-¿Na-Natsu-ni? –
El pelirosa no escucho al pequeño, Natsu agarro las muñecas del chico y las sostuvo con una mano por encima de la cabeza del niño, Romeo estaba a punto de replicar pero fue callado al sentir como unos labios se pegaban a los de él, un sonrojo feroz se apodero de sus mejillas al sentir como Natsu le devoraba la boca en un beso lleno de pación, el pobre niño no sabía que pasaba, no sabía qué hacer, solo estaba quieto siendo guiado por Natsu.
El pelirosa devoraba la boca del muchacho desesperadamente, estaba ansioso de sentir esos suaves labios frotarse con los suyos, mientras besaba, succionaba y mordía los labios del pequeño aprovecho para meter su lengua en la boca ajena, sintiendo como Romeo se estremeció al hacer contacto ambas lenguas, Natsu sonrió, no sabía porque, solo lo hizo sin pensar. Romeo cerro sus ojos fuertemente, estaba apenado y confundido, Natsu en estos momentos le estaba dando posiblemente el mejor beso que recibirá en toda su vida, con tan solo sentir como su querido Natsu le devoraba la boca lo excitaba de sobremanera, mientras que recibía aquel beso dejaba escapar algunos suspiros y quejidos de excitación que no podía contener.
Natsu sin dejar de besar al pelinegro le soltó las muñecas, solo para llevar ambas manos hasta la cintura del chico, ya estando ahí, la sujeto con fuerza pero sin hacer daño, al mismo tiempo que se levantaba del suelo y con sus fuertes brazos alzaba a Romeo. Una vez ya Natsu de pie paso rápidamente sus manos de la cadera del chico hasta sus nalgas, haciendo que Romeo automáticamente enrollara sus piernas en las caderas de Natsu al igual que sus brazos pasaron a enrollarse en el cuello del pelirosa.
Natsu se dirigió a la cama mientras que le devoraba la boca a Romeo con lujuria y apretaba con sus manos los glúteos del pequeño, una vez ya fuera del baño Natsu deposito suavemente al pequeño en la cama, aun así Romeo no se desenrollaba del cuerpo de Natsu, quería seguir en esa posición, sentir como sus cueros se daban calor de excitación mutuamente, el pelinegro comenzó a mover sus caderas lentamente, solo para frotar su miembro erecto en el abdomen de Natsu, este ultimo lo sintió y sin dejar de besarlo movió su mano lentamente hasta la entrepierna del niño, agarro rápidamente el pene de Romeo e instantáneamente comenzó a masturbarlo con agilidad, Romeo cerro fuertemente los ojos al recibir ese pacle inesperado, dejo escapar un gemido agudo que se ahogo en la boca de Natsu.
Natsu coloco sus manos en la cama, cada una al lado de la cabeza de Romeo. Dejo de besarlo y comenzó a succionar fuertemente en el cuello del pequeño, el pelinegro sentía aquel placer torturoso, al sentir los labios cálidos de Natsu en su cuello le recorría un corrientoso de dolor y excitación por todo su cuerpo, con su pequeña mano apretaba la espalda del pelirosa mientras que empuñaba la otra mano en el cabello de Natsu, desenrollo sus piernas de la cadera de Natsu y las acomodo en la cama, poniéndolas abiertas para que Natsu estuviera cómodo mientras estaba en medio.
Natsu recorría todo el suave cuerpo de Romeo con su lengua mientras que de vez en cuando daba algunos chupones dejo una marca roja en su cuerpo, Natsu llego hasta el abdomen que del pequeño que aunque aun no estuviera bien formado ni simetrizado estaba fuerte y delineado, paso un tiempo allí succionando aquella carne que le hacía agua la boca. Natsu bajo hasta la entrepierna del niño y de un solo bocado se metió todo el miembro de Romeo a su boca, succionando, lengüeteando, haciendo que Romeo soltara sus gemidos fuertes y agudos mientras que con sus manos apretaba fuertemente la sabana que cubría la cama, el pelirosa comenzó una serie de vaivén a gran velocidad en el pene del chico, a la vez que veía como el cuerpo de este convulsionaba de placer y sus gemidos salían de control.
-Na…ah, Natsu-ni… pa-para… por favor… - decía entre gemidos el chico.
A pesar de que Natsu escucho las palabras de suplica de Romeo no hizo caso, es más, intensifico el movimiento con su boca, haciendo que Romeo arqueara la espalda y sintiera un ardor en toda la zona de su miembro, eyaculando en la boca de Natsu sin poder parar. Al terminar dejo caer su cuerpo exhausto en la cama, pero a los pocos segundos se paro agitado y asustado.
-¡Na-Na-Na-Na-Natsu! Escupe, escupe – dijo agitado mientras que hacía señas con sus manos y buscaba con su mirada algún recipiente en donde Natsu pudiera escupir. Se quedo helado al escuchar como la garganta de Natsu emitió aquel sonido que hacia cuando tragaba -¿Pe-Pe-Pe-Pero que hiciste? - dijo totalmente avergonzado y sonrojado.
-No hables – dijo en susurro mientras su voz salía ronca. Se acerco a Romeo y lo beso con intensidad – aun no acaba… prepárate – dijo en forma totalmente seductora que sonrojo hasta las orejas al más pequeño, al mismo tiempo que se sentía algo atemorizado, ya que sabía que era lo que venía.
Natsu dejo e besar a Romeo y enseguida le dio la vuelta al chico, poniéndolo boca abajo mientras que abría las piernas del niño.
-ah… ¿P-P-Pero qué haces? – dijo asustado y apenado.
No obtuvo respuesta, solo sintió la lengua de Natsu hundirse en su apretada entrada, apretó sus nalgas, era algo que jamás había sentido y la verdad es que fue tan placenteramente excitante que un hilo de saliva salía de su boca. Quería sentir más a fondo la boca de Natsu en su trasero, mientras que Natsu hundía su cara para lograr más profundidad, Romeo paraba su trasero lo más que podía y empujaba hacia atrás para alcanzar más placer, se aferraba a las sabanas con fuerza mientras que de vez en cuando las mordía para aguantar tal placer, hasta se llego a hacer la pregunta de que si puede ser capaz de morir por recibir tanto placer, porque de ser así el ya estaría en estos momentos cruzando al otro lado.
Se sintió vacio al notar que Natsu había parado de lamer su entrada, vio hacia atrás y pudo ver como Natsu se reía, era todavía un niño, en su rostro se reflejaba un semi-puchero que iba dirigido hacia Natsu por parar aquella movilidad con su lengua, Romeo se sintió avergonzado y volvió a ver hacia adelante, dejando su trasero en esa posición, deleitándole la vista a Natsu.
-Romeo – llamo el pelirosa haciendo que el chico lo volteara a ver – necesito que me hagas lo mismo del baño ¿Te acuerdas? –
-¿Metérmela a la boca? – pregunto con tal inocencia.
-Sí, hazlo –
No espero a que Romeo se moviera, el mismo atrajo la cabeza del chico y lo posiciono en su entrepierna, agarro su miembro y lo dirigió a la boca del pequeño y sin previo aviso penetro la boca de Romeo, metiendo completamente su miembro en la boca de este último haciendo que por poco se ahogara de no ser porque saco su pene de la boca del pelinegro, no espero a que Romeo se recuperase, metió a la fuerza su pene a la boca del chico y posiciono su mano en la cabeza de este ultimo y con fuerza hizo que Romeo se metiera y sacara su gran pene de su boca una y otra vez, Romeo tenía algo de miedo, este Natsu el no lo conocía pero también le gustaba… a eso se le llama sadomasoquismo señores… paso un rato así hasta que Natsu dejo de mover la cabeza del chico, este ultimo tocio un par de veces y trato de recuperar el aliento con bocazos grandes de aire.
El pelirosa agarro al pequeño y lo cargo, camino con él en brazos hasta que dar frente de un espejo, Romeo se sentía desubicado, no sabía que pasaría ni que haría ahora el loco de su queridísimo Natsu, este ultimo hizo que Romeo apoyara sus manos en el espejo mientras que con sus brazos agarraba las piernas de Romeo y las alzaba, dejando descubierto y sin protección aquella entrada lujuriosa, ahora Romeo entendía, quería hacerlo frente al espejo, el pene dormido de Romeo comenzó a ponerse erecto de nuevo, sin importarle que hace tan solo un momento había descargado aquel semen que estaba en su interior.
Natsu coloco el pene en la entrada de Romeo, este sintió el pánico recorrer su cuerpo… ¿Cómo algo tan enorme entrara ahí?.... me desgarrara por dentro… pensó el chico, solo cerro sus ojos y espero a que Natsu lo metiera, no espero mucho, Natsu lo introdujo de golpe, haciendo que Romeo gritara de dolor, se detuvo, metió totalmente su miembro en Romeo y tenía que esperar a que pasase el dolor…
-Si-Sigue… - dijo romeo entre el shock del dolor
-Pero… -
-Solo sigue –
No se hizo de rogar, abrió completamente las piernas de Romeo, las abrió hasta donde la capacidad de abrirse se podía, sintió que al hacer eso la entrada de Romeo no era tan estrecha, pero aun así lo era y mucho, saco su pene lentamente y lo introdujo igual, viendo por el espejo la cara de sufrimiento del pobre niño, Natsu se sintió mal pero no podía para, no es que no quisiera, su cuerpo se movía solo y lo único que podía hacer era meterlo y sacarlo lentamente para provocar menos dolor en Romeo, pero no sabia por cuanto tiempo se resistiría a aumentar la velocidad.
Paso un tiempo en el que Natsu hacia el mismo movimiento, cada vez más inestable, pero se controlaba, todo sea por no hacerle más daño al chico, sintió como las caderas de Romeo se comenzaron a mover y vio por el espejo, tena todavía un rostro con algo de dolor pero no como al principio, aunque también se podía ver que ya estaba comenzando a disfrutar de aquella postura. Natsu comenzó a moverse cada vez más rápido, tanto que perdió el control y ahora era un bestia salvaje embistiendo sin control alguno, Romeo sentía dolor, pero placer, era una combinación perfecta para él (sadomasoquismo señores… sadomasoquismo) lo llenaba de placer, no podía dejar de gemir, grito con todas sus fuerzas al sentir como la punta del pene de Natsu toco aquel punto que lo volvió loco, ahora si tenía miedo de morir por sentir tal sentimiento nuevo.
Parecía que Natsu, o más bien, parecía que el pene de Natsu ya sabía con exactitud en donde se encontraba ese lugar delicado que ponía loco a Romeo, ya que lo tocaba constantemente haciendo que le niño se descontrolara en los gemidos, haciendo que sus caderas se comenzaran a mover al ritmo de las embestidas para que la penetración fuera más profunda, Natsu sin dejar de embestir, coloca una de sus manos en el miembro del pelinegro y comienza a masturbarlo al mismo tiempo que la punta de su pene toca aquel lugar de Romeo, este último no aguanto tanto placer y eyaculo de nuevo, embarrando el espejo con su fluido.
Natsu no paro, él siguió envistiendo con mas excitación por haber visto al pequeño eyacular, en un movimiento ágil le dio la vuelta y lo coloco frente a él sin sacar su miembro del interior del pequeño, este ultimo solo se dejaba llevar, aunque estuviera exhausto su excitación volvió a apoderarse de él… y de su entrepierna. Natsu camino a la cama y coloco al pelinegro allí, lo acostó y abrió sus piernas su máxima capacidad y con fuerza comenzó a embestir rápidamente, su calor corporal era totalmente ardiente, Romeo sentía como el pene de Natsu entraba y salía de él, lo disfrutaba de sobremanera, de tan solo sentir como aquel pene totalmente caliente lo llenaba lo hacía sentirse en las nubes, y mucho mas ahora, que podía ver como todo el cuerpo del pelirosa se tensaba y movía al ritmo de la embestida, ¿Cómo no se excitaría con eso? Estaba viendo como el cuerpo de Natsu estaba totalmente ardiente y lleno de sudor que hacia relucir toda su piel y cada uno de sus músculos tensos sin mencionar el placer que se reflejaba en su rostro.
Romeo ya tenía el pene erecto de nuevo… con una excitación que solo Natsu la podía despertar, la excitación de Romeo era obvia, el pelirosa ahora solo embestía en aquel punto mortal para el chico, ese punto donde lo volvía loco, se aferro a las sabanas rasgándolas para tratar de aguantar el placer pero era inútil, su voz retumbaba en cada esquina de la habitación, Natsu paso una de sus manos a los pezones del chico y lo comenzó a pellizcar suavemente, haciendo que Romeo arqueara su espalda del placer generado, Natsu agarro con sus dos manos las caderas del chico y aplicando fuerza las jalaba hacia él en el momento en el que él metía su pene para adquirir más profundidad, no aguantando más Romeo dejo Salir aquel gemido final, volviéndose a correr, esta vez con menos semen que la vez anterior, Natsu al sentir como el trasero de romeo se apretaba y succionaba su pene no lo aguanto y dando una última embestida con todas sus fuerzas se corrió dentro del chico, dejando salir una gran cantidad de semen que salió disparado por el mismo orificio en donde aun estaba el pene de Natsu, este saco su miembro y enseguida salió un rio blanco de la entrada del chico, Natsu estaba algo avergonzado por haber soltado tanto, volteo a ver al niño y vio que este estaba completamente dormido, fue mucho para él, Natsu exhausto se acostó en un lado de la cama.
-¿Qué hice? - se pregunto algo preocupado mientras veia al niño.
el sueño se apodero de él, se quedo dormido pensando en como o que dira para ser perdonado por haberle quitado la inocencia a un niño...