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REALIDAD o FICCIÓN. Cual es mejor? por EnfasisClown

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-          …que? Que has dicho? –su barbilla comenzaba a temblar mientras tragaba fuerte –por que aun no lo entiendes, es que acaso no fui lo suficiente claro?! –gritaba exasperado justo en el momento en que sus manos se aferraron a los hombros del más bajo. –James… -dijo en un leve murmullo que el viento no dudo en llevarse. –hice este viaje por ti… aquí estoy, como un tonto tratando de entender…-no pudo terminar porque su respiración comenzaba a agitarse –por favor James –acaricio su rostro con temor al rechazo –no me hagas esto… -apretó fuertemente los ojos bajando un poco la cabeza – no puedo estar ni un minuto más lejos de ti…

-          Lo lamento…de verdad,  yo no sabía que tu… -estaba realmente apenado y no sabía que palabras debía dedicarle correctamente. No quería herirlo pero era imposible.-yo no siento lo mismo que tu. Esto siempre ha sido un juego, o al menos eso pensaba! No creí que te lo tomaras en serio. –se soltó del agarre de su amigo quien lo miraba con un rostro indescifrable. –Michael, eres mi amigo. Tengo una esposa y un hijo, los amo. –todo eso del bromance que se había generado por las películas, las entrevistas y las locas ideas de las fans, los estaba llevando a esta situación. Su amistad peligraba. –eres mi amigo… -volvió a repetir.

-          Te equivocas…- soltó de repente. –no podemos ser amigos. – sus miradas chocaban intensamente pero los suyos en particular estaban inundados en lagrimas. Esa única palabra `AMIGO` resonaba en su cabeza, causándole más daño de lo que creía. –te amo…- dijo con un hilo de voz y sus ojos verdes no pudieron resguardar mas las lagrimas. Dio media vuelta sin siquiera esperar respuesta y dio dos cortos pasos para soltar sus últimas palabras. -Esta será la última vez que nos veamos, James. – siguió su camino por el largo callejón en donde se encontraban.

James ni siquiera intento detenerlo. Observo cada paso  que dio, cada lento y doloroso paso que se alejaban de él. Cuando aquella figura desapareció de su vista ya no pudo más y se desplomo cayendo de rodillas al suelo. Sus ojos de intenso azul se opacaron con el dolor de su corazón. No podía aguantar más y el llanto comenzó.

-          Maldición! – golpeaba con sus puños el frio pavimento. – Michael, no me dejes… -lloraba sin consuelo. Toda esa farsa ante Michael era absurda pero necesaria.  Lamentablemente su esposa había descubierto que se había enamorado de su compañero de trabajo, su amigo, su todo. Ella tenía muy claro la razón por la cual se quería divorciar y eso la había herido, por lo que reacciono de muy mala forma. Jamás permitiría esa absurda relación, estaba celosa y sabia como  darle un buen incentivo a su `querido esposo` para que desistiera del divorcio. Sería un golpe muy duro quitarle a su hijo a quien amaba con toda su alma por lo que solo una amenaza basto para que alejara a Fassbender de sus vidas.

 

SNIFF SNIFF

 

-          No puedo ser tan perra en esa historia!! – se limpiaba la nariz con un pañuelo. –ay, qué triste. No te preocupes James, en la vida real no hare eso. Tienes todo mi apoyo querido. –hablaba sola en su auto. Había parado en una bencinera, tenía ganas de un buen café para capear el frio y mientras bebía saco su portátil para leer algo cortito y se encontró con aquella historia. –FassAvoy yo lo apoyo- los alentaba ridículamente.

 

+++++

 

Quedaron al medio día para almorzar en un reconocido restaurant. Habían ido varias  veces antes de la segunda filmación y la comida afortunadamente les había agradado de igual manera por lo que era uno de sus sitios favoritos de encuentro.

 

Michael fue el primero en llegar, habrán sido las ansias tal vez, ya que llego media hora antes al lugar del encuentro. No quiso entrar de inmediato y se quedo cerca de la puerta del restaurant mirando hacia diferentes direcciones para ver si divisaba a su amigo entre el tumulto de gente que caminaba de manera apresurada. El vaho salía de su boca y frotaba constantemente sus manos, por un momento maldijo haber olvidado sus guantes en la habitación del hotel, y aunque  el frio calaba sus huesos, a pesar de lo muy abrigado que estaba se reusaba a entrar al local que claramente debía estar temperado. Balanceaba su cuerpo con nerviosismo de vez en cuando pero se detenía al momento en que  algunas personas lograban reconocerlo y se aventuraban a pedirle una foto o un autógrafo. Solía ser muy amable con todos y sonreía, incluso se atrevía a hacer muecas en el momento de las fotos.

Toda esta escena fue observada por James desde la otra esquina de la concurrida calle, rio un poco al notar lo risueño que se veía su amigo. Se mordió el labio intentando no soltar una carcajada pero fue inútil. No quiso avanzar más hasta que Michael terminara su sesión fotográfica. Pero pensó que  tal vez sería una mala idea, ya que no terminaría nunca y no pensaba compartirlo por mucho tiempo. Saco su celular del bolsillo y marco el número de Fassbender.  Sonó unas tres veces, justo los segundos en que el más alto sacaba su celular para contestar. James miraba a ese hombre quien sonreía bobamente al mirar la pantalla, hasta que este le contesto.

-          ¿Dónde está mi persona favorita?- dijo  sonriendo y dio por terminado su encuentro con fans despidiéndose con la mano.

-          Hello My Darling… estaba pensando que quizás no sea muy buena idea juntarnos -noto como la cara de su amigo cambio completamente.

-          ¿Por qué lo dices? ¿Paso algo?

-          La verdad, es que estoy muy celoso en este momento.  Me parece completamente una falta de respeto que estés coqueteando con todos fuera del restaurant,  incluso sabiendo que tienes una cita conmigo…-dijo con un falso tono dolido. –así es como tratas a todas tus citas? -El más alto lo busco con la mirada por las calles hasta toparse con una intensa mirada azulina cargada de burla. Este alzo la mano para saludarlo a lo lejos y ambos sonrieron.

-          Bueno. No  tengo palabras para disculparme pero déjame al menos compensarte. Yo invito el almuerzo. –dijo en tono de plan.

-          No me convence mucho…- seguían su juego.

-          Bueno, quizás después de comer podemos ir a otro lugar…. Mmm… tal vez un bar. Beber unas cuantas cervezas…

-          Aunque el clima no acompañe mucho…- lo interrumpió y se escucho la risa a través del celular

-          El punto es beber algo. Quizás nos encontremos con un buen partido de futbol en vivo, se que te encanta.-si, lo conocía a la perfección- Por supuesto te ofrezco una grata e intensa conversación frente a un tablero de ajedrez, ah! pero no soy Erik Lensher…

-          Haha suena tentador.  Está bien, acepto la invitación pero sin el tablero de ajedrez, Charles Xavier se pondría celoso…

Tanto tiempo sin verse. Al acercarse tuvieron el gran impulso de abrazarse con fuerza, lo hicieron pero no de la manera que esperaban. Con toda esa gente alrededor lo más seguro es que los rumores acerca de ellos comenzaran nuevamente.

Entraron al restaurant, escogieron su mesa un tanto alejada para poder conversar tranquilos. Había tantas cosas de que hablar, tantas cosas que dejar en claro… pero ambos decidieron de forma personal solo hablar del tema trabajo. No iban a arruinar su comida con cosas innecesarias.

 

+++++

 

El campo de batalla se tornaba aburrido. Más bien era una masacre. Se compadecía por su rival que aun se negaba a admitir su inminente derrota. Pudo terminar la partida desde hace varios movimientos atrás pero se compadeció de esa pobre alma que no tenía idea de cómo eran correctos los movimientos del ajedrez.

-          Hank, ríndete…- decía con voz tranquila. –te enseñare a jugar bien

-          N…no yo puedo. Solo vea este movimiento. –mueve su alfil blanco con orgullo. Xavier con la mano en su mentón y con los ojos a medio filo decide terminar con el calvario de su rival. Acabo con su rey que hace mucho estaba desprotegido. –soy pésimo- admitió. Solo había aceptado jugar para hacerle un poco de compañía al profesor.

-          No es necesario que te preocupes tanto por mí, estoy bien.- dijo sin ser muy convincente y lo noto en la mirada de Hank. – okey, no estoy en mi mejor condición, lo sé. Estoy en esta silla de ruedas, ya sabes, atado aquí por siempre. Raven se fue a alguna misión sola y me dijo que no intentara localizarla pero me preocupa – parecía estar divagando en su mente.- también temo no ser un buen profesor para los alumnos, cada vez llegan más. Necesitamos nuevos maestros y eso me presiona. Lo entiendes verdad?- ahora lo miraba directamente.

-          Bueno, yo creo…- presiono sus labios y alejo su mirada. No estaba seguro si expresar lo que realmente pensaba. “ni lo pienses, Hank” escucho en su cabeza

-          Erik no es la razón!

-          Hace meses que no sabemos nada de él, se que necesita…

-          Te equivocas! El puede hacer su vida donde quiera, con quien quiera… -perdió las palabras que quería expresar –su decisión fue irse. No hay nada que los mantenga en esta casa.

-          Ni siquiera usted? –se atrevió a decir con inseguridad. –profesor, si tan solo fuera más sincero y le dice a Erik lo que siente por el… - vio como el profesor solo cubría sus ojos con la mano y en segundos precedió a retirarse. Era obvio que se había molestado.

Los días pasaron con normalidad en la escuela. Las clases realmente lo distraían y se sentía a gusto cuando sus alumnos aprendían con entusiasmo. Estaba logrando lo que siempre había soñado, que mutantes y no mutantes estudiaran y se criaran juntos pero, por que no se sentía pleno?

Por las tardes siempre iba a la biblioteca y se ubicaba frente al tablero de ajedrez, lo observaba por horas mientras su mente viajaba por sus recuerdos más importantes. Muchas veces el sueño lo vencía pero Hank se lo impedía ya que insistía en hacerle compañía para jugar ajedrez.
A veces sin querer le molestaba, ya que ocupaba el lugar que por derecho le correspondía a Erik. Pero era absurdo. El jamás reclamaría ese puesto.
Y así pasaron meses…

-          Que ocurre, Hank? Hoy realmente estas distraído…- lo miro con el ceño fruncido. –

-          Yo la verdad quería hablar con usted. –estaba nervioso. –por favor no husmee en mi mente.

-          Sabes que no me gusta hacer eso a menos que sea necesario. –dijo mientras movía su torre.

-          Profesor. – lo miro fijo y el aludido presto atención. Hank se levanto de su asiento y se acerco atreves de la mesa, botando varias piezas del ajedrez, quedando a escasos centímetros del rostro del mayor. Charles estaba estupefacto. –n…no sé cuándo p…pero creo que me estoy enamorando de usted…

-          Ah?! –fue todo lo que alcanzo a decir ya que los labios de Hank se juntaron con los suyos bruscamente. Se notaba inexperto pero eso no importaba. “¿Qué rayos estaba pasando?”

El sonido de las cosas de metal en la biblioteca se hacía notar. Varios objetos comenzaron a flotar haciendo que la pareja se separara de inmediato al sentir la tensión del lugar.

Una presencia apareció frente a la puerta con la cara roja de furia y una vena en su cien latente.

-          Volví por ti y me encuentro con que este esperpento besándote? –soltó.

-          Erik…- dijo impactado – no es lo que piensas. Quiso acercarse con su silla pero el poder del magnético lo detuvo.

-          Te matare maldita bestia – dijo escupiendo las palabras –esto no quedara así!!!

Continuara…

-          Esto es broma? Aparte de aburrida, queda ahí?  No he podido encontrar una historia  nueva y buena, que rabia. –apago su portátil para seguir manejando a casa. Faltaba muy poco para llegar.

Se detuvo de golpe al ver una tienda que le llamo la atención. Recordaba haberla visto por internet pero en ese entonces no le había prestado atención. Estaciono el auto y se bajo para entrar al local. El aroma de la tienda era engatusador, bastante agradable para su gusto. Se acerco a la chica encargada de las ventas; quien le enseño varios productos útiles que le servirían para su futuro plan.

+++++

 

El almuerzo había resultado perfecto y tal y como prometió Erik, el pago la comida, aunque James intento persuadirlo de que no lo hiciera pero fue inútil.

Salieron del restaurant a enfrentar nuevamente el frio clima. El más bajo noto como Michael frotaba sus manos, sonrió para sí mismo y le extendió un paquete que llevaba dentro del bolsillo de su abrigo. El más alto lo miro confundido.

-          Y esto? –pregunto al recibirlo

-          Ábrelo es un pequeño regalo. –dijo sin importancia. Michael hiso caso y rompió sin sutileza el sobrio envoltorio.

-          Guantes? –le dedico esa enorme sonrisa que mostraba todos sus dientes.

-          Acaso no es obvio? Te conozco perfectamente, se que eres olvidadizo y que mas de algo dejarías en el hotel.

-          Pero como supiste, jajaja

-          Para ser sincero no sabía si comprarte una bufanda o ese par de guantes. Bueno, tienes suerte – sonrió. El otro se lo agradeció y se los puso de inmediato. En cosa de segundos sus manos ya estaban tibias.

-          Hubiera preferido que tomaras mi mano y la metieras dentro de tu abrigo… - sonó con ironía.

-          Sé que te mueres por tomarme de la mano pero no te lo dejare tan fácil. –dijo con burla mientras reían y se daban golpes en las espalda.

 

+++++

 

Michael, en toda su vida, jamás ha logrado llenar el enorme vacío que siempre estaba latente en su pecho. Incontables veces creía que el cariño de una mujer bastaba para sentirse completo, pero siempre se equivocaba. El sexo ayudaba pero no era lo que buscaba. Una tras otra, todas sus relaciones resultaban fallidas y ya se estaba agotando. Los proyectos nuevos que le ofrecían parecían amortiguar cualquier inquietud que abordara su corazón. Constantemente pensaba que las películas lo llevarían a conocer a la persona que estaba destinada para él pero no era fácil. Su cabeza era un lio y solo jugaba con los sentimientos de cualquiera que quisiera entrar en su vida hasta ese día, en que fue nominado para hacer el papel de magneto.  Le agradaba de sobremanera interpretar ese papel de villano. Era interesante y estaba entusiasmado.

Antes de ganarse el papel, tuvo que hacer una audición para ver la química que tendría con el supuesto actor llamado James McAvoy, quien interpretaría al profesor Charles Xavier. No lo conocía en persona pero creía haber visto alguna serie o película en la que aparecía, aun así no estaba seguro.

El día de la audición algo se removió en su pecho, cuando vio llegar  a ese tipo con el que debía transmitir una buena química, se detuvo su respiración por un breve momento.  Sus ojos eran increíblemente azules. Su sonrisa encantadora, sus movimientos Y sus gestos eran asombrosos. Debía admitir que tenía un encanto natural innato. No podía dejar de observarlo y en el momento en que sus ojos se cruzaron instintivamente asintieron con la cabeza   en forma de saludo dedicándose ambos una amplia sonrisa. Ese fue el comienzo para ambos.

Para el director y los demás, no había duda que ellos dos crearían el ambiente adecuado para la película.

No paso mucho tiempo para que se dieran cuenta que ambos eran tal para cual. Ese hombre era su otra mitad, con quien compartía el mismo humor y podían crear situaciones cómicas con sarcasmo incluido haciendo estremecer el corazón de todos aquellos que los conocían. Era la primera vez que una persona calaba en lo más  profundo de su alma. James paso a convertirse en su todo; su mejor amigo.

Pronto comenzaron los rumores entre ellos. Se preguntaba en qué momento las fans los vieron como una pareja romántica.  Le hacía gracia que en cada entrevista los vincularan como una potencial pareja pero lo que más le sorprendió era el juego en que el mismo James lo incluyo. Ese hombre no se molestaba y disfrutaba bromear con la imaginación que tenían las fans.

“si tan solo fueras mujer” llego a pensar una y otra vez. Y fue en ese instante en que pronuncio esas palabras en alto que se dio cuenta lo que sentía por su amigo McAvoy. Era lo que había buscado toda su vida pero era un hombre y estaba casado!  Y para su des fortunio, la mujer de su amigo era un encanto.

En esas tantas noches en solitario, en la habitación de su hotel intentaba alejar esa clase de pensamientos. No podía pensar en James de esa forma. En lo dulce que deben ser sus besos y en esa pálida piel tersa que había tocado tantas veces en camarines (sin doble intención claro). Era tortuoso lo que estaba sintiendo y no dudo algunas veces en cortar definitivamente esa amistad pero era imposible, ese hombre siempre estaba ahí, lo respaldaba en todo, lo ayudaba y lo sacaba adelante. No sabía si lo hacía a propósito pero lograba que lo extrañara demasiado y no duraban mucho incomunicados.  Siempre terminaba llamándolo, incluso a altas horas de la noche. Anhelaba escuchar su voz cuando estaban lejos, las primeras palabras que James le dedicaría serian  “Hello my Darling! Con ese acento marcado que lo volvía loco.

El último día de filmación de X-men apocalipsis fue un nuevo golpe para su corazón. Sus vidas se separarían. Habría nuevos proyectos por separados y el tiempo no les coincidiría, eso lo desesperaba aun más solo quedaba esperar la  fiesta que se llevo a cabo después del estreno de la película todos estaban muy felices menos él, pero debía demostrar lo contrario. Con esa celebración todo acababa.

Compartió con todos menos con James, quien se encontraba con su esposa, por más que le doliera no quería verlo, no quería estar cerca ni escuchar su voz, lo ignoro garrafalmente y se dedico a beber y sonreír falsamente. Por supuesto su amigo lo noto porque cada vez que intentaba acercarse este se iba a hablar con otras personas. 

Tan concentrado estaba ignorando a su amigo que no noto  cuando este había desaparecido de la fiesta. Al parecer ya se había ido con su esposa y el arrepentimiento llego y se apodero de su mente. Un nudo se formo en su garganta y el alcohol no le estaba ayudando mucho. Quería llorar, quería correr tras de él, pero que sacaba con eso. Como se disculparía por haberlo evitado durante toda la velada, ni siquiera fue a saludar correctamente a la esposa. Su cabeza era un lio y decidió ir de vuelta a su hotel.

Le costó mucho mantener el equilibrio hasta su habitación. El pasillo se le había hecho eterno y no vio hasta estar a un par de metros de su puerta que había alguien esperándolo. Era ese hombre, quien lo tenía loco. Lo recibió con una triste sonrisa  mientras el dudaba si acercarse o salir corriendo de ahí. Pero su cuerpo reacciono por sí solo y se abalanzo sobre él, robándole un fuerte abrazo en donde sin vergüenza escondió su rostro en el cuello del más bajo y reprimió el llanto que amenaza por salir.

-          Estaba asustado…- recordaba con claridad sus palabras -…creí que estabas enojado conmigo…

Nada contesto. Abrió su habitación y ambos entraron con torpeza por la embriagues. La puerta se cerro de golpe y ambos quedaron en la oscuridad.

Extrañamente eso fue lo último que Michael recordaba de esa noche. Tenía una enorme laguna mental y se odiaba por eso. Muchas veces le pregunto a James si recordaba lo que había sucedido después pero este respondía que habían bebido mucho y que poco y nada recordaba. Eso ya había pasado hace cerca de un año…

¿Algún día sería capaz de recordar?

 

+++++

 

Logro llegar a la casa temprano.  Vio el chiquero en que estaba convertido su hogar y lo primero que hizo fue limpiarla a fondo. Cada rincón estaría reluciente para la pronta visita que pisaría su casa. Sonreía sola de solo pensarlo.

Pensó estratégicamente todo. Si llegaban borrachos que era lo más probable, entrarían chocando con todo, así que movió algunos muebles para dejar el paso libre, acomodo bien los sillones y puso varios cojines de adorno.

-          Qué lindo…- decía mientras tarareaba una canción. – lo siguiente el cuarto de huéspedes. –una sonrisa maquiavélica se mostraba sin escrúpulos en su cara. –sería una lástima que esa habitación quedara inutilizable.

Después de unos leves arreglos en la habitación de huéspedes, se dirigió al cuarto que compartía con su esposo. Cambio sabanas por unas nuevas, limpio el piso, los muebles y como hizo en el living, saco todos los elementos innecesarios que pudieran estropear la velada. Hasta retiro las fotos donde aparecía ella.

Lo siguiente, la cocina. Preparo unos dulces que le encantaban a James. Los dejo a la vista para cuando llegara. Preparo cuidadosamente las botellas de licor que beberían. Dejo un par de copas cerca y unos bocadillos varios.

Bien la casa estaba reluciente y lista. Solo quedaban unos últimos detalles que debía aplicar mas tarde para que surtieran mejor efecto.

-          Que agotada estoy! – bostezo y se estiro un poco. – tengo tiempo para seguir leyendo…-se fue a su estudio y se sentó en su adorada y cómoda silla comprada especialmente para pasar horas frente al computador.

 

+++++

“Picaba por la izquierda desde el fondo, pase largo, pelota al área y gol GOOOOL….”

Como se había dicho ahora estaban en un bar, viendo un partido de futbol de quien sabe quien, solo James sabía y se notaba que lo estaba disfrutando. Su cara lo decía todo y gritaba cada remate al arco y elogiaba a los jugadores cuando hacían excelentes jugadas. Pero Michael estaba en su mundo mientras tomaba su cerveza.

¿Qué era lo que quería realmente de James?

Dio un trago más largo, acabándose de lleno el brebaje. Pidió otra al instante.

-          Que ocurre, Michael?

-          Mmm nada.

-          Quieres ir a otro lugar o tal vez quieres regresar al hotel, después de todo debes estar cansado por el viaje. Si quieres podemos vernos otro día.- dijo con sinceridad.

-          James, se que siempre te pregunto lo mismo pero…- dudo un poco –realmente no recuerdas que sucedió ese día… -el más bajo sabia a lo que se refería

-          ¿Por qué es tan importante saber? –bebió un poco- no lo sé. No recuerdo. Ya sabes fui a verte, estaba preocupado por ti. Cuando desperté estaba tirado en el suelo con una resaca de los mil demonios – hacia un gesto gracioso, con el cual ambos rieron –tú no te encontrabas en mejores condiciones, amigo. No quise despertarte y me fui. Eso es todo. –Fassbender solo asintió sin estar muy convencido su intuición le decía que eso no era todo y realmente no estaba muy equivocado.  James bebió de golpe y acabo su cerveza mareándolo un poco pero se repuso y pidió otra de inmediato. La verdad es que si recordaba lo sucedido y se sentía el peor amigo del mundo aun así jamás podría contarle. No aun…- acaso no hemos venido a divertirnos, cierto Fassbender? –dijo con tono seductor.

-          Estas intentando ligar conmigo, McAvoy? –nuevamente comenzaban con su jueguito.

-          Quién sabe. Tal vez después te lleve a mi casa si todo resulta bien. –dijo como si nada.

-          Y se puede saber para qué me quieres en tu casa?

-          Bueno, así evitare que estés solo en esa fría y oscura habitación de ese lujoso hotel… además estaré solo muchos días…

-          Solo me quieres de compañía.- soltó divertido.

-          Sí, pero nos divertiremos y quien sabe lo que vaya a suceder, solo dejémoslo en manos del alcohol…

Esas simples palabras que siempre sonaban a burla y juego, esta vez tenían un grado de veracidad que de cierta forma asusto a ambos por igual.

“Todo quedaba en manos del Alcohol” pensó Michael.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Muchas gracias a las personas que le han dado una oportunidad a la historia.
nos leemos pronto.

Dahlia 


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