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Mundo de Sensaciones por Anndiee

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Notas del capitulo:

Notas:

  • -Basado en el one shot Shojo “Los amantes de la torre que toca el cielo”
  • -Asami de hechicero es igual a Halvir de Crimson Spell

Mundo de Ensueños

En una de las plazas de la antigua Arabia, había un chico de 17 años llamado  Akihito que fascinaba a sus espectadores con su sensual baile. Su movimiento de caderas de izquierda a derecha, con un ritmo suave y constante; un movimiento que se incrementaba  poco a poco hasta hacerlo muy rápidamente, mientras sus brazos estaban estirados hacia ambos lados, imitando movimientos de una serpiente, todo este movimiento acompañado con el tintineo de sus accesorios era un deleite para los ojos.

-¿Cuánto cobras por una noche?

-¡Desnúdate!

Esas eran algunas de las palabras que le gritaban al chico mientras bailaba por dinero para poder sostenerse el y su padre, quien llevaba algunos días ya fuera de la ciudad.

Finalizo su baile dando varias vueltas, arrodillándose al instante e inclinando su espalda hacia atrás, notando como un hombre tambaleándose entraba a la plaza.

-¡Padre! grito Akihito mientras corría hacia el hombre ya de edad avanzada.

-Akihi…to, susurro aquel hombre antes de desmayarse.

****-****-****-****

- Entonces el trato consiste en que yo…yo pase una semana completa con ese hechicero o si no él te matara. Pronuncio Akihito pausadamente soltando algunas lágrimas mientras apretaba las manos de su progenitor.- No puedo creer lo que me está diciendo padre.

-Yo solo tome un poco de agua de su poza, estaba sediento, llevaba ya varios días perdido en el desierto, no pensé que el fuera a enojarse tanto y proponerme ese trato…No lo hagas si no quieres hacerlo, pero quiero que entiendas que si no accedes a las demandas de ese hechicero ¡moriré! respondió su padre con un tono muy suave de voz.

-Pero los rumores dicen que él es caníbal…

-Son solo rumores, hijo mío. Responde el viejo hombre abrazando a Akihito, quien cierra fuertemente sus ojos.

–Está bien ¡Iré!

-Gracias por hacer esto por mi Akihito, rezare al cielo para que ese hechicero no te haga daño.

****-****-****-****

El camello caminaba muy lentamente por la ardiente arena del desierto. Akihito iba vestido de ropa árabe clara y una pañoleta que cubría su cabeza y cara, evitando así que el sol hiciera estragos sobre su rostro.

-¿Sobrevivir  una semana? ni siquiera creo que llegue a sobrevivir a este día. Exclamaba Akihito mientras acariciaba el lomo del camello.-Pero analizando detalladamente la situación, era evidente que prefiere comer carne fresca, mi padre ya está demasiado viejo, además me conservo bien debido a la danza… En esos instantes Akihito suelta un pesado suspiro. –Moriré joven.

A medida que Akihito se acercaba hacia su lugar de destino, un lugar bastante alejado de la sociedad, el viento se volvía más violento, formando pequeños torbellinos de arena que lo obligaban a cerrar sus ojos y a cubrir su rostro.

Acto seguido, un fuerte viento llego desde arriba, provocando que Akihito se sostuviera de la cuerda, para evitar caerse. Cuando el viento ceso, el delgado rubio abrió lentamente los ojos, encontrándose con la roja e intensa mirada de un dragón.

Abrió un poco su boca, estaba dispuesto a gritar a todo pulmón, pero este se quedó atorado en su garganta. En esos instantes, el dragón sobrevoló sobre Akihito, después lo agarra de sus brazos y sale volando rápidamente hacia el castillo de su amo, mientras que el rubio gritaba llorando. – ¡No quiero que me coman!

-Ten cuidado con el aterrizaje… Akihito escucho una voz profunda que provenía desde el interior del castillo.

-Ehh…. ¿esa cosa hablo? Gritaba Akihito mirando desde la cima del castillo el interior de este.

En esos instantes el dragón suelta a Akihito, quien soltaba alaridos histéricos a medida que se acercaba al suelo.

-¡Duele! Grita Akihito cayendo sentando en un suave pasto muy verde al lado de un hermoso lago de agua clara. –Oh que lindo.

-Te dije que tuvieras cuidado con el aterrizaje, exclama un hombre alto enmascarado, vestido con un pantalón de cuero oscuro ceñido a sus largas piernas, una camisa blanca bastante suelta  y unos guantes de cuero; su cabello largo y plateado estaba recogido en coleta.

Con un tono de voz profunda y demasiado sensual habla acercándose a Akihito quien lo veía reflejado en el lago. –Definitivamente tus caderas solo sirven para moverlas de lado a lado.

En esos instantes Akihito voltea para observar aquel hombre, quien lo observa detenidamente con sus ojos rojos puesto sobre sus ojos azules.

-Sígueme, ordena el hechicero, rompiendo el contacto visual.

Akihito se levanta algo perturbado, esa mirada profunda y fría era demasiado fascinante e inquietante para él. Lo sigue hasta una sala bastante amplia, rodeada de almohadones, una modesta cama en el centro de ella, ropa y accesorios de bailarín esparcida.

-Tienes rotundamente prohibido subir arriba. Exclama el hechicero mientras señalaba las escaleras, mientras caminaba hacia uno de los almohadones. – ¡Desnúdate!

-¿Cómo? Grito Akihito bastante sonrojado. “ya me va a comer.”

-Que escandaloso eres… hazlo y rápido, no tengo mucha paciencia.

Akihito empieza quitarse su ropa, iniciando con la pañoleta que estaba en su cuello, luego su camisa que solo cubría su pecho y por ultimo sus amplios pantalones, quedando completamente desnudo. Por alguna razón, no era capaz de resistirse a aquella mirada escarlata.

-¡Gira!

Akihito se queda algo impactado ante la orden y la penetrante mirada, quedando totalmente inmóvil.

-¡Que gires! Grita el hechicero, provocando que Akihito se asustara.

-No me tiene que gritar, responde Akihito con voz entrecortada, a punto de estallar en llanto. –No estoy sordo.

-¿En serio? Yo creía que si, como eres tan escandaloso, responde el hechicero sentándose en uno de los almohadones.

Akihito solo hace un adorable puchero ante las palabras del hechicero.

-Escoge cualquiera de las prendas y vístete.

-Ehh ahhh ¿señor hechicero? ¿No piensa comerme?

-¿Cómo? Pregunta el hechicero anonadado ante la pregunta y la expresión de inocencia de Akihito. –No puedo creer que todavía sigan esos rumores.

-Bueno, es que yo, mi padre, el trato…

-Dentro de mi menú, no está la carne humana, pero no te preocupes, que si me dan ganas de probarla, tú serás el primero y créeme que te devorare lentamente, pedazo por pedazo. Responde el hechicero con una voz bastante sensual y una mirada lasciva.

-Ignore lo que dije señor hechicero, responde Akihito avergonzado con su corazón latiendo a mil, mientras se vestía rápidamente con lo primero que encontró.

-Ryuichi, mi nombre es Ryuichi, llámame por mi nombre, ahora baila.

Akihito quien estaba vestido con un chaleco negro sin mangas, un pantalón amplio del mismo color, con un cinturón de monedillas y lentejuelas de colores, todo esto acompañado con una pañoleta amarrada en su cabeza.

Inicio su baile estirando ambos brazos hacia los lados mientras movía rápidamente sus caderas de derecha a izquierda, luego mueve sus manos al frente colocando la derecha sobre la izquierda, llevándolas hacia su pecho mientras formaba movimiento de olas en su cintura, pecho y abdomen, colocando su cuerpo de perfil izquierdo y luego derecho; todos estos movimientos los hacía de manera rápida y sincronizada, acompañado con una sonrisa de oreja a oreja. Bailar siempre lo había divertido, además no había una multitud coreando palabras lascivas y subidas de tono, solo un hombre que lo miraba embelesado.

Ryuichi estaba fascinado ante los movimientos del joven rubio, además esa cautivadora sonrisa contribuía más a la causa. Tuvo que apartar su vista para poder concentrarse en el hobbie que más le encantaba hacer, pintar.

Akihito al notar como el hechicero lo dibujaba fue disminuyendo el ritmo de su baile.

-No pares, ordena Ryuichi provocando que Akihito volviera a intensificar sus movimientos, mientras lo miraba extrañado, esa mirada escarlata que antes transmitía frialdad, ahora era cálida.

Cuando Ryuichi lo termino de pintar, le ordeno a Akihito que lo acompañara a cenar.

-Sobre el trato, usted me devolverá en una semana.

-¿Eso fue lo que le dijo su padre?

-S-si

-Está bien, responde el hechicero mientras se levantaba del comedor. -El baño está en el fondo del salón, lo ideal es que se acueste, mañana saldremos temprano. Exclama Ryuichi mientras subía las escaleras.

Akihito no dice nada, solo camina en dirección del baño. El rubio se dispuso a tomar una ducha en la amplia tina.

-Sobreviví a este día, espero que pase rápido esta semana. Susurro Akihito mientras sumergía su cuerpo en el agua tibia, mientras recordaba la cálida mirada del hechicero. –Espera, no estará condimentándome para después comerme, grita el rubio mientras olfateaba un poco de agua que tenía en sus manos. El agua olía a lavanda, un olor que no tenía nada que ver con condimentos. –Que tonto soy.

****-****-****-****

Ryuichi despertó temprano a Akihito, ambos desayunaron y salieron del castillo. El dragón los llevo hasta el mar arábigo. Akihito veía fascinado desde el lomo lo bello que es el mar.

-Señor Ryuichi, ese es el mar ¿cierto? Es hermoso, gritaba Akihito emocionado mientras sacudía del brazo al hechicero.

-Si es el mar deja el escándalo.

-Lo siento, se disculpó Akihito algo avergonzado soltando al hechicero.

 En esos instantes Ryuichi carga a Akihito al mejor estilo princesa. –Cuidado con el aterrizaje.

-No espere, no sé nadar, grito el rubio, pero ya era tarde, Ryuichi ya lo había soltado.

Akihito cayó de pie y noto que no se sumergía en el agua, miro hacia el dragón y observo como Ryuichi hacia un conjuro. El rubio bastante emocionado empezó a caminar y brincar encima del agua.

-¡Baila! Ordeno el hechicero mientras se sentaba encima de su dragón.

Akihito inicio su baile, mostro sus más sensuales movimientos, al fin y al cabo quería salir bastante sexy en los dibujos del hechicero.

Los días pasaban y Ryuichi llevaba a Akihito a los lugares más hermosos de la tierra, de esos que solo ven en sueños. Quería que en sus dibujos salieran los mejores fondos que se podían ver.

Faltaba solo dos días para terminar la semana y así terminar el acuerdo. Pero por algún motivo, él no quería irse de allí, al lado de ese misterioso hombre había conocido lugares únicos e inolvidables, además, era el único que no lo miraba como un objeto de lujuria.

Se acostó en su cama solamente en ropa interior. Solo quería dormir, tal vez así su melancolía y tristeza se disminuiría un poco. A los pocos minutos de haberse quedado dormido. Akihito pego un alarido de dolor tan fuerte que despertó al hechicero, quien rápidamente baja hacia la planta baja sin su máscara y guantes.

Observa como Akihito jadeaba, sudaba y se revolcaba en su cama; al lado del rubio había una pequeña araña venenosa. Se acercó rápidamente hacia él, quitando la araña del medio. Visualizo la picadura en el abdomen bajo, cerca de la pelvis.

-Me siento muy mal, jadeaba Akihito mientras su vista se nublaba.

-Trata de relajarte, exclama Ryuichi inclinándose hacia la pelvis del rubio.

El hechicero sostiene cuidadosamente al rubio de la cintura, luego lame la picadura, al instante empieza a succionar el veneno, provocando que Akihito aumentara sus jadeos y arqueara su espalda.

“Quiero tocarlo, deseo tocarlo” eran los pensamientos de Akihito al sentir los húmedos y tibios labios de Ryuichi. Se dejó llevar por sus impulsos y comenzó a acariciar el rostro del hechicero sintiendo zonas algo grumosas y resecas, luego empieza a peinar sus largos y plateados cabellos.

Ryuichi escupe la sangre combinada con saliva. –Con esto será suficiente. Decía mientras limpiaba las comisuras de sus labios.

Akihito solo ve algo borroso el rostro de hechicero, poco a poco pierde la conciencia y se queda dormido.

Al día siguiente, Akihito permaneció solo durante todo el día. Algo completamente extraño, debido a que la rutina de los últimos cinco días era desayunar juntos, salir a algún maravilloso lugar, comer algo ligero afuera y regresar en la tarde para cenar juntos.

El subconsciente de Akihito extrañaba la presencia de Ryuichi, esa rutina nueva y diferente le gustaba demasiado, tanto que no quería irse de allí. El rubio decidió valientemente subir hasta la habitación del hechicero, sabía perfectamente que estaba prohibido, pero su preocupación fue más fuerte que su temor. 

-Te dije… que no podía subir a este lugar. Susurro el hechicero con un tono de voz débil y apagada al sentir la presencia de Akihito en su puerta.

-Yo…yo estoy preocupado por usted, no ha bajado en todo el día…pensé que tal vez necesitaría mi ayuda.

-No la quiero… ¡vete!

Akihito abrió la boca con el fin de protestar, pero reconsidero la idea, solo se fue de allí mirando hacia atrás, con la esperanza de que el hechicero abriera la puerta.

Al día siguiente, Akihito estaba sentado en uno de los almohadones, con la esperanza de ver al hechicero en su último día en el lugar. De repente sintió como aquel hombre bajaba las escaleras.

-No solo eres escandaloso, también eres entrometido y desobedie… el hechicero no pudo terminar debido a que Akihito corrió a abrazarlo.

-Qué alivio, comento Akihito abrazando fuertemente al hechicero por la cintura. Quien respondió al abrazo palmoteando los hombros del rubio.

-Hoy termina el trato, alístate te llevare a tu casa.  Susurro Ryuichi separándose del rubio.

Akihito solo bajo su rostro, no quería que el mayor notara que se sentía triste.

****-****-****-****

Akihito y Ryuichi se bajaron del dragón algunos metros antes de la entrada del pueblo, el hechicero no quería asustar a la población con la presencia de su dragón, bastaba con mencionar su nombre para que la gente se espantara.

-Señor Ryuichi, gracias por cuidarme en estos días y enseñarme esos maravillosos lugares. Exclama Akihito caminando hacia su pequeña casa.

-Fue un gran modelo para mis dibujos, estaba cansado de dibujar paisajes.

En esos instantes Akihito se detuvo y encaro al hechicero. –Yo quiero…

-De algo sirvió haber criado a ese niño todo este tiempo, ese hechicero me dio un buen dinero por él.

-No está preocupado de que algo malo le ocurra, recuerda que los rumores dicen que él es un caníbal.

-Si lo mato me hizo un favor, Akihito solo era gastos.

Akihito y Ryuichi escucharon la conversación que sostenía el padre del rubio con alguien dentro de la pequeña vivienda.

Akihito cubrió su boca, quería acallar sus sollozos. Ryuichi al verlo tan triste, se llenó de ira y decide hacer un conjuro, levanto sus manos hacia frente, dando las palmas de estas hacia la puerta; acto seguido, un fuerte viento abrió la puerta, sorprendiendo al par de personas que habían en el interior. La magia de Ryuichi provoco que el padre del rubio se ahorcara a si mismo con sus propias manos.

La mujer que acompañaba al padre de Akihito, salio gritando de allí. –El caníbal está aquí. Provocando una gran conmoción y que varios curiosos se acercaran.

“Señor Ryuichi” Akihito no apartaba su mirada triste mirada del hechicero -¿Por qué?

-Lo hice para protegerte, no quería que su padre lo vendiera a cualquier cerdo que se le cruzara al frente. Responde Ryuichi finalizando el conjuro, evitando asesinar al hombre.

-Debió decirme la verdad, usted también me mintió. Akihito no paraba de llorar se sentía muy decepcionado.

-Sí, lo se… solo quería tenerlo cerca, aunque fuera solo por siete días, desde el momento en que lo vi bailar en la plaza lo he deseado. Manifiesta Ryuichi encarando a Akihito. –Solo quédate conmigo. En esos instantes el hechicero le estira su mano.

Akihito no la toma, solo niega con su cabeza, mientras las lágrimas humedecían su rostro.

-¡Entiendo! Eres libre, fue lo último que dijo Ryuichi antes de marcharse del lugar, dejando a un triste Akihito atrás.

****-****-****-****

Pasaron un par de días y Akihito comprendió que Ryuichi no había obrado mal, al contrario, lo había protegido. Además le había propuesto quedarse con él, y eso era lo que él había estado deseando después de esa semana juntos. Decidió buscarlo en las profundidades del desierto. Quería estar a su lado sin importar nada más.

Al llegar al castillo, subió rápidamente por las escalas y entro a la habitación del hechicero.

-¿Qué haces aquí? Pregunta Ryuichi quien estaba sentado en el borde de su cama, dando la espalda.

Akihito fue acercándose lentamente hacia él. –Yo comprendí que lo único que hizo fue protegerme, además yo nunca quise irme de este lugar, quería quedarme. ¿Puedo hacerlo?

-Yo nunca te saque de aquí, tú fuiste quien quiso alejarse.

-Estaba muy confundido por las obras de mi padre, lo siento. Responde Akihito inclinándose hacia la máscara del hechicero, con la intensión de quitársela.

Ryuichi detuvo las manos del rubio. –No lo hagas, mi cuerpo esta cubierto de escamas de dragón.

-No me importa, responde Akihito quitando la máscara, observando el bello rostro del hechicero, sus escamas eran pocas, además eran hermosas, de un tono verde esmeralda brillante, muy deslumbrante.

Poco a poco ambos fueron acercándose, hasta que sus labios se juntaron; iniciando así un suave beso que fue intensificándose.

****-****-****-****

Akihito estaba acostado encima del hechicero, ambos se encontraban en el pequeño jardín que había en el castillo, al lado del lago. Los dos se besaban apasionadamente. Ryuichi ya se encontraba desnudo, ayudando al rubio a quitarse sus prendas.

Ya estando Akihito desnudo, el hechicero se sentó en el pasto con el rubio encima de su regazo, comenzó a masajear el pezón izquierdo de este mientras chupaba el derecho.

-Ryu…ichi, Akihito sentía los húmedos labios del mayor sobre su pecho.

El hechicero descendía sus manos hacia la entrada del rubio, mientras que sus labios seguían en los pezones. Al instante, ingreso uno de sus dedos en el interior provocando espasmos en Akihito.  Segundos después, el hechicero ingreso otro dedo más e inicio a moverlos en forma de tijera.

-No…no aguanto más nhg hazlo. Jadeada Akihito sosteniéndose de los hombros del contrario.

Ryuichi levanto un poco las caderas del rubio, acomodo su miembro en la entrada e inicio a ingresarlo poco a poco provocando que Akihito enterrara las uñas en sus hombros. El mayor espero algunos segundos a que el rubio se acostumbrara a la intromisión, luego agarro al menor de las caderas y comenzó a subirlas y a bajarlas muy suavemente, intensificando las embestidas poco a poco.

-¡Ha! Se siente muy extraño, gritaba y jadeaba el rubio abrazando al hechicero por el cuello, sintiendo como el mayor aumentaba el número de las embestidas.

-Deja…el escandalo ¡ruidoso! Responde el mayor antes de morder el cuello del rubio.

-Nhg…uhmm…

Akihito…Akihito…despierta…

-Akihito, despierta Akihito. Asami sacudía de un lado a otro al escuchar los gemidos del rubio.

-¿Qué pasa? Balbuceo Akihito levantando un poco su cabeza.

-Estabas gimiendo y mencionando algunas extrañas palabras… hechicero, señor Ryuichi, dragón ¿Qué clase de sueño estabas teniendo?

-¡Eh! era un sueño, respondió Akihito sentándose en la cama, con su cabello rebujado y pijama arrugada. –Era un sueño extraño y muy curioso. Akihito le conto su extraño sueño a Asami sin omitir detalle alguno.

-Entonces yo en tu sueño era un hechicero de cabello plateado largo y tu un bailarín árabe. Tienes razón sí que era un extraño sueño. Exclama Asami terminando de alistarse.

En esos instantes Akihito se levanta de la cama. –Te hare el desayuno, dice mientras estira su cuerpo.

-Aunque sería interesante verte hacer la danza del vientre. Pronuncia Asami caminando detrás de Akihito. –También verte vestido de bailarín árabe, verte realizar… como se llama eso ¿cosplay?

-Definitivamente el intenso sol del verano te ha atrofiado el cerebro. Grita Akihito dando fuertes pisadas hacia la cocina.

-¿Por qué no? Suena interesante y se vería interesante.

-Hare ese cosplay y la danza del vientre cuando te dejes crecer el cabello y te lo decolores.

-Sí, se vería bastante bien y ¿exótico? Responde Asami mirando a Akihito de pies a cabeza. Luego de analizarlo, camina por el pasillo hacia su recamara.

-Aunque en realidad te falta poco tiempo para que te salga cabello plateado. Susurro Akihito con voz baja pero audible.

-¿Que dijiste? Grito Asami desde la habitación.

-¡Nada! Respondió Akihito sacando algunos ingredientes de la nevera para el desayuno.

A los pocos días, en la entrada del apartamento de Asami, llego un paquete con un disfraz árabe bastante sexy dirigido hacia Akihito.

Mundo de Ensueños…

Notas finales:

  • Es un sueño, como todo buen sueño no tiene lógica

  • Les recomiendo que entre a este blog creo que ya es conocido http://distrayendo.blogspot.com.mx... Ahí encontraran muy buenas historias se los garantizo.

  • “Nosotros los Miserables” sigue en pausa hasta mitad de noviembre, es mi último semestre teórico y debo de presentar tesis de grado, mi horario de prácticas tampoco ayuda mucho, hago corridos de 7 a 7 o noches o fines de semana, además debo de leer documentos y blablablá….

  • Los extraño demasiado y waaa apareció una de mis escritoras favoritas y no he podido leer sus actualizaciones, también las actualizaciones de otra buena escritorar52;

  • ¡Besos!


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