Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te Recuperare, Dobe... por Hanare Uchiha

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos, los primeros capitulos seran un poco aburridos quizas aun asi espero no se desesperen y sigan leyendo. 

Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto sin embargo la historia es completamente mia.

 

 

CAPITULO 2.- LLAMADAS

 

r Yo contesto r grite dirigiéndome al escandaloso aparato. Era extraño que alguien llamara tan tarde, eran las 10:30 pm de un domingo.

r ¿Bueno? r pregunte al tiempo que levante el auricular.

r Buenas noches ¿se encuentra Sasuke? r se escuchó una voz profunda, dulce e irresistible al mismo tiempo, el tipo de voz que escuchas en una estación de radio.

r ¿quién lo busca? r pregunte, no reconociendo esa voz. 

r Naruto r respondió simplemente, por un momento me quede callado, no recordaba conocer a ningun Naruto.

rBueno, soy yo, pero no recuerdo conocer a ningún Naruto r  me sincere haciendo un segundo intento por recordar.

rBueno es que en realidad nunca hemos hablado, nos conocimos el sábado por el chat. Sai me dio tu número r argumento y fue cuando caí en cuenta de que se trataba del chico que me había pedido el teléfono y al que me había negado a dárselo. Seguramente mataría a Sai, por hacer esto sin mi consentimiento y en contra de mi voluntad por supuesto.

 

r ¡Ah! Hola, si ya recuerdo r dije con voz cargada de decepción y aburrimiento, quizás así se animaría a colgar, después de todo no es como que tuviéramos mucho de qué hablar. Al menos eso creo, porque después de dos horas sentado al lado del teléfono, me encontraba tallándome los ojos para no dormirme sobre la mesa.

r Oye ya es  muy tarde, aquí en casa ya todos están durmiendo y mañana tengo escuela temprano r argumente.

r Está bien, descansa, Sasuke.  Hablamos luego r respondió cansado, aun así su voz tenía ese tono sensual y varonil.

Me fui a dormir aun con la sensación de su voz, imaginándome como sería tenerlo susurrando en mi oído y de pronto me encontré desenado con toda el alma despertar un interés en ese chico.

 

En esa platica me había contado que al igual que yo, estaba estudiando la prepa abierta y que tuvo un accidente         a los trece con una olla exprés que exploto demasiado cerca de su cara dejando tres cicatrices delgadas en cada mejilla, simulando graciosos bigotes, además de una sobre el corazón que formaban sus labios , me había contado inclusive que planeaba poner una cafetería que le ayudaría a pagar sus estudios de pintura y así poder dedicar un poco más de tiempo en ambas cosas sin sentirse tan presionado por su trabajo, el cual había obtenido justo después de renunciar al de repartidor de pizzas.

 

Había vendido una moto que había comprado con tanto esfuerzo en dicho trabajo, ahora tomaba el transporte público.

 

Durante la semana siguió llamando casi a la misma hora cada tercer día, yo me mantenía callado la mayoría de veces, no se me daban las conversaciones largas y menos aun cuando no confiaba de lleno en las personas, pocos conocían mi faceta sonriente, parlante y nada indiferente.

 

r Creo que deberíamos conocernos r dijo por fin después de un mes de contacto telefónico.

r Pues no creo que sea buena idea r y ahí estaba el escudo que ponía a todo aquel que quisiera llegar a conocerme y planeaban ser algo más que amigos.

r No es ilógico que solo conozca tu voz y que jamás te haya visto, además tendremos que hacerlo algún día ¿por qué no ahora? r argumento, su voz me hacía perderme de todo a mí alrededor y querer obedecerle ciegamente. Hasta ese momento había sido un chico lindo, cínico y un tanto mandón, pero al fin de cuentas lindo.

r Está bien ¿en dónde quieres que nos veamos? r y ahí estaba accediendo.

r ¿Por qué no en tu casa? Dame la dirección y buscare en internet como llegar rle escuché decir con una sonrisa perdiéndose al inicio de la oración. Había ganado y él lo sabía, y eso lo tenía más que complacido, bueno solo por el momento  porque la guerra aun no terminaba y yo aún no me defendía aunque no tardaría demasiado en hacerlo.

 

Se la di.

 

r ¿Qué vas a ponerte? r pregunto casualmente en cuanto estaba dispuesto a dar por terminada la conversación, pero así era él, siempre luchaba por alargarla un poco más.

rUna playera blanca, pantalones cortos negros para combinar con los tenis y una sudadera azul marino ¿por qué? ¿Acaso importa? r cuestione

— Pues sí, ¿a poco crees que lucirás bien con esa combinación? Deberías usar algo más presentable, después de todo será el día que nos conozcamos— dijo como si nada. Y ahí estaba otra vez el lado mandón que odiaba tanto, el que me hacía querer golpearle por ordenarme las cosas como si tuviera algún derecho a hacerlo.

- ¿Sabes qué? ¡Adiós!- y colgué furiosamente.

- ¡Ay! Lo odio. Me choca que quiera decirme lo que tengo que hacer- estaba en medio de uno de mis dramas cuando Itachi entro en la sala comedor. 

 

- ¿A quién odias, hermanito?- pregunto ocultando una sonrisa burlona.

- A Naruto, es un... odioso- estaba completamente irritado, tanto que no me importo que mi hermano y después Sai me vieran en uno de mis tantos dramas que casi siempre solían ser internos.

 

- Ya no te quejes, si bien que te gusta. Además es un amor de chico, caballeroso de los que casi ya no hay, divertido y guapo—

- Guapo mis... polainas, Sai- solté caminado de un lado a otro.       -Además ¿por qué no te habla a ti, si tanto dice ser tu amigo? ¿Por qué mejor lo no soportas tú en mi lugar para que me deje en paz?- me exalté, dejándome caer en un sillón entre Itachi y Sai.

- Mira hermanito, es simple. Si no lo soportas díselo y que no te marque más- aconsejo Itachi

- No puedo, es que eso es grosero- respondí, sin darme cuenta que me estaba importando lo que Naruto pudiera llegar a sentir, aun cuando nunca antes me había importado lo que los demás sentían salvo mis seres queridos

 

- ¿De cuándo acá te importa lo que sientan los demás? Nunca has sido gentil con ningún chico que intenta conquistarte- Sai había dicho algo muy cierto, pero por alguna razón no quería herirlo a él, no se me hacía correcto.

- Bueno es que él no me ha hecho nada y...oye ¿quién ha dicho que está intentando conquistarme?- justo hasta ese momento me había percatado de lo que había insinuado, Sai y de pronto quise alejarme tanto como desee que fuera cierto.  

 

- Creí que eras un genio, Sasuke. Te habla cada tercer día por más de una hora, además quiere conocerte y no conforme con eso, quiere que luzcas bien para cuando eso suceda ¿qué más pruebas quieres?- así es, en medio de mi rabieta les conté a esos dos el motivo. Mi primo tenía ese típico tono burlón que le caracterizaba cuando quería hacerme entender algo o se burlaba de mi torpeza por la obviedad de la situación.

 

No respondí enseguida sino más bien me quede unos segundos  con la boca abierta buscando un argumento para replicar, el problema es que no lo encontraba.

 

- Yo... en realidad no lo creo, supongo que solo le caigo bien y ya, no tiene muchos amigos y por eso solo me molesta a mí. Porque yo no hablo, solo escucho y supongo que es lo que necesita- argumente, quería en una parte de mí que fuera mentira todo lo que decía, Sai. Pero sabía que no era así, y entonces supe que no tardaría en convertirme del chico atento que escuchaba sus problemas a un cretino por completo, pero por lo mientras lo disfrutaría, no tenía nada de malo ¿cierto?

 

- Él es un chico raro y lindo, además de que tiene muchas y muchos pretendientes. Después de todo, es bastante guapo, asi que tú decides primo si a él también quieres dejarlo ir- agrego Sai, regalándome una de sus enormes sonrisas de satisfacción cuando daba en el blanco.

- Ya te lo dije, si tanto te gusta puedes aprovechar que está soltero. A mí no me molestes- contra ataque de malas más irritado por ¿acaso eran... celos? Celos de saber que alguien más lo veia, que era interesante para alguien más.

- Calma, no te lo voy a quitar- se burló

 

- Ya deja en paz a mi ototo, Sai- Itachi salió en mi defensa; -y tú- ahora se dirigía a mí; -Habla con él antes de que se conozcan más, así no harás que venga en balde- dijo mirándome seriamente mientras me señalaba amenazante.

- Bueno pero es que yo...-

- haz lo que creas más conveniente- interrumpió mi oración, se levantó del sillón sin dejarme explicar que yo no tenía su número telefónico.

 

Notas finales:

Lean y comenten, cualquier duda haganmela saber

Gracias por leer


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).