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The V Kings por Mal-Dita

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Notas del capitulo:

Este es un milagro de semana santa, lo sé :_D. 

 

Bonus Track N°2:                  Powerful - Major Lazer (ft. Ellie Goulding & Tarrus Riley) 

 

 

En medio de una fiesta...

Bailaban al ritmo de la música olvidando sus trabajos de guardaespaldas en búsqueda de libertad. Esa era su noche para disfrutar, porque a pesar del tiempo que pasaban juntos resguardando la seguridad de los cinco músicos, Mattsun y Makki se comportaban como dos simples compañeros de trabajo cumpliendo con sus labores, mas ahora podían gozar sin restringirse ni ocultarse.

Se habían conocido al final de sus diecisiete bailando y sin querer se sintieron atraídos mutuamente al instante. Pensaron que había sido algo de una noche, pero sus caminos estaban trazados para encontrarse tiempo después.

Mattsun recordó cuando se conocieron y pensaba absolutamente convencido que Makki había sido quien lo había salvado con su sonrisa burlesca y sus ojos afilados; no se lo pudo sacar de la cabeza desde la primera vez que lo vio y fue el mismo de cabellos castaños rosáceos quien le ofreció ser agente especial ¿Qué otra opción tenía?  Estaba solo en medio de una noche húmeda con un frío que calaba los huesos, ensangrentado luego de pelear contra unos idiotas que lo molestaron a las afueras de un bar. Estaba en las peores condiciones y sin esperanzas en la vida como un miserable que solo tiene un par de yenes que no le alcanzaban ni para un cigarro. Definitivamente esa no había sido su noche y se sentía como un desgraciado, pero todo eso desapareció cuando Makki entro en escena en medio de aquel pestilente callejón para decir:

-Luces horribles y das risa. Vamos.

¿Podía objetar algo a eso? No, no tenía nada que perder y simplemente tomo la mano extendida de Makki para levantarse del piso.

Lo siguió sin mucho que decir hasta que entraron a otro bar viejo y con pocos clientes. Pidieron las cervezas más malas que habían y las bebieron a sorbos sintiendo como el tiempo se movía lentamente.

-Te vi pelear, eres bueno -comenzó a decir Makki luego de un largo silencio-

-No mucho mejor que otros.

-Pudiste contra tres.

-Eran unos imbéciles con más alcohol de la cuenta.

-Para mí fue lo suficientemente bueno.

-Ve al grano ¿Qué quieres?

Makki sonrió complacido ante la respuesta tan directa de Mattsu, pero antes de contestar bebió un poco más dejando que la intriga del azabache aumentara con cada sorbo.

-Te propongo entrar a una agencia para proteger a debiluchos por dinero.

-¿Cómo el ejercito?

-Algo así, pero un poco más dura. Si logras soportarlo al final tendrás trabajo asegurado con una paga que ni siquiera puedes imaginar.

-¿Por qué me ofreces esto?

-¿Tienes algo mejor que hacer?

-... -Mattsun se quedo en silencio concediendo la respuesta negativa-

-Eso pensé -sonriendo satisfecho-

 

Ahora en el presente las cosas no estaban tan mal. A decir verdad todo era excelente luego de la tortura que había pasado entrenando como un perro para volverse agente, porque lo único que lo mantenía cuerdo soportando las duchas frías, las noches sin dormir y los entrenamientos despiadados era ver la sonrisa autosuficiente de Makki cada vez que ambos caían a tierra por el dolor. Es verdad, no cambiaría nada de lo sucedido por todo el oro del mundo, porque tener a Makki entre sus brazos mientras le comía los labios en medio de las luces y la música, perdidos entre la multitud sin ser nadie, eso era exactamente lo que Mattsun llamaba "su mundano y perfecto paraíso de perdición". Amaba demasiado a Makki como para cambiar algo, sabía que si algo llegara a suceder estarían los dos en medio de la catástrofe burlándose de todo.

No les importaba estar a las sombras de los músicos y ser los guardaespaldas que se mantenían al margen de la fama y el flash de las cámaras, así era mejor. Amarse en medio de la oscuridad con tubos fluorescentes era lo suyo.

-Estas encendido ¿Eh? -dijo Makki con un hilo de voz-

-¿Te lo parece?

-Apenas me das dos segundos para respirar.

-¿Te molesta? -pregunto levantando una ceja escéptico-

-¡¿Bromeas?! Estas fantástico.

Y esta vez fue Makki quien le quito el aire y eso encantaba a Mattsun.

Siempre había sido así, su relación no era de esas donde se daban rosas o cajas con bombones. Eran más ácidos que el resto de las parejas y eso estaba bien para ambos, funcionaba de maravilla. Claro que existían esas pequeñas ocasiones donde al estar entre cuatro paredes el azabache acurrucaba a su novio y lo abrazaba entre caricias acompañadas de algunas palabras acarameladas que se le escapaban sin querer, y que solo hacían reír a Makki por lo empalagoso que se oía. Aun así Mattsun seguía siendo dulce y Makki aceptaba esas atenciones con gusto aunque no lo admitiese.

-Creo que debemos irnos -dijo Makki acercándose lo suficiente al oído de Mattsun-

-¿A sí?

-Es navidad, quiero darte tu regalo.

-¿Mi regalo? Pensé que eso ya lo tenía ahora mismo entre mis manos.

-Me gustaría un poco de intimidad ¿Sabes? Tener un poco de tiempo personal no es algo que se tiene todos los días con esos tipos que debemos cuidar.

-No pensemos en ellos ahora por favor.

-Ok ¿Nos vamos?

-Si eso quieres, por mi está bien.

Makki sonrió victorioso tomando la mano de Mattsun mientras en aquel club nocturno sonaba Franz Ferdinand con "Michael" y el azabache pensaba que si tan solo cambiaran el nombre de aquella canción por el de "Makki", sería estúpidamente perfecta. Makki era demasiado sexy y lo más bello que había en la pista de baile, Mattsun era un hombre y lo único que deseaba era bailar con él. No sabía quién demonios era ese tal Michael que tanto alababan en la canción, pero si todo lo que decía la letra era cierto, debía ser tan malditamente bueno como Makki.

 La gente bailaba, sudaba y se apegaba cada vez más, en tanto Mattsun veía la espalda Makki abrirse paso a duras penas para poder sacarlos a ambos de aquel caos. El azabache seguiría al de castaños rosáceos hasta el infierno si él se lo pidiera, de cualquier modo estando juntos serían felices y se reirían del diablo.

Tomaron un tiempo pero consiguieron llegar nuevamente hasta su auto y se pusieron en marcha hasta el departamento que compartían desde hace unos años.

-Ya van siete años -dijo Mattsun mirando el camino al conducir-

-¿Siete? ¿Tanto ha pasado? -pregunto sorprendido Makki-

-Sí, desde esa noche que me encontraste en navidad.

-Te veías terrible.

-Ya me lo habías dicho.

-¿A sí? ¿Estás seguro?

-Bastante.

-¿Sabes otra cosa?

-¿Qué?

-Estuviste genial esa noche.

-¿En el love hotel?

-Si eso y cuando golpeaste a esos tipos.

-Lo haría de nuevo si fuese necesario solo para impresionarte.

-Wow ¿Quieres seducirme?

-Sí.

-Que bueno, porque lo lograste. Detén el auto.

-¿Lo dices en serio? -pregunto evidente sorprendido por la inesperada petición- Aun faltan como diez kilómetros para llegar.

-¿Tengo cara de estar bromeando?

-Siempre.

-Pues -susurrándole peligrosamente al oído- justo en este instante hablo en serio.

Mattsun volteo sorprendido a Makki que sonreía pícaro y no lo dudo dos veces antes de encontrar un lugar apto para detener el vehículo y así tener mayor privacidad.

 

-Feliz navidad -dijo Makki besando a Mattsun-

-Feliz navidad. Todos los años logras sorprenderme.

-¿Te pondrás cursi? Acabamos de hacerlo dos veces, en un auto...en medio de la nada y estoy seguro que esa ardilla sobre el parabrisas gozo el espectáculo que le dimos.

-Uno de los dos debe decir las cosas melosas ¿No? Además esa ardilla sabe lo que es bueno -dijo Mattsun con una sonrisa picara-.

-Ah...bien -dijo suspirando resignado- Si lo haces tú, por mi está bien.

-¿Entonces puedo decir que te amo?

-Mmm...creo que sí, no esta tan mal.

-¿Y que eres mi mejor regalo navideño?

-¿Tanto así? Creo que me va a dar una sobre dosis de azúcar si continuas.

-Bien -sonriendo divertido-

-Yo jamás dije que pararas -objeto Makki seriamente-

-Publico difícil.

-El peor.

-Creo que podré con eso.

-Así espero.

En la radio sonaba por lo bajo Tame Impala con "Let it happen" y ambos solo dejaban que las cosas sucedieran, no les daban demasiadas vueltas al asunto para saber lo que querían.

-Ten -dijo Makki luego de contorsionarse y sacar de su chaqueta un sobre-

-¿Qué es esto?

-Ábrelo.

Mattsun obedeció y al abrir el sobre se encontró con un par de entradas para unas termas en Kioto durante dos días, dejándolo visiblemente sorprendido mientras Makki lo miraba expectante.

-¿Qué dices? Tu, yo, los dos solos un fin de semana sin preocupaciones donde nos olvidamos del mundo.

-No me lo esperaba. -contesto Mattsun aun sin creerlo-

-¿Eso es bueno o no?

-Es perfecto. Suena maravilloso tenerte sin distracciones molestas por dos días.

-Feliz navidad, te dije que había un regalo.

-Yo pensé que lo que hicimos recién era mi regalo, pero esto no está para nada mal.

-Tómalo como un adelanto si quieres.

-Gracias.

No querían moverse y se quedaron largo rato en ese estrecho especio que no era una suit exactamente, pero que hacía de la velada algo único y grandioso para ese par de guardaespaldas sarcásticos que la mayor parte del tiempo pasaban desapercibidos por los cinco músicos y sin embargo gozaban la vida como mejor sabían hacerlo, amándose hasta el infierno.

Notas finales:

Espero que les gustara!!!

Me encanta esta pareja, pero existe tan poco de ellos :_c.

Nos leemos...hasta cuando los astros se alineen nuevamente xdd


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