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No tengo que ser el peor de los dos por AbiHummel3007

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Notas del capitulo:

Tercera parte de este fic que como mucho tendrá diez capítulos, tal vez menos, pero bueno, espero lo disfruten, no sré la mejor escritora pero lo hago con mucho cariño

Capítulo 3

Aléjate de mí

 

El rubio estaba hecho un lío, su más grande secreto había sido descubierto, y nada más y nada menos que por el pelirrojo, estaba en graves problemas, tenía más de dos años ocultando su penosa situación con el mayor cuidado, siempre era el último en cambiarse cuando era necesario hacerlo para las clases, siempre escondiéndose de la vista y por descuidado lo habían visto… Castiel lo había visto y el asunto no acababa ahí, al parecer algo había escuchado, no podía saber hasta dónde o que era exactamente lo que había oído, se mordió el labio inferior.

 

Todos se empezaron a juntar alrededor del profesor justo cuando el pelirrojo salía listo para la clase, comenzaba a sentirse mareado de pensar en las posibilidades ahora que alguien sabía, hablo con el profesor y decidió salir a toda velocidad después de alegar que necesitaba ir a la enfermería, necesitaba asegurarse de que el contrario no dijera absolutamente nada a nadie además de que necesitaba investigar exactamente que sabía.

 

En la teoría no parecía demasiado complicado, a fin de cuentas era Castiel… Ellos nunca habían sido muy amigos y a pesar de la tregua dudaba que eso hubiera cambiado, además de que ya le había pedido que lo olvidará, tal vez, por gracia de algún dios, acatará su pedido y simplemente hiciera como si no supiera nada, pero las palabras de Castiel le daban vueltas en la cabeza, presentía que no lo dejaría ir así de fácil

 

Corrió a ponerse su ropa habitual y se escabulló del gimnasio, la calma de la biblioteca lo ayudaría a pensar las cosas, ni siquiera su hermana lo sabía e iba alguien que apenas trataba y lo descubría todo en un parpadeo, se desplomó un una silla de la biblioteca apenas llegar, le dolía todo si era sincero, moverse era en sí un gran esfuerzo, cada vez su padre era más violento… Pero él debía ser fuerte por el bien de su familia, él no sería la causa de que se desintegraran.

Cerró los ojos quedándose totalmente quieto, Castiel solo había visto su espalda, si hubiera visto el resto seguramente hasta alguien como él lo habría arrastrado a la policía, no era imbécil y sabía que lo que le pasaba no era normal pero estaba decidido a mantener el silencio por su hermana y su madre… No iba a “gritar” como había dicho el pelirrojo que hiciera

 

Se quedó ahí hasta que la campana sonó, se levantó despacio y salió recomponiendo su expresión y sonrisa de siempre, ya tenía suficiente con alguien vigilándolo, no dejaría que nadie más viera a través de él, no iría a la siguiente clase, tenía una junta en la sala de delegados así que se fue directo para allá cuando alguien lo atajó sosteniéndolo de la muñeca, se tensó sabiendo quien era sin tener siquiera que abrir la boca.

 

-Tú y yo tenemos que hablar delegado idiota…- en completa tensión tiró de su muñeca, tal vez era mejor solucionar el tema pero no se sentía preparado ni siquiera sabía que decir

-Aléjate de mí… No tengo nada que decir…- susurro entre dientes sin llamar la atención –Ya dije todo hace un rato…-

-No te voy a dejar escapar tan fácil… Sé lo que vi… Y lo que oí…- ¡mierda! De nuevo sacaba eso a flote –Y vas a tener que escucharme o voy a tener que ir gritando a los cuatro vientos que el serio y respetable delegado tiene la espalda hecha una piltrafa…- lo estaba extorsionando, si tan solo pudiera desaparecerlo en ese momento, al cuerno la diplomacia, no podía soportarlo más tiempo

-No te atreverías…-

-¿Quieres probarme?- tan tranquilo… Tan mordaz como siempre

-Te veo a la salida… Tengo cosas que hacer ahora…- ciertamente tenía que preparar también un monólogo convincente para explicar todo, se escabullo de inmediato, solamente deseaba no demorarse demasiado, su cuerpo no soportaría otra paliza como la del día anterior

 

Lo poco que restaba del día se la paso sumida en un debate interno, ¿debía seguirlo negando? ¿Aceptarlo?... Es más ¿debía siquiera presentarse? Tel vez si se escapaba lo suficiente su contrario acabaría por olvidarlo, pero tampoco quería arriesgarse a que realmente fuera por ahí diciéndole a todos lo que había pasado, se pasó una mano por el pelo cuando la campana sonó, recogió todas sus cosas y salió, espero paciente en el patio hasta ver al pelirrojo saliendo con Lysandro al parecer iban discutiendo algo realmente divertido, era la primera vez que veía de tan buen humor a Castiel

 

Vio cómo se despedían y como el peliblanco se iba por su lado y el otro se acercaba a él con calma, notó la expresión totalmente distinta una vez que estuvo a su altura, estaba tan serio que lo ponía nervioso, los alumnos se estaban yendo muy rápidamente así que probablemente no tardarían en quedarse solos, suspiro, iba a empezar a hablar cuando el otro alzó una mano

 

-¿No tendrás problemas?- mantuvo la calma lo mejor que pudo y dedico una sonrisa despreocupada a su interlocutor

-Mi padre tampoco es un verdugo, por supuesto que no dirá nada por que llegué un poco tarde- mentira sobre mentira, pero no sería la víctima

-No necesitas mentirme… Lo oí bastante claro ayer… Te meterás en un buen problema ¿no es así?- desvío la mirada estaba desbaratando su plan –Te acompaño a tu casa… Hablamos en el camino…- no era una pregunta así que se limitó a hacer un leve asentimiento

-Vamos entonces…- fue lo único que dijo mientras tomaba su mochila y salía del instituto, era algo incómodo

-¿Desde cuándo?- al demonios los planes, al parecer no iba a servir el plan de negarlo, vio como Castiel sacaba un cigarrillo

-¿Podrías no…?- señalo el tabaco entre sus labios, el otro bufó algo y lo guardo de nuevo, agradeció eso –Dos años…- respondió al fin –Medio año desde que se volvió constante…- al fin lo había dicho en voz alta

-¿Sabes que no es normal?- estuvo a punto de insultarlo en voz alta

-No soy imbécil…- respondió seco sin mirarlo

-¿Y por qué mierda no has dicho nada?- no quería explicar eso a alguien como él

-Eso no es de tu incumbencia… Nada de esto lo es, esto es algo entre mi padre y yo…- se detuvo, había dicho suficiente por un día –Ni siquiera debería importarte…- lo miró –Puedo seguir desde aquí, no hay nada más que quiera decirte, solo olvídalo de una buena vez y déjame en paz, llevó dos años bien y así seguirán las cosa, no te necesito- tuvo una extraña sensación de vacío al decir eso, por un segundo deseo que el pelirrojo se negará que fuera terco y se aferrara a ayudarlo…

-Has lo que se te dé la puta gana entonces…- gruño el otro dándose la media vuelta, por supuesto que nunca haría algo así por el –Pero… Si algún día despiertas... Búscame- se quedó helado, por primera vez deseo un abrazo, que lo sacará de ahí… Pero se contuvo y sólo cerró los ojos

-Adiós Castiel…- susurró ¿por qué se sentía así?

 

Lo vio irse y él siguió su camino, afortunadamente llegó antes de la hora límite así que paso la tarde tranquila, claro, al menos hasta que apareció su hermana en escena durante la cena, su padre empezó a hablar de las calificaciones “decepcionantes” que había obtenido ¡si eran casi perfectas! Se mordió la lengua para no decir nada cuando no se quejaron de la boleta de Ámber, por supuesto que quería a su hermana pero lo enfurecía que mientras él se esforzaba ella solo tuviera que pasar para que nadie dijera nada… Un simple comentario salió sin permiso de sus labios, una cosa llevó a la otra, Su padre echó a su madre y hermana del comedor y el infierno se desató

 

Nunca había deseado más esconderse de todos como ese día en la escuela, aunque a quien preguntará le decía que se había golpeado con una ventana abierta, cualquiera con medio cerebro descubriría una mentira como esa, pero la gente cree lo que quiera… Por más estúpido que fuese el cuento, sin embargo cuando cierto pelirrojo entró hecho una furia a la sala de los delegados corriendo a todos los presentes supo que nada iba a salir como planeaba

 

-¡Quiero la puta verdad!- bramó a penas cerrar la puerta detrás suya -¿¡Por qué mierda fue esta vez!?- cerró los ojos, no tenía opción si quería callar sus gritos, nunca había visto más enojado a Castiel y vaya que lo había visto enojado en un millón de ocasiones

-Guarda silencio de una buena vez o no te diré nada…- suspiro desplomándose en una silla, nunca le había dejado una marca en el rostro… Dolía y su ojo punzaba, el moreno se había callado esperando que empezará a hablar.

Notas finales:

Pueden dejar un review :D Son gratis y me darían mucho animo de saber que no es tan mala la historia aunque empiece lentamente 


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