Un castaño caminaba hacia el dormitorio que siempre utilizaba cuando visitaba a Yoru en la mansión Kurosawa, necesitaba cambiar sus ropas antes de ir con los amigos de su hermano y también algo de tiempo a solas para despejar su mente. Al llegar a la recámara fue de inmediato a lavar sus manos repletas de sangre que se impregnaron en el proceso de tortura hacia el hijo de puta que lastimó a su Ko.
Mientras caía el agua y, sin poder evitarlo, algunos recuerdos que aún conservaba de su pasado acudían a su mente, sabía el dolor que causaba el juguete que utilizó en Shogo ya que ese mismo aparato fue uno de los más utilizados en su cuerpo años atrás.
“Satoru, olvídalo ya es parte del pasado, ahora solo importa Ko y que el bastardo recibió su merecido, así que olvídalo”, pensó apretando la toalla contra su cara, pero las imágenes se negaban a desaparecer.
……Recuerdo……
-¡DETENTE MALDITO! – gritaba un Shiba de 10 años de edad, su garganta dolía pero más era el dolor de ver como su castaño amigo era torturado frete a sus propios ojos sin poder hacer nada- ¡DEJA A SATO EN PAZ!
-¡LO VAS A MATAR, BASTA TE LO SUPLICO! –Sora a su lado gritaba de igual manera, las lágrimas de impotencia caían por sus mejillas- DETENTE, POR FAVOR, ÚSANOS A NOSOTROS PERO DÉJALO, TE LO RUEGO.
Satoru escuchaba los ruegos de sus amigos y solo pedía que salieran bien de ese infierno en el que se vieron involucrados por defenderlo, se sentía culpable ya que era a él a quien buscaban, pero sus leales amigos no dudaron en protegerlo llevándolos a la situación actual, donde era su cuerpo el que estaba siendo torturado delante del dúo que, horrorizados, solo observaban la escena.
-Tus amigos no dejan de pedir por ti –murmuró el bastardo que sacaba ese aparato de su interior causando un horrible dolor que recorrió su pequeño cuerpo- ¿debería dejarlos unirse al juego? –preguntó al cuerpo deshecho del infante que respiraba agitadamente.
Satoru al escucharlo se alarmó y como pudo reunió sus fuerzas para mirar al hombre detrás suyo que sonreía esperando su respuesta.
-N…no…los –Escupió la sangre que se filtraba en su boca ahogándolo- toques…ufff…haz…lo…que…qui…eras…conmigo… –jadeó con dificultad- p…pero…te…lo…suplico –tragó la escasa sangre que quedó en su boca- no…los…las…ti…mes –rogó con lágrimas en sus hermosos ojos, ya que era lo único que pediría porque no podría soportar que sus amigos salieran lastimados por su culpa, ya bastante han sufrido por involucrarse con alguien como él.
El hombre al escucharlo sonrió sádicamente, ese chiquillo cada vez lo impresionaba más por su valentía frente a lo que le estaba sucediendo, así que en un gesto de simpatía cumpliría con su única petición.
-Está bien –tomó uno de sus aparatos favoritos de la mesa- por tu valentía dejaré a tus amigos tranquilos, pero tu pagarás por ellos con tu cuerpo -y se acercó para continuar con el trabajo de tortura hacia el pequeño castaño que soportaría todo con tal de que no lastimaran a los suyos.
-¡DETENTE! –gritaron al unísono los pequeños infantes al ver como su castaño era nuevamente atacado sin piedad, las lágrimas no paraban de correr por sus mejillas mientras que sus muñecas se lastimaban cada vez más al tratar de liberarse.
……Fin del recuerdo……
El sudor cubrió su cuerpo ante el intenso recuerdo que vino a su mente y todo por culpa de ese artefacto que minutos antes había estado en sus manos, con rapidez abrió el grifo metiendo su cabeza y así sacar esas ideas de su mente, no podía mostrar debilidad, sobre todo ahora que su hermano aún se encontraba en manos de Morfeo.
“Satoru no puedes preocupar a tus amigos, olvida todo y recomponte” Se regañaba internamente y con decisión sacó su cabeza mirando su semblante que, con gran esfuerzo recompuso, secó con rapidez su rostro saliendo del baño y así, a los 10 minutos, estaba afuera de su dormitorio con el fin de avisarle a los amigos de su Ko que lamentablemente no podrían visitar al peli plata.
……………
En el hospital Nash se encontraba conversando con su inesperado invitado que no dejaba de mandar miradas a su compañero de cuarto, cosa que al rubio por alguna razón le molestó.
-Could you stop looking at him? (Puedes dejar de mirarlo) -pidió algo molesto ya que conocía esa mirada que tenía el rostro del moreno, mirada que por alguna razón le molestaba de sobremanera- I thought you like women (Pensé que te venían las mujeres, Jason.)
El moreno sonrió abiertamente ya que desde que supo que su rubio amigo estaba en el hospital no dudo en visitarlo y grande fue su sorpresa al enterarse del ataque en el que se vio involucrado y ahora para rematar compartía la habitación con el causante de que sus lesiones empeoraran.
Conocía muy bien al “MAGO” como era apodado por los suyos y la excusa que le dio de que debían estar juntos obligados por seguridad de ambos le pareció completamente estúpida.
“Desde cuando al mago el chico más conocido por su gente, el tan respetado y temido rubio le obligaban a realizar algo, ni en el fin del mundo obligarían a Nash Gold Jr. a realizar algo en contra de su voluntad”.
Jason estaba a punto de burlarse por la clara actitud de su compañero, pero antes de que pudiera hablar la puerta fue abierta dando paso a 4 chicos que atrajeron la mirada del dúo.
-Mooo, Shin-chan no fue nuestra culpa –Dijo un halcón entrando y sobándose la cabeza por el lindo cariñito que su novio le dio.
-Claro que lo es Bakao –Midorima arregló sus lentes aún molesto por el caos que causaron esos dos en menos de 4 horas.
-No es cierto –Kise hizo un puchero ofendido, no era culpa de ellos que las pacientes trataran poco menos de violarlo cuando hicieron la danza del vientre- perdimos la apuesta y debíamos cumplir-
-Tengo todo grabado –murmuró Reo sacando su móvil ya que llegaron justo cuando ambos estaban arriba de la mesa de enfermería con una bata que cubría su parte baja, mientras bailaban al compás de las excitadas enfermeras.
-Solo a ustedes se les ocurre jugar con ellas a reto y castigo –Midorima no podía creer lo idiotas que eran y esto se intensificaba si se juntaban -estamos en un hospital no en un cabaret, maldita sea-.
-Lo sabemos –Kise hizo un puchero ofendido- pero solo tratábamos de animar el ambiente, los pacientes sanan más rápido con la risa eso me lo enseñó la mejor película de la Tierra
(Kise hace referencia a la película Patch Adams de Robin Williams, amo esa película :D)
Midorima no daba crédito a las idioteces que decía el cabeza de chorlito enfrente suyo, Reo no daba opinión ya que estaba demasiado ocupado sosteniendo su estómago por la graciosa escena delante.
Estaban tan sumergidos en su mundo que no se percataron de la nueva visita que tenían delante, el moreno vio a su rubio amigo que solo atinó a suspirar porque claramente su tranquilidad se acabaría con la llegada del dúo desesperante.
-So, these are the noisy monkey friends of your sleepy beauty? (¿Entonces estos son los ruidosos monos amigos de tu bello durmiente?) - preguntó con una sonrisa ya que algo que odiaba el rubio eran las personas bulliciosas.
-That’s right (Así es) -dejó el libro con fuerza en la mesa llamando la atención del cuarteto que se percataron al fin del nuevo invitado delante de él sorprendiéndolos.
……………
No muy lejos de ahí, un pelirrojo estaba a punto de salir de la mansión ya que estaba harto de estar bajo el mismo techo que el pelirrojo mayor sin poder darle su merecido, por lo que saldría a despejarse antes de que se volviera loco, pero su maldita suerte le jugaba una mala pasada porque cuando estuvo a punto de salir se topó con su futuro ex-suegro y su aún prometida Mitsuki, que apenas vio a su novio sonrió radiante antes de lanzarse a sus brazos saltándose toda regla de educación.
El señor de naranjos cabellos vio la reacción de su hija y solo pudo sonreir con dulzura, estaba feliz si su pequeña lo era y sin duda Seijuro provocaba esa felicidad en su retoño, esto se notaba cada vez que salían juntos, es por eso que llamó a Masaomi con la excusa de que ambas familias debían compartir más, pero en realidad quería confirmar con sus ojos si ese chico era el indicado para que su pequeña formara familia.
Seijuro no entendía que hacía la pelirrosa en su casa si hace poco estuvieron juntos y más aún desconocía la razón por la que el padre de su aún prometida los visitaba, pero antes de que pudiera siquiera preguntar una odiada voz para él habló a sus espaldas.
-Pero que sorpresa, llegaron dos horas antes de lo acordado -Masaomi al escuchar las voces salió confundido ya que los Tsuki llegarían en 2 horas, tiempo que tenía contemplado para preparar todo y eso incluía avisarle a su hijo.
-Masaomi -El peli naranja estiró su mano- lo sé pero mi pequeña estaba impaciente por ver a tu hijo -miró a la pareja– ya sabes cómo son los jóvenes de hoy-.
-Entiendo –Estrechó la mano- ésta juventud, mi hijo también siempre está hablando de Mitsuki-chan, son unos tortolos enamorados haha –sonrió mirando a su hijo que lo estaba matando literalmente con la mirada, pero como siempre el pelirrojo solo veía lo que quería pasando por alto todo lo demás.
El pelirrojo separó a Mitsuki con delicadeza ya que, aunque no estaba en sus planes esta inesperada visita, debía comportarse como el novio ideal ya que aún no era el momento de sacar a la luz su plan, así que tragándose el odio sonrió a la pelirrosa que se sonrojó.
-Me alegra verte nuevamente Mitsuki –Dijo derritiendo a la pobre chica que avergonzada apartó la mirada, los adultos vieron toda la escena y sin borrar sus sonrisas entraron en compañía de la joven pareja.
El álter ego de Seijuro mataba de mil formas a su propio padre en su mente y con un suspiro, Akashi entró al gran salón para afrontar una agotadora tarde.
………………
En la guarida del barrio Gion un Sawada se encontraba acorralado por los dos líderes del grupo que en menos de 15 minutos aniquilaron completamente a todo su clan, Saiki quien era el único sobreviviente estaba delante de él protegiéndolo con su cuerpo, al ver esta acción el dúo solo frunció el ceño ante la cobarde acción del supuesto líder de la banda.
-Veo que solo eres un maldito cobarde Sawada Date –Exclamó con repulsión Takumi al ver temblar a ese pobre chico que tenía en sus manos dos cuchillos en defensa.
-Usar a un chiquillo como escudo, qué clase de jefe tan penoso eres –Prosiguió Kudo ya que un jefe no se resguardaba en sus hombres para salvar su propio pellejo, el jefe debía pelear junto a ellos como la familia que eran, esas son las reglas de su clan y cada jefe las acata.
Sawada al escucharlos miró al dúo que rápidamente noquearon a su último hombre para reducirlo sin delicadeza.
-Me das asco –Kudo apretó su agarre- No mereces que se sacrifiquen por un jefe como tú-.
No escuchó mas ya que Takumi dejó noqueado al supuesto jefe del grupo que tantos problemas había traído al bajo mundo.
-Hemos terminado, Takumi-sama –Kyo se acercó a sus jefes que arrastraban el inconsciente cuerpo de Sawada.
-Buen trabajo –miró el desastre causado y los innumerables cuerpos regados por toda la bodega- encárguense de limpiar todo, nosotros tenemos asuntos pendientes con este bastardo, cuando terminen regresen a la casa-.
-A la orden-
Los Kurosawa acatando la orden comenzaron a limpiar mientras el dúo se fue rumbo a la casona con el líder de los Sawada, que bastante información les tendría que entregar y aunque no quisiera Lyon estaría encantado de sacársela dulcemente.
……………
Y hablando de Lyon, este se encontraba preparando un nuevo elemento que utilizaría en el moribundo peli plata que con suerte tenía fuerzas para respirar.
-Esto será la cereza del pastel –exclamó al terminar de llenar la jeringa con un generoso líquido y se dirigió hacia Haizaki y con una sádica sonrisa en su rostro inyectó la desconocida sustancia en su maltratado brazo- si pensaste que te dejaría morir en paz estas muy equivocado escoria –dijo retirando la jeringa sin delicadeza- ahora sufrirás el ultimo regalo que te daré antes de que te vayas al infierno-.
Haizaki escuchó esas palabras y antes de que pudiera decir algo su pecho se contrajo haciendo que sus ojos se abrieran de golpe “Hijo de puta”, pensó ya que su cuerpo comenzó a reaccionar a la sustancia que poco a poco destruía cada célula de su organismo.
Lyon conforme con su trabajo retiró su equipo dejando solo el cuerpo de su débil presa que agonizaba de dolor a la espera de que la deseada muerte se lo llevara y diera fin al sufrimiento.
………………
En la habitación de Yoru un tenso ambiente se formó ya que el trío al escuchar las palabras que salieron de la boca de Makoto reaccionó igual que Yoru, siendo Shiba ahora el que tenía al pelinegro agarrado de la camisa mientras el segundo trataba de respirar.
Pero qué sucedió para llegar a esta escena, bueno retrocederé unos minutos en el tiempo.
…………Minutos antes…………
-Ahora que estamos todos –Yoru tomó la palabra- puedes repetir lo que me dijiste minutos antes, te lo advierto, si es mentira es el momento de retractarte, porque si eres inteligente no jugarás con un tema tan delicado para nosotros.
-¿Yoru, de qué estás hablando? –Shiba ya no daba de la intriga, Hayato les adelantó algo pero no tenía clara la información.
-Que te lo diga él – señaló al pelinegro que tomando un respiro se propuso a hablar ante la atenta mirada del cuarteto.
-Tengo información que sé que buscan desde hace años –hizo una pausa para respirar- sobre un incidente en el que se vieron involucrados ustedes dos –Dijo mirando al dúo-Y cierto amigo suyo-.
El trío que segundos antes se había sentado, se levantaron al mismo tiempo sorprendiendo al pelinegro cosa que Yoru esperaba, la cara de sus amigos era peor a la que él puso cuando se enteró.
-¿De qué mierda estás hablando? –Sora endureció su mirada nervioso por lo que el pelinegro estaba diciendo.
-Del secuestro que sufrió el nieto de Hashima Akira y en el que ustedes se vieron involucrados –Dijo viendo como las caras del trío se deformaban ante la mención de ese cruel pasado que aún atormentaba a su castaño amigo, el primero en salir del trance fue Shiba que reaccionó igual que el pelinegro tomando la camisa del pelinegro.
…………Minuto actual…………
-¡Hijo de puta! –Shiba apretó con fuerza el cuello con una mirada muy rara en él- qué mierda sabrás tú de ese incidente –acercó su rostro al pelinegro que trataba de respirar- no mientas con un tema tan delicado para salvar tu penosa vida-.
Yoru apretó sus manos y aunque no estuvo en ese secuestro si vivió en carne propia el dolor que pasó su castaño por ese incidente, así que compartía el mismo sentimiento que estaban teniendo sus amigos por lo dicho por el pelinegro.
-N…n…no –Makoto no podía respirar, al notarlo, Naru intervino haciendo que su amigo lo soltara cayendo en el piso con la respiración agitada- sé más de lo que crees… –tosió recomponiéndose ya que su cuello dolía, arrodillado miró al trío que tenía exactamente la misma expresión, una expresión de rabia pura.
Continuará…