Capítulo 34
Te amo… Buena suerte…
Lo amaba… Realmente sentía amor por él… Era un sentimiento hermosamente doloroso… La necesidad de no separarse de él pero a su vez saber que lo mejor era permitirle alejarse para progresar le quemaba por dentro, despedirlo en la puerta de su nuevo departamento fue algo que no supo cómo describir, dolía… Dolía más que el abuso físico pero era a su vez una sensación de extraña, el querer a alguien de ese modo era confuso.
Tenía miedo de perderlo frente a Debrah, pero a su vez deseaba probar que el pelirrojo se quedaría a su lado a pesar de todo, a penas el pelirrojo desapareció de su vista, no pudo sostenerse de pie más tiempo se dejó caer en el suelo conteniendo un deseo de llorar que se había instalado en el pecho cuando se había hecho oficial la partida de su pareja, se cubrió la boca con una mano y presionó una mano contra su pecho.
Desde que se habían vuelto una pareja no se habían separado por mucho tiempo, fuera de sus pequeñas peleas y sus propias inseguridades se habían mantenido unidos, toda aquella fortaleza y soltura que había mostrado frente a su contrario se estaba cayendo dejando un hueco, sabía que solo sería un tiempo, solo un par de meses, estaba seguro que el pelirrojo tendría éxito… Solo le quedaba desearle la mejor de las suertes…
Logró recomponerse lo suficiente para volver al interior del departamento y cerrar tras él, miró a su alrededor, no le había parecido tan mal el departamento esa mañana pero ahora lo sentía increíblemente vacío como, todo le parecía ajeno de pronto… Cerró los ojos un segundo, no podía ponerse tan pesimista en esa situación… Si se dejaba llevar de ese modo solo acabaría más deprimido… Acabaría hundiéndose… Sus emociones estaban demasiado revueltas.
Caminó arrastrando los pies hasta la habitación… La habitación en la que horas antes había estado con Castiel, la habitación en la que por primera vez se había entregado a lo que sentían, la habitación que había presenciado la unión profunda que sentía por su pareja… Se había sentido tan pleno unas horas antes… Tan satisfecho… Se sentó en el borde de la cama del lado en el que había dormido Castiel, pasó la mano despacio por las sábanas… Una cama que había servido como el escenario para la más preciosa danza que jamás podría haber desempeñado.
Suspiró pesadamente, nunca habría pensado que pudiera ser así… Se dejó caer de lado y después subió sus piernas a la cama acurrucándose ahí, aspirando el aroma del perfume ajeno que persistía en las sábanas… En la almohada… Cerró los ojos con fuerza… Los recuerdos estaban ahí… Vividos… Presentes… Los sonidos que aún podía escuchar como si el pelirrojo estuviera aún ahí junto a él… Jadeando en su oído… Susurrándole palabras dulces… La forma en que el pelirrojo había dicho su nombre… Se abrazó a sí mismo, incluso podía revivir el toque de sus manos en su piel.
Las manos más grandes que las propias, ligeramente rasposas… Probablemente de tocar la guitarra… Su tacto tibio… Se mordió el labio inferior un poco y enterró su rostro en la almohada suavemente, suspiró apretando un poco más los ojos… Nunca habría imaginado que se sentiría así… Poco a poco se quedó dormido, se dejó llevar por esos recuerdos hasta los brazos de Morfeo, un sueño profundo y tranquilo… Un sueño placentero… Se permitió descansar hasta que el ruido de su celular lo despertó muy temprano en la mañana, Castiel lo llamaba… Eran las 6 de la mañana solamente… Tomó el aparato y contesto… El solo ver el identificador de llamadas lo había espabilado lo suficiente.
-Cast…- susurro aferrando el aparato entre sus manos con fuerza, no era que no fuesen a llamarse durante la gira pero sabía que sería complicado
-Delegado… Me voy en media hora… ¿Seguro que no quieres venir?- claro que quería ir a despedirlo… Quería verlo una última vez pero no podía… Si iba no podría evitar quebrarse… Aferrarse y perder su postura que con tanto esfuerzo había construido
-No creo que sea lo más conveniente Cast…- bostezó un poco sin poder evitarlo –Vas con Debrah y seguramente no le caiga en gracia verme ahí y no quiero crear tensión…
-Nath… Quiero verte antes de irme…- no por favor… No quería que se lo pusiera más difícil… -Ven… Por favor…- chasqueó la lengua suavemente
-De acuerdo…- suspiró un poco –Me cambio y voy para allá… Yo… Yo también quiero verte…- admitió a media voz, iría y se despediría aunque fuera de lejos y sin que la castaña los viera
-Nos vemos pronto delegado…- el pelirrojo colgó la llamada antes de que pudiera decir algo más, salió de la cama y se estiró para cambiarse, se había bañado la tarde anterior así que se concentró en elegir algo para ponerse.
Un pantalón de mezclilla, un par de tenis, una playera y un suéter, salió del departamento… Se sentía extraño saber que estaba solo y que no tenía que pedir permiso para salir… Se encaminó a la avenida y tomo un taxi dándole la dirección de la casa del pelirrojo, solo se despediría rápido… No se daría tiempo de arrepentirse… El trayecto se le hizo muy corto, miró el reloj de su teléfono, al parecer aún tenía 15 minutos para despedirse, pagó el trayecto y bajó del vehículo… Tenía la dirección del pelirrojo pero era la primera vez que estaba ahí.
Entro y subió hasta el departamento ajeno y toco suavemente, bostezó de nuevo y estornudo, le estaba dando algo de frío, era muy temprano en la mañana, se frotó las manos para entrar en calor cuando la puerta se abrió revelando al pelirrojo ya arreglado, a cada segundo todo se hacía más real… Carraspeó un poco nervioso, pero antes de poder decir algo el pelirrojo lo beso profundamente, un beso casi desesperado, se aferró a su chamarra, no dejaba de hacérselo difícil… Cada una de sus actitudes solo empeoraban sus propios deseos egoístas.
-Nath…- susurro el otro sobre sus labios acariciando su nuca –Viniste…- un beso muy ligero y superficial
-Yo también quería despedirme de ti…- apretó el agarre sobre la ropa ajena, era la última vez que lo tocaría en varios meses –Triunfa en esta gira Cast…- que cumpliera su sueño era lo único que lo había motivado a aceptar en primer lugar
-Por supuesto que lo haré… Ese es el plan al final ¿no es así?- no se habían soltado el uno al otro para nada, era como si a pesar de estar a punto de separarse sus cuerpos se negaran a aceptarlo –Pero pasa…- susurro el otro haciéndose a un lado para dejarlo entrar en la casa.
No dudo en escuchar sus palabras y se adentró en el departamento ajeno, era la primera vez que lo veía por dentro… Ese lugar gritaba el nombre del pelirrojo por todos lados… Vio dos maletas en la puerta y decidió tratar de obviarlas concentrándose en el resto, todo estaba un poco desordenado… Tan típico de Castiel, un desorden pero estaba bastante seguro de que el pelirrojo podría encontrar lo que fuera si era necesario
-Lindo…- susurró divertido –Al menos más que el mío…- la puerta se cerró tras ellos y se giro para ver a su pareja –Cast… Solo vine a despedirme… No quiero que ella me encuentre aquí…- sonríe leve
-Lo sé… Solo quería que lo vieras antes de irme…. Nunca habías podido venir…- lo miró a los ojos, no quería terminar deteniéndolo
-Castiel… Te amo…- susurro muy suave, quería que lo último que le dijera en persona fuera eso –Te amo… Buena suerte…- no quería ni decir adiós ni decir hasta luego… El pelirrojo se acercó a besarlo de nuevo pero tocaron la puerta… Aún faltaban unos minutos… Maldita fuera la castaña…