Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te Recuperare, Dobe... por Hanare Uchiha

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Primero que nada perdón por la tardanza. La escuela , el trabajo y en fin, todo me han tenido mas que atareada.

Ahora una noticia, a pesar de que al principio subía los capítulos cada semana, ahora lo haré cada 15 días o máximo cada mes.

Sin más espero disfruten el capítulo.

Disclaimer: los personajes no me pertenecen. Son obra de Masashi Kishimoto.

Apenas había entrado en casa cuando fuí jalado por Sai y cual película de comedia me aventó al sillón y me tendió una taza de café

- ¿Cómo te ha ido? ¿qué piensas? ¿es guapo?-

- Bien, no lo sé y ya lo conoces, Sai-

-Esas no son respuestas, Sasuke - replicaba Itachi detrás de mi.

Suspiré, no me los iba a quitar tan fácilmente de encima

- Bueno pues ha llegado tarde como ya lo han notado, así que no hemos pasado mucho tiempo juntos. Se me hizo cínico e impuntual, se ha quedado dormido y el muy torpe en lugar de inventarse algo me lo ha soltado así sin más-

- ¿Pero no siempre dices que prefieres que te gusta la gente sincera y directa, que detestas que anden con rodeos y con las mismas técnicas de ligue?- interrumpió Itachi, era cierto, desde Yahiko no creía en los hombres, mucho menos en los que hablaban lindo.

-Ya, pero ¿qué opinas? ¿te gusta?- se sumó Sai

- Pues es batante atractivo y serio-

- Entonces ya pronto le podre decir cuñado-

- ¿Qué les pasa? Solo he dicho que el tipo es guapo, no que seré su novio ni nada. No esta interesado en mi y no le gusto-

- Si seguro, por eso te marca cada tercer día - se mofó Itachi.

- Es sólo porque no tiene nada que hacer, seguro nadie lo soporta. Ni siquiera Sai, por eso me pasó el paquete - comenzaba a enfadarme.

- Dejalo ya, Itachi. Pronto se lo dirá y nos dará la razón- vale, si que era un poco despistado, pronto me  daría cuenta de que ellos tenían razón aunque yo ya lo sabia, lo supe desde que nos vimos.

Lo sabía, era solo que tenía miedo y no quería perderlo, era algo bueno en mi vida y con lo mal que estaba, intentaba aferrarme a la idea de que en la vida despertaría un interés en ese chico.

..........

 

- Anda vamos. Quiero salir con Ino, ahora que me le he declarado quiero verla más-

-Nadie te dice que no lo hagas. Solo que a mi no me metas-

- Por favor, ella quiere llevar a su primo y yo quiero espacio- seguía argumentando

-¿Y eso a mi qué? - me estaba irritando

-Pues que a ti te cae bien Naruto, y le gustas y sería una buena oprtunidd para que se te declare -

- ¡Ya basta! Él no esta interesado en mi y no va a declararme nada, además estoy ocupado- argumente, quería muchísimo a Sai pero como siguiera molestado con el tema le partiría la cabeza.

- Si, como digas, por eso te habla diario. Además ¿qué cosa tienes que hacer? Dejame adivinar ¿ver peliculas y empanzonarte con palomitas?-

Fue golpe bajo, era cierto, mi vida social era un asco.

Tenía fácilmente dos años que no salía. Siempre era de la casa a la escuela y no creo que los viajes a la tienda de la esquina se consideraran precisamente como un paseo.

-No te incumbe Sai, Además Naruto no me habla diario, lo hace cada tercer día- me reí, le estaba dado un poco la razón a Sai, me la pasaba por lo menos una hora al teléfono cada  tercer día y para que negarlo, me gustaba estar con él. Bueno en teoría solo platicamos solo una vez en persona pero me la pase bien y moría por verlo de nuevo, cosa que no aceptaría abiertamente ni en un millon de años.

-Como sea, el chiste es que se la pasan hablando y podrías entretenerlo un poco para que este con Ino, es lo único que te pido. Y no volveré a pedirte nada en toda mi vida, por favor y te quiero mas que ayer-

- Eso dijiste la última vez, Sai. No tengo ganas-

-Por favor, Sasu. Ahora si lo cumplo, por lo menos lo que resta del mes-

 

Solté una carcajada; - Eso es mas creíble- Sai sonrió, antes era sociable y risueño pero todo cambió, dejé de sonreír y me volví frío, mas arrogante y orgulloso de la cuenta y un poco amargado lamento decir.

- ¿Lo harás?- No se daba por vencido.

Suspiré -¿A dónde iremos? - respondí aun con un atisbo de sonrisa. Cómo carajo me terminaba convenciendo, era demasiado manipulable para mi propio bienestar, bueno lo admito. Sólo cuando me convenía.

-Pues queremos ir a un parque, esta bonito y es bastante cerca, además de bastante económico.

Me reí -Si, ya decía yo que no se debía a tu amor por la naturaleza. Eres un codo, Sai- ese primo era todo un caso, sólo esperaba que no le hubiera dicho a Ino la verdadera razón de porque quería ir a un parque, la honestidad era un defecto de familia.

 

Ese mismo día por la noche habló Naruto.

-Me dijo Sai que querías venir con nosotros-comentó.

Ese madito, me había convencido y ahora resultaba que el necesitado era yo, al menos así me ponía delante de él.

- Él me ha invitado- respondí cortante, no estaba dispuesto a dar esa imagen.

- Como sea, el punto es que irás y eso me agrada, me gusta tu compañía- eso me sacó del juego por un segundo, yo pensaba igual pero ni en un millón de años lo admitiría, al menos no abiertamente.

- Gracias, supongo que está bien para no aburrirme en casa- nunca le diría nada cortés, tampoco era grosero pero no le daría importancia a ese chico, era un conocido y nada más, estaba lejos de ser mi amigo siquiera.

-¿A qué hora paso por ti?- preguntó entusiasmado.

- ¿Cómo? Creí que todos nos veríamos en el parque- respondí

-¿Vamos a ir a un parque?-

- ¿No te lo dijo, Sai?- cuestioné

- No, solo me dijo que saldríamos juntos, pero ya dime ¿a qué hora paso por ti?- insistió.

- Nos vemos allá, te paso la dirección y los de...-

-Mi cita es contigo, Sasuke y preferiría pasar por ti a tu casa- se exasperó, la paciencia no era una de sus virtudes.

- No es una cita, vamos todos y preferiría que no te tomaras atribuciones que no te corresponden-

-Con un demonio, Sasuke-

- ¿Qué? ¿Qué acabas de decirme? No tienes ningún derecho de hablarme de esa manera-

-Lo sé, Sasuke y lo siento. Disculpame-

-Solo no vuelvas a hacerlo y preferiría que me llamaras como todos, Sasu-. Ese.chico tenia un poder sobre mi y por mas que lo intentara no podía estar molesto con él.

-Te llamas Sasuke y así te diré, no me gustan los diminutivos o acortamientos de nombre-

Suspiré. No valía la pena pelear.

Nunca me había gustado en especial mi nombre, sonaba fuerte y solo solían usarlo completo cuando se enfadaban conmigo, cosa que afortunadamente no pasaba muy a menudo. Por eso le pedía a él que no lo hiciera pero para el caso que me hacía.

- Como quieras- respondí.

-Nos vemos el sábado. Paso por ti a las 12- no sé porque carajo siempre tenía que ganar las batallas.

-Hasta el sábado -colgué con un mal sabor de boca, no era bueno que accediera  a todas y cada una de sus peticiones.

La semana se pasó rápido, presenté algunos trabajos y exámenes, hice unas exposiciones para acreditar las materias.

 

Cada vez mas se acercaba el tan esperado sábado, había optado por un juego de pantalones de mezclilla, unos converse y una playera negra con escote en "V" de manga larga.

Naruto pasaría por mi a las 12, mi agua estaba casi lista, me encontraba viendo un programa de televisión que trataba de concursos. Itachi había salido con Deidara que para estas alturas me había enterado que era primo de Naruto ¿Qué carajo nos pasaba com los rubios? Y sobre todo con esa familia. Sonó el timbre, me apresure a abrir, odiaba que la gente se colgara del timbre. Quizá era un vendedor de productos milagrosos para los michelines que jamás se quitarían.

-¿Así te vas a ir?- Soltó, el rubio frente a mí. Aun estaba en pijama, ese día a mi me había tocado arreglar la casa.

-No esperaba verte tan temprano, apenas voy a bañarme. Pasa -

- ¿Esta tu mamá en casa? ¿tu hermano?- se asomó

- Ammm ¿no?-

-¿Y es correcto que pase? -

-No le veo nada de malo, después de no haremos nada que no debamos hacer-

-Pero es una falta de respeto -

-Bueno entonces esperame aquí en la banqueta- conteste hastiado, a veces su actitud y costumbres antiguas me desquiciaban.

-No, mejor entro- me hice a un lado

-Ponte cómodo- señalé los sillones, se ubicó en el de una pieza. Le ofrecí un vaso de refresco mientras tanto.

- Espera, me iré a bañar. ¿Quieres que encienda el televisor?- negó con la cabeza.

- ¿Apenas vas a bañarte? Si que te pasas ¿Por qué no te apuraste si sabías que vendría?-

- A decir verdad creí que llegarías bastante tarde-simplifique, no había tenido la mejor de las impresiones de él.

-No porque una ves haya llegado tarde significa que  siempre lo haré- protestó

- Como sea, debo alistarme- cerré la puerta del baño y me bañe lo mas aprisa que pude, me cambie dentro del baño como era mi costumbre, me lave los dientes y salí solo para colgar mi toalla y hacer acto de presencia antes de que Naruto se desesperara, como era su costumbre.

-Sólo me falta peinarme y ponerme los zapatos-

-Ya llevas mucho tiempo ahí dentro. ¿acaso te estas acomodando pelo por pelo?- protestaba el rubio desde el sillón.

-Tsk - ni cabello era rebelde y no tenía la culpa de ello.

Salí resignado del baño

- Listo, vámonos- tomé las llaves de la mesa, él me miró. Odiaba esa mirada, de esas que se iluminan como si estuvieran viendo la cosa mas hermosa del mundo, vale que soy guapo pero tampoco era para exagerar.

En realidad es broma, siempre he tenido un mundo de complejos y no puedo presumir de una excelente autoestima.

-¿Vienes o te quedas? - Pregunte observando que no salia de su encanto.- Vamos a llegar tarde- se recompuso, dejó el sillón y se puso a mi lado.

- Sai no es precisamente la persona más puntual del mundo y por lo que sé, Ino tampoco lo es- argumento. Sai vivía a unas cuantas cuadras de mi casa siempre se la pasaba en mi casa. Supongo que hoy no se habia pasado por aqui por arreglarse, se iba a querer poner hasta el molcajete encima.

-He hecho un lista de pintores de manera alfabética y pienso hacer por lo menos un cuadro de cada uno- soltó de repente. No sé a que venia pero de todos modos fingí interés en el tema

-¿De su obra mas famosa? - me reí. -¿Y cuántos harás en total?- se me antojaban ilógicas sus ideas, pero en fin, él sabía en que quería perder su tiempo.

-No lo sé, es un proyecto de vida-

-Ah- no hablaba mucho y menos con él, prefería escuchar sus absurdas ideas.

-Y pronto voy a poner una cafetería- estaba diciendo cuando llegamos a la casa de Sai, vimos una escena nada agradable, Sai parecía tener hambre  y querer tragarse a Ino de un bocado. Odiaba las escenas de besos y mas si eran ruidosos, carraspeé. Su atención se enfocó en mi y sonrieron apenados.

 

Según esto, Sai había recogido a Ino unas horas antes para que el punto de reunión fuera en su casa.

-Sasuke no vayas a pedir gran cosa que no traigo mucho dinero, no he cobrado- susurró demasiado fuerte el rubio, lo suficiente para que lo escucharan una manzana a la redonda. Enrojecí de vergüenza y coraje ¿qué se creía? No era un atenido ni nada por el estilo, llevaba dinero, no trabajaba pero con todo y eso había logrado juntar algo.

-¿Qué pasa, primito?- se había acercado, Sai. A estas alturas tenía cara de debo matar a alguien o de menos golpearle.

-Sai, quiero hacer que gaste- mencioné, dulce venganza.

-¿Qué tanto?- si, ese era mi primo. No preguntaba estupideces, si veía avecinarse el huracán solo decía en dónde.

-Hasta el ultimo peso que trae-

-No te preocupes, Naru- le dije dulcemente, lo mejor es que no viera venir lo que se avecinaba.

-¿Y eso? ¿por qué tanta amabilidad de tu parte?, no importa, me gusta- sonrió de oreja a oreja, correspondí el gesto.

Tomamos el transporte y ni eso me digne a pagar. El lugar era bonito como cualquier parque, había árboles por todos lados, una pista para cuatrimotos, tirolesa y en fin, puestos de todo tipo.

-Sasuke, ven. Tengo hambre- me tendió la mano, pasé de largo ignorando ese gesto. Él me siguió a la entrada del parque en dónde se hizo de dos órdenes de tacos.

La tarde avanzaba rápido. Estuvimos jugando y platicando de todo un poco.

-Vamos a rentar unas cuatrimotos- sugirió, Ino.

-¿Cuatrimotos?- pregunté incrédulo, Sai sabía de antemano que  era un miedoso de primera que le temía incluso a la altura que existía entre la banqueta y el suelo. Dale, seguro que he exagerado pero si le temía a las cuatrimotos. Mi mente  divagaba mientras alguien me arrastraba forzandome por el brazo hasta donde estaban las malditas cosas de cuatro llantas.

-Sasuke, subete - ordenó me quede estático.

- Ya Sasuke, subete- repitió la orden. Mi cuerpo se movió como si unas cuerdas invisibles tiraran de el. Me subí y me aferre al asiento, la velocidad no era mucha, digo estábamos hablando de una cuatrimoto, aun así mis nudillos estaban completamente blancos por la fuerza de mi agarre. Me bajé con las piernas como gelatina.

-Si quieres algo me avisas - qué se creía, no era una damisela, si quería algo lo compraba yo y sino tenia dinero pues ni modo, me quedaba con las ganas.

- Si- respondí escuetamente

- Vamos a las lanchas- menciono Ino, Sai debería estarsela pasando de lo lindo, no llevaba mucho dinero y al paso que íbamos seguro tendría que ponerse a pedir limosna para sus gastos de la semana.

- Yo no sé porque todos consideran esto tan romántico, es cansado y aburrido. Solo estamos dando vueltas a lo loco- ese hombre si que era poco romántico, tenía la capacidad de matar cualquier momento lindo

- Eso es porque no lo estás haciendo bien. Eres tan poco romantico- replique hastiado. Me desagradaban ese tipo de cosas, si lo veía mal podría haberse negado o de menos guardarse sus pensamientos que al final del día a nadie le importaban.

Estuvimos en el bote algo así como una hora. Bajamos y decidimos protegernos del sol

-¿Ya viste como te mira? - preguntó mi primo acariciado mis cabellos, me gustaba su compañía. Me estaba dejando consentir un poco, me había recostado en sus piernas para que él acariciara mi cabeza como le viniera en gana.-No me esta viendo de ninguna manera, Sai - respondí bajito. Naruto e Ino estaban a un par de metros de nosotros, dudo que llegaran a escuchar nuestra conversación.

-Eso dices tu pero esta que se muere de amor por ti - solté una carcajada, en ocasiones los comentarios de Sai resultaban hilarantes. Naruto volteo hacia mí, nuestras miradas se cruzaron y vi ese brillo del que tanto hablaban, de ese que aparece solo cuando ves a la persona mas increíble de este mundo.

Era hora de alejarme.

Nos pusimos en camino al cierre del parque. Creí que a pesar de mi idea inicial de hacerle gastar mucho dinero no era muy justo y ya había gastado lo suficiente, así que decidí colaborar un poco pagando el pasaje.

- ¿Has pagado ambos pasajes?- cuestionó

- No, solo el mio ya que he venido sólo- respondí sarcástico. Él se puso de pie. - Claro que he pagado ambos, vengo contigo-. Volvió a su lugar a mi lado.

-Tengo sueño -

-Pues duemete. Te despierto en cuanto lleguemos-. Cerró sus ojos y se recargo en mi hombro, con tan sólo ese tacto se erizó mi piel, se veía tan tranquilo con los ojos cerrados, sus labios estaban ligeramente abiertos invitandome a probarlos. Pero qué estaba pensando.

-Naruto, ya estamos cerca-

- Lo sé. No me he dormido, solo que es tan cómodo estar en tu hombro que no deseaba moverme- me quede estático. Siempre fue sincero a lo bruto y la verdad es que ni con 1000 años me acostumbrarí a eso.

- Ya vamos, Sasuke- me sacó de mis pensamentos. Bajamos del camión y nos encaminamos a casa de Ino.

- Te paso a dejar a tu casa y me voy a descansar- mencionó, Sai.

- ¿Te quedas, Sasu?- cuestionó, tardé un poco en reaccionar, sobretodo porque jamás creí que sopesara la idea de irse a casa sin mi.

- Si, ahora yo lo llevo a casa. Descansa, Sai- respondió el rubio por mi

- No pero...- intenté protestar

- Yo te llevo, Sasuke. No aceptare un no por respuesta-, asentí. No tenía caso replicar, el podía llegar a ser mas obstinado que yo.

Llegamos a casa de Ino y Sai pasó a despedirse de todos.

- No sé ustedes Pero pero yo tengo hambre- comento el rubio rascadose la cabeza.

- ¿Les importaría si los acompaño? - se atrevio a preguntar la rubia.

-Claro que puedes, anda Naru, vamos a comer-

- ¿Y eso, ahora por qué tan amable, Sasuke?- preguntó intrigado.

- Ay yo siempre soy amable- me enfade

- Pues si pero hoy mas que otras veces- replicó

-Así dejalo - escupí, tomándolo del brazo y arrastrándolo a un 

-Espero que no te importe compartir, es que ya no tengo dinero - entregó una botella de agua a Ino y me puso una enfrente de refresco. No respondí simplemente abrí la botella y bebí.puesto de quesadillas cercano.

Se me hacia un buen detalle que a comparación de mi primo él no saliera corriendo y fuera sincero con respecto a su presupuesto.

Conversamos de muchas tonterías y regresamos a casa de Ino a dejarla.

- Muchas gracias chicos, hasta luego- se despidió posando un beso en nuestras mejillas.

- Ha sido una buena tarde-comentó 

-Si que lo ha sido - le di la razón. Temble, era una noche fresca.

- Ten- me tendió su suéter.

-No es necesario, además estás enfermo - no estaba acostunbrado a éste tipo de detalles.

- Cuando lleguemos a tu casa me lo regresas. Por favor tómalo, Sasuke- insistió. Me quite mi sudadera que para ser sinceros era en extremo delgada, se la tendí

- Solo si te pones la mía en su lugar, con tu suéter que está más grueso ya no tendré frio-, suspiró. Se la metió por la cabeza, se veía bastante gracioso porque le quedaba corta de las mangas. Me reí.

- Callate o te la regreso y hago que te quedes con frio- vale, no toleraba que se burlaran de él. Tomaria nota, ahogue una risita y me concentré en el camino.

- Tengo ganas de unas fresas son crema-

- Pues compratelas-

- Si, bueno lo que no tengo es dinero. Cómpramelas ¿no?- bromeó

-Sí-, camine hacia un pequeño puesto. –¿Señora me puede dar unas fresas con crema por favor?- hice el pedido, me lo entregaron casi de inmediato. Pagué y se las entregué, me regaló un amplia sonrisa.

-No creí que fueras a hacerlo, solo bromeaba- dio el primer bocado. –Perdón, no te he ofrecido ¿Quieres?- acerco la cuchara a mi boca. Me alejé.

-No tengo rabia ¿sabes?- sonaba molesto y quizá un poco incómodo. Le arrebate el vaso de las manos y metí unas cuantas fresas a mi boca, el sabor dulzón empapo de inmediato mi lengua

-No me gustan las cosas muy dulces, eso es todo- aclaré.

Era cierto, no me había negado a comer de su misma cuchara por payaso, era solo que no me agradaban las cosas dulces, prefería un poco más el sabor salado o algo así.

Caminamos en silencio, con el no importaba si hablaba o no, el silencio no me incomodaba. Llegamos a la puerta de mi casa; -Ha sido un placer, Sasuke. Espero poder salir más seguido contigo y sobre todo a solas- confesó. Asentí con la cabeza y sonreí incómodo, fue la sonrisa más falsa que pude dar en toda mi vida. No volveríamos a salir, de eso me encargaba yo.

 

Notas finales:

Por el muy momento no hay.

Si tienen alguna duda haganmela saber. Estaré encantada de responderla.

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).