………MidoTaka……
En la habitación 50 dos chicos se miraban con todo el sentimiento que sentían por el otro, no eran necesarias las palabras con solo mirarse podían ver el interior ajeno entrando así en su pequeño mundo.
Takao sonrió levantando su mano para tocar la cara de ese chico quien cambio su vida, ese chico que al inicio odiaba fue ganándose su corazón al darse cuenta de la soledad y las manías que tenía ese peliverde que tanto ama.
El tirador al sentir la caricia de su novio no retiro la mano como normalmente lo haría, sino que disfruto de la caricia que su pareja le daba, en solo pensar que casi lo pierde se le detuvo el corazón, aun no entendía en qué momento se enamoró de ese chico de negros cabellos que al inicio su relación solo era cordialidad y bromas de parte del halcón que le molestaban, pero de a poco esas bromas derribaron sus paredes entrando de lleno en su ser, nunca se arrepentiría de estar con ese halcón loco quien lograba sacar todo su potencial, aunque lo volviera loco en el trayecto.
-Te amo shinchan –Murmuro el halcón sacando de sus pensamientos al chico peliverde quien vio cómo se acercaba a su rostro con claras intenciones de besarlo, un sonrojo se apodero de su rostro pero su vista se clavó en esos labios carnosos que se acercaban a los suyos con una lentitud que lo desesperaba.
Takao se acercaba viendo ese hermoso sonrojo que siempre provocaba en ese chico testarudo, se detuvo un segundo dudando y es que siempre el tirador apartaba la cara de lo tsundere que es, pero vaya fue su sorpresa cuando fue el propio Midorima quien ansioso de sentir esa caricia acorto la distancia no antes sin decir un claro “Yo también te amo, bakao”
El halcón al sentir esos labios en los suyos iniciando un suave pero torpe beso se congelo ya que no esperaba esa acción de ese chico tan tsundere, solo un segundo le duro la sorpresa al sentir la mano de su novio subiendo por su espalda, dándole una deliciosa caricia que mando una corriente por todo su cuerpo.
“Mi tsunderima” pensó al ver el temblor en los ojos ajenos de lo avergonzado que estaba, sin hacerse de rogar respondido al beso subiendo a su vez sus manos para rodear con ellas el cuello de su novio uniendo aún más sus rostros, mientras que sus labios se movían en sincronía sobre los ajenos comenzando su habitual danza, donde solo ellos eran los protagonistas invitados.
Midormia al sentir la respuesta del halcón se sonrojo al percatarse de como la lengua contraria delineaba sus labios pidiéndole el permiso para entrar en su cavidad, no dudo en abrir su boca para que la cálida lengua de su chico entrara arrasando con todo en su interior, sus lenguas se movían jugando a casarse entre ellas mientras sus manos tomaban su habitual posición, las del halcón sobre sus cabellos verdes y las de el sobre las caderas ajenas.
-Mmmmm –Takao gimió suavemente al sentir como el peliverde tomaba el control del beso, esa lengua que tantas veces recorrió su cuerpo perseguía a la suya sin descanso haciendo que el aire se esfumara de sus pulmones, teniendo que separarse para respirar, pero cuando estuvo a punto de separarse del tirador este subió su mano llevándola a la cabellera negra impidiendo que se separaran.
El beso continuo y el aire era necesario pero ambos no se separaban disfrutando de ese maravilloso beso que trasmitía todo los sentimientos contrarios, cuanto siguieron no era claro pero sus cuerpos se separaron al mismo tiempo respirando con violencia.
-S…s…mff….shi….chan….mff –Takao observo el rostro de su novio que estaba sonrojado adornando su hermoso rostro, sus labios hinchados por el reciente beso mientras que trataba de recuperar el aliento jadeando sobre su rostro, dejándole absorber ese delicioso aroma que solo su chico era capaz de producir.
-T…t…taka…o…mfff….yo… -El peliverde jadeaba mientras sus ojos se deleitaba con la vista, su chico con los ojos cristalinos y dilatados, las mejillas sonrojadas y esos labios húmedos e hinchados le daban una vista maravillosa que produjo que un gran deseo se apoderaba de su cuerpo, deseaba más de ese halcón revoltoso que respiraba en su rostro mezclando sus alientos formando un delicioso aroma.
Ambos se quedaron en silencio mientras recuperaban el aliento, sus ojos se fijaron en los ajenos siendo incapaces de apartar la mirada, el silencio era roto solo por el sonido sincronizado que hacían al respirar, cuando el tirador entro en conciencia donde estaban y lo que acaba de pasar, se trató de separar pero el halcón adelantándose de la acción de su novio rodeo con sus piernas la cintura contraria impidiendo que se fuera.
-¿B..bakao, qu… que haces? –Pregunto sonrojado por la clara mirada que le estaba dando el halcón excitándose aun más.
-Vamos shinchan –Se acercó juntando sus rostros quedando solo a milímetros- No me dirás que te detendrás después de ese beso –Junto sus labios cortamente- No me puedes dejar así –Dijo llevando la mano del tirador a su entrepierna que se despertó deseoso de jugar con el tirador.
Midorima al sentir la hombría de ese halcón en su mano trago en seco mientras que una corriente intensa recorría su cuerpo parando en su adolorida entrepierna que exigía salir a jugar con su amigo.
-N…no podemos –Se trataba de resistir y es que su chico aún no se encontraba bien y podían ser descubiertos por cualquiera que entrara a la habitación- Reo pued…mfff –No pudo terminar al sentir como era callado por el halcón.
-Reochan se fue hace un rato –Informo al separarse solo un poco- y tú tampoco deseas que esto termine, esto me lo confirma –Bajo apretando la hombría contraria- Vamos shinchan, este paciente necesita su inyección –Lamio con lujuria la mejilla del tirador que temblaba al escucharlo hablar tan suciamente- Dame mi tratamiento, te necesito ahora dentro de mí, no me hagas rogarte sé que también lo deseas no, Shinchan –Se separó sonriendo con inocencia sonrojando al tirador que no pudo resistir más a ese chico que sabia como prenderlo.
Takao sintió como su cabello fue tomado mientras que la boca de su novio se apoderaba de la suya mandando toda objeción a la mierda.
El tirador se apodero de la boca contraria recorriendo con su lengua cada parte de esa cavidad que tantas veces ha sido suya, los gemidos del halcón no se hicieron esperar excitando al peliverde que movía sus manos llegando a las nalgas de su apetitoso halcón.
-Mmmmmm –Gimió perdiéndose en los labios contrarios al sentir el apretón en sus nalgas ocasionando que sus entrepiernas se frotaran exquisitamente.
Poco a poco las caricias fueron aumentando, de suaves y superficiales pasaron a unas más necesitadas, el cuerpo de ambos exigía más del otro por lo que las ropas de ambos comenzaron a estorbar, el tirador se levantó empujando a su chico recostándolo sobre la cama mientras que sus manos se encargaban de la ropa contraria.
El halcón no quedándose atrás hizo lo mismo que el tirador acariciando el cuerpo contrario sacando esas molestas prendas que le impedían tocar esa piel que solo era suya.
La necesidad de sentir el cuerpo contraria era tanto que al minuto ambos se hallaban desnudos encima de la camilla regalándose caricias intensas.
-S…shin…chan…ah –Gimió al sentir como su novio bajaba mordiendo cada parte de su cuello llegando a su pecho donde el peliverde se detuvo para jugar con esos rosados pezones que brillaban exquisitamente a la luz de la luna, con su lengua lamio el contorno haciendo que el halcón arqueara su espalda del placer que le estaban brindando.
El tirador lamia con dedicación cada parte del pecho de su pareja dejando en rojo vivo esos pezones que brillaban bajo la luna.
-Ahhh….shi….shin…chan….ah…h -El halcón solo podía gemir antes las caricias que le brindaba su pareja, este jugaba con su cuerpo dejando un fuego en cada parte que tocaba, ya ansioso por más sorprendió a su pareja girando el cuerpo de ambos quedando arriba del tirador.
-E…es…mi…tur…no –Dijo con una ronca voz para bajar y apoderarse de ese cuello dejando su marca en él, su lengua lamia la piel contraria deseando más de ese sabor tan delicioso, sus manos recorrían el pecho del tirador que gemía roncamente antes las caricias que le daba su novio.
-Mmmm -La boca del halcón bajo con rapidez por cada parte de su cuerpo hasta llegar a ese miembro que latía ansioso de atención, cosa que el halcón no dudo en brindársela rodeando con sus mano esa hombría que deseaba en su interior.
-B…b…baka...no juegues -Regaño con enojo al sentir como acariciaba el contorno de su miembro sin tocarlo directamente, sacando de quicio al tirador por la tortura que le estaba brindando.
-Heheh, lo siento –Dijo dejando las jugarretas mientras que su boca se tragaba ese pedazo de carne logrando que un sonido más que erótico se escapara del peliverde que arqueaba la espalda por el placer que sentía.
El sube y baja comenzó teniendo al halcón como protagonista quien lamia con esmero cada vena de ese gran miembro mientras que con su mano se preparaba el mismo ante la atenta mirada del peliverde que no podía tener otra imagen más erótica de su pareja, todo rastro de vergüenza desapareció dejando presente solo el deseo de poseer a ese chico que se convirtió en su razón de vivir.
Estuvieron varios minutos en esta situación donde el peliverde gemía ante el placer que sentía mientras que su chico disfrutaba esos sonidos tan lindos que emitía su novio, su entrada estaba casi lista al igual que el miembro en su boca que latía peligrosamente, pero no alcanzo a terminar de hacerlo ya que una mano se enredó en su cabello haciéndolo parar.
-B...b…asta –Midorima aparto la cabeza de su chico de su entrepierna y es que estaba por llegar al clímax, cosa que solo deseaba hacer en el interior del menor quien sorprendido volvió a quedar abajo temblando por la mirada que le daba ese tirador- Ya…no…aguanto…nana…dayo –Declaro acomodándose en las piernas del pelinegro.
-Ahhhh –Takao tembló al sentir como el miembro de su hombre entro de una sola estocada dejándolo sin opción de reclamo, una corriente deliciosa cruzo por todo su cuerpo haciendo que su espalda se arqueara del placer.
-Mmmm –Midorima Gemio ante la exquisita presión que recibía su miembro, sin esperar comenzó a moverse con lentitud mientras que sus manos acariciaban el cuerpo de su pareja que al inicio sintió una pequeña molestia, pero fueron remplazadas por placer cuando el miembro de su chico toco ese punto que lo hacia subir al cielo.
La sala estaba completamente rodeada de un calor abrazador y solo el sonido de los gemidos interrumpía el silencio, la luna era testigo de la entrega de amor de ambos cuerpos que se fusionaban entregándose completamente.
-S…shin…ahhh –Takao no podía ni hablar ya que el tirador tocaba sin piedad esa parte en su interior que lo enloquecía, sus manos se enredaron el cabellera contraria mientras era penetrado una y otra vez- M…mas….rap…ido…mas…ahh.
-N…no…me…exci…tes…mmm –Contesto como pudo a su pareja que mordía seductoramente los labios tratando de callar inútilmente los gemidos que salían de su interior, el tirador aumento el ritmo de las estocada mientras que su mano se movía alcanzando el miembro de su novio, comenzó a masturbarlo al compás de las embestidas.
-N…no…ahhh –Takao solo se dejaba llevar por el intenso placer, cada parte de su cuerpo reaccionaba al toque del peliverde que se agacho apoderándose de su boca que lo recibió gustoso iniciando un sensual beso.
-Mmmmm –El peliverde movía su lengua junto a la del halcón comenzando una necesitada y dura batalla por el control, el sabor de ese chico que mueve su corazón era todo lo que necesitaba para vivir, sin pensarlo aumento el ritmo de las penetraciones en ese cuerpo que era suyo.
-Ahhhh –El beso fue roto por una dura estocada que recibió el halcón, sus manos se aferraban en los hombros contrarios buscando estabilidad por esas fuertes estocadas que lo llevaban al paraíso- S…shin..yo…no….ahhh –Dijo entre jadeos y es que su cuerpo se estaba acercando a un intenso orgasmo.
-Un…poco…mas….mfff –Dijo levantando el cuerpo del halcón quedando sentado con el chico arriba de él, las estocadas alcanzaban un nuevo nivel de placer mientras el halcón respiraba en compás al ritmo cardiaco ajeno.
-T….te….amo….shin…chan –Declaro mirándolo a los ojos mientras cabalgaba sobre el miembro del tirador que entraba y salía una y otra vez en una danza hipnótica, se acercó apoderándose de esos labios tan hinchados por la acción que han tenido.
Midorma sintió como su pecho un calor delicioso se alojaba, esas palabras que siempre escuchaba del halcón eran lo que lo llenaban, besaba cada parte de ese chico con amor y posesión, no podía imaginarse una vida sin ese revoltoso pelinegro que tanto le ha dado, bajo sus manos llegando a ese trasero que penetraba sin descanso para apretarlo con fuerza provocando que el beso se rompiera.
-Ahhhhh –Takao disfruto de esa caricia provocando que su espalda se encorvara del pacer que tenía en su cuerpo, miro esos orbes hermosos y la erótica expresión de su chico.
-Y…yo…también….te…amo….bakao…mmm –Respondió con una lujuriosa mirada, Takao ya no podía hablar el ritmo era salvaje y delicioso, siguieron así unos segundos cuando fue imposible para el halcón aguantar.
-Ahhh….shin….no….AHGGGGG¡¡¡¡ -Grito derramando su esencia entre su pecho, la mano del tirador quedo rodeada de semen evidenciando la entrega de amor.
-Ahh….baka….o…AGHHHHH¡¡¡¡ -Con una estocada más llego al clímax, las paredes de su chico presionaron su miembro de manera deliciosa incapaz de aguantar más dejo toda su semilla en el interior del menor, que respiraba agitadamente mientras caían en la cama agotados.
Ambos en silencio disfrutaban del orgasmo que acababan de obtener, el pecho de la pareja se movía en sincronía a la luz de la luna, Takao sonrió satisfecho por la entrega de amor que acababan de tener, miro a su chico que estaba apoyado en su hombro recuperándose, sin borrar la sonrisa de su rostro levanto su mano para acariciar esas hebras hermosas del tsundere.
-Mi….shin…chan…te…amo –Murmuro besando la cabellera contraria dejando un casto beso en ellas, el tirador giro encontrándose con esa hermosa mirada dilatada por el orgasmo, un pequeño sonrojo se apodero de su rostro pero correspondió la sonrisa abrazando al halcón.
-Yo…también te amo…bakao…me tienes…por…completo –Declaro besando al halcón quien se sorprendió por la lindas palabras de su hombre, respondió al beso que era suave y lleno de sentimiento dándose amor mutuo.
El tirador abandono su interior besándolo en el proceso, se siguieron besando por unos minutos cada uno buscaba el sabor ajeno, ese delicioso sabor que era la maldita droga de cada uno, sus lenguas jugaban entre ellas dándose amor con cada caricia, todo era perfecto entre ambos chicos pero el aire que es un mal invitado apareció exigiendo la separación de la pareja que se separó para recuperar el aliento quedando unidos solo por un hilo que unía sus bocas.
El halcón sonrió ante la hermosa vista que tenía, con su lengua borro ese hilo sonrojando al peliverde que lo miraba con amor.
-S…sabes…shinchan –El pelinegro subió su mano acariciando la espalda de su hombre como hacia siempre al terminar su entrega de amor- Debo confesarte que antes de despertar soñaba contigo –Confeso besándole la nariz sonrojándolo aún más- Me alegro de estar vivo para poder mirarte y darte todo el amor que siento por ti, mi tsunderima.
El peliverde competía fácilmente con el cabello del emperador al escuchar esas palabras, él también estaba feliz de estar así abrazado una vez más a ese chico que lo miraba como si fuera la cosa más valiosa en su vida, apartando la mirada sonrojado dijo.
-B…bakao –Insulto sacando una suave carcajada- Yo también me alegro de estar así contigo una vez más –Dijo sorprendiendo al halcón, se armó de valor y lo miro para seguir- Al enterarme del ataque mi corazón casi se detiene idiota, no vuelvas a preocuparme de ese modo –Se refugió en el pecho contrario- No sabría seguir si no estás a mi lado, te amo bakao nanadayo.
El halcon estaba atonito al escuchar esas palabras del chico tan tsundere que se escondia en su pecho, un calor se colo en su pecho ante tan hermosa declaración, con su mano libre levanto el rostro ajeno besando antes de que lo detuviera el tirador esa boquita tan hermosa que no dejaba de hacerlo feliz.
Y así la pareja se mantuvo acostada regalándose caricias llenas de amor y sentimiento, pero como todo momento hermoso este debe acabar ya que una enfermera paso por el pasillo no entrando a su dormitorio, pero eso hizo ponerlos en alerta saltando de la cama para prepararse.
Una vez listos el halcón exigió ir a ver el estado del cachorro, el tirador no estaba de acuerdo pero no pudo ganar a ese testarudo pelinegro que antes de salir se percató de una cosa en la cama contraria, ambos salieron para encontrarse con el grupo y así enterarse de toda la verdad.
………Fin primer extra………
Bueno acá termina el primer extra, ¿qué les pareció?, Es primera vez que escribo un lemon espero les haya gustado, mi tsunderima tan hermoso y testarudo, pero ni modo ahora deme su opinión del lemon sirvo para esto o no tengo talento para ellos, les gustaría leer más lemon cuando avancemos jeje, ok dejemos esto y sigamos al siguiente extra preparado especialmente para navidad.
………Nuestra primera navidad………
Navidad una de las festividades más esperadas por el mundo entero, donde niños y adultos disfrutan por igual en compañía de sus seres queridos, las personas como siempre inundaban las calles de las ciudades buscando un presente para sus seres queridos, parejas, hermanos, amigos, de todo se podía encontrar en las tiendas del centro de tokio que se llenaba de vida.
Esta situación era la que estaba pasando un tierno castaño que caminaba por las alborotadas calles, buscando el que sería el presente para su novio de casi un año de relación, aun se sonrojaba al recordar como iniciaron su noviazgo pero podía decir que nunca fue más feliz como ese día, ahora caminaba por las tiendas de Tokio buscando algún presente para su novio.
Estuvo buena parte de la tarde buscando por las tiendas pero nada de lo que veía lo convencía para el hombre que robo su corazón.
“Debería haber venido con Kuroko” pensó al recordar como el peliceleste se ofreció a ayudarlo, pero él quería buscarlo por sí mismo no era igual si alguien más lo ayudaba, ahora se arrepentía de no haber aceptado su ayuda, siguió caminando hasta llegar al final del centro comercial cuando ya se había dado por vencido se percató de una tienda de antigüedades al final del trayecto.
-Y si –Murmuro caminado hacia la vieja tienda que contaba con diversos aparatos antiguos, el cachorro estaba embobado por cada adorno que había en esa pequeña tienda- Que lindo –Dijo al ver un collar que era de un plateado color, con un pequeño medallón que era un hermoso dorado con matices rojos, al verlo recordó de inmediato a su león que tantas veces mostraba su doble personalidad, cosa que el cachorro amaba por igual.
Tan metido estaba en su pensamiento que no se percató el acercamiento de la dueña del local, solo hasta que esta hablo.
-Buenas tardes joven, ¿buscas un regalo para tu novia? –Pregunto asustando al cachorro pero la tierna sonrisa de la anciana lo relajo al instante- ¿Y es para tu novia? –Volvió a preguntar sonrojando al cachorro adorablemente.
-S…si –Se sonrojo ante la sonrisa de la anciana- Buscaba algo especial para regalárselo.
-Ya veo –Sonrió tomándole la mano donde estaba el collar- Este es un collar muy especial –Le informo tomando la joya- Es una antigüedad que cuenta una linda historia de amor en ella, dicen que si colocas una foto de tu pareja en ella junto a ti tu amor durara para siempre, aunque se peleen volverán a unirse ya que ambos corazón estarán unidos si no arrancas la foto en su interior.
-¿E…en serio? –Se impresiono por el mini relato de la anciana.
-Así es –Devolvió la joya al cachorro- Si tu amor es verdadero y eres correspondidos este será el mejor presente que puedas dar, el mejor regalo es ese sentimiento que ambas personas comparten, solo así funcionara la magia de este collar.
El cachorro miro el collar en sus manos y pensó en el emperador, una linda sonrisa se formó en las fines expresiones del menor que hizo a la anciana sonreír con dulzura.
-¿Cuánto vale? –Pregunto al fin decidido a regalarle ese collar a su novio, la anciana negó con la cabeza confundiendo al cachorro- ¿N…no está a la venta? –Pregunto con evidente decepción en su voz.
-No es eso –Respondió tomándole las manos- Se ve que amas a la persona que piensas regalarle eso, ¿No es cierto? –Hizo sonrojar al cachorro quien asistió apenado- Por eso te lo regalo, no necesitas pagarlo.
-P…pero –Iba a reclamar devolviéndole la joya- No puedo aceptarlo.
-Claro que puedes –Sonrió negando lo que el joven le ofrecía- Este collar es muy especial y no lo vendo a nadie, solo a la persona indicada le entrego esta joya no te preocupes este collar es tuyo, se ve que amas a la persona que se lo darás y con eso me conformo.
El cachorro trato de reclamar nuevamente, pero no dijo nada al ver la hermosa sonrisa y mirada que la anciana le daba, sonrojado respondió a la sonrisa de la señora y se acercó a abrazarla con cariño, la anciana le respondió el gesto abrazándolo cortamente.
-Muchas gracias –Dijo sonrojado por el gesto de la anciana.
-No te preocupes –Sonrió acariciando la mejilla- Espero que vengas a contarme como te fue.
-P…por supuesto –Confirmo con su sonrisa despidiéndose de la anciana feliz por el collar que tenía en sus manos.
Eran cerca de las 7 de la tarde cuando llego a casa de sus padres que no se encontraban en casa, ya que fueron a visitar a su abuelo por lado materno, pero al llegar su hermano no lo esperaba en la sala como siempre, en cambio tres chicos que siempre lo acompañaban esperaban a que el mencionado estuviera listo.
-Ohhh¡¡¡ bienvenido furitan –Yoru sonrió saludando al castaño que entro en la sala con sus compras.
-Yo-nii, shi-nii, sora-nii –Menciono el castaño con una sonrisa a ese trio que eran como sus hermanos mayores- que alegría de verlos y sato-nii – Pregunto al no ver a su amado hermano.
-Arriba arreglándose –Respondió shiba acercándose para abrazar al menor que gustoso lo recibió- Sigues igual de lindo furi y veo que no ha crecido nada, estas igual de enano que siempre –Molesto shiba al menor que hizo un tierno puchero.
-Moo, eso no es verdad shiba-nii –Frunció el ceño adorablemente- He crecido bastante o eso creo –Declaro dudando y es que en el último mes solo creció 1 cm.
-Hehehe –Rio dándole paso al dúo en su espalda de abrazar al menor.
-No le hagas caso kouchan –Sora le acaricio el cabello- Solo esta celoso porque eres adorable, cosa que con esa cara fea shiba no puede lograr, ¿o no yoru? –Miro al pelinegro a su lado que sonrió con malicia.
-Es verdad –Concordó con sora- La ultima chica salió espantada con solo verlo.
-Eso no es verdad –Se defendió shiba molesto- Fue culpa de ustedes –Siguió pero justo en ese momento Satoru entro preparado para salir.
-Estoy listo chicos –Entro con una sonrisa que se agrando al ver a su adorado hermano.
-Sato-nii aush –Se quejó y es que el mayor no dudo en darle su habitual abrazo del oso que le quitaba todo el oxígeno de su cuerpo.
-Mi lindo ko, te extrañe bebe –Dijo mientras besaba su cabellera ya desordenada, los amigos de satoru sonrieron y es que era normal ver esas muestras de cariño de su amigo hacia el menor que se revolvía sin poder escapar.
-N…n…no –Trato de decir y es que el menor no respiraba.
-Lo mataras sato –Yoru salió al rescato separando a los hermanos para que el menor respirara al fin.
-¿Lo siento, estas bien? –Pregunto preocupado pero el menor sonrió y abrazo nuevamente al mayor suavemente.
-Estoy bien sato-nii –Sonrió besándole la mejilla- Casi me matas pero estoy bien.
-Jejej lo siento, per… -No pudo terminar gracias a la alarma del menor que le anunciaba que si no salía pronto llegaría tarde a la junta con sus amigos, los cuales celebrarían navidad juntos en el departamento del tigre.
-Se me hace tarde –Dijo separándose del mayor- Los chicos me esperan.
-Debes apurarte ko, o tu novio se ira con otra –Molesto sora quien vio como el hermano del cachorro frunció el ceño, no le gustaba en nada el novio del menor aunque ya lo acepto después de conocerlo, pero eso no quitaba que sus celos aparecieran.
-Eso no es verdad –Sonrió hermosamente al trio- Sei no me haría eso –Declaro con confianza.
-Eso espero, porque si te hace sufrir ese enano me las pagara –Murmuro frunciendo el ceño sacando una hermosa carcajada del menor.
-Lo se sato-nii, pero confió en sei –Dijo para ir a su cuarto- Nos vemos chico cuiden a sato-nii.
-Por supuesto –Respondieron al unísono, el trio se quedó con el mayor que esperaba a su hermano para irse a la casa de yoru donde celebrarían navidad junto a la familia de este, al estar listo caminaron junto hasta donde se separaron para cada uno ir a su destino.
Kouki caminaba con rapidez al lugar donde se juntaría con su novio, sus manos estaban cargadas de regalos para sus amigos y uno en especial para su chico, solo tardo unos 10 minutos hasta que llego al fin al lugar donde un pelirrojo esperaba apoyado en su auto.
-Sei –Grito corriendo hacia ese pelirrojo que al verlo sonrió hermosamente, se acercó para ayudar a su chico con las bolsas, no sin antes dejar un dulce beso en la mejilla contraria- Siento la demora –Se disculpó sonrojado por el beso de su novio.
-No te preocupes, acabo de llegar –Le entrego las bolsas a su chofer que las metió a la maleta- Te vez hermoso mi cachorro –Dijo acercándose para recibir correctamente a su hombre, con un beso en los labios que era respondido gustosamente por el cachorro.
-S…sei…te extrañe –Declaro al terminar el beso, el emperador junto sus frentes en un dulce gesto.
-Yo también te extrañe, no sabes cuando esperaba este dia kou –Beso la frente del menor antes de separarse tomando la mano contraria- Vamos, nos esperan.
-Vamos –Acepto metiéndose ambos en el auto del emperador que los llevaría al departamento del tigre.
En el trayecto la pareja disfruto de la compañía del otro, ambos contaban lo que hicieron las dos semanas en las que estuvieron separados y es que aunque se hablaban a diario por teléfono no era lo mismo estando juntos, aprovecharon cada segundo para regalarse caricias y muchos besos poniéndose al día en todo, cuando llegaron eran cerca de las 9 de la noche.
-Llegamos justo a la hora –Dijo el cachorro bajando del auto de su novio, quien no demoro en tomar su mano.
-Te dije que llegaríamos a tiempo, kou sabes que nunca llego tarde a nada –El emperador acaricio la mejilla contraria.
-Lo sé –Disfruto de la caricia de su novio le brindaba a su piel.
-Akashi-sama, las bolsas están listas –El chofer del emperador tenía sus manos llenas de regalos quedando solo con un pedazo de cara visible.
-Eren-san, déjeme lo ayudo –el cachorro se acercó tomando algunos regalos, el pelirrojo copio su acción y entre los tres llevaron la lluvia de regalos al departamento del tigre, como pudo el cachorro toco el timbre agradeciendo que el tigre no se demorara en abrir.
-Chicos los ayudo –Dijo entrando con algunas bosas que le quito al cachorro, quien entro seguido por el dúo.
-Gracias kagami –Kouki entro y vio que todos sus amigos estaban en la sala- Hola chicos –Saludo a los presentes que le devolvieron el saludo acercándose algunos de la Kiseki quien rodeo de inmediato al cachorro saludándolo con cariño.
-Llegaron justo chihuahua –Desordeno el cabello del menor.
-Lo siento –Sonrió pero antes de que dijera más sintió como era abrazado por la espalda, al levantar la mirada se encontró con el pelimorado.
-Furichin bienvenido, toma te guarde esto –Le dijo alzándole una paleta de rojo color.
-Muchas gracias Murisakibara-san –Tomo el caramelo que era uno de sus favoritos.
-Vamos furicchi, la fiesta está por comenzar siéntate a mi lado –El rubio lo tomo de la mano, cosa que el emperador no le gustó nada de tantas atenciones que le daban a su chico, antes de que alguien más se acercara a su novio cruzo sus brazos y dijo.
-Chicos –Llamo la atención de sus ex compañeros- Agradecería que me devolvieran a mi kou, ¿sí? –Sonrió congelando al trio que se alejaron del cachorro de inmediato, kouki vio la reacción del trio y sonrió acercándose a su novio.
-Vamos sei, no te pongas celoso –Le pidió dándole un beso en la mejilla apaciguando la molestia del emperador.
-Ya basta de tanto amor –Kagami como siempre rompía el momento- La comida esta lista, comencemos la fiesta.
-Siiii –Gritaron al unísono todos juntos.
La comida comenzó a llenar la mesa, donde todos se acomodaron para dar inicio a la velada, todo desaparecía con rapidez y las risas no se hicieron esperar siendo protagonistas en toda la velada, cuando todos estuvieron satisfechos y los platos vacíos kise se levantó.
-Es hora de jugar –Anuncio con emoción.
-Ohh esto se pondrá bueno –Apoyo Takao la propuesta del rubio, sin esperar todos se sentaron en sus puestos poniendo una botella en el centro de todo, kise hizo girar la botella iniciando el juego de verdad o reto que fue elegido por mayoría, el primero en ser víctima fue el tigre.
-Kagamicchi, ¿verdad o reto? –Pregunto con una maliciosa mirada, el tigre trago en seco pero no se hecho para tras, claro que no.
-Verdad –Respondió sin duda.
-Heheh, esto me gusta, responde ¿Cuál es el lugar que más raro donde haz tenido relaciones con Kurokocchi? –Pregunto con malicia haciendo sonrojar al dúo en mención, los demás sonrieron por la bomba que les lanzo el rubio que no tuvo piedad.
-Kise-kun –El peliceleste miro con enojo al rubio quien sonrió sin asustarse.
-Vamos bakagami responde –Apuro el moreno y es que le dio curiosidad esa pregunta tan interesante.
-E…en el ascensor –Respondió sonrojado el tigre compitiendo fácilmente con el pelo del emperador.
-¿Queeee? –Todos no esperaban esa respuesta.
-Bro en el ascensor –Himuro no aguantaba la risa de la reacción del tigre.
-Wooo tetsu me sorprendes –La pantera miro al chico sombra que no pudo mantener su póker face sonrojándose de la vergüenza.
Estuvieron soportando las bromas cerca de un minuto donde no tuvieron piedad con la pareja que deseaba enterrarse de la vergüenza.
-Ya chicos –El emperador apiadándose de las bromas del grupo puso orden- Taiga te toca.
-Kise esta me la pagas –Murmuro haciendo girar la botella, que llego a Takao quien sonrió divertido- Takao ¿Verdad o reto?
-Jeje verdad, vamos kagami ponme uno interesante –Pidió con una sonrisa zorruna.
-Está bien –Dijo recuperándose de la vergüenza, si él estuvo en esa situación los demás igual- ¿Cuál es lo más extraño que haz usado con Midorima en la intimidad?
-Eso es fácil –Se apoyó en sus piernas- Lo más raro que me ha hecho usar es un traje de gótica que tenía guardado, las medias de ese traje picaban mucho.
-B..bakao, cállate –Grito sonrojado el tirador, quien miro mal a su pareja por revelar esas cosas.
-Pero porque si me han preguntado, shinchan vamos lo disfrutaste –Dijo como si nada.
-S..shintaro –Akashi no pensaba que su amigo tuviera esos fetiches.
-No es lo que piensan, bakao lo uso –Se defendió y es que no podía de la vergüenza.
-¿Pero tú me pediste, no te acuerdas? –Dijo con inocencia acabando con el grupo, que no pudiendo aguantar se largaron a reír de la situación.
-De gótica –Kise se apretaba el estómago- Midorimacchi no sabía que te gustaban las góticas.
-E…es…en serio –Taiga se reía acostándose en el suelo, Midorima estaba más que apenado y lo único que pudo hacer fue golpear al halcón por ser tan tonto.
-Es suficiente –otra vez el emperador puso orden- Dejando de lado el gusto de shintarou sigamos el juego, Takao te toca.
-Okok –Tomo la botella haciéndola girar cayendo en el cachorro que se sonrojo de sobremanera ante la mirada del halcón.
-Vamos Kouchan, ¿Verdad o reto? –Pregunto con un tono que lo hizo congelarse, todos esperaban la respuesta.
-R…reto –Dijo tragando en seco y es que no deseaba pasar vergüenza como las anteriores personas.
-Esto me gusta –Se apretó las manos- Veamos…mmmmm……debes darle un beso intenso de dos minutos a…… -Miro a su alrededor pero no pudo seguir al sentir la mirada del emperador sobre el dejándole claro que fuera él o se diera por muerto- Akachan –Termino tragando en seco.
-Y…yo… –Se sonrojo ante el reto impuesto, los demás sonreían y es que la cara de su compañero era muy tierna con sus mejillas sonrojadas.
El emperador a su lado sonrió mirando a su chico que apenado lo miraba de reojo.
-Vamos kouchan, comete al emperador –Animo Takao sacando una sonrisa por lo delicado de la porra.
-Kou –Sei tomo la mano de su novio- Estoy esperando –Declaro y es que su chico se veía precioso a su vista por lo que gustoso quería ese beso.
-E…esta bien –Se giró para mirar a su pareja y tomar su mejilla, el emperador no aparto la mirada y sonrió ante lo nervioso que estaba su cachorro.
Con vergüenza el cachorro se acercó a los labios ajenos, su rostro estaba caliente de lo rojo que estaba, cerro sus ojos al momento que sus labios tocaron los suaves labios de su novio.
El beso comenzó y el emperador como siempre tomaba el control del beso, los chicos gritaban animando a la pareja mientras que Takao tomaba el tiempo.
-30 segundos –Anuncio entre los gritos de sus amigos que no se dejaban de gritar.
El cachorro estaba de muerte la lengua de su novio no tenía consideración y se apoderaba de su boca por completo, no supo en que momento pero las manos de su chico se alojaron en su cadera mandándole una rica sensación por todo su cuerpo.
-Listo –Grito el halcón entre la bulla de sus amigos, todos aplaudieron pero el emperador se separó dejando un casto beso en la boca de su novio que avergonzado se escondió en su cuello.
El siguiente juego comenzó de inmediato, ya que la clara mirada del emperador no los dejaba molesta al menor, furi tomo la botella haciéndola girar parando esta en Hyuga quien no estaba muy feliz.
-¿Verdad o reto? Hyuga-sempai –Pregunto un aun sonrojado castaño.
-Reto –Pidió sin dudarlo, no deseaba ventilar su vida para ser molestado.
-Ok, chúpale la oreja al jugador que está a tu izquierda –Dijo con una sonrisa y es que el que estaba a su izquierda era teppei quien abrió los ojos sorprendido.
-Ni lo sueñes otro reto –Grito sonrojado y es que como se le ocurría pedir eso a él.
-No puedes cambiar el reto, hyuga.chan –Takao se apretaba el estómago de las ganas de reír- Las reglas del juego son así, lame al oreja de teppei.chan.
-Vamos capitán –Animo el tigre y es que la cara de su capitán no podía ser mejor.
-Chicos esta me la pagan –Amenazo a cada uno de los presentes, con furia miro a su compañero de equipo quien sonreía esperando que cumpliera el reto, sonrojado a mas no poder de la furia que sentía se arrodillo tomando la cabeza con una extrema violencia dejando al castaño con torticolis, se acercó y lamio con fuerza la oreja del mayor que no se quejó por la tierna caricia que le daba su compañero.
-Esoooo –Gritaron cuando termino, teppei se sobaba el cuello mientras un huraño pelinegro se sentaba avergonzado de lo sucedido.
-ME TOCA –Grito tomando la botella, todos tomaron su lugar y la botella comenzó a girar parando en la entrenadora de Seirin- ¿Riko, verdad o reto? –Pregunto con el ceño fruncido, la chica alzo la ceja ante el tono del tirador pero lo paso por alto.
-Reto –Dijo sin dudar.
-Desde el balcón canta la última canción que escuchaste a todo pulmón –Reto y es que la voz de la entrenadora era todo menos apta para el oído ajeno.
Riko se levantó y abrió la ventana que daba al balcón, el dúo cómico la siguió preparando el celular para grabar el reto, riko tomo aire y comenzó a cantar, la gente que pasaba por la calle se tapaba los oídos de la espantosa voz que le rebanaba los sesos, los chicos en el departamento hacían lo mismo esperando que acabara el reto, cosa que sucedió al minuto de comenzar.
-Listo –Anuncio la chica entrando otra vez en el departamento, todos estaban con una gota en su frente agradeciendo salir vivos esta vez- Me toca –Se sentó tomando la botella haciéndola girar cayendo en la próxima víctima, los retos siguieron apareciendo teniendo a un peliverde lamiendo frente a todos el pies de su novio, a un murasakibara que tuvo que comerse una tarta entera que estaba embarrada en el cuerpo de su novio que sonrojado acepto el reto, a un teppei que besaba al tirador de Seirin de forma esquimal y muchas más.
La botella siguió girando hasta bien entrada la noche pero la hora de abrir los regalos llego así que todos detuvieron el buen juego que pasaban para concentrarse en lo que lo llevo a unirse en esa noche.
-Es hora –Grito el rubio- A los regalos –Se levantó para ir a su gran bolso todos siguieron su ejemplo y fueron por los obsequios, cada uno tenía un pequeño montón a su lado siendo las parejas las protagonistas de todo esto.
Kagami recibió de su tigre un hermoso bolso bordado especialmente para el, en su interior estaba las zapatillas que deseaba hace mucho tiempo, emocionado tomo a su novio a vista de todos y le dio un beso de película que fue más que aceptado por la sombra.
-Gracias me encanto Kuroko –Beso ambas mejillas de su chico- Esto es para ti –Le entrego su obsequio que era nada más que la saga completa de su libro favorito firmada por su autor, además de un cupón para un año de malteadas de vainilla, Kuroko sonrió con cariño dejándole un beso al tigre que abrazo a su sombra.
Al otro lado Midorima le entrego su regalo al halcón quien al verlo sonrió con cariño por lo sonrojado que estaba, saco de la bolsa el suyo dándole a su paso un suave beso al peliverde que sonrojado aparto la mirada pero le tomo la mano en muestra de cariño.
En la otra esquina se encontraba un titán muy amoroso comiéndose literalmente a su novio después de recibir una gran caja de dulces preparadas especialmente para el de su sensual chico, además de una playera que deseaba hace mucho dejándolo incapaz de quedarse quieto comiéndose a himuro que gustoso acepto a su niño.
Todo era hermoso, la compañía de las personas queridas y las risas de todos daban el toque perfecto a la pareja que queriendo algo más de intimidad se alejaron apoderándose del balcón, ambos chicos se daban un tierno beso a la luz de la luna profesándose el amor que sentía por el otro.
Se separaron cuando el aire fue necesario, ambas miradas se encontraron y el emperador unió su frente con la de ese chico que cambio su vida.
-Te amo kouki –Beso castamente a su cachorro separándose.
-Yo igual –Sonrió hermosamente, su cuerpo recibía el cálido calor que le proporcionaba ese loco emperador, miro a su pareja con cariño- Esta es nuestra primera navidad juntos, no podía ser mas perfecta sei.
-Digo lo mismo, cambiaste mi vida desde el momento que te conocí –Acaricio la mejilla de su novio- Gracias por aceptarme como soy kouki, te amo mi cachorro.
Pasaron unos minutos dándose mimos y profesándose palabras de amor donde solo la luna era testigo de esta entrega, con cuidado el emperador se separó de su hombre sacando de su bolsillo el regalo que tenía para su pequeño cachorro.
-Toma, es para ti –Le dejo una pequeña caja en la mano contraria- Feliz navidad kouki -beso la frente contraria.
-También tengo algo para ti –El castaño saco el obsequio que tenía para el emperador, con miedo lo dejo sobre su mano- E…espero que te guste –Aparto la mirada de lo nervioso que estaba, el emperador al ver la reacción de su cachorro sonrió con dulzura, con su mano libre atrajo la mirada del contrario uniendo sus frentes.
-Cualquier cosa que me des me gustara mi kou, de eso no dudes –Dijo tranquilizándolo.
-P…pero no es tan caro, yo… –No termino de hablar al sentir el dedo de su chico en sus labios.
-Shiiii, me importa más que lo eligieras con amor a que sea algo caro o de marca –beso su frente- Vamos a verlo –Sonrió abriendo el paquete que su chico le dio.
El cachorro estaba ansioso esperando la reacción de su novio que al sacar el collar lo observo encontrándolo elegante y muy de su gusto, vio que por un costado tenía un medallón que se abría hallando en su interior dos fotos, ambas de los dos que se tomaron en las diversas citas que fueron.
-Me gusta –Dijo al fin logrando que el nudo en el pecho del cachorro se aflojara- Me gusta mucho, gracias kou lo llevare siempre.
-¿De verdad? –Pregunto confirmándole el emperador con la mirada que estaba encantado, el cachorro respiro aliviado y sonrió hermosamente- Me alegro, la anciana que lo tenía me dijo que este collar es muy valioso, ya que si colocas la foto de la persona que amas dentro este collar hará que estén por siempre juntos, no importa lo que suceda ambos corazones buscaran a su mitad, por eso quise dártelo, para demostrarte que mi amor por ti va más allá de lo que puedes imaginarte.
Akashi que escuchaba las palabras de su novio sintió como su corazón bombardeaba de alegría, ese sonrojo hermoso en las calidad fracciones de su chico le daban la vista que siempre deseaba ver, sin dudarlo beso con delicadeza a su hombre trasmitiéndole todo el amor que sentía, sabía que ese momento era único y él se encargaría de hacer que esas palabras dichas por el castaño se cumpliera, el amor de ambos era tanto que estarían juntos toda la vida de eso se encargaría el.
-Feliz navidad mi cachorro-
-Feliz navidad sei –Se dijeron uniéndose en un dulce beso que alegro ambos corazones.
Los chicos en el departamento veían con alegría la escena, la noche era larga y la fiesta estaba en su apogeo, todos se quedaron esa noche en el departamento del tigre terminando así la mejor navidad de todos, en compañía de sus amigos y las personas queridas.
………Fin segundo extra………