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La Bandida por porfavorviolameShizuma

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Notas del capitulo:

LA BANDIDA


 


CAPITULO 2


Ladrona de Secretos

SHIZUMA

 

Ingresar al Liceo Femenino Santa Mónica no fue fácil, y no por la cantidad de dinero que exigían para la matricula, los útiles escolares y el primer mes de pensión; no, eso no era lo difícil, lo realmente complicado era pasar las pruebas no solo de conocimiento sino de presentación personal, y la mía no era la mejor. El tatuaje en mi pierna me hacía ver como una ex convicta en medio de tanta damisela y por ser esta una institución de prestigio no se permitía que partes del cuerpo que quedaban visibles a los ojos de todo el mundo tuviesen tatuajes y obviamente mi dragón quedaría a la vista de todos al lucir la falda del uniforme escolar. Por tanto, tenía que buscar alguna forma de aprobar este examen.

Indagué sobre quien era la persona que tenía el poder para hacer las excepciones de los ingresos y sin sorpresa alguna me informaron que era el Director. Así que por un mes le seguí el rastro, comprendía que a las buenas no se podía, por tanto, necesitaría otras formas de persuasión.

 

Durante varios días y sobre todo en las horas de la tarde en donde el director abandonaba el instituto le seguí el rastro, para la primera semana el sujeto en cuestión actuaba con total normalidad, desmotivándome; sin embargo, para finales de la segunda semana sus actividades tomaron una variación, el día jueves salió a las 3 de la tarde del instituto, pensé que con rumbo a su casa, pero esta vez no salió en su automóvil, sino que abordo un taxi. Le seguí también abordando uno, para mi fortuna fuimos a dar a uno de los bares en los cuales realizó mis ventas los fines de semana. Era un lugar que frecuentaban personas de clase alta y que tenían oscuros secretos; tras la fachada de un café se hallaba uno de los burdeles más costosos de la ciudad, su precio no era por sus exóticas mujeres sino por la discreción del sitio y el sin número de depravaciones que podías realizar, en donde la imaginación era el único límite que tenías. A pesar de moverme en el bajo mundo era muy poco el acceso que podía tener a aquel lugar, sin embargo, el solo hecho de ser amiga de algunos de los empleados me permitiría lograr mi cometido.

 

Una vez ingrese al café, observe que el director se había internado en la zona prohibida del lugar, me acerque a una de las meseras y le ordene un café para disimular nuestra conversación, le pedí una foto de aquel tipo ejecutando algún acto licencioso, con una sonrisa en sus labios la mujer accedió, obviamente estaba feliz de ayudarme porque sabía que la única forma de pago era el sexo y esto me iba a costar una noche de pasión con ella, pero que más daba, lo importante era poder tener pruebas para sobornar al director. Muy relajadamente bebí de mi café, posteriormente me acerque a la caja pague por mi bebida y me marche.

 

Una hora antes de irme a dormir y aprovechando que la sala de internet cerca a mi casa se hallaba solitaria, revise mi correo encontrando para mi suerte un mensaje de un remitente desconocido en donde había 4 imágenes del director azotando a unas jóvenes, en otra teniendo sexo con ellas y otra más en la que disfrutaba viendo como abusaban de un menor de edad. ¨Maldito pederasta¨ grite para mis adentros, no podía imprimir aquellas imágenes por su contenido, así que opte por guardarlas en una memoria y enseñárselas a ese desgraciado en el momento en que presentara mi examen de ingreso.

 

Al día siguiente y por teléfono le conté a Levi la calaña de hombre que era el director de la escuela a la cual iba a ingresar, le envié las fotos y en caso de que me llegase a pasar algo, él las hiciera públicas. Estaba arriesgando mucho por estudiar, por un tener un mejor futuro, pero era lo mejor que podía hacer para apartarme de aquel bajo mundo.

 

Llegado el tan esperado día del examen de ingreso presente las pruebas teóricas en las cuales obtuve excelentes calificaciones, luego en las pruebas psicológica no hubo problema, posteriormente llegaron las pruebas médicas por así decirlo, en donde una doctora reviso mi estado de salud, me realizo preguntas de rutina como alergias, enfermedades, traumas, vida sexual, tatuajes y obviamente se dio cuenta de ello.

 

-los tatuajes de gran tamaño y que vallan en contra de la presentación personal de las estudiantes en esta institución darán como negación al ingreso del aspirante- me dijo la médica en tono despectivo.

Me limite a mirarla sin prestarle mayor atención y continuar con sus instrucciones, finalizando el chequeo me sugirieron esperar los resultados en una sala de estar ubicada frente a la oficina del director.

 

Aguarde en aquel lugar por más de una hora. Hasta que por fin una de las psicólogas que me entrevisto ingreso con un sobre en sus manos hacia la oficina del director, mientras cerraba la puerta me brindo una sonrisa hipócrita a la cual yo correspondí guiñando el ojo. Sabía que aquella mujer estaba convencida de que no podría ingresar al instituto, pero ignoraba que yo tenía un as bajo la manga.

 

Febrero de 2010

 

KAORI

 

El nuevo año escolar dio sus inicios y con este el último para mí. Mientras mis compañeras compartían anécdotas de sus vacaciones, me escurrí de la conversación y fui ojeando a cada una de las estudiantes esperando encontrar algo nuevo, pero al ingresar la última estudiante solté un suspiro de desilusión sumándome nuevamente a la conversación de mis compañeras. No sé cuantos minutos pasaron hasta que llego la directora de grupo.

-Señoritas buenos días- saludo la directora

Rápidamente todas nos organizamos y pusimos en pie.

-Buenos días directora- contestamos en coro y respetuosamente a su saludo.

-Por favor tomen asiento, para este año tenemos una nueva integrante, por favor Hanazono Shizuma preséntate- Invitó la directora a la nueva estudiante.

Valla sorpresa la que me estaba llevando, cerré y abrí mis ojos varias veces porque no me podía creer lo que estaba pasando. Se posó frente a toda la clase y con voz audible hizo su presentación, sé que todas quedamos hipnotizadas con su belleza, sus preciosos ojos verdes, su raro pero hermoso cabello plateado. Mientras hablaba sus ojos fueron recorriendo toda el aula hasta encontrarse con los míos. En los pocos segundos en los que se me quedo mirando sentí su sorpresa al verme. Cuando los aparto, sentí que la chispa de deseo con la que tiempo atrás me miraba se había extinguido y solo quedaba un frio que entumecía mi interior.

 

Seguidamente de su presentación, la directora le indico que puesto ocuparía; con su sensual movimiento todas la seguimos, para mi desgracia quedo al otro lado y detrás de mi ubicación, para poderle ver tenía que contorsionar mi cuello. Sin embargo, verla no era lo que me aquejaba, lo preocupante del asunto era que Shizuma conocía mi doble vida y eso podría acarrearme problemas, favoreciéndole  el vengarse por todo lo que le hice.

 

Tenía que pensar en una solución al respecto, Shizuma no debería estar en esta escuela, esta institución era para personas de la alta sociedad y ella solo era una marginal y una ladrona. Algo se me tenía que ocurrir para que la expulsaran, pero debía andar con cuidado, no podía revelar su identidad porque ella haría lo mismo conmigo. Por tanto, esto indicaba que debía utilizar mis artimañas de manipulación para hacer que otros le hicieran la vida imposible. Llegada la hora del descanso, observe a Shizuma siendo abordada por Chitaru, quien parecía admirar su tatuaje. ¡Claro¡ el tatuaje, que tonta, como pude olvidarlo, es una regla del instituto. Rápidamente salí hacia la oficina del director a denunciar aquel error.

 

SHIZUMA

 

Valla sorpresas las que te da la vida, no había pasado más de un mes cuando me volví a encontrar con mi ex novia; me imaginé todo menos encontrármela en este lugar. Había terminado la última clase del día, la maestra estaba organizando sus documentos para salir, lo mismo hice yo, guardando muy ordenadamente los cuadernos y demás útiles escolares, cuando un murmullo comenzó a ganar fuerza. ¨No queremos convictas en nuestra escuela¨ ¨si, fuera las marginales de aquí¨

-Solo te están provocando, ignóralas- me dijo Chitaru, quien había sido con la una persona con la cual había convenido.

-Sí, lo sé, aunque se estaban demorando, la verdad es que estoy acostumbrada a tratar con este tipo de personas y desde el principio sabía que esto no iba a ser fácil, pero ya vez, aquí estoy y aquí me quedo- le conteste levantándome de mi asiento, acomodando mi maleta en la espalda y buscando la salida.

 

-¨tras de convicta, cobarde¨- alzo la voz una de las integrantes del murmullo

 

Reconocí esa voz, era la de Kaori, mi ex novia. El solo hecho de que yo conociera sus jueguitos daba lugar a una guerra, pero no quería eso, así que al siguiente día hablaría con ella y le diría que haría como si no la conociera.

Continúe a paso firme mi camino hacia la salida del aula, escoltada por Chitaru y luego hasta el parqueadero donde estaba mi caballito de acero.

-No vemos- le dije

-vale- me contesto.

 

KAORI

 

Odiaba y amaba a esa marginal de Shizuma, era tan sexy la desgraciada y ese tatuaje en su pierna la hacía ver tan mala, durante la semana el tenerla cerca no me dejo concentrarme en mis estudios, aunque al día siguiente de su ingreso se me acercara en secreto y me dijera que ella iba a hacer como si no me conociera, para mí esa era una buena tregua; pero no quería eso, yo quería que me rogara y más porque la seguía deseando, era muy buena en la cama, demasiado buena, solo recordar esos tres meses en que fui su novia y las veces en las que lo hicimos me excito, en las noche de solo recordar esa furia con que me tomaba me hace doler el abdomen y lo único que calmaba aquel dolor era masturbarme.

 

Sin embargo, la pregunta que me hacía a diario era ¿cómo pudo entrar a esta escuela? ¿Qué artimañas utilizo? ¿Acaso sabia algún secreto del director? de ser así quería saberlo, ese quizás era el lado que más me encantaba de esa mujer, sus dotes de mafiosa con los cuales conseguía lo que quería. Con Shizuma el mundo tenía otro color.

 

Mierda, no puede ser que este enamorada de esa marginal- grite para mis adentros mientras sacudía mi cabeza queriendo eliminar esos pensamientos.

 

SHIZUMA

El mes transcurrió con mucha intensidad académica y con la envidia de muchas; me esforzaba demasiado para estar entre las mejores y de hecho era la mejor de la clase, lo que me acarreo complicaciones con el grupo de Kaori, quienes hasta mi llegada eran las mejores. El bullying fue en aumento. No les bastaba con llamarme convicta, sino que empezaron a meterse con mis objetos personales, hasta me agujeraron las llantas de la bicicleta varias veces; pero no me iba a dejar, logre conseguir un lugar cerca del instituto donde guardar la bicicleta, realmente fue muy fácil, pues cada barrio tiene su jibaro y yo conocía el de aquel barrio. En cuando a los libros y cuadernos debía cargarlos a todo lugar al que fuera, o en algunas ocasiones dejarlos a cargo de Chitaru. Sin embargo, cada vez que hallaba una solución a su acoso, ellas inventaban nuevas maneras de fastidiar. Era vidente que buscaban pelear conmigo, eso era lo que querían que las agrediera con el fin de que me expulsaran, pero no lo iban a conseguir, eso jamás.

 

Jugaría su cochino juego y les haría pagar todo lo que me hicieron. Solo eran 5 las que me molestaban. Y así lo hice, empecé con Kaori, en secreto le dije que nos viéramos en el laboratorio de química, el cual en las horas de la tarde se hallaba vacío. 

 

KAORI

 

Shizuma tardo varios minutos en llegar al laboratorio, sabía que me iba a pedir que la dejara en paz, o por lo menos que mi grupo de amigas lo hiciera. Pero no iba a ceder, mis secretos no estaban a salvo si ella seguía en este instituto, por tanto, lo mejor era que se marchara. Revise varias veces mi reloj de mano esperando que la marginal esa apareciera. Hasta que por fin llego, con su estúpido y sensual caminado me hipnotizo y todo lo que iba a decirle se borró de mi mente, con cada paso que daba hacia mí, hacia que mi corazón latiera con más fuerza, agitando mi respiración. Un deseo enfermizo me domino. No pude articular palabra alguna solo podía concentrarme en el movimiento de los labios de aquel demonio. No me di cuenta en que momento forzó la cerradura, solo que su mano tomo con fuerza mi muñeca halándome hacia dentro del laboratorio. Un gemido y no de dolor salió de mi boca.

 

-Lo siento, no quería lastimarte- me dijo Shizuma a modo de disculpa

-Oh si, lastímame- le conteste a modo de súplica. Con la urgencia de un hombre que se ha perdido en el desierto pero ha encontrado un oasis me abalance sobre ella, colgándome de su cuello y pegando afanosamente mis labios en los suyos, al principio rechazo mis besos, pero luego su boca fue abriéndose hasta que su lengua rozo la mía, quemándome de deseo, con esa furia que me encantaba me acostó sobre una de las mesas del lugar, luego tomo mis pechos en sus manos mientras continuaba besándome, sin más espera desabrocho el chaleco junto con la camisa accediendo a mis senos. Mis pezones reaccionaron inmediatamente a su contacto, por lo cual su boca abandono mis labios y fue a por ellos, lamiéndolos con premura, yo no podía resistir más aquella tortura.

-tócame por favor- le rogué.

Detuvo su embestida solo para enseñarme su mirada victoriosa acompañada de una sonrisa malévola. Nuevamente llevo sus labios a mis ardientes pezones y su mano izquierda a mi entrepierna, con vehemencia su dedo medio rozo mi clítoris haciéndome estallar de placer, aumento el ritmo de su movimiento hasta desatar un mar de orgasmos.

SHIZUMA

 

El vibrar del celular dentro de mi bolsillo me saco de mi éxtasis, no sé en qué momento la situación tomo otro rumbo, pero me gustaba, el tener a Kaori de aquella forma, totalmente dominada me hacía sentir como un guerrero ganando su última batalla, pero tenía que marcharme, aquella llamada era la señal que tenía que abandonar el laboratorio. Sin terminar de saciar todas sus ganas aparte mis dedos de su sitio de placer. Le observe una última vez y hui del lugar.

 

KIRIGAYA

 

Con el estudio y el trabajo el tiempo que pasaba junto a mi hermana era poco, pero de calidad. En las noches sin importar el cansancio que pudiese tener me ayudaba con las tareas. Y en las mañanas era la primera en levantarse para ayudarme a preparar para la escuela. Habían pasado  dos años desde que nuestra madre había desaparecido por tanto ella era quien asistía a las reuniones académicas programadas en el instituto y hoy era una de ellas. Por ser un día entre semana y al tener que estudiar el director le dio la última cita que era a las 6 de la tarde. Empero, habían pasado cinco minutos y nada que llegaba; el desespero poco a poco me iba consumiendo. Para nuestra fortuna el director de clase aún estaba reunido con otro padre de familia, pero en cualquier momento saldría. Angustiada observaba para todas partes esperando que Shizuma apareciera, pero nada. Justo cuando los padres que se hallaban conversando con el director se levantaron y se dirigieron a la puerta, mi hermana apareció; dando grandes zancadas logro llegar hasta mi posición, me dio un rápido beso en la cabeza e inmediatamente ingreso al salón. Todo fue tan rápido que ni siquiera tuve tiempo para reprocharle. Decidí alejarme del salón y esperar a mi hermana sentada bajo la sombra de uno de los frondosos árboles que marcaban el camino de ingreso al instituto. Sin perder de vista el salón me fui relajando al sentir como la suave brisa acariciaba mi rostro.

 

Sin advertir la presencia de persona alguna, una voz suave me saludo

-Hola-

Rápidamente le observe

-Espero no molestar-

Le sonreí señalando mis labios es indicándole con mis manos que no hablaba pero que si escuchaba.

-lo siento- se sonrojo.

(Lenguaje de señas)

-lo siento, que tonta soy-

Me sorprendió el ver que sabía expresarse a través del lenguaje de señas

-no hay problema- le conteste

-espero no haber interrumpido tus pensamientos, pero no pude ignorar tu belleza y el evitar acercarme- me dijo

-eres todo un don juan, así conquistas a todas- le dije mientras sonreía

Se sonrojo -no, soy tímida-

-no te creo. Mi nombre es Kirigaya-  al terminar de enseñar mi nombre, vi como sus labios se movieron, leí que lo pronunciaba

Seguidamente ella me dijo el suyo

-Chitaru- consecutivamente hizo una reverencia. Volvió sus ojos rojos hacia mí y dijo –tienes un hermoso nombre-

 

SHIZUMA

 

-si muy hermoso y te aconsejo que te mantengas lejos de ella, es mi hermana y no permitiré que nadie la lastime- le hable con tono amenazador a Chitaru mientras sigilosamente me ubicaba detrás de mi hermana y cubría con mis manos sus orejas, evitando que escuchara mi amenaza,  pues vi cómo Chitaru le estaba coqueteando y como ella le correspondía.

-no sería capaz de eso- me contesto Chitaru.

 

KIRIGAYA

 

Me perdí tanto en los ojos de Chitaru que no me di cuenta en que momento llego mi hermana, solo hasta que nuestra conversación fue interrumpida por ella, parecía disgustada por algo pues su rostro reflejaba enojo. Intercambio algunas palabras con Chitaru pero con sus manos en mis oídos no pude escuchar casi nada, me hizo despedir rápidamente de ella, me tomo de la mano y me hizo salir a paso acelerado del instituto. Dedique una última mirada a Chitaru quien hábilmente me pregunto con sus manos

- ¿te puedo volver a ver?

-si- le conteste moviendo la cabeza.

Me preguntaba qué había pasado en la reunión con el director de grupo que había cambiado el estado de ánimo de mi hermana. Una vez fuera del instituto bajo la marcha y sin hablar de nada caminamos hasta un lugar de comidas rápidas.

-Es hora de celebrar- me dijo con señas y una sonrisa en sus labios.

Nos acomodamos en una de las pocas mesas vacías que había en el lugar. Rápidamente un joven nos atendió pasándonos la carta. Tardamos muy poco en escoger que íbamos a comer. Le dije a mi hermana que apetecía y esta se lo transmitió al mesero. Mientras traían nuestras comidas conversamos sobre la reunión que hubo en el colegio y sobre Chitaru, me moría de ganas por tocar el tema de aquella mujer y así lo hice. Primero le pregunte que le había dicho a Chitaru.

-¿Chitaru? ¿Cómo sabes que así se llama?- me pregunto

-Ella sabe comunicarse a través de señas, así que fue muy fácil presentarnos, es increíble- respondí suspirando.

-no quiero que la vuelvas a ver, ella es una desconocida, de otra posición social, está a un nivel diferente que el tuyo y no quiero que te haga daño- dijo mi hermana

-¿Acaso la conoces?- le dije

-Sí, estudio con ella y se cómo es la gente de su calaña-

-pues no tienes idea de cómo es, no puedes juzgarla por el simple hecho de que tu ex novia te fallo, Chitaru es diferente puedo verlo en sus ojos y no me puedes prohibir verla-

-si puedo, soy tu hermana mayor y quiero lo mejor para ti-

-no, no puedes, no eres mi madre-

Shizuma quedo en silencio, sus manos dejaron de hablarme y se desplomaron sobre la mesa. Sé que esto último la lastimo, pero desde la muerte de mi madre le había obedecido en todo y ahora que alguien había acaparado mi atención no quería perderla por un simple capricho de mi hermana.

-perdóname, no quería decir eso, pero quiero volver a ver a Chitaru, ya no soy una niña. No puedo estar siempre en una burbuja, igual que tú quiero enamorarme, quiero experimentar nuevas sensaciones. -

-ok- le conteste.

Ya lo veremos, dije para mis adentros.

 

 

Notas finales:

Continuara…..


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