El tren anunciaba su llegada en el 4 andén, donde 20 personas bajaron para dirigirse a la entrada de la estación, lugar donde satoru, kouki, mayuzumi y los amigos del mayor los esperaban, teniendo a un castaño más que nervioso por ello.
-Me siento mal –Comentaba por quinta vez kouki, que se sentía mal al preocupar a sus amigos de esa forma.
-No puedes hacer nada, ko –Satoru le acaricio su cabello- Solo tienes que disculparte cuando lleguen y ya está.
“Ojala eso sea suficiente” pensó el mayuzumi que conocía lo exagerado que era reo cuando se trataba del cachorro.
-Aunque me sorprendes, Furi –Shiba sonreía con picardía- Nunca pensé que te fugarías sin ser visto.
-Tienes talento para ser espía –Yoru agrego divertido luego de escuchar el relato- Podemos trabajar juntos en un futuro –Le guiño un ojo con picardia.
-De eso nada –Satoru abrazo a su hermano protectoramente- Ko no trabajara en algo tan peligroso, primero pasan sobre mi cadáver.
-S…sato-nii –Un gran sonrojo apareció ante la reacción de su hermano- N…no exageres.
-Exagerar –Se apartó para mirarlo con un puchero- Ser un espía no es bueno para alguien tan lindo como tú –Dijo con firmeza haciendo sonrojar aún más al pequeño- En vez de criminales atraerás a mas salidos, así que es un no.
-Vamos, vamos –Sora abrazo por el cuello a satoru tranquilizándolo- Solo están jugando, sato no te lo tomes tan a pecho.
-Mggff –Satoru escucho a sus espaldas como sus amigos se aguantaban las ganas de reír y es que era imposible no molestar al castaño con su complejo de hermano, este se giró tronando sus dedos.
-Mejor corran, antes de que sato los maten –Sora sonrió ante la mirada de sus amigos, quienes pararon toda prisa para ver al castaño con sus manos preparadas para golpearles la cabeza, pero antes de que este llegara un grito los alerto.
-KOUCHANNNNN¡¡¡ –Reo grito a todo pulmón luego de bajar del tren, asustando a los pasajeros que viajaban en el mismo vagón y dejando atrás a sus acompañantes que corrían para alcanzarlo.
-R…reo-san –El cachorro trago en seco al reconocer esa voz, miro a su lado para encontrar a mayuzumi quien lo miraba con una expresión de “Prepárate” en sus ojos.
Satoru y sus amigos se miraban con una sonrisa en los labios al ver como el menor temblaba nervioso, sabían que sus amigos estaban preocupados por la desaparición del menor y ese grito se lo confirmaba.
-Vamos ko –Se acercó para calmar a su hermano, quien se mordía el labio mirando la entrada de la estación- Estarás bien –Sonrió para calmarlo, justo en el momento que un pelinegro se asomó por la entrada buscando por todos lados esa cabellera castaña, no pasó ni un segundo cuando reo vio al pequeño castaño en la entrada junto a mayuzumi y otras cuatro personas, poniendo en alerta al pelinegro que paso por el lector para correr donde su pequeño.
-Kouchan –Grito corriendo siendo seguido por los demás, quienes pasaban por el mismo lector para llegar donde su compañero.
-Re… -No alcanzo a terminar para ser envuelto en un fuerte abrazo que le robo todo el aire.
-Mi kouchan, mi kouchan –Repetía reo abrazando el cuerpo del cachorro dejando besos en su castaña cabellera, sonrojando al menor que se escondía en el pecho del mayor avergonzado por la escena.
Mayuzumi suspiro, “Lo sabía” fue lo que pensó al ver como el castaño era abrazado y besado por todas partes por su compañero, quien era mirado por satoru y compañía, que solo sonreían ante la escena.
Reo miro a los cuatro desconocidos detrás de su pequeño que sonreían divertidos, provocando que se pusiera en alerta y aun abrazando al menor se giró para encáralos.
-¿Y ustedes quienes son? –Pregunto con seriedad- ¿Que quieren de mi Kouchan?
-Tu kouchan –Satoru repitió con una sonrisa y es que al igual que conocía a la Kiseki, el castaño se tomó el tiempo de averiguar de sus amigos, sabía que ese pelinegro era un poco protector con su hermano, ganándose su confianza sin que lo conociera en persona.
-Furicchi –El rubio llego junto a los demás antes de que contestara, arrebatando de los brazos del pelinegro al menor- ¿Estas bien? –Pregunto revisando su rostro.
-E…estoy b…bien –Contesto agradecido al recuperar el aire.
-Menos mal –Suspiro aliviado y es que durante todo el viaje la preocupación estuvo presente en los chicos por no saber del castaño.
Al lado de ellos un reo se disculpaba con el mayor, puesto que mayuzumi intervino informándole la relación con kouki, recordando que en un mensaje este le aviso que estaría con su hermano, pero por culpa de la preocupación olvido ese detalle.
-Jajaa, no te preocupes –Satoru le toco el hombro a reo- Me alegra saber que eres amigo de mi ko.
-En verdad eres peor que satoru y su complejo de hermano–Shiba lo miro sonriendo.
-Oye, pero de que hablan –El mayor hizo un puchero calcado al del cachorro- Bueno no te preocupes, todo perdonado –Le guiño un ojo amigable para aliviarlo.
-Gracias –Sonrío feliz por esas palabras, con esta se giró para ver como el menor era rodeado por sus amigos que lo regañaban por desaparecer.
-Tienes idea de lo preocupado que nos tenías, chihuahua –El moreno lo miraba con el ceño fruncido- Ni siquiera un mensaje nos mandaste.
-Lo siento –Bajo la mirada arrepentido- No lo volveré a hacer.
-En serio furi no nos vuelvas a hacer esto otra vez –El tigre se acercó y le desordeno el cabello- sabes que cuentas con nosotros, ¿no? –Termino con una sonrisa cálida.
-Si –Sonrió ante las palabras del tigre- En verdad siento preocuparos.
-Para eso están los amigos, kouchan –Reo lo abrazo por la espalda- puedes contar siempre con nosotros, así que si necesitas fugarte avísanos y te acompañamos.
-Reo-san, chicos –Sonrió- gracias.
..........
No muy lejos de ahí un pelirrojo salió del cuarto de baño, luego de terminar los primeros auxilios en su herido cuerpo se tomó unos analgésicos para bajar el dolor que sentía.
-Esos bastardos me las pagaran –Exclamo dejando el vaso en su velador para recostarse en la cama, miro su celular y pasaban de las 9 por lo que se acostaría para acabar ese desagradable día, los detalles de la rueda de prensa estaban listos y era necesario descasar lo suficiente para no tener ojeras al día siguiente, con esto en mente cerro sus ojos para sumergirse en un sueño siendo el protagonista esos chocolates orbes lleno de dolor y tristeza.
..........
Reo junto a los chicos se acomodaban en la mansión para dormir luego de una larga charla en la que las risas y juegos se hicieron presente, los ánimos de todos mejoro luego de que el castaño prometiera no volver a desaparecer sin avisar, finalizando ese largo día sin antes planear las actividades que realizarían al día siguiente, quedando el castaño de acuerdo en acompañar a sus compañeros para visitar algunas partes turísticas de kyoto, mientras que la Kiseki junto a Kagami, Reo, Himuro y Takao se encargarían de otras cosas, dándole una excusa que convenció al cachorro.
Y así finalizo ese largo día lleno de emociones y sorpresas, en el que unos cuantos se preparaban para los asuntos de importancia que se llevarían a cabo al salir el sol.
Continuara…