Me adentre a la curiosidad inevitable de la vida, aquel misterio que te hace vivir, la duda de no saber la consecuencia de tus acciones, lo único que tengo en la cabeza en este momento…es tu bello rostro sonrojado, jamás volveré a verte después de esto, por lo mismo quiero...no....deseo que sea especial. Algo dentro de mí me obligaba a creer en ti, sé que me mientes descaradamente, sé que no puedes cumplir la promesa que nos hicimos hace un momento atrás... Respiras agitada en mi cuello, aquel aire me fascina, te siento cercana, tengo que creerlo.
-Flash back-
Llegamos a casa a duras penas, esto no me pintaba nada bien, ya no tenía derecho a reclamos, ya no era dueña de la verdad, ni si quiera logre protestar.
-Amanda…en serio, no te mates....
-Por ahora no es lo que busco Andrea, despreocúpate de eso.
-Promételo, dime que no lo harás.
-No me matare, puedo asegurártelo, pero sí, tengo una condición.
- ¿Cuál?
-Desapareceré, quiero mis cosas de vuelta, y por lo mismo, necesito tu ayuda.
- ¿Por qué te iras?
-Debo hacer un viaje antes de morir.
-.........
- ¿Me ayudaras?
-.........
-Andrea.
Se acerco lentamente al sofá donde yo estaba sentada, se colocó a mi altura arrodillándose.
-Necesito que me ayudes, es en serio....
Solo le miraba, ni si quiera tenia fuerzas para contradecirle, apenas podía mantener mi vista centrada a ese hermoso rostro.
-Dime algo, ¿me apoyas?
Ni que fuera imbécil ayudaría a alguien a morir, lo malo es que estaba cegada, jamás en mi vida había estado tan enamorada de una mujer. Logro besarme entre la gran confusión mental que tenia, atrajo mi rostro con fuerza, me dejo sin aliento, esto debía ser el fin de nuestra confusa historia de amor.
-Amanda…déjalo ya.
-Ayúdame, déjame ser libre.
- ¡LO ERES!
-No lo suficiente.
-.....
-Por favor.
-Bueno...
-Gracias.
-Te ayudare, solo espero que encuentres lo que estás buscando. Sin previo aviso se recostó encima de mis piernas y comenzó a besarme nuevamente.
-Te amo Andrea....no dejare de hacerlo.
-Te amo pequeña idiota.
-Fin flash back-
Fue así como entre cada beso, cada caricia en aumento, terminamos enrollándonos entre las sabanas. Debo admitir que no se sentía como antes, tampoco digo que sea malo, al contrario, había algo rejuvenecido, su piel, su aroma, algo dentro de ella había cambiado.
El horizonte de su vientre plano se delimitaba con curvas más pronunciadas, entre mis dedos estaba el ser que amaba, sentía la electricidad de su cuerpo subir por mis yemas, su calor contagiaba mi fría piel, sus suspiros me provocaban enfriamiento en la espalda.
Mordía mi cuello cada vez que le hacía estremecer, logré temblar entre sus dedos, temí entre cada beso, sentía nostalgia al pronunciarle "te amo" a esos tan cautivadores ojos. ¿Por qué no podía estar con ella para siempre? ¿Por qué no tenía derecho a volverme loca por su culpa? ¿Por qué siempre debía ser tan razonable y madura? ¿Por qué.....no podía ser feliz, cómo y con quien quisiera? ¿Por qué debía acatar todo lo que me dijeran sin si quiera conocer mi vida personal? Ohhh…cierto…soy invisible, excepto para Amanda, para todo el resto, soy una estúpida lesbiana inservible... ¿no? Un maldito animal anormal que folla con su mismo sexo, ¿tampoco? ¿Creen que tengo el maldito derecho de ser feliz como el resto?.....pues, no, no tengo ese beneficio, y aunque esto sea una historia de amor, no necesariamente debe ser feliz….
Acabó dormida entre mis brazos y yo, solo lloraba en silencio a su lado, mojando su almohada, perdón por eso Amanda....se secará en menos tiempo de lo que te demores en irte.
Respire en el vacío de la noche, sentía la garganta seca, le acariciaba el cabello tratando de retenerla por más tiempo, aquí, conmigo, donde ella debería estar, pero donde no pertenecía.
Bese su frente, extrañaría volver a hacerlo, en realidad, extrañaría todo de ella, incluyendo sus cuadros de depresiones severas. Entre dormida me abrazo, acurruco su rostro entre mi brazo, se sentía tan bien tenerla así, feliz, tranquila, y viva.
No podía estar abrazada a ella por mucho tiempo, aunque eso era lo que quería, debía recuperar sus cosas y dejarlas en esta casa, con mucha fuerza de voluntad me levante de la cama, me vestí y fui rápidamente a mi casa.
Debía estar Claudia, supongo que dormía, después de todo era muy tarde, debía ser madrugada para ser exacta. Con gran sigilo y precaución logre entrar a la pieza de Amanda, sin ningún problema agarre toda su ropa y la guarde en una mochila que estaba en su cama.
Todo iba bien, todo iba extremadamente bien…dentro de mi cabeza había un lio, todo calzaba para que se fuera, parecía que eso debía ser lo correcto, para mí, nunca lo fue. Volví corriendo a su casa, dejé su mochila en el primer piso y regresé con ella en el segundo.
Amanda seguía durmiendo, tranquila, feliz… ¿Cómo podía negarle a irse si eso era lo que ella quería? ¿Quién era yo para negarle su libertad? Saque de mis bolsillos una cajetilla de cigarros, no significaba que era fumadora...no, ni si quiera me gustaba el cigarro, al contrario, me daba nauseas, unas horribles nauseas. Me senté al borde de su ventana con las piernas flotando en el aire, lo que me costaría lanzarme…lo que me costaría matarme antes de que ella desapareciera…pero...no podía, algo dentro de mi decía que volvería a mí en algún momento…no mañana, no después, pero existía ese porcentaje de probabilidad.
Saqué un cigarro y lo prendí, amargo humo que brotaba de mi boca, inundaba mi tráquea, y se escurría entre mis falanges.Las náuseas brotaban desde los intestinos y se conectaban con el estómago, prendí el siguiente con el que ya tenía, apague el anterior...inunde las esperanzas otra vez…aros en el aire, mi ropa olía mal, desprendía un olor a mi perfume, al de Amanda y a este asqueroso veneno…vamos, que venga el siguiente...
Otro más, otro, la acidez ya se acercaba en mi garganta, aspiraba tan fuerte el cigarro que el calor de las brasas traspasaba el filtro quemándome los labios…me ardían, me sangraban, ya daba lo mismo, ¿no? Todo debía ser así, todo debía consumirse, tal como estos cigarros, tal como mis esperanzas, tal como el cuerpo de Amanda enterrado en algún lugar sin siquiera llegar a enterarme….
Caían cenizas y lágrimas al pasto delantero, solo faltaba que cayera mi cuerpo. Acabe la cajetilla de diez en muy poco tiempo, deseaba vomitar, me sentía mareada, daba lo mismo dormir a estas alturas, ya no tenía ni ánimos de recostarme a su lado... ¿para qué? ¿Para sentirla por última vez? Corrí a la ducha, deseaba sacarme toda la mierda de mi cabeza, todo el peso de los hombros, me sequé con una toalla cualquiera y me dispuse a acostarme otra vez, junto a lo que quedaba de Amanda....solo su cuerpo. Desperté a la mañana siguiente, la luz del sol me llegaba en los ojos, sentía la piel ardiendo, debía haber estado acostada en esta posición durante mucho tiempo. Vi a mi lado, si, la cama estaba vacía, ella no estaba y presentaba indicio de que se había levantado hace mucho. Me vestí con la misma ropa de ayer, ya no olía igual, había desaparecido gran parte de la peste. Al bajar, su mochila ya no estaba, solo una carta en la mesa de centro…todo su supuesto cariño, amor y aprecio hacia mí, toda nuestra historia...se reducía en una sola hoja de papel... No sabes cuánto te amo y te detesto, a la vez, en estos momentos....
*************
Ya han transcurrido meses desde que Amanda desapareció de mi vida, Claudia era casi indiferente conmigo, ya ni si quiera nos dirigíamos la palabra...solo en lo justo y necesario.... No volvimos a hablar del tema, Amanda Ruthl ya no existía…y nos comportábamos como si nunca lo hubiera hecho.
Mi corazón…aquella cosa que antes era tan sensible y quebrantable, ya no existía. En los primeros meses no había noche que no leyera una y otra vez su carta, tratando de convencerme a mí misma diciéndome "ella volverá, su carta es solo una prueba de que volverá".... Deseaba creerlo, lo creía, aunque no quisiera, le creía aun.... Ahora, todo era distinto, me acostumbre poco a poco a encantarme de las cosas que antes odiaba, por ejemplo, los cigarros, ese pequeño veneno que me consumía todos los días, aquel que recorría y acariciaba mis pulmones de adentro hacia fuera…era mi consuelo....
Comencé a salir más veces de lo que iba a la universidad, abandone la idea de estudiar leyes…renuncie a mi sueño tanto por tema financiero como entusiasmo personal…nada tenía sentido en esa carrera.
Claudia....ella ya había comenzado a hacer su vida con alguien más, por ende, la casa quedaba para mi sola, mis padres, les veía a lo lejos, ellos estaban felices en otra ciudad…no necesitaba de ellos y ellos nada de mí, así que estaba mejor así las cosas. Inicie en el mundo de la sexualidad activa, trataba de tener una vida amorosa normal...pero todo acababa en desastres, todas mis novias exigían más de lo que podía dedicarles, me pedían tiempo para ellas, que cambiara por ellas, que no tuviera en mente a nadie más...nunca pudieron aceptar el hecho de que ellas serian el segundo plato si lograba aparecer Amanda. "¡Deja de pensar en ella! Es probable que se haya ido con otra" "DEJA DE SERLE FIEL" "Ella....ya no volverá Andrea, acéptalo" "Quizás…murió" .............. Murió....murió.......¿murió? ¿Eso era probable? ¿Crees que murió? Tú....quien me lee... ¿crees que ella está muerta? ¿Crees que falleció y se está pudriendo en algún lado? ¿Qué me aconsejas, sigo esperándola? ¿Sigo destrozando mi propia vida por alguien que jamás volverá a ser la misma de antes? Ayúdame…estoy desesperada…. Desesperada….
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Todo y nada tenía sentido ahora, ya ha transcurrido cerca de un año…no ha vuelto, sigo esperándola, ¿te soy sincera? Los años no me importan, el tiempo comenzó a perder sentido para mí, un minuto me importaba lo mismo que me importaba una hora…una mierda. ¿Estudio, trabajo, o hago algo? Si les interesa saberlo, pues me dedique a trabajar, me retire de la universidad, corte con mi última novia hace un mes atrás...y no he vuelto a verla de nuevo, no es que me afecte su ausencia…para nada, me siento mejor así…sola. Los días que no trabajo, los duermo, como cuando me acuerdo y fumo cada vez que respiro. Claudia se mudó, me pidió perdón por lo ocurrido, fue una apuñalada en lo que quedaba de mi corazón, me abrazo, se sentía culpable por mi forma de vivir, a pesar de eso, no hizo nada al respecto, solo me deseo buena suerte...jajajaja estúpida.
Un día como ayer…como hoy o como mañana, alguien toco la puerta de la entrada, no me acuerdo cuando ocurrió…pero si recuerdo el sentimiento que tuve en el preciso momento en que giré el pomo y vi quien era.... Quizás lograron deducir quien fue…aquella persona me hizo estallar de felicidad...y por última vez en mi vida, sentí que podía volver a levantarme gracias a ella…Amanda.
Fin.