1.-“La realidad supera la ficción”
La lluvia disfruta tomarme de improviso. Recuerdo que aquel día se me había olvidado el paraguas en la editorial donde trabajaba medio tiempo, así que tuve que refugiarme bajo el techo de un gran edificio, debo admitir que cada vez que paso por aquel edificio una sonrisa brota desde mi interior sin que pueda evitarlo ¿Cómo explicarlo? En fin…
Miraba con intensidad las personas que caminaban por la calle, deseando que pronto la lluvia parara para que yo pudiera regresar a mi hogar. Suspire pues hacia frio, no recuerdo porque pero mire hacia un lado encontrándome con una imagen que quedó grabada en mi corazón
Fue como ver a un ángel…
¿Cómo explicar lo que vi? Era tanta perfección, bien podría ser la inspiración del más grande poeta o autor. Quizá halagar a la persona que rompió mi corazón sea ilógico pero la belleza de Usami Akihiko siempre me roba el aliento
Lo primero que me llamo la atención fueron sus ojos, de un hermoso color lila, tan extraño pero tan cautivador, su cabello era peliblanco y con las gotas de lluvia brillaba. Con vergüenza admito que tal imagen me dejo idiotizado
-Está lloviendo mucho ¿No lo cree?-Las palabras se me escaparon de mis labios, me tape la boca pero era demasiado tarde, Usami Akihiko noto mi presencia y me regalo una sonrisa. Podría descubrirla como una sensual sonrisa
-Si supongo que Japón es lluvioso en esta época del año- Despertó mi curiosidad con tan solo unas palabras
-¿Es extranjero?- pregunte pero todos sus rasgos me parecían japoneses
-Algo así- me sentí de repente cohibido digo ¿Qué hacía preguntándole esas cosas a un extraño? Me disculpe- No te disculpes- me volvió a sonreír para darme la confianza que no tenia
-¿Va hacia algún lado?- Negó con la cabeza
-De hecho estaba en mi auto- Eso me hizo mirarlo extrañado, lo noto y rio provocando que mis mejillas, a pesar del frio, ardieran – Pero vi un hermoso paisaje
-¿A si?- Realmente si hubieras estado en mi lugar hubieras hecho todas esas preguntas, Usami Akihiko era el tipo de persona que con solo unas palabras despertaba tu curiosidad, su manera tan enigmática de decir las cosas simplemente te atrapaba
-Vi a un hermoso joven japonés, su mirada, tan hermosa y del color de las esmeraldas, estaba perdida en el paisaje, sus cabellos castaños estaban humedecidos y revueltos, lucia encantador, casi como un niño y como cereza sobre el pastel su piel color canela brillaba a la tenue luz de los automóviles- Sonara tonto, incluso me sonrojo cada vez que recuerdo mis pensamientos, el describió a una criatura tan bella y tan perfecta que por un minuto me pregunte “¿Existirá alguien así?” Luego pensé “Me gustaría conocer a esa persona”
Le externe mis pensamientos, el rio provocando que me avergonzara
-A mí también me gustaría conocerla- Me miro con intensidad como si quisiera enviarme un mensaje, no lo capte- ¿Cómo te llamas?- pregunto desviando la mirada
-Takahashi Misaki- me presente con una formal reverencia
-Usami Akihiko a tu servicio- Su nombre no me era conocido, si no fuera tan distraído de seguro me hubiera dado cuenta que era un escritor famoso
-Ya paro de llover- dije aliviado, pues estaba muy cansado y lo único que quería era llegar pronto a mi hogar, cenar y tomar un merecido descanso
-Te invito a tomar un café- dijo de pronto, siendo honesto su invitación sonaba más como una orden, sin poder evitarlo me puse nervioso ¿Cómo negarme sin verme descortés?
-Yo… ya es tarde, creo digo…- Mi mente no podía crear algo coherente- No debería molestarse- conteste en voz baja mirando el suelo como si fuera algo interesante
-No es ninguna molestia, en realidad es un placer- sus palabras me tomaron desprevenido, recuerdo haberme sonrojado pero no sé muy bien la razón, quizá era porque en ese tiempo era muy tímido, a decir verdad sigo siéndolo pero por lo menos ahora no me sonrojo como colegiala
Pero en aquel momento sus palabras bastaron para convertirme en un llamativo tomate…
-Está bien- No me resistí por una simple razón, quería pasar tiempo con aquel hombre que ante mis ojos era tan perfecto, o por lo menos lo fue en algún momento
En fin… Por suerte había una cafetería cerca…
Al entrar el aroma a café inundo mis sentidos provocando que soltara un gran suspiro. Usami Akihiko permaneció en silencio pero parecía estar atento a todos mis movimientos, cosa que me puso nervioso, no quería cometer una tontería. Es gracioso que quisiera impresionar a un completo extraño pero en mi defensa era joven y torpe, un idiota aunque eso no haya cambiado…
Bueno, tomar un café con Usami Akihiko fue interesante, era esa clase de personas con las que puedes hablar de todo y siempre tendrán algo que decir al respecto. Me tenía encantado pero en un sentido muy inocente, ya empezaba a apreciarlo como un amigo
-¿Qué tal si vamos a un bar?- su pregunta fue tan espontanea que pensé que era broma así que asentí riendo- Vamos hay uno cerca y es de mis favoritos- recuerdo haberme quedado en blanco
-Usami-san pensé que era una broma- Le dije- Es algo tarde tengo que volver a mi hogar
-¿Alguien te espera?- Su tono de voz denotaba molestia, ahora entiendo porque aunque en ese momento ese tono me causo una gran confusión
-Si- Respondí pensando en mi hermano, después de todo era solo un estudiante de 19 años, mi hermano me daba ciertas libertades pero seguía tratándome como un niño- Mi hermano de seguro se preocupara- tan pronto dije eso su rostro volvió a adquirir aquella serenidad que había perdido- Pero no creo que se moleste- Acepte casi sin pensar, lo único que tenía en mente era pasar más tiempo con Usami Akihiko
Me llevo a un bar tan lujoso que de inmediato sentí la necesidad de huir. Tener dinero para un café es una cosa, pero tener dinero para unas copas en un bar lujoso es otra, de pronto me sentí pobre
-No tengo tanto dinero- masculle algo asustado
-Yo invito- En ese momento pensé: “Una copa no es nada”
Pero al final no termine tomando solo una copa, recuerdo que entre charla y charla fuimos pidiendo tragos hasta que ya no fui consiente de cuantos tenia encima, en cambio Usami-san se veía muy sobrio y sonreía de manera extraño o por lo menos mi mente aturdida veía esa sonrisa extraña
-Eres hermoso- ¿De que hablábamos? No recuerdo pero mi mente, como haciéndome una mala jugada, recuerda esas palabras, tan claras dichas con un tono lleno de sensualidad. De pronto me sentí como un hielo que se derretía solo con el tono aterciopelado de su voz. Estoy seguro que dije algo, es posible que fuera una tontería pero él respondió de una manera totalmente inesperada- Vamos a mi casa…
¿Alguna vez han sentido como si no fueran ustedes? ¿Qué todo lo que tu cuerpo haga es completamente ajeno a ti? Así me sentía, era tan inexplicable…
¿De verdad tengo que explicar que hice aquella noche en el hogar de Usami Akihiko? Dar lo detalles es vergonzoso, además de que no recuerdo muy bien lo que paso
Todo era borroso, pero el placer ¡Ah! El delirante placer si lo recuerdo, ese placer que te consume y te deja con ganas de más…
¿Fui ingenuo? Posiblemente, le entregue a Usami Akihiko mi virginidad, me atrevería a decir que también mi dignidad. Y las cosas solo irían de mal a peor…