Cap. 8
Apegue con fuerza su cuerpo contra la pared, paralice ambas muñecas, ella solo me miraba en silencio, tenía su frente humedecida, debía ser por el miedo, cerro sus ojos cuando suspire cerca de su rostro.
-No hagas nada de lo que arrepentirás después Amanda....solo no me hagas daño…no seas como Andrea.
Recorrí su cuello respirando su fragancia, esa dulce fragancia que ambas compartían tan bien que llegaban a ser más que extraño.
-Flash back-
- ¿Oye que haces?
-Me encanta tu aroma Andrea, es...es muy encantador su dulzor.
-Debe ser el perfume que uso.
-No idiota jajajaja me gusta la fragancia de tu piel...
-Y, eso es bueno, ¿no?
-Más que bueno, llega a ser afrodisiaco.
-Fin flash back-
Suspire extasiada, aquella chica estaba completamente a mi merced, no era apta para vencerme en fuerza y no podía detenerme si deseaba acariciar su cuerpo con la rudeza que merecía.
Mi mente comenzaba a nublarse, recordé la vez donde casi la besé en la celda, el maldito mismo día donde me llevaron a la celda de castigo por haberla ahorcado accidentalmente. Ese día pude detenerme ante esa tentación, ahora…ahora era distinto el contexto.
- No te importaría si te hiciera mía a la fuerza, ¿cierto?
-Amanda deja esto ya....
Sentí su cuerpo estremecer cuando logré besarle el cuello, tembló contra la pared, comenzaba a poner resistencia, agitaba las muñecas para liberarse, que inútil era todo, empezaba a fascinarme la idea de tener el control sobre ella, así debía haberse sentido Andrea conmigo.
-Ahora lo entiendes, ¿no? Por eso me fascinaba golpearte, me encantaba verte débil y pidiendo ayuda, era mejor que cualquier objeto sexual o mejor incluso que los "te amo".
La voz de Andrea volvía a hacerse presente detrás de mí, incluso su respiración me hacía entrar en alerta.
-Ahora, experimenta lo que yo sentía contigo, pero con Claudia, si lo haces de esa forma no me enfadare, pero si lo haces con delicadeza, no te dejare vivir tranquila el resto de tu vida…me engañarías y no creo que seas capaz de engañarme.
- ¿Como estas tan segura de ello?
Le cuestione mi fidelidad, después de todo ella siempre me trataba de puta, de ninfómana, ¿por qué no demostrárselo ahora? ¿Por qué no hacerle ver como se hace con ternura? ¿Por qué no desobedecerle solo por placer? Lo malo es que ambas ideas me encantaban, con dolor o sin él…debía ser algo que yo escogiera, no ella.
-No te odio Claudia, al contrario, me encantas...
Observaba su pulso delatado a través de su piel cercana a la clavícula, fuerte, irregular, el sudor caía en forma de gotitas que se unían al tocarse unas a otras, sus ojos siempre miraban hacia otro lado, no deseaba verme, no en este irreconocible estado, sentí una puntada en el corazón, de alguna forma me sentía una mierda, pero, por otro lado, necesitaba descontrolarme de esta forma, de esta manera tan innecesaria y carnal.
Lamí con lentitud su cuello, de forma tortuosa y duradera, necesitaba saber que ella era real, que el engaño y la ilusión estaba a mis espaldas vigilando cada cosa que hacía, cada movimiento que realizaba. Aquella estúpida espía llamada Andrea.
-Mmmm....
Escapo un gemido desde los labios de Claudia, me sorprendió, en serio, jamás creí que ella pudiera generar tal sonido a sabiendas de las horribles acciones que cometería hacia ella.
Sus manos dejaron de moverse, ¿Se estará rindiendo? ¿Que habré hecho mal? Quede un tanto desconcertada, dude al continuar, pero por desgracia, no me gusta dejar a medias estas situaciones excepto que lo ameriten.
- ¡Amanda! ¡Vamos, hazle saber que tu mandas!
Ahí estaba Andrea jodiendome otra vez, no le quería oír, no ahora, tenía que concentrarme en lo que hacía.
Mordí su cuello con delicadeza, no quería dejarle marcas...
-Flash back-
Muchos mordiscos dolorosos generaron cicatrices en mi cuello, sentía como la sangre se deslizaba por mi piel helada, su risa de satisfacción siempre me causo terror.
-Fin flash back-
Quede gélida al recordar aquella escena, solté sus muñecas e inhale profundo, otra vez sentía que desfallecería, di un paso hacia atrás tratando de recobrar la conciencia.
Ni si quiera escuche cuando se acercó, ni si quiera vi sus pasos hasta que sentí sus labios en los míos. Suaves, tiernos, cálidos, dulces, temblé, me estremecí, temí, sabía que eso significaba placer.... Pero no para mí.
-Flash back-
Su boca capturó la mía sin siquiera tener una pizca de amor, solo quería decir una cosa…"Ella quería de mí, hoy", nada de lo que yo dijera seria escuchado, no importaría cuantas lagrimas caerían siempre y cuando ella fuera la única satisfecha en todo esto.
-Fin flash back-
Sus manos tomaron con ternura mi rostro atrayéndolo más hacia ella...
¿Ella será igual a Andrea?
Encogí mi cuerpo al sentir el suyo recostándose en el.
-Yo no te dañaría Amanda, jamás lo haría, y tú tampoco eres capaz de hacerlo.
Con gentileza pidió mi lengua con la suya, le acarició entre pequeños toques, su boca rozaba apenas la mía, siempre con cautela, siempre con cuidado tratando de no alertarme.
Masajeaba mi cabello mientras trataba de profundizar el beso, podía sentir como se comenzaba a descontrolar poco a poco, como su respiración chocaba en mi rostro, como sus inhaladas se topaban con las exhaladas, y lamentablemente, me estaba contagiando con su fervor, estaba colmando mi tranquilidad y con ello también colmaba mi razón.
Me permitió abrazarla, estrecharla entre mis brazos, acariciarle su cintura de manera gentil, ¿Cuando comenzaría a golpearme? ¿Cuando me amarraría contra la cama? ¿Cuando dejaría de ser delicada solo para dominarme y hacer que cayera rogando a sus pies?
De pronto como si ella escuchara mis pensamientos dejo de besarme y se separó de mí, era probable que planificaba hacerlo, quizás se estaba descontrolando y antes de cometer ese error paro. Amor, ¿por qué todo debía ser amor y cariño? Esto debía tener una pizca de realidad.
-En serio, lo siento, no sé porque lo hice...no debí haberlo hecho.
Se disculpaba sonrojada, apenada miraba el piso, su voz tambaleaba en diversos tonos, le mire estupefacta, ¿Como podía llegar a ser alguien tan bella, tan tierna, tan indefensa? ¿Como podía verse tan segura, tan dominante, tan fuerte si solo era una criatura debilucha? Incluso le ganaba por 10 centímetros y aun así me había besado sin ningún problema, sin si quiera levantarse en la punta de los pies, tan solo me atrajo a ella, atrajo mi despistado cuerpo hasta su estatura para besarme sin la menor dificultad.
¿Pero que sucedía conmigo? Hasta esta acción me había despistado, mas allá de disfrutarla, la analizaba. Era propio de mi fijarme más en los muebles que en los besos, por lo menos me dolía mucho menos el cuerpo si me imaginaba el entorno y no a Andrea, pero esta vez le analizaba a ella...quizás podría llegar a decir que me gusto, no estaba segura, pero una pizca de mí, a lo mejor mi antigua yo, le había agradado la idea de aquella nueva sensación.
-Claudia.
-Perdón....
- ¿Puedo besarte?
- ¿Que?
Sin recibir su respuesta le bese sin más, sin ningún preámbulo, sin pizca de maldad, sin otro motivo más que disfrutarlo, quería saber que era esto que sentía…algo decía que ya lo había vivido antes, en aquel momento de la vida en que para mí todo tenía sentido.
-Flash back-
-Eres muy linda Amanda.
-Las estupideces que dices Andrea jajajaja.
-Mmmm quizás, pero no suelo mentir.
-Tus comentarios son muy lésbicos jajajaja
- ¿Por qué será?
- ¿Por qué...?
Se acercó lentamente hasta quedar a centímetros de besarme.
Me tense, ¿acaso lo haría?
- ¿Ves? Eres aún más linda asustada.
Sin más que decir, logro besarme sin ningún problema.
-Fin flash back-
Ahhh, ahora todo tenía sentido en mi mente, todo tenía un porqué de las cosas, no sabía si sentir repulsión por experimentar con ella o sentirme una mierda por besar a la hermana de mi ex…quizás era más la segunda, la primera era por un ámbito inocente, eso creo.
Su peso fue más grande, logro acorralarme contra la muralla, aun sin dejar de besarnos, sus brazos acariciaban mi cuello hasta deslizarlos por mi clavícula, podía sentir como sus dedos se mezclaban en mi piel, como mis pulsaciones viajaban entre sus yemas, como mi sangre fluía enérgica y caliente por su palma, como mis nervios le contagiaban y le hacían suspirar entre ambos labios. Trataba de susurrar entre cada separación, pero cuando ella deseaba parar, su cuerpo decía lo contrario.
-Amanda...paremos esto.
Logre entenderla, sabía lo que significaba, muchas veces esa oración brotaba de mis propios labios cuando algo no me gustaba...deseaba parar, enserio quería…no podía permitirme ser como Andrea...no...
Quise alejarme de ella, tenía que hacerlo pero sus besos apresaban mi boca, en vez de dejarme ir con terror y repulsión, los ataba haciéndome desear lo contrario, su lengua acariciaba mis labios tanteándolos, deslizándola por encima, con lentitud, con calma, sin ningún apuro....algo dentro de mi fallaba, sentía ansiedad, sentía ganas de mas, de querer experimentar más pero algo me comenzaba a poner los nervios de punta, un cosquilleo en mi vientre que nunca había experimentado, algo dentro de mi hizo click... No sabría decir…si fue algo bueno…o algo realmente malo.