En el cuarto donde los amigos del cachorro esperaron por largas horas, un castaño escuchaba los reclamos del grupo que se quedó con las ganas de devolver de alguna manera el daño que le causaron a su amigo, los más exaltados eran sin duda Kagami y Aomine, quienes no daban crédito a las explicaciones que el mayor les daba del porqué no los dejaron participar.
-Lo siento chicos –Se disculpó por tercera vez Satoru ya que no podía hacer otra cosa para calmar al grupo frente suyo.
-Una maldita disculpa no soluciona nada Satoru -El moreno apretaba sus manos furioso- nosotros también teníamos derecho a darle su merecido a ese hijo de puta que lastimó al chihuahua, no me vengas con esa mierda de que era por nuestro puto bien, son unos malditos egoístas-.
-Mierda -Taiga que estaba al lado de la pared la golpeó con fuerza para liberar algo de la ansiedad que guardaba en su interior.
Satoru veía la expresión del grupo que aunque se mantenían en silencio era claro que apoyaban al dúo, el castaño bajó su mirada haciendo que un pequeño silencio se formara en la sala, cada uno de los presentes aunque entendían las razones que les dio el castaño no podían aceptar que los apartaran de esa manera, ellos fueron testigos de todo y lo que más deseaban eran poder tomar venganza por su amigo que seguía en las manos de Morfeo.
El silencio siguió unos segundos, hasta que Himuro al ver la clara expresión del castaño suspiró resignado, aunque siguieran reclamando nada cambiaría y sabía que no era justo que la pagaran con el mayor que aceptaba todo sus reclamos como forma de compensarlos de alguna manera.
-Chicos –El sexy pelinegro llamó la atención del grupo- sé que es injusto todo esto –levantó la mirada para ver al castaño- pero debemos entender que a pesar de no poder tomar venganza con nuestras propias manos ese hijo de puta recibió su merecido por todo lo que hizo, los gritos desgarradores que escuchamos nos confirman eso, así que no sigamos insistiendo –terminó señalando al castaño que miraba al grupo en silencio.
-Pero –El tigre en esta ocasión iba a continuar con las quejas, pero Satoru no lo dejó.
-Lo siento –Satoru interrumpió levantándose del sofá- sé que fue egoísta de nuestra parte, pero no puedo permitir que ustedes se ensucien las manos con una escoria como esa –El moreno iba a replicar pero Sato no lo permitió- entiéndanme, no podría darle la cara a mi Ko si dejo que sus amigos torturen al bastardo que lo lastimó, piensen en cómo se sentiría si se entera-.
Terminó de decir haciendo que con ese argumento toda queja se quedara en el silencio.
……………
El corazón de cierto peliblanco bombardeaba anunciando el casi final de su vida, vida que pasaba lentamente por su mente que aún funcionaba a pesar de tener múltiples daños causados por la sustancia administrada por su verdugo, el recuerdo de niño que veía de como su madre era presa del hijo de puta que lo crió iniciaron sus recuerdos pasando por cada momento de su vida, de las miles de peleas de las que fue presa en su niñez, las víctimas que disfrutó en sus trabajos y todo las misiones que hizo, todos los éxitos que dieron fama a su nombre.
Se podría decir que no se arrepentía de nada de lo que hizo, pero eso sería una maldita mentira, ya que si se arrepentía de algo y era el hecho de que no pudo marcar a ese sensual castaño que estuvo en sus manos, ese delicado ser al que deseaba corromper fue el único que se libró de sus garras y maldijo el momento en el que llegaron antes de que cumpliera su objetivo.
“Maldición” se trató de mover pero su cuerpo ya no respondía siendo solo un cadáver inerte “Hijos de puta, si no fuera por ustedes ese cachorro sería mío, tendría en su cuerpo la marca de que me pertenece de por vida” pensó al momento que su pecho y cuerpo ya no daban más, dando su último aliento con el rostro del castaño lleno de sangre y lágrimas que lo deleitó en esa bodega.
……………
Sawada que estaba en el mundo de Morfeo recuperó su conciencia al mismo tiempo que Haizaki dio su último respiro, sus ojos parpadeaban tratando de acostumbrarse a esa nueva fuente de luz que encandilaba sus ojos mientras venían los últimos recuerdos a su mente.
Lyon que se percató de ello hizo una seña a sus camaradas que suspiraron por el plan que tenía el peli plata para su >>Adorado Jefe<<, sabían lo sádico que era su compañero y lo malvado que era con sus presas para su propia satisfacción, por lo que dejándole manejar la situación Takumi actuó con rapidez apresando a su compañero, justo en el momento que Sawada levantaba su mirada.
Lyon dejó su dura expresión y volvió a poner su careta de niño bueno angustiado por la condición de su líder y temblando dijo:
-S…Sawada…sama –Exclamó mirándolo con preocupación teniendo a Takumi tomándolo por el cuello- ¿Se encuentra bien? –preguntó jadeando como si hubiera sido golpeado.
Kudo que estaba atrás de Sawada Date se aguantaba las ganas de reír por la patética cara que tenía el peliplata en ese momento, Lyon captó la expresión del chico y lo maldijo internamente, pero mantuvo su semblante de niño bueno, ya luego se la cobraría.
-T...tú –miró al ahora pelinegro que se veía escasamente golpeado (Nota: recuerden que en la guarida, Lyon era pelinegro pero estaba usando una peluca que ahora se volvió a poner xD) el chico temblaba siendo retenido por Takumi quien apretaba cada vez más su agarre- ¿Cómo llegaste...? –iba a preguntar, pero vino a su mente el recuerdo de como se lo llevaron; se había olvidado de eso al preocuparse en capturar a Shogo.
-Pero qué asco de líder –Kudo se recompuso luego de burlarse, supo por la expresión de su compañero que después sufriría pero seguiría de momento el plan del peliplata para apaciguar su enojo; se adelantó mirando con frialdad al líder que fruncía el ceño por sus palabras- mira que no darse cuenta que uno de los suyos estaba con nosotros –se acercó al pelinegro y apretó su cara- este chico es muy desafortunado por tener un líder tan malo y mediocre-.
-N…no…insultes a Sawada-sama –Dijo el pelinegro apartando su rostro liberándose del agarre- no lo conoces, es un gran jefe –afirmó con determinación dejando sin palabras a Date que apreciaba la confianza de ese chico.
-Un gran jefe –Se rió Takumi apretándolo más fuerte sacando un quejido de dolor del pelinegro- veamos si esas palabras son demasiado grandes ahora, ya que antes demostró ser todo un gallina cubriéndose con sus hombres-.
Date frunció el ceño ante esas palabras y por la expresión de dolor de su chico, se trató de liberar para auxiliarlo, pero los hombres de Kudo se lo impidieron.
-Déjalo en paz –Ordenó con enojo- tu asunto es conmigo, ese chico no tiene nada que ver-.
-S…Sa…Sawada…aghh –Lyon era un actor de primera y lo estaba demostrando, ya que la escasa fuerza que ejercía su compañero era una caricia que él se encargaba de exagerar-.
-¡Ohh! –Takumi sonrió con malicia- ¿Acaso te preocupa este chico? -preguntó golpeándole la mejilla al peliplata que anotaba cada golpe que le daba el dúo- si quieres podemos hacer un trato, asi puedes salvarle la vida y actuar por primera vez como un verdadero jefe-.
Sawada que veía como un hilo de sangre se escapaba por la boca de su último integrante de banda, se resignó y mirando con determinación al dúo se comportó por primera vez como un jefe debe hacerlo.
-De acuerdo, pero déjalo en paz –Dijo viendo como el agarre en el pelinegro perdía fuerza haciendo que su cabeza bajara ocultando la sádica risa en el rostro de Lyon.
“Eres mío” pensó con malicia el peliplata que no perdería esta oportunidad de divertirse a costa de su >>Jefe<<.
…………………
En el hospital los chicos que se acercaron al castaño menor veían como unas escasas lágrimas se escapaban bajando por las mejillas del cachorro.
-Kouchan, Kouchan despierta, qué pasa, vamos abre los ojos, bebe qué tienes… –Decía Reo mientras tocaba la cara del menor que frunció su ceño ante el sueño que estaba pasando por su mente en esos momentos.
En la mente del cachorro.
-N…no detente –Pedía Kouki resistiéndose a las caricias que el peliplata daba a su cuerpo, la lengua contraria acariciaba su pecho, dejando un asqueroso recorrido de saliva en su piel.
-Deja de resistirte –Ordenó el peli plata golpeándolo en el rostro- compórtate como la puta que eres, ¿no es así, Seijuro?
-¿Q…Qué? –Abrió sus ojos con violencia ante la mención del hombre por el cual había dado todo, su vista siguió la mirada del peliplata encontrándose con cierto pelirrojo que lo miraba con una fría sonrisa en su rostro- S…Sei..juro-.
-Así es –Respondió con asco- muéstrame cómo eres realmente, puta -Escupió con odio el emperador saliendo de la oscuridad, teniendo en su mano un móvil que grababa toda la escena- te pagaré lo que acordamos y más si le das lo que esta puta lo que se merece-.
-Como ordenes –Respondió el peli plata para seguir con su labor, Kouki se resistía pero la maldad del pelirrojo que grababa todo con la clara intención de subirlo en los medios hacia que le doliera el corazón.
“¿Por qué Sei, por qué?” se repetía llorando ante lo indefenso que se sentía, la risa cruel del pelirrojo resonaba en sus oídos y no paraba “Akashi Seijuro, ojalá nunca te hubiera conocido, ¡te odio!” pensó con todo el dolor de su alma mientras se seguía resistiendo a la cruel verdad.
Fuera del sueño.
En el cuarto el equipo médico entró justo cuando el sonido del equipo subía de tono, con rapidez se abrieron paso entre el grupo para ver la condición del paciente pero los amigos de este impedían dicha labor, por lo que los guardias sacaron a cada uno para así dejar al personal encargarse del menor que sin duda había entrado en una crisis.
Nash, quien se quedó en el cuarto, miraba con preocupación y angustia al menor que era tratado por la enfermera que siguiendo las indicaciones del médico inyectó los fármacos necesarios para tratar dicha crisis.
Pasaron alrededor de 5 minutos desde que administró el medicamento cuando la máquina de signos vitales comenzó a normalizarse, el rubio se mantuvo en silencio mirando al personal que suspiraba aliviado, dándole a entender que la urgencia había pasado.
-Oiga doctor –Llamó en un japonés entendible- ¿S…se encuentra bien? –Preguntó notando como su voz detonaba la angustia que sentía por su compañero de cuarto.
-Sí, no te preocupes -Respondió viendo como el semblante del rubio era algo que no había visto en las semanas que llevaba hospitalizado– puedes estar tranquilo, solo sufrió una descompensación, pero ya se encuentra bien, al parecer tuvo una pesadilla y no me extraña con el historial que tiene, pobre chico –Dijo terminando de anotar en la ficha clínica la evolución del menor.
Ante estas palabras el rubio miró al castaño que ahora ya recuperaba su tranquilo semblante, las lágrimas dejaron en su rostro un camino que por extraño que pareciera deseaba borrar, aflojó su mano que apretaba la sábana de su cama y soltó el aire retenido en sus pulmones, el corazón le dolía al ver el estado de su compañero de cuarto y ese sentimiento que anteriormente tuvo ahora se intensificaba al ver cómo tanto daño podría sufrir una persona tan pequeña.
“Si te hubiera conocido antes, yo…” cortó su pensamiento al darse cuenta de lo que pasó por su mente, su mano viajó a su rostro tapando su boca por el estúpido pensamiento que había tenido.
………………………
En las afueras de la habitación un Reo más calmado gracias a la intervención del trío, informaba a sus compañeros que fueron a la mansión del cambio de salud del menor, todos se arreglaban con el propósito de visitar al castaño una vez que cortaron la comunicación.
Kuroko quien hizo lo mismo que sus compañeros se dirigió al cuarto que compartía con su novio sacando en un rápido movimiento su móvil y en menos de un minuto escribió un mensaje para cierto pelirrojo enviándolo justo cuando abrió la puerta rumbo hacia el hospital.
…………………………
Y hablando del pelirrojo, este se encontraba tomando una taza de té en el jardín junto a sus invitados, el almuerzo fue largo y contaba los minutos para terminar esa tortura, su rostro ya cansado de tanto aparentar ser el novio perfecto dolía y sólo deseaba que esa incómoda visita se largara.
-¿En serio? – Mitsuki estaba impresionada de las anécdotas que le contaba su suegro del pelirrojo, el emperador a su lado sonreía con aparente pena aunque en su interior ardía de rabia ya que cada cosa que salía de esa boca era mentira, deseaba salir y como si su deseo fuera escuchado el sonido de su móvil interrumpió la larga mentira que su padre decía.
-Perdón –Dijo mientras se levantaba a la vez que sacaba su móvil- regreso en unos minutos –yterminó caminando a la puerta sin esperar respuesta de su padre que claramente estaba molesto por la partida del menor, pero continuó como buen anfitrión entreteniendo a sus invitados.
………….......
Seijuro al salir de la sala, se dirigió a su dormitorio cerrando la puerta con seguro para evitar ser interrumpido, desbloqueó su teléfono con un pequeño malestar en su estómago que le adelantaba que algo malo había sucedido, este se intensificó al ver el remitente del mensaje que llegó a su móvil.
“Kou” pensó al ver que era la sombra de Seirin quien le mandó el mensaje, con rapidez lo abrió quedándose congelado por el contenido.
>>Akashi-kun, nos avisaron que Furihata-kun tuvo una crisis complicando su salud, no tengo más información al respecto de su estado en estos momentos, estamos viajando rumbo al hospital para tener mayor conocimiento del caso, cumplo con mi parte del trato espero que tú también estés cumpliendo con la tuya, atte. Kuroko.”<<
Terminó de leer el mensaje con un acelerado pulso cardíaco, su respiración hacía que su pecho se contrajera con violencia y su némesis que estaba en idéntico shock fue el primero en salir de este.
“¿Qué estas esperando?, ¡Reacciona y ve a verlo!” Ordenó sacando al pelirrojo de su estado y este sin esperar abrió la puerta con un solo propósito: ver con sus ojos a su cachorro, no le importaba si tenía que rogar para lograr su objetivo, necesitaba ver a su chico.
……………………
En el cuarto de Yoru los nervios estaban por el aire, el suspenso para conocer al culpable, luego de un corto silencio Touya Shin habló.
-El culpable es alguien muy conocido por ustedes – Touya hizo una pausa - Aunque no trabajó solo, él era el más interesado en hacer desaparecer a los herederos, luego de que Shingo Hashima se negara a aliarse con su imperio, ese fue el incentivo final para destruirlo a través de sus familiares-.
-¿Lo conocemos? – Shiba interrumpió el relato- ¿¡Cómo es posible que no nos diéramos cuenta de que conocemos al bastardo que lastimó a Sato!?-
-Porque en el momento en que fueron secuestrados, estaban solo enfocados a lastimar a Hashima Shingo, no sabían de la conexión que tenían con ustedes ni de su procedencia, tampoco investigaron que serían amigos de su objetivo, debo admitir que fue un descuido de la persona que nos contrató-.
-Lo entendemos, pero dinos quién es el culpable de una maldita vez Touya –Ordenó ansioso Sora que deseaba conocer al culpable detrás del ataque de su amigo.
-Los dos culpables detrás del ataque son –Touya tomó aire que fue eterno para los presentes- El empresario del imperio Akashi Corp., Masaomi Akashi y el dueño de la empresa Galaxy Corp., Takamura Eijun, ellos fueron los responsables de los dos atentados años atrás, donde en el último ustedes fueron involucrados-.
-¿¡Q…qué!? – Sora estaba en shock, ambas personas eran conocidos por ellos, uno era un aliado de todas sus familias y el otro era el hijo de puta que causó un daño enorme a su amigo castaño, el bastardo detrás de las lágrimas de su amigo era el mismo hijo de puta que se atrevió a posar sus manos sobre él hace años atrás; una furia indescriptible comenzó a apoderarse de su cuerpo y Makoto quien los observaba tembló por la mirada de cada uno.
-Ellos nos contrataron con el fin de acabar con los herederos de Hashima Shingo, era una misión suicida y el pago por ello era millonario, es por eso que me buscan para cubrir la verdad, actualmente el encargado de eliminar a los sobrevivientes de ese ataque está siendo liderado por Takamura Eijun, aunque soy el único que aún vive-.
El silencio se apoderó de la sala, cada uno de los presentes procesaba las palabras dichas por Touya Shin; Yoru mordía su labio con furia ya que Takamura Eijun era alguien que tuvo en sus manos muchas veces, ese hombre que mostraba una cara amable y de buena fe era uno de los causantes del dolor de su Satoru.
Narumi tragó en seco ya que no podía creer lo que escuchaba, Shiba y Sora que estaban en silencio a causa del shock, respiraban con agitación, pero Shiba fue el primero en salir de él llevándolo a la situación actual.
Momento Actual
-¡Ese hijo de perra! –Shiba se levantó hecho una furia enjaulada- ¡ahora sí que sabrá que no debió meterse con nosotros, lo mataré con mis propias manos! -Exclamó caminando furioso hacia la puerta, con solo un propósito: destruir a una serpiente rastrera que debió matar en la primera oportunidad que tuvo.
-D...detente Shiba –Naru que reaccionó más rápido, lo tomó por la espalda, no podían actuar por impulso aunque estuvieran ardiendo por dentro- no puedes llegar a ellos sin nosotros, cálmate-.
-¿¡Qué me calme!? –Bramó girándose, el trío estaba furioso al igual que Shiba, de solo pensar que el hijo de perra que tantos años han estado buscando estaba tan cerca de ellos y más aún, que seguía lastimando a los suyos- ¿¡cómo me pides eso cuando ese hijo de puta es el culpable detrás de todo, ahora volvió a lastimar a Sato y me pides que me calme!?-.
-Lo sé –Naru estaba forcejeando con Shiba- pero debes ser paciente-.
Makoto estaba en silencio, la expresión de los presentes era clara muestra de la furia de sus corazones, su vista se enfocó en Kurosawa Yoru que se levantó con una cara que no esperaba.
-Hayato –Llamó alzando la voz- necesito que busques a todos y a cada uno de esos hijos de puta –Dijo sorprendiendo al pelinegro por la grosería- tienes hasta mañana y mi padre no puede saber nada, chicos -Miró a sus amigos que estaban furiosos al igual que él, pero la actual noticia calmó su sed de sangre por una preocupación intensa por la reacción que tendría cierto castaño al conocer el nuevo cambio de salud del menor- necesitamos ir al hospital, Reo me mandó un mensaje, Kouki sufrió una descompensación complicando su condición, no conoce su estado de salud actual, entiendo la furia que sienten pero Kouki y Sato nos necesitaran cuerdos -.
-¿¡Qué dices!? – Naru abrió sus ojos con violencia- ¡mierda! –Soltó a Shiba- iré a buscar el auto, los espero en la salida-.
-Cuánto más tiene que pasarle a ellos para que estén felices… –Shiba apretó sus manos furioso, la vida no se cansaba de joderles la existencia– ¡Maldición!-.
Sora salió acompañando a Naru para preparar todo, el dúo que se quedó en la habitación dio las indicaciones necesarias antes de ir por el castaño que en esos momentos no se esperaba la noticia que tendría que darles.
Chan chan…
Continuará…