En el barrio Gion, minutos antes de la llegada de los Kurosawa, Sawada miraba su reloj de manera compulsiva, ya habían pasado más de 7 horas desde que los hombres más temidos del clan se fueron y aún no regresaban a cumplir su amenaza.
En todo momento Saiki le brindaba palabras de aliento a su jefe quien poco a poco fue creyendo en ellas; ingenuamente pensó que ya habían atrapado a Shogo y que se habían olvidado de ellos, pero al escuchar la puerta abrirse con violencia hizo saltar a su ya acelerado corazón.
-¿Pero qué? – Miró justo a tiempo que sus peores miedos se volverían realidad; Takumi quien, en compañía de Kudo, entró a la guarida con sola una intensión en mente: su completa aniquilación.
-“Es nuestro fin”- Pensó Sawada al ver como los miembros del clan más temido del mundo se abalanzaban sobre sus hombres, quienes sin tiempo para defenderse por la sorpresiva intromisión fueron cayendo uno a uno.
……………
No muy lejos de ahí la situación para cierto grupo no era diferente, la banda de Makoto que ahora estaba separada de su líder caminaban con miedo por el largo pasillo llegando a los minutos al cuarto más apartado de la gran casona.
-Hemos llegado –Fuwa abrió la puerta para encarar a los bastardos que lastimaron a su jefe y amigos con una sonrisa que helaba la sangre de cualquiera y dijo: “Sean bienvenidos al cuarto donde pasarán el resto de su corta vida, porque de aquí no saldrán vivos, de eso me encargaré yo”; terminó viendo como sus palabras causaban un temblor en esos chicos que solo podían rogar que su líder los salvara una vez más de una muerte casi segura.
Sin delicadeza los miembros que escoltaban a la banda lanzaron al grupo hacia el interior del cuarto cerrando la puerta con seguro, dejando congelados a los pobres chicos que yacían en el suelo rogando con ver nuevamente la luz del sol.
……………
Mientras en esa misma casona, en el cuarto de la felicidad, los amigos de Satoru observaban como Haizaki sufría el mismo infierno en manos de su castaño amigo.
-HIJO…DE...PUTA –Gritó el peliblanco que se negaba a rogar por su vida a pesar de que su interior estaba siendo literalmente destrozado, el intenso dolor no se comparaba a nada de lo sufrido hasta ahora por manos de los sádicos- ¡¡¡D…D…DETEN…AHGGGG!!!
-Cuando mi Ko te pidió lo mismo tu ignoraste sus ruegos –Satoru sacó nuevamente su juguete que provocó un nuevo charco de sangre- con tus asquerosas manos te atreviste a tocar a mi hermoso hermano, osaste dañar a una de las personas más importantes de mi vida, ahora aprenderás que con nosotros no se juega. Te haré lo mismo que planeabas hacerle a mi Ko -Y terminó metiendo nuevamente el aparato sacando gritos de dolor que no podía contener el peliblanco.
El cuarteto veía como la sangre bajaba, formando un charco de sangre que se ampliaba cada vez más; preocupados intercambiaron miradas ya que a pesar de mantener un semblante serio y frío, el cuarteto se dio cuenta de que los recuerdos del pasado atormentaban al chico de castaña cabellera, aunque no era el único, puesto que dos de los cuatro chicos sufrieron en carne propia lo mismo en el pasado.
-Creo que es suficiente –Murmuró Lyon que no soportó más que ese chico ensuciara sus manos con la escoria que tenía delante, pero antes de que interviniera fue Naru quien le quitó el aparato de las manos a Satoru sorprendiéndolo.
-Es suficiente, Torutan –Sonrió ante la expresión del mayor por la repentina acción- Nosotros también queremos cobrar cuentas con este bastardo, si sigues así no nos dejarás nada –Exclamó haciendo un puchero.
-Naru…–
-La rubia oxigenada tiene razón – Lyon se acercó al trío que sonreía por la sorpresa en el rostro de su amigo calmando el ambiente- Me está quitando mi trabajo Satoru-sama, ya suficiente tengo con ese rubio descerebrado como para que usted también me quite la diversión.
-Chicos –El castaño miró a sus amigos quienes asintieron apoyando a los sádicos, bajó su mirada encontrando sus manos con varios rastros de sangre en ellas, con un suspiro volvió la vista al cuarteto- Lo siento –Sonrió con culpa y algo de dolor que fue percibido por el grupo.
-No te preocupes -dijo Shiba acercándose a tocar el hombro contrario- Ahora como prometiste te irás con los amigos de Furi, deben estar al borde del colapso por no saber de nosotros –comentó con una sonrisa contagiando al castaño que agradeció esas palabras y el apoyo.
-Es verdad –Miró el cuerpo de Haizaki que ya no tenía fuerzas para nada después del infierno vivido en sus manos, su ano estaba destrozado y la sangre no parada de florecer de su interior, estuvo unos momentos observándolo hasta que sintió como su hombro fue apretado llamando su atención.
-Ya vete – Shiba lo arrastró a la puerta, no podía ver más esa expresión en el castaño- Pero antes cámbiate de ropa o asustarás a los amigos de Furi – dijo divertido sacándole una sonrisa al mayor que al ver cerrarse la puerta no tuvo más opción que ir a su cuarto (Si tiene uno en la casona al igual que el dúo xD).
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(Este es el juguete usado por satoru)
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Al cerrarse la puerta el peliblanco pensó que al fin su infierno había terminado, pero el destino es justo y cobra todo con intereses.
-Bueno – Lyon sonrió con malicia acabando con el ambiente que se había formado- Ahora es nuestro turno de jugar –Miró al trío que veía el cuerpo del bastardo que tanto ha lastimado a su querido amigo destrozado literalmente.
El peliblanco al escucharlo se tensó y solo un pensamiento vino a su mente “¿Qué más me harán estos hijos de puta?” pero no tuvo tiempo para pensar al sentir el juguete que Sora había escogido.
……………
En la habitación de Yoru un tenso ambiente se formó ya que los hombres del mencionado vigilaban cada movimiento de Makoto mientras Yoru se refrescaba en el baño a espera de que Hayato trajera a sus amigos.
-“Al fin”- Yoru miró su reflejo bajando la toalla que secaba su cara -“Al fin una pista para encontrar a esos bastardos”- apretó la toalla con rabia ya que desde que conoció a sus amigos todos tenían un propósito en común, terminar con los fantasmas del pasado que aún atormentaban a uno de los suyos.
Con decisión dejo la prenda en la cómoda y salió para reunirse con el chico que por su propia seguridad le entregará información correcta de lo que más deseaba descubrir o el mismo se encargaría de demostrarle que jugar con el no era la mejor elección del mundo.
…………………
En la mansión Akashi, Seijuro se encontraba apoyado en la mesa de su recámara evitando caerse por el intenso dolor en su cabeza, su contraparte estaba forzando la salida y todo por culpa de las asquerosas palabras escupidas por su padre.
“¡DEJA QUE TERMINE DE UNA VEZ CON ESE MALNACIDO, SE ATREVE A MOFARSE DE LASTIMAR A MI KOUKI Y TÚ ME PIDES QUE ME CALME!”
-Debes hacerlo – murmuró apretando su cabeza- no puedes tirar por la borda todo mi trabajo, el tiempo está contado para destruirlo, solo aguarda un poco más-
“¿QUE AGUARDE?, LLEVAS DICIENDO ESO DESDE QUE APARECISTE, SABÍA QUE NO ESTABAS CAPACITADO PARA MANEJAR LA SITUACIÓN, DEJA QUE TOME EL CONTROL DE UNA MALDITA VEZ Y QUÉDATE EN LAS SOMBRAS OBSERVANDO COMO TRIUNFO DESTRUYENDO A ESA ESCORIA”.
“Ya tuviste tu oportunidad y fallaste, tu soberbia te hizo causar todo esto así que no vengas a decirme nada, el responsable estaba cerca de ti y no fuiste capaz de notarlo”.
“¿Q…QUÉ DIJISTE…?”
“LO QUE ESCUCHASTE, AHORA YO ESTOY AL MANDO Y NO PERMITIRÉ QUE NUEVAMENTE ARRUINES TODO, EL PLAN ESTA EN MARCHA Y EL PROPIO MASAOMI PUSO LA FECHA DE SU EJECUCIÓN, SOLO TIENES QUE ESPERAR Y DISFRUTAR DE LA FUNCIÓN SIN ENTROMETERTE, ¿QUEDÓ CLARO?”, determinó golpeando la mesa dejando callado a su álter ego que no pudo responder, ya que el tal esperado mensaje llegó al fin al móvil del emperador.
Con rapidez sacó el aparato para encontrar la última pieza de su venganza, eso hizo que sus palabras se reforzaran y su némesis calmara su furia y con una sonrisa maliciosa leyó el siguiente mensaje:
Akashi-sama:
Todos los documentos están en orden, desde ahora es oficialmente dueño de las empresas Tsuki y todo los bienes están a su nombre, además de que según las clausuras impuestas en el contrato prenupcial se hicieron validas dejando el paso libre para su actuar.
Adjunto el título de propiedad y los documentos involucrados para su revisión.
Sin otro particular se despide,
Kaito S.
“Todo está listo”,pensó Seijuro encendiendo su laptop, ya sin el intenso dolor producido por su némesis… “Querido padre, los días están contados para ti”,pensó apretando el botón de enviar que daba el permiso para que su hombre terminara la cruel venganza que tenía preparada.
…………
En la casona de los Kurosawa los gritos que al inicio eran intensos ahora solo eran escasamente audibles y no por que dejaran tranquilo el cuerpo de Haizaki, sino porque Lyon, harto de escuchar tanta basura de los podridos labios del peliplata, procedió a meterle un embudo hasta el final de su garganta, para después inyectar pequeñas cantidades de un ácido especialmente preparado por el propio Lyon, cabe decir que el grito lanzado fue callado a los segundos dejando que el silencio reinara en la sala.
-Ya no es divertido lastimarte – Naru miraba con asco el cuerpo del peliplata que estaba cubierto por una gruesa capa de sangre y piel que colgaba por todos lados -Creo que es hora de terminar con él, ¿no crees ojos caídos? – preguntó mirando al trío que al igual que la rubia tenía una mueca de asco por el repulsivo cuerpo delante de ellos.
-Yo le daré el golpe final – anunció Lyon sacando una jeringa, pero antes de que pudiera realizar lo que tenía en mente, la puerta fue abierta sorprendiendo a los chicos que giraron al mismo tiempo encontrándose con Hayato.
-¿H…Hayatan? – Naru se sorprendió ante la inesperada visita, Hayato entró estudiando la sala por completo sin cambiar su seria expresión, cosa que puso en alerta al cuarteto.
-¿Sucedió algo? –Shiba se acercó al hombre más temido de los Kurosawa, quien, fijando su vista en Shiba, cerró la puerta.
-Así es– miró el último rincón pero no observó al chico de castaños cabellos- Pero primero, ¿Dónde se encuentra Satoru - sama?
-Sato fue a la habitación de los chicos que vinieron con nosotros, ¿por qué?– dijo Sora informando con rapidez.
-Menos mal – Haya pasó su mano por cuello- Yo-san me pidió que los llevara a su cuarto, al parecer Hanamiya Makoto sabe algo que a ustedes les interesaría conocer –fijó su vista en el moribundo cuerpo de Shogo- están a punto de terminar, Lyon te puedes encargar del resto necesito urgente llevarlos al cuarto de Yo - san.-
-Claro no te preocupes– Lyon se giró al trío -Yo me encargo, vayan a ver qué es eso tan valioso para que ese bastardo solicite tanta atención.
-Está bien– Sora dejó su juguete en la mesa al igual que el dúo -Lyon te dejamos el resto.-
-Cuenten conmigo -dijo sonriendo con malicia- me encargaré de que muera dolorosamente, eso no lo duden.-
Con esto el trío siguió al peliblanco que los llevaría donde Hanamiya Makoto tenía una información que desde hace mucho deseaban conocer.
…………
En el hospital las enfermeras estaban vueltas locas por la ayuda de ambos chicos que sin duda animaban a los pacientes con sus chistes y bromas, causaron tal alboroto que ya eran conocidos por todo el sector este del hospital llegando los rumores a oídos de Reo y Midorima que al instante corrieron para ver que hacían sus locos amigos.
Nash al quedar solo con el castaño lo observó unos minutos mientras que sus pensamientos volaban a todos los sucesos en los que se vio involucrado por culpa de su ahora compañero, se movió un poco alcanzando el libro que anteriormente leía pero al volver a su posición original un fuerte dolor recorrió su cuerpo.
-Mierda -Estiró su pierna que resentida se acalambró y con rapidez frotó la parte afectada tratando de bajar el dolor que sentía pero este no cesaba en nada.
-That stupid monkey (Ese estúpido mono) -Exclamó con odio hacia al bastardo que causó que sus lesiones empeoraran- I hope you’re suffering, otherwise, I will take care of you, (Espero que sufras o de lo contrario yo me encargare de ti) -Determinó ya que no solo tenía cuentas pendientes por sus lesiones, sino que inconscientemente debía regresarle el sufrimiento que su compañero pasó en sus manos.
Antes de que pudiera seguir la paz que reinaba en su cuarto que solo era interrumpida por el sonido de las máquinas de signos vitales, la puerta se abrió dando paso a un chico moreno de gran contextura.
El rubio al verlo alzo una ceja ya que no sabía que ese bastardo estaba en Japón, volvió a acomodarse antes de hablar.
-It has been so long (Tanto tiempo) -Dijo arreglando su cabello- When did you arrive to Japan? (¿Cuándo llegaste a Japón?)
-Those are ways to receive me? (Esas son formas de recibirme) -Sonrió el moreno cerrando la puerta- You haven’t changed at all Nash, we meet again with you in a hospital (Veo que no has cambiado Nash, mira que nos volvemos a encontrar contigo en el hospital).
Ambos sonrieron y chocaron sus manos, aunque se decían cosas idiotas, confiaban en el otro sin dudar.
…………………
Hayato en compañía del trío entró al cuarto de un Yoru que los esperaba ansioso, el grupo al ver la cara de su amigo confirmaron lo que Hayato les dijo y su vista se fijó en ese pelinegro que tragó nervioso.
-¿Tú eres Hanamiya Makoto? –Naru se acercó al mismo tiempo que los hombres de Yoru salían, dejándolos a solas con el pelinegro.
Makoto se levantó sin titubear.
-Así es–
-Ahora que estamos todos –Yoru tomó la palabra- puedes repetir lo que me dijiste minutos antes, te advierto que si es mentira es el momento de retractarte, por qué si eres inteligente no jugarás con un tema tan delicado para nosotros.
-Yoru, ¿de qué estás hablando? –Shiba ya no daba de la intriga, Hayato les adelantó algo pero no tenía clara la información.
-Que te lo diga él –Señaló al pelinegro que tomando un respiro se propuso a hablar ante la atenta mirada del cuarteto.
-Tengo información que se buscan hace años, esto es…
Continuará…
