El cumpleaños es una fecha especial para cada persona en el mundo, fecha en donde llegaste para ser parte de esta sociedad llena de diversas culturas y sorpresas, es por ello por lo que un tierno cachorro que esperaba ansiosamente la llegada del 20 de diciembre salía de su casa luego de preparar los últimos detalles para la celebración del 16° cumpleaños de su novio Akashi Seijuro quien, no sabiendo los planes de su chico viajaría a Tokio de inmediato por la preocupante llamada que recibió ya que Kouki se hizo el enfermo ocasionando que la preocupación se impregnara de inmediato en el emperador como le había dicho Kuroko.
Corrió hacia el departamento del tigre lugar escogido para la celebración, en su bolso llevaba el regalo que preparó con mucho esfuerzo y trabajo esperando ver la cara de su novio al verlo, con una sonrisa recordó lo sucedido meses atrás.
……………………………………Flash………………………………
Ambos chicos descansaban en los hermosos jardines que adornaban la mansión Akashi luego de un agradable desayuno lleno de caricias y amor por ambas partes.
Seijuro como siempre se recostó en las piernas de su chico con una revista en sus manos, mientras que el cachorro acariciaba sus rojas hebras con cariño.
-Sei, este fin de semana fue hermoso -Dijo el cachorro con una hermosa sonrisa, cosa que el emperador vio encandilado ya que todas las expresiones del cachorro le parecían hermosas a sus ojos.
-Lo sé - Con delicadeza tomó la mano de su pequeño novio para besarla- Me alegro de que Satoru te dejara venir -Sonrió al ver el sonrojo del menor- Nunca creí que llegaría el día.
-Yo tampoco, pero los milagros existen - El castaño dejando su sonrojo se rio contagiando al pelirrojo y es que recién ahora después de 6 meses dejó que su hermano pasara un fin de semana con el emperador con la condición de que no lo perturbara o pagaría las consecuencias- Digamos que tuve algo de ayuda esta vez - Comentó recordando como Yoru lo ayudó a convencer a su hermano quien fue secuestrado por el para dejarle el camino libre.
-Si y agradezco esa ayuda -Se levantó para quedar al lado de su cachorro- Así puedo tenerte solo para mí -Declaró besando al cachorro quien tímidamente respondió el beso, los labios encontrados transmitían todo el amor de ambos seres quien a los pocos segundos fue insuficiente teniendo al emperador mordiendo el labio inferior del castaño logrando que un sensual gemido se le escapara al menor, acto que ocasionó que su boca se abriera y diera paso a la traviesa lengua del pelirrojo quien entró a la cavidad contraria buscando a su fiel compañera de baile.
-Ughhh -Kouki al sentir la cálida lengua de su novio no pudo evitar gemir encendiendo al emperador quien seguía disfrutando del delicioso sabor de su novio, su mano se enrolló en las suaves hebras del cachorro acercando mas su rostro y llevarlos a un sensual baile de lenguas en el que solo ellos eran los protagonistas.
El beso se profundizaba y con ello la falta de aire se hizo notar, por lo que el cachorro trató de separarse, pero el emperador se lo impidió inmovilizando su cabeza.
La falta de oxígeno y el placer eran una deliciosa combinación que los llevaba a las nubes, la mente del cachorro estaba nublándose y cuando creyó que se desmayaría por la falta de aire los labios de su novio lo liberaron.
Agitado y respirando dolorosamente miró al emperador quien sonrió al ver el sensual rostro del cachorro quien tenía los labios hinchados, sus ojos dilatados y sus mejillas sonrojadas por el intenso beso, con una maliciosa sonrisa se acercó al oído contrario.
-Si no fuera por que mañana regresas a tu casa te haría mío otra vez –Murmuró roncamente lamiéndole el oído.
-S…S…Sei -Jadeó por la caricia y se alejó sonrojado compitiendo fácilmente con el cabello de su novio- No digas eso, tonto- Apartó la mirada y es que también deseaba otra ronda como la de anoche, pero debía controlarse o su hermano mataría a su chico antes de que pudiera decir chocolate.
-Jajaja -Se separó acariciando la mejilla contraria- Tranquilo que no te haré nada -Besó castamente al cachorro- Aunque quisiera.
-S…Sei ya basta -Le apretó la mejilla apenado por lo descarado que era su novio.
Siguieron unas dos horas entre bromas y besos ocasionales creando una hermosa atmósfera, atmósfera que fue rota por la empleada quien anuncio que les tenía un delicioso aperitivo, cosa que hizo brillar los ojos del cachorro que amaba lo dulce.
Se adentraron a la mansión para comer el delicioso pastel con un refresco, entre charlas ocasionales el cachorro miró la revista que anteriormente miraba su novio y vio un hermoso reloj de colección.
-¡Qué lindo reloj! -Exclamó al ver el plateado reloj con unas decoraciones elegantes y muy especiales, Sei miró la revista y suspiró.
-Lástima que ya no queden -Dejó su refresco en la mesa.
- ¿No quedan? -Preguntó y miró al pelirrojo- Pero no puedes encargarlo.
-Ya traté, pero el diseñador solo hizo unos poco y no repite el diseño- Miró al cachorro quien lo miraba incrédulo.
-Tu Akashi Seijuro no pudiste conseguirlo -Sonrió y es que su novio conseguía lo que deseaba y ahora no podía adquirir un reloj sonrió con incredulidad.
Seijuro le explicó que ni con su poder pudo conseguirlo y aunque no trató tanto en hacerlo igualmente se quedo con las ganas, al ver la cara del emperador el cachorro no pudo evitar sonreír por la reacción infantil del pelirrojo.
-No te burles -Se acercó haciéndolo sonrojar- No me importa realmente, puedo conseguir cosas mejores -Terminó acortando las distancias para sellar la sonrisa del castaño.
……………Fin flash…………….
Ahora corría emocionado hacían el departamento del tigre deseando que la hora llegara ya que gracias a los amigos de Satoru pudo lograr lo imposible adquiriendo el reloj que no pudo conseguir su novio.
No tardó ni 20 minutos en llegar cuando el tigre abrió la puerta para recibirlo, al entrar vio las hermosas decoraciones del departamento además de la deliciosa comida en la mesa.
-Quedó hermoso -Sonrió y es que su novio nunca celebraba su cumpleaños ya que su padre la pasaba ocupado olvidándose de él, pero este año sería diferente por lo que organizó todo para darle un excelente día a su novio.
-Furicchi - El rubio al ver al castaño se abalanzó a abrazarlo- Bienvenido.
-Ryo-kun - Correspondió el abrazo desviando su mirada ya que todos llegaron al encuentro- Llegaron todos - Sonrió liberándose del rubio.
-Por supuesto -Takao al lado de zanahoria-chan sonrió- No podíamos llegar tarde Kou-chan -Le guiñó el ojo y en menos de un minuto todos estaban conversando con el cachorro que agradecía la puntualidad de los milagros y compañía.
-Furihata-kun -Kuroko como siempre apareció dándole un infarto al cachorro quien gritó asustado, el peliceleste ignorando la reacción se enfocó en la misión- ¿Llamaste a Akashi-kun?
-K... Kuroko - Jadeó recuperándose del susto- Si lo llamé, como dijiste ya debe estar viajando.
-Tenemos una hora -Miró el reloj en el departamento del tigre- Debemos preparar todo.
Como pudieron ocultaronlos adornos y globos cubriéndolos con mantas al igual que la comida.
Al pasar la hora el timbre del departamento fue tocado, todos se ocultaron y Kouki se recostó en el sofá de la sala simulando estar enfermo, el maquillaje hizo maravillas dejándolo casi como un fantasma.
-Kagami-kun, ve a abrir recuerda el plan -Kuroko se quedó al lado del sillón sentado preocupado al lado del cachorro.
Taiga suspiró entrando en su papel y abrió la puerta viendo a un agitado emperador que no queriendo esperar la limosina corrió las 3 calles que lo separaba del departamento del tigre.
-Akashi -El tigre vio cómo se afirmaba para recuperar el aliento.
-Ka…ga…mi -Se enderezó respirando, la angustia de la llamada del cachorro creció a medida que se fue acercando al departamento- Kou –
-Pasa, está dentro -Se apartó dejando pasar al pelirrojo quien entró a la sala vislumbrando de inmediato al cachorro acostado en el sofá junto a Kuroko.
-Kou -Se acercó de inmediato al castaño quien al escuchar su voz abrió los ojos encontrándose con su preocupado novio, un dejo de culpa pasó por su cuerpo, pero siguió con el plan ya que todo esto valía el teatro.
-Sei -Sonrió con cariño cerrando los ojos al sentir la caricia en su mejilla- No debiste venir.
-Pero que dices -Vio las ojeras y lo pálido que estaba- Mira cómo estás, por dios debo llevarte al hospital -Determinó sacando su móvil, pero el castaño esperando esto le tomó la mano.
-No es necesario -Le bajó la mano- Estaré bien -Sonrió tranquilizándolo, pero no fue suficiente.
-No estás bien -Separó la mano- Kuroko por que no lo han llevado al doctor -Miró al peliceleste molesto- Llamaré a Eren debe estar llegando, te llevaré, aunque no quieras -Determinó negándose a escuchar escusas.
-Sei -Kouki se trató de levantar al notarlo el emperador lo abrazo ayudándolo- Te tengo que decir algo.
-Kou lo que me digas no me hará cambiar de parecer -Dijo preocupado por lo débil que estaba el menor- Iremos al hospital.
-Lo sé, pero es importante -Miró con ojos de cachorro al emperador que suspirando se separó.
- ¿Qué pasa? -Miró al cachorro quien sonrió.
-Date vuelta -Pidió y es que en todo momento estuvieron de espalda a la mesa quedando frente al ventanal.
- ¿Porqué me pides eso? -Preguntó no entendiendo la petición de su novio.
-Solo hazlo, por favor -Le volvió a pedir.
Akashi no queriendo llevarle la contra giro su rostro justo en el momento que miles de confites saltaron a su rostro.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS! -Gritaron todos al mismo tiempo sorprendiendo a un pelirrojo que se cubrió con el brazo evitando que los confetis se metieran a sus ojos a la vez que caía sobre su trasero por la sorpresa.
-P…Pero que -Sei parpadeó un par de veces al ver los sonrientes rostros de todos sus amigos y sus compañías en la sala.
La kiseki, los chicos de Seirin y sus compañeros de equipo todos estaban presente sonriéndoles ya que sorprender al emperador era casi imposible pero ahora lo habían logrado.
Kouki sonreía al ver la sorpresa en el rostro de su novio que giró a verlo no entendiendo que pasa.
-Kou tu –
-Jejeje -Se levantó llevándose al emperador con él- Sorpresa Sei -Le besó castamente- Feliz cumpleaños.
Akashi entendió todo al ver a su novio supuestamente enfermo recuperarse, sin esperar abrazó al castaño quien correspondió el abrazo asfixiante de su novio.
-No sabes lo preocupado que estaba -Lo apretó mas suspirando- Casi me matas del susto Kou -Dijo separándose mirándolo con enojo.
-Vamos Aka-chin -Takao se acercó salvando a su amigo- No te enojes, Kou-chan lleva semanas organizando esto para ti, así que no te enfades.
-Tiene razón Kou-chan se esmeró -Reo salió en defensa de su bebé- Así que no lo retes Sei-chan.
-Es verdad Akashicchi -Kise le guiño un ojo- Es tu cumpleaños y Furicchi se encargó de todo esto, mínimo un beso de agradecimiento no crees.
-Ryo-kun -El cachorro se sonrojó, pero el emperador tomando el consejo de su compañero le tomó la cara para besarlo con pasión ante los presentes que se aplaudieron por la escena.
Al separarse el emperador que estaba molesto no pudo seguir al ver el sonrojo del menor antes de besarlo.
-Gracias amor -Acercó su frente a la contraria- Me sorprendiste como nunca -Sonrió besándole castamente para volverlo a abrazar quedando a un milímetro de su oído- Pero me las pagarás por el susto, te castigaré más tarde -Le mordió la oreja sonrojándolo.
-Ya basta de comerte al chihuahua -Aomine estaba muerto de hambre y deseaba comer algo antes de que Kagami se lo acabara todo.
-Es hora de celebrar -Gritó Kagami trayendo los platos de la cocina.
Así comenzó la gran fiesta de cumpleaños entre risas y comentarios de la cara del emperador al verse sorprendido, cosa que duró solo unos minutos ya que no deseaban morir si seguían molestándolo.
Entre juegos y recuerdos las horas pasaron volando, cuando eran cerca de las 8:00 de la tarde la tanda de juego terminó pasando a la hora de los regalos, todos se sentaron alrededor de la mesa dispuesta para ello.
-El mío primero Akashicchi -Kise acercó un paquete grande al emperador que estaba sentado al lado del castaño- Feliz cumpleaños.
-Gracias Kise –Tomó el obsequio y lo abrió encontrando un sensual traje de conejo blanco que venía incluso con unas zanahorias - ¿Y esto? -Preguntó viendo al rubio que sonrió.
-Es para que lo disfrutes con Furicchi -Le guiñó el ojo- Me lo agradecerás después Akashicchi.
El mencionado se sonrojó compitiendo fácilmente con su novio quien sonrió ante la idea del cachorro disfrazado de conejito.
-Gracias -Guardó la caja recuperando su compostura, sin duda haría que su novio usara ese traje apenas estuvieran solos.
-Pobre Kouchan -Reo miraba divertido.
-Ahora nosotros, Akacchin -Murasakibara le pasó un gran paquete al pelirrojo- Es de parte de Murocchin y mía.
-Gracias -Abrió el obsequio encontrándose con una colección de libros que eran sus favoritos.
Los regalos continuaron entre algunos candentes y otros muy ingeniosos, la variedad crecía y la mesa se llenaba, al terminar con Midorima era el turno de Kouki quien deseó ser de los últimos a pesar de la ansiedad de entregárselo.
-Vamos Kouchan -Reo lo animó- es tu turno.
Akashi centró su atención en su adorable novio quien se movía nervioso, el castaño suspiró y sacó una caja de mediano tamaño.
-Feliz cumpleaños Sei -Dijo extendiéndole la caja- Espero te guste.
Sei tomó la caja y sin decir más besó al cachorro que se sonrojo.
-Cualquier cosa que me des me gustará Kou -Le besó por última vez antes de separarse.
-Vamos ábrelo Akashicchi -Kise preparaba la cámara y es que con cada regalo le sacaba una para crear el álbum de recuerdo.
Abrió el paquete con maestría no rompiendo su envoltorio que dejó en la mesa, sonrió ante el “te amo” que estaba escrito en la caja y con una sonrisa Colgate abrió al fin la caja quedando nuevamente sorprendido por su contenido.
-K…Kou -Sacó con delicadeza el reloj que tanto había visto en la revista pero que no tuvo oportunidad de encargar quedándose con las ganas de tenerlo en sus manos- Pero ¿cómo? -Miró a su novio que complacido por su reacción sonrió.
-Digamos que tuve algo de ayuda y con unos trabajos extra lo pude obtener, pero vale cada esfuerzo si es para ti -Respondió recordando a su vez como Sora le entregaba el reloj que deseaba y es que sus conexiones eran gigantes pudiendo conseguir el reloj sin problemas, además de los turnos extras que hizo en su trabajo para completar el monto del regalo, aunque tenía dinero por la mesada de su abuelo y padres deseaba comprarlo con su esfuerzo sacando solo un poco de sus ahorros para conseguirlo.
-P.… pero no lo puedo aceptar -Le extendió el presente ya que era carísimo ese reloj- Es muy caro Kou no puedo aceptarlo.
-Claro que lo aceptarás -Le rechazó su mano- Es un regalo de mi parte y no lo quiero devuelta.
El emperador siguió reclamando para devolverle tan caro obsequio, pero como pocas veces pasa perdió la guerra al ver lo decidido que estaba su novio.
-Gracias -Terminó rindiéndose se acercó besándolo.
-De nada -Respondió sonrojado feliz.
-Bueno basta de tanto amor -Kagami como siempre rompió el ambiente- Falta el postre -Entró con un enorme pastel con sus 16 velas correspondientes.
Todos se levantaron y cuando Kagami puso la torta en la mesa comenzaron al unísono a cantar.
Akashi por primera vez celebraba su cumpleaños con seres queridos, así que permitiéndoselo sonrió agradeciendo a cada uno de sus amigos quienes aplaudían al ritmo de la canción.
-QUE LOS CUMPLAS FELIZ……. BRAVOOOOOOO -Gritaron todos juntos finalizando el coro y comenzando a aplaudir.
Akashi con una linda sonrisa sintió como los cálidos brazos de su cachorro lo rodearon.
-Feliz cumpleaños Sei, Feliz cumpleaños Akashi -Murmuró en su oído haciendo girar su rostro encontrándose con la hermosa sonrisa del chico que cambió su vida, su alter ego estaba igual de feliz.
-Gracias Kou -Se giró atrapando a su novio que sin esperar se comió a besos ante los presentes que sonreían por la tierna escena.
Akashi recordaría ese cumpleaños que sin duda fue inolvidable, teniendo después un hermoso álbum con cada momento de ese día además del hermoso reloj que a parte de ser el que deseaba hace meses, tenía un grabado que luego agradeció con mucho amor a su castaño, este decía “Con amor para la persona más bella que llegó a este mundo, Akashi Seijuro te amo, gracias por nacer”
Sin duda los cumpleaños son el término de un año, pero el comienzo de otro lleno de cambios que lamentablemente pueden romper o fortalecer una relación eso sin duda será algo que la vida prepara sin poder escapar.