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Transmutacion Humana por Adri6

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Notas del capitulo:

hola a todos, bueno... recien, ahorita tuve un ataque de creatividad e escribi un nuevo capitulo, espero les guste.


besos!!

LA REINA HIPOLITA.

Una celebridad había llegado a Atalaya como parte de una visita de carácter de urgente, ¿la causal?, la extraña enfermedad hasta una semana de su descubrimiento sigue siendo incurable. La Reina Hipólita estaba preocupada por la vida de sus hermanas, ya que a pesar de ser deidad, varias ya habían perdido la vida. La princesa Diana, también compartía dicha preocupación, es por eso que habían convocado a una reunión extraordinaria.

Cuando ella llego, todos los héroes la saludaron con una leve reverencia, todos menos Bruce, simplemente se dedico a obsérvala en silencio. Kal, quien estaba a su lado, lo había incitado a que hiciera ese gesto en señal de respeto, pero se negó, acoto con voz segura: “no me arrodillo ante nadie… al contrario, son ustedes los que deberían arrodillarse ante mi”. Kal tomo aquel comentario como una excentricidad mas de Bruce, así que dejo de insistir y se involucro en la discusión.

La rubia reina, abogaba por un cierre de perímetro de su isla, con tal de impedir el ingreso o salida de cualquiera que pudiera portar con la enfermedad. Todos estaban de acuerdo pero Bruce acoto:

“¿Por qué deberíamos gastar recursos protegiéndolas a ustedes y no a una cuidad cualquiera?”, Diana frunció el ceño y Kal se quedo mudo. Nunca había visto que Bruce tuviera esa faceta.

La reina se molesto ante el comentario y contesto: “no somos cualquiera, soy hija de Ares y mi madre una valiente guerrera Amazona, mis hermanas y mi hija, somos descendientes de deidades por lo que…”

“¿Deidades?... eso suena como dioses paganos… si creen en Ares, dios de la guerra entonces deben creer en Hades, dios del inframundo… ¿creen en Hades?”

La respuesta negativa a eso, hizo sonreír a Bruce, le parecía gracioso que creyeran en uno pero no en otro, al parecer, creen en lo que les conviene creer. Sus ojos azules golpearon a los ojos de la reina, quien se sintió incomoda por tal osadía, ella estaba por reclamarle cuando Kal afortunadamente dijo: “accedemos a su solicitud reina Hipólita”. Eso apaciguo el ambiente y todo se torno más llevadero.

Cumplida su misión, la reina se puso de pie y despidiéndose de todos, fue que se marcho, lo hizo molesta ya que aquel humano no le había rendido honores y la había contrariado de forma imprudente.

“¿Ese es tu amigo Diana?” –Pregunto a su hija pero no espero respuesta –“tiene pésimos modales, estoy segura que ni siquiera te respeta”

Diana sabía que no era como su madre decía, pero era mejor no discutirle, de modo que la acompaño a la isla en completo silencio. Mientras ellas viajaban, Bruce entrecerró los ojos y pensó, no le gustaba que nadie se creyera una deidad cuando en verdad no lo son. Volteo el rostro hacia la Tierra, soplo levemente y después de aquello, sonrió levemente.

De la nada, una tormenta golpeo la nave de la Wonder Woman, la intensidad del viento le hacía casi imposible mantener el control, el cielo se torno gris y en un segundo, un tornado se formo prácticamente de la nada, en su interior se gestaba una tormenta eléctrica que relucía cuando los rayos contenidos se escapaban al exterior. Uno de ellos impacto a la nave y ambas semi diosas, perdieron la conciencia.


En Atalaya, varios héroes observaban de forma extraña el comportamiento de Bruce, nunca había negado ayuda a nadie y ahora de pronto, ponía a prueba si era necesario o no. El aludido, simplemente prefería ignorar aquellas miradas para enfocarse en lo era realmente necesario, su vista cayó en un vaso de agua y concentrándose en él, fue que logro que imperceptiblemente pequeñas ondulaciones se formaran en su interior.


La isla de las Amazonas era un bello paraíso terrenal, sus mujeres eran las más bellas y fuertes, su hermandad y jerarquía, provocaba que todas vivieran en armonía. Todas estaban esperando a su reina en la playa cuando observaron que el mar se enfureció, se retrajo mar adentro y milisegundos un tsunami golpeo la costa y continuo avanzando hasta el centro de la isla, todo lo que habían levantado ahora era arrasado por el agua.


Bruce nuevamente sonrió y dijo para sorpresa de todos: “tienen razón, creo que no he pensado las cosas con claridad… si piden nuestra ayuda, se la daremos”. Eso calmo las dudas e hizo a Kal feliz, ayudar era parte de lo que todo héroe hace día tras día.


Cuando Diana y su madre despertaron, se sorprendieron de ver a su hogar completamente destruido, no sabían cómo habían logrado aterrizar en la isla pero eso no les importaba, todas sus hermanas estaban muertas. Corrieron a su encuentro y se arrodillaron junto a ellas, sus ojos se llenaron de lágrimas y de dolor.

Caminaron ante una escena que nunca jamás pensaron ver, todo parecía como si la furia de los dioses hubiera caído sobre ellas.

“Esto es obra de Hades… --concluyo Hipólita con seguridad –“es un castigo por no reconocer su existencia”

“Madre” –dijo Diana preocupada—“¿Qué hacemos?”


Bruce estaba por levantarse de la silla cuando sintió que debía estar en otro lado, tomo la mano de Kal y caminaron hasta la habitación, cerró la puerta y estando en la privacidad, dijo: tomemos una siesta… ¿quieres? –sonrió tiernamente y frente a eso, Kal no podía negarse. Se acostaron y abrazados, cerraron los ojos para huir del mundo.


Diana y su madre estaban consternadas, era una pesadilla la cual aun no terminaba, de las sombras se formo una sombra que adopto forma humana, aunque su consistencia era de materia oscura. Diana fue la primera en atacar, pero su golpe solo atravesó aquella inconsistencia, la forma espectral tomo el cabello de la princesa, de ese modo la atrapo sin remedio para ella, jalándola así su cuerpo fue que la golpeo en la cabeza con fuerza, la princesa cayó al suelo inconsciente inmediatamente.

Hipólita no lo podía creer, aquella sombra tenía un poder sin igual, con rabia fue que también se decidió atacar, estaba por hacerlo cuando escucho: “¿Por qué no le pides a Ares que te salve?” La reina se inmovilizo ante aquellas palabras, eso sonaba casi como aquel hombre que la había desafiado. Pensado eso, la sombra adopto su verdadera forma, Bruce sonrió y soltando el cabello de su contrincante, camino directo hacia la bella amazona.

“Tienen un problema de seguridad, tenias razón cuando querías que cerráramos el área, porque al fin y al cabo, puede entrar cualquiera” –se detuvo frente a la mujer y susurro: “La cuestión es, que yo no soy cualquiera… estoy muy por sobre ti, estoy sobre tu dios Ares… estoy por sobre todo lo que conoces y no conoces. Soy piadoso y por eso hare que te reúnas con tus hermanas, pero no debes preocuparte por tu hija, aun no la matare”



Bruce sonrió y beso a Kal, este despertó y al ver aquel acto lleno de afecto, abrazo con más fuerza a su novio. En aquello momentos, cuando ambos compartían caricias o besos, era cuando todo dejaba de importar, la extraña enfermedad, la delincuencia, los problemas políticos entre países, etc. Cuando estaban solos, solo existía la felicidad de su amor.

“Eres sin duda el amor de mi vida, no puedo vivir sin ti, no me imagino ni un día de mi vida sin escuchar latir tu corazón… por ti sería capaz de cualquier cosa” –dijo Kal con una mirada brillante

“Te creo, sé que serias capaz de todo” –dijo Bruce mientras buscaba protección en el amplio pecho de su pareja


Kal escucho como los demás héroes comenzaban hablar de una extraña tormenta y un tsunami que ataco cerca y directamente correspondientemente a la isla Amazona. Diana acababa de llegar como si nunca hubiera sido afectaba, incluso su sonrisa se borro de su rostro cuando escucho la noticia, tomo nuevamente su nave y voló para cerciorares con sus propios ojos el estado en que se encontraba su pueblo.

Escuchando todo esto, le informo a Bruce lo sucedido, este le miro preocupado y hasta se ofreció a ir al lugar pero Superman le aconsejo que no. Con un beso le prometió que regresaría lo antes posible. El príncipe de Gotham asintió con la cabeza y dijo: “cuídate”.

Cuando llego a la isla, solo pudo hacer una cosa, contener a Diana e impedir que vea el cadáver de su madre, estaba desfigurada lucia como si alguien hubiera hurgado dentro de ella con el fin de extraerle algo.


Bruce se sentó en la cama y susurro: “¿ven?... ustedes son los que deben arrodillarse ante mi”.
Notas finales:

gracias por leer!!!

besos y que tengan un lindo dia!!!


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