Capítulo 9
No puedes huir de la realidad.
Había sido el mes más largo de su vida, a veces Melody podía ser realmente pesada si se lo proponía, no era que le desagradará su compañía pero lo hacía sentir un poco asfixiado, además tenía que lidiar con los arranques de ira de su pelirrojo ¿novio? ¿Amigo? No sabía cómo denominar lo que tenían para ese punto pero importaba poco, lo único que era relevante para esa situación era que cada que Castiel podía le reclamaba el tiempo que pasaba con la castaña, nunca había estado tan agradecido de terminar un proyecto, por fin podría tener algo de paz.
Aunque eso de la “paz” no era muy preciso, las cosas en casa del rubio estaban cada vez peor, por lo que había entendido habían vuelto a degradar a su padre y eso lo tenía aún más violento, tenía que moverse con el mayor cuidado si no quería acabar en la mira, pero a pesar de los esfuerzos ya había acabado como objetivo varias veces y con Castiel vigilando todos sus movimientos se esforzaba aún más en mantener las apariencias, no quería seguirlo preocupando por tonterías.
Ese día por fin entregaba el reporte de historia así que se aseguró de llegar temprano para darle los últimos toques al trabajo antes de entregarlo, solo detalló un par de cosas y lo guardo en la mochila, en unos momentos más sería libre de uno de sus problemas, solo esperaba que de verdad facilitará las cosas, necesitaba algo de tiempo para estar consigo mismo.
Las cosas nunca salen como las planeas, había oído eso un millón de veces, pero nunca pensó que podría aplicarse de una manera tan literal… Sí, entrego el dichoso proyecto y todo iba viento en popa, hasta que el receso llegó y con ello una sucesión de eventos poco menos que terribles, no había visto a Castiel en toda la mañana, el que había entregado el trabajo había sido el peliblanco así que al verlo en el pasillo al salir para el receso, lo alivio un poco.
Quería hablar con él sobre un par de cosas, pero antes de poder dar un paso Melody lo llamó desde atrás, parloteando algo sobre el trabajo que ya habían terminado, quiso mandarla lejos pero no era su estilo, suspiro y la encaró para hablar, lo que no espero fue que la chica le diera un beso corto en los labios antes de salir básicamente corriendo al patio, se tocó los labios quedándose estático reaccionando a los pocos segundos y girando a ver si Castiel aún observaba, para su horror efectivamente el pelirrojo estaba ahí.
-Castiel…- se acercó al otro, eso no estaba nada bien, los celos del otro sin que pasará nada eran de por si problemáticos y luego de eso…
-No soy tu idiota delegado- fue lo primero que salió de los labios ajenos
-Espera- alzó ambas manos para tratar de dar una explicación –Eso no… Ella…-
-Ahórratelo- eso era demasiado frío –Me ha quedado bastante claro, no pensaba creerle pero visto lo visto-
-Castiel por dios…- no podía estar pasando algo como eso, ni siquiera le había correspondido… Además solo lo había visto de espaldas, ¿Qué esperaba? ¿Qué le gritará? –No te montes una película…-
-No me estoy montando nada, acabo de verlo…- gruño su contrario –Ya te lo dije, no soy tu idiota, eso ya lo viví y no seré el idiota de nadie de nuevo- no tuvo tiempo de replicar por que el otro ya se estaba alejando, de no haber estado en el pasillo rodeado de tanta gente lo habría seguido de inmediato, o se habría tirado directamente a llorar de frustración
Lo único que pudo hacer fue seguir los pasos ajenos con toda la calma que pudo aparentar, seguir al pelirrojo de forma “casual” no le hacía pizca de gracia pero no podía llamar la atención, el otro iba al patio, más gente… No podrían hablar a gusto pero al menos podría pedirle ir a otro lado o verse más tarde, pudo ver que discutía con el peliblanco sobre algo, parecía que Lysandro trataba de convencerlo de algo, pero por la expresión del otro la cosa no iba por buen camino.
Se decidió a acercarse a ambos, alcanzó a oír un par de frases del de ojos bicolores, algo como “no te hagas esto” y “tienes una oportunidad” suponía que hablaban de él, estuvo tentado a escuchar algo más pero no era buena idea, así que se acercó lo suficiente para llamar la atención de los dos chicos, Lysandro hizo un gesto de despedida y desapareció mientras que Castiel se cruzó de brazos y frunció el ceño
-¿No hable claro?- estuvo a punto de retroceder por la expresión ajena
-Castiel… Yo no quería eso…- carraspeó un poco al ver que Iris y Rosalya pasaban cerca -¿podemos hablarlo en otro lado?- el pelirrojo puso una peor cara
-Déjame entender esto, no puedo hablar contigo, mi “pareja”- lo vio hacer unas claras comillas con las manos –Pero esa…- su contrario se vio interrumpido a la mitad de la oración
-¿¡Pareja!?- esa voz, ese tono, sintió que el alma se le iba a los pies, ¿Por qué estaba ahí? ¿¡Qué diablos hacía él ahí?, el pelirrojo se dio cuenta de que algo andaba mal ya que cuando menos se dio cuenta lo tenía en frete, entre él y su padre
-Castiel…- a pesar de estar molesto lo estaba tratando de ¿defender?
-¡Quítate de en medio!- su padre estaba hablando muy alto, estaban atrayendo las miradas, aún estaban en el instituto, si eso seguía de esa manera los profesores saldrían a ver qué pasaba y el pelirrojo no parecía dispuesto a moverse ni un milímetro
-Castiel…- puso una mano en su hombro –Esta bien…- susurró antes de pasar por su lado, se lo llevaría a casa, eso era seguro, la paliza de su vida lo esperaba
-Nath- lo detuvo de la mano –No vayas…- parecía que el otro había hecho a un lado su coraje por lo que estaba pasando –Nath…- apretó su mano
-Adiós Castiel…- susurro y se zafó del agarre ajeno para dejarse llevar por su padre fuera de ahí, podía ver en su rostro que estaba a nada de explotar, solo rogaba por llegar a la casa primero
Suelo frío… Glorioso suelo frío, aliviaba un poco el dolor quedarse quieto ahí, ¿Cuánto tiempo llevaba acostado ahí? ¿Cuántos golpes le habían dado? No se sentía bien, podía sentir sangre debajo de él… ¿De donde estaba saliendo? Abrió los ojos despacio ¿Había estado inconsciente? La cabeza le iba a estallar de dolor, no oía nada ¿Estaba solo? Apenas pudo mover una mano para tantear su bolsillo, su teléfono, aún lo tenía.
Como pudo se arrastró a la pared para apoyarse en ella, estaba en su habitación, gracias al cielo… Solo podía mover un brazo, el otro no lo sentía siquiera pero con un brazo bastaba, la pantalla del celular estaba rota pero aún se veía lo suficiente, había sido suficiente, tenía que escapar… Tanteo hasta poder llamar al pelirrojo, no podía levantar el brazo lo suficiente así que lo coloco en altavoz, no sonó ni dos veces cuando se escuchó la voz ajena
-¡Nathaniel! ¿¡Donde mierda estas!? ¿¡Como estas!?- apoyó la cabeza en la pared y cerró los ojos esbozando una mueca similar a una sonrisa, a pesar de todo sonaba a punto de ir a asesinar a alguien
-Ayuda…- susurró, dolía hasta hablar –En… Mi casa…- suspiró
-¿¡Estas solo!? Dame 10 minutos…- la llamada se cortó, tenía que mantenerse despierto, quería mantenerse despierto pero le pesaban los párpados, no sabía si realmente estaba solo, no sabía cuánto iba a tardar en llegar alguien
-Castiel…- susurro, solo rogaba por que llegará pronto, por que llegará antes que los demás, por qué lo sacará de ahí… Necesitaba sentirse seguro… Esa seguridad que solo el pelirrojo le había dado…