminar, se giró a sus compañeros satisfecho por lograr su trabajo- Las cámaras se desactivaran mostrando una escena anterior, tienen 15 minutos antes de que vuelvan a colocarse en línea.
-Eso es más que suficiente –Haizaki estaba impaciente por tener a su castaño- Vámonos.
-Detente –Kazuya le advirtió antes que abriera la puerta- Un guardia viene –Aviso viendo como por el pasillo pasaba el guardia de turno.
-Shogo –Makoto miro al peliplata fríamente- Te dije que yo daba las órdenes, si no puedes acatarlas quédate aquí.
-Iré –Determino con malestar- Seguiré tus malditas ordenes, pero vámonos de una puta vez.
-Makoto –Kazuya le extendió unos audífonos- Con esto les avisare lo que vea en las cámaras, tengan cuidado.
-Gracias –Tomo los aparatos pasándole los demás a sus compañeros
-En marcha –Makoto siguió encabezando la misión.
Sin dificultad avanzaron por el pasillo esquivando los guardias cuando kazuya les avisaba, subieron al segundo piso donde una de las puertas estaba cerrada necesitando una tarjeta para avanzar.
-Kazuya, abre la puerta del segundo piso –Makoto ordeno recibiendo la confirmación de su compañero, que no demoro en abrir la puerta solicitada- Estamos por subir al piso siguiente.
-Tiene el camino libre -Siguieron con cautela avanzando sin meter el mayor ruido, el reloj ya marcaba 10 para la media noche por lo que apresuraron el paso llegando justo cuando la guardia se comenzaba a despedir de su compañero, Makoto observo su reloj y ya faltaban solo 6 minutos para la media noche.
-Justo a tiempo –Kentaro se escondió en el fondo de las escaleras junto a los demás, los guardias pasaron al lado de ellos pero al tener las oscuras ropas pasaron desapercibido, el pelinegro se giró a sus compañeros y vio como shogo se sacaba la máscara.
-No te la saques, no pueden identificarnos te lo dije shogo –Lo miro con dureza.
-Solo me secaba el sudor, tranquilízate –Replico molesto, el par a su lado suspiro y es que no era momento de pelear.
Su líder aguanto las ganas de matarlo y abrió su bolso sacando una jeringa que tenía preparada con tranquilizante y se la pasó a hiroshi, mientras que saco otras tres jeringas guardándolas en sus bolsillos
-Kentaro, es tu turno –Se puso el bolso levantándose.
-De acuerdo –
Con cautela kentaro salió de su escondite, justo cuando el guardia estaba de espalda por lo que lo tomo del cuello iniciando un pequeño forsejeo, pero el pelinegro detuvo toda lucha administrándole el sedante, causando que el guardia callera dormido dándole el paso a los demás para salir del escondite.
-Ya era hora –Haizaki vio todo la escena y como prometió se quedó al margen, al ver como el guardia se desplomaba se acercó a la puerta- Vamos por mi premio –Sonrió lamiéndose los labios.
-Espera –Makoto tomo la mano que se posaba en la manilla con clara intención de abrirla- Hay cuidadores, prometiste seguir mis indicaciones.
-Está bien, yo me encargo –Haizaki sonrió y aparto la mano del pelinegro harto de las ordenes, antes de que Makoto dijera algo más abrió la puerta y vio su castaño estaba dormido al lado del pelinegro que tomaba la mano de su presa “Ya te tengo mi cachorro, ahora serás solo mío” se adentró a la pieza colocándose atrás del pelinegro que se revolvió al sentir como era jalado, sin esperar abrió los ojos para encontrarse con una sombra a su espalda.
-Pero que –Su boca fue tapada pero forsejeo para liberarse, el peliplata lo neutralizo mientras un Makoto furioso le administro el calmante “Kouchan” fue el pensamiento de reo antes de caer.
Justo antes de que dijeran algo por la actitud del peliplata, el celular de reo comenzó a sonar con su usual melodía, los chicos alarmados buscaron el móvil pero era demasiado tarde, Takao que estaba dormido en el sofá se despertó y vio a los chicos desconocidos en la habitación.
-¿Quiénes son ustedes? –Con rapidez se levantó a ver a reo desplomado, pero antes de que pudiera actuar hiroshi lo pincho por la espalda dejándolo inconsciente.
-Mierda, démonos prisa solo nos queda tres minutos –Kentaro veía el reloj y faltaban tres minutos para que los guardias regresaran, Makoto furioso se apresuró y junto a hiroshi tomo al castaño, pero como si el destino se interpusiera una voz a sus espaldas los helo.
-¿What are you doing? (Ustedes que están haciendo) –Los 4 se giraron para encontrarse a un alto chico rubio que estaba en la puerta, este los miraba enfadado por lo que estaba presenciando al ver el cuerpo de ambos chicos en el suelo y el de la cama en manos del esos dos- Put that boy where he was (Dejen a ese chico donde estaba) –Ordeno al ver como lo tenían al cachorro.
Los 4 no se esperaban la aparición de ese chico en sus planes, el pelinegro miro a sus compañeros y kentaro se puso delante con su cara cubierta.
-It’s none of your business so just leave before I…(Esto no te concierne, ve por donde viniste antes de que te...) –Pero no pudo terminar su amenaza ya que haizaki se fue contra el lanzando un golpe que le dio de lleno en la cara al rubio, este retrocedió unos pasos haciendo que su pierna se resistiera por el dolor.
-Dense prisa, sáquenlo –Ordeno el peliplata antes de abalanzarse nuevamente con el intruso, pero el rubio actuó con rapidez esquivando el nuevo golpe
-I`M GONNA KILL YOU (TE MATARE) –Grito lanzándole un rodillazo a ese desgraciado, que no alcanzo a esquivarlo lanzándolo contra la ventana que se rompió en mil pedazos- NOBOY CAN TOUCH ME WITHOUT MY PERMISSION YOU STUPID MONKEY (NADIE ME TOCA SIN MI PERMISO, ESTUPIDO MONO) –Le lanzo un nuevo golpe apenas se levantó lanzándolo ahora contra el suelo.
Makoto salió con rapidez justo para ver como shogo caía al suelo, kazuya que veía todo desde las cámaras observo como los guardias subían al escuchar el ruido.
-Makoto, los guardias van para haya –Kazuya tecleo rápidamente vislumbrando todas las cámaras- Salgan antes de que lleguen –Grito.
Hiroshi se apresuró y salió con el cuerpo del castaño, pero las luces del hospital se encendieron alarmando al grupo.
-¿Mierda que hacemos, makoto? –Hiroshi miro a mencionado que estaba furioso, el actuar del peliplata arruino sus planes.
-Abortamos, deja al chico en el suelo –Hiroshi dejo al dormido cachorro en el pasillo, mientras que el rubio seguía golpeando al peliplata que se defendía como podía propinándole algunos golpes- Kazuya danos la salida –Ordeno tomando sus cosas.
-Vayan por el este, los guardias están a un piso apúrense –Les advirtió.
Makoto los guio y se acercaron al rubio que le estaba destrozando la cara a su compañero ya sin la máscara, con rapidez kentaro lo lanzo contra la pared donde se golpeó el brazo lastimado.
Sin esperar Kentaro tomo al peliplata cargándolo para echarse a la fuga, shogo al ver al castaño tirado en el suelo se enfureció.
-Mako, regresa ahora regresa –Exigía escupiendo sangre en la blusa de kentaro mientras trataba de zafarse, pero Makoto uso la última jeringa para calamar a su cliente, que cayó dormido luego de propinarle unos golpes menores al mayor.
Con rapidez bajaron por las escaleras de emergencia siguiendo las indicaciones de Kazuya que controlaba toda la seguridad del lugar, abriéndose paso para dejar pasar a sus compañeros, una vez estuvieron en la primera planta kazuya destruyo el sistema saliendo para encontrarse con sus amigos, que al verlo se dirigieron al jardín para escapar, pero en su carrera no iban solos.
-ALTO AHÍ –Gritaron a sus espaldas y al gira vieron a 8 personas siguiéndolos con pistolas en mano.
-DETENGANSE –Ordeno disparando tratando de herir alguno, pero Makoto fue más rápido y se apartó, pero una balase alojo en el brazo del peliplata que al estar sedado no se despertó, entre una lluvia de disparos salieron del recinto en donde la van los esperaba para escapar.
-ARRANCA YA¡¡¡ –Grito cuando subieron todos dejando atrás a los guardias que disparaban al vehículo que se alejaba sin poder atraparlos.
-Maldición –Makoto estaba más que furioso, por poco los atrapan y todo por el estúpido actuar del peliplata, que descansaba en un costado del vehículo.
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En el pasillo el rubio vio alejarse a los 4 por el sector este, maldijo al bastardo que lo lanzo ya que se lastimo aún más la muñeca, con una mueca de dolor y algunos golpes se giró para encontrarse con el guardia dormido en una esquina y en la pared a un chico que no estaba en buena posición, ya que faltaba poco para que se cayera contra el suelo, este al verlo se arrastró hasta llegar a su lado justo en el momento que cayó, por reflejo lo tomo antes de que se lastimara.
-it hurts (Duele) –Se quejó por como la resentida muñeca era aplastada por el inconsciente cuerpo del castaño- hey, you (Hey tu) –Movió el cuerpo del castaño pero no recibió respuesta, con su mano buena giro el rostro del bello durmiente tratando de despertarlo, pero no hubo respuesta solo consiguió que sus ojos se fijaran en el delicado semblante de ese chico.
Los guardias llegaron justo a tiempo cuando el rubio tenía en sus brazos el cuerpo del dormido castaño, se veía lastimado y las ropas que traía lo delataban como un paciente.
-Los intrusos escaparon, cierren las puertas deben atraparlo, ustedes tomen a kotatsu y vean a los otros dos –Ren dio órdenes precisas antes de acercarse al par que estaba en el suelo, el rubio al verlo acercarse desconfió y se alejó arrastrando el cuerpo del castaño.
-Get away from me (Aléjate) –Ordeno con una fiera mirada, cosa que hizo a ren levantar las manos para acercarse.
-Stay calm, my name is Ren, I’m a guard in charge of the protection of Furihata Kouki, ¿do you speak japanese? (Tranquilo, soy ren un guardia a cargo de la protección de Furihata Kouki, ¿no hablas japonés?).
-¿What? (¿Qué?) –El rubio miro al chico que se arrodillo a su lado- Si –Dijo en un entendible japonés.
-Me alegro, eso ayuda –Sonrió el peligris- ¿Cuál es tu nombre? –Pregunto pero en su interrogatorio fue detenido por uno de sus compañeros.
-Ren-san ambos chicos fueron adormecidos por una sustancia, no reaccionan –Informo con rapidez.
-Díganle a los médicos que suban, el área está segura necesitamos que curen a los heridos y analicen lo que les inyectaron –Se acercó a la puerta viendo a ambos pelinegros tendidos en el suelo- Lo siento –Murmuro al ver el estado de los menores.
-Ya vienen subiendo –Le informo entrando nuevamente a la habitación.
El rubio en el suelo vio todo el intercambio, pero su mirada se enfocó en el castaño que no despertaba, por lo que se giró al peligris.
-Este chico no despierta, se debe haber golpeado o le inyectaron algo antes de que interviniera –El guardia al escucharlo sonrió y se enfocó en los heridos.
-No te preocupes –Iba a tocar el hombro del rubio para tranquilizarlo pero fue apartado antes de lograrlo- Lo siento, pero furihata Kouki está en coma por eso no despierta igualmente el medico lo vera –Le notifico ignorando la mirada que le lanzo cuando casi lo toca.
-Ya veo –Miro al castaño en sus brazos, aunque no le gustaran que lo tocaran el cálido cuerpo del menor no le era desagradable, levanto una mano y le toco la cara rosando esa suave piel, “¿Pero qué?” se dijo mentalmente sacando su mano al darse cuenta de lo que hizo, ren que estaba atento frunció el ceño ante el gesto del rubio de ojos azules, pero no dijo nada y siguió con su trabajo.
El médico residente llego junto a las enfermeras, que se encargaron de los heridos y de revisar la extraña sustancia que le fue administrada, el rubio permitió que lo revisaran ya que durante la pelea su mano y pierna salieron lastimados, mientras que de reojo vio a ren conversando vía móvil con un alterado shiba que después de tanta insistencia por parte del castaño al no poder comunicarse con reo, lo obligo a llamar a la guardia llevándose la sorpresa que él menor fue atacado.
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En la mansión satoru corría escaleras abajo luego de escuchar como su hermano fue atacado, siendo seguido por yoru y sora que lo trataban de detener para calmar al castaño antes de que le diera un ataque, los gritos en la mansión despertaron a los demás que saliendo de su habitación preguntando del por qué tanto escándalo, pero todos se quedaron congelados cuando shiba les informo del ataque en el hospital.
Naru fue el primero en salir del shock para bajar y ayudar a calmar al castaño que estaba siendo detenido por el dúo, shiba vio como metían a un alterado sato al salón por lo que se giró hacia los presentes para indicarles con rapidez que el castaño estaba siendo atendido y que se irían en 5 minutos, eso fue suficiente para que todos se metieran a sus cuartos a cambiarse ropa, por que irían para ver las condiciones en la que se encontraba sus amigos, sobre todo un peliverde que marcaba a su novio mientras se ponía el pantalón pero este lo mandaba a buzón de voz, minutos antes se despertó al sentir una extraña sensación en el pecho.
-Takao debes estar bien, nanadayo –Dijo Midorima tomando su bolso saliendo justo que los demás, que bajaron al salón donde Naru ya tenía listo los autos para viajar, solo faltaba que satoru, shiba y yoru bajaran para irse.
-¿Cómo se encuentra el cachorro? –Pregunto la pantera que entro poniéndose la chaqueta.
-Ren nos dijo que un paciente ayudo a koutan antes de que lo secuestrara, todos están siendo atendido eso incluye a reotan y kazutan ya que fueron adormecidos con una sustancia, en estos momentos las están analizando- Naru vio la preocupación en el rostro de todos.
-Maldición –Taiga apretó sus puños- ¿Por qué quisieron secuestrar a furi?
-Eso no lo sé, cuando lleguemos tendremos más información –Aparto la mirada y es que tenía una desagradable sensación que el bastardo de haizaki estaba involucrado, miro al dúo que conocía esa información y noto que también pensaba en lo mismo, por lo que negó con la cabeza disimuladamente, antes de pensar en ello debían averiguar y si se trataba del mismo bastardo no solo Naru lo mataría con sus propias manos, shiba y sora estaban en igual posición pero debían confirmarlo.
Los chicos salieron hacia los autos justo cuando los faltantes llegaron, satoru estaba más calmado gracias a la intervención de sus amigos que lo hicieron reaccionar para pensar con lógica, todos listos salieron despidiéndose del personal de la mansión que rogarían por el bienestar de los chicos.
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En el hospital los heridos fueron llevados al quinto piso para ser analizados y ver la condición en la que se encontraban, mientras que los guardias aseguraban los alrededores del hospital encontrando la apertura donde el grupo ingreso al recinto, las cámaras del lugar también estaban siendo estudiadas descubriendo que estas estaban corrompidas y el sistema de seguridad fue destruido borrando toda evidencia del ataque.
-Maldición –Ren estaba furioso, no solo atacaron a su protegido sino que los culpables escaparon borrando toda evidencia- Busquen en todos lados, no puede ser que se nos escaparan sin dejar rastro, no dejen pasar nada.
-Si –Respondieron por la radio.
Ren vio como el medico salió de la sala por lo que se acercó rápidamente para conocer el estado de los chicos.
-El guardia y los dos chicos fueron sedados, pero la sustancia usada no es peligrosa despertaran dentro de un rato –Informo mirando el registro- El paciente Furihata kouki no sufrió ningún daño físico o interno, en estos momentos está en una habitación 55 junto a Nash Gold J, quien sufrió una complicación en su lección de la muñeca y tobillo, pero se recuperara luego si se mantiene en reposo.
“Nash Gold J” Ren no conocía ese nombre y solo pensó que era el chico que ayudo al castaño, aún no había podido interrogarlo pero saber que su condición empeoro por defender al menor hizo que un sentimiento de agradecimiento se apoderara de él.
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En la mansión un pelirrojo abrió casi todos los archivos del lapto de su padre, estaba leyendo el contrato con la empresa Tsuki cuando una carpeta que estaba dentro del archivo tsuki llamo su atención.
-Estorbo –Leyó el nombre que tenía esa carpeta, hizo doble clip para abrirla encontrándose con unas imágenes que hizo levantarse sin creer lo que veía, su corazón se aceleró al recorrer toda y cada una de las tomas, llegando a la foto que desencadeno todo esto.
“No puede ser” su voz interna estaba en lo mismo, pero el shock se fue borrando para sentir como una furia se apoderaba del pelirrojo, frente suyo tenia las evidencias que necesitaba y el bastardo culpable de todo esto era su propio padre.
“Padre” Apretó las manos temblando “Te lo advertí, te atreviste a arrebatarme mi tesoro y todo por este estúpido contrato, te arrepentirás de esto ahora veras que conmigo no se juega, Akashi Seijuro te destruirá y rogaras por perdón”.
Con los ojos determinados se volvió a sentar guardando todos los archivos en su memoria externa, al terminar cerro todo y dejo las cosas en su lugar, en su mente ya estaba creando un plan para destruir al hombre que le dio la vida, sin duda lo haría pagar todo lo que pago y con intereses de eso se encargaba él.
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En la guarida Makoto estaba furioso mientras veía como bajaban al peliplata que dormido yacía, gracias a su estupidez sus planes se arruinaron y no solo eso, sino que casi muere uno de sus compañeros.
-Maldición –Golpeo la silla liberando su frustración.
-Makoto –Kentaro llamo al pelinegro viendo como un chorro de sangre estaba en la camioneta- Lastimaron a Haizaki, está sangrando.
-¿Qué? –El líder se acercó y el brazo del peliplata sangraba sin parar mientras que la cara de este se inflamaba por los varios golpes en su rostro cortesía del rubio- Llama a Grey que venga de inmediato.
-Si –Kazuya salió de la guarida para buscar al médico que los ayudaba en sus misiones, Makoto vio la herida de bala y sin duda fue hecha cuando escapaban.
-Este bastardo –Y si este fue lastimado, todo lo que hicieron por no dejar huellas se fue por el retrete, esperaba que no haya sangre en la escena pero sabía que era pedir mucho “¿Ahora que hare?” sabía que si descubrían al peliplata kurosawa llegaría a ellos, tendría que hacer algo antes de que eso pasara, su mente ya estaba pensando como actuaria y solo esperaba que el peliplata despertara para matarlo con sus manos.
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En el hospital los chicos llegaron luego de saltarse dos semáforos en rojos, pero nada importaba solo llegar al lugar, satoru fue el primero en ver a ren que les explico rápidamente lo que sabía para luego salir al cuarto en el que se encontraba su hermano, pero fue detenido por las enfermeras ya que estaban terminando de curar las heridas del rubio y no podía entrar hasta que el medico diera el pase, por lo que se fueron a sentar a la conocida sala de espera.
-¿Por qué mierda le pasa esto al cachorro? –La pantera incapaz de estar quieta se movía por todos lados, no podía creer la mala suerte que perseguía a alguien tan inocente como el castaño.
-Cálmate Aominecchi –El rubio toco el hombro de su novio- Debemos agradecer que está bien –Miro los orbes azules para señalar el encogido cuerpo que era abrazado por yoru, todos la pasaban mal pero el hermano del cachorro estaba peor.
-Maldición –Golpeo la pared aflojando su furia, los compañeros del cachorro estaban igual pero no dijeron nada al ver la condición del hermano mayor.
-Sato, tranquilo kouki y los chicos está bien –Acariciaba con cariño la cabellera de su castaño, que luego de saber que nada le paso a su hermano no puedo evitar controlar las lágrimas liberando todo la presión de su pecho.
-L…l…lo sé–Satoru no se despegaba del consuelo que le daba yoru, los chicos se acercaron al mayor para ayudarlo pero no sabían que hacer y solo se sentaron a alrededor mostrándole su apoyo.
Midorima estaba en una situación similar, unas lágrimas traicioneras escapaban de sus ojos pero se borraban con rapidez y solo rogaba porque su novio despertara pronto.
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En la sala un rubio se recostaba luego de que el medico terminara de vendar su tobillo, estaba cansado y adolorido por los golpes que ese bastado le alcanzo a dar, con su mirada vio el rostro dormido de su compañero, el médico le confirmo que estaba en coma y por ahora serian compañeros de cuarto, en otras circunstancias se hubiera negado, pero no lo hizo y ahora estaba al lado de ese castaño que hizo que sus lecciones empeoraban.
Con un suspiro se recostó con la intensión de dormir pero la puerta fue abierta revelando a cuatro personas de la cual una de ellas reconoció, puesto que ese era el guardia de su nuevo compañero de cuarto y atrás del tres chicos que estaban con un serio y preocupado semblante en su rostro que lo puso en alerta.
Continuara…