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No tengo que ser el peor de los dos por AbiHummel3007

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Notas del capitulo:

Les traigo el nuevo capítulo, con este capítulo trató de no dejar nada al aire xD espero que lo disfruten

Capítulo 9

Una mentira y una desgracia

 

Estaba francamente perturbado, Melody lo había llamado para decirle que se alejará de Nathaniel que ellos salían y que al rubio le molestaba su presencia… Bien pensado eso no era algo que el delegado diría pero era extraño… ¿Por qué la castaña lo llamaba para decirle algo como eso? ¿Acaso Nath de verdad había dicho eso? ¿Le había hablado sobre ellos? Tenía la cabeza hecha un nudo, ese mes casi no había podido hablar con él así que tenía que aclarar eso ese mismo día.

 

Tomó sus cosas listo para irse cuando su celular vibró con un mensaje de texto “En el receso te lo probaré” Era todo lo que decía el dichoso texto, no había que ser muy inteligente para saber a qué se refería, gruñó y arrojó el aparato a la mochila con una mueca, salió de su departamento con un humor de los mil demonios, en cuanto hablara con el delegado y todo quedará aclarado nada iba a impedir que le dijera un par de palabras bien dichas a la cría esa.

 

Llegó justo a tiempo para entrar pero no estaba de ánimo, le dio el trabajo a Lys, se aseguró de que quedará bien guardado en la mochila ajena, no iba a permitir que se le perdiera la cosa esa a su amigo, y se fue a refugiar al sótano, ese mes había vuelto a las viejas costumbre y evitaba la mayoría de las clases, estuvo ahí fumando y tonteando con una revista hasta que oyó el timbre del receso, recordó el mensaje y dudo un segundo antes de salir a buscar al rubio.

 

Llegó al salón y lo vio, estaba saliendo, le dedicó una leve sonrisa, todo se veía normal, sin embargo el delegado se detuvo y se giró, desde donde estaba le había parecido oír la voz de la tal Melody, su sonrisa se esfumó en un parpadeo, desde su posición alcanzó a ver como la castaña besaba a su pareja y Nathaniel ni siquiera se movió, no hizo nada, solo se tocó los labios, sintió su sangre hervir.

 

Él no sería el idiota de nadie, nunca más iba a permitir que alguien se burlará de sus sentimientos de nuevo, con Debrah le había bastado y sobrado, no quería oír sus justificaciones, había visto más que suficiente, se largó negándose a escuchar, directo al patio, directo a buscar a Lysandro, en esos momentos se sentía un poco miserable de no tener otro punto de apoyo, el peliblanco estaba donde siempre así que se acercó a grandes pasos a su amigo.

 

-¿Qué pasa Cast?- el otro se había levantado y había eliminado la distancia –Cast por dios…- ¿tan mal se veía? -¿Qué pasó?- por la mañana le había dado un breve resumen de la llamada y el mensaje así que sabía que hablaba sobre eso

-No voy a ser su idiota Lys…- fue lo único que pudo decir, era lo único coherente que su mente fue capaz de hilar

-Explícate Castiel…- movió un poco las manos como tratando de organizarse

-Se besaron… Lo beso, él no hizo nada Lys…- abrió y cerró las manos en un intento de mantener la calma

-No te hagas esto Castiel…. Tienes que hablar con él…- se cruzó de brazos poniendo mala cara –Puedes arreglarlo, tienes una oportunidad… Tampoco correspondió…- ambos vieron al rubio acercarse y los dos se quedaron callados de inmediato

 

Su amigo lo alentó con un ligero gesto y desapareció de su campo de visión, no quería hablarlo aún, no quería oír sus excusas pero lo sacó de sus casillas el simple hecho de que se quedará callado solo por qué alguien pasaba cerca, no podía ser verdad, no iba a seguir aguantando eso… Se dejó llevar y abrió la boca demás, no pensó que algo como eso fuera a suceder, el grito de alguien detrás suyo hizo que entendiera que sus celos lo habían hecho llegar demasiado lejos, la expresión del rubio lo llevó a actuar de inmediato, en frente de él ese hombre no le iba a tocar un pelo al delegado.

 

Se colocó frente a Nathaniel, dispuesto a hacerla de escudo de ser necesario, el tono y expresión de aquel sujeto no auguraban nada bueno, las miradas comenzaban a posarse sobre ellos pero eso era lo de menos, casi deseaba llamar aún más la atención para que saliera algún profesor, hasta el inútil que le daba historia le bastaba, pero como siempre el estúpido complejo altruista del rubio hizo acto de presencia, se iba a ir sin protestar con “su padre”, trato de detenerlo, por dios… No podía dejar que el delegado básicamente caminara al matadero delante de él.

 

Pero claro, ¡él era Castiel! Y por supuesto que nadie lo iba a escuchar, su contrario se largó con esa persona, quiso salir tras él pero una mano en su hombro lo detuvo, giró el rostro encontrándose con el de cabellos blancos que negó ligeramente con la cabeza, sabía que no podía seguirlos o se arriesgaba a provocar aún más a aquel hombre-

 

-Pero Lys…- susurro de forma casi lastimera

-Castiel sabes tan bien como yo que lo mejor es esperar…- fue la respuesta que obtuvo antes que el contrario jalara suave de él para conducirlo al sótano, se dejó llevar, el de ojos bicolor lo conocía bien, sabía que estaba a punto de quebrar y lo mejor era que no hubiera nadie cerca que lo viera caer, lo hizo bajar y cerró tras ellos.

 

En cuanto se sintió seguro se desplomó con lágrimas resbalando por sus mejillas, estaba frustrado, a pesar de todos sus intentos no había podido lograr nada, no podía protegerlo, golpeó el suelo varias veces aguantando las ganas de gritar de coraje, sabía que Lysandro seguía ahí pero también sabía que el otro no abriría la boca hasta que acabará de desahogarse, no supo exactamente cuánto tardó en lograr calmarse lo suficiente para hablar pero finalmente lo logró.

 

-Lys… ¿Qué se supone que debo hacer ahora?- miró al otro que estaba tranquilamente sentado en el último escalón

-No creo ser el más adecuado para responder eso…- susurró –Sabes bien que eso de las relaciones no se me da… Probablemente debas esperar a que las cosas se calmen…- gruño a eso

-¿Y hasta cuando voy a seguir esperando? ¿Hasta que lo maten?- encaró al más alto -¿Qué harías tu si habláramos de…?-su amigo alzó una mano y frunció el ceño ligeramente

-Prometiste no hablar de eso…- susurro el contrario –Te lo conté y tu prometiste no mencionarlo…-

-Vale… Como tú digas…- se levantó recomponiendo su expresión y su ropa –Me voy… No tengo el ánimo para estar aquí…

-Iré contigo o acabarás haciendo alguna estupidez Cast…- bufó y no dijo nada mientras salía de su refugio seguido del de cabello blanco

 

Tenían que ir por las cosas del contrario así que la primera parada era el salón, gracias al cielo aún estaban en el receso así que pasarían desapercibidos, en el salón no debería haber nadie pero se encontraron con un pelinegro sumido en un videojuego, en medio de todo eso no pudo reprimir una sonrisa divertida, Armin, la nueva inspiración de las letras de Lys, quiso hacer un comentario pero se mordió la lengua el otro se iba a enfadar si decía algo

 

El pelinegro no parecía haberse percatado de su presencia… Claro hasta grito algo sobre su juego ese y lo dejo sobre la mesa, alzó una ceja, el chico los miro a los dos como si hubieran salido de la nada, Lysandro hizo un leve movimiento de cabeza a manera de saludo antes de tomar sus cosas y volver con él, de por si su amigo era callado pero ahora si no había emitido ni un ruido, quiso reírse pero haciendo acopio de su fuerza de voluntad se contuvo, el chico tampoco había dicho palabra así que lo mejor era irse antes de que las cosas se pusieran más incómodas.

 

Salieron de la escuela y fueron a su departamento, estaba nervioso, ni una llamada, ni un mensaje… ¡Mierda! ¿Por qué Nath aún no se comunicaba? La única razón por la que aún no había ido a buscarlo era por la presencia ajena, dos largas horas hasta que el celular empezó a sonar, contestó tan rápido como pudo, solo necesito un par de palabras para salir volando de ahí a pesar de todo.

 

Llegar a la casa del rubio no fue difícil, el problema era entrar, obviamente no podía tocar así que repitió el proceso de la primera vez que había entrada ahí, escaló la verja y para su buena suerte estaba la puerta abierta, entro mandando al diablo las precauciones y subió corriendo buscando al rubio en las habitaciones, lo llamó un par de veces pero no obtuvo respuesta, hasta que lo encontró, tuvo que sostenerse un segundo por la impresión.

 

-Nath…- se acercó a él, no parecía haber un solo centímetro de su cuerpo que no hubiera recibido un golpe, su cabeza sangraba, tenía los ojos cerrados y el subir y bajar de su pecho era francamente penoso  -Nath… por dios…- tenía que llevarlo a un hospital pero moverlo le daba pánico, sin embargo no podía llamar a una ambulancia por qué harían demasiadas preguntas y el rubio no se lo perdonaría –Mierda…-

Notas finales:

Espero que les haya gustado, no sean lectores fantasma y dejen un sensual review :3 los quiero, un beso!


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