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No tengo que ser el peor de los dos por AbiHummel3007

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Notas del capitulo:

Pues aquí esta el precioso capítulo en tiempo... En el siguiente se revelarán las razones de Castiel para irse y otras cositas interesantes... Por el momento disfruten este capítulo... Nos leemos al final

Capítulo 31

Hacia adelante

 

Estaba increíblemente ansioso… La sola idea de que la loca de su madre fuera a molestar al rubio que aún estaba en el hospital, dios, esa mujer lo iba a volver loco un buen día, estuvo distraído hasta que su teléfono empezó a vibrar, probablemente era Nathaniel… Gracias al cielo… el rubio había salido vivo de las garras de la loca de su madre, pero al leer el mensaje comenzaba a pensar que su pareja había quedado más afectado de lo que esperaba, suspiró mientras intercambiaba un par de mensajes con su novio, no podía entenderlo, la mayoría de las personas encontraban a su madre incluso divertida, en su opinión no la conocían lo suficiente.

 

Pero que incluso el rubio pareciera encantado por esa mujer… Esa diabólica mujer con piel de cordero… Aunque ahora por lo menos tenía una excusa para ir a ver a su novio, suspiró con cierta satisfacción, miró de reojo a su amigo peliblanco, últimamente lo veía de buen humor, era como si todas las cosas malas y extrañas que les habían estado pasando comenzaran a retribuir un poco aunque fuese, sospechaba que algo estaba sucediendo entre él y el pelinegro adicto a los videojuegos.

 

No era idiota, ambos desaparecían ocasionalmente en los últimos días aunque Lysandro no había dicho ni pío al respecto, así que por el momento no podía hacer más que especular sobre lo que estaba sucediendo, miró con fastidio el reloj en el salón de clases, una hora más… No podía seguir divagando en la vida personal de su mejor amigo tenía otras cosas en las que pensar… Por ejemplo ¿Cómo escabullirse de su madre toda la tarde?, el primer paso era apagar el celular, y mejor que fuera desde ese momento… Seguramente empezaría a dar lata temprano.

 

Apagó el aparato y lo aventó a las profundidades de su mochila, solo quería salir ya de la clase pero el maldito profesor no se callaba, el tiempo no parecía estar de su parte mientras esperaba el timbre de salida, el siguiente paso era escabullirse en cuanto tocaran la campana, por si a su madre se le ocurría la maravillosa idea de ir a buscarlo al final de la escuela, tampoco podía ir a casa, así que debía salir directamente al hospital, empezó a guardar sus cuadernos 15 minutos antes de que sonará el timbre de salida.

 

Los minutos pasaban demasiado despacio para su gusto pero finalmente el timbre que anunciaba su libertad sonó, tomo su mochila y salió básicamente disparado al hospital antes de que cualquier cosa sucediera y se arruinará su plan, básicamente huyó como alma que lleva el diablo por las calles, no podía relajarse hasta que estuviera en la habitación del rubio y aún ahí no se sentiría del todo a salvo pero algo era algo en ese momento.

 

En menos de lo que creyó posible ya estaba en el hospital, se detuvo a recuperar algo de aire antes de entrar a visitar a su pareja, la enfermera ya lo ubicaba así que lo hizo pasar casi de inmediato, entró con la mochila al hombro y una mueca divertida en los labios, pero apenas entrar se quedó estático, el Nathaniel en esa habitación lucía distinto al rubio de todos los días, sonreía de una manera en la que no lo había visto nunca, era casi como si resplandeciera de alegría y solo una cosa se le venía a la cabeza ante esa imagen… ¡Su rubio era libre! ¡Nathaniel lo había logrado!

 

-Cast… Tengo algo que decirte…- casi podía leer la emoción en sus facciones, eso era una confirmación… Al menos para él estaba bastante claro pero se esforzó por mantener su expresión de siempre, no quería arruinar la “sorpresa” del rubio –El abogado me aviso que… Que la emancipación procedió… Soy libre Cast…- podía oír un leve temblor en la voz ajena, podía palpar la emoción, el mismo sintió la emoción crecer en su pecho, era una excelente noticia, no tendría que preocuparse de nuevo por si no le habían hecho daño.

-Felicidades delegado…- susurró con la mayor calma que pudo reunir y esbozando una sonrisa suave que solo era para él –Realmente muchas felicidades… Hora de que disfrutes de las mieles de vivir por tu cuenta…- susurro muy divertido y se acercó definitivamente para sentarse en la cama y besarlo despacio acariciando su mejilla muy suave, sintió al rubio abrazarlo por el cuello ligeramente, ese día parecía especialmente determinado, se separaron despacio y le dedicó otra sonrisa suave –Creó que estas cuerdo…- susurro para continuar la broma de los mensajes, le paso el brazo por detrás del cuello y lo estrechó contra sí mismo

-Castiel…- lo oyó susurrar, también lo sintió aferrarse a su cuello y enterrar su rostro entre su cuello y su hombro –Soy libre…- beso su sien delicadamente en respuesta sin separarse de él.

 

Estuvieron varios minutos en esa posición, solo disfrutando de la compañía ajena, del calor que desprendía su cuerpo… Era un momento solo de ellos, una alegría que ambos sentían en el pecho, se separó despacio de él y lo besó de nuevo, de forma muy superficial esta vez y se separó estirándose un poco para verlo a los ojos, el día pintaba para bien.

 

-Ahora a lo que vine…- susurro -¿Cómo está eso de que te agrada mi madre?- escuchó al rubio reír con ganas y él frunció los labios ligeramente haciendo una clase de puchero pequeño

-Es amable- lo escuchó replicar divertido –Aunque parece que todo lo sabe…- bufó y lo miró con una sonrisa de medio lado

-Ahora si me estás hablando de la misma mujer que yo conozco…- se rio un poco –Y no te confundas Nath…- se acercó a su rostro un poco –No parece, lo sabe todo…- puntualizó con una mueca de diversión –Pero por ahora no pienses en ella, pensemos en cosas buenas… Como todo lo que harás con tu gloriosa libertad delegado- lo vio reír con más ganas por su comentario

-Eres un tonto…- hizo una inclinación de cabeza con una sonrisa burlona

-Lo sé… Soy encantador…- nunca lo había visto de tan buen humor, nunca había sentido al rubio tan relajado… Lo repetía, era como si fuese una persona completamente diferente

-No sé qué haré… No estoy acostumbrado a la idea aún…- susurró su contrario –Supongo que será extraño llegar a una casa vacía, pero lo ansió en parte…- vio una pequeña sonrisa aparecer en los labios de su rubia pareja

-Si te sientes solo siempre puedo abrirte un espacio en mi cama…- esbozó una sonrisa ladeada en respuesta a la del contrario

-Imbécil…- Nath estaba bastante respondón ese día y eso lo divertía sobremanera –El tinte te frio el cerebro Castiel- empezó a reír sin poder evitarlo

-No te reconozco delegado…- cortó la distancia y lo beso suavemente, el rubio entreabrió los labios dándole acceso a su boca cosa que él no desaprovechó y profundizó el beso acariciando su mejilla mientras el rubio volvía a pasar los brazos por su cuello mientras correspondía el beso de la misma manera, se separó un poco para susurrar sobre sus labios –Pero creo que me gusta…- ambos rieron y volvieron a besarse despacio.

 

Un beso que desencadenó en otros varios que se interrumpían por muy pocos segundos solo para recuperar aire, empujó ligeramente al rubio recostándolo un poco en la cama sin dejar de besarlo mientras sus manos acariciaban su cintura, sintió los dedos del rubio enredarse en su cabello, se estaban dejando llevar un poco, tal vez era la emoción de todo lo que estaba sucediendo pero ambos estaban atrapados en esa burbuja en la que solo existían ellos y el hospital era irrelevante.

 

-Castiel… Seguimos en el hospital…- por supuesto que en alguien tenía que caber la cordura y obviamente había sido el rubio el primero en hacerlo, sintió la mano ajena en su pecho empujándolo muy suave para apartarlo y él lo hizo sin oponer resistencia

-Lo sé… Lo sé…- se pasó una mano por el cabello pelirrojo para calmarse un poco mientras el rubio se enderezaba carraspeando un poco –Hay que esperar a que te suelten para darte un beso como debe de ser…- una almohada se estrelló contra su rostro

-Pelirrojo idiota- definitivamente podía acostumbrarse al nuevo Nathaniel… Era mucho más divertido y le gustaba… La esencia de su rubio seguía ahí pero era excitante esa nueva seguridad.

-Pero soy irresistible- le arrojo la almohada de vuelta y se levantó de la cama –Debo irme, mi madre debe de estar hecha una furia esperándome…- le dio un beso rápido y se alejó para irse… Tal vez realmente podría amarlo tanto como a la música… Tal vez incluso un poquito más…

Notas finales:

Pues... ME ENCANTO el resultado de este capítulo y espero que a ustedes también xD espero sus reviews... Un beso!


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