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The V Kings por Mal-Dita

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Notas del capitulo:

Hola!!!!!!!!

Aquí les dejo capitulo <3

Playlist N°17:   King & Lion Heart - Of Monsters and men

 

En un Bar-Restaurant-Karaoke...

 

-Henos aquí bros, como las profecías lo presagiaron, el momento de los juicios a llegado -dijo en forma ceremonial Bokuto- Yo sé que ninguno de los presentes puede creer que un acontecimiento de estas características este sucediendo antes nuestros incrédulos ojos, pero bros, no se engañen. -levantando una lata de cerveza- ¡Aquí tenemos en gloria y majestad al hombre soporto a Oikawa como nadie lo había hecho nunca! ¡Bros! ¡Levanten esas cervezas y brindemos por Iwaizumi! ¡El más duro de los guerreros!

-¡Salud! -exclamaron todos al unisonó- ¡Por Iwaizumi!

-¡Hey! -exclamo indignado Oikawa- No sé cómo es que acepte venir con ustedes.

-¿Comida gratis? -dijo Daichi-

-¿Te trajimos a rastras? -dijo Kuroo-

-¿No querías que invitáramos a Ushijima en tu ausencia? -dijo Kageyama encogiéndose de hombros-

-Ok, ok...como los detesto, son los peores amigos del mundo -dijo con desprecio Oikawa-

-Corrección -dijo Bokuto- Somos los mejores amigos que puedas tener, después de todo recuerda esa vez que nos vestimos como chicas para que le dieras celos a la que ahora es tu novia.

-Unas horribles chicas por cierto...-dijo Oikawa con escalofríos-

-Más respeto con Tetsurina -corrigió Kuroo - Ella era una chica lista y con actitud. Además gracias a ese disfraz conseguí el premio a Miss Sonrisa ese verano. -con absoluto orgullo-

-No quiero ni recordarlo -dijo Yaku- Aun tengo pesadillas con eso.

-Yo fui uno de los jueces -dijo Makki- Y no puedo negar que era la chica con la mejor sonrisa, le gano a la de los frenos, la que tenía encías sangrantes y la de colmillos de vampiro.

-Me impresiona el nivel de estupidez en ese concurso, incluso un ciego habría notado que era Kuroo con peluca y unas pestañas de dos metros -dijo Mattsun en negación- Pero todos pensaban que era su prima lejana que vivía en las montañas cortando troncos.

-No podemos olvidar esa vez que se escabulleron en la casa de George Lucas para pedirle un autógrafo para el cumpleaños de Tooru -dijo Daichi- Suerte que el tipo estaba en el baño y no pudo llamar a seguridad...yo tuve que esperar en el auto con el motor encendido para que arrancar si era necesario.

-¡Como olvidar eso! -exclamo Bokuto- ¡El tipo nos dio muchos regalos!

-Agradezco que era fan de la banda  y por eso no nos demando. -dijo Kageyama algo asustado- Pero tuvimos que darle pases vip para todos los conciertos que tuviéramos ese año...no tenía idea que Chubaca era real hasta que salió de una habitación.

-Ese era el jardinero Tobio -dijo Daichi-

-No lo sé -dijo no muy convencido Kageyama- Tengo mis dudas, se veía muy real.

-Podemos acabar con esto -dijo Oikawa harto hasta la medula-

-No nos valoras -dijo Bokuto-

-Hieres nuestros sentimientos bro -dijo Kuroo-

-Al cabo que ni me interesa lo que suceda contigo -dijo Kageyama-

-...-Daichi no dijo nada, solo cruzo sus brazos mientras movía la cabeza con desaprobación-

-¡Ok! ¡Lo siento por ser taaan desagradecido con mis maravillosos y santos amigos! -dijo con el tono más dramático que encontró-

-No sé bro, parece falso -dijo Bokuto-

-¿En qué momento llega la comida? -pregunto Tsukishima con un tic en el ojo- Si sigo escuchando una estupidez más, me doy un tiro en la cabeza.

-¡Es que no nos tienes paciencia! -alego Kuroo-

-Ok, me largo -dijo Tsukishima levantándose del asiento-

-¡No te vayaaas, estas volviéndome locooo! -cantaron Bokuto y Kuroo tomando las manos de Tsukishima arrodillados en el piso- ¡No te vaaaayas, ámame poquito a poco...!

-¡Púdranse par de tarados! -exclamo Tsukishima soltándose del agarre- ¡No sé como el zoológico donde nacieron los dejo sueltos, par de bestias, vergüenzas de la naturaleza!

-Para tu información -corrigió Kuroo con seriedad- Somos animales domésticos, has tus insultos con propiedad. Además, que Bokuto sea así, no lo hace una vergüenza para la naturaleza, es solo un buhito.

-¿Qué? -dijo Bokuto sin comprender si era una ofensa lo que decía Kuroo-

-¡¿Ves?! -exclamo Kuroo indicando al búho- ¡No es su culpa!

Todos comenzaron a reír, mientras Tsukishima se golpeaba el rostro y se rascaba la sien harto de la estupidez pestilente que abundaba en ese sitio, mas antes que se dirigiera a la puerta llego la comida que se transformo en la única razón de su estadía en el lugar. La comida gratis no se niega, incluso para el manager era algo indiscutible.

-Pensar que ya han pasado casi tres meses, mis respetos con Iwaizumi -dijo Daichi-

-Agradezcamos a Iwaizumi a quien debemos este festín -dijo Yaku-

-Ahora es uno de los nuestros definitivamente, incluso Kyotani vino -dijo Kuroo indicando al chico que no decía ni una palabra desde que habían llegado-

Kyotani miró a Kuroo con desprecio y continuo  sumergido en sus pensamientos al comer o dando miradas furtivas a Yahaba que estaba al otro lado de la mesa y que a su vez le contestaba con alguna sonrisa tímida.

En cuanto al festejado, se sentía bastante fuera lugar con tanta atención por parte del grupo. Para ser sincero, Iwaizumi jamás había pertenecido a un grupo de amigos muy cercano del cual se sintiera unido. Es cierto que había salido con chicos de su edad, pero jamás había confiado en ellos verdaderamente, porque cuando era adolecente, sus puños habían sido los que arreglaban los problemas y él tenía claro que la violencia no trae amistad, solo miedo.

En comparación con esos años, ahora parecía más relajado y animado. Bueno, es que cualquiera se ve relajado con una bufanda de plumas y un sombrero gigante con luces de colores, cortesía de todos los presentes, omitiendo a Oikawa que aun estaba de mal humor.

La velada continuo su curso, con los chicos cada vez menos lucidos, menos hambrientos que al inicio, comida volando y canciones malas del karaoke que todos sabían. En realidad cualquiera que se atreviera a insultar a Britney Spears delante de los chicos de la banda, instantáneamente obtenía el odio asesino todos, sin importar lo arreglado de su carrera y el playback en cantidades industriales que haya usado, tan artificiales como su maquillaje y las mallas de latex en "Toxic".

Todo se volvió mejor cuando descubrieron que podían jugar Just Dance, mientras cantaban Karaoke y el momento en que en la pantalla apareció Aqua con "Barbie girl", Bokuto corrió hasta el micrófono empujando a Daichi que hasta un segundo atrás cantaba "Careless Whisper" de George Michel. El azabache voló hasta caer sobre Makki y como si no hubiera una mañana, el búho junto a Oikawa y Kuroo cantaron cada estrofa con la pasión desgarradora de los recuerdos de la infancia.

I'm a Barbie girl!  In a Barbie world!
Life in plastic, it's fantastic
You can brush my hair, undress me everywhere
Imagination, life is your creation

Come on Barbie, let's go party!

Daichi no se enojo porque al ver a Kuroo cantando, Oikawa haciendo de Ken y  Bokuto de Barbie, de la forma más ridícula y natural que solo ellos pueden hacerlo, ponía de buen ánimo a cualquiera. Además el ritmo de principio de los dos mil corriendo por sus venas era pegajoso.

En ninguna fiesta bailable puede faltar Ricky Martin, incluso si son asiáticos, asiáticos tratando de cantar en español sin lograr pronunciar correctamente ninguna de las palabras. Simplemente porque es Ricky bailable, no hay más razones que eso.

Ella qué será ¡She's livin' la vida loca!

¡Y te dolerá!  Si de verdad te toca

Ella es tu final, vive la vida loca

¡Ella te dirá: vive la vida loca!

Lo siguieron canciones como: "YMCA" de Village people, "Happy" de Pharrell Williams o Major Lazer con "Lean on" y los cinco músicos acompañados por Yaku, Makki y Yahaba bailando medio hindú, medio occidental o cualquier cosa que se viera medio exótico al ritmo de la música. "Shape of you" de Ed Sheeran comenzó a sonar y Mattsu con toda la autoridad del mundo comenzó a cantar acompañado de Kageyama al baile, dejando deslumbrados a todos los presentes que jamás lo habían oído al guardaespaldas en esa faceta, sobre todo a Makki, al cual le guiño el ojo en un momento con la estrofa:

I'm in love with the shape of you
We push and pull like a magnet do
Although my heart is falling too
I'm in love with your body...

El de cabello castaño rosáceo quedo boquiabierto, rojo de la vergüenza por tamaña insinuación de su "compañero de trabajo" frente de todos. Makki sabía que Mattsun lo amaba por completo y dentro de ese amor, estaba su cuerpo, pero eso no significaba que tenía que decirlo a todos los de la banda. Tendría una conversación seria con su "compañero de trabajo" luego, pero estaba seguro que todo terminaría con algún beso robado de Mattsun en la mitad de la discusión.

Fue tiempo de Bruno Mars y ni siquiera Tsukishima se salvo de ser sacado de su palacio mental para cantar, era eso o que Kuroo lo tomara como pareja de baile. Incluso si en "Uptown Funk" Bruno era solo un colaborador, a nadie le importo para comenzar a bailar coreando la canción que hasta al más rudo hacía mover el esqueleto. Y por rudo Kyotani, que no se pudo negar a la invitación de Yahaba que lo saco de su estupor con un susurro al oído. Iwaizumi por su parte fue instado por Makki y Mattsu que lo obligaban a moverse, sin muy buenos resultados, porque bailar no era lo suyo definitivamente, pero le sirvió para reírse de lo mal que bailaba y lo poco que le importaba hacerlo.

La sala privada donde estaban celebrando la bienvenida de Iwaizumi, era del tipo de lugares donde mafiosos o políticos corruptos van hacer tratos sucios sin llamar la atención, pero esta vez solo era caos y gritos con los chicos que supieron disfrutar hasta el final de la fiesta. Mientras todo el personal del recinto se preguntaba que tanto sucedía ahí adentro y más de una curiosa quiso entrar a ver como se divertían los músicos más famosos de Japón.

Ya llevaban casi seis horas metidos en el Bar-Restaurant-Karaoke y finalmente la fiesta llego a su fin, donde todos se despidieron con la energía avasalladora después de tanta dopamina recorrida por el cuerpo, hasta la próxima vez que se juntarán solo a disfrutar de un buen rato sin las presiones de la fama, como tipos normales que pasan el rato juntos.

 

-Es por aquí -dijo Oikawa- Estoy seguro que este es el camino más corto a mi departamento.

-Por novena vez -refuto Iwaizumi irritado- Estamos por el lado contrario Mierdakawa.

 

Por lo general Oikawa es muy amable y considerado con sus fans, se toma el tiempo suficiente para sacarse fotografías, dar autógrafos y cantar una que otra estrofa de sus canciones, pero el músico con el tiempo ha aprendido a  reconocer a la perfección cuando un fan es peligroso o no; el tipo que podría arrancarle hasta la última parte de su ropa y llevarlo hasta su departamento amordazado por la eternidad. Para su desgracia habían salido por la calle equivocada, porque en ese momento se llevaba a cabo un evento de fans solo de Oikawa, que no lucían exactamente muy centrados y que al detectar la presencia del castaño, sus sentidos se activaron en modo "cazar" como si fuesen carroñeros a punto de lanzarse sobre una apetitosa presa indefensa.

-Esto no se ve bien. -dijo Oikawa dando ligeros pasos hacia atrás lentamente-

-¿Desde cuándo una turba de fanáticos locos es una buena noticia? -pregunto con obviedad Iwaizumi -

-¿Tienes algún plan? -depositando las esperanzas en el guardaespaldas-

-Correr. 

-¿Ese es tu grandioso plan de guardaespaldas James Bond dos punto cero?

-¿Tienes una mejor idea genio? -con hastió y enojo- ¡Tu quisiste seguir por aquí!

-¿Corremos? -Oikawa con una gran sonrisa-

-A la cuenta de tres -dijo Iwaizumi con una cuota de nerviosismo- ¡Tres!

-¡Hey! ¡No me dejes atrás Iwa-chan!

Corrieron como si toda su existencia dependiera de eso, podían sentir como expelían la adrenalina por los poros. Percibían la turba de fans en su espalda y la esperanza de huir era tan mínima que ya veían cómo eran tragados por esa masa caótica y enloquecida que sacaría hasta la última capa de ropa de Oikawa.

-¡Esto debe ser una maldita broma! -grito Oikawa- ¡Son como velociraptors!

-¡Solo corre Mierdakawa!

-¡Me estoy muriendo! -dijo con halito de voz- ¡Llevamos kilómetros corriendo!

-¡Oh vamos!

Iwaizumi tomo la muñeca de Oikawa y como un segundo aire el músico comenzó a dar grandes zancadas por calles cada vez menos concurridas, donde el castaño no recordaba haber estado jamás, pero el azabache sí.

-¡Sígueme! ¡Conozco este sitio! -grito Iwaizumi decidido- ¡Resiste un poco más, casi los perdimos!

-¡S-sí! -atontado por tantos estímulos-

Pasaron por una callejuela abandonada donde encontraron una escala de metal oxidada que daba hasta un segundo piso y como si estuviesen en una película de acción luego de subirla, Iwaizumi salto a un techo contiguo que era el escape para su libertad definitiva.

-¡Estás loco! -grito Oikawa- ¡No voy a saltar hasta ahí! ¡Ni muerto!

-¡Bien! ¡Te quedaras ahí para que tus fans te coman y te vendan por partes!

-¡Pero está muy alto! ¡Me matare si caigo!

-¡No te vas a matar! ¡Es solo un metro y medio!

-¡No! -se negó Oikawa-

-¡Oikawa!¡Salta! -ordeno Iwaizumi-

-¡Aaaaaaaaaaaaaah! -se podían oír los gritos de los fans- ¡El callejón!

-¡Iwa-chan! ¡No puedo!

-¡Salta! -grito Iwaizumi- ¡Sí puedes!

-¡Aaaah! -gritos de fans-

-¡Salta de una vez Oikawa por favor!

El músico observo con angustia el rostro ceñudo de Iwaizumi que le rogaba que saltara hasta él, pero el miedo lo tenía paralizado en la baranda de la cual se mantenía aferrado. Sin embargo con fuerzas que no supo de donde consiguió, logro saltar lo suficiente como para llegar a los brazos de Iwaizumi que lo alcanzo antes de resbalar y caer casi tres metros abajo.

-¡Por un demonio, casi caigo!

-Te tengo -dijo Iwaizumi con tono conciliador- Tranquilo.

-S-sí...-sin poder creer lo que había hecho-

-¿Estás bien? -pregunto el guardaespaldas comprobando que todo estuviera en su sitio-

-E-eso creo -dijo dudando de su integridad física-

-Bien, vamos antes que nos atrapen.

 Oikawa no podía con la seguridad que emanaba Iwaizumi y solo lo siguió dejando atrás a la horda de fans que para ese segundo estaban en el callejón sin saber donde había ido el músico. Por esta vez se habían librado ilesos de la implacable armada de fans que tenía Oikawa.

La pareja bajo con cuidado hasta un pequeño balcón y luego hasta un gran basurero que les permitió llenar nuevamente a suelo firme.

-¿Acaso no podemos salir un momento sin que nos suceda alguna cosa extraña o que mi vida este en peligro? -pregunto Oikawa recuperando su pulso normal-

-Por lo visto, tu eres el problema. -señalo Iwaizumi quitándose el polvo de su traje-

-¡¿Ah?! -exclamo indignado- ¿Y qué hay de ti? ¿No crees que todo esto es tu culpa? Tu traes mi mala suerte.

-Cállate -a punto de golpear a Oikawa- Ahora vámonos, este lugar no es seguro.

-Como sea -rodando los ojos exasperado-

Caminaron a cierta distancia uno del otro y aunque aun se mantenía la adrenalina recorriendo sus cuerpos, las cosas parecían más calmas luego de la maratón que habían dado hasta hace unos momentos, gracias a los fans locos que de seguro seguían con su búsqueda implacable por el músico.

-Vaya, vaya, vaya ¿Que tenemos aquí?

Justo cuando habían tomado por una calle principal el músico y el guardaespaldas se toparon de frente con cuatro hombres de características poco confiables. El que parecía el líder se acerco con movimientos lentos pero seguros hasta la pareja que se mantenía en guardia esperando un posible asalto.

-¿Qué hacen personas tan finas y elegantes por mi barrio? -pregunto el hombre curioso- Es temprano, pero si buscan diversión con alguna chica se dónde encontrar una buena -dijo a modo de sugerencia, pero con un tono burlesco- ¿Qué dicen caballeros?

-No estamos interesados en eso ahora, gracias. -dijo Iwaizumi con tono seguro y seño fruncido- Solo caminamos por aquí.

-Por lo visto no quieren nuestra compañía ¿Somos muy poca cosa? -dijo el hombre con un puchero- Chicos, por lo visto los caballeros buscan una lección.

Y sin previo aviso uno de los hombres se abalanzo en dirección a Iwaizumi y con una navaja trato de herirlo, pero fue inútil con la agilidad y rapidez del azabache, que solo produjo la ira de los otros dos acompañantes que trataron de herir al guardaespaldas y al músico, pero para sorpresa de todos Oikawa se pudo defender fácilmente de uno de los atacantes sin un rasguño. El aparente jefe quedo hecho una furia y también se tiro sobre la pareja con un patético final donde su rostro quedo pegado al pavimento.  Los cuatro hombres terminaron tirados en el piso e Iwaizumi les quito sus navajas para protegerse de un posible contraataque.

-N-no p-puede s-er -dijo el líder de la banda adolorido en el piso tratando de incorporarse - Eres tú.

-¿De qué hablas? -dijo Iwaizumi sin comprender-

-¿Q-quien iba a pensar que el "Gran Guerrero" regresaría con traje y corbata? -dijo el hombre a modo de burla- ¿Así que ahora te dedicas a eso? -mirando con desprecio a Oikawa- Al principio no te reconocí con ese corte y ese traje tan caro y lujoso, pero sigues siendo el mismo delincuente.

Contrario a lo que todos ahí esperaban, incluyendo a Oikawa que estaba en shock, Iwaizumi solo relajo el ceño y luego sonrió de forma ladina casi lastimera hasta su interlocutor.

-No me voy a molestar en negarlo, por lo visto tu aun no superas la adolescencia -dijo Iwaizumi con tono sarcástico- Debo suponer que ahora tu eres el jefe del antro, porque si no me hubiera hecho a un lado tu jamás hubieras logrado nada -con tono de desprecio absoluto-.

El hombre se enfureció de una manera tan violenta e iracunda que desde su posición apunto con el arma que tenía bajo su chaqueta en la dirección del guardaespaldas.

-Ahora que te apunto con un arma ya no eres tan valiente ¿O no "Guerrero"?

-Si me matas ahora, no solo aumentaras el número de muertos en tu lista directo a prisión.

-Si te mato los Yakuzas me cubrirán y nadie recordara a un tipo como tú.

-Oh, bueno -dijo Iwaizumi con un tono relajado pero estoico encogiéndose de hombros- En cualquier caso solo me habrá matado esa arma, no tu. Jamás podrás ganarme en una pelea verdadera.

El hombre se levanto por completo del piso y  con el casquillo del arma golpeo a Iwaizumi sobre las cejas, dejando al guardaespaldas algo desorientado y sangrante. Oikawa estaba boquiabierto, pero la ira lo inundo al punto de casi dar un golpe frontal al tipo del arma.

-¡Oikawa! ¡No! -dijo Iwaizumi frenando justo a tiempo a Oikawa-

-¡Ja! -se burlo el líder de la banda- Ahora no eres capaz de defenderte y buscas que tu noviecito lo haga por ti.

-¡Cuida tus palabras maldito imbécil, no le llegas ni a los talones! -grito Oikawa enfurecido-

-Wow, por lo visto debes enseñar al chico lindo que no hable -dijo el líder acercándose a Oikawa peligrosamente- ¿Pero que tenemos aquí? No estás nada mal -tomando el mentón de Oikawa- Me pareces familiar ¿No te gustaría venir con nosotros?

-¡No me toques! -exclamo Oikawa zafándose del rose-

-Este me gusta ¿Me lo das Guerrero?

-Déjalo en paz, lo tuyo es conmigo.

-Oh, quiere proteger a su lindo novio, es una lástima -sonriendo abiertamente hasta Oikawa- Hoy a las diez donde siempre, te esperare ansioso para terminar nuestro pequeño problemita ¿Qué dices?

-Bien.

-Eso siempre me ha gustado de ti Guerrero, siempre fuiste tan confiable. Bien, nos vemos.

Tanto el músico como el guardaespaldas quedaron furiosos luego de encontrarse con tamaño personaje, pero era tiempo de salir de ahí lo más rápido posible antes que sucediera algo peor.

 

En el departamento de los hermanos Haiba...

 

-Lyovochka ¿Hasta cuándo vas a estar escuchando esas canciones deprimentes? -dijo Alisa con toda la autoridad del mundo-. Llevas horas igual.

-¡No estoy escuchando canciones deprimentes! -protesto Lev-.

-¿A, no? -pregunto con escepticismo la hermana mayor viendo la lista de reproductor de música en el teléfono de Lev- ¿Snow Patrol?, ¿Hozier?, ¿Oasis?, ¿Joy Division?, ¡¿Radiohead?! Por favor ¿Puedes ser menos hipster con tus gustos musicales cuando estas deprimido?

-¡Tu no lo entiendes! -exclamo indignado Lev- ¡Ellos son los únicos que me entienden!

-El Lyovochka que yo conozco no se deja vencer tan fácil.

-Lo sé.

-¿Es por ese chico cierto? -pregunto la hermana con suspicacia- ¿El guardaespaldas que te ha tenido hablando sin parar de lo maravilloso que es y con el cual no tienes esperanzas?

-S-si...¿Tan obvio es?

-Oh, vamos Lyovochka...Te conozco desde que naciste, eres un libro abierto para mí -sentándose a un lado de su hermano-.

-Que seas psicóloga no te da el derecho a leer mentes -dijo frustrado-.

-¡Que no leo mentes!

-Está bien, no lees mentes -rodando los ojos- Es que es tan difícil -suspirando resignado- ¿Sabes? Creo que siempre aprendo algo nuevo de él y a la misma vez creo que no sé nada. Pero, no puedo explicarlo bien...parece tan lejano, trato de alcanzarlo y se esfuma.

-¿Sale con alguien?

-No, dice que no tiene tiempo para eso.

-Le gusta alguien -tratando de descartar opciones-

-Dijo que no y que era una pérdida de tiempo...

-¿Crees que le rompieron el corazón antes y por eso ahora no quiere estar con alguien?

-Me dijo una vez que nunca se ha enamorado...no le interesa y está bien así.

-Oh, oh -cayendo en cuenta de lo que sucedía- Te tengo noticias bebe.

-¿Qué? -pregunto preocupado-¿Sucede algo malo?

-No, no es algo malo. -no sin ciertas dudas- Bueno, para ti quizás lo es.

-¿Qué cosa?

-Querido, tu eres la clase de persona que se podría enamorar de cualquiera sin importar como luce y que sexo tiene -acariciando la cabeza Lev con sumo cariño de hermana mayor- Amo eso de ti, porque eres tan sincero con tus sentimientos, pero hay otras personas que no se sienten atraídas por otros fácilmente y no es que traten de frenarlo, solo no lo sienten. -meditando sus palabras cuidadosamente- No es que no quieran ser queridas, solo que no buscan esa clase de relación en la vida para estar bien consigo mismos. ¿Me entiendes?.

-Sí, eso creo -procesando la información detenidamente-

-Te gusto un chico bastante especial Lyovochka, es alguien independiente, inteligente, fuerte, astuto y muy guapo, como tú. -con una enorme sonrisa reconfortante- Ese chico debe conocer otras clases de amor, como el de familia o el de amigos, pero el amor romántico es algo inexplorado para él, por lo que me dices.

-¿Tú crees que tengo alguna oportunidad con Yaku?

-Para ser sincera, no lo sé. -tratando de no dar falsas ilusiones- Pero no pierdes nada con intentarlo.

-Ya lo he intentado.

-Quizás no lo estás haciendo de la manera apropiada con él, recuerda que no es como los otros. Hoy hay un festival afuera de la ciudad ¿Por qué no lo invitas?

-Por qué siempre está ocupado.

-Pues no pierdes nada, si te dice que no, será para la próxima.

Lev miró con dudas a su hermana, pero estaba tan resignado que si Yaku se negaba a su invitación no podría sentirse peor. Así que marco el numero del castaño y aguardo a que le contestará.

-¿Sí? ¿Lev? -pregunto Yaku al otro lado de la línea-

-¡Yaku! ¡H-hola! -nervioso a decir basta- ¡¿Cómo estás?!

-¿Eh? ¿Bien?-extrañado por la llamada- ¿Sucede algo?

-Bueno, esto...verás...

-Lev...-con tono severo-

Alisa lo animaba a continuar y sus nervios no bajaban de intensidad teniendo al guardaespaldas impaciente al otro lado de la línea.

-Bueno, te llamaba porque...esto -tomando una bocanada de aire- Hoyhayunfestivaltradicionalafueradelaciudad¿Quieresirconmigoahora?

-¡¿Qué?! -pregunto Yaku sin comprender nada- ¡¿Podrías modular?!

-Sí, esto... -tratando de relajar su respiración-Hoy va haber un festival tradicional afuera de la ciudad. Quería saber si quieres ir...

-Mmm...¿Hoy? -confirmo Yaku-

-Sí...-contesto Lev con el corazón en la mano-

-Es muy repentino Lev...

-Ok, no hay problema. Siempre estás muy ocupado y...

-Yo no dije que no. -dijo cortante- Nos juntamos en la estación a las ocho.

-¿S-sí? -sin caer en el asombro- ¡Sí!

-Como sea. No llegues tarde, si lo haces me largo.

-¡Claro, claro! -con toda la emoción del mundo-

-Ok, adiós.

-Adiós.

Las líneas se cortaron y todo quedo en el más absoluto silencio hasta que ambos hermanos se miraron triunfantes.

-¡Yuju! -gritaron ambos hermanos en son de victoria- ¡Dijo que sí!

-¡Lyovochka! ¡¿Ves?! -dijo emocionada Alisa- Solo debes dejar que las cosas fluyan.

-Pero me da miedo llegar a presionarlo mucho ¿Qué pasa si me termina odiando?

-Supongo que tendrás que dar un paso al costado, no puedes obligar a nadie a quererte Lyovochka.

-Él dijo que necesitaba confiar en mi...

-Bueno -levantándose de la cama de Lev- Ahí lo tienes, él te dijo exactamente cómo puedes llegar a ser una persona importante en su vida. Solo debes ser paciente, si no puedes soportarlo, significa que no lo quieres lo suficiente como futura pareja y debes pensar si deseas seguir rompiéndote el corazón.

-Lo sé Ali...y no quiero que eso pase.

-Tú no eres alguien muy paciente ¿Lo sabes? ¿No?

-¡Me ofendes!

-Soy tu hermana, mi trabajo es ofenderte con cariño para que aprendas.

-¿Gracias?

-También eres obstinado y cuando una idea se mete en tu cabeza no hay quien te la quite. Quizás esa será tu fortaleza en esta ocasión.

-Puede que tengas razón...

-¡Ok! ¡Arréglate que debes estar puntual a las ocho! -dijo toda emocionada Alisa- ¡Debes colocarte ese abrigo largo que te sienta tan bien! ¡Oh! ¡Y esa camisa!

-¡Ali! -exclamo Lev frenando a su hermana- Ya se vestirme, no tienes que preocuparte por eso.

-La parte divertida de ser la hermana mayor es cuando puedes vestir a tu hermano pequeño con estilo...no puedes negarme ese placer.-con un puchero-.

-No soy un muñeco Ali...

-Eres mi bebe de dos metros Lyovochka -dijo con un tono serio- Pero está bien, no te molestaré más...pero cuando tengas una cita importante no te libraras de mi ¿Entendido?.

-Sí Ali -poniendo los ojos en blanco al máximo- Todo lo que tu digas...

-¡Bien! ¡Andando que los minutos pasan!

 

En el departamento del piso doce...

 

Llegaron Iwaizumi junto a Oikawa, quien fue derecho a buscar los implementos de primeros auxilios para curar al guardaespaldas que había sido golpeado con el casquillo de un arma.

-¡Siéntate en el sillón y no te muevas! -ordeno el músico mientras buscaba los implementos-

-Sí, sí -bajando el perfil al asunto-

El músico volvió a curar la sien de Iwaizumi que ya tenía una capa seca de sangre y con sumo cuidado se dejo tratar por quien era uno de los seres vivos más intolerables de la faz de la tierra, pero al que de igual manera, muy en el fondo agradecía que estuviera en esos momentos para ayudarlo. Por su parte Oikawa no tenía nada más en mente que limpiar y sanar la herida con el mayor de los profesionalismos, ya que tenía conocimientos de primeros auxilios gracias a que su madre era enfermera.

-Debo admitir que no lo haces tan mal -dijo Iwaizumi-

-¿No sé por qué no quieres ir a la clínica?-terminando con la curación con un parche sin prestar atención a lo que decía el guardaespaldas- Te harían una sutura rápida y listo.

-Y para cuando acaben ya será hora de irme.

-¿Supongo que no vas a ir a esa pelea?¿Verdad? -dijo Oikawa con obviedad-

-Voy a ir.

-¡¿Qué?! ¡¿Te volviste loco?! ¡Ese tipo es un lunático que te va a matar!

-¡No es tu problema mierdakawa!

-¡Claro que es mi problema! ¡El imbécil me insulto y esos tipos también intentaron atacarme! Se volvió mi problema desde el primer segundo.

-Pues deberías olvidarlo y ya.

-¡Ni loco! Si vas tú, yo también voy.

-¡¿Qué?!

-Sí -con decisión absoluta- Ya me escuchaste, también voy.

-Oikawa, una cosa es que sepas dar un par de golpes y logres zafarte, pero tú no sabes y no dimensionas la clase de personas que hay en ese sitio.

-Entonces tampoco deberías ir tu.

-Debo ir.

-¡No, no debes! -protesto con todas las de la ley Oikawa-

-¡Sí voy a ir y es mi última palabra!

-¡Bien! ¡Pues que te maten esos imbéciles! ¡Me vas a hacer un favor y espero que te hagan agujeros en todas partes del cuerpo, así no me fastidiaras nunca más!

No tenían nada más que decir, e Iwaizumi tomo su blazer negro antes de abrir la puerta del departamento del músico para prepararse a lo que sería un encuentro con los fantasmas del pasado. Miro levemente hacia atrás, pero no encontró a Oikawa que se había metido a su cuarto, no es que esperará verlo por última vez, pero se decepciono un poco al no encontrarlo y decirle adiós.

Aguardo impaciente el elevador y como nunca pareció demorar siglos en subir, pero estaba tan sumido en sus pensamientos que un extraño dolor en su muñeca lo sobresalto de forma inesperada y al mirar en esa dirección se encontró con un metal plateado que relucía como pulsera. Cuando levando la mirada se encontró con Oikawa que le sonreía de forma perspicaz.

-¿Qué demonios estás haciendo Oikawa? -cuestiono Iwaizumi mirando al músico-

-Por lo visto es inútil razonar contigo, así que me tome la libertad de ponerle una linda esposa a tu muñeca.

-Deja de estupideces, dame la llave ahora.

-Nop -con tono juguetón- Si vas a ir a tu encuentro con la muerte, debo estar presente. Además ahora los dos estamos amarrados.

Oikawa mostro su muñeca, la cual tenía el otro extremo de la esposa que los unía a ambos en ese peligroso juego.

-Dame la llave -dijo Iwaizumi arto-

-Nop...

-Ahora.

-Si tanto quieres la llave, ven por ella -reto Oikawa mostrando el metal entre sus dedos-.

Y en el acto Oikawa introdujo la llave en su bóxer, lo que dejo a Iwaizumi petrificado con tamaño acto de osadía por parte del músico. El guardaespaldas no se atrevería a meter sus manos en la ropa interior de Oikawa, eso era seguro.

Oikawa dio en el clavo, pero se estaba preparando psicológicamente para la tunda monumental que recibiría por parte del azabache.

-¡¿En que estas pensando?! -pregunto con ira Iwaizumi-

-Ya ves...-tratando de calmar la ira asesina del guardaespaldas- Yo solo...

-Oikawa -intentando contener el golpe que le daría al músico- Saca la llave de "ahí", -indicando su entrepierna- y quítame esto ahora.

El castaño no sabía si la suerte estaba de su lado o no, pero nunca había estado tan feliz de ver a uno de sus vecinos, un famoso seiyuu que se quedo viendo la escena algo sorprendido luego de salir del elevador.

-¡Oh Namikawa! -exclamo Oikawa agradecido de la aparición- ¡¿Cómo va todo?!

-Esto...Bien, gracias por preguntar -dijo el seiyuu- ¿Tu guardaespaldas?

-¡Sí! -dijo el músico- Iwa-chan, no seas descortés y saluda.

-Buenas tardes -dijo Iwaizumi con una reverencia- Un gusto.

-El gusto es mío -dijo Daisuke con amabilidad-

-¡Bien! -dijo Oikawa- ¡Fue un agrado! Pero nos tenemos que ir.

-Adiós...

Apenas el seiyuu se estaba despidiendo, las puertas del de elevador se estaban cerrando con Iwaizumi y Oikawa dentro. El actor de voz quedo algo perplejo ante el extraño encuentro, pero solo se encogió de hombros y siguió su camino.

-¡¿Qué fue todo eso?! -protesto Iwaizumi-

-Omite eso...-tratando de parar su corazón por el pánico-

-¿Ahora cuál es tu grandioso plan?

-Supongo que ir hasta donde sea que vayas...

-No pretendo llevarte a ese sitio Oikawa.

-Pues, no podrás ir en caso contrario -mostrando la esposa que los ataba-

-Mira -tratando con todo su autocontrol- Esto en serio es algo que tengo que hacer, no es tu problema y si te sentiste ofendido, yo personalmente me voy a encargar que esos tipos lo sepan -con absoluta seriedad que dio un escalofríos a Oikawa- Pero ese sitio es peligroso.

-Iwa-chan, si vas yo voy -sin cambiar de opinión- Quiero ver lo que sucederá, no me quedaré tranquilo si no lo hago, además no estarías cumpliendo tu contrato si te vas y me dejas aquí tirado.

-Yo también tengo vida personal.

-Sí, pero Tsukishima dejo en claro que debes ser mi guardaespaldas y puede sucederme algo malo si tú no estás aquí.

-¿Me estas amenazando? -levantando su ceja al percibir la treta del músico-.

-Quizás sí, quizás no...pero si no estás y me sucede algo malo, puede ser un problema. ¿No?

-No te atreverías.

-Rétame -con fuego en los ojos- .

 

En una calle principal del centro de Tokio...

 

Yaku pensó que los planetas se habían alineado o algo así, porque al llegar a la estación cinco minutos antes de las ocho, Lev ya estaba esperándolo algo distraído con sus audífonos puestos, probablemente con alguna canción rápida al máximo.  El veterinario no lo vio de inmediato, por lo que al guardaespaldas le dieron unas ganas irrefrenables por asustarlo y verlo como gato pegado al techo, pero solo se contuvo porque una voz interna le grito que no lo hiciera. Maldita conciencia.

-Hola -dijo Yaku tocando el brazo de Lev para que despertara-

-¡Oh! ¡Yaku! -sacándose los audífonos rápidamente- ¡Hola!

-¿Y que con esta invitación tan repentina? -pregunto Yaku-

-¿No puedo invitarte a salir? -pregunto Lev algo inquieto-

-Bueno...supongo que sí, pero de cualquier modo es raro que no avises antes.

-Mi hermana me dijo a última hora y pensé en que quizás querías ir.

-Mmm...hace tiempo que no voy a un festival, así que no estabas muy equivocado -sonriendo de forma ladina-

Esa sonrisa le dio a Lev esperanzas de no estar haciendo las cosas tan mal, porque Yaku no era de la clase de persona que sale con alguien que no soporta. Si hubiese sido así, ni siquiera se habría molestado en contestar el teléfono.

-¿Vamos? -pregunto Yaku-

-¡Sí!

Lev comenzó a hablar de cualquier cosa que le pasará por la cabeza para quitarse los nervios que llevaba encima y Yaku lo escuchaba atento despejando las dudas que tenía en un inicio por aceptar la invitación. No había sido una mala idea después de todo, porque cuando el de cabellera plata lo hacía reír, las cosas se volvían mejores.

 

En el departamento de Iwaizumi...

 

Oikawa estaba sorprendido de lo mucho que había logrado. Con su plan de amarrar con esposas de policía a Iwaizumi no pensó que tendría tan buenos resultados, por lo visto había llegado más lejos de lo que imagino. Ahora fuera de todo pronóstico se encontraba a un paso de entrar al departamento del guardaespaldas, algo que en serio llego a emocionarlo verdaderamente. Estaba a un paso de conocer algo más de Iwa-chan.

-Ahora quítame esto -dijo Iwaizumi con desagrado-

-Bien. -dijo Oikawa aceptando la petición- Pero quiero una garantía.

-¿Garantía?

-Sí, no creas que soy idiota Iwa-chan -dijo con seriedad el músico- Sé que si te saco las esposas me dejaras amarrado aquí sin salir.

Iwaizumi solo rodo los ojos y suspiro profundo, porque Oikawa tenía razón, cuando le quitara las esposas lo reduciría y lo dejaría encerrado en su departamento. Tenía que pensar rápido.

-¿En verdad no existe posibilidad que dejes de ir? -pregunto Oikawa preocupado-

-No.

-Ese tipo dijo claramente que los Yakuzas están de su lado ¿Estás loco? ¡Son Y-A-K-U-Z-A-S!

-No creas que no lo sé , estaba ahí cuando lo dijo.

-¿Entonces?

-Ese tipo es solo un simple peón, los Yakuzas jamás lo dejarían entrar como uno de los suyos. Lo único que es cierto -dijo mirando fijamente a Oikawa-, es que es dueño del antro donde los Yakuzas reclutan a los nuevos.

-Wow, wow, wow -dijo Oikawa frenando toda la conversación con sus manos- ¿Me estás diciendo que fuiste Yakuza? ¿Tu? ¿El tipo que parece agente de inteligencia y salva  el mundo?

-...-Iwaizumi estaba demasiado cansado incluso para contestar con algún insulto- No, no lo era.

-¿Entonces por qué te juntabas con ese tipo?

-No tengo porque contarte eso.

-¡¿Qué?! -exclamo indignado- Ya estamos juntos en esto, así que dime de qué va todo.

-No -negando absolutamente todo- Tu y yo no estamos juntos en esto, este es "mi" problema -haciendo énfasis en sí mismo- Tu ni siquiera deberías estar aquí, solo complicas las cosas.

-Eres un idiota Iwa-chan. -apretando los dientes con rabia-

Oikawa no dijo nada más, se limito a abrir las esposas con una llave de reserva que tenía en el bolsillo de su abrigo, para sorpresa de Iwaizumi que no lo vio venir. En serio Oikawa no era tan idiota o superficial como podía aparentar a veces, era estúpidamente listo e Iwaizumi lo sabía con el dolor de su corazón. No es fácil admitir que el tarado que debes cuidar resulta ser alguien con el IQ más alto que el promedio y a pesar de lo mal que se lleven puede resultar de ayuda. 

Mas Oikawa se alejo lo más posible de Iwaizumi, al otro lado de la habitación y donde observo tras la ventada la gente pasar, porque estaba dolido y no quería que el guardaespaldas viera cuan mal lo había hecho sentir. Oikawa sabía que no eran específicamente amigos, pero pensó que ya a esas alturas por lo menos Iwaizumi podría confiar un poco más en él, al parecer no era así y simplemente era considerado una carga. Su deseo de destrucción mutua persistía, pero no igual que antes, no de la misma manera y forma. En cualquier caso el azabache tenía razón, este no era "su" problema, no tenía porque estar ahí desde un principio, porque Iwaizumi solo era el guardaespaldas que debía velar por su vida, no tenía que ser al revés. Como músico tenía que preocuparse de su imagen y no relacionarse con personas peligrosas, eso sino quería tirar por  borda abajo su carrera.

-Ten.

El castaño no supo que sucedía y solo sintió como algo tapaba su visión, hasta que se dio cuenta que era una sudadera con capucha gris para nada especial, solo una simple sudadera.

-Si quieres que no te maten al entrar -dijo Iwaizumi dando la espalda- Cámbiate eso que tienes por algo menos llamativo.

Iwaizumi había tirado sobre el sofá lo necesario para que Oikawa se cambiara de ropa y eso contaba de unos pantalones oscuros algo anchos, zapatillas color rojo y una chaqueta color azul. El músico miro la ropa que evidentemente no era su estilo, pero tampoco estaba tan mal para ser sincero.

-¿También me debo cambiar los zapatos?

-No creerás que unos zapatos como los tuyos pasaran desapercibidos.

A Oikawa no le quedo de otra que darle la razón al guardaespaldas y fue al baño a cambiarse de ropa sin estar muy seguro de lo que estaba a punto de suceder. ¿Era correcto ir? ¿En serio estaba a punto de cometer esa locura?.

Cuando salió del baño se encontró con Iwaizumi enfrascado en una conversación acalorada de la cual no supo de que iba, pero al verlo solo corto la llamada.

-¿Listo? -pregunto Iwaizumi-

-Sí...aunque las zapatillas aprietan un poco -dijo mirando sus pies- ¡Pero están bien! -viendo la cara de odio de Iwaizumi- ¡Wow! ¡No sabía que tenías tanto estilo!...-tratando de relajar el ambiente-

-Solo, cállate -dijo Iwaizumi-

Iwaizumi se acerco de forma peligrosa hasta Oikawa y este como acto reflejo cerro fuerte los ojos pensando que sería brutalmente golpeado, pero al abrirlos lentamente solo se encontró con los  de Iwaizumi acompañado de su ceño fruncido y el parche blanco donde estaba la herida. El guardaespaldas no había golpeado a Oikawa, solo había puesto la capucha de la sudadera en su cabeza.

-No te quites la capucha, no mires mucho a los ojos y trata de evitar llamar la atención. Con suerte saldremos los dos vivos de ahí.

-Gracias -dijo sinceramente Oikawa-

-¿De qué?

-Nada -dijo desviando la mirada- Olvídalo...

-Ok, vamos. -tratando de no parecer sorprendido-.

"Gracias por confiar en mí...¡Maldición! Me está afectando" Pensó Oikawa dando un último vistazo a la sala de Iwaizumi sin tener verdaderamente idea de donde iría a parar.

 

En el festival tradicional...

 

Lev llamaba mucho la atención por su porte, ya que dos metros andantes en Japón no es menor, teniendo en cuenta la altura del hombre promedio es menor al metro setenta y la de Yaku, que está debajo de esa cifra. El de ojos esmeralda era como un modelo europeo e incluso el guardaespaldas que pasaba esa clase de detalles por completo, lo noto. Ahora que lo recordaba, solo había visto una vez a Lev con ropa casual y eso fue en el concierto, el resto de las ocasiones lo encontraba con ropa de trabajo o deportiva. Por lo menos tenía un buen gusto al vestir después de todo.

-¡Mira! -exclamo Lev- ¡Arriendan Yukatas!

En efecto había un puesto de Yukatas y el de cabellos plata se dirigió con una sonrisa dibujada en el rostro hasta el sitio.

-¿Yaku? ¿No te pondrás una?

-Tengo demasiado frio como para pensar quitarme la ropa -con una bufanda gigante que lo abrigaba-, pero si tu quieres hacerlo no es una mala idea -dijo dando una sonrisa aprobatoria- Te espero aquí.

Lev asintió y luego entro a uno de los vestidores donde pasado unos minutos salió nuevamente, sorprendiendo completamente a Yaku que no se esperaba que el atuendo tradicional se viera tan bien en de cabellos plata.

-¿Qué dices Yaku? -pregunto Lev algo acomplejado- ¿No me veo muy raro?

-Se te ve bien -dijo entregando un poco de confianza- No pienses mucho en como lo vean los otros, si tú te sientes cómodo con eso, úsalo.

-¡Sí! -completamente-

Caminaron entre la gente que se divertía entre tantos juegos y comidas tradicionales. Y fue cuando el castaño compraba unos Dangos, que al voltearse se encontró con Lev rodeado de varias chicas que llevaban furisode y le hablaban emocionadas. Yaku pensó que probablemente ellas creían que el de cabellos plata era extranjero y lo rodearon para sacarse fotografías con él probablemente para alardear subiéndolas a sus redes sociales. Yaku les tenía malas noticias a las chicas, porque Lev era más japonés que el Sake.

Por su parte el de ojos esmeralda estaba algo incomodo con tanta atención de parte de las desconocidas y no comprendía cual era la razón para tamaño escándalo, por lo que rogaba que apareciera Yaku y lo salvara. Pero al buscar con la mirada al guardaespaldas lo encontró a unos metros y sonriendo sin razón. Lev pensó que a Yaku le había gustado la chica que estaba a su lado, pero lo cierto es que Yaku pensaba algo completamente diferente.

"Jeje...No puedo dejar de pensar que cuando Lev le dé un beso a su novia, tendrá que arrodillarse para lograrlo jejejeje. Qué malo soy, pero es muy gracioso de solo imaginarlo.  O ella tendrá que subirse a un edificio y cuando este en el último piso podrá darle un beso a la altura de Lev jejejejeje...no puedo estar riéndome de esto, es tan tonto, pero me causa mucha risa...espero que no noten que me burlo mentalmente de ellos..." Eso era lo que verdaderamente pensaba Yaku al observar una de las chicas.

-¿Me podrías dar tu numero? -pregunto una de las chicas-

-Esto...-dijo Lev incomodo- Bueno...

-¡Yo también por favor! -pidieron las otras-

-Lo siento chicas, pero este galán tiene que irse -dijo Yaku tomando el brazo de Lev-

-¡¿Qué?! ¡No! -exclamaron las chicas enojadas-

Yaku saco rápidamente de en medio de las veinteañeras con hormonas alborotadas al incrédulo de Lev por toda la escena.

-Wow, no sabía que eras tan popular con las chicas -dijo Yaku a modo de broma- Pero pensé que eras mejor llevando este tipo de situaciones, porque parecías gato enjaulado al rededor de ellas.

-Esto...-rascándose la nuca- Supongo que cuando no se trata de vóley o animales, no soy tan bueno con la admiración de otros.

-Mmm, ya veo -dijo Yaku comprendiendo la situación- Compre unos dangos.

-¡Oh! ¡Gracias! -arrebatando las bolitas de las manos de Yaku- ¡Justo tenía mucha hambre!

-Así parece -viendo como desaparecía la comida de sus manos-

El interés de Lev esta vez se poso en uno de los juegos que consistía en disparar a unos blancos con un arco y flecha, pero no era tan bueno con su puntería y termino desilusionado al no poder ganar nada.

-¡Ja! -dijo un tipo de la nada- Por lo visto el extranjero ese no puede darle a ni uno.

Yaku se quedo viendo a un tipo que de la nada comenzó a decir cosas malas de Lev, por lo visto su novia se había quedado embelesada contemplando al de ojos esmeraldas y eso produjo los celos del hombre. Lev estaba tan metido en sus pensamientos que no contesto nada a los comentarios malintencionados, pero Yaku no permitiría esa clase de comportamientos si él podía evitarlo.

-Lev -dijo Yaku irritado- Dame eso.

Lev le entrego el arco y la flecha a Yaku, que se puso frente a los ocho blancos y uno tras de otro comenzó a clavar las flechas al centro sin una mínima equivocación. Todos los que vieron al castaño quedaron boquiabiertos, incluido el tipo que estaba molestando a Lev enmudeció luego de eso.

-Ya que parecías tan seguro de ti mismo -dijo Yaku mirando al tipo-, ahora inténtalo tu.  A ver si logras dar al menos con uno.

El hombre al ver como Yaku lo retaba, escapo del lugar dejando a su novia tirada y no volvió aparecer en todo lo que quedo de noche.

-¡Por dios Yaku! -grito Lev- ¡Eres impresionante!

-¡Lev! ¡¿Qué te dije de los abrazos?!

-¡Pero Yaku! -alegando por no separarse- ¡Fuiste tan genial!...

-Lev, suéltame.

-Ok...-separándose instantáneamente- Yo...gracias.

-No debes agradecer nada, él tipo de trato mal y no soporto esa clase de actitudes -dijo Yaku con convicción- Supongo que eso hacen los amigos ¿No?

-Yaku...

Lev quedo estático, no podía creer que el castaño estuviese diciendo palabras así. ¿Amigos? ¿Al fin?

-Además le di dos pájaros de un tiro -dijo Yaku en broma- Lo deje como idiota por molestarte y salve a su novia de continuar con ese simio.

-Oh Yaku...-dijo Lev a punto de reír-

-¡Señor! ¡Su premio! -grito el dueño del tiro al arco-

-¿Premio? -se giro Yaku preguntando sin comprender-

-¡Claro! -dijo el dueño- ¡Elija lo que quiera señor! ¡Nunca antes alguien había acertado en los ocho blancos!

-Bueno...-dijo Yaku sin importarle mucho-

El castaño se quedo mirando los premios y no había nada espectacular que llamará su atención, solo peluches y juguetes para niños.

-Deme ese -dijo Yaku decidido al fin-

-Es todo suyo -dijo el dueño con una gran sonrisa-

Yaku miro el peluche de león que tenía entre las manos y de alguna forma le causo algo de risa compararlo con el enorme espécimen cabello plata que tenía a su lado.

-Toma -dijo Yaku extendiendo el peluche- Los peluches no son lo mío.

-¿Para mí? -pregunto Lev observando el león-

-Claro, por eso te lo estoy dando.

-Es muy lindo Yaku, gracias.

-No es nada, piensa que fue algo como trabajo en equipo -dijo Yaku encogiéndose de hombros- Si no hubiera sido por ti, no habría jugado a eso nunca.

Lev solo se limito a sonreír y aferrarse del peluche con todas sus fuerzas. Se alejaron del puesto y regresaron a donde arrendaban las Yukatas, para que Lev volviera a usar su ropa y finalmente se alejaran del festival.

-¿Quieres ir a comer? -pregunto Lev- Yo invito.

-Creo que no estaría mal -contesto Yaku de buen modo-

Llegaron a un restaurant pequeño, de esos pequeños donde te sientas frente de la barra y pidieron verduras salteadas y Oinarisan. Se paso el tiempo demasiado rápido y tan fácil, donde Lev saco más de una carcajada de Yaku con sus historias disparatadas.

Yaku estaba tan relajado, que no noto un sujeto extraño sentándose a su lado y que disimuladamente trataba de meter la mano en su chaqueta para robar su billetera. Lev si lo vio y no estaba dispuesto a dejar que alguien se metiera con Yaku y menos con su billetera.

-¿Tienes algún problema?

Lev se veía imponente y aterrador cuando así lo deseaba, sus ojos parecían vacios al punto de dejar al ladrón tiritando de miedo por la aparición casi fantasmagórica.

-¡Lo siento! -grito el hombre huyendo del lugar- ¡Lo siento!

 -¿Lev? -pregunto Yaku sorprendido-

-Él quería robarte Yaku.

-Lo sé, gracias Lev.

Yaku esa noche descubrió un par de cosas.

1- No volver jamás al mismo restaurant donde intentaron robarle, la comida no estaba muy buena.

2-Lev era alguien confiable.

3-Lev tenía un buen estilo y las chicas iban por él en manada.

4-Ahora tenía un nuevo amigo con corazón de león y ojos esmeralda que podían ser hermosos tanto como temibles.

 

En un antro pestilente y lleno de tipos peligrosos...

 

Nada comparado con pasar la noche libre en el paraíso de los criminales con deseos de golpear a todo lo que tuviera vida. Oikawa miraba de reojo el sitio, tratando de mantener una leve distancia de Iwaizumi que también deseaba hasta ese momento pasar desapercibido. Llegaron hasta la barra de alcohol y subidamente el azabache paró en seco, lo que llevo a Oikawa a golpearse el rostro con la fortalecida espalda del guardaespaldas.

-¡Auch! -exclamo Oikawa sobándose la nariz-

-Escucha -dijo Iwaizumi volteándose hasta el castaño- De aquí no te mueves, no hablas con nadie y no hagas ni una clase de estupidez que llame la atención. -con una seriedad arrolladora-  Que el idiota de hoy no te haya reconocido, no significa que aquí sean igual de ciegos ¿Esta claro?.

-Sí...¿Qué sucederá al final?

-Si todo sale bien, saldremos por la misma puerta que entramos.

-¿Y si no? -lo que más temía-

-Supongo que tendrás que salir solo.

-Bien -dijo Oikawa sin chistar- Suerte.

-Esto no es algo que la suerte me pueda ayudar.

-Lo sé -rodando los ojos- Solo...que no te maten...¿Ok?

-Sí.

Iwaizumi se volteo y siguió caminando hasta perderse entre la masa de gente que se apretaban cada vez más viendo una pelea de mujeres bastante agresivas en el octágono con rejas que había en el centro del antro.

A Oikawa le latía el corazón de una forma tan violenta al ver como en cualquier segundo todo se podría transformar en tragedia y rogaba a todo lo sagrado en el universo, incluyendo a los aliens, que por favor no asesinaran a su guardaespaldas. Si era necesario él se metería en esa jaula a pelear.

Escucho de pronto un grito ovacionado que inundo el lugar y al mirar al centro del octágono vio la figura de Iwaizumi en el centro, mientras todos gritaban "¡Senshi!"* [Guerrero*] sin parar, como si fuese una leyenda viva parada sobre simples mortales.

"¿En qué momento se volvió tan genial Iwa-chan?"

Era un espectáculo verlo ahí parado, mirando casi de forma despectiva a todos los que lo rodeaban y en ese momento el presentador tomo su brazo para alzarlo y que así todos lo vieran. El lugar había caído rendido a los pies de Iwaizumi y Oikawa se sentía tan o más embelesado que los demás.

La pelea ya iba dar su inicio y luego de la calurosa bienvenida a Iwaizumi, apareció su contrincante con aires de gloria y majestad, el cual Oikawa tan solo de verlo le dieron ganas de romperle la cara para que quitara esa sonrisa engreída. Pero sabía que Iwaizumi se encargaría de quitársela con su puños y patadas. 

-Hey...

Sintió una mano aferrándose a su brazo y casi le da un infarto por el horror de haber sido descubierto. ¿Qué haría si alguien lo notaba? Tendría que salir lo más rápido posible para no armar un desastre, pero el agarre era tan fuerte que no podía quitárselo tan fácil y resignado a su suerte se giro lentamente esperando ver una cara horrenda a punto de acuchillarlo.

-¿Qué haces aquí? -le preguntaron  con toda la severidad del mundo-

-¿Pero...qué? -pregunto Oikawa con shock máximo- ¿Mattsun?

-Baja la voz y sígueme. -ordeno el guardaespaldas que miraba receloso todo el lugar-

Oikawa no entendía de que iba todo, pero una tranquilidad enorme lo inundo al ver a Matsukawa en ese aquel mar de pirañas. Llegaron a un sitio más alejado, donde no podían ser fácilmente vistos, pero que tenía una vista privilegiada de lo que sucedería en el octágono con Iwaizumi adentro.

-¿Ahora puedes explicarme qué demonios haces aquí? -pregunto Oikawa con caos mental-

-Eso es exactamente lo que debería preguntarte -dijo Issei más serio de lo normal- Eres una estrella que cualquiera querría atrapar para vender por pedazos y creo que Hajime te dijo unas doscientas veces que este lugar está lleno de imbéciles con ganas de sacar tripas sin importar el precio.

-Sí, lo sé., pero hoy...

-Hajime ya me lo conto todo -cortando la explicación de Oikawa- Él me dijo que viniera, no te iba a dejar solo en este matadero.

-¿Iwa-chan te llamo? -sorprendido por el acto de interés de Iwaizumi-

-Sí...

-¡Hey! ¿Por qué lo tratas por su nombre? -pregunto entrando en cuenta- ¿Tan cercanos son?

-¿Te interesa saber mi relación no laboral con Hajime? -dijo Mattsun con un tono burlesco y perspicaz-

-Yo, bueno...solo decía, es que es algo raro...

-Bien, si no te interesa no te diré nada...

-¡Ok! Sí quiero saber. -exclamo atrapado y harto- maldita sea...

-Wow, cuanta curiosidad por el guardaespaldas nuevo Oikawa...

-¿Me lo vas a decir o no? -cruzado de brazos sin ganas de más bromas-.

-Ok, ok ...que impaciente.

-Escupe.

-Veras, con Hajime nos conocemos hace más de diez años...ambos vivíamos en este barrio.

-¿En serio? -pregunto Oikawa con la boca abierta-

-Frente de tus ojos tienes al mejor y jamás vencido luchador de MMA de la ciudad -con orgullo de aquellas palabras- Hajime es una leyenda en los barrios bajos Oikawa. A los diecisiete ya había acabado con todos los de su categoría y era el amo de todo este maldito sitio, nadie se atrevía a retarlo con miedo de terminar en el hospital. No te das cuenta, pero los que están aquí solo vinieron para ver el regreso de la leyenda nuevamente en el octágono.

-No lo sabía. -perplejo por las palabras de Issei-

-No sabes muchas cosas de él -con una sonrisa ladina-.

-Sí -acepto Oikawa sin poder objetar- ¿Pero por qué termino como guardaespaldas?

-¿Quién sabe? -dijo Mattsun encogiéndose de hombros- Quizás un día simplemente se aburrió y le dieron ganas de entrar a la agencia.

-¿Así de simple?

-Sí, que va -cogiéndose de hombros- Fui yo quien le conto de ser una clase de agente o algo por el estilo.

-¡¿En serio?!

-¿Puedes dejar de sobre exagerar con cada cosa que te diga? -pregunto Mattsun incomodo-

-Lo siento...es la impresión -tratando de calmarse- ¿Acaso no tenía nada mejor que hacer que entrar en la agencia?

-Hajime tenía un gran futuro en todo lo que se propusiera. Era el mejor de la clase, nadie le podía ganar en los deportes y todos lo admiraban, era un monstruo.

-Ya lo creo, da miedo.

-Era el mejor en el instituto y por las noche el más despiadado de los luchadores.

-¿De día soy una y de noche soy otra? -dijo Oikawa recordando la película del ogro verde-

-No sé si reír o golpearte -dijo Mattsun moviendo la cabeza con negación-

-Por mí la primera va bien.

Pero de pronto la atención de Mattsun fue atrapada por un nuevo personaje en escena.

-Listo, tenemos el área despejada -dijo el de cabellos castaños rosáceos-.

-¡¿Makki?! -exclamo Oikawa al ver al otro guardaespaldas-.

-Hey, Tanto tiempo ¿No? -dijo Makki con tono burlesco-

-¿Tu también? -pregunto Oikawa sin caer en tanto caos-

-Con Mattsun somos un equipo -dijo Makki encogiéndose de hombros- ¿Ya le contaste la historia del guerrero? -pregunto a Mattsun-

-En parte -contesto Mattsun-

-Bien, ahora a ver cómo termina esto...

La pelea había dado inicio con un choque de puños como saludo y para Oikawa ese era el comienzo de la tortura.

Iwaizumi se movía rápido, tanto que era difícil distinguir cuando golpeaba o solo hacía amagues de golpes. El público estaba en éxtasis con tamaña pelea, digna de ser recordaba por las futuras generaciones. Pero el tiempo había dado sus frutos y el jefe del lugar se había vuelto más fuerte durante esos años que el Guerrero había desaparecido, pero no por eso había dejado de lado las malas costumbres dignas de cualquier mal luchador.

-¡Pero qué demonios le pasa a ese hijo de ....! -exclamaba Oikawa furioso- ¡Tiene un cuchillo e hirió a Iwa-chan! ¡Mátenlo! ¡Mátenlo!

-Hey tranquilo -dijo Makki posando su mano sobre el hombro de Oikawa- No podemos hacer nada.

-¡¿Están locos?! ¡Hay que parar la pelea! -grito indignado el músico- ¡¿El juez está ciego que no lo para?!

-Oikawa, así se hacen las cosas aquí -dijo Mattsun- El tipo no sabe jugar limpio, por eso necesita el cuchillo y el juez no lo va a parar tan simple, porque es el dueño del lugar.

-Aun no termina la pelea -dijo Makki- Espera y veras.

Oikawa sabía que los chicos sabían cosas que él no, pero nada le quitaba esa angustian punzante de ver la pelea y no poder hacer nada al respecto. Era solo Iwaizumi en medio del ring de pelea y Oikawa necesitaba decirle que no era el único, que él estaba y que no se rindiera.

-¡Vamos Iwa-chan! -grito Oikawa con todo lo que pudo- ¡Mata a ese idiota!

Para muchos ese grito paso desapercibido en medio de tantos otros, pero para Iwaizumi no lo fue, al escuchar la voz de Oikawa sonrió levemente sin poder evitarlo y cuando el jefe se abalanzo nuevamente hacía él, con una poderosa patada trasera lo golpeo en la cabeza y lo dejo tirado en el piso sin posibilidad de levantarse. En su ira acumulada se lanzo sobre el hombre que se encontraba en un visible knockout y a puño limpio lo golpeo una y otra vez. El juez corrió a separarlos y dando por finalizada la pelea como vencedor indiscutible al Guerrero con una ovación acalorada que lo corono como el mejor de todos.

Pero después de que el juez lo diera por ganador se dirigió al jefe que recién volvía en sí, luego de tamaña tunda que lo dejo en negro.

-Sigues siendo tan miserable como antes -dijo lanzando el cuchillo hasta los pies del jefe- No puedes hacerlo limpio ¿No?.

-Te voy a matar, lo juro -dijo el jefe agonizando de dolor-

-No lo creo.

Iwaizumi se acerco lo suficiente para que nadie más pudiese escuchar lo que decía.

-Intestas acercarte a mí de nuevo y no esperes que tenga tanta piedad como hoy. Sé cómo encontrarte y lo débil que eres, pones un pie en mi territorio y despídete de tu asquerosa vida. -apretando la yugular del jefe- Ni los yakuzas te ayudarían. Y si le pones una mano de nuevo sobre mi protegido, estas doblemente muerto. No lo olvides.

Iwaizumi sin que los demás se dieran cuenta apretó lo suficiente en una parte especifica de la yugular del jefe, que lo hizo desmayarse y todos los de su sequito corrieron a su lado para ver cuán mal estaba. Nadie sospecho del guerrero, que salió victorioso del octágono con un mar de fans que vitoreaban su pelea y que festejaban las apuestas que habían hecho a su favor.

 

 Oikawa esperaba impaciente afuera del antro junto con Mattsun y Makki la llegada del campeón, pero el tiempo se volvía insoportable y la paciencia se había agotado hace bastante rato.

-¡¿Cuánto tiempo puede estar metido ahí adentro?! ¡Ya han pasado horas desde que peleo!

-Para ser exacto veintitrés minutos...-dijo Mattsun- Veinticuatro desde ahora.

-¡Parece una eternidad! -alego Oikawa-

Pero cuando finalmente llego el azabache, Oikawa retomo su compostura como si nada sucediera.

-¡Oh! ¡El guerrero llego! -dijo Makki con tono teatral-

-Chicos -contesto Iwaizumi con una sonrisa ladina-

Mattsun y Makki se acercaron al campeón y le dieron un buen apretón como felicitaciones. Pero cuando los tres guardaespaldas se separaron, Oikawa miraba en otra dirección distraídamente, como quien no quiere verse demasiado interesado en lo que sucede.

-Al parecer nuestro trabajo está hecho aquí -dijo Mattsun-

-¿Ya se van? -pregunto Iwaizumi- Hoy invitaba yo.

-Tenemos cosas que hacer, déjalo para la próxima -dijo Makki excusándose- Además Oikawa de seguro quiere celebrar personalmente contigo.

-Oh sí -dijo Mattsun concediendo lo que decía el otro- Estaba muy emocionado al verte pelear.

-Gritaba como un verdadero fan -agrego Makki-

-Makki, Mattsun...podrían dejarlo así...ya entendió -dijo Oikawa a punto de cometer homicidio doble- Ya se pueden ir a su departamento a hacer de pareja feliz.

Tanto Matsukawa y Hanamaki miraron al músico con un dejo de molestia al verse atrapados. Oikawa no era tan ciego como para no notar que ambos guardaespaldas eran novios hace tiempo. Finalmente ambas parejas se despidieron y tomaron caminos separados, donde Oikawa e Iwaizumi volvieron nuevamente al departamento de este ultimo en búsqueda de la ropa del músico.

-¿Así que eres una leyenda Iwa-chan? -comenzó Oikawa-

-¿No puedes dejar de ser dramático?

-Solo preguntaba, por lo visto tu también tienes varios fans.

-¿Fans? ¿A eso le llamas fans? -pregunto con gracia-

-Un poco rudos y le gusta adornar sus rostros con varias cicatrices, pero no se diferenciaban mucho de las fans que hoy nos querían atrapar.

-Fue un día largo -dijo con tono cansado Iwaizumi-.

 

 Iwaizumi se acerco demasiado rápido y Oikawa pensó por un segundo que el guardaespaldas lo besaría. Trago saliva de forma pesada por los nervios de tenerlo así de cerca, pero lo único que recibió fue un cabezazo fenomenal que lo dejo mareado.

-¡¿Qué demonios haces?! -grito Oikawa-

-¡Eres un maldito idiota Mierdakawa, te metiste en ese nido de víboras y te podrían haber matado en un segundo!.

Iwaizumi le dio un sermón de una hora y el dolor en la frente de Oikawa no podía bajar con el hielo el guardaespaldas le paso luego de tamaño golpe.

Iwaizumi le dio un sermón de una hora a reloj y el dolor en la frente de Oikawa no podía bajar con el hielo el guardaespaldas le paso luego de tamaño golpe. El músico no sabía si gritarle a Iwaizumi que era un mal agradecido, o tan solo resignarse. Opto por la segunda, el día había sido demasiado largo y ya no estaba de ánimos para discutir.

Por su parte Iwaizumi estaba molesto a decir basta por tamaño acto de estupidez de Oikawa, no sabía cómo podía haberse arriesgado tanto y aunque no le hubiese sucedido nada, eso no quitaba el hecho de haber sido tremendamente tonto. Y sí, también había sido muy valiente por apoyarlo en algo que en verdad no quería y no deseaba siquiera hacer. Oikawa era un caso, su protegido que termino protegiéndolo a él.  ¿Quién lo diría?

Era gracioso ¿Quién lo diría? Oikawa conocido como el rey y él como guerrero. Una dupla había dicho en broma Makki una vez que lo molestaba, al parecer no estaba tan equivocado. 

 

 

Notas finales:

Espero que les gustara u_u.

Por cierto ya les había contado que hice una lista en spotify y me gustaría saber sus opiniones. Por ejemplo "Creo que Daichi escucha k-pop como placer culpable y le gusta "X" canción" o "A Bokuto le gusta la salsa". No sé, digan ustedes, yo espero sus opiniones. 

 

Nos leemos <3.


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