LA CURIOSIDAD MATO AL GATO.
Bruce mantenía cierta distancia respecto a Diana, prefería estar apartado del conglomerados de héroes quien bajo todos los medios querían consolar a la princesa. Era mil veces mejor mantener su vista en el planeta Tierra, tenía tantas cosas por hacer que le ponía de mal humor que se estuvieran retrasando por culpa de un ataque de histeria de una mujer. Concentrado en sus pensamientos fue que de pronto sintió una intromisión en su mente, alguien quería inmiscuirse en donde nadie debe hacerlo.
Voltear sería lo más perjudicial que podía hacer, así que fingió no darse cuenta. ¿Quién de los héroes tiene aquel poder?, Bruce lo sabía… John. “Al parecer el marciano de una raza extinta quiere jugar al detective” --pensó Bruce mientras esbozaba una leve sonría. “Interesante” --concluyo. Pero no es solo eso, al parecer el nativo del planeta Marte, ha estado comentando a Superman ciertas sospechas que tiene en relación directa con su regreso a la vida. Lo ha visto escabullirse con el héroe de Metrópolis para expresarles sus dudas en más de una oportunidad, pero Kal simplemente rechaza toda aquella palabrería porque le parece totalmente absurda.
Finalmente, aburrido de fingir, Bruce volteo el rostro y observo fijamente a John, este se sorprendió de no poder entrar en la mente de Batman. Al intentar hacerlo, se enfrentaba lo que parecía una fortaleza de muros tan altos como el límite del cielo y tan profundos como el infierno mismo. Ambos mantuvieron el contacto visual hasta que el marciano comenzó a sentirse mareado sin razón, fue así que tuvo que buscar asiento y respirar profundo para recuperarse del extraño y agudo malestar.
John confirmo de forma concluyente que Bruce no era Bruce, era algo mas… y aquello era algo que Superman debía saber de inmediato. Cerró los ojos y pensó en la mejor forma para hacerlo, tenía muy pocas opciones, ya que ellos casi no se separaban del uno del otro. Volvió abrir los ojos y cuando vio que Superman caminaba por el corredor, voló hacia él con el fin platicar.
“Necesitamos hablar” –inicio rápido John, ya que no quería darle tiempo a nadie para que los interrumpiera
“¿Ahora?... ¿no puede esperar?, debemos apoyar a Diana en este difícil momento” –Kal le miro un tanto acongojado por los últimos acontecimientos— “tengo muchos problemas John, como si fuera poco, no he podido encontrar a Alfred y no puedo sencillamente decirle a Bruce que no aparece, tengo que darle una respuesta y pronto”.
“… justamente tengo que hablarte de Bruce” –dudo pero se decidió hacerlo— “aun no nos has dicho que hiciste para traer a Bruce de vuelta, pero sea lo que sea, supongo que no funciono muy bien… algo extraño ocurre con el”
Superman se detuvo bruscamente y sus ojos celestes se entrecerraron levemente, no le gusta que John viniera una y otra vez alzando falsos testimonios sobre su pareja, ¿tenía pruebas de todo lo que decía?, no, pero aun así insistía.
“¿Ahora que hizo Bruce?... ¿me vas a decir que es responsable de la enfermedad y de lo que le paso a la reina?” --acoto de mal humor
John entendía el comportamiento de Superman pero aun así, tenía la obligación de abrirle los ojos, le sugirió ir a un lugar más privado y así fue como llegaron a la habitación del marciano. Comenzó su interpelación manifestando que no ha podido entrar en la mente de Bruce, y eso solo ocurre cuando alguien muy poderoso bloquea su poder. Aquello no impresionaba a Kal quien continuaba mirándolo escéptico. Después, continuo argumentando que no era común que Bruce negara la ayuda y que no fuera el primero en gestionar una investigación por lo ocurrido con la princesa. El último punto era en verdad buen punto, hasta el más tonto se daría cuenta de que este Bruce no es igual al anterior.
“… ¿terminaste? –pregunto Superman cruzándose de brazos y con voz molesta
“aun no, no descansare hasta descubrir la verdad” –afirmo decidido el marciano
La puerta se abrió y Batman cruzo la entrada, observo a los dos hombres y de sus labios se escucho: “¿cuál verdad?
“… nada amor, son tonteras de John… dice que tú no eres tu o algo así, la verdad no entiendo de donde saco semejante idea” –sonrió levemente y camino hasta su novio, rodeo con su brazo su cintura y acercando su boca al oído de este susurro: “no le hagas caso, no debes preocuparte por las tonteras que diga”
“… Diana está preguntando por ti Kal… ¿podrías ir con ella?” –acoto Bruce con un tono serio pero a la vez gentil
Al quedarse solos, tanto John como Bruce se observaron fijamente. Pasaron unos minutos hasta que Batman fuera el primero en hablar:
“¿Qué haces John?... ¿acaso dudas de mi?
“… algo así” –contesto escuetamente, nuevamente trataba de entrar en la mente del murciélago pero no podía.
“te daré un consejo… si no quieres que te suceda algo malo será mejor que guardes silencio” –dio media vuelta para irse pero el marciano cerró la puerta para impedírselo.
“no sé quién eres, pero no te tengo miedo” –comenzó acercarse a Bruce y cuando quedo a su espalda, le susurro por sobre el hombro— “te estaré vigilando”
Aquello era una clara amenaza para Bruce, quien al escucharla no tomo para nada bien aquellas palabras, volteo con la intención de cobrarle sus dichos pero justo en eso entro Superman.
“… amor, aun sigues aquí... ¿sucede algo?” –pregunto viendo que tanto su novio y el marciano se observaban seriamente
“John me estaba contando un chiste que a él le parece gracioso pero que a mí no… es más, deberías tener cuidado John, ten cuidado a quien le cuentas esas cosas” –sin decir más se aparto y camino hasta la puerta, tomando de la mano a Superman, ambos se fueron de la habitación.
Pasaron los días y el ambiente entre ellos no mejoro, John estaba obstinado en encontrar alguna prueba, pero Bruce se lo hacía difícil, como siempre él se cuidaba muy bien y no dejaba rastro de nada, solo habían suposiciones y una confesión ambigua.
Mientras que Superman lideraba la reunión, Bruce se concentro en John, le observo detenidamente y supo al instante su historia, su tiste historia. Como no pudo salvar a su gente y ahora pretende salvar a los humanos. Ser héroe cuando antes no lo pudo ser, aquello forma parte del remordimiento, redimirse lleva a las personas a buscar la forma de limpiar la culpa que ensucia sus pensamientos y recuerdos.
Mientras discutían el complicado panorama que tenían entre sus manos, los héroes estaban tratando de encontrar alguna salida, el daño era de una tal magnitud que nadie podía ayudar a nadie, al final los súper poderes no servían de nada. Cuando Superman dio por finalizada la reunión, John se puso de pie y todos le miraron enseguida.
“algo extraño está ocurriendo y estoy seguro que Batman tiene que ver con esto” –lo acuso sin importarle la expresión molesta de Superman
“no te conviene que sigas hablando” –le amenazo Bruce
John escucho claramente aquellas palabras y eso le enfureció, si se necesitaba pruebas para acusar a alguien, entonces él las obtendría. Sin medir fuerzas ataco directamente a Bruce, quien se estrello de lleno contra una pared generando un gran cráter a su alrededor, ningún humano saldría ileso de un impacto como ese, así que si este se levantaba como si nada, estaría delatando su verdadera identidad. Superman dirigió su mirada incrédula hacia Bruce, quien descansaba entre los escombros, su impavidez se conservo hasta el final y más aun cuando observo que…
“…basura… ¿cómo te atreves?” –susurro Bruce mientras levantaba la vista y trataba de salir del concreto
“¡Tenía razón! –expreso al poder demostrarlo, antes de que Batman se incorporara, el marciano voló hacia Superman y lo tomo de los hombros, hizo que este lo mirara para decirle: “abre los ojos… ese no es Bruce”
“… ¿ahora quien te salvara?” –susurro Batman poniéndose de pie y dando pasos decisivos que lo llevarían hasta el marciano. Quería acercarse a John para encargarse de él con sus propias manos, quería despedazarlo mientras aun este con vida— “¿me vas a decir que ellos te salvaran?”
John volteo el rostro y observo a todos sus compañeros, todos estaban estáticos, incrédulos a lo que veían y escuchaban.
“la curiosidad mato al gato… ¿acaso no lo sabías, pequeña rata?” –Bufo con gracia— “insisten en decepcionarme… ustedes son lo peor… nada se compara con ustedes… en verdad, son únicos. Creen saber lo que hacen o dicen pero la verdad es que no comprenden nada… tu… no comprendes nada”
“¡ayúdenme a luchar contra él!” –grito John
Superman negó con la cabeza, frente a eso, sintió miedo de que Superman aun estuviera nublado por sus sentimientos y no viera la verdad. Pese a eso, John encaro a Batman, estaba decidido a saber que ocurría exactamente, así que prácticamente interrogo al que antes fue su compañero en la Liga.
“¿Quién eres? –inicio con esperanza de que lo dijera
“soy cualquier cosa menos Bruce Wayne” –acoto mientras se quitaba la mascara
“¿Lo ves? –volteo el rostro y observo a Superman, este seguía permaneciendo inmóvil e impávido
John admiro a sus amigos con esperanza de que ellos si se atrevieran a luchar. Señalando rápidamente a Bruce de una forma acusatoria, dijo con voz alta y segura que no era quien todos creían que era… y peor, algo tenía que ver con los sucesos extraños que estaban ocurriendo. Diana se mantenía en su asiento sin mover tan siquiera un musculo, he hecho nadie lo hizo, todos admiraban la escena con total tranquilidad.
“… ¿este es tu brillante plan”… ¿acusarme y después entre todos darme una paliza que me haga llorar?” –pregunto Bruce mientras sonreía levemente
Esa era la idea pero nadie quería ayudarlo, nervioso observo como victoria segura se le escabullo entre los dedos en tan solo un segundo al ver que los héroes no eran más que ilusiones de Bruce, todos se transformaron en sombras, todos incluidos Superman. Retrocedió unos pasos sintiéndose alterado, quiso usar su poder de invisibilidad pero no lo logro, tampoco pudo traspasar el concreto para huir pero nada funciono, todo lo mantenía en el mismo espacio con aquel ente. Su desconcierto era enorme, “entonces… ¿nada fue real?... por dios… ¿qué es esto?... ¿cómo puede tener tanto poder?” –pensó mientras comenzó a sentir miedo, mucho miedo como aquella vez que perdió a su familia.
“… juega a sobrevivir lo mas que puedas porque al final no saldrás de aquí nunca más” –levanto la mirada y le observo fijamente— “…ustedes son muy graciosos, me divierten… viven pensando que son el centro del universo… pero no, no lo son. ¿Has visto la historia de la humanidad?... ellos se asesinan sin piedad, crean armas que no logran controlar y destruyen mas de lo que en verdad desean… luchan por su propio beneficio y cuando obtienen lo que quieren, reciben reconocimientos por masacrar… adornan sus trajes con brillantes medallas y se sienten orgullosos de llevarlas cerca del corazón… ¿crees que una humanidad como esta se merece prosperar?”
“los humanos son una raza joven, aun no entienden porque están aquí o cual es su propósito, cuando lo descubran todo será mejor” --acoto John mientras trataba de mostrar seguridad aunque le era bastante difícil.
“¿propósito?... ¿crees que los humanos fueron creados con un propósito? --entrecerró los ojos y espero la respuesta
“… por supuesto, cada vida tiene una razón de ser” –afirmo John
Bruce se mantuvo en silencio, observo la sala de juntas y a las sombras que se mantenían a la espera de alguna orden. Dio unos pasos y se sentó en su sillón, cruzo una pierna por sobre la otra y dejo la máscara sobre la mesa. Chasqueo los dedos y aquellos espectros se desvanecieron.
“…la razón de ser de aquellas sombras es cumplir mis deseos… lo mismo ocurre con ustedes… ¿te satisface la respuesta que te doy?
“no somos juguetes… ¡menos de ti!” –camino directo hacia Bruce, iba a golpearlo pero de pronto sus piernas de fracturaron, pese a eso, por alguna fuerza externa a él su cuerpo se mantenía en pie, el dolor era inimaginable.
“yo creo que si… solo mírate, eres la prueba viviente de aquello” --dicho eso se puso de pie y se acerco al marciano, tocando su rostro con suavidad le susurro: “debiste controlar tu curiosidad… te lo advertí” --acaricio su mejilla y cuando obtuvo una expresión de molestia, Bruce sonrió— “¿Sabes de qué me rio diariamente?... todo es tan falso que nadie se da cuenta… todos ya están tan acostumbrados que es mejor dejarlos vivir en su fantasía, es mejor no despertarlos de su sueño”.
Bruce aparto sus manos de aquel rostro y le miro fijamente, el marciano era un ser superior a los humanos, “quizás él entienda”—pensó.
“entre el cielo y la tierra solo existe un centímetro de diferencia, solo ese centímetro los separa… al final, esa línea es tan delgada que cualquiera puede caer de un lado o en el otro” –volvió a sentarse y se dedico a pensar.
John sufría pero no quería demostrarlo, intentaba una y otra vez usar sus poderes pero estos estaban bloqueados, ¿por qué? o ¿cómo?, no lo sabía. Seguía de pie y con ambas piernas fracturadas. Su cuerpo sudaba por la agonía, su piel verdosa se hizo brillante bajo la luces de la sala.
“me pregunto de qué lado caerás tu” –susurro Bruce mientras sus dedos jugaban con la máscara de Batman-- “¿aun no te das cuenta?”
“¡¿de qué?! –grito con rabia
“de que esto es solo un sueño… soñaste que le decías a Superman la verdad” –dejo la máscara en paz y observo al marciano, quien tenía una expresión de horror en el rostro. Siempre es interesante ver como las personas reaccionan frente a la verdad, en una primera instancia, se quedan callados producto de la sorpresa, después un brillo en la mira dice que estaban procesando lo que han escuchado, finalmente abren la boca para decir lo primero que se les viene a la mente.
“esto es un sueño pero lo de tus piernas es real… de hecho todo tus huesos fracturados son reales” –comento de forma casual
“¡¿cuáles huesos?! –en un segundo John abrió los ojos de par en par, ninguna estructura ósea en su cuerpo estaba intacta, todas y cada una de ellas estaba rota en miles de pesados.
“la humanidad era un lindo sueño, en un principio tenían un futuro asegurado pero ahora… ellos mismo han decidió vivir en una pesadilla, yo solo hare que la pesadilla termine” --se puso de pie y acercándose al John quien ni siquiera podía expresar ni siquiera un atisbo de dolor. Bruce susurro— “¿quieres que tu pesadilla termine?... estoy seguro que si”
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