Una acalorada conversación se llevaba a cabo en una pequeña cafetería de la cuidad, donde los miembros citados por el peliceleste escuchaban con lujos y detalles cada uno de los sucesos ocurridos entre el castaño y el pelirrojo, sin poder creer lo que sus oídos escuchaban la Kiseki no Sedai aguardaba en silencio, procesando la información que su compañero le entregaba.
–Y eso fue lo que paso –Término el relato observando la idéntica cara de sorpresa que los cuatro arcoíris tenía en ese momento, todos estaban sin palabras por el comportamiento de su ex capitán y de cómo reacciono con el castaño, aquel chico que consiguió ganarse el cariño de la Kiseki con esa personalidad tan pura e inocente.
–¿Cómo está el chihuahua? –Pregunto el moreno preocupado por el pequeño cachorro, unas ganas enormes de golpear al pelirrojo se apodero de él.
–Ayer se fue junto a Fukuda-kun, por lo que nos dijo se veía bien, pero conociéndolo no quiso preocuparnos –Completo bajando la cabeza.
–Pobre furichin, akachin es un idiota –Exclamo el pelimorado con una seria expresión que reflejaba el enojo que tenía mientras apretaba la bolsa de papas en su mano.
–En eso concuerdo con Murasakibara –El tirador se arreglaba sus lentes molesto.
–¿Y dónde está la supuesta foto? –El rubio estaba más serio que nunca, que al igual que los demás no dudo en la inocencia del castaño.
–En el móvil de Akashi-kun –Saco el mencionado aparato ante la vista de todos, por lo que respondiendo a la pregunta reflejada en sus ojos dijo– Ayer se le quedo en Seirin.
–No quiso conservarlo, que novedad – Comento el moreno acercándose junto a los otros 3 para ver la imagen, el peliceleste giro el celular mostrando la foto que causo el problema, en ella se podía apreciar a un chico de negros cabellos que besaba dulcemente a su pequeño cachorro y a pies de este un mensaje en negras letras ponía “Este es el verdadero Furihata Koki”.
–Este es el verdadero Furihata Koki, hajaj que saben del cachorro –La pantera se colocó de pies enojado.
–Cálmate Aomine –El peliverde fulmino con la mirada al moreno.
–Que me calme, como quieres que lo haga con lo que está pasando al chihuahua –
–Mine-chin, alterándote no conseguiremos nada –
–Es cierto, primero necesitamos encontrar al culpable, Aomine-kun –El peliceleste miro a su antigua luz quien tomaba asiento enfadado.
–Eso no es necesario –El rubio que se mantenía al margen levanto la mirada con una sonrisa que helo la sangre de muchos– Conozco al chico de la foto.
–¿Qué, es en serio kise? –El moreno se acercó al rubio tomando el celular.
–Si es un modelo con el que trabaje hace un tiempo –Saco su celular buscando algo– Bingo –Giro el celular para mostrar una foto del junto al chico de la imagen– Su nombre es Kazuki Jun de la agencia Sakamoto pro –Informo dejando a los 4 con una expresión de furia en su rostro.
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No muy lejos de hay dos castaños caminaban por la cuidad llamando la atención de los transeúntes por la actitud que tenía el castaño mayor, quien arrastraba al menor tomado de la mano sacando sonrisa de las chicas del lugar y una mirada interesada de los chicos por el pequeño castaño que se sonrojaba deleitándolos con una tierna expresión.
–Sato-nii, suéltame –Pidió por 5 vez el cachorro siendo ignorado por el mayor que miraba el mapa, buscando el siguiente destino.
–El acuario está cerca– Dijo emocionado– Vamos a ver los peces ko –Completo para arrastrar nuevamente al castaño que rendido se dejaba llevar, sin duda la actitud de su hermano le hacía gracias haciendo que olvidara sus penas.
Con un suspiro tomaron el camino hacia el acuario, donde hermosos peses de todos colores y tamaños eran expuestos en esas azules vitrinas, al inicio no le llamo la atención, pero a medida que avanzaban fue imposible no emocionarse con esa vista tan hermosa que poseía, a los pocos minutos era el cachorro quien arrastraba al mayor que sonreía contento de ver como su hermanito se divertía.
“Esa sonrisa te queda mejor ko”, pensó observando la hermosa expresión de su hermanito, quien lo guiaba a la zona de tiburones.
Pasaron así toda la tarde recorriendo el gran acuario, a eso de las 7 salieron del reciento para dirigirse a su hogar, donde en todo el camino el castaño comentaba lo emocionante que era ver los tiburones sacando sonrisas del mayor ante la actitud de su hermanito, doblaron la esquina que daba a la casa de ambos cuando vieron un auto estacionado a las afuera de su hogar, llamando la atención de ambos chicos.
–¿Quién será? –Pregunto el mayor cuando vio que la puerta del auto era abierta dejando ver a nada más y nada menos que a Masaomi Akashi “Oh no” pensó mirando a su lado encontrándose con la expresión de sorpresa y miedo que su hermanito tenia.
–Buenas noches, Furihata Koki –Saludo con frialdad y desprecio al castaño frente a sus ojos quien no reaccionaba.
–Usted debe ser padre del enano pelirrojo –Satoru se adelantó ocultando a su hermano con su cuerpo.
–Enano pelirojo –Repitió mirando al castaño que ocultaba al cachorro– ¿Quién eres tú para faltar el respeto a mi hijo? –Exclamo furioso dando un paso adelante.
–Soy el hermano del chico que su hijo humillo –Respondió sin inmutarse.
–Ya veo, por lo visto esa pequeña putita tiene un… –Pero no termino de hablar por el golpe que satoru encajo en su cara.
–NO LE PERMITO QUE LE FALTE EL RESPETO A MI HERMANO, ME ESCUCHO –Grito furioso, sacando del shock al castaño que afirmo al mayor evitando que se abalanzara contra el pelirrojo.
–Detente sato-nii –Le pedía tranquilizando a su hermano, quien deseaba reventarle la cara a ese ser que se atrevió insultar a su pequeño.
..........
Justo en ese momento la Kiseki se dirigía al hogar del castaño luego de discutir el plan a proceder, todos querían ver con sus propios ojos el estado en el que se encontraba el chihuahua, por lo que avanzaban conversando la excusa que le darían pero un grito los alarmo obligándolos a olvidar la excusa para correr al lugar, encontrándose con algo que no pensaron verían nunca.
–¿Pero qué? –El moreno al igual que los demás se encontraron con el padre del pelirojo tirado en el suelo y aun cachorro sosteniendo la espalda de un chico que deseaba abalanzarse sobre el otro.
–Detente Sato-nii –Escucharon al castaño soltar esas palabras al tiempo que usaba toda sus fuerzas para detenerlo.
–Vamos –Exclamo el peliceleste que saco a los demás de la impresión para acercarse y interrumpir la disputa antes de que algo mayor pasara.
-No sabes con quien te estas metiendo –El pelirrojo se levantó con ayuda de su chofer, quien le extendió un pañuelo para que se limpiara el rastro de sangre que salía de su boca– Veo que el hermano de esa putita es igual que ella.
–Que dices maldito –Se trató de adelantar pero dos chicos se lo impidieron poniéndose delante de él.
–No permitiremos que los sigas insultando, Masaomi-san –Un peliverde dijo enfrentando al pelirrojo mayor, que se sorprendió al verlo.
–No cree que es suficiente, viejo –Prosiguió molesto el moreno– Alguien de su clase armando un escándalo en la calle.
–Chicos –El castaño estaba sorprendido ante la repentina aparición de los milagros, kise y Kuroko se colocaron a un lado tomando las manos del mayor mientras que el titán en la parte trasera abrazando al castaño.
–¿Qué hacen ustedes aquí con él? –Pregunto con desprecio que fue percibido por la Kiseki.
–Somos sus guardianes –Dijo el rubio– No dejaremos que lastimen a nuestro cachorro –Declaro siendo asistidos por los restante causando que una sonrisa se le escapara al mayor ante semejantes guardianes.
–Veo que ustedes también traicionaron a mi hijo por esa puta, pero tienen razón no vine aquí para bajarme a su nivel –Se alejó dejando a un moreno furioso que se contenía con la fuerte mano a su lado– Solo vine a dejar esta basura –Saco dos bolsas que lanzo al suelo tirando su contenido, entre ellas el castaño distinguió todos y cada uno de los obsequios que le dio al pelirrojo, entre fotos y una cadena por su aniversario se distinguía en el suelo– Mi hijo no necesita basura de esa puta, por lo que te los vengo a devolver a petición de él, junto a un mensaje –Sonrió con malicia tirando un sobre– Bueno ya cumplí con el encargo, me voy pero antes les advierto, no quiero que vuelvan a acercarse a mi hijo, eso lo incluye a ustedes.
–Eso no lo decides tu anciano –El moreno se adelantó pero el peliverde lo detuvo.
–No se preocupe, Masaomi-san –El castaño menor soltó a su hermano pasando entre los chicos antes de que esto cometieran una locura y con una expresión fría que no era propia del continuo- Le repito lo que a su adorado hijo, yo soy quien no los quiere volver a ver, para ustedes furihata koki murió.
–Espero que cumplas esas palabras –Sonrió triunfante entrando a la limusina que comenzaba a perderse en la oscuridad.
–Ese bastardo– El moreno apretaba sus puños furioso, pero este bajo al ver al castaño arrodillarse y tomar el sobre– C…chihuahua –Se acercó para leer la nota que tenía en sus manos.
“Te devuelvo esta basura para que la puedas ocupar con otro, una puta debe tener regalos para complacer a sus presas”
–Una puta –Sonrió el castaño con el mensaje en sus manos, le dolió la primera vez que lo escucho y ahora verlo escrito el dolor se intensifico provocando que el aire faltara en su cuerpo y un dolor se apoderara en su cabeza, agarrando su pecho su visión se comenzó a nublar causando que su conciencia se apagara frente a sus amigos.
–CHIHUAHUA –Grito el moreno al tiempo que tomaba el cuerpo del castaño quien callo desmayado, todos asustados se acercaron a socorrer al menor que no reacciono con los gritos de sus amigos.
Continuara…