El brillo del amanecer ilumino la habitación revelando los cuerpos desnudos de Sebastian y Ciel cubiertos por una ligera sabana, el mayordomo abrazaba al chico rodeándolo con sus bien formados brazos, dormía tranquilamente, soltando ligeras respiraciones. Sebastian se incorporó en la cama dejando cuidadosamente a Ciel a un lado, su plan había sido llevado a cabo perfectamente, ahora que había probado la excitación de estar con un demonio, sabía perfectamente que Ciel no lo dejaría ir y es que desde que conoció a un humano tan inocente pero sin embargo, frio, analítico, calculador y serio en la vida diaria, se moría por descubrirlo aún más a fondo, es imposible que un demonio se sienta atraído por un humano, eso es claro, pero conocer a Ciel fue la excepción, hacerlo suyo, su propiedad, cada noche, era una de las mayores fantasías de Sebastian, mas no solo eso, conocer que hay dentro de su tan complicada mente, que lo lleva a ser de una manera tan altanera, si tan solo pudiera averiguarlo continuaría sirviéndole a diestra y siniestra hasta averiguarlo.
.-Buenos días, My lord-le susurró acercándose a su oído con el tono tan elegante y seductor que solía tener, Ciel abrió pesadamente sus parpados hasta lograr enfocar a su mayordomo.
.-Buenos días-contesto, tallándose los ojos, trato de acomodar su ropa hasta que recordó no tenía nada que lo cubriera, su rostro enseguida se enrojeció por lo ocurrido anoche, la manera en la que él había gemido el nombre de su mayordomo lo mataban de la vergüenza, tomo rápidamente la sabana tratándose de cubrir.
.-Pero joven amo, ¿Por qué se cubre? Si ya he visto todo su cuerpo-decía Sebastian con una sonrisa.
.-Búscame ropa pervertido-dijo Ciel molesto.
.-Enseguida, My lord-dijo Sebastian incorporándose.
.-También quiero comida- dijo sin apartar la sabana de su cuerpo y aun con el rostro ardiendo.
.-La preparare en un momento, ¿Cree que el señor Grell nos contacte pronto?-preguntó Sebastian buscando en el armario.
.- No lo sé… y ¡Ponte algo!-decía Ciel haciendo lo posible por no cruzar la vista con el monumento desnudo que paseaba por la habitación.
.-Lo lamento joven amo, pensé no le incomodaría, después de como disfruto cada parte de mi cuerpo-decía Sebastian con una sonrisa mientras se cubría con una bata.
.-Cállate, haz tu trabajo-dijo Ciel tratando de ignorar el comentario.
.-Aquí tiene my lord, es lo mejor que encontré-le dijo mostrándole un conjunto ideal a su medida.
.- ¿Qué hace ropa de mi talla ya lista en la habitación?-preguntó Ciel ante tan sospechosa cuestión.
.-Tal vez la dejaron olvidada-dijo Sebastian apartándole la sabana a Ciel.
.-o-oye-dijo Ciel alterado ante tal acción.
.- ¿Qué pasa My lord? Nunca le ha incomodado que lo vista, ¿Pasa algo?-pregunto Sebastian con una inocente mirada.
.-Pasa que ahora sé que no me ves de una manera heterosexual, depravado-decía Ciel tratando de cubrirse.
.-Eso es cierto joven amo, así es como usted me ve a mí- le dijo con una sonrisa
.- ¡Te veo como mi empleado, eso es todo!-dijo Ciel avergonzado, Sebastian se acercó a su oído y dándole una suave mordida le dijo.
.- ¿Le excita saber que me domina, My lord?-le preguntó Sebastian en un seductor tono.
.-S-sebastian-susurro el chico dando ligeros temblores.
.-Me gustaría repetir lo de anoche My lord- le dijo suavemente al oído dando ligeros besos en el cuello-pero por desgracia, nos esperan en la mansión Phantomhive, además de que ya tenemos una cita atrasada con el señor Grell-decìa Sebastian sin detener su recorrido de besos.
.-N-no repetirás nada, ya v-vámonos- decía Ciel temblorosamente sin detener a Sebastian.
.-My lord, podría repetir el placer que sentimos ayer, cada noche si solo admite, que está contento con mis servicios-decía Sebastian con una sonrisa, haciendo recobrar a Ciel la cordura.
.-No quiero repetir lo de anoche, lastima para ti, jamás lo admitiré-dijo Ciel un poco más tranquilo tratando de vestirse.
.-No le gusta perder ¿Cierto?-pregunto Sebastian.
.-Así es como he sacado a la empresa adelante, ningún pervertido con grandes habilidades para pelea me hará cambiar de opinión- sentenció terminando de cambiarse, Sebastian soltó un suspiro.
.-Me cambiare entonces, y después podremos irnos-dijo caminando hacia el baño, fue poco el tiempo que tardo hasta después salir.
.-Vámonos-dijo levantándose de la cama para caminar hacia la puerta, no es secreto que lo que había sentido anoche no le había sucedido jamás, de hecho, en el fondo moría por repetirlo, pero es cierto que Ciel odia perder y mucho más, admitir algo. Caminaron hacia el elevador y pasando los dos llegaron hasta la planta baja, miraron a los lados buscando alguna señal de vida, pero nada.
.-Debió tratarse de una broma de mal gusto-dijo Sebastian caminando hacia la salida, justo frente a la entrada se encontraba un carruaje de donde salió un escandaloso grito, un chico de largo cabello carmín a juego con sus gafas y ojos esmeralda bajo muerto de la emoción corriendo hacia el mayordomo, dejando a Ciel completamente sorprendido.
.-¡Sebastian, cuanto tiempo! ¿Qué haces aquí? ¡Moría por abrazarte! ¡Dame un beso!-decía tratando de acercarse a el mientras que Sebastian lo apartaba con una mano.
.- ¿Y tú quién eres?-preguntó seriamente mirando al escandaloso fan de Sebastian.
.- ¡Lo lamento! Mis modales…mi nombre es Grell Sutcliff, mucho gusto-decía con una sonrisa aun tratando de alcanzar a Sebastian.
.- ¿Usted es el famoso Grell? Vaya impuntualidad-decía Ciel.
.-Debo suponer que tú eres Ciel Phantomhive, no creía que alguien tan joven llevara el mando de una empresa tan importante como es la Phantomhive, ya veo que los rumores eran ciertos-dijo con una sonrisa.
.- ¿Conoce a Sebastian?-`preguntó molesto ante la insistencia del hombre por hacer suyo al mayordomo.
.- ¡Claro que nos conocemos! Desde hace mucho tiempo, algo así como colegas de trabajo, y si él quisiera algo más-decía Grell tratando de abrazarlo, logrando que Sebastian lo lanzara.
.-Nunca será ese algo mas-dijo Sebastian desde su lugar.
.- ¡Dejen de perder el tiempo!-dijo Ciel molesto-señor Grell estoy enterado que quiere dar patrocinadores a mi empresa-decía Ciel tratando de llamar su atención.
.-Así es, aunque ahora que sé que trabajas con Sebastian, te ofrezco un trato aún más grande-dijo con una sonrisa.
.- ¿Cuál es?-pregunto Ciel.
.-Patrocinadores, donaciones y venta de acciones de una de mis compañías, si me das a tu mayordomo-dijo con una sonrisa.
.-Imposible-contesto Ciel dejando sorprendido a Sebastian.
.- ¡Por favoooor!-rogaba desde su lugar Grell.
.-Todos esos favores a cambio de mi mayordomo, es imposible por solo lo busques por gusto, debe esconder algo más a su favor-explicaba Ciel-por lo que seguro, no me conviene-sentencio.
.- ¡Por favor!-rogaba Grell- al menos ordénale que se quede una sola noche conmigo ¡Solo una!-imploraba en puchero-¡Y después será completamente tuyo!-decía.
.-Suena como algo más justo- hablo Sebastian desde su lugar iluminándole los ojos a Grell.
.-No lo acepto-contesto Ciel seriamente.
.- ¡Vamos! ¡No seas egoísta, será solo una noche!-imploraba el desesperado Grell.
.- ¡No!-respondió enfadado- es mi mayordomo, y nadie puede tener lo que es mío, rechazo el trato, muchas gracias- dijo Ciel apretando los puños y comenzar a caminar a un lado, dejando completamente sorprendido a Sebastian y deprimido a Grell.
.- ¡Vaya mierda! Que daría por una noche contigo Sebastian y…-le dijo acercándose a su oído para susurrarle-No olvides llevarte su alma-esto último diciéndoselo con un tono malvado recordándole a Sebastian lo que realmente tenía que hacer.
.- ¡Camina Sebastian! Detesto llegar tarde-dijo Ciel caminando furiosamente, entonces Sebastian camino detrás-Nueva regla, nada de nuevos amigos ni nada de eso, tu vida social ya no debería existir, trabajas únicamente para mi así que yo soy tu único contacto ¿Entendiste? No quiero que te distraigas en tiempo de trabajo ni des tu opinión en junta de negocios, la autoridad aquí debo ser yo, no tienes ningún derecho a negociar o pensar por mi ¿Quedo claro?-decía Ciel enfadado.
.-Joven amo, ¿Está molesto por querer ser apartado de usted?-preguntó Sebastian sorprendido.
.- ¡Eres mi mayordomo! Por un mes o no sé cuánto tiempo quede, ¡Pero mío!-le contestaba molesto con ese tierno tono que le fascinaba a Sebastian, haciéndolo sonreír.
.-Yes, My lord-le contesto con una sonrisa y colocándose la mano en el pecho, antes de que Ciel continuara su caminata, Sebastian lo tomo de los hombres para después de esto, robarle un beso.